LA FLOR EN QUE AMANECES número tres
serie asteroide
La flor en que amaneces / antologÍa poesÍa tercera edición ©serie asteroide venezuela / 2020 isbn: ZU2020000283
©Ediciones azalea cómplices: ©Editorial letrancha ©cobijo Laboratorio creador culpables: Alejandra Olson Edgar Sánchez Jhensy Lucena Castillo floriman bello forjonell Mariger Vargas Mario Panyagua antonio vargas M. Wilhelmn Luis Ignacio Cárdenas Colaboradores: Fadir Delgado acosta francisco trejo Ariel Iber Claros CorreCción: Niyireé S. Baptista S. Orión Hernández Diseño Editorial Luis ignacio cárdenas para sugerencias o quejas escríbanos a editorialazalea@gmail.com
Índice
I
I
Jhensy Lucena Castillo / Venezuela Armando Salgado / México Carla Reyes López / Bolivia Danny Yecid León Moncada/ Colombia Virginia Fernández Collado / España Byron Ramírez / Costa Rica Rosa Chávez / Guatemala Daniel Rojas Pachas / Perú Clara Briceno Zappacosta / Venezuela Juan Suárez Proano / Ecuador Arlett Cancino / México Yosmel Araujo / Venezuela Alejandra Olson / México Kianny N. Antigua / República Dominicana Gabriel Urrutia / Venezuela Maitalea Fe/ Colombia Giselle Lucía/ Cuba Sabrina Rojas Pacheco / Venezuela María Calle Bajo / España
P/10 P/16 P/20 P/24 P/28 P/32 P/36 P/40 P/46 P/50 P/56 P/60 P/66 P/72 P/76 P/80 P/84 P/90 P/94
Betzuara Reyes / México Andrés Álvarez Arboleda / Colombia Yhonais Lemus / Venezuela Demétrio Panarotto / Brasil Natalia Lara / Venezuela Manuel Sierra / España Niyireé S. Baptista S. / Venezuela Sandra Uribe Pérez / Colombia Yanuva León / Venezuela Paulina Soto Aymar / Ecuador Daniel Abrego / México Carla Lo Gioco / Argentina Lety Elvir / Honduras Denise Griffith / Argentina César Cano / Colombia Thalía Sánchez / Venezuela Ibán de León / México Nereida Asuaje / Venezuela
P/ 98 P/102 P/106 P/110 P/120 P/124 P/128 P/132 P/136 P/140 P/144 P/148 P/152 P/158 P/162 P/170 P/176 P/180
Nota editorial La poesĂa es la Ăşnica verdad / Gustavo Cerati
10 Jhensy Lucena Castillo 1992 / Venezuela. Licenciada en educación integral, cantautora, escritora y collagista. Publicada en la edición impresa #2 - Prints de ERRR MAGAZINE, México (2015), las antologías digitales “FIN DE CICLO” por Dossier Galeria, (2016) y la edición Especial del III Aniversario de la Revista Awen, (2020) Obtuvo primera mención honorífica en el V Concurso de poesía joven Rafael Cadenas, Venezuela, 2020. Lleva un blog llamado “Café de las seis” promoviendo el trabajo artístico de otros realizadores: https://cafedelasseis.blogspot.com/.
Voz de estentor Estos versos - suponiendo que sean versos - implican pensamientos, capítulos antiguos soledad, enjambre muchas abejas y un solo vuelo La realidad Gran magma vieja cotidianeidad El objeto corporal contigüidad visual Toda cosa visible una fuerza latente una ciudad II Un tipo de hombre hecho de prisa, sin entrañas de pasado dócil a todas las disciplinas llamadas «internacionales»
carece de una intimidad suya inexorable e inalineable previamente vaciado de su propia Historia III Como un niño no tiene auténtico quéhacer no entiende bien de un libro más que una «cosa» falsa IV a b s t r a c c e i o n e s
i r r e a l i d a d e s
en la línea misma del horizonte.
Lo extraía del fondo de sí mismo Dentro de mí vuelo como Abejas Ese vocablo en la mente este volumen el mismo tono «equilibrio» Magnífica pluralidad ideas o imágenes Es la forma más sublime lo visible Pureza dinámica como manifestación Unidad GRANDE y paradojal.
16 Ar m an do Salgado Uruapan Michoacán - México / 1985. Docente y escritor. Ha publicado quince libros entre poesía, narrativa y literatura infantil y juvenil, en los que destacan: Tierras altas de Mato Grosso (CONECULTA-Chiapas, México, 2018/Los Perros Románticos, Chile (2019) Premio Internacional de Poesía Jaime Sabines 2017, Cofre de pájaro muerto (Ediciones de Punto de Partida, UNAM, 2014; Premio de Poesía Joaquín Xirau Icaza para obra publicada 2015, otorgado por el Colegio de México a través del Fondo Xirau Icaza); y Vacalao, (Fondo Editorial del Estado de México, 2018). Coordina un ciclo de entrevistas a poetas mexicanos en el suplemento cultural La gualdra, de La Jornada Zacatecas. Becario del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes de México, en la categoría Jóvenes Creadores, en 2019.Recientemente obtuvo el Premio Nacional de Poesía Tijuana 2020.
LA CARAVANA ZOMBI Ir por la vida vestida de zombi sin arrebatos sin el goce de lanzarte a un río sin diferenciar el veneno de la carne procesada ni la porción dietética de la nueva ansiedad ir por la casa sin motivos sin color sin saber que dentro de una sopa no es posible ocultar el primer diente ni la úlcera recién descubierta
ir por la vida inflando nuestros miedos y percibir que el disfraz de joven no tiene garantĂa que es mejor deambular por la calle con celular en mano y el corazĂłn entre los pies.
BATMAN ATIENDE EN STARBUCKS al pisar la fantasía descubres tu aspiración detrás de la sombra tu nombre en voz alta es la señal heroica cuando anuncian el pedido entonces te desplazas entre mesas con valor agregado sorteas el ruido los obstáculos la música de fondo cualquier indiferencia no hay alfombra roja ni paparazzis y sabes que todo es posible cuando el hombre de la capa detrás del mostrador te sonríe.
20 CARLA REYES LÓPEZ La Paz – Bolivia / 1989. Trabajo con el lenguaje porque encontré en ello una fuerza que me permite expresar mi visión y experiencia del mundo: esa que ahora merodea el intento de liberar mi cuerpo de las relaciones de poder. Postulante a la Maestría en Literatura Boliviana y Latinoamericana de la UMSA, he publicado poemas y crónicas en revistas independientes. Estoy empecinada que la escritura sea mi quehacer.
Centros de aniquilación Hablemos del empaque de diez kilómetros cuadrados Lo transito cada semana con los pies y diez billetes en el bolsillo Cada vértice del empaque es un centro de aniquilación porque nos reciben cortan reforman y despachan Cada semana es así Hablemos del segundo centro Del primero sabrán más tarde, cuando solo me queden dos billetes en el bolsillo Hablemos del segundo centro Cuando los niños mueren ahí, le llamamos La gran costura con hilo de metal eso es, porque en cuerpos menudos, el tiempo se endurece y no hay mecanismo más parecido al tiempo que el hilo incrustándose en el cuerpo de los niños se asemeja tanto, que a veces, al hilo le recorre la sangre que el tiempo endureció porque el hilo es tiempo costurándose con hebras de metal Hablemos del décimo centro Los anteriores ocho se están destruyendo conforme los enumero en este momento
sin palabras por supuesto, porque los construí yo Hablemos del séptimo centro Lo acabo de crear para ustedes ¿sienten como sus cabezas comienzan a crepitar? ya están camino a él, aunque sus pies no se muevan Hablemos del décimo centro El séptimo ya lo vivieron, porque el tiempo para ustedes, volvió a ser móvil El delicioso décimo centro uno puede devorar sus paredes sus jardineras y sí al guardia de vez en cuando Aunque eso provoque que ya no recuerdes su nombre y sin nombre sería un simple guardia unas paredes sin pilares unas jardineras que contienen todo, menos flores Sin nombre, dejas de ver al suculento decimo centro, pero el décimo centro seguirá existiendo bajo una nueva fachada.
Hablemos del segundo centro de nuevo Algunos niños no murieron porque destruí el centro antes que suceda entonces, solo dejaron de ser No fue error, a veces los números se agotan entonces, el dos reemplaza al diez y así sucesivamente. Hablemos de todos los centros Pero no esta vez debo recorrer el empaque de diez kilómetros cuadrados Aunque mi cabeza, cortada en hebras, no reciba sangre, porque al crepitar se reforma despachándome con una nueva fachada. Cada semana es así.
24 Danny Yecid León Moncada Bucaramanga - Colombia / 1990. Se desempeña como director del Encuentro Internacional de Poesía de Bucaramanga. Textos suyos han aparecido en diversas revistas, tanto nacionales como del extranjero. Fue incluido en el libro Espejos de doble filo, Antología Binacional de Poesía sobre La Violencia, Colombia – México (Ediciones Atrasalante). Preparó las antologías La voz alucinada y La oscuridad tras el relámpago (Ediciones UIS). Ha publicado los libros Momento del decir (primer puesto en el VIII Concurso Internacional Buenaventuriano de Poesía), Cantar de bruma (Ediciones UIS), Desde estancias habitadas (Premio internacional de Poesía Editorial Praxis, 2014) y Canción para abrir una jaula (VIII Premio Nacional de Poesía Universidad Industrial de Santander, 2016). Recibió la beca Artistas Jóvenes Talentos Icetex- Ministerio de Educación. Fue finalista del II Premio Nacional del Festival Internacional de Poesía de Medellín.
Historia de la sed Un día, así como llegó, el río detuvo su floración de agua tempestuosa. No se volvió a escuchar el rumor aletargado contra las piedras ni el murmullo creciente desbordando las orillas. De repente, cual dios aniquilado, su cuerpo trasparente se transfiguró con la noche en un silencio atroz. A la mañana, nos acercamos al puente y solo vimos pasar un turbio cantar de lodo enardecido. El lecho desnudaba su hondura de graba y sed milenaria. Entonces, los hombres fueron en busca del río extraviado, pero regresaron con la boca hecha ceniza y el alma tatuada de polvo. Desde ese día, la muerte pastorea su rebaño de esqueletos por las calles
y nadie habla ya de la lluvia. El río va sobre afluentes subterráneos o quizás nunca existió, quizás nunca estuvo allí, quizás solo fue, para un pueblo en sequía, nada más que agua imaginada.
El guardián de los espejos Vivo en el mar. Aquí, el agua es sólida y la tierra lejana, inexistente. Vivo solo en el mar, en un gran faro de piedra. Soy quien cuida la llama, soy quien mantiene el fuego para que los barcos no se pierdan en la niebla. Nadie sabe de mí. Todos ven la torre en la distancia y agradecen que haya una luz que los guíe hasta el puerto. Pero no saben que existo, no saben que soy el guardián de los espejos, quien vela mientras las olas rompen en el acantilado y la sal enceguece a los marineros. Mi oficio es alejar las sombras, por eso ellas me habitan, me ocultan. Y así será siempre. Nadie sabrá nunca de mí. El faro seguirá erguido contra el viento y el mar continuará, inexorablemente, su vaivén. En cambio, yo habré muerto y mi cadáver reposará en el fondo de las aguas y no quedará, siquiera, un recuerdo. Alguien me reemplazará en esta prisión como si no importara mi ausencia. Por eso escribo estas palabras, por eso pongo esta carta en una botella y la arrojo, con todas mis fuerzas, hacia el horizonte.
