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El arte de conquistar
DEL AULA
bio diversity library . org
Natalia Estramil**
Los machos suelen exhibir hermosos colores, realizar trabajosas
construcciones, regalar bellas flores, competir y/o pelear por conseguir más hembras. Las hembras, en cambio, suelen ser las que cuidadosamente eligen a sus futuras parejas. En este texto se abordan algunas causas de la elección y competencia en los animales, incluyendo a los humanos.
os machos del pájaro pergolero pardo (Amblyornis inornata) poseen un monótono y aburrido plumaje marrón. Sin embargo, cuentan con una gran ventaja, son verdaderos artistas. Con trabajo y dedicación, construyen hermosas pérgolas y las decoran con objetos de colores llamativos, como flores, bayas, cáscaras, piedras, pedacitos de plástico y/o cristal. Si es necesario, hasta son capaces de robar objetos e incluso destruir las pérgolas de sus vecinos. Cada objeto deberá permanecer en su debido lugar, y, si es movido, el macho insistirá en volver a colocarlo en su lugar para que decore a la perfección su pérgola. Como si todo esto fuera poco, cuando las hembras se acercan, los machos cantan, zumban e incluso imitan cantos de otras especies. A pesar de tanto esfuerzo, sólo unos pocos machos consiguen pareja. En cambio, muchas hembras terminan en pareja con el mismo macho. ¿Por qué son los machos quienes con frecuencia exhiben hermosos colores, realizan trabajosas construcciones, regalan bellas flores, compiten y/o pelean por conseguir más hembras? ¿Por qué son con frecuencia las hembras quienes cuidadosamente eligen a su pareja?
* Texto basado en las obras de J. Alcock, Animal Behavior: An Evolutionary Approach, 1998; M. Andersson, Sexual selection, 1994;
R. Maier, Comportamiento animal. Un enfoque evolutivo, 2001; y Mating Systems and Strategies, 2003. Se agradece a Anita Aisenberg y Fabiana Quiroz por su lectura y valiosos comentarios. ** Doctora en Ciencias Biológicas por la Universidad de Amberes (Bélgica).
Machos, hembras y el juego de quién invierte más
En los animales con reproducción sexual, las hembras son por definición las que producen 1 Los ma-los gametos más grandes: los óvulos. chos, en cambio, son los que producen los ga-
1 Las hembras donan ricos nutrientes y organelos a sus ga- metos, invirtiendo más en la producción de gametos que los machos.
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Artistas
metos (relativamente) más chicos: los esperma2tozoides. Mientras que las hembras producen (relativamente) pocos gametos, los machos producen muchos. Sin embargo, las diferencias en el tamaño y número de gametos que cada sexo dona para producir crías son en realidad el resultado de diferencias en el tiempo, energía y riesgos, que reducen en mayor o menor medida las oportunidades de que cada sexo tenga crías en el futuro. Esta diferencia de inversión reproductiva puede aún agrandarse debido al cuida3 Es por ello que el potencial re-do de las crías. productivo entre los sexos generalmente difiere: los machos son capaces de producir vastas can4 las hembras, en cambio, tidades de esperma;
2 Existen también animales hermafroditas, es decir, animales que son capaces de producir tanto gametos masculinos como femeninos. 3 En los mamíferos, por ejemplo, las hembras nutren a los embriones durante la gestación, amamantan y cuidan a las crías luego de su nacimiento. Los machos, en cambio, fecundan a un gran número de hembras y generalmente se van sin ver o interactuar con sus crías. 4 Un hombre, en principio, podría fecundar todos los óvulos de todas las mujeres del mundo, ya que se liberan centenas de millones de espermatozoides en cada eyaculación. A falta de plumaje colorido para atraer a la hembra, el pájaro pergolero pardo macho recurre a su sentido artístico para conquistar a su pareja al construír y decorar hermosas pérgolas
están limitadas por el tiempo y los recursos que gastan en producir sus gametos de gran tamaño 5–los óvulos.
