44 años cultura

Page 1

El presente de j贸venes inquietos

Edici贸n 44潞 Aniversario Viernes 3 de octubre 2014


2 - Olmué

EL OBSERVADOR

44 Años con Usted

Viernes 3 de octubre de 2014

EmpRESA pERIODÍSTICA

EL OBSERVADOR “La Verdad más que un valor es una actitud ante la vida”.

RobeRto Silva bijit

Fundador y Presidente del Directorio: Roberto Silva Bijit Director: Roberto Silva Binvignat Editores: Gustavo Rodríguez Catalán Mario Campos Vinet Claudio Espejo Bórquez

Un artista olmueíno que se atrevió a dibujar en la piel El “Chico Graffo”, es tatuador, graffitero, aerografista, cantante de rap y tiene su propio estudio de grabación

pRensa La Concepción 277 Casilla 1-D Fonos: (33) 2342202 - 2342201 quillota@observador.cl

diReCCiones y ContaCtos poR Ciudad

La Calera Arturo Prat 797 Fono: (33) 2342214 lacalera@observador.cl

La Ligua

Ortiz de Rozas 694, Ed. Anchimallén 2ºP. Of. 15 Fono: (33)2342218 petorca@observador.cl

Limache Serrano 125 oficina 2 Fono: (33) 2342219 limache@observador.cl

san Felipe Salinas Nº 1432 (Ex 318) Fono: (34) 2343707 aconcagua@observador.cl

Los andes Santa Rosa 225 Fono: (34) 2343713 losandes@observador.cl

Quintero Agencia: Cabo Ortiz Nº 110 Fono: 99036504

Concón Agencia: Av. Concón-Reñaca Nº4735 Fono: (32)2818691

Llay Llay

Agencia: Balmaceda 333 Fono: (34)2612468

pubLiCidad Coordinadora Comercial: Alejandra Cabezas Hill publicidad@observador.cl Fono Fax: (34) 2342205 Casa Matriz Quillota

aVisos eConÓMiCos Fonofax: (33) 2342210 - 2342209 economicos@observador.cl y en forma directa en todas las oficinas arriba mencionadas.

eConÓMiCos poR MaiL y susCRipCiones Sandra Sepúlveda ssepulveda@observador.cl Fono: (33) 2335398

Radio “Quillota” 101.5 F.M.

La Concepción 279, Quillota Fono: (33) 2342211 radioquillota@observador.cl

Radio “La Calera” 105.5 F.M. Arturo Prat 797, La Calera Fono: (33) 2342213 2342215 radiolacalera@observador.cl

M

uchas veces las familias quieren que sus hijos o nietos, después de terminar su enseñanza secundaria, estudien alguna carrera profesional, se titulen y luego consigan un trabajo estable en una empresa que les permita vivir tranquilamente, al lado de una esposa e hijos en una casa o departamento. Ese es tal vez, para muchos, prácticamente el esquema de la vida. Pero no todos han seguido este camino y, por el contrario, han decidido confiar en sus talentos, optando por el riesgo de emprender sin saber qué les preparará el futuro. Esta manera de ver la vida describe perfectamente al dibujante, tatuador y cantante de rap olmueíno, Aldo Pizarro Vega, más conocido como “Chico Graffo”. Con 30 años de edad recién cumplidos, hoy este joven vive del arte de los tatuajes y la pintura de artículos con diseños personalizados. Sin tener un título universitario, puede decir que es dueño de su tiempo y su propio jefe. El “Chico Graffo” nació en Olmué, estudió en el Colegio Montevideo de esta comuna y en el Liceo Municipal de Limache. Antes de terminar su cuarto medio, a los 17 años, quiso hacer el servicio militar en el Regimiento de Caballería de Quillota. Allí concluyó sus estudios secundarios y tras egresar, trabajó atendiendo público, en labores agrícolas y junto a su padre, quien es panificador. Pero Aldo Pizarro quería algo más, así que buscando mejores opciones laborales se mudó en

2004 a la comuna de Padre Hurtado, en la Región Metropolitana. Luego de tres años en la capital, donde trabajó como encargado de bodegas, la soledad lo tironeó a su tierra natal. aRtista autodidaCta En este trayecto conoció el hip-hop, un movimiento cultural que abarca cuatro áreas: el rap, graffiti, breakdance y el DJ. En un principio, el “Chico Graffo” se interesó especialmente por el dibujo. “Cuando era chico, estaba en mi casa, miraba por la ventana y me ponía a retratar el cerro La Campana de noche, además de paisajes y animales. Más tarde, en el Liceo de Limache, comencé con el Graffiti y después participé en el Primer Encuentro de Graffiteros de Olmué, que se organizó en Lo Narváez”, cuenta Aldo Pizarro. Al mismo tiempo surgió su interés por la música rap. “Cuando estaba en el colegio siempre escribía, hacía poesía, me gustaba todo eso, entonces en las celebraciones del Día del Profesor típico que se realizaba

Una de las poleras con diseños personalizados en base a la técnica de la aerografía, otra de las especialidades de Aldo Pizarro.

Impreso por órden de

Empresa Periodística EL OBSERVADOR

Av. Rafael Ariztía 600, Quillota. Empresa afiliada a la Asociación Nacional de la Prensa (ANP), Sociedad Interamericana de la Prensa (SIP), Asociación de Radiodifusores de Chile (ARCHI), Asociación Iberoamericana de Radiodifusores (AIR), Asociación de Pequeños Industriales y Artesanos de Quillota (APIAQUI), Cámara Regional de Comercio y Cámara de Comercio Detallista de Quillota.

Circula en las comunas de:

Quillota, La Cruz, La Calera, Nogales, Hijuelas, Limache, Olmué, Concón, Quintero, Puchuncaví, La Ligua, Papudo, Zapallar, Cabildo y Petorca.

www.diarioelobservador.cl

Aldo Pizarro junto a la casa que construyó gracias a su arte y donde ahora también dibujó una de sus murallas.

por Felipe León díaz

Quillota

Actualmente el “Chico Graffo” vive de los tatuajes que realiza en la sala que levantó junto a su estudio de grabación.

un acto y surgía la oportunidad de cantar. También aprendí “Funky Fresh”, un estilo de baile relacionado con el hip-hop”, relató el artista. Fue a raíz de diversas injusticias que contravenían sus convicciones, que durante la época escolar surgió su interés por las temáticas sociales. “En ese tiempo comencé a cantar sobre las cosas que pasaban en la población, los diferentes tipos de vivencias que uno va acumulando y me preguntaba por qué nos discriminaban tanto”, explica el “Chico Graffo”, quien actualmente cuenta con tres discos a su haber, cuyas canciones son reproducidas en ra radioemisoras locales y constantemente se presenta en eventos. En este camino también han surgido personas - algunas in incluso muy especialesque han apoyado la mú música de Aldo. “En una ocasión tuve una pre presentación en Quebrada Alvarado y conocí al sar sargento de Carabineros Andrés Quiroz, quien hasta el día de hoy me invita a eventos comu comunitarios en escuelas pú públicas donde interpreto mi rap social y a él le encanta eso. Con estas cosas el hip-hop se am amplía más y creo que uno las debe aprovechar”, afirma el cantante. A esta faceta musical se agrega el haber sido conductor de un programa radial hiphopero. “En 1998 y hasta hace dos años atrás participé en una radio comunitaria de mi sector que aun funciona, con un espacio dedicado a esta cultura, entregando información social e invitando grupos para que hablaran sobre su música. Eso me gustaba porque era FM, entonces todos me podían es-

cuchar, porque muchas veces la gente adulta no tiene acceso a una radio por Internet”, narró “Chico Graffo”. Durante su permanencia en Santiago, levantó su propio estudio de grabación, llamado “Doble H Records”, donde grabó sus canciones y conoció a diversos exponentes de esta tendencia. De vuelta en Olmué siguió con este proyecto que ha ido creciendo cada vez más, especialmente cuando ingresó a estudiar técnico en sonido, carrera que no pudo terminar por falta de recursos, pero que le aportó conocimientos sobre el tema. tatuaJes y aeRoGRaFÍa Hoy la vida de este olmueíno gira en torno a los tatuajes. “Empecé cuando estudiaba en el Liceo de Limache, con mi amigo Mauricio Cubillos. Él me hizo un tatuaje y un día, hablando de nuestros problemas económicos, me dijo que yo podría tatuar. Le dije que ‘me daba cosa’, pero me pasó la máquina y me dijo que lo intentara”, recuerda. Así el “Chico Graffo” se entusiasmó y con el tiempo ha ido perfeccionándose. “El primer tatuaje se lo hice a mi hermana Natalia, no quedó espectacular, pero se entiende. Después empecé a pulirme más y no he parado. Si se dibuja bien y se sabe hacer sombreos, se puede tatuar. Además con la variedad de agujas y tintas que hoy existen se pueden hacer cosas geniales. La piel se transforma en papel, la máquina en lápiz y se convierte en algo bacán”, dice entusiasmado. Es este entusiasmo el que lo llevó a dedicarse a este arte como fuente laboral, aunque la decisión no fue para nada fácil. “Yo trabajaba en el campo y quería comprarme un auto, estaba cansado de andar en bicicleta, entonces hablé con una amiga que me ofreció 500 mil pesos para comprarme un vehículo. Pero lo pensé y decidí arrendar un local para hacer

tatuajes. Encontré uno en Limache, pero lo arrendaron primero. Conversando con ella me di cuenta que podía ganar más dinero tatuando y me arriesgué. Llevaba cuatro años en una empresa, pero lo decidí, y dejé el trabajo”, relató el artista. Pero el tiempo le dio la razón y hoy ha hecho de los tatuajes su principal fuente de ingreso. “Gracias a las redes sociales hoy tengo bastantes clientes que vienen hasta de Santiago. A cada tatuaje que hago le saco una foto y la subo a mi Facebook, eso me ha dado prestigio, la gente consulta, le gustan los precios y vienen a mi casa. Así pago mis cuentas hoy, lo hice, me arriesgué y aquí estoy”, comenta satisfecho. Pero la versatilidad del “Chico Graffo” no se limita solo a los tatuajes, también crea diseños personalizados en poleras y otros artículos, mediante la aerografía. “Se trata de pintar con una pequeña pistola a escala menor que funciona con aire y pintura, se puede ocupar en automóviles, cuadros, muros o hasta carcasas de celular. Aunque es un trabajo carísimo, yo cobro barato porque se me hace fácil: dibujar, graffitear y tatuar es lo mismo. Actualmente estoy dedicándome más al tema de las poleras, eso se hace con pinturas especiales y lo que hago es hacer diseños”, explica el olmueíno. Se nota que Aldo Pizarro está contento por sus logros. Gracias al tatuaje y la aerografía, él mismo y con la ayuda de amigos y vecinos, se construyó su casa, en el terreno de su familia. Planea seguir tatuando y en el futuro anhela viajar a México a perfeccionarse y, de paso, tatuarse todo el cuerpo. Para este joven olmueíno la clave para cumplir sus sueños está en atreverse a perseguirlos.