28 Virginia Fernández Collado Esapaña. Es profesora de administración de empresas en educación secundaria. Ha realizado los cursos de doctorado en economía aplicada, tiene un master en asesoría fiscal de la escuela de negocios GADE en Madrid. Ha publicado en El periódico urbano en Santiago de Chile y en Quillota (Chile). Ha colaborado en la revista Axarquía. Algunos de sus poemas aparecen en libros conjuntos. Ha publicado los libros Depredador, ed. La oficina 2015, Poemas 2006/2016, ediciones del Genal y Fundación Fondo Kati, 2017, Bosque/forest, Fondo Kati, 2020, Forest, Fondo Kati, 2020, Lluvia, poemas 2006/2016, Fondo Kati, 2020, Guía didáctica para preparar la programación didáctica del cuerpo de profesores de enseñanza secundaria, Fondo Kati, 2020. Ha coordinado varias antologías poéticas. Ha recibido el 1er Premio (modalidad poesía) en el XIII Concurso de Creación Joven, Ciudad de Almería en 2011.
VERANO 1 Vivo en un baldío páramo del mundo. Camino de mí hacia el centro, del mundo hacia la estrella, de la noche hacia el abismo. Quiero de las soledades, amparos, de la vida, pájaros cantarines. Heme en la tierra del desierto, caminando hacia su centro. Elijo, de la grieta, la herida, de su apertura, el cielo. Alas volando hacia todas partes, sean los manzanos, mi casa. 2 Creo en los árboles y las montañas,en los bosques y ríos,en las extensiones áridas y en toda la geografía por la que viajan nuestros lamentos y nuestras dichas. Creo en la tierra, creadora de los animales y de los hombres. Creo en el sol con el que nos calentamos y gracias al que contemplamos la belleza extrema de la tierra por la que flores y espinos pueden vivir. Creo en la noche por la que el día se hace bello. Creo en la lluvia que nos moja y hace crecer la semilla que nos dará de comer. Alabada sea la tierra por la que vivimos y respiramos cada día.
3 Amado, ¿Qué soledad es ésta que invita al recogimiento? ¿A qué soledad me traes? ¿Adónde se alojarán las noches? ¿Adónde irán los miedos? ¿Qué soledad será éstasi no es llamada nieve?Amado, la lluvia es temblorosa como una luna sobre el mar. No ha visto las estrellas. No ha visto los peces. La lluvia tiene un manto, todo lo cubre. No ha visto el cielo. Ciega, la lluvia cae. La lluvia es temblorosa como una luna sobre el mar, es lluvia inesperada, lluvia siempre inesperada. No temas a la nieve, nubes blancas traen el invierno. El cielo es un coro de serafines. La mañana es blanca, el mar es blanco, el cielo es blanco. Una mañana me levanté y el blanco inundabanuestros corazones. Pero también la noche. La noche como una garganta que grita, la noche como un acantilado, la noche, la noche oscurece, la noche es mi semblante, la noche es un bosque, la noche, un animal que acecha. Los ríos mueren en los mapas derraman el llanto seco. El verano pasa.
32 Byron Ramírez
San José - Costa Rica / 1997. Cursa la licenciatura de filología española en la Universidad de Costa Rica, donde también realiza estudios en filosofía. Se ha desempeñado como editor literario y articulista para instituciones como Editorial Estudiantil UCR, Revista Liberoamérica, CulturaCR.net y Nueva York PoetryPress. Ha participado en diversos festivales de poesía como el XVI Festival Internacional de Poesía de Costa Rica, El Festival Nacional de Poesía en Turrialba, Costa Rica, 2019 y el Festival de Poesía de Fredonia, Colombia. En el 2017 fue ganador del Certamen de Poesía joven organizado por la Embajada de Estados Unidos en Costa Rica y en el 2018 obtuvo el primer lugar en el Certamen Nacional “Brunca” de Poesía Joven organizado por la Universidad Nacional Autónoma de Costa Rica (UNA) en la rama de poesía, con su libro Principio de Incertidumbre.
LA PAZ Regresar a la noche con los pies cansados (con la libertad intacta) y poder besar y poder cantar sabiendo que afuera otros besan y otros cantan.
ORACIÓN A LA LLUVIA Sálvanos, oh madre, con tu roce. Unge con tu savia todos los rincones de este mundo. Reclama, violenta, nuestras pieles como botín de guerra. No esperes a que el sueño nos reviva de las sombras. No nos perdones nunca. (Ya no tenemos antepasados ciertos. Ya no dejamos huellas sobre la arena ni voces incrustadas en las joyas) Sálvalo todo, madre: Apaga el sudor de la pampa y refresca, por fin, los labios del hombre solitario. Bautízanos en la inmisericordia de tus huesos. En el silencio de tu vientre fabrícanos el tacto.
Que nadie piense: Vendrá pronto, cansada de su viaje. Préndete sobre nuestras cabezas ahora con la fiereza del puma en la montaña. Revela tus colmillos contra el humo. ¡Sálvalo todo! Hágase aquí la voluntad de tu naciente: Ahora que todo es tierra fértil, hágase tu nombre sobre las manos y los techos. ¡Cúbrelo todo! Que no tengamos nunca escapatoria cuando caiga sobre nosotros tu reino.
36 Rosa Chávez
De origen Maya K’iche’ Kaqchiquel - Guatemala / 1980. Ha publicado los poemarios Casa Solitaria (2005), Piedra Abaj’ (Guatemala, Costa Rica, Nueva York 2009/2019). El corazón de la piedra (Venezuela 2010), Quitapenas (Guatemala 2010), AWAS secretos para curar (Guatemala 2014), Fanzine Abya Yala (Guatemala 2017). Su obra aparece en distintas revistas, obras de teatro, memorias y antologías de poesía en Latinoamérica, Europa y Estados Unidos. Parte de su obra ha sido traducida al inglés, francés, alemán y noruego.
El espĂritu se va si no lo cuidamos agarra su propio camino si se incomoda toma su propia medicina si se enferma se va como si nada, pasando sobre el mar no dice adiĂłs se aleja sin remordimientos, sin culpas en su ausencia dejamos de ser sagrados nos volvemos algo sin nombre.
Que mi corazón florezca cuando deje de bombear tinta roja, que le salgan espinas pequeñas y flores amarillas, que lo pinten con nij y le hagan dibujos de animales y pájaros bicéfalos. Que mi corazón se deshaga en la tierra y crezca en un árbol de pino, que mire por los ojos de un búho, que camine en las patas de un coyote, que hable en el ladrido de un perro, que sane en el cuarzo de las cuevas, que crezca en los cuernos de un venado. Que mis corazones sean amarrados con una serpiente de colores, para que no se confundan de dueña, para ponerles seña, para volver a encontrarlos en el camino de aquí a otros mundos.
40 Daniel Rojas Pachas
Lima / 1983. Escritor y editor. Actualmente reside en México a cargo de la dirección del sello editorial Cinosargo. Ha publicado los poemarios Gramma, Carne, Soma, Cristo Barroco y Allá fuera está ese lugar que le dio forma a mi habla, y las novelas Random, Video killedthe radio star y Rancor. Sus textos están incluidos en varias antologías –textuales y virtuales– de poesía, ensayo y narrativa chilena y latinoamericana. Más información en su web www.danielrojaspachas.com
Eielson Paso las mañanas solo en este lugar, puedo escuchar a los vecinos salir de sus departamentos. El agua que llena la cubeta del chico que limpia todos los días el estacionamiento la música del pianista anónimo, dos pisos más arriba. Solía molestarme la repetición de las tonadas, ahora extraño sus ensayos tener esas canciones todo el día en mi cabeza. El tiempo parece una broma que no entiendo. El dolor mismo es un juego trágico. Trato de terminar otra novela no sé quién puede interesarse por mis textos. Antes eso me robaba mucha cabeza, veía una película o video y me sorprendía distraído fuera de foco, perdido en la trama pensando en mis propias historias inconclusas. Todas las mañanas despido a mi hija con un beso. Ella corre hacia el patio donde están sus amigos. Regreso por las mismas calles, trato de recrear los pasos que di creo que ya no tengo amigos a los cuales llamar.
Camino y busco completar mis historias, imagino a mi hija, qué hace en el colegio, la extraño y veo esos gigantes árboles frente a la iglesia. Me quedo un buen rato viendo esos árboles, un hombre entrena a un pastor alemán en ese parque me gusta verlos correr de un lado a otro. Ancianos entran a la iglesia, se escuchan canciones de alabanza el blanco edificio palidece frente a los árboles. Paso las mañanas cocinando y escucho viejas canciones. Reviso el correo, trato de responder a esos que se dicen mis amigos, ¿lo son? Respondo a quienes buscan mi ayuda e incluso a quiénes no conozco y quieren algo de mí. Me aburro con facilidad termino borrando muchos correos, respuestas inconclusas quedan sin enviar y pierdo mi tiempo leyendo historias que no me interesan. Personas que se quejan de su suerte, otras que quieren maravillarnos con su éxito. Trato de acostumbrarme a esta soledad, tan distinta a la que solía disfrutar. Ya no importa que piensen los demás respecto a lo que escribo, quizá nunca importó.
Sólo trataba de convencerme. Mientras miro el fuego cocer una carne y espero mi esposa regrese a casa, darle un beso, sentir el olor del shampoo en su cabello, debo ir a buscar a mi hija al colegio. En casa, sirvo el almuerzo. Mi hija me cuenta lo que pasó hoy en clases, tiene una compañera que la ofusca me hace reír escuchamos alguien subir las escaleras, el ruido de llaves, trato de imaginar un final para la novela algo en mí no quiere que esto acabe pasan los días y nada en verdad sucede el tiempo comienza a borrarme y me siento feliz por eso.
Gonzalo Rose Pensar en los comentarios sobre tu temprana muerte. Las veces que te vi ebrio en una boda o fiesta familiar. Las veces que gritaste apelando a que no fuese un mediocre por no saber cómo terminar la tarea de ciencias, no comer o mascar la frustración de los juegos en que no era incluido. Tus comentarios que se supone eran un consuelo y la pena la pena por dejar que mis compañeros pasaran por encima mío. Tu rabia por quitarte tiempo con mamá por no poder dormir y pedir un cuento más. Tus argumentos rebuscados para invalidar mi interés en los juguetes de los anuncios o la falta de decoración en casa cada navidad o noche de brujas, así y todo te disfrazaste conmigo y fuimos año a año hasta que perdió la gracia el pedir caramelos a desconocidos. Recordabas en el camino cuantos vidrios rompiste de niño
lanzando piedras como respuesta a tu propia frustración ante el padre que nunca tuviste, el abuelo que jamás conocí. Las sobremesas tan aburridas con tus amigos. Las promesas no cumplidas de una tarde en el parque pero siempre estuviste ahí de un modo u otro en el cinismo compartido, la costumbre heredada de morderme las uñas y el mismo tonto sentido del humor: La facilidad para colocar apodos a los demás. Yo creo, más bien, que en la semilla, que en el espíritu, está la derrota esperando. Las circunstancias trabajan una arcilla ya hecha, ya cuajada. En esa arcilla ya estaba escrita la derrota. Yo nací para ser derrotado. Escribo esto en la lejanía para refrendar tu presencia y la dificultad de amarnos tanto.
