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Un plan de fomento de la lectura en la escuela: 11+5 acciones para ser mejores lectores y escritores
Un plan de fomento de la lectura en la escuela:
11+5 ACCIONES PARA SER MEJORES LECTORES Y ESCRITORES
Amílcar Saavedra Rosas Tania Sánchez Vázquez Celina Martínez Delgado
www.educacion.yucatan.gob.mx
Descubrir las oportunidades que ofrece la organización
de la biblioteca escolar es una tarea que se hace haciendo. La puesta en práctica de los diferentes planes de fomento a la lectura, su inserción en los nuevos programas de estudio, lo que se hizo y lo que hay por hacer son los temas del siguiente artículo. La capitalización de las diferentes experiencias a partir de 2006 ha hecho posible una organización efectiva de las bibliotecas y los acervos.
Hace cinco años
En el ciclo escolar 2006-2007 se propuso a las escuelas participantes en el Programa Nacional de Lectura un plan mínimo de fomento de la lectura consistente en 11 actividades para realizar durante el ciclo escolar, una por mes, cuyo propósito consistía en que todas las escuelas, de los tres niveles educativos, contaran con una actividad de referencia para promover la instalación y el uso de la biblioteca escolar y de aula, así como el fomento de la lectura desde este espacio, más una actividad permanente consistente en el registro y la elaboración de una memoria que diera cuenta de la experiencia realizada en la escuela durante el ciclo escolar.
Las actividades enunciadas para cada mes se caracterizaron por ser generales, lo cual representaba un riesgo, pues podían ser poco esclarecedoras sobre lo que tendría que acontecer en la escuela; sin embargo, tuvo la ventaja de convocar a los colectivos escolares a participar desde su propia experiencia y contexto, de tal manera que a partir de una consigna general,
cada escuela desarrolló una o varias actividades específi cas que abonaran a ésta.
Esta situación proveyó a las escuelas de una identidad de participación colectiva en torno al Programa Nacional de Lectura, facilitó que abrieran un espacio al proceso de gestión para instalar la biblioteca y el fomento de la lectura en su proyecto escolar, con la ventaja de asignarle reconocimiento a la propia actividad y, junto con esto, tiempo, recursos humanos y en algunos casos, recursos materiales e incluso económicos.
Sin embargo, lo más importante es que se generó un conjunto de experiencias sincronizadas en tiempo y forma asociado a una consigna general; de esto se dio testimonio en los Encuentros de Maestros Bibliotecarios subsecuentes. Este capital de experiencias fue aprovechado inicialmente por algunos equipos técnicos de zona escolar al agruparlos y sistematizarlos, de tal manera que ante una consigna general se asociaron actividades particulares a desarrollar en la escuela.
La formación de lectores se basa en la realización de diversas actividades que, junto con la asesora acompañante, van formulando en reuniones previas de zona de acompañantes de lectura de manera trimestral. Ahí se planean con cronogramas de actividades, las que nos proporciona la 11+1, como son: redacción de poesías, cuentos, lecturas dramatizadas, creación de trabalenguas…
BERTHA SÁNCHEZ CERVANTES, Escuela Primaria General “Pedro Martin”, Ixmiquilpan, Hidalgo.
A partir de los resultados que el calendario de actividades detonó, donde se reconoce la facilidad de transmisión y comunicación, aunado al cúmulo de experiencias generadas, se identifi caron tareas previas que deben atender los colectivos escolares:
Este calendario de fomento de la lectura se identifi có como 11+1 Acciones para formar lectores desde la biblioteca escolar, ciclo escolar 2006-2007.
SEPTIEMBRE
La fiesta de la Biblioteca Escolar y los lectores
OCTUBRE
Organiza y dale color a tu Biblioteca Escolar
NOVIEMBRE
• Realizar un diagnóstico. • Nombrar un maestro bibliotecario. • Elaborar el proyecto escolar considerando la biblioteca como un apoyo para el logro de los propósitos. • Integrar un Comité de la Biblioteca donde participen docentes, alumnos y padres de familia, organizados en comisiones. • Elaborar un plan de trabajo de la biblioteca a cargo del Comité de la biblioteca.