Gracias a los tatuajes, el “Chico Graffo” ha podido vivir sin mayores problemas.



4 - Puchuncaví

EL OBSERVADOR

44 Años con Usted

Viernes 3 de octubre de 2014

La desconocida historia de Parra e Ibarra: los Uno, descendiente de Violeta Parra, vive hace años en la vieja Estocolmo hasta donde llegó para conocer a su abuelo Lautaro; el otro, recorre las callecitas de Buenos Aires evocando los aires del Horcón que anhela plasmar en tinta y papel Por Marisol Valdés Riffo

O

mar Valdivieso, el “Guardián de la Memoria”, suele narrar en sus columnas episodios de la historia de Horcón, donde conviven la magia y la realidad en un pasmoso equilibrio que a ningún “horconero” parece extrañar. Para un afuerino cualquiera, personajes como la “Babilonia” parecerían sacados del realismo mágico de García Márquez o de una obra de nuestra Isabel Allende. Pero no. Ella es tan real como usted o como yo. Esta especial característica la saben muy bien Lautaro Parra y Felipe Ibarra, dos jóvenes criados en el místico ambiente que nace donde se conjugan la artesanía y la pesca; el hipismo de antaño y el turismo de hoy. En Horcón, la caleta de las mil historias. LA SANGRE DE VIOLETA PARRA Lautaro Parra Caballero fue concebido en El Cuzco. Allá, en las alturas peruanas, su madre, Vicky Caballero, y su padre, Jorge Parra -sobrino de Violeta- vivieron intensamente el amor que los unió desde que se conocieron en Arica, ciudad adonde Vicky regresó en 1983 para traer al mundo al pequeño Lautaro, llamado igual que su abuelo Lautaro Parra Sandoval. Con los años Jorge y Vicky se separaron y ella regresó a Santiago con el niño. Un día, sin embargo, decidió viajar a Horcón por el fin de semana. Ese viaje cambiaría las vidas de madre e hijo, pues ella conoció a Carlos Riquelme, un joven

guitarrista quillotano del que se enamoró y con quien comparte su vida hasta hoy, el que las ofició de padre con todos los esfuerzos y desvelos propios de la paternidad. Para Lautaro fue la entrada a un mundo nuevo e inspirador, que marcaría sus días y su vocación. Fueron los largos días de invierno en la caleta los que le dieron el tiempo para lanzar su imaginación al aire, la que dio sus primeros frutos en formato de cómic, con una historia llamada “Guerra Fría”, en la cual combatían helados de agua y de leche. Tras finalizar sus estudios básicos, comenzó la secundaria en la Escuela Agrícola de Longotoma. “Este lugar me marcó notablemente, pues desde ahí que no me estoy quieto mucho tiempo en el mismo lugar, me transmite la necesidad de la itinerancia”, comenta, pues a partir de entonces comienza un largo periplo que lo llevó a terminar su educación media en Puchuncaví y recorrer lugares tan disímiles como Atacama, Elqui, Valparaíso, Santiago, La Patagonia y Puerto Natales. Pero entre ciudad y ciudad siempre hubo largos retornos a la caleta, como si volviera a recargar pilas para iniciar una nueva aventura en un mundo que ya le quedaba estrecho. En esos innumerables retornos participó en un taller literario creado por Cristian Vila, escritor, filósofo y mentor -o quizás “despertador” de su conciencia literaria- donde pule su estilo y despliega sus alas.

La infancia de Lautaro en Horcón fue la entrada a un mundo nuevo e inspirador, que marcaría sus días y su vocación.

Ya era hora de volar a otros mundos. A EUROPA EN BUSCA DE SUS RAÍCES En su último viaje a la Patagonia, en 2012, su libro “Relatos del fin del mundo” vio la luz. En sus palabras, es una obra“ acerca de ese fin del mundo cotidiano, el que vemos todos los días. El de un amor perdido, un viaje, cambio de trabajo o cualquier evento que nos hace cambiar la realidad y remueve los cimientos de quiénes somos”. Fue entonces -quizás a propósito de la temática de su librocuando toma contacto con su abuelo paterno, Lautaro Parra Sandoval, quien a la sazón vivía en la lejana y vieja Estocolmo y padecía un cáncer terminal. “Me dediqué a conocer su maravillosa obra y tuvimos un acercamiento personal, que nos llevó a reunirnos en 2013 en Suecia. Así conocí a este artista íntegro, hermano de Violeta y Nicanor, quien realizó obras en música, poesía y escultura. Un grande del panteón de los artistas chilenos y que vive en un seudo anonimato entre sus compatriotas”, recuerda. Lautaro reconoce tener algo de los genes artístico-folclóricos de los Parra, a pesar de que la relación con su familia paterna ha sido irregular. “La sangre tira, pero yo no tuve una gran relación con la familia Parra, a pesar de ser nieto de Lautaro, el hermano de Violeta. Mi padre biológico desapareció después de mis primeros meses, solo sé que vive en Brasil, tiene un restaurante y sufre Parkinson, por eso mi relación con la familia siempre ha sido un ir y venir. Sin embargo, las décimas me salen de forma natural, la poesía florece de mi pluma, sin ser aun de una calidad extraordinaria, porque aun necesito mucho trabajo para llegar a ser un escritor del nivel que busco”. LA VIDA FUERA DE CHILE Es honesto este Lautaro Parra. No tiene ínfulas de gran escritor, ni la petulancia de algunos chilenos que después de unos años afuera miran la patria con ojo crítico y despectivo. “Son los mismos inmigrantes que cuando llegan de vacaciones a Chile cuentan maravillas de un lugar en el que son ciudadanos de segunda categoría”, reflexiona. Tampoco cuenta grandezas. Es un tipo común y corriente que trabaja en lo que puede -construcción, aseo, lo que sea, para abrirse paso en las difíciles páginas de la literatura. A sus 31 años reconoce

De “Relatos del fin del mundo”, el filósofo y escultor Cristian Vila dice: “Es una suerte de libro de crónicas o de evocaciones o de la historia de un itinerario -de un recorrido-, o las tres cosas”.

que su infancia en la caleta lo marcó. Es que, aunque nunca le faltó nada, tampoco le sobró. Por eso, la vida de esfuerzo no le es desconocida y tampoco parece molestarle, pues gracias a ello está dándole más oportunidades a su vocación. “Al salir de Chile estamos solos y no es fácil el lograr hacerse un lugar. Aun así, el año pasado pude publicar mi segundo libro en Estocolmo, llamado ‘La Otra Ciudad’, en el que hablo acerca de personajes desconocidos de Estocolmo, de aquellos seres cotidianos que van desapareciendo en las aceras”, explica. Quizás uno de los rasgos más “parristas” de Lautaro Parra es ese “algo” de ir contra la corriente, ese aire contestatario que le brota naturalmente y sin acentos agresivos, que, en su caso, se traduce en letras y palabras. “Busco la extraña belleza de la basura, esos sentimientos y situaciones que están fuera de la zona de confort, busco escribir para decir algo que no se quiere escuchar todos los días. En poesía, me gusta hablar de amores truncos y sentimientos perdidos, ya que creo que en la vida humana la felicidad es una droga momentánea que entrega una larga resaca. La literatura latinoamericana tiene una manera distinta de decir las cosas, nosotros somos más pasionales, sin embargo lo que busco es lo visceral, eso que nos corroe (…). Si el lector dedicó una expresión o movió su cuello al leer es que he tenido éxito y las letras le hablaron de la manera que busqué, por eso, es importante en

la literatura el entender cuál es el efecto que buscamos en el lector, que nos cuente con la presión de los dedos sobre el papel si está de acuerdo con el actuar del personaje, pero que de ninguna forma deje de leer”. Hoy, el desafío para este Parra es otro. “En estos momentos preparo un poemario y estoy escribiendo un libro de relatos en inglés, para ser publicado en Europa. Se pierde demasiado cuando se traduce, ya que es posible traducir una palabra, mas nunca una idea”, confidencia. Es que para Lautaro “hablar” un idioma no es lo mismo que “interpretar” un lenguaje. Se debe vivir en la tierra donde se habla para poder entenderlo, y eso lo tiene prístinamente claro después de varios años fuera de Chile. Tampoco se trata de “inventar” un personaje, puesto que la creación literaria no es la mera sumatoria de ciertas características. Los protagonistas deben tener una esencia que nace de su propio ambiente, por eso planea una historia, “pero para ello quiero conocer a una persona de esas que cambian el color del aire, ojalá de Europa