46 Clara Briceno Zappacosta Valencia - Venezuela / 1992. Estudió Artes en la Universidad Central de Venezuela. Vive en París desde el 2016, donde hizo un máster de literatura comparada en la universidad Sorbonne. Traduce poesía hispanoamericana al francés. Recientemente colaboró en la revista Chevet Magazine, (Traducción de poemas de Jacqueline Goldberg) y en la revista bilingüe Fracas (Traducción de poemas de Kelly Martinez Grandal). Actualmente está terminando una maestría de edición literaria en la Sorbonne y trabaja en varios proyectos de traducción
Arrastramos lágrimas tan espesas como la sangre dicen de dónde venimos manchan hacen surcos que no se quitan ni con agua oxigenada dejan estrías arden pican se escuchan por todas partes También se vuelven parásitos se multiplican se alimentan de todo lo que tocan carne hueso labio hasta del vino se sirven Pero no todas son iguales ellas se distinguen entre sí reconocen su turno Unas nacen en la garganta clavan sus uñas en la mandíbula hasta dar con alguna glándula esas rompen venas abren vasos sacan corchos y se estancan Pero peores son las silenciosas las que nadie anticipa las que se acumulan en la cabeza como una nube contra esas las últimas y marchitas no hay remedio por eso hay que hacer caso y ceder si se puede.
Anáfora II Recogerse en otra lengua en una pronunciación maltrecha escapando a algún espacio ese que se resta al abrazo Llevar al vacío como emblema un cuerpo escueto Defecto unas manos se deslizan tratando de sostenerse a un tronco que no quiere saber de uniones verbales unos dedos se afincan en la piel para aliviar alguna grieta escarbándola masajeando cicatrices que una vez llenaron cuatro manos y que ahora se riegan Volver en el decir en la división de una espera en quiebra un reino que sólo se enuncia Para saber de ganas nos queda la palabra que no nos reconocen en la boca.
50 Juan Suárez Proano Ecuador / 1993. Poeta y editor. Licenciado en Comunicación y Literatura por la Pontificia Universidad Católica del Ecuador con un estudio sobre la poética de la enfermedad en la obra de Ileana Espinel. Ha publicado los poemarios Lluvia sobre los columpios (2014), Hacen falta pájaros (2016), Nos ha crecido hierba (2018) y El nombre del Alba (Nueva York Poetry Press, 2019). Consta en la antología Seis poetas ecuatorianos (Editorial Caletita), publicada en México y en la Antología de Poesía Española Contemporánea Y lo demás es Silencio Vol. II, publicada en Madrid, 2016. Sus poemas han aparecido en varias revistas literarias en diversos países. Está incluido en la selección de poetas ecuatorianos «Voices form the center of the world» realizada y traducida por la poeta Margaret Randall.Trabaja como Editor en la editorial «El Ángel» y es Coordinador del Encuentro Internacional de Poetas en Ecuador «Poesía en Paralelo Cero».
Esta es mi casa Nuestroamornoquisieraesconderse, noquisieraavergonzarsedesumagnitud; enesta calle estrecha,junto aestoshombres tristes, noquisieraavergonzarsede brillar como el sol. Efraín Barquero Siempre es anciano —y hasta podría jurar que ciego— quien conduce el carruaje del que bajan, al final del día, calados y escasos los vecinos. En esta sociedad de alargados dedos que se endurecen para no lastimarse al acariciar navajas —y arrepentidos, después, intentan sentir la clemencia del frío el lejano reino del cielo la humedad de su lágrima—, en esta calle, ni toda la fe del mundo sería capaz de mover una brizna de césped
una caja vacía de fósforos o medicinas. He visto entrar y salir hombres y niños idénticos a felinos que se asoman a las terrazas, se relamen incomodan ensucian con aburrimiento y sin maldad las sábanas que cuelgan en los alambres, he visto cuando alguien les arroja una piedra o una maldición que casi son la misma cosa. He visto viajeros que van y vienen sin tocar a nadie, como si temieran perder un tacto antiguo que sobrevive en su piel, débil como la tibieza en las manijas de las puertas de lo hostales. Los buenos días solo son palabras en las bocas de aquellos que fueron hechos a imagen y semejanza de un dios dormido, una deidad que sonríe con las encías
y que a duras penas puede atribuirse el paraíso de las fruterías y los burdeles. Los más afortunados tienen un par de labios para saborear los vasos de la taberna, y una gorra que puede tapar el sol para pensar en el sol de algún campo ya extinto. Hay los que solo llegaron con una fotografía un pedazo de su leyenda que los diera de qué hablar cuando no hay nada más que hacer –que es casi siempre–. Pero aquí, donde están los que no ocultan su cicatriz y espantan a los visitantes, donde pasan mercaderes que llevan en sus maletines quizás corazones irreconocibles como una rama quemada; aquí, donde siempre están de moda nuestros abrigos
heredados del miedo y la torpeza, olorosos todavía a naftalina y a confianza abandonada hasta que se hace rancia en los bolsillos, aquí, en esta punta de alfiler vi pasar tu gracia de pequeña aldea, y supe que era eso lo que esta obsidiana que llevo por alma desde hace tiempo conocía. Aquí, que nadie lo dude, está mi casa. (Inédito)
56 Arlett Cancino
Aguascalientes - México / 1985. Es maestra en estudios de literatura mexicana por la Universidad de Guadalajara, ahora estudia el doctorado en la Universidad Autónoma de Zacatecas. Adicionalmente se desempeña como coordinadora editorial de Fémina Fanzine Literario, publicación que busca la promoción del arte hecho por mujeres. Forma parte del Colectivo Líneas Negras, donde se difunde la lectura y escritura de y para zacatecanas. Ha colaborado con ensayos literarios y académicos para diversas publicaciones como Y son nombres de mujeres. Antología de escritoras zacatecanas II, Zoomex. Los animales en la literatura mexicana, entre otros. También ha participado con cuentos, reseñas y comentarios literarios en medios y revistas electrónicas como: Círculo de poesía, La Jornada, Cultura Colectiva, Express Zacatecas, La Soldadera, Tachas. Nuestro semanario hecho de letras, entre otros.
Aquello que no sucede Existe un tiempo indeterminado de aquello que no sucede. Lo evocamos con construcciones verbales poco elocuentes. Transitamos entre lo que tuvo que pasar mañana y sobre las huellas de un pasado que no nos pertenece. Despertamos viciados por los recuerdos del futuro con la esperanza de que aquello sea más fácil allí. Recordamos las vidas exiliadas de nuestra historia por suerte o por un golpe de voluntad. Luego nos sentamos con la incertidumbre entre las manos tejemos rumbos con lo que deseamos que pasara despedimos las cosas simples del presente para recibir el desasosiego de nada saber del mundo y aun así permanecer a la espera de que aquello nos suceda.
Sonrío de lado opuesto. La comisura de mis labios se inclina oblicua. Y me gusta el sabor de las amapolas, rojizas, rollizas. Mis labios carmín sobre labios carmín llevan senderos reflejos. Curvas prologadas de montes y en punta erizado el crestón. Un tono me distingue, a veces me aparta. Exultante me desbordo para que no me limiten. Un amplio desierto dorado abrazo, huelo y beso, con los dedos construyo sus dunas, sudan arenas que resbalan y me convocan. Entre ambos, camino. Me construyo y soy uno y otro al ser yo. Y a veces las arenas suenan en mis dedos y a veces el carmín clama sobre el crestón. Juntos recuperamos el aliento y de nuevo la marcha. Mis montes y mis dunas abren senderos infinitos y transitan la amplia sensibilidad del corazón.
60 Yosmel Araujo
Los Teques - Miranda / 1996. Cursó estudios de letras en la Universidad Católica Andrés Bello. Participó en el taller Poesía Silenciosa, Pintura que Habla II, dictado por Eleonora Requena. Mención honorífica en el concurso Por una Venezuela Literaria (2017), finalista en la primera edición y la tercera edición del Concurso Physis (2017, 2020) y primer finalista en el III Certamen de poesía venezolana «Ecos de la luz» (2019). Su poema Sinrumbofue publicado como parte del tercer aniversario de la revista Awen y su poemario Sinrumbo fue publicado en 2020 como plaqueta digital por parte de Ediciones Palíndromus.
Brutal(-idad) Octubre se trastoca con los eternos abriles que habitan entre tus dedos. Eduardo Mariño a Ander y Eli. El sol me traiciona. Me traiciono con él. La manía de vernos sin estar en presencia de todo. He decaído otro día en palabras violencia que creaste de mí. Tanteando mi ausencia
a pipazos a machete limpio sin pudor. Intentos de luz oval. Morisquetas al vacĂo predicando lo inexacto. Las canciones. Las rupturas. Las patadas. Los cigas. El beso. Lo de adentro. La caĂda.
La cabeza en hombro izquierdo. El error. Los mosquitos. Llegar a lo de antes. Resoluciรณn de augurio entre olas. Sol que sigue, sigue.
Es sólo eso, pero eso es todo. Alfredo Chacón. a Chacón Historia natural del eco créase en el inaudito clamor a la palabra alelado en pérdida que habitúa la furia de un silencio se flagela volviendo al estruendo que envuelve a gritos.
66 Alejandra olson
Poeta, narradora, diseñadora, artista visual y plástica. Reside en el Distrito Federal, su ciudad natal. Publicó en la antología Cuentos para picar (2015) de Letras Tintas y en la antología La Loteria, del proyecto Seattle escribe 2018. Su poemario Blackout (2019) se publicó bajo el sello de Periferia de Escribidores Forasteros. Su más reciente publicación con Ediciones El Humo es Del amor líquido en los paréntesis (probables) del Fabuloso Fred (2020). Ha colaborado en varias revistas NeoStuff, El Periódico de las Señoras, La rabia del axolotl, Crítica de la BUAP, Revista Demencia, Revista El Humo, Revista Littengineer, Revista Oajaca, Revista Anestesia, Revista Low-fi Ardentía. Integrante del grupo que lleva el mismo nombre del sello de publicación: Perfieria de Escribidores Forasteros.
