¿Dónde están las cometas? (Los Cuentos de Mia)

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Para Ekaitz, Itxaso, Asier e Iker. Gracias por traer tanta luz al mundo. Mia ¿DÓNDE ESTÁN LAS COMETAS? Colección: Los Cuentos de Mia Una publicación de Ediciones Fortuna www.edicionesfortuna.com www.facebook.com/edicionesfortuna info@edicionesfortuna.com Texto e ilustraciones: Mia Charro www.miacharro.com Copyright © 2015 Ediciones Fortuna Copyright © 2015 Mia Charro Primera edición Todos los derechos reservados ISBN: 978-84-943094-2-7 Depósito Legal: BI-1609/2014 IBIC: YBC-YFU-2ADS-5AC



Había una vez un país lleno de monstruitos. Unos eran peludos, otros grandes, pequeños, con sombrero, redondos, cuadrados y de todos los colores. Algunos daban miedo porque tenían una voz parecida a las puertas que chirrían. Otros hacían reír con sus chistes y cosquillas. También había monstruitos aventureros que se pasaban el día recorriendo en bici las laderas de las montañas, y monstruitos que preferían descansar a la sombra de un árbol en los días de primavera.



Todos ellos se reunían los domingos en la feria. Comían palomitas de maíz, se montaban en la noria, en la montaña rusa y en el tiovivo; y, cuando llegaba la noche, bailaban alrededor del fuego cantando su canción monstruosa.



¡Hola, soy Pluf!

¡Hola, soy Klim!

Entre tanto monstruito vivían Klim, que era muy simpático, y Pluf, que también era simpático pero un poco cascarrabias. Un domingo más, Klim y Pluf cogieron sus cometas y subieron al autobús para ir a la feria. Pasaron por el Puente Rojo y giraron a la izquierda hacia la Catarata del Limón, que te moja un montón.




Cuando llegaron a la feria, Klim y Pluf corrieron, jugaron, bailaron y saltaron con sus cometas. —¡Mira cómo vuela! —exclamó Klim. —¡Mira cómo da vueltas! —exclamó Pluf.



Pero de repente se levantó la brisa, y la brisa se transformó en viento. Y el viento, que era muy travieso y muy guasón, se empezó a reír: —¡Ja, je, ji! ¡Esas cometas serán para mí! El muy pícaro sopló y sopló y arrancó las cometas de las manitas de Klim y de Pluf, llevándoselas muy lejos.


Pluf g ri t

ó.

..

...ll

...

se t ó.. e l a iró al s uelo y pat

.

oró y gruñó..

.


...pero el viento no le trajo su cometa. Gritó, lloró y gruñó aún más fuerte para que el viento le oyera… Pero el viento siguió sin devolverle su cometa.

¡Grrr!

¡Quiero mi cometaaa!


Klim miró las cometas alejarse y dijo: —Puedo hacer dos cosas ante este problema:


Patalear mås fuerte que Pluf, lo cual no creo que sirva de mucho‌

...o seguir al viento e intentar encontrar las cometas.


—¡Seguiré al viento! —gritó Klim. Inmediatamente el dragón de la feria se acercó a él. —¡Huelo la aventura! Mi nombre es Dragón. He recorrido el mundo de arriba abajo y de izquierda a derecha. ¡Yo te llevaré! Pluf siguió pataleando sin consuelo y no quiso ir con Klim. Así que Klim se montó en Dragón de un salto, salió volando en la dirección del viento y exclamó:


ยกEncontraremos las cometas!


Primero llegaron al Lago de la Flores. Klim se bajó de Dragón y le preguntó amablemente: —Perdone, ¿ha visto usted al viento con dos cometas? —Claro, querido Klim, se las ha llevado hacia el Norte, hacia Árbol Grande. Veo que eres un monstruito muy simpático. Ten, te regalo una de mis flores más fragantes. —¡Oh! ¡Muchas gracias! —dijo Klim mientras olía la flor.



Para conocer el final de este divertido cuento, visita tu librería más cercana o nuestra página web www.edicionesfortuna.com.

¡A la venta a partir del 27 de abril de 2015!


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