del este, ya que en los países de la Unión Europea muchos inmigrantes de la ex Yugoslavia o de países con pocos recursos llegan a trabajar, en las mismas condiciones en la que me encuentro yo, pero un latino hablando de latinos es aburrido”. Por lo pronto no está en sus planes literarios escribir sobre su Horcón de antaño. “Me pasa que he buscado una historia acerca de Horcón, pero me parece que los acontecimientos históricos aún están muy frescos como para utilizarlos en mi literatura, sin tener un prejuicio, ya que un juicio de valor realizado acerca de cualquier cosa es un prejuicio, por eso, busco primero abandonarlos antes de tratar de involucrar a mi caleta en la literatura”. Es esta misma certeza la que utiliza para responder nuestra última pregunta: ¿Piensas volver algún día a radicarte en Chile? “Nunca se sabe”, contesta enigmático y al estilo “parriano”. Es que lo que se hereda, no se roba. FELIPE IBARRA, EL HEREDERO DE “LENGUARAZ” Felipe Ibarra Cortez tenía solo 10 años cuando “le cayó la chaucha” de que su vida en Horcón se transformaría en un verano permanente. Llevaba varios años pasando las vacaciones en la casa que su abuela tenía en la caleta, aprovechando hasta el último minuto antes volver a clases en la capital. Pero en 1997 algo especial pasó. Esa penúltima noche de vacaciones la disfrutaba solo junto a su abuela en esa casa acostumbrada a recibir a medio mundo. Allí llegaban su padre -para entonces separado de su madre- su hermano, primos, tíos y otros parientes, “pero mi abuela y yo éramos inamovibles”, rememora. Cuando se disponían a dormir, una bocina extraña golpeó a su puerta. Al abrir, se quedaron atónitos viendo un camión, y bajando de él, a su madre, su hermano y su padre. “Nos vinimos a vivir a la playa”, anunció alegremente ella. Fue así como el mundo de Felipe rodó hasta las cercanías de la Población de Artesanos. Esta historia -resumen de “La Otra Ciudad” y “Relatos del fin del mundo” son parte de la narrativa es este “horconero” que lleva la sangre de los Parra en las venas.


Viernes 3 de octubre de 2014

EL OBSERVADOR

Puchuncaví - 5

44 Años con Usted

“horconeros” que aprendieron a sacar letras de la arena Felipe Ibarra organiza “Letras en la Arena” hace tres años, donde no puede faltar su amigo y escritor Lautaro Parra.

cómo se la contaron- no solo fue un cambio en su vida, sino que también fue el hito que volvió a “arrejuntar” a sus padres bajo un mismo techo. De esa infancia recuerda que “muchas veces acompañé a mi papá a vender sus pinturas en las mañanas, a la hora en que llegaban los botes llenos de pescado. Él se instalaba con atriles, cerca de los botes y exhibía su trabajo (…) pasé muchas tardes ahí, jugando con otros niños, hijos de artesanos y de pescadores”, rememora. Su primer acercamiento a las letras fue en una casa contigua y deshabitada que también era de su abuela. “Ahí habían muchas cosas que habían quedado de otras mudanzas, entre ellas la biblioteca de mi abuelo, que estaba reducida a cajas mal embaladas, humedecidas y desordenadas. Empecé de a poco, como un juego, a organizar ese material, eran muchos libros, algunos los reparé como pude, me maravillaba con los dibujos de las tapas. Todavía tenían que pasar algunos años para que me decidiera a leer alguno, pero el bichito ya estaba”, explica, aunque se apura para aclarar que su primer amor fue por el libro como objeto antes que como literatura. “Y HASTA QUE LLEGÓ LA BABILONIA” Después de finalizar sus estudios en Puchuncaví y Quintero, Felipe se enfrentó a su futuro. Estaba claro que lo propio era el arte y, consecuentemente, entró a estudiar guitarra clásica en el conservatorio de la PUCV. Pero algo faltaba y es aquí donde reaparece el gusto por las letras, que ya había desarrollado en el taller que dictaba Cristian Vila y en el que también participó Lautaro Parra. Recuerda que “Cristian no fue un profe con nosotros, al contrario, nos impulsó, dejó que nos equivocáramos, nos criticamos, aprendimos a leernos. Fue un proceso

maravilloso (…). El taller habrá durado unos cinco años, es una locura, escribíamos un cuento a la semana. Eso fue espectacular, nunca más he podido escribir a ese ritmo”, dice, entusiasmado con la idea de recopilar todo ese material y publicarlo algún día. De forma paralela participó en la revista horconina “El Saturnino”, publicando cuentos y entrevistas, entre ellos la historia llamada “Y hasta que llegó la Babilonia”. “La Babilonia fue una mujer muy querida en la caleta. Siempre llegaban rumores de que se había muerto o la habían matado, pero ahí llegaba ella de lo más campante. Mientras más trágica era la noticia, más triunfal era su aparición. Llegaba radiante, con ropa nueva, botas, cartera. Y a los dos días andaba con harapos, porque todo lo que tenía lo empeñaba por alcohol. Eso hasta que venían a buscarla, la ponían en tratamiento, se perdía un rato, llegaba otro rumor y aparecía nuevamente. Era de esos personajes raros, pero

únicos”, explica. Fue así como llegó a la convicción de que lo suyo era la edición, carrera que no se impartía en Chile, pero sí en Argentina y de forma gratuita. Cogió pitos y petacas y partió a recorrer las callecitas de Buenos Aires buscando “cambiar de aire, conocer otras realidades y vivir la experiencia de vivir fuera”. “LETRAS EN LA ARENA” En la capital del dos por cuatro, además de estudiar Edición y Artes Visuales -otra de sus pasiones- ha desarrollado sus habilidades manuales en el arte de la encuadernación, además de publicar una revista de corte circense llamada “Varieté de Papel”. Sin embargo, confiesa que no tiene ninguna urgencia en publicar. “Tengo material para un volumen de cuentos que estoy trabajando hace algún tiempo, pero no tengo apuro en publicarlo. Por ahora estoy preparando un libro que me tiene muy entusiasmado, además de otros proyectos de edición. Sin duda quiero publicar algo,

En Buenos Aires, además de estudiar Edición y editar una revista, Felipe también elabora encuadernaciones artísticas.

pero ahora estoy en otra etapa, aprendiendo un montón y editando más que escribiendo”. A pesar de lo anterior confiesa que le gustaría escribir un libro sobre Horcón, quizás una recopilación de crónicas e historias que han llegado hasta sus oídos y le apasionan. “Me encanta el libro de Omar Valdivieso ‘Crónicas Náufragas’ y los otros libros que tiene, es un gran escritor. Uno de los últimos escritores locales, que escribe de las temáticas de su pueblo, que retrata al pescador artesanal con toda su complejidad, continuador de tradiciones como la de Francisco Coloane o de Manuel Rojas. Y sin querer parecerme a su estilo, me gustaría continuar su legado y agarrar la batuta de ‘Lenguaraz’, personaje que él

ha desarrollado tan bien. Creo que la obra de Omar merece mayor atención, mejor edición y difusión” confidencia. Pero este Ibarra se las trae. Consciente del abismo que separa la caleta de las librerías -las más cercanas están en Viña- hace tres años que organiza de motu propio -y sin la ayuda de ningún organismo- , un encuentro de escritores jóvenes en caleta Horcón llamado “Letras en la Arena”, que congrega a personas que están publicando sus primeros libros y que no tienen cabida en los circuitos literarios tradicionales. El encuentro dura dos días durante los cuales hay presentaciones artísticas, lecturas, exposiciones pictóricas, muestras y lanzamiento de libros y

finaliza con la entrega gratuita de una antología al público. Para la versión 2015, promete novedades y piensa ampliar el abanico de invitados, incluso a nivel internacional. Es que Felipe Ibarra es un soñador, pero aterrizado. “Es necesario generar espacios uno mismo, en vez de esperar que hayan programas de gobierno que vengan a salvarnos, pues no van a venir y si vienen, vendrán buscando votos. Yo hago esto porque nunca tuve la suerte de que me invitaran a algo parecido y me hubiese encantado. Entonces, mi deber es generar una alternativa y me lleno de orgullo cuando viene gente”, cuenta este horconino por adopción, el mismo que conoció las letras allí, en las arenas de su querida caleta.


6 - La Cruz

EL OBSERVADOR

44 Años con Usted

Viernes 3 de octubre de 2014

El joven compositor que escribe el nombre de La Cruz en una partitura Con solo 19 años de edad, Bastián Jorquera Figueroa ha logrado desarrollar una impecable carrera musical Por Gonzalo Vidal Gallardo

C

omo una gran nota musical, así es como se podría definir la vida de Bastián Nicolás Jorquera Figueroa, joven de 19 años proveniente de La Cruz, quien con un gran talento, ha logrado desarrollar una prometedora carrera ligada a la composición musical. Desde pequeño, Bastián sintió una especial atracción por los tonos y melodías, característica que lo diferenciaba del resto de los niños, quienes dedicaban gran parte de sus horas a los juegos u otras acciones. Bastián, en tanto, dedicaba su tiempo a descargar partituras de música clásica, hecho que siempre llamó la atención de sus padres y que hacía prever el futuro musical de este crucino. “Mis papás me contaron que cuando yo tenía cerca de cuatro años, me llevaron a una clase de piano y en ese momento la profesora que me vio, les dijo que me llevaran en un par de años más, ya que al parecer algo había visto en mí”, comentó el joven compositor a “El Observador”. Justamente fue ese instrumento el que lo cautivó luego de presenciar un concierto de la orquesta comunal en vivo. En ese momento el joven músico comenzó a mezclar pistas en el computador, además de memorizar e improvisar melodías en su mente. NACE UN COMPOSITOR A la temprana edad de nueve años, Bastián Jorquera se unió a la Orquesta Ensamble Temporía de La Cruz, donde comenzaría a dar sus primeros pasos en la música clásica. Fue así que, ensayo tras ensayo, fue internalizando cada vez

más la música, logrando formar parte de un importante proyecto musical en la comuna. “Empecé tocando flauta traversa en la orquesta y si bien al principio tenía clases con profesores particulares, después empecé a aprender de forma autodidacta. Luego mis padres me regalaron un teclado y ahí aprendí solo, nunca tuve profesor de teclado a esa edad. Más adelante pude tener una guitarra eléctrica, por lo que cada vez me fui familiarizando más con la interpretación de diversos instrumentos”, recuerda Bastián. Junto a unos amigos conformó un grupo de trabajo musical, por lo que de a poco comenzó a dedicarle largas horas del día a la búsqueda de nuevo material, para posteriormente componer y grabar diversos temas con su grupo de compañeros de la orquesta. Cuando se empinaba por los 15 años y cursaba segundo medio, ya interpretaba algunos temas propios en su teclado, instrumento que hasta hoy en día lo acompaña en cada uno de sus trabajos. “LAS ROSAS DEL DIABLO” Fue el año pasado que Bastián Jorquera pudo llevar a cabo su primer trabajo profesional como compositor, luego que fuera recomendado por la directora de la orquesta, Karina Zelaya, para participar en la composición del tema principal de una película que iba a ser grabada en Hijuelas, denominada “Las Rosas del Diablo”. “Para el trabajo en la película, el director me mandó el guión, para que luego yo fuera con mi papá a Hijuelas, lugar donde se origina la historia del film. Fue