Gloom lago de mercurio crudo Un monitor de hospital con líneas que no llevan un ritmo definido pero logran darle sentido a los latidos crea protagoniza el viaje pones la única canción que lleva al subconsciente
Thom Yorke
la luz que causa efectos psicológicos el segundo aire de la composición une las estructuraspara acceder a viajes que expresar
viajar a otros lugares sin tener que moverte mandas tu cabeza a otro lado con la guitarra deja de pensar toca una mente cerca de su proceso creativo llega el arreglo el nombre a deshacer cuando llegan integrantes distintos da significado a tocar concepto mĂstico que cambia para bien cinco poemas o moverte hay infinidad en tu cabeza comienza a viajar. Pertence al libro Blackout (2019)
De la pregunta que se lanza en la noche cuando todos están en silencio y se oye: ¿Quién es francisco? siendo que: francisco puede ser él o ella este o aquél yo puedo ser francisco en esta noche fría donde no quiero que nadie me conozca ser francisco en el día del padre porque nunca tuve un papá ni llamado francisco ni llamado con otro nombre porque francisco se retrata joven pero puede ser viejo tanto que mis arrugas dibujen los varios años pasados sin la figura paterna porque decidió no querer ser francisco: padre de una niña recién nacida nacida en los cero´s cuando él tenía varios años (el mismo número de años que ahora pienso en su abandono) el mismo día que ese papá decidió no conocer a esa bebé había otro papá que se llamaba francisco y decidió vivir para su hija nacida en los cero´s
y el azar tiró los dados para saber a cuál niña dejaría vivir (realidad=ninguna vivió) pues francisco pudo ser cualquiera o todos o nadie o alguien o tal vez francisco puede ser ese hombre nacido en otra época de cero´s que me invitó un día a cenar pero que murió de una congestión alcohólica en un bar del centro francisco puede tener tantas caras o puede ser un fantasma que se dibuja en mis pensamientos más escabrosos o pecaminosos también puede ser que la señorita que lanzó la pregunta esa noche fría en un día de muertos buscaba con desesperación encontrarse como reflejo en los ojos de francisco y por qué no hasta ser la esposa de francisco así como un día soñó ese hombre nacido en otra época de cero´s y que se quedó en la barra del bar abrazado a una botella de mezcal
despuĂŠs de rechazar su oferta para ser la mujer de ese hombre y tal vez se llamaba francisco pero eso no puede pasar no puede ser la esposa de francisco porque la despistada seĂąorita era una seĂąora ya dada en matrimonio tal vez francisco pudo ser cero o pudo ser uno tal vez francisco pudo ser todo o pudo ser nada
72 Kianny N. Antigua
República Dominicana / 1979. Narradora, poeta y traductora. Profesora titular en Dartmouth College y, desde 2017, trabaja como traductora y adaptadora independiente para Pepsqually, V O, Sound Design, Inc. Ha publicado catorce libros de literatura infantil, cuatro de cuento, dos poemarios, dos de microrrelatos, una novela, una antología y una revista. Ha ganado dieciséis premios literarios y sus textos aparecen en diversas antologías, libros de texto, revistas y otros medios. Algunos de sus relatos, además, han sido traducidos al italiano, al francés y al inglés.
Ya no es cosa de frutas ni de South Southern trees bear a strange fruit Blood on the leaves and blood at the root. Billie Holiday Extraños pedazos caen del cielo. La joroba de los árboles no pudo con el peso ni con la tristeza. El estallido de una fruta gigantesca, al caer, inunda el viento y la pulpa se esparce manchando las aceras y la memoria. El camino solo ha podrido al hombre. Extraños los tiempos, extraño dios.
MUJER Esta casa se quema muy lento. No importa cuántas páginas corran siniestras, cuántos personajes se me inserten en la psiquis y la pluma, cuántos mundos las musas me anticipen ni universos mis dedos inventen, siempre surgen subyugantes la herencia, la polis, que el niño, que cuándo el otro, que el polvo, los calderos, el trapo, el marido-cama-desgane, las arrugas en las caras y en las camisas, las citas, citas. Y es que no importa
cuán poeta sea: el lecho de mis uñas siempre termina oliendo a ajo majado y a cebollas. ¡No importa cuánta bencina rocíe, esta casa se quema lento, muy lento!
76 Gabriel Urrutia
Poeta y periodista venezolano. Nacido en Maracaibo, el 31 de mayo de 1991. Resultó ganador del Primer Lugar de poesía Interuniversitario de la Universidad Católica Cecilio Acosta con el poema El problema; ganador del Tercer Lugar del Premio Digital de Narrativa Breve “La Torre”; ganador de una mención honorífica por el ensayo La Venezuela soñada en el Concurso Nacional “Pensando en Venezuela”. Finalista del Concurso Nacional De Poesía Juan L. Ortiz (Mendoza, Argentina) Fue participante del Taller Permanente de Creación Literaria de la Universidad Católica Cecilio Acosta dirigido por la poeta Ana María Barrios y del Taller de Poesía Documental dictado por la poeta Jacqueline Goldberg. Autor de los libros: Lo breve (Movimiento poético de Maracaibo- 2015), Neimarú (Ekake- 2015- versión electrónica), Prosario para leer desde el exilio (Negro sobre blanco- 2016versión electrónica).
Por estas horas Sentir el aire en los ojos Aguantar el quiebre de los pĂĄrpados Por estas horas de la noche Cuando el blues desaparece en el silencio Ni siquiera los muebles ocupan un lugar Y estĂĄs sentado en el suelo En el medio de la estructura Tanteando con los dedos tu existencia Apenas si la podĂŠs justificar No son horas para llorar Son horas para llorar Horas para llorar Para llorar Sintiendo el aire en mis ojos.
No bailan las paredes Suena un jazz que yo no elegí Fueron las manos hartas del mismo tema El que repetía mil veces: El cielo está solo Y vos no estás con él. Las paredes gimen de frío Mientras lloran endurecidas Aguantando el quiebre Su temblor.
80 Maitalea Fe Barranquilla / 1991. Ăšltimamente, se interesa por la literatura gore y en la que contenga algo de humor. Ha publicado el libro De la Ausencia de las cosas (Ediciones Exilio, 2018) ganador de un premio distrital en su ciudad. CatedrĂĄtica universitaria.
Bacatá Algunos dicen que entre tus territorios se hallaba el Mítico dorado que al coronar a Caciques, como a Zipa el pueblo te arrojaba esmeraldas y vasijas ceremoniales que juegos, tejidos, collares y mucha comida Rodeaba tanto la celebración como la vida cotidiana de tus hijos, los muiscas Hoy, un acontecer etimológico ha bautizado a la capital colombiana y un sinnúmero de enfrentamientos primitivos han agrietado tu paz, tu riqueza, tu fe pero no estás derrotada ni para mí ni para tantos otros Los graffitis de las calles gritan tus recuerdos un museo de oro rinde honores a los ancestros abundan voces que proclaman tu libertad
Que ya no tiemble como impresora vieja cuando siquiera besas los botones de mis mejillas. Que ya no me duela cuando paso por el barrio Los Pinos recordando la esquina muda, la minifalda de mis sentimientos. Que tu perfil de modelo de American Eagle no sea la portada de mis calcinados sueños de pasarela. Que tus voz de metal industrial, tus lágrimas en el concierto de Pink Floyd y tus planos arquitectónicos no haya visto de cerca no significa que no siga mencionando tu nombre como menciono a Jesús cuando me alegro o tengo vergüenza. Aunque ha disminuido el número de veces permanece el brillo etimológico de todo, todo cuanto susurraste. Estemos enredados o disueltos, no quiere decir que no te quiera.
84 Giselle Lucía
Alquízar - Cuba / 1995. Poeta, narradora, diseñadora y gestora cultural. Licenciada en diseño industrial por la Universidad de La Habana y egresada del Centro de Formación Literaria Onelio Jorge Cardoso. Profesora de la Academia de Etnografía de la Asociación Canaria de Cuba. Dirige el Grupo Literario Silvestre de Balboa. Es especialista nacional de la sesión Literatura de la Asociación Hermanos Saíz. Conduce la tertulia Da igual, dedicada a la promoción de literatura, trova y arte visual contemporáneo.Miembro del Grupo Poetas del Mundo. Ha obtenido diversos premios y reconocimientos entre los que destacan el Premio de Ciencias Sociales José Viera y Clavijo, el Premio de Ensayo Benito Pérez Galdós, el Premio Edad de Oro 2018, el Pinos Nuevos 2019 y el David de Poesía 2019 que otorga la Unión de Escritores y Artistas de Cuba. Ha publicado Contrapeso (Colección Sur, 2019).
VISCERAL Odio al artista que cree que el arte viene desde el asco y trepana su cerebro para extraer cada palabra dulce, cada trozo de suavidad, esas palabras que él llama defectuosas, y se arranca la sensibilidad en busca de la perfecta belleza de su obra. Odio lo perfecto como todos los esquemas artificiales, como el hombre perfeccionista que subsiste gracias a su oportunismo, un hombre que me odiaría si leyera estas palabras y me llamaría cursi y dijera que aún soy transparente y mi palabra no crece. Un hombre que no se permite la dulzura es un cuerpo que se quema de espaldas al sol. (De Criogenia, 2019)
CONFESIONES DE SAFO TRAS UN DELIRIO A LA LOCURA Es cierto, a veces el silencio se vuelve un castigo insoportable, y la agonía de estas manos vacías el único consuelo para trenzar las cuerdas de arpas rotas. La noche me devuelve soledades, telas manchadas de odio y distancia para atarme de manos y pies. Me creí culpable, sofocada en el polvo de templos sombríos, rodeada de fantasmas extraviados que intentaban cosechar flores rojas con semillas azules. Una y otra vez me negué al grito, lucí un chaleco de desmembradas ilusiones, hasta que probé, buche a buche, el vino de los dioses, aquellos que se veneran al filo de la vida para que no tropiecen ante sus propios pedestales. No fui más esclava de palabras inventadas
ni enumeré las flechas del pecado y la virtud. Nada provocó la huida de esta máscara que habito, sólo en mi cuerpo se quebraron los miedos, la sombra muda ante el espejo de mis propios ojos. En mis labios estalló la guerra del verbo, y yo, Safo, mujer de oscuras nostalgias, comprendí que mis dioses siempre tuvieron la razón y que a veces, el silencio se vuelve un castigo insoportable. (De Credos del agua y la noche, 2013)
88 Sabrina Rojas Pacheco Nace en Maracay -Venezuela / 1996. Descendiente de chilenos exiliados, de ascendencia Mapuche. Escribe de forma amateur desde la primaria cuando encontró asidero en el arte mientras estudiaba en instituciones militares. Estudió artes escénicas, idiomas extranjeros y gastronomía. Es actualmente actriz de la Compañia Nacional de Teatro. Trabajó con proyectos comunitarios en escuelas por dos años. Apasionada de la performance y las historias por contar. Actualmente desarrolla su formación en dramaturgia, en la que incursionó a partir de su primer monólogo para teatro universitario Amina (2018).
Recordatorio Deja de posponer la alegría ni porque te vayas el próximo mes o el próximo año, ni porque aquello viene o todavia te falta, ni porque no hayas comenzado o terminado. Deja que salga a borbotones, que te inunde los ojos, tu plexo, la casa; que te ilumine la cara, que vibre en tu cama. Aún en medio del caos acógela, protégela, canta con ella. Es una niña indefensa, inocente; no le cierres la puerta, no la hagas esperar. La alegría es tan suelta y sagaz, que si no la recibes así como viene, se va.
Jamais vu Aún existe en todo, la amargura de estar sola ¿Acaso es que no debimos jamás amar extraños? Lejos es cerca, tu perfume me grita no hay distancias.
92 María Calle Bajo Plasencia / España. Es una poeta y profesora extremeña afincada en la ciudad del Tormes. En su función educativa ha formado parte del área I+D+i de Cursos Internacionales de la Universidad de Salamanca y actualmente se encuentra enfocada en la enseñanza del español como lengua extranjera y se proyecta hacia la investigación en el ámbito de la ciencia literaria. Cursó estudios de magisterio en educación infantil (2007) Universidad de Salamanca, grado en maestro de primaria mención lengua extranjera (2014), maestro de primaria Mención lenguaje musical (2015), máster internacional para profesores en lengua y cultura españolas (2017), cursados en la Pontificia Universidad de Salamanca. Actualmente está cursando Filología Hispánica en la USAL. Poemas suyos han sido publicados en Revistas como Letralia, Tierra de Letras (Venezuela), Taller Ígitur (México).
