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REPORTAJE

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ENTREVISTA

ENTREVISTA

Descubrimientos durante el encierro OFICIOS DE PANDEMIA

El confnamiento llevó a muchas personas a focalizar la energía en aprender nuevas tareas o volver a antiguas pasiones. Aquí tres socios del Club nos cuentan cómo el aislamiento los conectó con su propia creatividad.

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Por: Montserrat Molina C. / Fotos: Pablo Salas T., Gloria Franke G. y Alejandro Araya I.

JOSÉ LUIS LÓPEZ “Pintar es un placer infnito”

Equitador desde hace 55 años y médico de profesión, José Luis López acostumbraba montar todos los días. Dado el cierre del Club en distintos momentos en 2020 y 2021, aprovechó ese tiempo para reencontrarse con la pintura y recuperar un talento olvidado. Según cuenta, comenzó a pintar de manera autodidacta en su época preescolar. “Tengo guardadas las pinturas que hice en el jardín infantil en el año 1964. Mi madre, con gran acierto, las guardó y hoy están muy presentes en mi casa”, señala. En sus últimos años en el Colegio Manquehue, tuvo como profesora a la artista María Teresa Gazitúa. “Ella nos introdujo en el óleo y fue en esa época cuando partí pintando un poco más. Años después, conocí al pintor Carlos Pedraza, con quien compartí un viaje a nuestro campo María Ester, y esa experiencia me incentivó a seguir trabajando. Entre los 20 y los 30 años pinté bastante y regalé muchos cuadros a mis amigos. Curiosamente, en mis tiempos de presidente de la Rama de Equitación, además de organizar los eventos internacionales de gran relevancia, era el que pintaba los saltos. En una oportunidad, para una prueba en la antigua FISA, pintamos un muro que imitaba piedra y ladrillo de seis metros de largo. También diseñé y pinté el viaducto del Malleco. Fueron momentos fantásticos los que pasé en la carpintería del Club, los niños estaban chicos

y tenía tiempo para hacer de todo”, agrega. Cuenta que los atriles siempre estuvieron ahí. “El año pasado vi venir la cuarentena y decidí reiniciar la pintura. Empecé a hacer reproducciones y a arreglar los cuadros viejos, hasta que recuperé mi habilidad de mezclar colores. Fui creando paisajes más elaborados y muy gustadores. Hay muchos que regalé y otros que espero vender”. Entre sus obras destacan las escenas de campo con mucha vegetación, “me gustan mucho los paisajes, el agua, las sombras. Años atrás pintaba bodegones, sin embargo hoy me identifcan más los rincones del campo. Es probable que en el futuro comience a pintar caballos, que es mi gran afción. Pintar me entrega una enorme satisfacción. Es un placer infnito, pues cada día logras algo nuevo”, concluye.

Instagram: @jllopez_pinturas PILAR VALDÉS “El mindfulness me ayudó mucho en la cuarentena” años, sin saber que esta herramienta le ayudaría a ella y a sus seres queridos a enfrentar de mejor manera los períodos de encierro producto de la pandemia. Hoy se encuentra, además, haciendo un curso de coaching ontológico y otro de autocompasión y dice que le encantaría llevar todas estas herramientas al área social. “Siempre tuve la inquietud de trabajar con las mujeres de la cárcel y qué rico es poder contar con herramientas más concretas para empezar a acompañarlas y hacer con ellas un camino de mindfulness y coaching”, cuenta esta socia del Club, quien durante los peores momentos del encierro pudo reemplazar todas las horas que antes dedicaba al tenis a profundizar en estos estudios. “Comencé con el tema del mindfulness después de leer un reportaje y encontré súper interesante su planteamiento, que dice relación con cómo, a través de la respiración, uno aprende a vivir más en el momento presente. A simple vista esta formulación parecía sencilla, sin embargo, hay que saber llevar esto a la práctica y fue entonces cuando empecé a investigar. Hice un par de cursos online en Estados Unidos con distintas organizaciones muy buenas y también me inscribí en la Universidad Adolfo Ibáñez en un curso de iniciación muy interesante”, cuenta. “Empecé a descubrir que era un tema súper potente que se estaba desarrollando en Europa y Estados Unidos, y me gustó mucho la manera en que lo estaban implementando con gente enferma, con los presos en las cárceles y en los colegios de niños vulnerables. Haber visto los resultados fue muy inspirador”, agrega. A medida que iba estudiando, comenzó a hacer las prácticas. “Se trata de meditaciones o ejercicios de respiración y cómo una aprende a calmar la mente, conoce su cuerpo y de a poco te vas abriendo a manejar una herramienta que pasa a ser tuya, que forma parte de tu cuerpo”. Dice que durante la cuarentena, el mindfulness la ayudó a no estar agobiada. “Es normal que en esta situación uno pase por estrés psicológico e incertidumbre. Trataba de hacer las actividades no en piloto automático ni pensando en toda la angustia”. Hace dos años estuvo en California, Estados Unidos, con dos de los más grandes exponentes del mindfulness en el mundo: Jon Kabat-Zinn y Kirsten Nef, y confesa que le encantaría organizar algún día un evento de esta envergadura en nuestro país.