A los nueve años Bastián Jorquera Figueroa se incorporó a la Orquesta Ensamble Temporía.

así que fui a ese lugar de noche, grabé unos sonidos y traté de empaparme de esa inspiración, de captar el misticismo que había allí para desarrollar un tema que identificara lo que se quería mostrar a través de la película”, contó el músico de La Cruz. Este joven músico crucino siente que fue una bendición el haber podido participar en esta experiencia, considerando que en ese momento solo tenía 17 años. A pesar de ello, este trabajo fue un gran desafío personal, al que le dedicó largas jornadas de trabajo, para lograr que el producto final estuviera al nivel de las expectativas que se habían generado con su participación. Cabe señalar que en el año 2010, Bastián ya había compuesto un tema para la orquesta, el cual fue interpretado por el grupo en el Teatro Portales, convirtiéndose en un importante hito en su carrera como

El joven compositor crucino musicalizó el film “Las Rosas del Diablo”, ambientado en Hijuelas.

compositor. En este aspecto, el joven músico dice que el apoyo entregado por la directora de la orquesta fue fundamental, ya que ella siempre le entregó las herramientas necesarias para desarrollar su potencial. EL DESAFÍO UNIVERSITARIO Actualmente, y con 19 años de edad, Bastián Jorquera está cursando el segundo año de Licenciatura en música, mención composición musical, carrera impartida en la Universidad de Chile y que contempla un plan de estudios de siete años. Sin embargo, a pesar de su gran talento musical, el joven crucino recuerda que entrar a la universidad no fue nada fácil, considerando que anualmente postulan cerca de 80 estudiantes a lo largo del país, de los cuales solo 13 aproximadamente logran entrar a la facultad ubicada en Santiago. “El proceso de admisión es diferente al tradicional, ya que no piden, por ejemplo, rendir la PSU, pero sí contar con ciertas aptitudes, ya sean musicales o auditivas, razón por lo que a través de una entrevista uno tiene que mostrar sus composiciones. Afortunadamente tuve el respaldo del jefe de carrera, lo que me ayudó en gran medida para alcanzar un gran desempeño en la presentación, lo que posteriormente me permitió entrar a la carrera”, explicó el estudiante universitario. En este aspecto, Bastián

agradeció la ayuda recibida por José Saavedra, profesor que imparte clases de música hoy en la Escuela Juan Pablo II de Nogales, quien fue un pilar fundamental en el año 2012 para su formación y posterior ingreso a la universidad. “Él me hizo clases particulares de teoría de la música y de armonía y en ese entonces me ayudó a entrar a un concurso de la Orquesta Sinfónica de Chile. Su apoyo fue fundamental, ya que además fue uno de los gestores para que yo pudiera entrar a la Universidad de Chile, razón por lo que estoy muy agradecido por todo lo hizo por mí”, expresó Bastián Jorquera. EL MENSAJE DE LA MÚSICA En la actualidad, Bastián se encuentra trabajando en la

composición del cortometraje “Raíces Negras”, proyecto audiovisual impulsado por estudiantes de cinematografía. Así es como el joven crucino ha trabajado con cada una de las escenas, con el objeto de crear los arreglos musicales para darle una identidad propia al cortometraje. “El enfoque que tengo se sale bastante del marco de los compositores tradicionales, ya que me gustaría dedicarme al tema audiovisual, en cine, documentales, largometrajes. Y es que en Chile existen muy buenos directores de cine, pero en cuanto a composición, no hay mucho para escoger o simplemente los directores prefieren darle prioridad a música que venga desde afuera” explica. En este sentido, mi idea es mostrarle a la gente una música que sea original y hecha por alguien de nuestro país. Y es que cada vez que yo escucho música lo veo desde el otro punto de vista, de qué me quiere decir esto, qué mensaje tiene, siempre hay un mensaje que la música quiere darte”, dijo el alumno de la Universidad de Chile. Consultado por sus raíces en La Cruz, Bastián señaló a “El Observador” que le gustaría retribuir a la comuna todo el apoyo que le ha brindado, en el cual han sido partícipes sus padres junto a su familia, sumado al apoyo de amigos y compañeros de labores. “Uno de mis sueños es formar una orquesta que incluya a los niños con discapacidad o problemas, como también ayudar a las personas a través de la música, ya que siento que es una fuerza tan poderosa que puede unirlas, por lo que espero aportar con mi granito de arena a la comuna que me vio nacer como compositor musical”.

Bastián aspira a desarrollar su carrera musicalizando cine, documentales y largometrajes.



8 - Quillota

EL OBSERVADOR

44 Años con Usted

Viernes 3 de octubre de 2014

Esteban Flores Monje, el artista quillotano que Comenzó dibujando con lápiz de pasta Bic en un cuaderno, luego experimentó con graffitis y hoy destaca por la realización de murales y cuadros de gran tamaño Por Alonso Aranda Araya

E

l arte pictórico urbano está muy presente en la Provincia de Quillota, a través del trabajo de diferentes exponentes locales, algunos de los cuales demuestran un talento innegable, que no solo es reconocido y premiado en la zona interior, sino a nivel regional y nacional. Murales y graffitis en paredes y espacios urbanos adornan y dan color a ciudades como Quillota y La Calera. No se trata de rayados marginales, sino de verdaderas obras de arte, algunas patrocinadas y auspiciadas por empresas privadas y municipios. Entre los que más destacan, están los murales y algunos graffitis, o mezcla de ambas técnicas, que llevan la firma “PRDN”, consonantes de la palabra perdón, que es el alias artístico de un joven creador local, quien imprime en sus trabajos una impronta

latinoamericana, que queda de manifiesto en los colores y los rasgos de los personajes que protagonizan su obra. DIBUJOS CON LÁPIZ BIC Esteban Flores Monje, de 26 años, es el menor y único varón de tres hermanos, perteneciente a una familia del sector surponiente de Quillota. La educación básica la realizó en la Escuela República de México (ex Escuela Said); mientras que la media la cursó en el Liceo Santiago Escuti Orrego y durante algunos semestres estudió la carrera de Diseño Gráfico en el Instituto Profesional Duoc UC de Viña del Mar. El joven artista creció en la Población Amanecer, ubicada a un costado de la Avenida Valparaíso, frente al Colegio Tierra del Fuego, “un lugar súper bacán, pero igual vulnerable. Pero yo siempre fui ‘piola’, entonces cuando chico me dedicaba har-

Mural realizado a un costado del Museo Histórico Arqueológico de Quillota, en calle San Martín.

to a dibujar”, dice. “Estudiaba en la escuela de la Said, que está cerca de la población, ahí me dedicaba a dibujar la mayoría del tiempo, dibujaba a Goku (personaje de la serie animada Dragon Ball Z), a los compañeros de curso, siempre fui como ‘el loco que dibujaba’, en el colegio, en la familia, en todos lados, porque dibujaba mucho, más que aho-

ra, hoy es muy poco comparado con lo que dibujaba cuando chico”, cuenta Esteban Flores. Los talentos artísticos deben ser cultivados desde temprana edad para obtener resultados de calidad en el futuro, para lo que es necesario el apoyo de los tutores y la constancia del creador. En este sentido, Esteban Flores se declara un afortunado, porque siempre contó con la ayuda

de sus padres, quienes con los recursos que tenían le dieron la oportunidad de practicar lo que más le apasiona. “A ellos siempre les pareció interesante lo que yo hacía y siempre me motivaron, dentro de sus capacidades, porque mi papá trabaja en la construcción y mi mamá haciendo aseo en casas particulares. Entonces dentro de sus posibilidades estaba comprarme un lápiz de pasta Bic y un cuaderno y yo lo aprovechaba al máximo. Y así después vino otro y otro, ese creo que es el mejor apoyo que me pudieron haber dado, lo que fue súper bueno, porque siempre tuve materiales”, rememoró el artista. MORENIDAD LATINOAMERICANA Esteban Flores cuenta que durante la adolescencia dejó de dibujar, “porque a esa edad uno quiere hacer otras cosas, está en otra, y para dibujar y crear se necesita estar en un estado de meditación, estar tranquilo”, dice. Asimismo, reconoce que por ese mismo alejamiento, comenzó a pintar graffitis ya “viejo”, aunque pareciera una exageración, ya que fue a los veinte años cuando hizo su pri-

mera obra en una muralla. “El primer graffiti lo hice en el Regimiento, estaba abierto y me metí a pintar como a las ocho de la mañana, eran unas letras con un monito gordito en un sillón, pero estaba probando, buscando mi estilo, porque uno nunca empieza a graffitear con el resultado al que puede llegar al cabo de harto tiempo”, aseguró. Después vinieron intervenciones en lugares más céntricos, como calle San Martín, junto al Museo Histórico Arqueológico, en La Concepción, entre Avenida Condell y Blanco, también en el Centro de Promoción y Salud, Promo, entidad que Esteban Flores destaca por

Cuadro de la colección Incoar, realizada junto a su polola para dar la bienvenida al mundo al hijo de ambos.