Estas actividades de gestión escolar quedaron a cargo del director escolar para que la instalación de la biblioteca tuviera éxito al convertirse en un recurso de apoyo para el logro del perfi l de egreso de los alumnos. El testimonio de una docente da cuenta de este proceso.
Cuando el director me designó para ser la responsable de la Comisión de Biblioteca Escolar, me dio gusto, aunque pensé que ahora tenía en mis manos un nuevo reto para trabajar ya que nunca había tenido esa comisión. Tuvimos una reunión con los responsables del Programa Nacional de Lectura, en la cual me enteré de la 11+1 Acciones en la escuela para formar lectores desde la biblioteca escolar, las cuales se deberían realizar en los centros de trabajo. Me gustó todo lo que nos propusieron, pero me di cuenta que en la escuela no teníamos una idea clara de este proyecto. En primer lugar no contábamos siquiera con un espacio físico adecuado para colocar los materiales, ya que éstos estaban en desorden además de deshojados o mojados en el salón de usos múltiples. Así que se decidió comprar un librero, el cual se instaló en la dirección para colocar el acervo que conforma la Biblioteca Escolar. Además, se pusieron libreros en cada uno de los salones para clasifi car la Biblioteca del Aula. Después de llevar a cabo estas actividades, una de mis primeras preocupaciones fue hacer un cronograma de actividades que involucraran a todo el personal docente y directivo, ya que consideré que para llevar a cabo cada una de las estrategias teníamos que participar todos. Afortunadamente, puedo relatar que siempre conté con el apoyo del director de mi escuela, quien me dejó hacer y coordinar todos los proyectos que planeaba para el cumplimiento de nuestros propósitos. La verdad, siempre lo consideré mi cómplice, y creo que fuimos más allá de lo que nos proponía el Programa Nacional de Lectura. Como punto de partida para la realización de estas actividades, busqué el apoyo de mis compañeras de la región de Zacatepec y Jojutla de nuestra misma entidad, quienes ya habían llevado a cabo la organización de sus bibliotecas, así que tuve que reunirme con varias de ellas y pedirles que me enseñaran cómo clasifi car los libros; algunas tenían una organización por paquetes, otras los habían clasifi cado por series o ciclos escolares…
ANA MARÍA GARCÍA LARA, Escuela Primaria Federal, turno matutino, “Gloria Almada de Bejarano”, Temixco, Morelos.
Manual 6eis Acciones para el Fortalecimiento de la Biblioteca Escolar.
Cabe señalar que a partir de observar las escuelas que tenían éxito en su proyecto de biblioteca, se reconocieron las pautas de trabajo, las cuales se recapitularon en el manual 6eis Acciones para el Fortalecimiento de la Biblioteca Escolar, el cual se ofrece, actualmente, como un guía que orienta el proceso de gestión para instalar la biblioteca escolar.
Asimismo, en este año, las escuelas públicas de educación básica deben haber recibido, para sus bibliotecas, la quinta dotación de libros. De tal manera que la biblioteca de aula sobrepasa los 100 ejemplares. Además, la biblioteca escolar estaría integrada por un acervo, por nivel, de 170 libros en preescolar, 389 en primaria y 409 en secundaria.
Dos años después
Para el ciclo escolar 2008-2009 se tejen diferentes coyunturas; por un lado, se producen diversas experiencias asociadas a la 11+1 Acciones para formar lectores desde la biblioteca escolar y también se generan demandas y propuestas por parte de los docentes, particularmente por los maestros bibliotecarios. Asimismo, existe la necesidad de destacar la presencia de la biblioteca en el contexto de la Reforma Integral de la Educación Básica (RIEB).
Considerando lo anterior, las actividades propuestas estuvieron enfocadas en Líneas Estratégicas cuyo propósito era fortalecer la Biblioteca Escolar y la Biblioteca de Aula: • Vinculación curricular,
• Padres de familia,
• Biblioteca Escolar y de Aula, • Conocer los acervos y • Otros espacios para leer.