Algunos autores consideran que esta diferencia de inversión entre sexos, más que nada inicial –pocos óvulos grandes y muchos espermatozoides pequeños–, es la causa de las diferencias de comportamiento de elección y competencia 6 Es decir, a pesar de entre machos y hembras. que en la mayoría de las especies las hembras tienen más de una pareja en su vida reproductiva, y aunque la competencia entre machos también puede considerarse muy costosa, suele entenderse que las hembras son las que invierten más en términos de reproducción. Ellas no sólo se ven limitadas por la producción de sus costosos gametos y/o, en algunos casos, el cuidado de sus crías, sino por el tiempo que deben esperar para llegar a ser fértiles de nuevo. Esto
5 En aves como los kiwis (Apteryx spp.), un huevo puede llegar a representar alrededor de 20% del peso de la hembra. 6 Otros autores consideran que estas diferencias de inversión son la consecuencia y no la causa de diferencias de comportamiento entre machos y hembras.
Compitiendo
Ciervos machos luchando
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las vuelve selectivas, haciendo que sean ellas las que con frecuencia elijan entre parejas que ofrecen “buenos genes” u otras contribuciones que puedan incrementar su éxito reproductivo. En cambio, la decisión de volver a copular por lo general beneficiará de manera más directa en su éxito reproductor a los machos, quienes suelen 7competir por el recurso escaso: las hembras.
Los distintos intereses de machos y hembras pueden crear conflictos, llevándolos a una variedad de comportamientos donde cada sexo tratará de minimizar los costos y maximizar los beneficios asociados a la reproducción.
Machos que compiten
Toda herramienta es útil para conseguir vencer al oponente y ubicarse en una posición de dominancia, aun cuando el verdadero fin no sea vencer en peleas ni obtener recursos, sino conseguir más parejas.
Las formas de competencia más evidentes han sido y son los combates o peleas en las cuales se usan, por ejemplo, las garras, los dientes o el pico. Además, en muchas especies, el tamaño del macho puede jugar un papel muy importante para lograr vencer en las peleas y/o para atraer a más hembras. En aquellas especies en las que un macho puede copular con muchas hembras es donde existe mayor competencia y donde se advierte una mayor diferencia de tamaño entre machos y hembras. Este tipo de diferencia entre los sexos se llama dimorfismo sexual 8de tamaño.
El tamaño corporal, sin embargo, no lo es todo. Por ejemplo, los machos de la mosca es-
7 Lo contrario es esperado en las especies donde los machos invierten más. 8 Los elefantes marinos (Mirounga leonina) tienen un fuerte dimorfismo sexual con machos que son mucho más grandes que las hembras y que, en algunos casos, llegan a tener harenes de hasta cien hembras.
Regalo nupcial
Los machos de la Los machos de la mosca escorpión mosca escorpión ofrecen una ofrecen una secreción salival secreción salival como regalo como regalo antes de la cópula antes de la cópula
Ric har d Bartz en commons. wikimedia. org
corpión (Panorpa japonica) consiguen cópulas de corpión (Panorpa ja diferentes maneras. Los más grandes pueden dife d e f e n d e r re c u r s o s a l i m e n t i c i o s , c o m o i n s e c t o s muertos, para atraer a las hembras, o segregar saliva, como regalo nupcial. Los de tamaño in- termedio sólo pueden segregar saliva como regalo nupcial. En cambio, los más pequeños i n t e n t a n c ó p u l a s f o r z a d a s c o n l a s h e m b r a s . A s u v e z , l o s m a c h o s m á s g r a n d e s s o n l o s q u e obtienen más cópulas, luego les siguen los de mediano tamaño y, por último, los más chicos. Sin embargo, esta situación puede cambiar dependiendo de las circunstancias. Así pues, si se reduce el número de competidores, los machos de menor tamaño también podrán defender insectos muertos y así atraer a más hembras.
Otra estrategia es la que utilizan los machos s a t é l i t e , q u i e n e s s e u b i c a n c e rq u i t a d e l o s m a - chos exitosos que atraen a las hembras. Por ejemplo, los machos de las ranas arborícolas (Hyla cinerea) pueden convertirse en satélites y, en vez de croar, se sitúan cerca de machos que lo hacen. De este modo, tratarán de interceptar y aparearse
¡De no creerse!