EL OBSERVADOR

Viernes 3 de octubre de 2014

Quillota - 9

44 Años con Usted

retrata la morenidad latinoamericana en sus pinturas la buena acogida que brindó a su trabajo. “Además he pintado en Valparaíso, en el norte y en el sur, con rayados, pegado de sticker, una mezcla de todo”, dice el joven. Pero el artista también plasma su arte en cuadros, la mayoría hechos en madera reciclada y recientemente está pasando a la tela. En esta modalidad ha realizado al menos tres exposiciones con diferentes colecciones, una de las cuales fue ejecutada mediante

Esteban Flores Monje, de 26 años, es uno de los muralistas más destacados actualmente en Quillota.

el Fondo Nacional de Desarrollo Cultural y las Artes, Fondart. “Una de estas exposiciones se titula ‘Familia’, que es una colección que pintamos con mi polola, son siete cuadros, con un claro toque autóctono, indígena. Cuando supimos que íbamos a ser papás, nos fuimos al norte y allá pintamos algunas cosas, después nos devolvimos a Quillota y fuimos al Centro Promo, donde nos prestaron la sala de exposiciones, fue puro amor, autogestión y reciclaje”, reveló el artista. Tal como destaca el propio Esteban, en su trabajo está presente el rasgo latinoamericano: “La morenidad es algo que trato de cultivar, que los monos sean morenos, porque básicamente uno ocupa los colores que más ve, por ejemplo si uno ve trabajos de artistas brasileños, los dibujos son más verdes o amarillos. Yo siento que me resulta utilizar los colores oscuros, el café, además mis dibujos son de gente con pómulos altos, con ojos rasgados, cejas prominentes, pelo duro, como yo igual, porque también tiene que ver harto con el autorretrato”, explica sobre su obra.

Muestra de la colección Incoar en los centros de salud primaria de Quillota.

Otra característica interesante de las obras de Esteban Flores - algunas de las cuales desarrolladas junto a su polola Gabriela Flores, madre de Camilo, hijo de ambos- es que en los cuadros incorpora elementos que dan la sensación de tratarse de obras en tercera dimensión, como es el caso de la colección “Incoar, Instalación Multisensorial de Bienvenida”, que consta de once piezas, “son los ocho cuadros que expongo ahora, pero además dos casas hechas de trupán, como casas de perro bien cototas, que se colgaban del techo y

adentro tenían espejos, y también una escultura”, detalló. “El objetivo de ese proyecto siempre fue darle una bienvenida a nuestro hijo, que cuando llegara al mundo tuviera una especie de bautizo artístico. En definitiva, son los cuadros de la espera de su nacimiento, es la representación de cómo es pasar de ser alguien sin mayores responsabilidades a ser alguien responsable de otra persona, cómo empiezas a formar tu propia tribu, ya no eres solo uno, en este caso ya somos tres, eso es lo que intento reflejar en esos cuadros”, confidencia

Esteban Flores. “Cuando pinto, se reflejan las cosas que quiero, no lo que está en mi mente solo en ese minuto específico, sino lo que está dentro mío y es lo que realmente deseo, como en el caso de la colección ‘Incoar’, donde se representa harto el concepto de la casa, porque cuando supe que iba a ser papá lo único que quería era poder tenerle a mi hijo un lugar propio, que no fuera la casa de nadie más”. Ese mismo trabajo tuvo un plan de intervención bastante particular, ya que también se expuso en consultorios y otros centros de atención primaria de salud pública. “Es porque me preocupa que los consultorios están siempre llenos de gente y no hay nada más que la tele, más fatalidad todavía, la gente enferma, hablando de sus enfermedades y la tele mostrando muertes, entonces es demasiado triste que no pase nada más que eso. Así que los cuadros se expusieron en varios consultorios de Quillota, como el ‘Raúl Silva Henríquez’ y ‘Miguel Concha’, y en los cesfam de Boco y La Palma”, explicó.

Esteban Flores Monje, quien actualmente trabaja en la Oficina de la Juventud de la Municipalidad de Quillota, cuenta que junto a otro pintor local están repostulando un proyecto al Fondart, que tiene por objetivo intervenir mediante murales y graffitis los departamentos de la villa Molinare, que -dice- es un lugar que está abandonado por las políticas públicas y es necesario mejorar.

Graffiti pintado en el patio interior del Museo Histórico Arqueológico de Quillota.

Vía “PIV” y Recuperación de Borde Costero: los dos grandes proyectos que cambiarán la cara a Concón El senador Francisco Chahuán, la ministra Paulina Saball; el alcalde Óscar Sumonte y el seremi Mauricio Candia, revisando el proyecto de la Via Piv y el de recuperación del borde costero.

La Municipalidad de Concón está gestionado ante el Ministerio de Vivienda y Urbanismo los dineros para estas dos obras que permitirán descongestionar la comuna y que todos puedan usar la costa para pasear y hacer deporte La joven comuna de Concón ha entrado en etapa de cambio, luego que gran parte de las gestiones municipales resolviera problemas básicos, muy sensibles para los vecinos, pero que no tuvieron características de mega proyectos. Una vez materializada esa etapa, llegó el momento de dar pasos históricos, con iniciativas que cambiarán la cara de la comuna. El alcalde de Concón, Óscar Sumonte, en su cuarto periodo a cargo del municipio, manifiesta que la ciudad está preparada para pasar a esta nueva fase, teniendo como pilares fundamentales dos grandes planes de mejoramiento vial y de espacios públicos: la recuperación histórica del borde costero y la construcción de la Vía PIV (Plan Intercomunal Valparaíso), que unirá Concón con Viña del Mar, dando una alternativa de circulación que descongestionará la Avenida Concón - Reñaca. “Desde la creación de la comuna, lo primero fue resolver los problemas urbanísticos que tenía: más del 60% de las calles eran de tierra, se generaron soluciones de pavimentación que se han ido resolviendo en gran medida a través del Programa de Pavimentos Participativos. Había un déficit

importante de alcantarillado, con sectores emblemáticos muy antiguos que no lo tenían, como Costa Brava, Concón Sur, Los Romeros, Villa Aconcagua, Villa Concón Dos; y a eso se dedicaron los esfuerzos de estos años. Pero ahora se instalan nuevos y grandes desafíos”, cuenta el jefe comunal. DOS PROYECTOS CON RECOMENDACIÓN TÉCNICA RESUELTA La cobertura alcanzada en las necesidades básicas y el gran desarrollo del área de servicios derivaron en un incremento en el número de personas que eligió Concón para vivir, a lo que se suma su enorme población flotante, lo que ha impuesto una nueva tarea: hacerse cargo de los problemas de conectividad y congestión. Aprovechando la voluntad del Gobierno de financiar proyectos de gran envergadura para reactivar económica del país, el alcalde Oscar Sumonte y su equipo decidieron poner sobre la mesa los ambos proyectos. Ello, argumentando al gobierno su enorme viabilidad, pues son iniciativas que cuentan con sus recomendaciones técnicas aprobadas y sólo hace

VÍA PIV

BORDE COSTERO

La Vía Piv podría convertir un camino de tierra en la gran solución vial para Concón, paralela a la Avenida Concón – Reñaca. falta la decisión política para financiarlos. Sobre la Vía PIV, el alcalde explica que “es un plan que fue generado hace varios años y cuya rentabilidad social la dio Concón, pero se partió por Viña del Mar, donde ya está ejecutada gran parte, salvo unos puentes. Sin embargo, quedamos pendientes y actualmente el tramo de nuestra comuna es de tierra”.

El tramo va desde Bosques de Montemar hasta la Calle Once y el costo total de las obras alcanzaría los 3 mil 300 millones de pesos, que se gestionan ante el Ministerio de Vivienda y Urbanismo. Por ello, el alcalde Sumonte dice que “incluso podemos hacerlo por etapas, siempre pensando en iniciar trabajos con el Presupuesto de la Nación para el 2015”.

RECUPERACIÓN DEL BORDE COSTERO El segundo proyecto corresponde a la recuperación del borde costero, desde el ex Long Beach de Reñaca, hasta la rotonda de Concón, que por requerir un monto de casi 9 mil millones de pesos también podría hacerse por etapas. Se partiría por la que hoy es más accesible, porque no requiere expropiaciones: desde el límite con Cochoa hacia el sector de Los Lilenes. Este tramo demandaría una inversión de 2 mil millones de pesos, mientras que el otro, hasta la rotonda, necesitará los casi 7 mil millones restantes. Según detalla el alcalde, las cualidades de toda la intervención serán las mismas: el ensanchamiento de las veredas, con paseo peatonal y ciclovía; exactamente igual a lo que hoy se ve en los puentes arreglados de la zona costera. Para materializar los proyectos, el jefe comunal se reunió con la ministra de Vivienda y Urbanismo, María Paulina Saball; y el seremi del Minvu, Mauricio Candia; acompañado del senador Francisco Chahuán. En la instancia, el alcalde planteó como argumentos principales que “los dos proyectos le cambian la cara a Concón, generarán mucho empleo y se harán cargo de la presión inmobiliaria que está llegando”. “En el caso de la Vía PIV, pasaría a ser la ruta paralela a la Avenida Concón Reñaca y, en algún momento, una vía podría instalarse para la ida y, la otra, para el retorno, descongestionando Concón. Además, son totalmente alcanzables presupuestariamente, se pueden ejecutar ahora y no esperar estudios”, concluyó Sumonte.


