EL OBSERVADOR Ediciones Especiales
Edición Especial Aniversario de San Felipe
San Felipe 275 Años
Un paseo por algunas páginas de su historia y la herencia que aún queda en sus espacios públicos.
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Los tesoros de la Catedral: Un monumento que atesora el patrimonio En el detalle de este bello templo, es posible ver cuadros, imágenes y características de construcción que no siempre valoramos al entrar
Si se considera que el patrimonio comprende los bienes tangibles e intangibles heredados de los antepasados; el ambiente donde se vive; los campos, ciudades
Entre las imágenes de los santos que están presentes en este templo, destaca la de quien se convirtiera el 21 de marzo de 1993 en la primera santa chilena, Santa Teresa de Los Andes. Según literatura actual, la puerta principal original debió ser cambiada por una de pino oregón en la década de los 80, aproximadamente, esto debido al gran peso que tenía la estructura del acceso anterior, época en la que era párroco el sacerdote Félix Arévalo.
El Altar Mayor fue remodelado completamente, contando con grandes piezas de mármol en la mayor parte de su estructura. En él se encuentra además ubicada la Cátedra Episcopal, el asiento alto reservado al Obispo para celebrar las principales ceremonias religiosas de la Diócesis.
Estas lámparas en fierro forjado de 12 luces pareadas decoran la parte principal del templo, pendiendo desde su centro una cruz que destaca el valor religioso de este lugar.
y pueblos; las tradiciones y creencias que se comparten; los valores y religiosidad; la forma de ver el mundo y adaptarse a él; es posible decir que gran parte de éste se encuentra presente en los rincones del templo de la Catedral de San Felipe. El edificio en sí, como patrimonio tangible de la ciudad, enclavado en pleno corazón de la comuna, ha sido testigo silencioso de cada época. De aquella que viene desde 1742, cuando era denominada “Iglesia Mayor”, para posteriormente convertirse en “Iglesia Matriz”. Sin embargo, esta estructura inicial, cuya construcción culminó en 1751, alcanzó a sobrevivir en buenas condiciones sólo hasta mediados del Siglo XIX, cuando debió ser demolida ante la inestabilidad de su estructura, deteriorada por los numerosos sismos hasta entonces registrados en la zona central de Chile. Sin embargo, esta res-
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El actual templo ha debido ser refaccionado de manera continua, con el propósito de mantenerlo en buen estado, pues se trata de la iglesia Madre de la Diócesis, donde se encuentra la Cátedra Episcopal, el asiento alto reservado al Obispo.
tauración no sería tan fácil, por lo que debieron pasar varios años para que el templo lograra levantarse tal y como lo conocemos actualmente, teniendo desde entonces numerosas intervenciones para mantenerlo. Uno de los motivos en la demora fue el financiamiento de las nuevas obras, pues gran parte de ellas se logró cubrir a partir de donaciones de los mismos feligreses, como así también de autoridades. Entre ellas destaca la
Este relieve, ubicado en la parte superior de una de las puertas laterales del templo, revive una escena de época que deja de manifiesto la participación religiosa de los fieles de antaño, quienes aparecen junto a la imagen del Obispo que preside la ceremonia.
colaboración entregada por el presidente José Manuel Balmaceda, quien habría colaborado con baldosas hexagonales para el piso, las que aún se mantienen. Sólo en 1925 pasó a llamarse Catedral de la Diócesis de San Felipe de Aconcagua, siendo finalmente el 29 de septiembre de 1989 declarada, a través del Decreto Supremo 490, como Monumento Nacional, convirtiéndose de manera pública en patrimonio del país.
El “Santo Cristo de Limpias” permanece en el acceso principal al templo y es el que recibe las súplicas de numerosos feligreses que mientras andan por el centro de la ciudad aprovechan un minuto para hacer sus peticiones.
Ediciones Especiales Director: Roberto Silva Binvignat Fundador y Presidente del Directorio: Roberto Silva Bijit Editor: Claudio Espejo Bórquez Textos: Magdalena Córdova C. Fotografías: Gonzalo López Arte y diagramación: Pamela Pérez R. Iván Cortés.