A veces, buenos genes o posesiones no son suficientes. En algunas especies, se ha observado que los machos llegan incluso a dar su vida con tal de transmitir sus genes a las siguientes generaciones. Este es el caso de la araña de espalda roja (Latrodectus hasselti): durante la cóp pula, los pequeñísimos machos de esta especie –que sólo miden unos 3 o 4 milímetros de largo– hasta co- locan su cuerpo delante de la boca de la hembra, ayudándola de esta manera a canibalizarlos. Estos machos suicidas poseen una gran ventaja, ya que, si lograran escapar, tendrían pocas probabilidades de sobrevivir la difícil búsqueda de una nueva hembra. Además, es menos probable que una hembra acepte copular con un segundo macho, luego de canibalizar a su primer compañero sexual.
macho
hembra
www.livescience.com
¿Engaño?
nauka.offnews.bg Durante el cortejo, el macho de la mosca Hilara sartor (familia Empididae) ofrece a la hembra un capullo de seda vacío. Si la hembra acepta este regalo, entonces se aparea con el macho, mientras ésta desenvuelve el capullo. ¿Por qué las hembras deberían tener una preferencia por machos que dan regalos que no contienen nada en su interior? Un análisis basado en el cortejo de especies próximamente emparentadas reveló que esta pauta fue tadas reveló que cambiando durante la evolución. cambiando duran Primero, los machos ofrecían regaPrimero, los mach los con insectos en su interior que los con insectos e podían ser usados por las hempodían ser usad bras como alimento. Luego, los bras como alim machos comenzaron a engamachos come ñar a las hembras ofreciéndoñar a las hem le regalos con insectos cuyo le regalos co contenido alimenticio ya hacontenido a bían absorbido. Por último, bían absor en esta especie se omitió en esta e el insecto. Esta especie se el insecto alimenta de néctar, y no alimenta de insectos, por lo tanto, de insect la evolución de la capala evolu cidad de detectar este cidad d engaño en la hembra engañ no supondría ninguna no su ventaja selectiva. venta con las hembras que se acercan atraídas por los machos que croan.
Los machos también pueden competir indirectamente de acuerdo con la cantidad de hembras que logran atraer. Aquellos que exponen los colores y cantos más hermosos u ofrecen mejores pérgolas, territorios u otros recursos, como alimentos, serán en general los más exitosos. Sin embargo, la competencia por obtener parejas puede ocurrir a través de formas aún más sutiles. Por ejemplo, debido a pequeñas diferencias en el tiempo necesario para llegar a la madurez sexual (es decir, los machos que se desarrollan más rápido pueden obtener más hembras), por la resistencia a permanecer durante más tiempo activo en la estación reproductiva o debido a sus habilidades para encontrar parejas (un caso es el de un sistema sensorial o locomotor bien 9 La competencia entre machos desarrollado). puede incluso continuar durante y después de la cópula. Por ello, en algunas especies, los machos vigilan o secuestran a las hembras o utilizan tapones o estructuras para desplazar el esperma de otros machos evitando así que éstos accedan a los óvulos de “sus” hembras.
Pero, ¿por qué las hembras deberían preferir aparearse con ciertos machos, por ejemplo con aquellos que vencen en peleas, portan ornamentas exageradas, son de gran tamaño u ofrecen mejores recursos?
Hembras que eligen
Determinadas características en los machos, co- mo su gran tamaño y simetría corporal, corte- jos prolongados o intensos, repertorios de can-
9 Por ejemplo, cuanto más viaja un macho de la víbora común europea (Vipera berus) durante la estación reproductiva, más cópulas obtiene.
tos largos, colores llamativos y/o características exageradas como astas extremadamente grandes, pueden ser preferidas por las hembras si es que indican que éstos pueden proporcionar ventajas genéticas. Copular con estos machos podría incrementar la viabilidad de sus crías, por ejemplo, al maximizar la variabilidad genética de la descendencia y/o debido a que ésta tendrá “buenos genes”. Asimismo, podría incrementar las oportunidades de que sus crías masculinas porten tales características cuando lleguen a ser adultas, y resulten más atractivas para las hembras. Por el contrario, las hembras tenderán a evitar machos con rasgos que indiquen la presencia de enfermedades contagiosas o una gran cantidad de parásitos, ya que esto podría ser signo de un sistema inmunológico empobrecido. Aparearse con estos machos supondría una gran desventaja para las hembras, pues podrían contagiarse y/o tener crías que hereden tal sistema inmunológico.