PARLAMENTO DE PAOLO A FRANCESCA: Turgentes pechos provocan que mi lengua se proclame en la tangente del estrecho jinete de cuádruple aliento. -SUPREMO– Testimonio cronológico en tus nalgas, que invierten los miedos. Divina CÁRMICA flama dotan de soporte estas brasas. Constantes pasajes cabalgan; tu cabello desmedido, someten pecado en tu carne, arrancan pasiones etéreas. Ámbar en tus senos recogen mis deseos. Raíces en llanto. Lascivia pudorosa que embiste; entre lecturas lujuriosas, nos sepultamos: - TRAYECTO INFERNALSometimos a la razón, nos mordió.
Reos de tormentos eternos, sin réplica, Canto, cantábamos, cantan. Icono de trayecto enfermo. Nos purgan. Sellan insolubles nuestros cuerpos. Final dogmático: -PARAÍSO DANTESCORELOJES CON DESPERTADOR Wake, wake, wake up! Y despertó. No había más que una frontera entre el ayer y el mañana, su segundero.
P L A C E B O ________________ Causa y efecto. Manifiesto. Yo estaba allí cuando la encontré a ella. Acaricié su daño. Era la pérdida de su esmero. Todo troquelado y despuntado. Causa y reflejo. Le mostré mis pasos bien errados. Los decoró con muecas. También vino a encontrarme. Sin buscarnos. Causa y destello. Hicimos surcos con los brazos. Pesaban las trabas. Nos posamos de puntillas. Caímos. Pero caímos tranquilos. Abrazados.
96 Betzuara Reyes.
Ciudad de México / 1988. Licenciada en sociología por la Universidad Autónoma Metropolitana - Xochimilco. Forma parte del Colectivo “Cuerpos que Importan” dedicado al estudio, análisis y prevención de violencia por motivos de género dentro las Instituciones de Educación Superior (IES). Mediadora de lectura por parte de la Secretaría de Cultura, imparte cursos y talleres sobre fomento a la lectura y cuenta-cuentos. Es poeta y columnista en RAB Revista de Arte Boticario. Publicó el cuento La niña que se convirtió en pájaro. Escritura de cuentos de hadas en Ediciones Morgana –Marisol Vera Guerra-. Libro digital 2018.
FRAGMENTO Y aunque ya estaba rota no quiero ser un trozo cabizbajo en la hoguera donde creí quemar mis miedos. No quiero ser un trozo inmutado de experiencias y al final decir que sólo las vi pasar. No quiero ser un trozo irreversible de ésta, aquella y todas las mujeres que he sido: a las que mis huesos recién restituidos levantan del olvido. Me corresponde suceder según el carácter de la vida misma conforme se venga dando la necesidad y el deseo pero, no quiero discernir de mis pedazos de su testimonio ni de la ruptura que hacen ahora otra realidad. Y aunque ya estaba rota no quiero ser un trozo impalpable de ésta mujer que aún se debate hacia si.
PARIRSE MUJER Limpio mi rostro de haber nacido mujer porvenir: que me parí un día sin sol, con memoria imputada y pequeños precios que se pagan pero atesoran restos, las miradas malintencionadas, todo ese polvo acusando mi esmero y mi mueca interesante. Conservar la deuda es como deberle tiempo a la vida, desprestigiar el cuerpo dejarlo hinchado, doloroso y sin fin con la mentira clavada entre los huesos; es extraviarse, ir cubriendo las ruinas que nos fueron heredadas, evaporar las sangre sencillamente, vaciarse. Le digo a la que está de frente: limpia tu rostro, déjame mostrarte otra mirada déjame aspirar a tu miseria aquel deseo inacabable,
déjame ser esta lectura que palpita sostiene y ama. Limpio mi rostro de haber nacido mujer frente al espejo, y me nombro y me creo y vuelvo siempre a comenzar con una mirada genuina, revolucionada como mis tiempos este tiempo de libres asociaciones en las que, parirse un día sin sol parirse mujer jamás volverá a ser tentadora de culpas.
100 Andrés Álvarez Arboleda El Carmen de Viboral - Colombia / 1991. Autor de poemas, ensayos y otros textos literarios. Abogado de la Universidad EAFIT. Magíster cum laude en literatura de la Universidad de Antioquia. Profesor de la Escuela de Derecho de la Universidad EAFIT. Cofundador, editor y autor permanente de la revista Opinión a la Plaza. Textos suyos, de distintos géneros, han sido publicados en medios nacionales y extranjeros como Ecos 15 Poetas Antioqueños (Antología), Paisaje inacabado (Antología de poesía colombiana), Revista Prometeo, El Espectador, La Silla Vacía, Liberoamérica, La Poesía Alcanza para Todos, Periódico del Festival Internacional de Teatro de Manizales, entre otros. Ha participado en distintos eventos y festivales de poesía; entre ellos, el Festival Internacional de Poesía de Medellín.
OTRA PÉRDIDA He perdido otra ciudad pero he recuperado un punto al margen para reposar y ver el valle triste: allí me atengo a una santidad desenfadada, y sin fe encomiendo a cualquier otro este fuego mi palabra, tal vez alcance un dios –voluptuoso– entre los signos trágicos del verso.
MUJER CON UN PUĂ‘ADO DE ESTRELLAS EN LA FRENTE Una y otra vez mira el cielo que se antoja al ojo demasiado bajo, y moja la punta de su dedo para tocarlo sin herirlo, y comprueba la trampa agazapada de lo bello en el instante del rayo.
104 Yhonais Lemus
Es escritora venezolana / 1988. Profesora a nivel secundario y terciario de castellano, literatura y latín. Ha publicado La trascendencia de los insectos (2008), Hilos celestes (2013), Entre el rostro/rastro de Clarice Lispector (2018) Destellos Acuosos (2019) y Memorias de la piel (2020) Su poesía ha sido traducida al inglés, francés y alemán. Cursó una maestría en literatura latinoamericana en la Universidad Simón Bolívar, institución de la que fue parte del equipo docente. Actualmente se encuentra residenciada en Buenos Aires y cursa una maestría en análisis del discurso en la UBA.
Una noche de sábado en Sodoma “Y cuando el sol está abajo y los rayos en lo alto, puedo verlo ahora, puedo sentir que muero.” David Bowie en la entrada los enanos acercan las bandejas, cada línea de fuga, cada raya, invita a un cuento que inicia detrás del espejo de Lewis Carroll el conejo sobre los segundos se va a la madriguera, allí todo arde, el fuego leve va consumiendo las vísceras, la música es fuerte, los cuerpos se entregan por entero a la finitud de una noche senos, ombligos, muslos, penes, vaginas, rostros, parecen ser más reales, afinados al tacto, a los fluidos, al sudor, algunos paladares no están para langostas, ni caviar sólo quieren el sabor de un sexo abierto que chorree a gritos el goce acelerado de las pulsaciones a punto de romperse ante la fijación autodestructiva de la fuerza impulsora, contorsionista, de buscar y encontrarse en bocas hambrientas y viciosas El vacío se expone a los cócteles, a la lucha libre en las bañeras llenas de hígados, a las plumas y a la sangre de los pollos degollados; porque cada ceremonia ancestral merece sacrificios, a la piel con o sin disfraces;
porque todo es verdad en los festejos dionisíacos Se intuye que culmina la historia cuando interroga la oruga: - ¿Quién eres tú? Contesta Alicia: - Pues yo..., yo, ahora mismo, señora, ni lo sé...Sí sé quién era cuando esta mañana me levanté, pero he debido de cambiar varias veces desde entonces. luego de las horas desenfrenadas, con la hibris dormida, la luz del día muestra la miseria de los trozos de almas tirados por los rincones, alguna ropa interior olvidada, un retrete lleno de vomito amarillento rostros con maquillajes corridos, vasos rotos, y la grieta en el salón que asoman las sonrisas de quienes saben que todo valió la pena y que lo volverían a intentar una y otra vez, una y otra vez aunque no haya respuesta.
108 Demétrio Panarotto
Chapecó-SC /1969. É doutor em Literatura (UFSC) e professor de roteiro no curso de Cinema da UNISUL. Músico, roteirista, poeta, escritor e idealizador do programa Quinta Maldita (na webrádio Desterro Cultural) e do PIPA Festival de Literatura (na companhia de Juliana Ben). Publicou: “Borboletas e Abacates” [Argos, 2000]; “Mas é isso, um acontecimento” [Editora da Casa, 2008, poemas]; “15’39”” [Editora da Casa, Alpendre, 2010, poemas]; “Qual Sertão, Euclides da Cunha e Tom Zé” [Lumme Editor, Móbile, 2009, livro/ensaio]; “Crônica para um defunto” [dengodengo cartoneiro, 2013, poemas]; “O assassinato seguido de La bodeguita” [Butecanis Editora Cabocla, 2014, contos]; “Poema da Maria 3D”[Coleção Formas Breves, e-galáxia, 2015, e-book, conto]; “Ares-Condicionados” [Nave Editora, 2015, contos]; “A de Antônia” [Miríade, “ 2016, infantil]; “No Puteiro” [Butecanis Editora Cabocla, 2016, poemas].
Crematorio Demétrio Panarotto cremación pública, el palo, el hombre atado en la plaza, ahí, en el latifundio del estado la crema de la crema de la crema de la crema los romanos de hoy incendian e incendiados eufóricos gritan: [fritan en el asfalto el culo el furioso] habemus césar habemus papa habemus hitler habemus capital ¿qué tal? cuando algo no va bien
mal, lo de siempre lo habitual el culpado es la sobra de lo real el fuera de cuadro, de la fotografía que no viste en el canal al final, la imagen de Brasil desde hace mucho genial] es meramente ilustrativa y claro, pasional la crema de la crema de la crema de la crema el fuego ahora sustituyó a la guillotina que sustituyó al fuego que sustituyó a la guillotina que sustituyó al fuego que sustituyó a la guillotina que sustituyó al fuego que sustituyó a la guillotina que sustituyó al fuego que sustituyó a la guillotina…
[igual surreal
la crema de la crema de la crema de la crema el pibe hijo de la violación de padres y madres cogidos en la inocencia de su educación se divierte agregando una ramita a la historia para en el (su) futuro in gloria cuando se encuentre herido heroico clamor retumbante encontrar en el pueblo al mismo culpado y sustituir el método la guillotina por el fuego o el fuego por la guillotina y así [carne de cañón] hacer girar la máquina del estado la carnicería humana la otra la misma la eterna (y corbata) masacre. (Del libro Lotação, Medusa, 2018. Traducción, Joaquin Correa)
Crematório cremação pública, o poste, o homem amarado na praça, ali, no latifúndio do estado la crema de la crema de la crema de la crema os romanos de hoje incendeiam e incendiados eufóricos gritam: [fritam no asfalto o cu o furico] habemus césar habemus papa habemus hitler habemus capital que tal ? quando algo não vai bem mal, o de sempre o habitual o culpado é a sobra do real o fora do quadro, da fotografia
que tu nĂŁo viu no canal afinal, a imagem do brasil desde muito sempre genial] ĂŠ meramente ilustrativa e claro, passional la crema de la crema de la crema de la crema o fogo agora substituiu a guilhotina que substituiu o fogo que substituiu a guilhotina que substituiu o fogo que substituiu a guilhotina que substituiu o fogo que substituiu a guilhotina que substituiu o fogo que substituiu a guilhotina... la crema de la crema de la crema de la crema
[igual surreal
o menino filho do estupro de pais e de mães fornicados no simplório de sua educação se diverte acrescentando um graveto na história para no (seu) futuro in glória quando achar que se sentiu lesado heroico brado retumbante encontrar no povo o mesmo culpado e substituir o método a guilhotina pelo fogo ou o fogo pela guilhotina e assim [massa de manobra] fazer girar a máquina do estado o açougue humano a outra a mesma a eterna (e gravata) chacina. (do livro Lotação, Medusa, 2018)
FOTOGRAFÍA / Antonio Vargas
FOTOGRAFÍA / ANTONIO VARGAS
118 Natalia Lara
Escritora venezolana / 1978. Reside en Puerto Ordaz, Bolívar. Formó parte del grupo literario El Círculo Impreciso (2011). Cursó talleres auspiciados por la Sala de Arte Sidor, a cargo del poeta guayanés Francisco Arévalo. Ha publicado sus escritos en diarios de circulación regional del estado Bolívar y en otros, tales como El Venezolano y El Periodiquito (Maracay, Aragua). Ha participado en diversas lecturas poéticas. Gracias a Néstor Rojas y Francisco Arévalo, al apoyo de Fundaletra y la Sala de Arte Sidor, realizó el Diplomado de Poesía Venezolana Siglo XX (2017). Forma parte de los autores del libro Exilios y otros desarraigos (2018). Miembro de AEHIS.
