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Entrevista: Insuficiencia cardíaca

ENTREVISTA

Dr. David Puga Médico cardiólogo Especialista en terapia intensiva cardíaca

“En el Ecuador la insuficiencia cardíaca es la principal causa de hospitalización, con una tasa de letalidad alta para el país” Dr. David Puga

En el 2016, un estudio realizado en el Ecuador por Deloitte Access Economics, sobre el impacto económico de las enfermedades cardíacas determinó que en el país estos padecimientos tienen “una afectación al 14 % de la población adulta, siendo los principales la hipertensión, el infarto de miocardio, la insuficiencia cardíaca y la fibrilación auricular” 1 y según datos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC, 2016), “las enfermedades cardíacas se ubicaron entre las 10 primeras causas de mortalidad” 2 ; para conocer sobre la insuficiencia cardíaca, una de las enfermedades catalogadas como silenciosa, revista Guía Farmacéutica dialogó con el doctor David Puga, médico cardiólogo con una subespecialidad en terapia intensiva cardíaca, quien despejó varias inquietudes sobre esta enfermedad y la campaña “Cuidar tu corazón, es cuidar lo que lo hace latir”.

¿Qué es la insuficiencia cardíaca?

La insuficiencia cardíaca es un síndrome determinado por la incapacidad del corazón de bombear sangre a los órganos vitales y lógicamente esto atrae a lo largo del tiempo un síndome caracterizado por varios síntomas.

¿Qué síntomas presenta la insuficiencia cardíaca?

Existen dos tipos de síntomas, los primeros son los típicos donde son característicos la fatiga, la disnea (falta de aire), la intolerancia a la actividad física, la dificultad para respirar al estar acostado, los edemas que son la hinchazón de las piernas o manos, dolor de pecho y las palpitaciones donde se siente que el corazón está latiendo más rápido y esto, conlleva a una alteración sistémica; es decir, todos los óganos tendrán una afectación por la falta de sangre que llega a los tejidos a lo largo del tiempo. Mientras que, los síntomas atípicos son aquellos que no necesariamente están relacionados con la enfermedad, pero, muchos pacientes tienen dolor abdominal, náuseas, falta de apetito y fatiga, varias personas pueden presentar estos síntomas adicionales a los demás.

¿Qué factores de riesgo inciden?

En América Latina la principal causa para que un paciente llegue a tener insuficiencia cardíaca es la cardiopatía isquémica, es decir, las personas que han tenido infarto o angina de pecho, estos pacientes a lo largo del tiempo son los que presentan mayor riesgo de padecer esta enfermedad. Pero también existen otras patologías que pueden llevar a desarrollar insuficiencia cardíaca de una forma más tardía como la hipertensióin arterial mal controlada, la diabetes y la dislipidemia. Enfermedades como las miocardiopatías que tienen una característica genética también son importantes considerar porque muchos de esos pacientes llegan a padecer insuficiencia cardíaca, pero en edades más tempranas. Además, hay que descartar que existan enfermedades genéticas predisponentes como hipercolesterolemia que es el colesterol alto en sangre, la cual predispone a que aparezca el infarto en personas jóvenes antes de los 50 años.

“La insuficiencia cardíaca es una enfermedad que tiene muchas causas, entonces dependiendo de la edad del paciente y de los factores de riesgo, hay que estratificar bien a cada paciente”.

¿Cuál es la edad de mayor prevalencia?

El pico de la enfermedad es más prevalente entre los 60 y 70 años y podríamos decir que está equiparado, entre hombres y mujeres, pero, las cifras disminuyen en relación a la aparición de los síntomas y la enfermedad.

¿Cuál es el proceso de diagnóstico de la insuficiencia cardíaca?

Se debe buscar que el paciente llegue en estadios iniciales de la enfermedad, con una buena historia clínica, examen físico y los análisis paraclínicos de rutina; además de un electrocardiograma y radiografía de tórax; posteriormente, se va a escalar las pruebas diagnósticas dependiendo del grado de los síntomas del paciente solicitando un ecocardiograma, pruebas de péptidos natriuréticos que son determinados en sangre para ver BNP y proBNP, lo cual ayuda sobre todo a descartar la enfermedad o diagnosticarla en personas donde no está claro el cuadro clínico poque existe un cuadro de neoumopatía asociada y de acuerdo a la clínica del paciente, se escala a otros métodos como la angiotomografía coronaria, la resonancia o el cateterismo cardíaco, pero depende de cada persona para estratificar el riesgo.

¿Existe alguna clasificación de la insuficiencia cardíaca?

La insuficiencia cardiaca tiene una clasificación diversa, unas que se catalogan por la fuerza en la que el corazón bombea sangre que se llama fuerza de inflación de inyección, o fuerza de inyección conservada, inyección baja; otra clasificación habla de sistólica y diastólica, pero la que podemos hacer conocer con mayor claridad al paciente es la clasificación de la NYHA (New York Heart Association, en inglés) que es una clasificación de cómo el médico ve al paciente funcionalmente; es decir, qué le produce cansancio y con qué tipo de actividad, si al bañarse, al cepillarse los dientes o al caminar, se determina con cada actividad una estratificación para ver en qué estadio está el paciente.