San Felipe Salinas 1432 (ex 318) Fono: (34) 2343712 San Felipe aconcagua@observador.cl
Contacto publicidad: Eduardo León, gobernador provincial de San Felipe
Fonofax: (33) 2342205 oficinasanfelipe@observador.cl
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El día en que Manso de Velasco fundó San Felipe El Real Una de las curiosidades fue que la ciudad le rindió posteriormente homenajes a Andrés de Toro Mazote, por donar los terrenos, pero en realidad fue su hijo, Andrés de Toro Hidalgo, quien lo hizo Cuando José Antonio Manso de Velasco y Samaniego, Consejero de Su Majestad, brigadier de los Reales Ejércitos, Gobernador y Presidente de la Real Audiencia de Chile, arribó al valle del Aconcagua, acompañado por un séquito de hombres, tenía clara su misión: fundar un pueblo de españoles. Al reunirse con los vecinos más importantes de la zona de Aconcagua en el convento “Santa Rosa de Viterbo” y presentarles la tarea encomendada, de inmediato surgieron voces disidentes respecto al lugar donde emplazar el nuevo asentamiento, pues se encontraban entre las alternativas más cuerdas el fundar la nueva ciudad en los terrenos que hasta entonces eran de propiedad de Andrés de Toro Hidalgo, dueño de la totalidad de las tierras que se encontraban al norte del río Aconcagua. Por su parte, la otra posibilidad era fundar el nuevo poblado en Curimón (Tierra Fértil), cuyos terrenos pertenecían a Gabriel Soto. Por un lado, la primera de
las opciones contaría con mayor resguardo geográfico y climático, a partir de la presencia de los cerros; mientras que la segunda alternativa, liderada por Curimón, garantizaba conectividad, pues en esta zona ya existía un camino y se trataba del centro de actividades del Aconcagua desde la llegada de los españoles. Finalmente, la decisión se habría definido el 3 de agosto de 1740, luego que José Antonio Manso de Velasco recorriera las tierras del Aconcagua y definiera que la nueva ciudad se emplazaría en los terrenos de Andrés de Toro Hidalgo. La determinación fue dada a conocer a los habitantes el día 4 de agosto de 1740, que confirmaba que la nueva villa llevaría por nombre “San Felipe El Real” y se ubicaría en los terrenos donados por la familia Toro Hidalgo, detalles que quedaron establecidos en el acta de fundación firmada aquel día. ESCENARIO HISTÓRICO Fue así como, en el acta de fundación, se lee: “En este
Con este relieve, que se exhibe en el arco de una de las puertas del frontis de la Catedral de San Felipe, se recuerda la escena de fundación de la villa “San Felipe El Real”, imagen donde José Manso de Velasco desde Curimón destina las tierras que serán ocupadas por el nuevo asentamiento.
valle de Aconcagua y convento Santa Rosa de Viterbo, para mayor gloria de Dios y su bendita Madre, yo, don José Antonio Manso de Velasco y Samaniego, Gobernador y Capitán General del Reino de Chile, en nombre de su Majestad Don Felipe, quinto de este nombre y mi Rey y Señor Natural, ordeno y mando que se funde en este valle de Aconcagua, un pueblo de Españoles, que se nombrará San Felipe El Real, en los terrenos que ha prometido donar perpetuamente en las riberas del norte de dicho río, el Maestre de Campo Don Andrés de
Toro Hidalgo…”. El escenario donde se firmó el documento de fundación de la nueva villa fue la actual iglesia y convento de Curimón. Éste, según la monografía de Mercedes Antúnez, se habría construido para posteriormente ser ampliado en los años 1719, 1721 y 1727, hasta que, en el terremoto del 8 de julio de 1730, la iglesia se desplomó. En 1733 se inició la construcción de una nueva y en 1737 fray Agustín Ramos cambia la disposición de la torre entre el coro y la sacristía, hasta como se encuentra en la actualidad.
