Senorpresas palabras
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Senorpresas
palabras
KRYSTYNA M. Libura, GABRIEL López Garza Ilustraciones ANÍBAL Delgado
L
as palabras suelen ser contrabandistas del pasado: cada
una lleva un granito de memoria, guarda las cosas antiguas,
como el ámbar conserva insectos prehistóricos. En la palabra mago se oculta un sacerdote zoroástrico magush, en ojalá resuena la frase wa sa Alláh, y quiera Dios, que nos recuerda la larga presencia de los árabes en la Península Ibérica. Las etimologías son como árboles genealógicos de las palabras que nos revelan de dónde viene cada una; pero no sólo eso, en ellas se refleja la historia de las cosas y de los conceptos. El mismo término etimología (de étymos, verdadero, y logos, palabra) sugiere que en los orígenes hay una verdad encerrada. En este libro presentamos algunas etimologías escogidas por el puro placer de asombro. No se trata de un diccionario de consulta, sino de una colección de esas curiosidades que a menudo nos invaden cuando pronunciamos una palabra común y corriente, como “jaqueca” o “chocolate”, y de repente nos asalta la pregunta “¿y esa palabra, de dónde vendrá?” Entre la imagen que ilustra la procedencia de la palabra y la palabra actual se crea una tensión, un enigma que hay que descifrar, y ese es el juego que propone este “florilegio de palabras.”
CONSIDERAR
considerar
examinar, estudiar, reflexionar. Latín: con + sider + are, con + estrellas + terminación verbal, actuar acorde con las estrellas.
Considerar se formó con la palabra latina sidus que significa estrella. Antiguamente las personas para tomar una decisión importante consultaban a los astrólogos, quienes a su vez recurrían a las estrellas para predecir el futuro. Sólo entonces se tomaban decisiones y se procedía conforme a lo que se leía en los astros. La misma fe en la influencia de las estrellas esconde la palabra “desastre”, que la lengua española pidió prestada del provenzal antiguo donde significaba “desgracia debida a la mala influencia de las estrellas” de: dis + astre = sufijo negativo + estrella.
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CONSIDERAR, de ESTRELLA
MATERIA
materia
substancia, tema, asunto. Latín: mater + ia, madre + calidad de, ser como madre.
La palabra materia proviene de mater, madre en latín. Y madre es una de las palabras más antiguas. Nació, se dice, imitando los primeros sonidos que los bebés producen: ma-ma. Por eso en tantos idiomas del mundo encontramos una palabra semejante. De mater, madre, se formó la palabra latina materia que significaba, “tener la categoría o la calidad de madre”. En algún momento la palabra materia se empleó para designar el tronco de los árboles, ya que se pensaba que éste era como madre del árbol, es decir, su parte esencial o principal. De ahí la palabra materia expandió su significado a la madera que se saca del tronco, luego al material de construcción en general, y por fin, a cualquier substancia que existe. De ahí la heredó el español.
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MATERIA, de MADRE
TRABAJAR