ASÍ NACES Con súbito y riguroso manoseo te deslizaste en el vientre del jardín; follajes a la sombra de los muros, cunaguaro embalsamado de cujíes. Indócil, en la untura verde, insuflaste vitalidad a los ramajes mohosos cerca del bruñido día. Hinchado, bienoliente, fecundo, metamorfoseabas con tus yemas que placen; asaz generoso y edulcorado todo giraba en las alturas. Sembrado de mirtos y adelfas en la pálida ladera; narciso inmaculado penetraste para edificar el nuevo himno. Tragaluz, desde adentro te abrías, p o e m a.
COSMETOLOGÍA Venías de precisar el húmedo hedor; tempranamente sola, danta parcelera de círculos acuosos. Por vientre, llevabas un armario, ordenadamente negruzca floreabas: implantes, prótesis, y libros de Pitanguy. Créeme, querida mía, irritable holgazana: tus muslos en atenuante temblor fueron el punto de ignición, para el nada inteligente macho-cadáver que te sobrevolaba. Estrenaste abedules grasientos… Toda de agua —señal que petrifica — reías intermitente y veloz… Bastó nombrar al padre féretro,
para que comenzaras a apagar la piel con polvos compactos y azul mascarilla. Necrรณfila emergiste en hopalanda bruma descorazonado animal, sola.
122 MANUEL SIERRA
Madrid / 1994. Estudió relaciones laborales en su ciudad natal, aunque aún nunca ha ejercido como tal. Sí ha ejercido de otros muchos empleos en los últimos siete años, donde ha vivido entre Madrid, Berlín, Lisboa y la combustible ciudad de Buenos Aires. Tras haber vuelto a casa, actualmente se encuentra centrado en su profesión de nacimiento y verdadera pasión. Tratando de dejar su huella como poeta.
Amor, volverás Volverá a despertarnos el canto de golondrinas A acelerarse los relojes a cobrar los días sentido Volveremos a caminar en un submundo dentro del submundo del submundo, del mundo las miradas contagiosas Volverán a pegarse las sábanas El sexo a deshora Los paseos por las calles de Madrid Testigos de nuestro amor sus calles y transeuntes El olor a piel
Volverán a acelerarse los relojes y a descobrar sentido el tiempo La carretera kilómetros de silencio y música Testigos de nuestro amor: nosotros Las playas vírgenes de labios desgastados Volveré a dibujarte por la noche Volveremos a vestirnos cada vez que desnudemos el alma A conocernos como si fuera la segunda vez El nudo en el estómago y las flores El camino solitario que sigue a la noche mágica Y vuelta a embrujar...
A desvanecerse todo alrededor Las miradas 10° no hay reojo Volverá todo eso y el cuándo no seremos nosotros quienes lo elijamos.
126 Niyireé S. Baptista s.
Caracas - Venezuela / 1990. Historiadora, investigadora y educadora. Egresada de la Universidad Central de Venezuela. Realiza estudios de maestría en literatura latinoamericana en la Universidad Simón Bolívar (Miranda-Venezuela). Su primer cuento, “Ella”, fue publicado en 2019 en el libro Cuentos de mujeres para mujeres (Editorial Mestiza, ValparaísoChile). Ha realizado diversas investigaciones en el área de feminismos y género. Su principal línea de investigación se centra en el cuerpo, la maternidad y las sexualidades. Ha participado en diferentes ponencias en la que destaca su publicación “Maternidad, una cuestión de poder” en la Revista Venezolana de Estudios de la Mujer y Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales (2019). Actualmente se dedica a la docencia como oficio y a la escritura como pulsión de vida.
Mar Transito en este mar de turbulencias, agitado como nunca está mi mar, cansado de recorrer el infinito, de deambular confinadas tierras inhóspitas. Me he ido de casa, atrás quedó la pequeña inocencia de sueños robados, en voces, en gritos, en espantos. Soy el agua que une mis manos a tu vientre, la pequeña perdida de botas azules a la que le fue robado su mar. Hoy, soy nada, tu nada, mi nada. ¡Quiero ser mar!, ¡sé tú mis olas! ¡Quiero ser olas!, ¡sé tú mi mar! Mi mar se ha secado, el mar que tú pariste, el mar que poco a poco se lo tragó la sal.
II ¡Qué tonta la brisa!, que pasa por la fachada de mi rostro y toca la superficie hondonada de mis pómulos. ¡Qué tonto el calor!, que se cuela por debajo de la almohada y calienta mi piel al dormir. ¡Qué tonta la lluvia!, que cae a cuenta gotas e inunda las calles al compás de los tintineantes pasos de las gentes. ¡Qué tontos los árboles!, que ondean al son de los aires del Sur y se quedan allí, enterrados en el suelo, para siempre. ¡Qué tontas las cosas!, que van marcando los días de este mi rutilante insomnio. ¡Qué tontas mis noches!, de nocturnidades perdidas acompañadas del ojo silente que forma la luna menguante. No hay peso en mis párpados que posibilite la oportunidad de cerrarse y dormir. El mago nocturno despierta mis sombras con el chasquido de sus dedos. La señora negruzca alborota la intranquila paz que le concedo a mi cabeza. Soy un cuerpo que se va desojando del follaje que una vez lo habitó. Soy oídos de grillos, alarmas, carros que corren en la ensenada de las madrugadas caraqueñas. Sonrío a la plenitud de silencios deprimidos, se vuelcan sobre mí,en el más profundo desespero. El transcurrir de los minutos marca la hora pautada para otras vidas, no
la mĂa. Intento permanecer despierta, imponerme al juego vil de dormir los dĂas y vivir las noches. He fallado, el alba anuncia otro inicio.  
130 SANDRA URIBE PÉREZ Bogotá / 1972. Poeta, narradora, ensayista y periodista, arquitecta, especialista en Entornos virtuales de aprendizaje y magíster en estudios de la cultura con mención en literatura hispanoamericana. Ha publicado los libros de poesía Uno & Dios (1996), Catálogo de fantasmas en orden crono-ilógico (1997), Sola sin tilde (2003) y su edición bilingüe Sola sin tilde – Orthography of solitude (2008), Círculo de silencio (2012), Raíces de lo invisible (2018) y La casa, Antología (2018). Ha sido incluida en diversas publicaciones y antologías nacionales e internacionales, entre las que se cuentan Quién es quién en la Poesía Colombiana de Rogelio Echavarría (Ministerio de Cultura y El Áncora Editores, 1998); Nuevo sentimentario (Bogotá, Luna Libros, 2019); Ellas cantan: Antología de poetas iberoamericanas (Bogotá, Universidad Externado de Colombia, 2019); Antología Poética de Cine “La vida es bella” (Bogotá, Escarabajo Editores, 2019).
Las dos orillas “Tú estás en ambas orillas” Lucía Estrada Has entrado en el relámpago para beber de su luz y luego de saciarte te descubres en la otra orilla. Sientes cómo la niebla baja por tu garganta y comienza a apoderarse de tus palabras. Experimentas el esplendor en su máximo frenesí y te sabes poseedora de la sombra. Entiendes que todo lo oscuro se aposenta en tu lengua y las voces que fluyen se emparentan con el silencio.
Hondura innombrable Me extravío en la contemplación de la sed y pronuncio las grietas del deseo con una lengua desconocida y ebria. El dolor es ahora una nebulosa en la garganta, una fluctuación salobre, un fervor palpitante que se agita en la sangre al pulsar las raíces de la ausencia. ¿Cómo es posible que el amor fuera un navío fletado hacia la muerte? ¿En qué ruta mi boca se apartó de los besos que un ángel húmedo había depositado? ¿Qué indicio terrible me arrastró hasta el fondo del océano? En la mar de las tribulaciones habita un nombre que ya no existe, el cadáver de un beso abandonado en la orilla, un naufragio íntimo perfumado con las fosforescencias del silencio. ¿En qué instante me dejé seducir por las profundidades?
¿Qué designio me condenó a ser una criatura abisal? ¿Qué verdad pavorosa se oculta entre las multitudes de algas? Me extravío enjaulada en una cárcel de agua y sal, en la hondura innombrable donde sólo fulgura la saciedad del vacío, donde llorar es una labor inútil y redundante, donde el amor es una embarcación que se hunde entre la pesadumbre.
134 Yanuva León
Venezuela / 1983. Escritora, editora y correctora literaria. Autora de los poemarios Como decir cántaro (2014) y Desviada para siempre (2019), ambos publicados por Editorial Senzala. Algunos de sus poemas han sido incluidos en antologías, entre las que destacan: Poetas transfronterizas, 38 poetas latinoamericanas (Universidad Nacional de México, 2016), Plexo América: poesía y gráfica (Páramo Editorial, Chile 2019), Aislados (Dendro Ediciones, Perú 2020). En el ámbito de la literatura infantil es autora de seis cuentos editados recientemente en México y de una saga de ciencia ficción en Turquía.
Amor de blacamanes No te nombro ni porque soy brote de escarabajos babélica gramófona aturdes mierdecilla inolvidable ¿aún soy tu perra? de este lado no hay aviones ni oficinas el mundo pita como olla de presión me pudrirás hasta después de cien lustros no habrá repúblicas sino causas resurrecciones amor de blacamanes en destinos bananeros y un centauro desollado en el alféizar habrá también banqueros comiendo oro esnifando luegos y porvenires Hoy tú golpea por dentro con ritmozombie mi costillaje pam pam pam sueno a bronce ¿aún soy tu perra? sonrío cóncava mientras diseño un escudo amazonas ardo soy tu paisaje de cal.
Misión de abeja La perfección de la abeja se aplasta amarillosucio gamuza crema orgánica en el vidrio antes del golpe zumba que flor y mujer no que flor y mujer no son zumba como fiesta de naipes pero algo de sépalo y tierra en el arranque algo de tijeras tallos y espina y uña y machacar sobre todo pistilo y cáliz que la metáfora cuaja que espesa que el vector entre dos vuelos es un viaje lo único que importa en cualquier historia En el viaje anida el huevo del lagarto si no para qué ponzoña
silencio también cuando huele a tracción mecánica de resto ruido la lucha exige zumbar zumbar duro pelear la miel a riesgo porque a veces y morir zumbando no es igual que morir.
