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Mi buena Noticia EL OBSERVADOR
Viernes 30 de octubre de 2015
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EL OBSERVADOR Fondo de Fomento a los Medios de Comunicación Secretaría General de Gobierno Región de Valparaíso
“El pequeño Alexis me llamó y dijo: ‘Tía, vencí el cáncer”
La quillotana Paula Alarcón es voluntaria de Oncología del Hospital Gustavo Fricke y dice que ésta ha sido la llamada más linda que ha recibido que historias QUI Pretender vinculadas al cáncer LLO tengan algún aspecto buena noticia es casi TA de una búsqueda imposi-
ble. Pero este relato lo consigue. Es la historia de Paula Alarcón, madre quillotana; y Alexis, un pequeño de 8 años de La Calera, que le dice “tía”, por el cariño que le tiene, luego de mucho tiempo en que ella le ha hecho su vida más entretenida, siendo colaboradora de Oncología Infantil del Hospital Gustavo Fricke de Viña del Mar. Hasta ahí llega periódicamente, para acompañar a los pequeños que enfrentan esta enfermedad, aunando voluntades solidarias de varias personas, la mayoría de Quillota y sus alrededores. Paula se vinculó con esta unidad de salud, luego que uno de sus hijos, Benjamín, viviera todo su proceso ahí, hasta que -como los pequeños dicen- se convirtiera en “un angelito que los cuida desde el cielo”. “Luego de haber vivido en carne propia lo que es ser mamita oncológica, siguen mis lazos con esta familia, unida por el dolor, donde con gestos simples de cariño, solidaridad y buenas intenciones apoyamos a los niños, colaborando con un grupo llamado ‘Padrinos Mágicos’ o con quien requiera colaboración”, cuenta Paula. Ella comenta que “llegar a un lugar donde la palabra cáncer ya implica dolor, miedo e incertidumbre, hace que hasta el mas valiente trate de huir. Pero también hay personas llenas de valentía, esperanzas y ganas de
vivir, tanto hijos como padres, que dan una dura batalla”. La joven madre ayuda llevando alegría, con disfraces, huevitos en la Pascua de Resurrección. Hasta el grupo “La Bigote Cumbión” ha tocado para los pequeños. “Este fin de semana, para Hallowen, llegaremos con disfraces, juguitos y galletas dulces y pronto nos acompañará el Iron Man quillotano, gracias a la colaboración de amigos, conocidos de Facebook, quienes a través de las vivencias compartidas, se han unido a esta hermosa cadena de amor”, relata Paula. LA NOTICIA MÁS BELLA Durante todo el proceso de “Benja”, apareció Alexis, un simpático, amoroso y extrovertido niño. Siempre, de la mano de su abuelita, quien ha sido protagonista en su tratamiento, desde que el niño fue diagnosticado con leucemia linfoblástica. “Mientras vivíamos nuestros días entre quimioterapias, controles y poniéndole ganas a la vida, Alexis nos hacía reír con sus palabras, chistes e ingenuidad. La primeras ‘quimios’ dan mucho apetito y para la abuelita de Alexis era una lucha mantenerlo tranquilo. Alexis nos veía y decía: ‘Tía, yo quiero de eso, tráigame esto por favor’, con una carita tan amorosa, que teníamos que resistirnos para no traerle”, recuerda Paula. El niño viajaba diariamente desde La Calera. Pese a vivir en dicha ciudad, es hincha de San Luis, por lo que se unió mucho
más a Benjamín y Paula, fanáticos canarios. Cuando “Benja” partió, Paula recuerda que “llegó el momento de las preguntas difíciles y tuve que responder a Alexis. Él preguntó: ‘Tía, ¿por que no viene El Benja?’. Con un nudo en la garganta, sin saber qué responder, sólo le dije que el Benjita había partido a un hospital muy especial, donde él sanaría y, desde ahí, nos cuidaría a todos. Entre
su inocencia y cariño, me dijo: ‘Ya tía. Cuando él pueda, va a venir y será nuestro angelito. Dígale que lo hecho de menos’. Él ya lo sabía. Sólo quería saberlo por mí”. Aunque el paso de Paula por Oncología ya había terminado, los lazos de amor con su “familia oncológica” se mantuvieron e inició su voluntariado. “Entre las actividades, el plantel de San Luis de Quillota
recibió a los niños en su Complejo Deportivo. Ahí Alexis hizo amistad con ‘Tuto’ De Paul, Guillermo Pacheco y todos, porque los hizo reír con sus pequeñas locuras”, cuenta. Paralelamente, el niño continuó pasando los durísimos protocolos de quimioterapias y, entre protocolo y protocolo, las visitas a Oncología y las que hacía al hogar de Alexis, Paula recibió un llamado telefónico. “Era una voz claramente reconocida, dulce y tierna, que me dijo: ‘Tía: vencí el cáncer’”. Lo que se produjo en ese momento en el corazón de la madre quillotana fue difícil de describir: “Sentí una alegría enorme. También me sentí vencedora, pensando en tantos niños que perdieron esa dura batalla y él logró ganar esa lucha contra el cáncer. Eso para mi fue gratificante, una alegría entre tanta desesperanza y dolor. Esa pelea que se luchó y se luchó y por fin uno de nuestros niños la ganó. Ha sido la llamada más maravillosa que una, como tía postiza, puede recibir”. Actualmente Alexis está en lo que se denomina “etapa de remisión”. Es decir, no hay cáncer o está detenido, por lo que deberá someterse a radioterapia, para eliminar cualquier presencia de la enfermedad. Alexis López Pérez tiene 8 años y es uno de los 400 niños usuarios de Oncología del Hospital Fricke. De ellos, unos 50 están hospitalizados, luchando, con la compañía de voluntarios que les llevan permanentemente alegría. Entre ellos, Paula, quien puede contar a su hijo en el cielo que conoció a otro superhéroe, esta vez sin disfraz, sino con una bella sonrisa como armadura y unos chistes inocentes como arenga de batalla.