COMIENZA A POBLARSE Quienes quisieran convertirse en habitantes de esta nueva villa tenían que cumplir con algunos requisitos para contar con un terreno: tener la capacidad de cercar el terreno asignado, construir una morada cuyo techo fuese de teja. Todo debía ser cumplido en un plazo máximo de 18 meses. Asimismo, los vecinos no podrían vender su tierra antes de 8 años de haberse asentado. Las autoridades asignaron también los lugares alrededor de la plaza central, los que serían destinados para la construcción del ayuntamiento, la vivienda del corregidor y la cárcel; entre otros. Asimismo, se asignó una cuadra para el Convento de Nuestra Señora de la Merced, el colegio de la Compañía de Jesús y otra para la iglesia parroquial. Además, se encargó de manera especial la conformación de calles rectas, que no debían ser desviadas u obstruidas por razón alguna. HOMENAJE ERRADO Dentro de esta división territorial de la ciudad, surgió el cobro de una promesa de donación efectuada con antelación por Andrés de Toro Mazote. Sin duda se trataba de una importante autoridad de la época, quien se relacionaba con la administración del Corregimiento de Aconcagua y,
al fallecer, había heredado las tierras que se encontraban al norponiente del río Aconcagua a su hijo, Andrés de Toro Hidalgo. Este último fue quien debió finalmente entregar parte de su herencia para la fundación de la nueva villa. Según relata Julio Figueroa en su libro “Historia de San Felipe”, editado el año 1902, con la división de terrenos salió a la luz la donación realizada por Andrés de Toro Mazote a religiosos Mercedarios, a quienes este hidalgo entregó por testamento en 1706 no sólo un terreno para edificar un convento, sino también una especie de feudo para “satisfacer las necesidades del culto”. Parte de estos terrenos comprendían los que involucraba la creación de la nueva ciudad, que -sin embargo- nunca alcanzaron a ser utilizados por los Mercedarios, definiendo Andrés de Toro Hidalgo (su hijo) que quedaran destinados a la conformación de la nueva villa. Es así como Julio Figueroa atribuye a un error posterior de la Municipalidad el rendir homenaje a Andrés de Toro Mazote con el nombramiento de una calle en su memoria, pues a su juicio, fue el hijo de este gran personaje, Andrés de Toro Hidalgo, quien ayudó al más vasto de los proyectos: donar las tierras para crear la nueva villa de “San Felipe El Real”.
“El Alcalde de Santa María Claudio Zurita Ibarra y el Honorable Concejo Municipal saludan afectuosamente a toda la comunidad Sanfelipeña”
¡Muchas Felicidades!
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Un paseo por las imágenes y rincones de la Plaza de Armas Aunque cientos de sanfelipeños caminan por ella a diario, pocos se detienen a apreciar y admirar el valor de muchas de sus piezas artísticas La Plaza de Armas de San Felipe sin duda es el espacio público más visitado por sus habitantes, como también por turistas,
convirtiéndose en el corazón de la ciudad y además en el centro patrimonial, pues sus diferentes rincones atesoran parte de la
La pileta de la Plaza de Armas fue remodelada a fines de la década de los 80, pasando de contar sólo con una pila central a varios chorros de juegos de agua con luces, para posteriormente convertirse en la actual, con rocas y mayor ornamentación.
El Odeón es el escenario que cada domingo al mediodía presenta al tradicional Orfeón Aconcagua, integrado por reconocidos músicos sanfelipeños.
Aún se mantienen algunos de los árboles traídos a la zona en una remodelación registrada en 1904, donde se mejora el diseño paisajístico de la plaza a partir de la adquisición de nuevos árboles a la Quinta Normal. Hoy es posible apreciar entre las especies añosas araucarias, como así también palmas chilenas, entre otras.
Los jarrones de mármol, que actualmente adornan el paseo central de la Plaza de Armas, fueron restaurados el año pasado, al igual que el resto de las estatuas, a partir de un proyecto elaborado por la Municipalidad de San Felipe.
Este busto fue donado en honor a los 250 años de la fundación de San Felipe, el 3 de agosto de 1990, por el Rotary Club. La obra hace referencia a José Antonio Manso de Velasco, fundador de esta ciudad en 1740. Sin embargo, el artista a cargo de la obra se inspiró en una imagen que dista mucho de la apariencia física que tenía el entonces militar y político español, quien posteriormente fue nombrado como virrey del Perú.
historia de los sanfelipeños. Es así como es posible encontrar desde destacadas obras de arte al aire libre, como nuevas construcciones que se han agregado al diseño original, de acuerdo a las necesidades que han surgido de acuerdo a cada época. Diversas han sido las mejoras que ha experimentado este centro peatonal en su historia, lo que ha sido una preocupación permanente por parte de los habitantes de la comuna, quienes se jactan de ser poseedores de una de las
plazas de armas más bellas del país y siempre han querido protegerla del mal uso y las transformaciones disonantes. En este espacio logra convivir una gran diversidad de grupos urbanos, pero que los alberga de acuerdo a sus intereses y gustos. Es así como encontramos la popular “Esquina de la Puñalada”, en la intersección de Salinas con Prat, donde se reúnen habitantes de la comuna que se han destacado en variados ámbitos, pero especialmen-
La Terraza, estructura construida de manera posterior al diseño original de la Plaza de Armas, logró ser recuperada para la comunidad sólo el año recién pasado, luego de que los comerciantes que tenían sus locales fueran trasladados hasta la zona del Mercado Municipal, siendo actualmente utilizada especialmente por niños ciclistas y patinadores los fines de semana.