10 - La Calera

Viernes 3 de octubre de 2014

El “Arte de “La cámara no hace al fotógrafo, el buen fotógrafo tiene que observar, captar la luz y disparar”, explica Cecilia “Bicha” Díaz Por Ana Silva Binvignat Fotos Cecilia “Bicha” Díaz

E

l 2008 volvió a La Calera y hace varios años es la encargada del área tecnológica en el Instituto Arcos de Viña del Mar. Su trabajo fotográfico ha sido mayoritariamente documental y análogo, es decir en blanco y negro y color, capturando a través de su ojo retratos, niños, paisajes, el teatro, la vida cultural, músicos y mucho más, exponiendo en diversos lugares de forma individual y colectiva, y también ha colaborado con revistas y libros. Formó así un estilo y una poética propia en su quehacer artístico, donde la luz, los detalles y la comunicación son los aspectos que más le importan, porque para ella una buena foto debe comunicar algo y el buen fotógrafo debe observar e involucrarse con su entorno. Cecilia “Bicha” Díaz conver-

EL OBSERVADOR 10 - Quillota

Viernes 25 de julio de 2014

xxxxxxxxxxx EL OBSERVADOR Se atreve y lo dice todo

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

xxxxxxxxxxxxxxxxxxx

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

-

-

-

xxxxxxxxxxxxxxxxxxx

-

44 años con usted

só con “El Observador” para explicar cómo llegó a captar gran parte del espíritu de La Calera a través de su lente. -¿Cómo comenzaste a sacar fotos? “Cuando chica nunca me gustó desfilar, pero iba a sacarle fotos a mis amigos con una cámara pócket rectangular que había en mi casa, también había una Polaroid que había comprado mi hermano en el norte. En mi hogar siempre hubo una relación con la fotografía, recuerdo una vez cuando iba como en segundo básico fue un fotógrafo a la casa a tomarnos fotos que luego repartían a los abuelos y a los tíos. Cuando salí del colegio entré a estudiar arquitectura y había que sacar fotos, así que empecé a usar una Zénit que es súper buena para comenzar

Femacal S.A.

Hace llegar sus más cordiales saludos a Diario EL OBSERVADOR y a toda su gente al conmemorarse un nuevo aniversario de su fundación Av. Gonzalo Lisazoaín Nº 581 - La Calera


EL OBSERVADOR

Viernes 3 de octubre de 2014

La Calera - 11

44 Años con Usted

la luz” en los ojos de una “Bicha” calerana porque tiene buena óptica, y así me di cuenta de que era lo mío y entré a estudiar fotografía en el Instituto Arcos de Santiago. Primero tuve una Minolta y terminé con una Canon análoga. Después, en el 2006, me compré una Nikon póquet y en 2008, una Canon réflex digital”. -¿Cómo ves la fotografía hoy en día en relación a su masificación y al avance tecnológico? “Creo que la cámara no hace al fotógrafo, puedes tener una tremenda cámara y que no te salga nada bueno, el buen fotógrafo tiene que observar, captar la luz y disparar. El momento de reflexión de lo que es ir a sacar una foto se está perdiendo, ahora hay más competencia, muchos sólo quieren vender, ganar más lucas, en vez de aprender. Con los años la fotografía se convirtió en un producto y cuando se trabaja hoy en día en un evento y disparan y disparan para sacar fotos, es tan rápido que no alcanzas a tomarle cariño, lo hiciste, lo entregaste y se fue, como si fuera un trámite. En cambio, en el proceso análogo, primero revelabas el negativo, luego hacías tiras de contacto, luego ibas ampliando fotos más pequeñas y luego decidías cuál foto querías ampliar más, y la foto no estaba terminada hasta que la enmarcabas. De todas maneras, creo que lo análogo no ha muerto, porque lo digital ya lleva varios años y aún habemos quienes disfrutamos lo análogo, por eso voy a tener mi laboratorio en casa, ahora lo estoy construyendo”. -Has trabajado bastante con niños, ¿qué es lo que te gusta de ellos? “Los niños tienen otra perspectiva, cuando le pasas una cámara a un niño saca cosas muy diferentes, me gusta mucho la mirada de los niños. Cuando estudiaba tuve que trabajar con unos chicos de La Pintana en el Hogar de Cristo, también estuve en el cerro Ma-

“Maquillaje”, fotografía de teatro.

yaca y en Colbún, donde hicimos algo bien bonito con niños y que fue expuesto en el Patio de los Naranjos en La Moneda. Hasta ahora he trabajado en

De la serie “Escuela Rural”, en Las Cabritas.

La fotógrafa captada por Andrés “Philo” Jofré.

campamentos de verano con talleres. Hoy se ha masificado la cosa de las imágenes y no causa el impacto de antes, entonces hay tanto que la gente ya no ve y es tan necesario que los chicos se desarrollen en este aspecto, creo que la reforma educacional tendría que tener más ramos de arte para que los chicos potencien su creatividad, que su mente se desarrolle más, que piensen por sí solos. Ahora, si se corta la luz, muchos niños quedan sin hacer nada y todo colapsa, porque no saben qué hacer, cuando llegan a una casa lo primero que preguntan es si hay Internet o no. Esto me parece complejo”. -¿Te han dado ganas de vivir en otro país? “A veces me han dado ganas de vivir en otro país, quizás porque la gente en Chile todavía cree el arte es un hobby, pero me gusta mucho La Calera, su gente, todos hemos salido a estudiar, a trabajar, pero siempre se vuelve, incluso los que se han ido a otros países vuelven acá, porque todavía quedan recovecos, la estación, por ejemplo, tiene algo, la cercanía con la gente, porque aunque uno se enrabia a veces de que no pasen tantas cosas, hay gente haciendo algo. Siempre he pensado que

esta ciudad tiene todo cerca, la cordillera, el mar, Santiago, estamos como en el medio, y a la vez me gusta que no sea una ciudad tan grande y que puedas transportarte en bicicleta por ejemplo”. -Llevas mucho tiempo fotografiando el teatro, ¿qué es lo que más te gusta de eso? “Me gustan las expresiones, la escenografía y el maquillaje, me es muy entretenido trabajar con los actores, siempre voy a los ensayos para ver cuáles escenas representan más la obra, porque a veces la foto puede ser buena, pero no representa la esencia de la obra. También es diferente hacer las fotos para los afiches o la publicidad de las obras, porque hay que dejar más aire para la gráfica”. -Has captado muchos instantes que son parte de la identidad calerana como el estadio o el club de billar, ¿qué te llama la atención de esos espacios en particular? Me gusta lo que pasa con la gente en el estadio de La Calera, como es cercano la gente grita cosas y tú sabes que los jugadores escuchan porque no es tan lejos, están los que van en familia, las barras, los que miran más callados, los nerviosos que se pegan en la reja, los niños, esa efervescencia que se genera me gusta mucho, es muy entretenido lo que pasa. Y al estar tanta gente en un mismo lugar, pasan simultáneamente muchas cosas, entonces te encuentras con una foto en la que están pasando distintas cosas a al vez, como si hubieran varias fotos en una sola. Cuando era chica el club de billar estaba en donde ahora está la Cámara de Comercio, e íbamos con mis hermanos y primas a jugar ping pong, ya a las cinco de la tarde estábamos jugando allá, tratando de tíos a todos, jugábamos brisca con ellos también”. -¿En qué proyectos fotográficos estás ahora? “Ahora estoy en un proyecto fotográfico en conjunto con Andrés “Philo” Jofré, donde el tema es lo natural. Trabajamos con desnudos y con la naturaleza, pero también quiero hacer unas esculturas bajo el mismo tema, llevarlo a una plataforma más tridimensional, son dos cosas paralelas. También estamos en otro proyecto para trabajar con personas en situación de calle, pero eso aún está en proceso. Falta tiempo para hacer todo”.

De la serie “Unión La Calera”.

“En la Estación”.

De la serie “Un tiempo atrás”.

De la serie “Club de Billar”.

Del montaje teatral “Iluzión”.


12 - La ligua

EL OBSERVADOR

44 Años con Usted

Viernes 3 de octubre de 2014

Las “voces blancas” que cantan y encantan en La Ligua El Coro de Niños del Conservatorio Municipal y Bárbara Henríquez, su primera voz, han llevado su arte al nivel de los mejores de Chile a punta de esfuerzo y dedicación

S

Por Derouchette Bonnemaison Muñoz

us edades varían entre los cuatro y 15 años y ya son el orgullo de toda la Provincia de Petorca. Se trata del Coro de Niños del Conservatorio Municipal de La Ligua, creado hace cinco años por la destacada soprano Viviana Hernández, quien además lo dirige desde entonces. Fue en el año 2010 que este proyecto se inició en el Departamento de Educación de la Municipalidad de La Ligua. Según recuerda la maestra Hernández “cuando comenzamos con esto buscamos entre todos los colegios de La Ligua a los niños y niñas que tuviesen condiciones para participar en el coro y conformamos un grupo de casi 40 niños, pero para que un coro funcione bien deben ser menos”. Un año más tarde, cuando la directora del coro también asumió la dirección del Conservatorio Municipal, el conjunto de niños pasó a formar parte de esta entidad y las presentaciones públicas comenzaron a multiplicarse. Es por esto que aumentó el nivel de exigencia y se redujo el número de coristas a 30. En la actualidad son niños y niñas que se caracterizan por tener “voces blancas” -vale decir agudas, con registro de soprano- los que derrochan talento y encantan a todos aquellos que los escuchan. Ensayan dos veces por semana, después del horario de clases para no interferir con sus acti-

vidades escolares y la asistencia siempre bordea el 90 por ciento, lo que da cuenta de la excepcional dedicación que aportan los pequeños a esta actividad y al desarrollo cultural de la comuna. “Los niños están muy comprometidos con el coro, ellos se preocupan de venir a los ensayos y de que les vaya bien en el colegio. Acá estamos muy atentos a las necesidades que puedan presentar los alumnos de establecimientos municipalizados ya que son más vulnerables, pero con la ayuda del alcalde Rodrigo Sánchez, el apoyo de los apoderados y el esfuerzo de los niños hemos logrado que aquí no existan diferencias” dijo. DESARROLLO ARTÍSTICO Y PERSONAL Si bien el coro es una instancia cultural que maravilla y a veces emociona hasta las lágrimas a quienes tienen la oportunidad de escucharlo, para estos niños y niñas -que en cada actuación visten una túnica morada- también tiene una doble importancia, sobre todo en el desarrollo de la personalidad. “Pertenecer al coro les sirve mucho porque a través de la música combaten las tristezas y en el área de la educación es muy importante el canto ya que ellos logran muchas metas, adquieren mayor desarrollo cognitivo, mejor control de las emociones y las pueden encauzar de buena forma,

La satisfacción de la Directora del Coro Municipal “Debo agradecer a las autoridades que han sido visionarias y que con esto me han dado una responsabilidad que espero haber asumido en su totalidad. Es difícil darle en el gusto a toda la gente, pero aquí damos un ejemplo social, sobre todo el de sacar a los niños de la vulnerabilidad y ayudarlos a disfrutar la infancia haciéndolos sentirse protegidos y contentos. Además, con esto hemos contribuido para elevar el nivel cultural de la comuna”.