Este diseño fue presentado de la siguiente manera:
11+1 Acciones para fortalecer la biblioteca escolar y de aula
Vinculación curricular
• Escuchamos, creamos y pregonamos rimas y poemas.
Las juntamos para hacer una antología de estilo narrativo. • Redactamos cuentos y diálogos que comuniquen estados de ánimo, sentimientos, emociones y vivencias a través del lenguaje escrito. Hacemos una antología de cuentos. Buscamos libros en la biblioteca con dichas características para leerlos previamente.
OCTUBRE
Mes Internacional de la Biblioteca Escolar Padres de familia
• Visitamos la Biblioteca de la Escuela para conocer su organización de acuerdo a los géneros, series y categorías; así como los servicios bibliotecarios con los que cuenta. • Invitamos a los padres de familia a formar círculos de lectores para dialogar sobre los libros y temas previamente acordados por ellos.
Biblioteca Escolar y de Aula
• Ordenamos y clasifi camos la
Biblioteca. El Comité de la biblioteca a través de la comisión correspondiente, instala, ordena y clasifi ca el acervo con base en el código de colores de las categorías. • Damos a conocer los servicios básicos de la biblioteca de la escuela, así como las diferentes tareas que realizará cada comisión del Comité de la
Biblioteca Escolar.
Conocer los acervos
Trabajamos con las categorías:
• Poesía • Rimas, canciones y juegos • Poesía del autor • Poesía popular
Formamos círculos de lectores en voz alta en donde leamos poesías de los diferentes autores que forman parte del acervo de la biblioteca.
Otros espacios para leer
• Festejemos el mes Internacional de la Biblioteca Escolar; para ello realizamos una fi esta en la que las comisiones del Comité de la Biblioteca presentan las actividades que realizarán durante todo el ciclo escolar. • Organizamos un mural donde todos exponemos nuestros escritos dedicados a la
Biblioteca Escolar.
De esta manera, el plan de fomento de lectura se desplegó en diferentes ámbitos porque enriquece el plan de trabajo del Comité de la Biblioteca; destaca la importancia de la participación de los padres de familia; diferencia entre las actividades de atención al currículo escolar y
aquellas que promueven la construcción de una biografía lectora en los alumnos; pone el foco sobre la necesidad de instalar, organizar y reconocer el acervo. En este sentido, se le nombró: Estrategia Nacional 11+1 para Fortalecer la Biblioteca Escolar y de Aula. Ciclo escolar 2008-2009.
Los directivos y colectivos docentes que “descubrieron” las oportunidades que ofrece una biblioteca al servicio del proyecto escolar también reconocieron la ruta de gestión y la necesidad de integrar un Comité de Biblioteca, en el que participa la comunidad escolar de manera activa, porque la formación de lectores requiere la generación de un ambiente cultural favorable para los lectores en formación, el cual va más allá de la escuela.
Así, se integraron al proyecto de la biblioteca alumnos y padres de familia en actividades específi cas contextualizadas. Incluso los propios docentes valoraron su participación:
Pues bien, nuestro proyecto nace como respuesta al proceso de refl exión y análisis de resultados del ciclo escolar 2007-2008 que iniciamos como colectivo en la última reunión de Consejo Técnico Consultivo. Así nos dimos cuenta de que el nivel de desempeño de nuestros alumnos dependía en gran medida del bajo nivel de comprensión lectora, debido a su vez, al poco interés por la práctica de la lectura y la escritura y su escaso contacto con una variedad de textos. Fue entonces que decidimos en colectivo emprender esta travesía de acercar a nuestros alumnos al mar de conocimientos y experiencias que encontramos en la lectura. Con ayuda de nuestra asesora técnica, quien ahora es nuestra asesora acompañante, las directivas se dieron a la tarea de buscar mejorar el conocimiento del colectivo acerca del PNL, para lo cual solicitaron el apoyo de la coordinadora municipal del programa, quien a través del curso taller Biblioteca Escolar y de Aula nos orientó acerca de la instalación y el funcionamiento de estas bibliotecas, cuáles son los tipos de acervos y su clasifi cación, así como los apoyos con que cuenta este programa, como las Estrategia 11+1, el Manual de las 6 acciones, etcétera. Arribamos pues a un nuevo ciclo escolar con mayor información y gran motivación para prepararnos a iniciar nuestro proyecto partiendo de la conformación del comité de biblioteca y el nombramiento de maestro bibliotecario, en este caso su servidora. El cual está incluido en nuestro Plan Anual de Trabajo (PAT).