138 Paulina Soto Aymar Loja - Ecuador / 1973. Su temática principal es la fantasía, la ciencia ficción y la cultura. Ha publicado los libros de narrativa: Muchachas Ocultas (2002), ¡Alas! (2006), Samay Pushac, Guardián de los Sueños (2014), Ciudad de Vírgenes (2016); de poesía: Caricias y Puñaladas (2009), En boca de Marte (2017), Prótesis (2020). Publica su tesis de grado: Antología poética de autores lojanos (2011), en coautoría con Darío Jiménez. Escribe crítica artística para la revista Loja es Cultura del diario La Hora. Obtiene el primer lugar en el concurso de ensayo “Ángel F. Rojas” de la Casa de la Cultura Ecuatoriana, con su obra: Loja, Cultura de Traje y Corbata (2013). Alcanza una mención de honor en el Festival de la Lira y la Pluma Lojanas 2011 con su poemario Inmaculada Concepción. Es magíster en literatura infantil y juvenil, licenciada en ciencias de la educación mención lengua y literatura, e ingeniera en industrias agropecuarias en la Universidad Técnica Particular de Loja.
TORMENTA INFANTIL Hoy hubo una tormenta de niños sobre la castellana ciudad inmaculada de las nostalgias Llovieron niños con colorantes artificiales gorditos como gatos satisfechos o delgados como bastones de caramelo Llegaron sin pronunciar todas las letras con una limpia mirada asombrada Llegaron quebrados y unos pocos completos chillando, aullando una sinfonía hambrienta doblaron los tumbados y rompieron las tejas con el peso azul y tembloroso de sus ojos primordiales Para cumplir con el estricto ornato mancillado por estas gotas elementales el alcalde hizo construir un pozo kilométrico en el parque Bolívar donde cayeron con matemática vehemencia y una crueldad recién estrenada (¡Pobres gomitas elásticas!)
Hubo leves voces de protesta y velas intermitentes a medianoche que apenas titilaron entre los autos carbónicos Los niños, sin embargo, no se quedaron en el pozo bebés ancianos de cristalina sabiduría supieron filtrarse hacia las tuberías de agua ahora cada vez que se abre un grifo se derraman risitas humedecidas deditos juguetones y un vapor angelical que enmela los zapatos
142 Daniel Abrego
2000 / Tuxtla Gutiérrez / Chiapas México. Ha publicado Vómito de letras (Editorial Pachuk Cartonera, 2016), Desmadre Intergaláctico (Editorial Maleta Ilegal, 2016) y dirigido Abstinencia (2019) seleccionado en el FECIST. Actualmente reside en Toronto, Canadá y publica fotos en @marlborokid_
I no soy yo quien camina por las calles de méxico es un fantasma que se pudre y no florece en ningún lado. Apenas parece que me fui: la casa empolvada filtrando agua por el techo, los mismos espejos, las mismas fotos. Se siente como una parálisis de sueño o como volverse sonámbulo. Sigo viendo al cielo para encontrar similitudes y solo encuentro nostalgia y más fantasmas, buscando cosas
146 Carla Lo Gioco La Plata / Argentina. Escritora, psicóloga, actriz, tarotista y docente. Estudió la Licenciatura y el Profesorado en Psicología en la Universidad Nacional de La Plata (Argentina), donde actualmente colabora en tareas académicas y de investigación. Desde 2015 es actriz y asistente de producción en obras de teatro independiente. En 2017 integra Tarot Poético, grupo de artistas escénicos que improvisan teatro y poesía en vivo en un espectáculo de lectura de cartas. En 2019-2020 es becaria de entrenamiento en investigación en la Comisión de Investigaciones Científicas (C.I.C). Provincia de Buenos Aires, Argentina donde estudia temas vinculados a la psicología del lenguaje y a la detección temprana de dificultades en la lectura. Actualmente coordina talleres de escritura creativa, acompaña, edita y supervisa obras de poesía y letras de canciones.
Iba a olvidarme, como quien quita las hojas secas de las flores Iba a arrancarme de la razón, perdida en los huecos donde nos escondíamos como animales trémulos Iba a anunciarme en aguas bautismales para dejar correr el río y olvidar nuestra tierra Íbamos a morir en un futuro sin éxtasis pero el amor sigue aullando
Para amarte crucé Babilonia No alcancé los jardines, no los vi, comí frutos frente al palacio y no venías Ni un solo amor ni un solo dios, muchas camas y muchos templos Sauces lloraban junto al río río bastardo, río, no venías Una tarde te crucé en el mercado donde subastaban mujeres vendiéndonos a cambio de que nos esposen No decidías, todas te parecíamos hermosas, las que olían a lirios y las de aros dorados Ni un solo amor ni una sola diosa, en el imperio todo es mercancía
Crucé Babilonia, la puerta de Dios, pasando por la blasfemia del consumo No venías, amor puro, hasta cruzar la Gran Ramera Tiene nombre de muralla esta civilización ridícula donde excesos se celebran como ofrendas a un monstruo Cuando llegaste no me compraste, atacaste al leviatán que anida en el ciudadano Provocando la muerte del amo y del esclavo, amor real, amor mío, no me encontraste en los mercados (A Daniel Fidanza)
150 Lety Elvir
Honduras / Poeta, narradora, editora y ensayista. Ph. D. Researcher, Universidad de Leiden, 2019. Profesora en UNAH desde 1996. Estudió el doctorado en letras y artes en américa Central, UNA-CR; licenciada en letras, UNAH. Cofundadora del Taller literario “Casa Tomada”, de la ANDEH; asimismo, miembra fundadora y vicepresidenta del PENHonduras, 2014-2015. LIBROS PUBLICADOS: Luna que no cesa.1998; Mujer entre perro y lobo.2001; Sublimes y perversos (cuentos).2005; Golpe y Pluma: Antología de poesía resistente escrita por mujeres (20092013); coeditora de Honduras: Women’s PoemsofProtest and Resistance (2009-2014), Maryland, 2015. Este último libro obtuvo en los International Latino Book Awards 2016, el Primer Premio en diseño de portada—Best CoverDesign—y el Segundo Premio en poesía de varios autores.
Fruta rara ella la muchacha rara rarísima de laberinto oscuro pero transparente debió haberse ido con el siglo equis equis, según sentenciaron ellos ella chamana necia se vistió de flores para negociar con la muerte y se marchó cuando le dio la gana después de hacer una Huelga de hambre por rebelión por dignidad por contragolpe -al terror y el odio ella amante amada amanda amando su desnudez en sus espejos con la yema de sus dedos con la llama de su lengua
A Amanda Castro
con la asfixia de este mundo Amanda como Berta sembrada en marzo para dar vida para dar voz Amanda fruta rara caída en cesto pequeño pequeñísimo, abrió su closet su herejía sus pulmones rotos para que no nos falte el aire en este abismo que se cae a pedazos para que no falten las palabras que sirven como raíces y alas como umbilicales cordones porque Quizás la sangre quizá un barco quizá el amor
Un hombre pequeño con mirada de serpiente voy a pintarme los labios -de rojo rojo púrpura rojo herida que no se mira voy a borrarme el tatuaje -el de un hombre pequeño con mirada de serpientevoy a desalambrar mis caderas territorio ocupado a ritmo de cadenas voy a apagar el silencio ese maldito diván donde acomodabas mi belleza -la amnesiavoy a soltarme la lengua -te mostraré el efecto Mariposael caos será la peste que cubra tus fronteras voy a hacerte temblar porque yo
-la muda, la diosa la mala, la bruja la nómada, la fija la santa, la puta, la peor, la odiosanunca más bailaré de puntillas aquí y ahora -en mi otro universoel holograma de mis sueños será tu pesadilla sí, definitivamente voy a asaltar tu ridículo muro hecho de máscaras y sainetes tu diminuta y patriarcal neurona ya no sabrá si vuela o muere si soy ave o barco si lo tocado son raíces o el cabello de Medusa tampoco podrá saber si es amor o veneno la pócima en el caldero la víbora muere donde quería matar
156 Denise Griffith
Buenos Aires / 1993. Escribe poesía, ensayo y narrativa. Es miembro de PEN (poetas, ensayistas, narradores) internacional. Publicó dos poemarios: Antojos de desorden y Carencia. Entre sus publicaciones se incluyen un cuento en El gran libro de los perros de la editorial Blackie Books, un ensayo en una antología del centro Ana Frank en Argentina editada por EUDEBA, un poema en un libro de Inguz Editorial. Es traductora literaria y técnicocientífica graduada del IES en Lenguas Vivas “Juan Ramón Fernández”. Tradujo poesía y narrativa argentina al inglés para Estados Unidos. Trabajó de librera en KEL (libros en inglés) y el Ateneo Grand Splendid. En este momento, es dueña de la editorial Liberoamérica en Argentina y se dedica a traducir del inglés al español y del español al inglés. También coordina talleres de lectura gratuitos sobre clásicos del siglo XX como El guardián entre el centeno y Orlando con la ONG Leamos un libro.
Pulpos los pulpos también pueden ahogarse en su propia tinta un pulpo se puso negro al soñar con la caza yo me puse violenta al soñar con quien atropelló a mi perra y lo borré como un niño que se cubre los ojos y cree que todo desaparece estos poemas no me reemplazarán cuando esté muerta quiero que me recuerdes al ver el rostro cariñoso de un animal
Perra bomba la guerra de los cien años duró ciento dieciséis siempre se miente cuando se trata de sangre a los perros de la milicia los controlaron con comida atractiva los entrenaron para buscar alimento debajo de los tanques mientras pisaban campo minado a la perra de la fotografía la mataron de hambre hasta acostumbrarse a la dinámica de lo nefasto llegó el día y corrió y explotó el artefacto con ella, murieron soldados dicen que a los nenes malos
se los lleva el lobo en este caso el lobo vestido de muerte que sacrificaron “crean un material más resistente que el diamante” dice un titular de domingo, de ese material deberían ser todos los perros, pienso o que al menos crezca un helecho rojo en la tumba de cada dueño que les dio amor.
160 César Cano
1994 / Colombia. Ha publicado: Tres poemas para sobrevivir en Bogotá (2014), Las cintas de Cecilio Caro (2017), Musgo (2018), Perdí las Manos (2018), Tu perro mueco se comió mis poemas (2019), Mi corazón es un templo de monjes borrachos (2019), Voy a escurrirme el corazón para hacerte un pintalabios porque no tengo dinero pero me gusta verte esa boquita roja (2020) y Declaración de renta (2020). Fundador de Malasangre Editorial (2018). Sus poemas aparecen publicados en formato digital en espacios como Digo.Palabra.Txt, Cráneo de Pángea, Poetas siglo XXI: Antología Mundial, AlterVoxMedia, La Tribu. También revistas en físicos como Luna Nueva (Col) y Bananas y Algo más (Arg), entre otras. Ha sido invitado a diferentes festivales y encuentros de poesía en Colombia, Ecuador y Perú.