GLORIA FRANKE “Me reencontré con la fotografía”

La relación de Gloria Franke con la fotografía comenzó cuando ella egresó del colegio y se vino desde Viña del Mar a vivir a Santiago para dedicarse a los caballos y a estudiar durante un año fotografía con Bob Borowicz. Después de eso, estudió dos años y medio en la Escuela de Foto Arte de Chile, “y cuando terminé la carrera, sentí que la fotografía profesional y la equitación –deporte que ha sido parte importante de mi vida desde que nací, pues provengo de una familia de equitadores y a los nueve años empecé con clases formales de equitación– no eran compatibles. Guardé la cámara dejándola, solo para las fotos familiares”, admite Gloria. Luego de aquella decisión, pasaron muchos años hasta que esta socia del Club y gran equitadora volviera a vibrar tomando fotos. “Fue en un viaje que hice a la India poco antes de comenzar la pandemia, donde aluciné con los colores y las vestimentas de sus personajes. Hice varios retratos que tuve guardados hasta que comenzaron los encierros producto del coronavirus. Este tiempo sin caballos me ha permitido desarrollar un área de mí que estaba muy guardada y que hizo que me reencontrara con la fotografía”. Cuenta que en plena cuarentena en 2020 “una amiga, la Carola Tupper, me dijo que con mis fotos de la India hiciéramos cuadros para vender y empezamos a hacer gigantografías impresas en tela canvas para decoración”. Luego, con la ayuda de un amigo fotógrafo, compró un set de iluminación y armó un estudio improvisado que fue creciendo rápidamente. “Me encanté con la fotografía de estudio, especialmente con el retrato blanco y negro. Siento que me he reinventado formándome como profesional y hoy estoy estudiando fotografía publicitaria y moda en Foto Design”. Sus fotos hablan de su forma de ver lo que todos miramos. “Lo importante es lo que lees de esas fotografías, qué te invocan y hacia dónde te llevan”, dice. Hay dos fotos de su serie de la India que la han marcado profundamente: “Mirada” y “El Guardián”. “Se tratan de unos personajes que tienen una mirada muy profunda y penetrante que me cautivaron y me reencontraron con la fotografía”.

KATERINA JOFRÉ, Profesional a cargo de la iluminación en Parque Los Alerces “A TRAVÉS DE LA LUZ PODEMOS MEJORAR la calidad de vida”

El hecho de trabajar en equipo con arquitectura, diseño interior y paisajismo permitió crear un proyecto integral donde se incorporó iluminación a cada una de las áreas. Esto es lo que Katerina Jofré más destaca del trabajo que realizó en Parque Los Alerces de PATAGONIA INVEST. “Se logró una completa armonía”, advierte.

Luego de estudiar tres años de arquitectura, se cambió a diseño de interiores. Y cuando cursaba el último año, se dio cuenta de lo que realmente la apasionaba: la iluminación. “Me fascinó. Inmediatamente empecé a trabajar en la ofcina de Douglas Leonard, que era mi profesor”, cuenta Katerina Jofré, experta en iluminación a cargo de esta área en el proyecto inmobiliario Parque Los Alerces en La Dehesa. “Después me gané un fondo concursable para ir a trabajar a España a una importante frma que se dedica a la producción de equipos y proyectos de iluminación a nivel mundial. Me gustó tanto estar en Europa que conseguí hacer una práctica en la ofcina de diseño de Massimo Zucchi en Milán y después trabajar en Londres en la prestigiosa ingeniería ARUP LIGHTING, Targetti Lighting y en la Tate Modern Gallery”, agrega. Luego de vivir esta gran experiencia, llena de aprendizaje, volvió a Chile y formó el departamento de Proyectos de Iluminación en Interdesign. Luego, en 2011, se independizó y creó su ofcina donde, junto a su equipo, ha trabajado desarrollando proyectos de iluminación para las principales ofcinas de arquitectura del país. “Hacemos proyectos para casas, jardines, edifcios, clínicas, ofcinas, galerías de arte, centros culturales, restaurantes y tiendas, entre otros”, advierte Katerina.