LUISA MARGARITA MATA CASTAÑEDA, Escuela Secundaria General No. 57, Baja California.
Durante el ciclo escolar 2009-2010, la Estrategia Nacional 11+1 se caracteriza por retomar, para el diseño de las actividades, los lineamientos rectores de la Reforma Integral de la Educación Básica (RIEB), el programa de Educación Preescolar y los planes y programas de Primaria y Secundaria y el perfi l del egresado de los alumnos de Educación Básica.
www.setab.gob.mx
Es importante contar con una biblioteca escolar y con bibliotecas de aula en cada salón para apoyar el proyecto educativo,
Hoy, como docentes, nos enfrentamos a un sinnúmero de retos que de una u otra manera nos obligan a buscar estrategias que enriquezcan el trabajo con nuestros alumnos. Cuando se me informó que durante este ciclo trabajaría con segundo grado, lo primero que vino a mi mente fue “RIEB”. Confi eso que respiré profundo, me armé de valor (aunque las piernas me temblaran) y cual soldado de infantería tomé mis armas y me lancé a la batalla. Lo primero fue buscar las municiones en textos que de una u otra manera me brindaran herramientas de combate, después un entrenamiento intensivo en cursos relacionados con el tema, para fi nalmente encontrarme frente a mis alumnos dispuesta a dar el todo por el todo. Fue entonces cuando me di cuenta de que una de las herramientas que más me facilitarían este trayecto sería el contar con múltiples fuentes de información que respaldaran el trabajo que realizábamos en todas las asignaturas, lo consideraría como el trabajo de inteligencia detrás de todas las maniobras. Al poco tiempo me di cuenta que el mismo programa te facilitaba la planifi cación para crear una biblioteca en el aula, de forma tal que los alumnos tuvieran un acercamiento a conocer sus propios acervos. Después de un tiempo me enfrenté a la necesidad de que mis alumnos alcanzaran los aprendizajes esperados y de una u otra manera creaba y planeaba estrategias que me sirvieran para tales propósitos; sin embargo, aún no caía en cuenta de lo que la Reforma Educativa signifi caba.
KARLA ARACELI VILLASEÑOR PINO, Escuela primaria “Mexicali”, Mexicali, Baja California
En el ciclo escolar 2010-2011, la Estrategia Nacional 11+1 se ofreció por nivel educativo: preescolar, primaria y secundaria; de esta manera, las actividades se particularizaron para cada nivel con base en el plan y los programas de educación básica, lo cual favoreció la interlocución con los colectivos escolares, pero en particular entre los maestros bibliotecarios y los Comités de Biblioteca de las escuelas.
La primera acción fue revisar lo concerniente al PNL, entre ellos cómo hacer funcionar una biblioteca y llegando al acuerdo de que las actividades de la 11 + 1 Acciones para fortalecer la Biblioteca Escolar y la Biblioteca del Aula las pondríamos a funcionar en sus cinco ámbitos de una forma rotativa en cada grado y por mes.
• En la reunión de Consejo Técnico se presentaron algunas de las actividades propuestas en la Estrategia 11 + 1 para iniciar la labor correspondiente, como conocer los acervos de las bibliotecas, llevar a cabo la revisión del material para su futura aplicación, buscar otros espacios para leer dentro y fuera de la escuela.
• La difusión y aplicación de algunas actividades de la Estrategia 11 + 1, las cuales ayudaron mucho a la utilización de los libros de las bibliotecas de aula. Aquí es cuando comienzan a tomar forma las ideas de lo que se espera realizar en el ciclo escolar para realizar el plan anual.
COMITÉ DE FOMENTO A LA LECTURA. JOEL MÉNDEZ MONDRAGÓN, Escuela Secundaria Técnica Núm. 75 “Ignacio Ramírez”. México, Distrito Federal
Manual Estrategias, acciones y conexiones para animar la Biblioteca Escolar.
