2011
CUAVAS, Ela Juntar los huesos Cartagena de Indias (Colombia), Ediciones Pluma de Mompox S.A.- 2011 64 p.; 14 x 21,5 cms. ISBN de la colección: 978-958-8375-35-9 ISBN: 978-958-8375-48-9 I. Juntar los huesos. Título CDD 800/808543 Juntar los huesos Ela Cuavas
© 2011 Ela Cuavas © 2011 Ediciones Pluma de Mompox S.A. Centro, Matuna, Edificio García Of. 302, Tel. 5-664 7042 57-313-535 6577 www.plumademompox.com info@plumademompox.com Cartagena de Indias - Colombia
Primera edición en la colección VOCES DEL FUEGO: abril de 2011 ISBN de la colección: 978-958-8375-35-9 ISBN de la obra: 978-958-8375-48-9
Director Editorial Carlos Alfonso Melo Fajardo Director de Contenido John Jairo Junieles Acosta Asistente de Contenido Jesús Esquivia Noth Diseño de la colección Carlos Alfonso Melo Fajardo Fotografías Portada: Think Stock Photo / Gety Iamge Del autor:_______ Impreso por ELB S. en C. Impreso en Colombia - Printed in Colombia Queda hecho el depósito de Ley. Ninguna parte de esta publicación, incluido el diseño de la cubierta, puede ser reproducida, almacenada o transmitida en manera alguna, ni por ningún medio, ya sea electrónico, químico, mecánico, óptico de grabación o de copia, sin el permiso de los propietarios del Copyright. 2011
Voces del fuego: testigos del Bicentenario: es una colección donde tienen cabida autores de diferentes regiones, tendencias estéticas y generaciones, manifestando la existencia de un cruce invisible de tiempos y saberes que vienen de lugares inesperados, e influyen muchas veces en forma imperceptible en el curso de la historia. El Bicentenario de la Independencia que conmemoramos, invita a celebrar nuestra interculturalidad. Los sesenta y cinco autores de esta colección son fuego en torno al cual nos seguimos reuniendo para descubrir, celebrar y pensar las secretas formas del mundo. Ediciones Pluma de Mompox S.A. transita así su segunda década de vida con la firme convicción de estar construyendo reflexiones críticas y posibilidades creativas desde la pluralidad. Nuestro continuo trabajo de divulgación permite a escritores, periodistas e investigadores de diversas regiones, edades y áreas de interés, la publicación de sus obras y el dibujo de una nueva geografía imaginaria del país. Leer un buen libro, conocer el mundo a través de otros ojos, pero con los tuyos, es hoy nuestra invitación: miles de millones de manos y labios, en el ritmo de los años, lo han hecho posible para ti. Nosotros, desde esta orilla del mar, seguiremos trabajando para perpetuar el milagro. Carlos Alfonso Melo Fajardo Director
A mi padre Juan Cuavas
Debo vivir as铆. Yo mismo he elegido quemar este barco-destino doloroso mientras doy alaridos en el tim贸n. Fedor Sologub
Contenido Juntar los huesos ........................................................................ 15 I Metamorfosis de la muerte .............................................. 19 La estación dolorosa.................................................................. 21 Un poeta ......................................................................................23 Metamorfosis de la muerte ..................................................... 25 Escrito desde el purgatorio ..................................................... 26 Te sedujo el canto de un pájaro ............................................... 28 Lo que ya no podré decir.......................................................... 29 Día nublado ............................................................................... 30 Lluvia en la ciudad .................................................................... 31 Unas líneas para Rimbaud ....................................................... 32 Ciudad de noche ........................................................................ 33 La ciudad que reconozco ........................................................ 34 En el sur las mujeres no conocen el amor............................. 35 Balada de la deseada muerte ................................................... 36 Grito ............................................................................................37 Fundación .................................................................................. 38 Me reconozco en esta casa ....................................................... 39 Blues.............................................................................................40 Ejercicios de la muerte.............................................................. 41 El sol y la tormenta .................................................................. 42 Otra versión del sueño .............................................................. 43 Carta para Arturo B. Deveriux ............................................... 44 Carta para el señor Ramón ...................................................... 45 Nuevo Cantar de los Cantares ................................................ 46 Por el ojo de la vigilia ................................................................ 47 El lugar del sueño ..................................................................... 48