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te en educación, quienes actualmente se encuentran retirados de sus actividades habituales, pero no por ello marginados del acontecer comunal y nacional, el que se juntan a comentar. De igual manera es po-
sible encontrar a ciclistas, artistas, vendedores escolares e incluso pequeños patinadores que tienen su espacio, contribuyendo de esta manera la Plaza de Armas a conservar la diversidad cultural de San Felipe.
“El Observador” hizo un recorrido por este paseo, que si bien cientos de sanfelipeños recorren a diario, pocos se detienen a apreciar y admirar en su valor y lo que significa para su comunidad.
El mismo año en que arribaron las estatuas de las estaciones del año llegaron a hermosear este paseo público dos grandes jarrones metálicos, obsequiados por el diputado sanfelipeño Sánchez de Fontecilla. Actualmente, se encuentran estos en fierro forjado adornados con flores, los que podrían corresponder a los mismos donados por el honorable.
La de siempre... Con sus 40 años de tradición Carniceria Aconcagua saluda a toda la
comunidad Sanfelipeña en su Aniversario Nº275
En 1882 se encargaron a Italia estatuas de mármol, donde jovencitas de la época encarnan las cuatro estaciones del año. Estas obras fueron financiadas a partir de los aportes otorgados por los senadores de Aconcagua; José Eugenio Vergara, Miguel Elizalde y Rodolfo Hurtado; a lo que se sumaron recursos entregados por vecinos y el municipio. En este caso, Matilde Blest representó la estación del invierno.
ASADO, ABASTERO, CARNICERO, TAPABARRIGA, SOBRECOSTILLA Delia Gómez representó el verano, con la cosecha de trigo. Estas obras llegaron a San Felipe cinco años después de ser encargadas, junto a ocho jarrones, según lo detalló en su época el periódico “El Sanfelipeño”, en su edición del 30 de junio de 1887.
Existe el mito de que algunas de las estatuas presentes en la Plaza de Armas habrían sido traídas desde el Perú como botín de guerra luego de la Guerra del Pacífico, aunque esto nunca ha podido ser comprobado en el caso de estas obras de arte.
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El triunfal recibimiento que rindió San Felipe al Glorioso Batallón Aconcagua en julio de 1884 Entre quienes integraban el heroico grupo que combatió en la Guerra del Pacífico, estaban los hermanos Caldera, uno de quienes era benigno, que da su nombre a una de las calles de la ciudad
Por Sergio Jara Catalán
En el año 1884, cuenta Diario “El Censor” de San Felipe, crónica realizada por el soldado historiador de Putaendo, Florentino Salinas, que el 3 de julio de 1884 a las 13 horas, “la ciudad saluda y da la más entusiasta bienvenida al glorioso Batallón Aconcagua al regreso a su patria y al pueblo de San Felipe”. Con diferencia de pocos días y 45 años antes, San Felipe ya se había vestido de gala para recibir a sus valerosos hijos, que cubiertos de la gloria del triunfo volvían del Perú, después de haber vencido a la Confederación Perú-Boliviana. En esta nueva ocasión, en 1884, los soldados comenzaron su marcha triunfal desde la Estación
de Ferrocarriles, hasta a la Plaza de Armas de nuestra comuna. Salva de cañones en su homenaje, saludo de la Sociedad de Artesanos y continúan su marcha de ingreso al centro de la comuna. Un especial discurso del cura José Agustín Gómez daría el sello a esta bienvenida frente a la Iglesia y desde el interior del templo se oyen los acordes del himno nacional cantados por un grupo de señoritas. Continuando su camino, el Batallón Aconcagua pasa bajo un arco triunfal construido por los alumnos del Liceo de Hombres de San Felipe, que era uno de los más hermosos y significativos, ostentando en su parte alta la inscripción: “Los Alumnos del Liceo al Batallón Aconcagua”. En sus columnas figura-
El presbítero José Agustín Gómez fue uno de los que ofreció ayuda humanitaria a los heridos en diversos enfrentamientos bélicos.