ME VOY A PRESENCIAR EL FIN DEL MUNDO BEBÉ Y NO PUEDO LLEVARTE CONMIGO Pero prometo enviarte un selfie si la fibra óptica aún nos une. Sabrás que si hay un satélite en órbita yo estaré contigo. Me subiré a las terrazas de los edificios para ver mejor lo que se quema. Cuando me toque arder, mi amor, sabré si tengo madera para esto. Ya sabes lo que dicen: No confíes en los otros, duerme solo con un ojo y no le des a nadie de tu agua. Por lo pronto, antes de que todo acabe, quiero compartirte estas cuatro (4) verdades que contemplo ahora:
1. Tendrás que asesinar o ser asesinada. Inscríbete cuanto antes a lecciones de defensa personal, artes marciales, armas blancas y armas de fuego. 2. Nuestro país, aunque no lo parezca, existe, y no es un show de TV transmitido en países aburridos de europa del norte, como creíamos. 3. Esta es la última vez que mis partículas están dispuestas de este modo. Luego será la dispersión sobre todas las cosas del mundo. Hoy es esta mi estructura atómica. Mañana no sé si permanezca esta consciencia de las fuerzas que me sobrepasan. Todo lo que de una u otra forma me ha vencido. Sobrevíveme tú e incendia nuestro idioma. 4. Los barristas tarde o temprano darán un golpe de estado e instaurarán la nueva era. Trata de interesarte un poco más por el deporte. Para cuando leas esto, por su puesto, me habré quemado con todo. Cierra los ojos, cariño, cuando vuelva hecho cenizas.
TENGO EL PÁJARO AZUL POR EL CALZÓN Ft. Charles Bukowski Tengo el pájaro azul por el calzón y no puede respirar le aprieta demasiado Le digo: quédate ahí tranquilo el aire ya no es suficiente para todos Tengo el pájaro azul por el calzón y qué si quiere salir a respirar La última vez me echaron wisky en la camisa porque mi pájaro salía a respirar el humo de los cigarrillos y los gases lacrimógenos y qué si le gusta llorar por extrañar el aire Mi pobre pájaro azul que ya no puede volar ni respirar como solía Mi pájaro azul no se da cuenta de que está obsesionado con el aire como todos estamos obsesionados con alguna cosa
como no morir como no quedarnos solos para siempre como no vivir sobre un montón de mierda y llamarla madre patria Mi pájaro azul está azul porque me aprietan los calzones Yo soy duro con él y no lo dejo que salga a respirar Mi pájaro aletea como una máquina de sangre ¡Quiere salir quiere volar quiere desintegrarse mientras surca el aire! me digo. Mi pequeño pájaro quisiera salir pero yo no lo dejo ¿Quieres armar un escándalo? ¿Quieres que suban a Facebook un video tuyo tratando de volar? le digo Pájaro cansado pájaro sin plumas respira lo que puedas y no armes un escandalo en este centro comercial ¿Quieres dañar la venta de mis libros
por redes sociales? Tengo el pájaro azul por el calzón y él quiere salir a respirar pero soy demasiado instransigente y sólo lo dejo salir a veces por la noche cuando todo el mundo está cansado de mentir y entonces duermen y yo me subo a la terraza para fumar y ver cómo arden a lo lejos tantas cosas y le digo a mi pájaro tristísimos los dos pequeñito mío pajarito mío sé que estás ahí no te pongas melancólico Entonces lo dejo salir a respirar un poco y cambia de color Depués lo vuelvo a guardar en el calzón y él canta como si le sobrara el aire y se queda ahí quieto hasta ahogarse de nuevo y ser azul
y yo miro al cielo consternado porque las estrellas eran solo expectativas y no hay nada y el mundo es esto y vamos a morir de todos modos y quisiera dormir pero mi pájaro no me deja con su canto asmático está ahí atrapado en mi calzón Este es mi pequeño secreto que yo también me siento azul como mi pájaro asfixiado por un calzón que me contiene y aunque tenga todo el aire sobre la cabeza siento que no puedo respirar ¿Tú sí?
168 Thalía Sánchez
Maracaibo / 1996. Fotógrafa y periodista venezolana egresada de la Universidad Católica Cecilio Acosta (UNICA). En 2015, participó como solista en el festival “Recordar es vivir”, de la academia de canto artístico “Acantart Maracaibo”. De forma consecutiva participó en la segunda edición de este festival, también como solista; con presentación en el Teatro Bellas Artes de Maracaibo. Aparece en las ediciones de la revista Tinta Libre, con muestra de su trabajo fotográfico y sus poemas. Obtiene el tercer lugar en el 5to Certamen Internacional de Siglemas “Di lo que quieres decir 2019”, país convocante Puerto Rico. Aparece en la antología de micro relatos Abril de 2020 de la editorial Del alma ediciones por la Esfera cultural de España. Finalista en el V concurso Nacional de Poesía Joven Rafael Cadenas (2020).
Hábito en la sed No me nombran las aguas No me arrastra de pronto su corriente Seré otra al abandonar mi sombra. En la blancura de la noche persisto Sostengo mi sueño Y se deshace. Hábito en la sed. Antiguos silencios trastocan mi morada Antiguas palabras se pronuncian, Sin reconocerme. Infinitud en la memoria: ¿Existes? No levantaré la voz No elevaré este canto para salvarme. Amanecer será cuestión de mi suerte. Intento florecer sobre la grieta Y la luz toca mis últimas palabras. (2020)
Mi refugio se destruye De mí tan sólo el aliento Detenido Otroquejido levantándome los huesos Reposa el silencio en mis profundidades. Caen pedazos de mis paredes húmedas De mis paredes carcomidas en la sombra. Ahora descanso en otro reino, Flores disecadas me alimentan. Mis manos tejen las cenizas del sagrario del cuerpo Se bordan miedos para que no amanezcan. Avanzan mis manos, danzan, devoran lo que sobra y estoy sola, sola como la única estrella palpitando en la hondura del río y estoy rota, rota como el árbol talado por mentes asesinas. Sola, rota y desahuciada al borde del vacío que mutila. Merezco algo más allá del desgarro A veces mi latido se escapa hacia otro cuerpo
Latido detenido: huyes para no cargar con mi aliento. No descansará mi sangre hasta hallar su suerte No entregaré mis manos en la caída, Quizá alguien beberá de mí, hasta vaciarme. ¿Dónde dejaré la fuerza indetenible de mis pasos? ¿Dónde mi voz estremecida? ¿En qué lugar se esconden los desventurados? Escucho arder la sangre, Estalla mi pecho al acontecer la noche Y estallan mis ojos sin purificarse. Escribo, y una voz me acompaña Sé de alguien que escucha mis pasos Sé de alguien que entiende mi lamento. Otro ser me conduce, ¿Habrá lugar para la nostalgia Que sin querer nos habita? La continuidad de la oscuridad te nombra: soledad.
Escribo, furia transitoria, Pulso violento de las palabras, Mi refugio se destruye Mientras la ciudad duerme. Borraré la rotura Lo dejaré todo en el lenguaje Lo dejaré todo y otra vez ojalá… Pulso violento de las palabras, Mi refugio se destruye, Y son tus manos que lo abrazan.
174 Ibán de León
Oaxaca / 1980. Es licenciado en letras hispánicas por la Universidad Autónoma del Estado de Morelos (UAEM). Fue becario del Programa de Becas y Formación de Jóvenes Escritores de la Fundación para las Letras Mexicanas (FLM, 2009-2010 y 2010-2011). Es autor de los libros de poesía Oscuridad del agua (Instituto Sonorense de Cultura, 2012), Estaciones nocturnas (Fondo Editorial Tierra Adentro, 2016), Pan de la noche (Universidad Autónoma de Zacatecas, 2019) y Calles del cuerpo anochecido (Acá las Letras Ediciones-Coneculta Chiapas, 2019). Ha obtenido, entre otros, los siguientes reconocimientos: Premio Nacional de Poesía Ramón López Velarde 2018, Premio Nacional de Poesía Rodulfo Figueroa 2018, Premio Nacional de Poesía Amado Nervo 2014, Premio Nacional de Poesía Francisco González León 2014 y Premio Nacional de Poesía Sonora 2011.
MAR DEL NORTE Lejos el faro, las rocas que resguardan la marea. Sol de la noche, oscuro sol del Pacífico como grieta en lo alto de la luz. Aquí crece la culpa, lo vital del olvido nunca nuestro, nunca el sueño o la amargura. La ventana es un día mohoso y despintado por donde el sol se esconde a estas horas que son altas como espuma de ese mar que va pasando con sus olas y sus branquias. Caía la noche aquella noche en que volví, viejo de sed, infatigable y desleído. Bajé en silencio y anduve hasta la casa. Estaba sola, en el año de algún ayer nosotros donde madre costuró esto que éramos los niños. Vino el cansancio a mi esqueleto, risas
que crecieron como velas de las dos: la que yo enciendo y aquella que se escurre por el agua de mi mar, mi más preciado mar, oculto no sé qué de quien si acaso yo dijera he vuelto, madre, para evitar el asta de la luz que guardan los vecinos y sus perros, la calidez del viejo que ha fallecido sin esperar la hora del café, su pan en el crepúsculo. He vuelto a la ventana ya sin vidrio y he contemplado el sol sobre las rocas iluminando un algo que es muy vivo, que no se va de aquí y está dispuesto como una arborescencia para atraer las barcas que en la noche, oscurecidas vuelven, como yo, vacías de sí mismas.
178 Nereida Asuaje
Venezuela / 1992. Poeta y ensayista. Profesora de lengua y literatura egresada de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (Barquisimeto, 2015). Asistente de Investigación en la obra El Nadaísmo y El techo de la ballena, compilación de Juan Calzadilla (Editorial Bic & Co, 2015). Al decir de Aquiles Nazoa, poeta venezolano de principios de s.XX, ella “cree en el amor y en el arte como vías hacia el disfrute de la vida perdurable” Es por eso que ha hecho de la escritura y de la elaboración de collages su tabla de náufrago. Nombre que le ha dado a las cuentas de promoción artística que administra en Facebook e Instagram (@tabladenaufrago).
NO ME IMPORTA Si es el mar o el abismo de fondo. ¿Dónde termina el ruido y empieza el silencio? No me importa... no me importa si en ti convergen los cuatro puntos cardinales. Date cuenta que mi brújula ni siquiera te busca porque no ha podido encontrarme. La agonía está en el verbo, en la complicidad de tu boca en la mía, en todas las palabras que se escapan mientras duermes. No sé cómo, pese a todo, tus ojos aún pueden cerrarse, ellos no son más que bóveas vacías ¿Qué es lo que guardan? Dime ¿aún respiras? o es sólo el resuello de tu ausencia que se hace escuchar del otro lado de la cama justo después del mar.
YA NO LOGRO ENTENDERTE ¿acaso pretendes que vigile tus sueños, que cuente una a una las penas que saltan de mis ojos como ovejas? No me pidas que deje de llorar, no quiero que me arrulles. No existe canto capaz de exorcizar tus culpas. ¿Acaso no te cansas de lavarte las manos? Ya no hay nada que hacer. Seamos honestos al menos al decirnos adiós. ¡LÁRGATE! No te preocupes por cerrar la puerta, después de todo, las Pesadillas no tocan para entrar.
La tierra giró para acercarnos, giró sobre sí misma y en nosotros, hasta juntarnos por fin en este sueño, como fue escrito en el Simposio. Pasaron noches, nieves y solsticios; pasó el tiempo en minutos y milenios. Una carreta que iba para Nínive llegó a Nebraska. Un gallo cantó lejos del mundo, en la previda a menos mil de nuestros padres. La tierra giró musicalmente llevándonos a bordo; no cesó de girar un solo instante, como si tanto amor, tanto milagro sólo fuera un adagio hace mucho ya escrito entre las partituras del Simposio. Eugenio Montejo Caracas / 1938 – 2008
Este libro se terminó de diseñar el 21 de noviembre de 2020. El mismo día, pero en 1965 nace la cantante y compositora islandesa Björk.