MARGUERITE DURAS
ยกAH, ERNESTO! KATY COUPRIE
MARGUERITE DURAS
AH ! ERNESTO KATY COUPRIE
Ernesto va a la escuela por primera vez.
De regreso, va derechito a ver a su mamá y le dice: —No voy a regresar a la escuela. Su mamá deja de pelar una papa. Se le queda viendo y le pregunta: —¿Por qué? —¡Porque sí!… — contesta Ernesto—. Porque en la escuela me enseñan cosas que no sé. —¡Mira éste! —dice la mamá, y se pone de nuevo a pelar las papas. Cuando el papá de Ernesto regresa del trabajo, la mamá le cuenta la decisión de Ernesto. —¡Ora! —dice el papá—. ¡Nomás faltaba!
1
Al día siguiente, el papá y la mamá
de Ernesto van a ver al profesor para contarle la decisión de Ernesto. Pero el profesor no se acuerda de ningún Ernesto en particular. —Sí, chaparrito, moreno… —lo describe la mamá—. Siete años, con lentes… Es muy calladito, pero digo… —No —responde el profesor después de pensarlo un rato—. No recuerdo a ningún Ernesto. —¡Es que nadie se acuerda de él! —dice el papá—. ¡Es como si no existiera! —Tráiganlo —pide el profesor.
2
Al otro día, el papá, la mamá y Ernesto vuelven a ver al profesor. El profesor de Ernesto lo mira: —¿Tú eres Ernesto? —pregunta. —Ajá —contesta Ernesto. —Efectivamente —dice el profesor—. Efectivamente… ¡No te reconozco! —Yo sí —responde Ernesto. La mamá señala a Ernesto, se encoge de hombros y dice: —Vea: ¡enseguidita se nota qué clase de niño es! Todos se callan. El profesor se queda pensativo… el papá también.
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