No fueron pocos los sanfelipeños que se embarcaron en el Batallón Aconcagua. Aquí aparece una escena publicada en la revista “Portal Sanfelipeño” en su edición de diciembre de 2011, cuando las tropas se encontraban en el Puerto del Callao, Lima 1880.
ban las batallas que habían dado el Ejército y el nombre de los oficiales del Aconcagua muertos en campaña. Bajo este arco se detuvo el Batallón y el alumno del Liceo, A. Osorio, les dirigió un discurso: “Salud heroicos hijos de Aconcagua... Los alumnos del Liceo, juventud entusiasta a quien tengo el honor de
Conmemora sus 57º Aniversario y saluda afectuosamente a sus socios y a la Ciudad de San Felipe
ANIVERSARIO
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San Felipe - Quilpué - Putaendo - Los Andes - Santa María
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representar, no han trepidado en ser los primeros para rendir justo homenaje a los que, inspirándose en la santa causa de la patria, abandonaron sus hogares y marcharon en defensa del tricolor amenazado. (…) Nosotros, estudiantes del Liceo de San Felipe, aprenderemos a narrar vuestros hechos para que vuestros nombres sean esculpidos en tablas de bronce”. Para continuar con este homenaje, prosigue el testimonio de los Bomberos. En seguida, los acogen desde la Municipalidad y un caluroso discurso del Intendente. Como a las cuatro de la tarde el “Aconcagua” salió de la Plaza por la calle Comercio (actual Prat), hasta su Cuartel improvisado. El edificio de la Casa de Ejercicios Espirituales de San Felipe, donde les esperaba un suculento rancho acompañado de buenos tragos de magnífica baya (chicha). Los oficiales fueron invitados a uno de los hoteles de la ciudad donde se les sirvió una espléndida comida, con la presencia del Intendente, el Presbítero José Agustín Gómez y otras personalidades de la zona. Florentino A. Salinas, militar y autor del libro “Los Representantes de la Provincia de Aconcagua en la Guerra del Pacífico”, narra que el día 13 de julio de 1884, en la ciudad de San Felipe, el alto mando del Regimiento Aconcagua, regresa a las autoridades civiles de la Provincia de Aconcagua, la bandera tricolor que la Ilustre Municipalidad de San Felipe había entregado a su Regimiento para llevarla a la campaña entre 1879 y 1884. Esta bandera retorna por segunda vez, victoriosa de Lima. Los jefes del Aconcagua, entonces eran el teniente coronel Pablo Marchant; el mayor José Vicente Otero; el mayor José Fidel Bahamondes y el sargento mayor, Francisco Máximo Caldera Salas. El Intendente de Aconcagua en esa época era Da-
vid García; mientras que el gobernador de Ligua era Z. Martínez Rioseco; el gobernador de Putaendo, Rafael Salazar; juez letrado, Arturo E. Prieto. El regidor de la época era Balbino B. Arrieta y redactor de “El Censor”, Clemente Suárez y profesor del Liceo de San Felipe, L. B. Zúñiga. Entre las personas que firman el acta de entrega de la bandera heroica de Aconcagua, de fecha 13 de julio de 1884, figuran el ex alumno del Liceo, sargento mayor Francisco Máximo Caldera Salas y su ex profesor del Liceo de San Felipe, Balbino Arrieta, quien fue Secretario y Ministro de Fe. Este profesor recordó que el 18 de diciembre de 1865, cuando Francisco Máximo Caldera Salas era alumno del segundo año de humanidades, recibió tres premios como alumno distinguido del Liceo en las especialidades de Latín, Gramática Castellana y Aritmética. EPOPEYA DE LOS HERMANOS CALDERA Parte de la ofensiva final de la campaña por la toma de Lima fue la batalla de Miraflores. Francisco Máximo Caldera Salas fue herido en los inicios de ese combate, cuando dirigía sus tropas a la ofensiva. Terminó internado en el Hospital Militar. Es conocida la anécdota de que en ese lugar se encontró con su hermano, el teniente Benigno Segundo Caldera Salas prácticamente ultimado por cuatro balazos. La primera herida Benigno Segundo la recibió en la espina dorsal mientras subía al caballo para transmitir una orden del jefe institucional; cuando avanzaba, un balazo lo atravesó de parte a parte en el cuerpo; mientras que el tercer proyectil lo impactó en la parte superior del tronco y lo tumbó a tierra. El sufrido teniente se arrastró detrás de una pared y se batió a balazos hasta que un cuarto proyectil destrozó los dedos de su mano e inutilizó su fusil. Caldera