–¿Cuáles dirías que han sido los hitos de tu carrera? –Ganar una beca para hacer una pasantía en la empresa LAMP en España, en la ciudad de Terrassa, y trabajar en la prestigiosa ofcina de diseño de Massimo Zuchi en Milán, donde participé en el desarrollo de productos para frmas como Rolex, Bulgari, Aston Martin, entre otras. También ha sido muy importante trabajar en ARUP Lighting Londres, donde participé de los proyectos de iluminación de la prestigiosa tienda Chloé en Nueva York, Londres y Moscú; también en Louis Vuitton y Chanel, en Inglaterra, y en algunas tiendas de la reconocida cadena Selfridges Retail Ltd. –En Londres también trabajaste en la Tate Modern Gallery. –Sí. Ahí fui parte del equipo de especialistas que desarrolló el proyecto de iluminación para la exposición de los reconocidos artistas visuales británicos Gilbert & George. Después de esa tremenda experiencia, volví a Chile y formé mi propia ofcina, lo cual es tal vez el hito más importante de todos, ya que me ha permitido desarrollarme de manera integral y sacar adelante proyectos que han sido desafíos muy interesantes. –Cuéntanos sobre el proyecto Parque Los Alerces, ¿cómo llegaste a él? –Me contactó Juan Carlos Riquelme, con quien habíamos realizado numerosos proyectos de iluminación, todos con excelentes resultados. –¿Cuál dirías que fue el principal desafío que presentó este proyecto en términos de iluminación? –Más que un desafío, tuvimos la oportunidad de trabajar en equipo con arquitectura, diseño interior y paisajismo. Esto nos permitió crear un trabajo integral, donde se incorporó un proyecto de iluminación para cada una de estas áreas y, a su vez, en completa armonía entre ellas. –Describe las diferentes etapas de este proceso. –En el acceso principal generamos tres capas de iluminación: luz para ver, luz para mirar y luz para contemplar. Con estas tres capas podemos generar diferentes escenas de iluminación que nos permiten, a través de contrastes, vivir los espacios con una atmosfera cálida que te recibe y acoge. La luz para ver te permite desarrollar actividades cotidianas y brindar seguridad para los usuarios en áreas como la recepción. La luz para mirar resalta los colores y te ayuda a observar. Y fnalmente la luz para contemplar está trabajada para apreciar la obra de Totoy Zamudio que se encuentra en el hall de acceso. –¿Qué buscaste generar en los diferentes ambientes del edifcio a través de la iluminación? –Buscamos generar una experiencia. Por ejemplo, si bien los estacionamientos no son la entrada principal, potenciamos la arquitectura a través de lucarnas con luz natural que de noche se iluminan, produciendo el mismo efecto de luz que durante el día. Por otra parte, al iluminar el paisajismo, los árboles se convierten en lámparas naturales que van generando un recorrido a través de la luz que conecta los distintos espacios. –¿Cuáles dirías que son las características arquitectónicas de este proyecto que más te sirvieron para lucir lo mejor posible tu proyecto de iluminación? –El diseño y materialidad de la fachada nos permitió generar una iluminación de efecto luz y sombra que se logra apreciar de diferentes vistas de La Dehesa. Logramos que el edifcio se vea como una caja de luz que se autoilumina, ya que cuando los usuarios encienden sus luces, el edifcio se convierte en una verdadera pieza de iluminación en la escena urbana.

LA ANTIPOLÍTICA

Y LA FUTURA CONSTITUCIÓN

Por John Müller G.

“La antipolítica no supone ser apolítico”, escribió en PAUTA este reconocido periodista radicado en Madrid que participa en prestigiosos medios de comunicación y que, a partir de esta edición, tendremos el honor de tenerlo en revista Socios. “También puede decirse que es una reacción contra la mala política (la tradicional) o la ausencia de esta”, afrma.

Una de las cuestiones más interesantes de la Convención Constitucional será el tratamiento que el nuevo texto constitucional dé a los partidos políticos. Una asamblea nacida de una votación que rechazó ampliamente a los partidos tradicionales deberá considerar si estos tendrán un lugar y cuán relevantes serán en el Chile del futuro. La elección de solo 50 militantes de partidos políticos entre los 138 escaños no indígenas (un 36%) ha sido celebrada como un triunfo de la ciudadanía, pero perfectamente podría ser visto como un éxito de la antipolítica.

No hay una defnición canónica de antipolítica. El término ha sido utilizado intensamente en Italia y en España para referirse a grupos populistas como el Movimiento 5 Stelle (M5S). Su sentido literal es estar contra la política, especialmente la que desarrollan los partidos. Pero la antipolítica no supone ser apolítico. También puede decirse que es una reacción contra la mala política (la tradicional) o la ausencia de esta.

El término también ha sido utilizado en la flosofía política. Hay abundantes estudios sobre la antipolítica a partir de autores como Carl Schmitt –al que la izquierda ha puesto casi tan de moda en el Siglo XXI como el desaparecido Jaime Guzmán lo puso en la década de 1970– y Michel Foucault. Sobre todo en Argentina se le ha prestado mucha atención al concepto de antipolítica a partir de los trabajos de Ernesto Laclau y Chantal Moufe, pero esto excede los términos de esta columna, así que solo haré esta enunciación.