Treinta niños de entre cuatro y 15 años conforman el Coro Infantil del Conservatorio Municipal de La Ligua.

además les ayuda a manejar las frustraciones que son tantas en la época escolar. La música les ayuda a construir su espacio” explicó la directora del coro. Pero la actividad coral no solo los inspira a ser mejores personas sino que muchos de estos niños también la asocian a la práctica de algún instrumento. Es así como dentro de los integrantes del Conservatorio es posible encontrar a niños talentosos que se destacan en la interpretación de piezas tocadas en piano, violín y viola, entre otros. LA EMOCIÓN DE CERRAR LOS JUEGOS ODESUR Gracias al talento innato y perseverancia de estos niños hoy pueden decir que son reconocidos por su trabajo musical en todo Chile. Y es que si bien en un principio sus presentaciones se limitaban solo a la Provincia de Petorca y de vez en cuando eran invitados a participar en alguna parte de la región, este año recibieron una invitación que los dio a conocer más allá de los límites provinciales. En marzo de este año, mientras se desarrollaban los Juegos Odesur en nuestro

país, la maestra Viviana Hernández recibió una invitación que la dejó con la sorpresa marcada en su rostro. Sus discípulos coristas habían sido elegidos para entonar el Himno Nacional, en el mismísimo cierre de esta fiesta deportiva, el martes 18 de marzo. “Los organizadores vieron un video del coro en YouTube y quedaron encantados con la presentación de los niños, por eso solicitaron nuestra participación. Para nosotros fue un orgullo asistir a ese acto de clausura. Los niños estaban muy contentos, al igual que toda la comunidad de la comuna. Y luego de la presentación hubo gente de Canadá, Roma, Australia y Estados Unidos que nos dijo habernos visto por la televisión” contó. A pesar del éxito que trajo su presentación en la final de los Odesur -y que les ha traído una lluvia de invitaciones a diferentes eventos- las presentaciones del coro se limitan a solo dos en cada mes, para no interferir en el desempeño escolar y vida familiar de los niños, que hoy por hoy están felices con la notoriedad que han alcanzado con su esfuerzo y perseverancia.

“Sería bonito que mi mamá pudiera aplaudirme” Bárbara Henríquez Henríquez tiene 14 años y actualmente cursa primero medio en el Liceo Luis Cruz Martínez de La Ligua. Su vida no ha sido fácil, pero la música le ha servido para fortalecerse y continuar adelante. Es que Barbarita no conoció a su madre, Sandra Henríquez Pizarro, quien falleció cuando ella solo tenía cinco meses de edad producto de

Bárbara Henríquez, solista del Coro de Niños y quien anhela ser una gran pediatra en el futuro.

una depresión post parto y de su padre no tiene mayores antecedentes. Desde entonces quedó al cuidado de sus abuelos maternos, René Henríquez y Gloria Pizarro con quienes vive en la población Jorge Teillier de esta comuna. “Ellos me han cuidado y me han dado todo el apoyo que necesito para hacer una vida normal” contó Bárbara.

Siempre ha sido una amante de la música, pero confiesa

que en un principio cantaba en la soledad de su dormitorio, sin embargo, por una casualidad de la vida participó en la audición para pertenecer al coro y fue aceptada inmediatamente. Desde entonces han pasado cuatro años y gracias a su talento se convirtió en la primera voz de la agrupación. “Siempre he tenido facilidad para que las canciones me salgan bien y acá en el Conservatorio también estoy aprendiendo a tocar el piano, que es un instrumento que me gusta mucho, al igual que la guitarra”, contó. Bárbara se declara fanática del pop rock, pero no tiene problemas en cantar la música clásica del repertorio elegido

Repertorio y videos en youtube

Viviana Hernández, soprano y directora del Conservatorio Municipal y Coro de Niños.

por la profesora Viviana Hernández. Sin embargo, cada vez que se sube a un escenario parte de su corazón se apena. “Me gustaría que mi mamá viera mis presentaciones, sería

“Panis angelicus” (César Frank) “Tollite hostias” (Camille Saint-Saëns) “Ojos de cielo” (Víctor Heredia) “Botellas al mar” (Abel Pintos) “Caricias sobre la mar” (Los Coristas) “Vois sur ton chemin” (Los Coristas)

bonito que ella pudiera aplaudirme, pero no es posible y mis

www.youtube.com/watch?v=8gDE3t3wC-E www.youtube.com/watch?v=I_N21K6POM4 www.youtube.com/watch?v=eOUVNV6JNJw

su sueño de ser una futura pediatra pasa los días esta pe-

abuelos siempre me dicen que no me ponga triste porque ellos me van a apoyar en todo”, confiesa la niña. Así, entre ensayos musicales, las clases en el colegio, las amistades, los regaloneos y cuidados de sus abuelos y queña que encontró en la música la forma de sobrellevar la ausencia de esos padres que la vida le negó.


EL OBSERVADOR

Viernes 3 de octubre de 2014

44 Años con Usted

Quillota - 13

Academia Edgar Degas: cuando bailar es una forma de vida La escuela funciona hace 21 años, enseñando diversas técnicas de baile y realizando presentaciones en ayuda de organizaciones sociales Por Carolina Torres Muñoz

E

n 1873, Edgar Degas pintó la obra “Academia de Danza”, en la que retrata a un grupo de niñas en una clase de ballet del Teatro de la Ópera de París. Así, llegó a ser conocido como el “pintor de las bailarinas”. Fascinada por estas representaciones, María Filomena Guzmán Vilches creó en 1993 la Academia de Danza Edgar Degas; en la calle Eleuterio Ramírez Nº 12 de la Población O’Higgins de Quillota. La academia comenzó con cinco niñas y hoy tiene más de 60 alumnos y alumnas, lo que llena de orgullo a su fundadora, quien comenzó en la danza a los siete años. Luego de estudiar en Quillota con Gloria Trulla, continuó en el Conservatorio de Danza de Viña del Mar, donde aprendió a dominar diversas técnicas. Tiempo después fue becada por la connotada bailarina Sara Nieto, quien

posteriormente apadrinó su academia. “Sara inauguró su academia, y me dio una beca. Paralelamente fui a varios seminarios, he viajado a Francia y España, he tenido varios maestros. Hice una trayectoria para formar la academia”, explicó su fundadora y presidenta. PENSANDO EN GRANDE La Academia fue creada para brindar un espacio a los alumnos con habilidades en la danza. “La idea era darle una puerta de entrada a mis alumnos. Partimos con lo clásico y con el tiempo se fueron integrando otras técnicas”. La academia imparte cursos para principiantes y avanzados de todas las edades. Estilos como flamenco, ballet clásico, moderno y contemporáneo, además de danzas folclóricas europeas, griegas y rusas, son impartidos en sus salones.

Durante un viaje a Barcelona María Filomena conoció al maestro Jonathan Contreras, quien se unió como codirector de la academia hace ocho años y con quien ha asistido a las primeras competencias nacionales e internacionales. “Hemos estado en dos concursos latinoamericanos en Santiago, en 2010 y 2011, y en abril fuimos al Concurso Interamericano de Danza, que se realizó en Santiago”, explicó María Filomena. En este último concurso, la

Academia Edgar Degas, consiguió cinco primeros lugares, tres segundos lugares y tres medallas de oro para solistas. Además, el profesor Jonathan Contreras ganó el premio al virtuosismo y la academia fue destacada en la categoría “Revelación”. NUEVOS DESAFÍOS Desde el 25 de septiembre, María Filomena se encuentra en Argentina junto a dos de sus alumnas. Una de ellas es su hija Melisa González Guzmán, de 15 años. Melisa se preparó

Algunas niñas junto a la artista nacional Sara Nieto, quien apadrinó a la Academia de Danza Edgar Degas. En el recuadro, Filomena Guzmán Vilches, directora de la academia.

¡Feliz Aniversario Diario El Observador! EL OBSERVADOR 10 - Quillota

Viernes 25 de julio de 2014

xxxxxxxxxxx EL OBSERVADOR Se atreve y lo dice todo

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

xxxxxxxxxxxxxxxxxxx

xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx xxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxxx

-

-

-

xxxxxxxxxxxxxxxxxxx

-

44 años con usted

Algas Marinas S.A., cinco décadas de desarrollo industrial construido con familias de Artificio, La Calera, Nogales y Quillota, entre otras, saluda a El Observador, al cumplir 44 años informando a la comunidad e impulsando el emprendimiento y la innovación.

durante todo el año para viajar a Córdoba y competir en la semifinal latinoamericana para el Gran Prix de Lausanne. Durante esa semana, la joven bailarina fue evaluada durante sus prácticas y en su presentación final y hoy 3 de octubre conocerá el resultado de su esfuerzo. “De la danza me gusta todo, aunque lo clásico me gusta más. Paso casi todo el día entrenando coreografías. En el último concurso, en Santiago, gané el primer lugar con una coreografía que bailé con el profesor Jonathan, me sentí my emocionada”, confidenció. La otra joven es Alejandra Larraguibel Valencia, de 21 años, quien luego de salir del colegio decidió ser bailarina profesional. Ella estará participando hasta el 10 de octubre en Córdoba, pero en otro certamen, llamado Danza América, para el cual se preparó con un estricto sistema de entrenamiento. “Yo salí a los 17 años del colegio y estaba pasada en edad para ser bailarina. Estoy ensayando a full, es mi sueño. No sé expresarlo en palabras,

pero la danza me satisface más que cualquier otra cosa”, expresó la joven. NUEVOS PROYECTOS DE “LA COMPAÑÍA” Quien quiera ser profesional de la danza en Chile, debe entrar a una compañía profesional antes de los 20 años. Por esta razón la Academia Edgar Degas se constituyó en abril del año 2013, como la primera compañía de danza profesional de la Quinta Región. “Algunos de nuestros alumnos fueron becados por el Teatro Municipal de Santiago, pero de tanto viajar diariamente, se agotaron y desistieron”, explica María Filomena con decepción en su voz. La nueva compañía estará acá, para que los alumnos virtuosos no pierdan sus becas por cansancio o distancia. La idea es que, previa audición, puedan quedar en la compañía con un sueldo, ya que hay muchos jóvenes en la zona que desean ser profesionales. Esta compañía les abrirá un espacio y les brindará una oportunidad, sueño que esperan concretar el próximo año.