fue recogido del campo de batalla al día siguiente del combate, desangrándose y cadavérico, pero conservando la valiente serenidad de ánimo de que había dado prueba. Al ser trasladado a la sala de oficiales del Hospital Militar, su hermano Francisco Máximo, que se encontraba en ese lugar también herido, le preguntó por el número de sus heridas, a lo que Benigno Segundo contestó: “Hermano, creo que he recibido más de las necesarias”. Días después, el teniente don Benigno Segundo Caldera Salas fallecía a consecuencia de sus heridas, en el Hospital de Guadalupe en el Callao. Dicen que poco antes de morir uno recuerda toda su vida como una película. Benigno Segundo Caldera Salas al agonizar en Perú, pensaría en el día 18 de diciembre de 1865, cuando en presencia del rector del Liceo de San Felipe, don Jerónimo Arce, y al aprobar el segundo grado de humanidades, recibió igual que su hermano Francisco Máximo, tres premios. El segundo en Gramática Castellana inmediatamente detrás de Francisco Máximo. Además, recibió los primeros premios en Historia Antigua e Historia Griega. Cuenta Benjamin Olivares Corvera que Hortensia Caldera Salas en Santiago, el 24 de junio de 1946, envió a don Mario Urcullu de la Vega, en su calidad de presidente de la Sociedad de Historia y Arqueología de Aconcagua, una nota donde adhiere a la fundación de la Sociedad, colabora financieramente a la obra y hace un obsequio al Museo “de los retratos de mis recordados hermanos, Benigno Segundo y Francisco Máximo Caldera Salas, el primero de ellos muerto heroicamente en la batalla de Miraflores y el otro herido también de gravedad en la misma acción de guerra y de sobresaliente figuración en las filas del Ejército”.
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La definición de San Felipe según personajes y vecinos Vecinos de San Felipe, destacados en los más diversos ámbitos del quehacer local y protagonistas en varias historias de la comuna, hicieron una pausa en sus labores para
conversar con “El Observador” y reflexionar un momento sobre la comuna que a algunos los vio nacer y a otros les ha ofrecido la oportunidad de desarrollarse en lo que más les
“Me gustaría que San Felipe siguiera progresando” Julia Salgado López Ex directora escuela John Kennedy Hija Ilustre de San Felipe “A mis 98 años, recuerdo la época en que se hicieron muchas cosas en educación, como fue la fundación de la escuela John Kennedy, de la que además de ser la directora, fui la fundadora, con el apoyo del alcalde Juan Fuentes, con quien luchamos mucho. Peleamos con medio mundo por la escuela, hasta que la construyeron, porque ese caballero era muy batallador. En ese tiempo había sólo una parte de la población Pedro Aguirre Cerda construida y justo después de que entregaron la escuela vino un terremoto, por lo que hubo que abrirla como albergue para toda la población. Entonces, tuve que irme a vivir a la escuela, a pesar que aún no había ni agua ni luz. La educación ahora ha cambiado mucho, los niños no respetan a nadie, las profesoras tienen que humillarse ante los alumnos. Hace falta la estrictez de antes, exigencias como la puntualidad, medidas que repercutan en la disciplina de los estudiantes y su formación. Ahora, cuando salgo de mi casa, he visto que las calles de la ciudad están más adelantadas, me gustaría que San Felipe siguiera progresando, especialmente en educación, porque ahora los niños no leen, viven conectados con su computador o el teléfono. Noto que San Felipe va progresando, pero aún falta mucho en educación”.
gusta. Junto a ellos, damos una mirada al pasado, presente y futuro de esta Ciudad Tres Veces Heroica y cómo creen que ésta busca reinventarse una y
otra vez para con su gente. A continuación, presentamos a nuestros entrevistados y sus expectativas respecto al San Felipe que se construye desde ya.