Sí es muy pertinente, en cambio, la refexión del flósofo Fernando Savater en su libro ¡No te prives! (Ed. Planeta, 2014) sobre el auge de la antipolítica tras la crisis fnanciera de 2008: “Antes de la crisis, la gente (especialmente los más jóvenes) blasonaba de no interesarse por la política, y después de su estallido muchos salieron a la calle para proclamar las fechorías de los políticos que nos engañan y manipulan: o sea, antes tuvimos mayoría de apolíticos y luego buen número de antipolíticos, pero ciudadanos políticos (es decir, auténticos ciudadanos), que son los que hacen falta, eso por lo visto es más difícil de conseguir en número sufciente”.

Los antecedentes históricos de la antipolítica chilena en los últimos 50 años son muy ricos. Por un lado, están los numerosos problemas de participación política que se han dado desde 1990 y que han concluido en una Convención elegida por apenas el 43,5% de la población. Por otro, los partidos políticos no han sido bien tratados. Fueron culpabilizados por el ré-

Barrio Lo Recabarren

Los constituyentes españoles, tras una dictadura que había durado casi cuatro décadas, comprendieron “ que los partidos políticos habían quedado debilitados. Pero entendían, por el contexto europeo, que su función era esencial para la democracia . ”

gimen militar de la destrucción de la democracia en 1973 y la polarización social fue entendida “schmittianamente” como resultado de la colonización partidista de la sociedad. (Hoy, cuando la polarización ya no se atribuye solo a los partidos, quizá, se debería revisar críticamente este punto). Como consecuencia de ello, su refejo en la Constitución de 1980 está teñido de recelo y sospecha. Basta comparar dos procesos constituyentes divergentes como el español y el chileno, que sin embargo coinciden en el tiempo, para entender esto.

Los constituyentes españoles, tras una dictadura que había durado casi cuatro décadas, comprendieron que los partidos políticos habían quedado debilitados. Pero entendían, por el contexto europeo, que su función era esencial para la democracia. El resultado fue el artículo 6 de la Constitución española que prácticamente bendice a los partidos: “Los partidos políticos expresan el pluralismo político, concurren a la formación y manifestación de la voluntad popular y son instrumento fundamental para la participación política. Su creación y el ejercicio de su actividad son libres dentro del respeto a la Constitución y a la ley. Su estructura interna y funcionamiento deberán ser democráticos”.

La Constitución chilena no dedica un artículo específco a los partidos, pero su visión negativa está recogida en los artículos 18 y 19. Es signifcativo el comienzo de este último artículo donde se advierten los deseos de establecer limitaciones a la acción de los partidos antes que a favorecer su papel: “Los partidos políticos no podrán intervenir en actividades ajenas a las que les son propias ni tener privilegio alguno o monopolio de la participación ciudadana…”.

Pero, además, la transición a la democracia en Chile no fue una etapa en la que los partidos se reforzaran desde el punto de vista institucional. En diciembre de 1997, el profesor Carlos Huneeus publicó en El Mercurio un artículo titulado ¿Una democracia sin partidos? En él, cuestionaba que en las elecciones parlamentarias del 11 de diciembre de ese año los partidos políticos prácticamente habían desaparecido de las campañas: “El retraimiento de los partidos y el protagonismo individual de los candidatos afectan el normal desarrollo político del país, que debe girar en torno a la construcción institucional y no a la personalización de la política”.

El artículo del profesor Huneeus era extraordinariamente certero respecto de lo que ocurriría con el sistema de partidos chileno. La Convención Constituyente se desarrollará en un ambiente de recelo hacia los partidos, no tan agudo como el que animó a Jaime Guzmán y a los militares en el proceso de elaboración de la Constitución de 1980, pero igualmente crítico. Sin embargo, del mismo modo que la admiración por las ideas de Carl Schmitt ha cambiado de bando desde entonces, las críticas a los partidos ahora proceden fundamentalmente desde la izquierda y desde ese grupo de bordes difuso que se aglutina en la Lista del Pueblo. En mayo pasado, el sociólogo chileno Andrés Kogan Valderrama resumía en un artículo en La Vanguardia de Barcelona los temores de ese sector político: “El peligro obviamente de que los partidos políticos tradicionales recolonicen el proceso institucional constituyente, está siempre presente”.

John Müller conduce Primera Pauta, de Radio PAUTA, de lunes a viernes a partir de las 07:00 horas. Escúchelo por la 100.5 en Santiago, 99.1 en Antofagasta, y por la 96.7 en Valparaíso, Viña del Mar y Temuco, y véalo por el streaming en www.PAUTA.cl.

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