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La importancia de prevenir la deshidratación infantil

Un niño con un caso grave de deshidratación puede tener convulsiones e incluso lesiones cerebrales

La deshidratación es la pérdida considerable de agua en el organismo, donde también se pierden electrolitos que son minerales esenciales para la vida al encontrarse en el torrente sanguíneo y dentro de las células. El sodio, el potasio, el cloruro y el bicarbonato son ejemplos de electrólitos. Las causas más frecuentes de deshidratación se presentan por:

• La pérdida excesiva de líquido, provocado por vómito y diarrea.

• No beber suficiente líquido en especial cuando el niño está enfermo.

Signos y síntomas

Importante:

En los lactantes, por la deshidratación presentan la mollera (fontanela) y ojos hundidos, y falta de lágrimas al llorar. Además, los niños se muestran menos interactivos o juguetones, incluso pueden desarrollar una coloración azulada de la piel (cianosis) y respiración rápida.

La deshidratación grave puede ser potencialmente mortal

Diagnóstico y tratamiento

Para el diagnóstico:

• Se establece por medio de la historia clínica y el examen físico del paciente.

• El médico evalúa al niño y verifica si ha experimentado una pérdida de peso, porque la disminución significativa en el peso en pocos días es un indicativo probable de deshidratación.

• En casos de deshidratación moderada a grave, se realizan análisis de sangre y orina para evaluar el equilibrio de electrolitos y la necesidad de reposición de líquidos.

El tratamiento requiere:

• La reposición de líquidos y electrolitos por vía oral o intravenosa.

• En la deshidratación se deben usar líquidos que contengan electrolitos, como sodio y cloro.

• El tratamiento de la deshidratación causada por vómitos es más efectivo cuando se administra al niño, pequeños sorbos de líquido que contengan electrolitos de manera frecuente, aproximadamente, cada 10 minutos. Si el niño logra retener el líquido sin vomitar, la cantidad puede incrementarse gradualmente y administrarse con menos frecuencia.

• Cuando el tratamiento debe darse por deshidratación por diarrea, se administra una mayor cantidad de fluido con menos frecuencia. Si este tratamiento aumenta la diarrea, los niños necesitarán hospitalización para administrarles líquidos por vía intravenosa.

En los bebés, la leche materna contiene todos los líquidos y electrolitos que necesita y es el mejor tratamiento

Prevención y cuidado

La prevención de la deshidratación es fundamental, para lo cual se debe garantizar que los niños ingieran suficientes líquidos, en especial, durante episodios de enfermedades gastrointestinales. Además, se debe observar a los niños de cerca durante estas enfermedades para detectar signos tempranos de deshidratación y tomar medidas inmediatas. Es importante educar a los padres sobre la importancia de mantener una adecuada hidratación en los niños, en particular, en climas cálidos o cuando están realizando actividad física.

Recuerde:

La deshidratación en niños es una condición que requiere atención médica inmediata. El tratamiento e intervención oportuna ayuda a prevenir complicaciones graves. La hidratación adecuada garantiza la salud y el bienestar de los niños.

Bibliografía:

  • Raab, C.(2023). Deshidratación en niños. Sidney Kimmel Medical College at Thomas Jefferson University. Recuperado de https://n9.cl/85pyr

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