“San Felipe es cultura, pero siempre desde la autogestión” Franz Kraemer Ibaceta Cantante e instrumentista “En cuanto a cultura musical, saliéndonos del lado del fomento a la cultura, creo que en San Felipe siempre se ha dado el tema de convivir musicalmente entre varias agrupaciones. Se trata de una ciudad pequeña, donde la gente ligada a la música se conoce y por eso se dan instancias de reunión como para tocatas por ejemplo. Hay mucha cultura que se hace de manera independiente, con agrupaciones de escritores y colectivos, con una identidad detrás. Se busca hacer cultura más allá de que ésta se fomente o no y eso ha marcado a San Felipe como una cuna de la cultura, pero siempre desde la autogestión. Tenemos una cultura que nos identifica en cuanto a nuestro quehacer, pero aún nos falta generar más redes. El que esta actividad perdure va a depender mucho de las personas, de lo que se genere como socialización. Si se pierde la conexión entre la gente sería preocupante, porque una ciudad tiene que darle valor a la cultura y así ésta puede ir progresando. No pasaría lo mismo si la gente no se conoce. Se hacen muchas cosas, por eso soy optimista en cuanto a que ya no está esperando que éstas las hagan por ellos. En cuanto a los jóvenes y como profesor de música, veo que los alumnos gozan de un talento increíble, pero está ahí, reservado, porque el mismo sistema no les permite expresarse, porque no se están fomentando las artes, áreas que podrían enriquecer más aún nuestra zona. Va a ser difícil que se fomente así finalmente la cultura en la ciudad, a no ser que se siga dando entre redes, amigos, conocidos. La Cultura está ligada al quehacer humano, por lo que veo difícil que se pierda, pero me preocupa que no se le tome el peso que ésta realmente tiene”.
“Se ve el trabajo mancomunado para que San Felipe tenga un mejor despertar” Patricio Freire Alcalde de San Felipe “Si nos despertamos hoy y vemos el pasado glorioso de San Felipe, con grandes construcciones, como el Teatro Municipal, la Intendencia, el Banco Chile y todo el barrio cívico de la ciudad; vemos que éste era maravilloso. Son cosas que nunca debieron haberse destruido y se hoy se añoran. Pero estamos solamente llorando sobre la leche derramada, porque ya no existen esas construcciones preciosas. Hoy nos damos cuenta de que pasaron muchos años y San Felipe se fue quedando y solamente viviendo del pasado. Ahora estamos cambiando el ‘switch’, para que miremos el futuro. Vemos el presente y ya es más venturoso, porque ya hay más caminos nuevos, como Chercán Tapia, Circunvalación Norte, camino Los Molles, mucha conectividad y se suman otros proyectos de pavimentación participativa y muchos donde se están haciendo trabajos definitivos de toda la conexión vial de San Felipe, porque ya no sólo se están tapando ‘eventos’. Estamos viendo cómo recuperar el medioambiente, con el arreglo de las alamedas, el parque del estero de Quilpué, que ya está en construcción y viendo la posibilidad de recuperar el parque de la Hacienda de Quilpué como pulmón verde para todos los sanfelipeños. Se ve el trabajo mancomunado para que San Felipe tenga un mejor despertar”. Continúa en página 8
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La definición de San Felipe según personajes y vecinos Viene de página 7
“Falta un faro que guíe hacia dónde va el desarrollo de la ciudad” Rolando Stevenson Velasco Precursor del teatro, cooperativista, ex concejal, consejero regional “Lo que veo en San Felipe es que actualmente no tiene un derrotero, no hay un rumbo claro de lo que se quiere lograr como ciudad. No hay una proyección definida hacia futuro. En el Plano Regulador no se atisba una dirección concreta de qué significa el desarrollo de la ciudad y cuando me refiero a esto, no me refiero sólo al aspecto urbano de construcción, sino también a qué queremos con la gente. Creo que San Felipe, teniendo una estructura valiosa de estilo colonial, al ser la primera ciudad fundada por Manso de Velasco, que es el gran fundador de ciudades de Chile -con siete, además de San Felipe- su trazado y área central corresponde a una instrucción exacta del reino español, respecto a cómo construir ciudades, lo que es algo que deberíamos respetar. Deberíamos seguir respetando su trazado, sus alamedas, los pilares de esquina; pero no verlos como un aspecto muerto, sino como una posibilidad viva de desarrollar el turismo histórico y arquitectónico. Siempre he insistido en esto, porque hay que pensar en el futuro, en las nuevas generaciones, ver en qué se va a sostener su desarrollo. Qué pasa si mañana desaparece la agricultura, que es muy probable, viendo el escenario de sequía que no cambia y si nos vemos impactados por un retroceso en el desarrollo de la minería ¿qué va a pasar económicamente con esta ciudad? Ésa es una de mis preocupaciones. Como consejero regional, voy a estar muy atento cuando llegue el Plano Regulador de esta comuna, para ver cómo se va a conciliar con sus símiles de la provincia y la región, porque tiene que haber un todo armónico. Insisto en que está faltando un faro que guíe la acción futura”.