II Metamorfosis del sue単o .............................................. 49 Poema I................................................................................... 52 Poema II ................................................................................. 53 Poema III ............................................................................... 54 Poema IV ............................................................................... 55 Poema V ................................................................................. 56 Poema VI ............................................................................... 57 Poema VII .............................................................................. 58 Poema VIII ............................................................................ 59 IX Metamorfosis del sue単o................................................. 60 Poema X ................................................................................. 61 Cartas de Mandela desde la Isla de Robben ..................... 62
Juntar los huesos
Recopilando una antología de mujeres poetas de la Costa Caribe colombiana, proyecto que finalmente no se dio, me encontré regocijado con una voz que desconocía totalmente: Ela Cuavas. La lectura de los pocos poemas que llegaron a mis manos, con sus datos escuetos, me hizo entablar un diálogo con la poeta con el fin de solicitarle más poemas. Mi sorpresa se mantuvo cuando me envió un libro completo totalmente inédito y luego vinieron otros poemas sueltos que continuaron corroborando mi admiración por su poética. En noviembre del 2010, invitado para hablar de la obra poética de mi amiga Clemencia Tariffa, tuve la oportunidad de conocer a Ela en el Encuentro Internacional de Mujeres Poetas, que desde hace más de tres lustros organiza la promotora cultural Lena Reza en Cereté, tierra donde viviera y soñara el recordado Raúl Gómez Jattin, y supe allí que Ela ha venido asistiendo hace varios años a este encuentro, y que de alguna manera el hecho de compartir cada año con las diversas voces del país y del mundo le han permitido confrontar su creación literaria haciendo del encuentro su primera escuela de poesía, aunado a su juiciosa pasión lectora y a su vocación por la palabra.
Estremecimiento, lucidez y un profundo conocimiento de la poética universal son las primeras impresiones que se pueden apreciar cuando leemos los poemas de Cuavas, escritos tanto en prosa como en verso, técnicas que bien sabe combinar y en las que se desenvuelve sin problemas; allí enhebra ella sus frágiles o acérrimas visiones de la vida con lo que debe decir la palabra, exorciza sus lecturas y las confronta con sus propias realidades, amasa con palabras lo que podría salvarla como espectadora de su propio delirio por la poesía y convierte el hecho estético de la creación en su vida misma. En sus juegos de desdoblamiento logra confrontar el ejercicio poético con su propia visión de las realidades e irrealidades que la circundan y la hacen inmune a los silencios estériles. Después de leer el conjunto total de su libro el lector de poesía sabe que se encuentra ante una poeta que encontró en la escritura de su primer libro el difícil cauce para seguir vadeando en la búsqueda profunda del quehacer poético. Y esto es ya decir bastante para alguien que se atreve a mostrar sus primeros poemas. No estamos frente a una autora que tímidamente muestra sus primeros bosquejos, estamos frente a una poeta que aunque siendo joven ya da sus primeros pasos seguros ante la incertidumbre de la creación literaria. Sus mayores aciertos repuntan ante todo cuando logra evitar de sus textos poéticos a esa primera persona que tanto acosa a los creadores de poesía, cuando logra desacralizar el lugar común y se deja llevar consciente o inconscientemente por la invención de sus propios lugares, más cercanos al latir propio del poema en su íntima visceralidad y a la llama que permite el crepitar de la poesía, tal como nos lo deja ver al final de uno de sus textos: No nombrar fue nuestra esencia; la metáfora es más engañosa que el sueño.
Fuimos sangre, fuimos espada. Lo destruimos todo. Ahora nos toca juntar los huesos.
HernĂĄn VargascarreĂąo