Dicha situación se vio favorecida cuando, en 2010, se regresó información sistematizada a los colectivos escolares referente a las acciones de fomento a la lectura mediante el documento identifi cado como manual: Estrategias, acciones y conexiones para animar la Biblioteca Escolar, el cual integra testimonios del trabajo realizado en las bibliotecas del país y que sirvieron de ejemplo para favorecer las oportunidades de que otros colectivos reconocieran la viabilidad del proyecto de biblioteca en su escuela y promover un ambiente favorable a la cultura escrita.
Biblioteca de Aula con material para nivel preescolar.
www.lauderiasymas.com
En el ciclo 2011-2012, 11+5 acciones
Siguiendo el trabajo de las escuelas que han logrado sacar el mejor provecho de la biblioteca, reconocimos en los colectivos escolares que las cargas de trabajo se reencauzaron y se defi nieron: el directivo asume el proceso de gestión y su seguimiento, mientras que el maestro bibliotecario y el Comité de la Biblioteca se hacen cargo del plan de fomento de la lectura en la escuela (crear un ambiente favorable para la circulación de libros y su lectura), y el docente de grupo es responsable de favorecer y dar seguimiento a los alumnos, respecto del comportamiento lector y del desarrollo de competencias asociadas al manejo de la información.
En este ciclo escolar la estrategia cambió de nombre: Estrategia Nacional 11+5 acciones para ser mejores lectores y escritores, ciclo escolar 2011-2012, porque busca resaltar la importancia de la participación del maestro frente a grupo, para lo cual se plantean cinco actividades a desarrollar en el aula de manera permanente: • Lectura en voz alta a cargo del docente. Todos los días se inician las actividades escolares, dedicando 15 minutos para compartir con los alumnos, la lectura en voz alta de un libro de la biblioteca de aula o escolar. • Círculo de lectores en el aula. Junto con los alumnos, identifi can 10 libros de la biblioteca escolar y de aula, los cuales se comprometen a leer, uno cada mes, durante el ciclo escolar.
El último jueves hábil de cada mes, se organiza un círculo de lectores en el salón de clases con el propósito de que alumnos y maestro conversen sobre el contenido del libro seleccionado. • Lectura de cinco libros en casa. Solicita a cada alumno que se comprometa a leer en casa, durante el ciclo escolar, cinco libros de su preferencia y a elaborar una recomendación de cada uno. En la primera semana de cada mes, los alumnos pegan la recomendación del libro leído, con el propósito de que sus compañeros se animen a realizar la lectura. • Lectores invitados al salón de clases. Cada semana se recibe, en el salón de clases, a un lector invitado, el cual puede ser un padre, madre u otro familiar de los alumnos, incluso una persona de la comunidad, con el propósito de que comparta una lectura con los alumnos. • Índice lector del grupo. En coordinación con los alumnos, se llevará un registro de los libros que cada estudiante lee y se determinará el
Índice lector del grupo que corresponde a la relación del número de libros leídos por el grupo entre el número de alumnos.
Asimismo, se redefi nieron las líneas de acción con el objetivo de que el plan de fomento de la lectura cree condiciones favorables para la circulación del acervo en diferentes ámbitos
y con diferentes propósitos. De esta manera, se propusieron actividades a desarrollar desde la Biblioteca Escolar y la Biblioteca de Aula en el ámbito escolar, invitando a que los padres actúen como mediadores de lectura y con consignas que trascienden las prácticas académicas tradicionales a fi n de que los libros y los actos de lectura se asocien a situaciones gratifi cantes. También se ha enfatizado que la comunidad escolar reconozca los libros de la biblioteca como un recurso pedagógico; por tal motivo, se promueve el conocimiento del acervo, su organización e integración. Los colectivos escolares han integrado paulatinamente esto a su perspectiva de trabajo:
Organizar una biblioteca no se trata simplemente de poner títulos por tipos de texto, sino aquellos que comunican intenciones, que comunican verdaderas ideas, pensamientos creativos, tanto para la información como para el esparcimiento, para el disfrute y para comunicarnos emotivamente con los demás. Todo esto se encuentra contemplado en las líneas de acción de la Estrategia Nacional 11 + 1 Acciones para leer, escribir y aprender con la Biblioteca Escolar y la Biblioteca de Aula.