¿La insuficiencia cardíaca es una enfermedad discapacitante?

Depende del estadio de la enfermedad es una causa importantísima de discapacidad, muchos pacientes podrían llegar a necesitar dispositivos intracardíacos incluso asistencia ventricular y en algunos casos se llega a trasplante cardíaco. Al ser causa de discapacidad genera una pérdida de costos en la productividad de las personas, porque hay que considerar que no solo es la enfermedad, sino lo que deja de producir el paciente en general esto se debe tomar en cuenta cuando se habla de una enfermedad discapacitante como la insuficiencia cardíaca.

¿Las personas con este padecimiento están más expuestas a la COVID-19?

La infección de la COVID-19 tiene dos perspectivas a considerar, la primera es que los pacientes con cardiopatía establecida tienen un riesgo aumentado de infectarse y la segunda que, las personas que se contagian de la COVID-19 y no necesariamente tenían un padecimiento establecido pueden quedar con una enfermedad cardíaca. Es muy importante mencionar que incluso un 20 % de los pacientes que están en estado crítico pueden tener algún grado de afectación al músculo del corazón.

¿Un paciente con insuficiencia cardíaca qué tipo de manejo requiere?

Un manejo integral es importante, lo que se hace con todos los pacientes es tratar los factores de riesgo hablando en el caso de sedentarismo, obesidad, de afectación en los lípidos en la sangre que es la dislipidemia, en muchos casos es necesario que el paciente haga rehabilitación cardíaca que es un plan de ejercicio que se realiza con una prueba de esfuerzo previa; además, aparte del cardiólogo si tienen una comorbilidad hay que tratarla, usualmente los pacientes con insuficiencia cardíaca no tienen solo una afectación en un órgano, sino en otros como el riñón presentando una afectación hepática, por tanto, siempre debe realizarse un trabajo multidisciplinario.

¿Qué avances se han logrado en el tratamiento de la insuficiencia cardíaca?

Desde hace cuatro décadas aproximadamente existen medicamentos que han dado buenos resultados en la enfermedad. Ahora, a lo largo de la última década, se presentan medicamentos con buenas perspectivas del tratamiento no solo de fármacos, sino de dispositivos y asistencia ventricular. Cada uno de estos fármacos y tratamientos deben ser estipulados en base a lo que el paciente necesita. En la actualidad, existen medicamentos que vienen a reforzar lo que es el tratamiento de la insuficiencia cardíaca y un poco en la parte de la fisiopatología los fármacos han dado la vuelta a lo que se conoce como sistema neurohormonal, que es lo que se produce al bloquear esos sistemas que son contrareguladores de la insuficiencia cardíaca, entonces van a producir un efecto benéfico al organismo.

¿Cómo califica el proceso de diagnóstico?

Es necesario hacer un tamizaje más amplio de la población y ver cómo realmente están, existe un subregistro de la insuficiencia cardíaca en el Ecuador, muchas de las veces incluso las estadísticas no son ciertas, porque las personas niegan la enfermedad, no quieren llegar al médico a tiempo por cuestiones económicas o sociales. La insuficiencia cardíaca se podría diagnosticar de manera temprana, los médicos generales y clínicos podrían referir a los pacientes de forma más oportuna a los especialistas para que se realicen un tratamiento óptimo. De manera general, considero que se deberían crear clínicas de insuficiencia cardíaca, para que los pacientes puedan acceder a un tratamiento multidisciplinario.

¿Qué hacer para contrarrestar no solo la insuficiencia cardíaca sino las enfermedades cardíacas?

Para no llegar a una insuficienca cardiaca se debe controlar los factores de riesgo modificables como el sedentarismo, la obesidad, la dislipidemia, el manejo de la presión, la diabetes; controlar estas enfermedades permitirá probablemente que los padecimientos cardíacos no se desarrollen y si el paciente llega a padecer alguno que sea muy leve y tenga un mejor control.

¿En qué consiste la campaña “Cuidar tu corazón, es cuidar lo que lo hace latir”?

La campaña tiene como objetivo concientizar sobre la insuficiencia cardíaca, invitando a las personas a cuidarse el corazón y si presentan síntomas contactarse con el médico, esta y otras actividades están disponibles en: www.cambiandovidasla.com

¿Algo en particular que añadir?

Entre médicos considero importante llegar a un acuerdo de a qué nivel los especialistas deben recibir a los pacientes para un tratamiento óptimo y multidisciplinario, se debe ser consciente de que es una enfermedad multisistémica que afecta no solo al corazón, sino a todos los órganos y que el tratamiento precoz conlleva una sobrevida mejor de los pacientes. Las personas ante los síntomas acudan al médico, permitan su estratificación y evaluación lo más rápido posible.

Bibliografía:

1 Deloitte Access Economics (2016). Estudios Ecuador. Recuperado de https://bit.ly/3oz1yl9

2 Instituto Nacional de Estadística y Censos (2016). Estadísticas vitales. Recuperado de https://bit.ly/3jCxz83

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