“Siento que estamos en una etapa de transición” Delia Poza Ibarra Presidenta Unión Comunal Juntas de Vecinos “El pasado de San Felipe fue una etapa bonita, hasta hace ciertos años atrás, cuando la vida era tranquila y habían muchos anhelos respecto a cómo iba a surgir la ciudad. Ahora se están haciendo cosas buenas, pero a la vez siento que estamos en una etapa de transición, que ha sido muy larga. La tranquilidad se ha quebrado un poco al haberle quitado atribuciones a los padres con sus hijos, porque hoy no se les puede llamar la atención en la casa y menos en el colegio, lo que ha sido culpa del sistema, donde los padres cada día tienen menos tiempo para pasar con sus hijos y también menos autoridad, lo que ha dado paso a la delincuencia. Creo que más adelante va a cambiar San Felipe, donde está creciendo, hace falta la unión, ser trasparente con lo que haces y reconocer a la gente por todo lo que hace, como los dirigentes, que lo hacemos con voluntad y sacrificio. Por ejemplo, yo estoy desde el año 1999 en la dirigencia del área de la Mujer y encuentro que ya es mucho tiempo, por lo que varias veces he dejado mi puesto a disposición, pero la gente tiene miedo que con ello las actividades no continúen. Todas las autoridades que han pasado en todos estos años nos han apoyado, en especial desde Dideco y de la Gobernación, estando atento al empuje de proyectos y también para dar la ayuda social que necesitan los vecinos. Me gustaría eso sí que las autoridades nos visitaran, conocieran lo que estamos haciendo y los proyectos que estamos ejecutando, que se dieran una vuelta por las poblaciones y conozcan de boca de los mismos vecinos los problemas y las diferentes iniciativas. Hay muchos problemas sociales, especialmente entre adultos mayores y es necesario que las autoridades estén al tanto y ver cómo se pueden abordar”.
EL OBSERVADOR
“Nos gustaría que en San Felipe pudiéramos jubilar sintiéndonos jubilosos” Víctor Olave Barraza Presidente Unión Comunal de Clubes de Adultos Mayores “Es harta la diferencia entre el San Felipe de antes con el de hoy. Recuerdo los encantos del sector de “Parrasía”, con su Torreón; el Palacio de Quilpué; las victorias en la estación; todo lo que ya se ha perdido. Hoy vemos que nuestra ciudad está avanzando a pasos agigantados en lo que es su infraestructura, con áreas verdes, lo que apreciamos. Como adultos mayores tenemos 70 clubes organizados, con un promedio de 30 participantes, por lo que estimamos que en San Felipe tenemos 3 mil adultos mayores activos. Es así como dentro de los principales logros de esta ciudad en relación a nosotros es el poder contar con el Centro Integral del Adulto Mayor “Ayecan” y el Centro Diurno que se encuentra atendiendo a alrededor de 70 adultos mayores. Sin embargo, la deuda que la ciudad tiene con los adultos mayores es por el maltrato que algunos reciben; en la casa y de la ciudad misma. Hay casos donde los adultos mayores han perdido sus casas y se quedan sin un lugar para vivir y nos sentimos desvalidos, en el sentido de que no hay una justicia real. Hoy no hay respeto hacia los adultos mayores, ya no se cede el asiento en las micros, por ejemplo, hay problemas con los centros de pago, con tremendas filas a la intemperie, en el invierno con el frío y en el verano a todo sol. Nos está faltando mayor apoyo de la gente hacia los adultos mayores. Que no se olviden los jóvenes que tienen sus padres y que ellos mismos tarde o temprano también van a llegar a esta etapa. Nos gustaría que las veredas estén en condiciones, que el comercio en general brinde una mejor atención a los adultos mayores y jubilar para sentirnos jubilosos y realmente disfrutar, no como ocurre hoy”.