REYNA SAGRARIO GRANADOS BAEZA, Jardín de Niños “Dulce Primavera”, Mérida, Yucatán.
La formación de lectores trasciende el perímetro de la escuela, los horarios de labor educativa y las responsabilidades asumidas por docentes comprometidos, por lo cual se hace necesario movilizar el espacio vital de los alumnos respecto de las representaciones sociales que el grupo familiar tiene en relación al “trabajo” intelectual desarrollado a partir de la lectura. De ahí que la participación de los padres y demás integrantes de la familia se debe dar en un marco institucional. Para tal efecto se ha promovido la constitución, en cada escuela, del Comité de Lectura y Biblioteca, el cual se integra como parte de los Consejos Escolares de Participación Social: www.consejosescolares.sep.gob.mx/.
Se puede afi rmar entonces que la Estrategia Nacional 11+5 Acciones para ser mejores lectores y escritores, ciclo escolar 2011-2012 ha capitalizado las experiencias del trabajo realizado por los colectivos escolares que se han comprometido a ofrecer condiciones a los alumnos para apropiarse de una biografía lectora.1 Es de señalar que aún existen colectivos escolares que no han reconocido las posibilidades que les ofrece el hecho de contar con una biblioteca escolar y con bibliotecas de aula en cada salón para apoyar su proyecto educativo, y mucho menos disponen de un plan de fomento de lectura para sus alumnos. La Estrategia Nacional 11+5 Acciones para ser mejores lectores y escritores puede ser consultada en la página electrónica del Programa Nacional de Lectura: lectura.dgme.sep.gob.mx.
Contacto
AMÍLCAR SAAVEDRA ROSAS: amilcar99@hotmail.com; TANIA SÁNCHEZ VÁZQUEZ: derasnek@hotmail.com; CELINA MARTÍNEZ DELGADO: celmardel@hotmail.com.
1 Joëlle Bahloul, en Lecturas precarias. Estudio sociológico sobre los “poco lectores”, FCE, México, 1998, p. 30, dice al respecto:
“Esta perspectiva cualitativa y sociológica del estudio de los
‘poco lectores’ entiende la lectura como una práctica social en su totalidad, no sólo como una práctica puramente cultural. Dado que se inscriben en la complejidad de las interacciones y los intercambios que componen la socialización del lector… Este procedimiento sugiere la puesta en perspectiva histórica de una práctica cuya lógica debe buscarse en la biografía familiar y educativa del lector.”
Y ARTESANOS
Aprendamos a ver cine XXV
SEGUNDO ASOMO DESDE EL EXTERIOR
Luis Ignacio de la Peña
www.cineforever.com A los 46 años de edad, la carrera de Luis Buñuel como director de cine parecía acabada luego de tres películas que en mayor o menor medida habían provocado escándalo y/o estupefacción. Sin embargo, una propuesta lo llevó a aventurarse en tierras de México, donde empezó de nuevo y continuó labrando una notoriedad que llevó a reafi rmar su calidad como uno de los creadores de cine más reputados de todos los tiempos.
al terminar la Guerra Civil española, Buñuel se estableció en Estados Unidos. Ya había estado antes en ese país, primero en 1930 para conocer el medio (y de paso a Chaplin y Einsenstein) y más tarde como representante en Hollywood del bando republicano, luego de una etapa en España como productor para la compañía Filmófono. Sin trabajo en Hollywood, en 1941 se dirigió a Nueva York, donde fue contratado por el Museo de Arte Moderno en su área de cine documental. Quizá Buñuel hubiera terminado ahí, de no ser por un libro autobiográfi co que un ex amigo suyo publicó en 1943: La vida secreta de Salvador Dalí. En él, el pintor lo acusa de ateo y comunista,1 razón por la que
1 Curiosamente la primera acusación pesó más que la segunda. la prensa estadounidense atacó a Buñuel, y el resultado fue la renuncia a su empleo.
