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Insuficiencia cardíaca. Entrevista Dr. Bolívar Sáenz
La insuficiencia cardíaca se caracteriza por un daño en la función del corazón, el cual no logra bombear suficiente sangre al resto del cuerpo o, en algunos casos, lo hace de manera ineficaz
De acuerdo a la 1a Guía de diagnóstico y tratamiento de la insuficiencia cardíaca de la Sociedad Ecuatoriana de Cardiología (2023),“a nivel mundial se estima que la prevalencia de la insuficiencia cardiaca (IC) es entre 2 % y 3 % en adultos y es la principal causa de hospitalizaciones en mayores de 65 años, con una mortalidad del 20 % al primer año y hasta el 50 % a los cinco años del diagnóstico. En Ecuador, las enfermedades cardiovasculares, incluida la insuficiencia cardíaca, son la principal causa de muerte no violenta, con mayor prevalencia y mortalidad que otras enfermedades crónicas”.(1)
Debido al incremento de esta enfermedad, es necesario comprenderla y conocer sus estrategias de tratamiento. Por ello, revista Guía Farmacéutica entrevistó al Dr. Bolívar Sáenz, cardiólogo clínico especializado en insuficiencia cardíaca, formado en la Universidad Federal Fluminense de Río de Janeiro, Brasil, y vicepresidente de la Sociedad Sudamericana de Cardiología, quien abordó diversas inquietudes sobre esta patología.
¿Qué es la insuficiencia cardíaca?
La insuficiencia cardíaca (IC) es un síndrome que representa la fase avanzada de varias enfermedades crónicas que no han recibido un tratamiento adecuado y que no han resultado en muerte. Entre las causas comunes se encuentran la hipertensión mal controlada, la insuficiencia renal no tratada de manera efectiva, las cardiomiopatías relacionadas con la diabetes y ciertas arritmias como la fibrilación auricular. Sin embargo, la causa más frecuente es el daño causado por un infarto, donde el paciente ha sobrevivido pero, probablemente, sin recibir el tratamiento inicial óptimo.
¿Cuáles son los estadios de la insuficiencia cardíaca?
La insuficiencia cardíaca no solo implica factores de riesgo, sino también enfermedades previas que la originan. La Asociación Americana de Cardiología clasifica esta condición en cuatro estadios. En el estadio A, se encuentran factores predisponentes, como la hipertensión, diabetes, o antecedentes de infarto, que aumenta el riesgo de disfunción cardíaca. En el estadio B, ya existe un daño anatómico y funcional en el corazón, aunque el estadio C corresponde a la insuficiencia cardíaca con síntomas manifiestos, y el estadio D representa la insuficiencia cardíaca refractaria, que es resistente a los tratamientos convencionales.
¿Cuáles son las comorbilidades más comunes en pacientes con insuficiencia cardíaca?
Entre las comorbilidades más frecuentes en pacientes con insuficiencia cardíaca se encuentran la fibrilación auricular, que es una arritmia presente en muchos de estos casos. Alrededor del 40 % de los pacientes con insuficiencia cardíaca también padecen enfermedad renal, y la anemia es otra afección común, ya que la (IC) se considera una enfermedad crónica. Además, la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y la hipertensión arterial son comorbilidades frecuentes que agravan el cuadro clínico de estos pacientes.
¿Qué estrategia terapéutica es efectiva en el manejo de la insuficiencia cardíaca?
Para abordar de manera adecuada el tratamiento de la insuficiencia cardíaca es fundamental, clasificarla según la fracción de eyección. En pacientes con fracción de eyección reducida, el tratamiento se basa en cuatro pilares fundamentales: 1) Inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina (IECA) o la combinación Sacubitril/Valsartán; en casos de intolerancia, se pueden emplear antagonistas de los receptores de angiotensina (ARA II). 2) Antagonistas de los receptores de mineralocorticoides, como la espironolactona. 3) Betabloqueadores, que favorecen la remodelación cardíaca y han demostrado mejorar el pronóstico y 4) Inhibidores del cotransportador de sodio y glucosa tipo 2 (iSGLT2) que son medicamentos que actúan directamente en la estructura de rigidez cardíaca, mejoran la sobrevida, reducen la mortalidad y disminuyen la hospitalización de los pacientes.
¿Cómo actúa empagliflozina en el tratamiento de pacientes con enfermedad cardíaca?
La empagliflozina es un medicamento con múltiples mecanismos de acción beneficiosos para la salud cardíaca. En primer lugar, actúa sobre el cotransportador de sodio y glucosa, que optimiza el rendimiento de las mitocondrias en el músculo cardíaco, generando una acción directa sobre el corazón, distinta a la de otros fármacos que se enfocan en vías neuronales. Además, la empagliflozina induce una diuresis osmótica, eliminando líquido extravascular y reduciendo la necesidad de diuréticos en los pacientes. También estimula la producción de ácido betahidroxibutírico, lo que proporciona un impulso adicional de energía a las mitocondrias. En conjunto, el medicamento mejora la función renal al reducir la presión intraglomerular, lo cual disminuye la carga sobre el corazón. A diferencia de otros tratamientos que solo actúan en el sistema neurohormonal, como la inhibición del sistema de renina-angiotensina o el uso de péptidos neuroeréticos como el sacubitril; la empagliflozina destaca por su acción directa y multifacética, lo que ha contribuido al éxito en el tratamiento de la enfermedad cardíaca.
¿Cuál es la eficacia de empagliflozina?
La empagliflozina ha demostrado ser muy efectiva, no requiere titulación progresiva debido a su bajo perfil de efectos adversos. Esto permite mejoras en la calidad de vida, alivio de síntomas y aumento de la capacidad funcional de los pacientes en las primeras semanas de tratamiento. A diferencia de otros medicamentos, que necesitan ajustes graduales para alcanzar su eficacia, mejorar la supervivencia y el gasto cardíaco, la empagliflozina ofrece beneficios significativos de manera más rápida y directa.
¿Qué mensaje podría compartir a médicos y pacientes sobre el uso de la empagliflozina?
La empagliflozina es un medicamento seguro y eficaz, aunque requiere ciertas consideraciones. Es importante usarla con precaución en pacientes con diabetes tipo 1 debido al riesgo de cetoacidosis. También se recomienda a los pacientes mantener una buena higiene genital para reducir el riesgo de infecciones. A diferencia de otros tratamientos, la empagliflozina no causa hipoglucemia y se debe monitorear los niveles de potasio y creatinina para garantizar una administración segura. Puede utilizarse en pacientes con diferentes fenotipos de insuficiencia cardíaca, como aquellos con presión baja, disfunción neurológica o fibrilación auricular, adaptándose a diversas necesidades. Su versatilidad es notable, ya que es eficaz en insuficiencia cardíaca con fracción de eyección reducida, levemente reducida y preservada.
En Ecuador, la insuficiencia cardíaca es la principal causa de hospitalización por enfermedades cardiovasculares
Sociedad Ecuatoriana de Cardiología (2023). 1a Guía de diagnóstico y tratamiento de la insuficiencia cardíaca. Recuperado de https://n9.cl/cgww49