14 - Quintero

EL OBSERVADOR

44 Años con Usted

Viernes 3 de octubre de 2014

Del teatro escolar de Quintero al teatro del mundo Rocío Rodríguez y Pedro Muñoz son talentosos actores de Quintero que desde distintos escenarios comparten el sueño de cambiar el mundo a partir del arte Por María Elizabeth Pérez

D

e espíritus inquietos, libres y emprendedores, amantes de la naturaleza y el mar; la actuación remeció sus corazones cuando ambos cursaban educación básica en el colegio Don Orione de Quintero. Un taller de teatro escolar y montajes musicales de fin de año dirigidos por el actor local Arturo Soto, fueron la primera inspiración para estos entonces preadolescentes que hoy como talentosos actores escriben desde el teatro su gran obra, su propia vida. Rocío “Chío” Rodríguez Fernández (30), “Chío” (su apodo de infancia) invierno o verano, camina o pedalea los cinco kilómetros que separan Ritoque de Quintero, para ir a trabajar. Ahí sus días se reparten entre talleres para niños y adultos de 4 a 75 años; clases en la sede UPLA de San Felipe, su afición por la fotografía y su vida ritocana en torno a los amigos, las dunas, la playa y los acantilados. “Ser actor significa empelotarte, sufrir, reír, llorar, tener todas las emociones a flor de piel y estar dispuesto a todo”, describe “Chío” de lo que más apasiona su vida. Tenía 13 años cuando una encuesta escolar la hizo elegir talleres artísticos. “En guitarra estuve un año, en teatro me quedé toda la vida”, dice y recuerda: “Mi primer gran papel fue mi mano en escena cinco segundos entregando una carta”, ríe. “En ese taller me quedé

cuatro años. Me intrigó aprender que de tus propias emociones podías crear un personaje y generar algo tan potente en el público. Ese diálogo me encantó. Tenía claro lo que quería estudiar, pero mis viejos no. Ellos querían psicología, pero lo que han hecho siempre es hacerme feliz, y se los agradezco un montón”, dice. Tras cursar Teatro en la Escuela de la Universidad del Mar, Rocío montó con sus compañeros “El Buen Doctor”, una adaptación de la obra de Chéjov, con la que recorrió durante tres años la región y el sur de Chile. En paralelo, empezó con clases en el taller escolar donde partió y en el Colegio Alonso de Quintero. Junto al centro cultural Hilá participó en la obra “Lautaro y los héroes del mito”, ganadora de un Fondart, y cursó luego un diplomado de psicodrama trabajando con un equipo de psicólogos. Tras diez meses en Santiago alejada del teatro, un nuevo comienzo vino desde Ritoque en 2011. Primero, el rodaje de una película y luego un magister en Historia del Arte: “Mágicamente se abrieron muchas puertas”, dice. EL ARTE EN LA EDUCACIÓN Convencida de que el arte puede generar cambios en la educación, cada semana trabaja con cerca de 90 niños de cuatro a 13 años. De lunes a jueves con niños del Programa 4 a 7 del Sernam prepara un radioteatro; y dos veces por

semana imparte talleres Acciona del Consejo de la Cultura y las Artes, en la Escuela Costa Mauco de Quintero donde enseña técnicas de clown en inglés, y en la Escuela La Greda de Puchuncaví, donde prepara con kínder y prekinder los montajes “El Libro de la Selva” y “Thriller”. “El teatro para mí apareció en el colegio, un lugar en donde debiese haber esta opción artística siempre”, dice. “El enseñar me da el placer de ver al otro disfrutar de un nuevo conocimiento. Yo amo el teatro y lo que puede generar en las personas”, afirma la actriz. Además trabaja con adultos del Programa Vínculos y del Teatro Comunal de Quintero, a los que dirige en las obras “El Funeral” y “La Mula”. “Me siento ‘regaloneá’. Es loco porque a veces los tengo que retar, son como niños y son mucho mayores que yo, pero siempre hay mucho respeto. Es un ambiente muy familiar, el ensayo es súper ameno. Para mí es un descanso con ellos, es rico dirigirlos”, dice. La actriz termina su semana con clases de Manejo de la Voz y Cultura y Literatura para alumnos de Lenguaje y Pedagogía en Educación Básica de la sede UPLA de San Felipe. “Es falso que un actor se muera de hambre y muchos somos prueba de eso”, dice. “Si tienes la oportunidad de hacer teatro, pruébalo, porque si uno quiere de verdad lo que quiere, lo puede hacer y las puertas se van a abrir (…) en Quintero se está abriendo una oferta cultural y es bueno para todos. Hoy, aparte de bajar al centro, no hay otro entretenimiento. A Quintero le falta más identidad, y mientras más cosas se hagan

El actor quinterano cree que el arte puede surgir mientras no sea visto como negocio: “Necesitamos en Quintero que las interminables filas que vemos en las noches sean para los teatros, para una exposición y no sólo para las botillerías”.

Recién egresada, la actriz Rocío Rodríguez recorrió junto a sus compañeros la región y el sur del país con el montaje “El Buen Doctor”, adaptación de la obra Chéjov.

desde Quintero, más identidad”, concluye. DE QUINTERO AL MUNDO Pedro Muñoz Barrera (29), actor, de niño creyó que sería futbolista, luego se apasionó con el surf y el mar, pero entremedio el montaje musical “Amor sin Barreras”, del que su hermana mayor era protagonista en el colegio Don Orione, lo llevaron al taller de teatro y a ver la obra que marcó su vida: “Gemelos” de la compañía La Tropa. “Desde que comenzó hasta el final, fue un viaje tan emocionante e intenso, lloraba con vergüenza de ser visto. Termina la obra y en los aplausos repetía en mi cabeza ‘quiero hacer esto toda mi vida’”, recuerda…. y así fue. Hace 10 años dejó Quintero para estudiar teatro en la Escuela de Gustavo Meza. Lo primero fue adaptarse a Santiago y comprender que “si quería vivir del teatro tenía que ser el mejor, y no me refiero al talento, eso puede ser un 30%, el resto es disciplina y perseverancia”. Tras completar su carrera, su primer trabajo fue una adaptación del texto “El lugar donde mueren los mamíferos” de Jorge Díaz y en paralelo el nacimiento de su gran motivación: La Resentida, su compañía, su familia, como dice. Junto a la agrupación y como actor invitado de otros elencos, Pedro suma una exitosa trayectoria que lo ha llevado por Chile, Polonia, España, Estonia, Italia, Francia, Holanda, Alemania, Argentina, Perú y Brasil. “Nuestra ópera prima fue ‘Simulacro’, y marcó ‘ mi inicio

como actor, era un montaje basado en la celebración de nuestro bicentenario, planteando interrogantes sobre nuestras identidades como chilenos, acerca de quiénes somos y queremos ser. Fue nuestro primer hijo, nos demoramos casi dos años en crearla y fue aquí donde nos fabricamos una trinchera para arrojar esa rabia acumulada a través del humor negro y la ironía. Con este montaje fuimos a Polonia, y desde ahí la compañía comenzó a emerger nacional e internacionalmente”, comenta. Tras la exitosa partida, vinieron dos nuevos montajes: “Tratando de hacer una obra que cambie el mundo” y “La imaginación del futuro”. Con el primero este año pisaron el escenario más importante de la vanguardia del teatro europeo “Schaubühne”, en Berlín, y luego participaron del Festival de Avignon, uno de los más importantes a nivel mundial: “La Resentida fue la segunda compañía chilena de la historia en pisar ese escenario: la primera fue La Tropa con la obra “Gemelos”, sí, aquella obra que me impulsó a estar en esto, qué más pedir, cada vez que salíamos a recibir los aplausos era un sueño hecho realidad”, dice emocionado. En un presente pleno y con agenda internacional hasta el 2016, este año el actor tuvo un rol en la serie televisiva “Sudamerican Rockers” aunque su motor sigue siendo el teatro y su itinerario lo tiene este mes en Brasil y luego en Francia hasta diciembre, cuando espe-

“Ser actor significa empelotarte, sufrir, reír, llorar, tener todas las emociones a flor de piel y estar dispuesto a todo…”, describe la actriz sobre su profesión.

ra volver a ver a su familia en Quintero. Reconoce que tiene una deuda como actor con la comuna. “Intenté ser parte de un proyecto en Casa Hilá, pero no llegó a buen puerto”, dice y añade: “Siento que las artes escénicas y el arte en general pueden surgir en Quintero y en cualquier lugar, siempre y cuando se logre comprender que no es un negocio. Necesitamos en Quintero que las filas en las noches sean para los teatros y exposiciones, y no para las botillerías. Necesitamos más colores, hoy Quintero me parece grisáceo”, describe. Si se trata de sus sueños, es claro: “Quiero tener hijos y verlos crecer en el mar, lejos de Santiago. Siento que ya estoy viviendo parte de mi sueño al viajar y conocer países y culturas. También quiero cambiar el mundo, como dice una de nuestras obras, modificar este sistema desigual, un sueño iluso, sin embargo, no imposible”.



Turn static files into dynamic content formats.

Create a flipbook
Issuu converts static files into: digital portfolios, online yearbooks, online catalogs, digital photo albums and more. Sign up and create your flipbook.