De regreso en Hollywood colaboró en el doblaje de películas para América Latina hasta 1946. En una reunión le propusieron la dirección de una película con base en La casa de Bernarda Alba, para hacerla en México. Aceptó, pero al llegar a la Ciudad de México el proyecto había abortado. No obstante, el productor Óscar Dancigers lo contrató para encargarse de Gran casino, en la que los papeles estelares los interpretaban Jorge Negrete y Libertad Lamarque. A pesar de las estrellas (que por supuesto no podían dejar de cantar) la película no tuvo gran éxito y Buñuel pensó seriamente en dejar el ofi cio. Tres años más tarde, Dancigers le pidió que dirigiera otra película: El gran calavera. Esta vez el resultado tuvo gran éxito de taquilla
El actor Fernando Soler protagoniza la película El gran calavera, de 1949.
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y en esa cinta, aunque de manera muy discreta, se perciben detalles propios del estilo y la visión del director (la escena de la misa de boda, el bozo que trae el prospecto de suegra). Satisfecho, el productor le dio a Buñuel carta blanca y vía ancha para realizar una obra a partir de un guión propio. Y así surgió Los olvidados (1950), cinta que colocó a Buñuel de golpe en el panorama internacional, pero también lo ubicó en el centro de un nuevo escándalo.
Cuando se estrenó, la película duró apenas cuatro días en exhibición. Las reacciones del público en general fueron adversas, incluso se llegó a pedir que se expulsara a Buñuel del país. ¿Por qué hubo reacciones tan encendidas? La respuesta es sencilla: el cineasta lanza una mirada a la pobreza urbana (y en especial a la de la infancia) que sólo puede califi carse de despiadada, no porque sea cruel per se, sino porque es una mirada sin ninguna complacencia, un cuadro que no busca ni la compasión del espectador ni dorarle la píldora amarga con buenos sentimientos y desenlaces “satisfactorios”.2 Nada más alejado de Nosotros los pobres (Ismael Rodríguez, 1947), nada que se parezca a carpinteros luchones que le cantan “Amorcito corazón” a su Chorreada y sufren y batallan, pero la libran y muestran cuán grande tienen el alma, como sólo los humildes pueden tenerla. No, nada de eso, Los olvidados se encuentra exactamente en la antípoda donde el pintoresquismo perdonavidas no tiene cabida.
2 Es cierto que se filmó un final feliz (descubierto en 1996 y exhibido por primera vez en 2005), pero ese otro final en verdad rompe por completo con el tono y las intenciones de la película, cuyo desarrollo lleva a la conclusión de que los problemas expuestos no pueden resolverse sólo con “buena voluntad” como la del director de granja-escuela.
Los olvidados, de 1950.
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El cuadro que nos presenta es estrujante. La desesperanza es el denominador común. No se estetiza ni se le confi ere ningún glamour a la pobreza (mejor dicho, miseria). La fotografía de Gabriel Figueroa aporta encuadres certeros y claroscuros dramáticos, pero es totalmente ajena a las intenciones “artísticas” (muy a lo Paul Strand) que lo caracterizan y hallamos en sus trabajos con Emilio Fernández. Lo que vemos son costados y partes traseras de edifi cios hechos de ladrillos pelones, callejones, estanquillos, terrenos baldíos, construcciones a medias, barracas de ciudad perdida, hacinamiento, montones de desperdicios y cascajo.
En el aspecto humano reina la misma aridez. Pedro sufre el rechazo de su madre, el Jaibo habita la carencia absoluta y sólo obtiene algo si lo arrebata, el Ojitos enfrenta el abandono con estoicismo espartano, el ciego Carmelo es abusivo y prepotente, la madre de Pedro arrastra un encono no atenuado, Meche tendrá un futuro previsible, el padre de Julián es un alcohólico perdido, todos son producto de ese ambiente lumpen, todo está contra ellos. Y, sin embargo, Buñuel no los mira con óptica determinista, lo que le interesó fue trazar una anécdota y construir en torno a ella una serie de personajes muy bien delineados e individualizados, sus reacciones frente a ese medio. Algunos comentaristas de entonces encasillaron la película en el neorrealismo (tendencia surgida en la Italia de posguerra y muy en boga en esos años), pero en realidad va mucho más allá, ya que no se conforma con reproducir las formas del habla popular, con retratar con crudeza objetiva los detalles sociales (carencias, falta de educación, explotación del trabajo infantil, pederastia), también nos sumerge en los sueños, las fantasías, las supersticiones de los personajes, es decir, en su subjetividad más honda.
Otra cosa que no hay en Los olvidados es maniqueísmo. En ese medio que propicia las actitudes agresivas y desalmadas (como las del Jaibo) pueden surgir otros resultados (Pedro, Meche,
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Escena de Los olvidados.
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El ciego Carmelo (Miguel Inclán) y el Ojitos (Mario Ramírez) en una escena de Los olvidados.
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El personaje de Pedro en una escena de Los olvidados.
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El personaje de la madre de Pedro la interpretó la actriz Stella Inda, aquí en una escena con Meche (Alma Delia Fuentes) y el Ojitos (Mario Ramírez).
el Ojitos). Ser minusválido convierte al hombre sin piernas en presa fácil, digna de conmiseración, pero al ciego lo hace un ser rencoroso, despreciable, tan malvado como el mismo Jaibo (la última frase que externa lo pinta de cuerpo entero: “Ojalá los mataran a todos antes de nacer”). La madre de Pedro, a pesar del rechazo, pasa el último tramo de la película buscando al hijo perdido (incluso se cruza, en un revelador guiño narrativo, con la mula en la que llevan oculto su cadáver para tirarlo en el basurero). Y en este catálogo hay que incluir igualmente al espectador, que recibe el huevazo que Pedro estrella contra la lente de la cámara cuando hace un berrinche en la granja-escuela.
Mucho más se puede decir de Los olvidados (hay libros completos dedicados a desmenuzarla). Terminemos diciendo que fue mandada en 1951 a competir al Festival de Cannes, en Francia. Al embajador de México en ese país (Jaime Torres Bodet) no le gustó, pero al encargado de asuntos culturales (Octavio Paz) sí, y éste se dedicó a hacerle toda la propaganda posible a la cinta. Finalmente, obtuvo el premio a la mejor dirección, lo que motivó que se reestrenara en México y se renovara el interés internacional por Buñuel. En 2003 la UNESCO incluyó Los olvidados en el listado del Registro de la Memoria del Mundo (sólo hay en él otra película: Metrópolis, de Fritz Lang).
Entre 1951 y 1964, los años más activos de la “etapa mexicana” de Buñuel, el director produjo una veintena de obras. Aunque tuvo problemas más bien relacionados con la disponibilidad de recursos, tiempo o incluso mano de obra, si bien es por completo cierto que emprendió películas a las que llamó “alimenticias”, en general la reputación recobrada le permitió moverse con un razonable margen de holgura, sufi ciente para concretar varias obras maestras personalísimas o meter aquí y allá referencias a sus obsesiones y detalles que dan cuenta de un surrealismo nunca abandonado. Hay en ese catálogo lo mismo comedias (La hija del engaño), dramas (Susana, carne y demonio, El bruto, El río y la muerte) o de plano tropiezos (Una mujer sin amor y Abismos de pasión). Imposible dar cuenta de todas en unas cuantas líneas.
La comedia se le daba bien a Buñuel y en su etapa mexicana hay dos buenas muestras, muy ligadas una con la otra: Subida al cielo (1953) y La ilusión viaja en tranvía (1954). Suele referirse a ellas como obras menores, pero conservan una vitalidad envidiable y son divertidísimas. En ambas el leitmotiv es un viaje que sirve de pretexto para presentar una galería de personajes y situaciones que van del apunte naturalista y la pulla social a lo absurdo y lo onírico. En los guiones se contó con la colaboración de Juan de la Cabada y José Revueltas, y en las dos está la presencia de Lilia Prado.
Lilia Prado (Raquel), en Subida al cielo, de 1953.
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