En otros casos, las hembras podrían elegir machos con características que indiquen una mayor probabilidad de que todos sus óvulos sean fecundados, o una mayor capacidad para aportar recursos, como comida, territorios o cuidado parental, entre otros.
La atracción hacia ciertos machos, sin embargo, también puede estar basada en otros tipos de consideraciones. Las hembras pueden simplemente “copiar” la elección de pareja que hacen otras hembras. En los peces guppys (Poecilia reticulata), por ejemplo, las hembras imitan la elección de hembras mayores y con más experiencia. En otras ocasiones, los machos quizás exploten preferencias femeninas preexistentes. El macho de la polilla Utetheisa ornatrix, por ejemplo, emite feromonas de corto alcance que derivan de sustancias alcaloides obtenidas a través de las plantas que consume, con lo cual atrae a las hembras. Estos alcaloides aparentemente protegen a las plantas contra herbívoros y a las polillas las protegen de sus depredadores. Los machos podrían entonces haber explotado la preferencia de las hembras por estas propiedades defensivas para encontrar así a su pareja.
Por otra parte, en otros casos las hembras podrían elegir a ciertos machos sin estar atraídas
Per Harald Olsen en commons.wikimedia.org
Imitadoras
Peces guppys (Poecilia reticulata), un macho (arriba) y dos hembras (abajo). Las hembras imitan la elección de hembras mayores y con más experiencia.
por éstos y sólo con el fin de disminuir los c o s t o s d e l a c o s o o l o s r i e s g o s a s o c i a d o s a l a competencia masculina.
Independientemente de las razones, el hecho de que una hembra termine en pareja con un macho no garantiza que el macho vaya a fecundar sus óvulos. De hecho las hembras pueden copular con varios machos, y en las especies con fertilización interna, estas pueden ejercer su elección durante y luego de la cópula de forma “oculta”; favoreciendo así a los espermatozoides de los machos preferidos. Este tipo de elección femenina se llama “críptica”, justamente porque no existe evidencia conductual externa de la elección que esta haciendo la hembra.
¿Qué sucede en nosotros?
Algunos estudios sugieren que hombres y mujeres difieren en algunas de las cualidades que consideran como atractivas. Los hombres tienden a preferir mujeres jóvenes. Además, prefieren a mujeres con una proporción de alrededor de 3/2 entre las caderas y la cintura, medida que predice el éxito reproductor. Ellos también hacen regalos o tienen gestos que indican su estatus social o eficacia biológica. Las mujeres, en tanto, suelen preferir hombres algo mayores; quienes en la mayoría de las sociedades son los que pueden brindar más recursos. Asimismo, se ven atraídas por la asertividad y el poder social de un hombre, los cuales pueden predecir el éxito presente y futuro en la provisión de recursos.
H o m b re s y m u j e re s t a m b i é n s u e l e n t e n e r conductas celotípicas diferentes. Las mujeres se sienten más celosas cuando sus parejas entablan una nueva relación emocional íntima con otras mujeres. Los hombres, en cambio, se sienten más celosos cuando hay infidelidad estrictamente sexual por parte de las mujeres. Esto es consistente con las pérdidas potenciales a las que se enfrentaría cada sexo en cada situación. En otras palabras, un hombre pierde más cuando cuida de hijos que no son propios; y una mujer, cuando su pareja la abandona para entablar otra relación, y no cuida, por ello, de sus hijos.
Cerrando conceptos…
Las hembras suelen producir pocos gametos, grandes y más costosos que los gametos producidos por los machos. Además, en algunos grupos de animales, son ellas las que invierten más en otras formas de cuidado parental. Aunque esta diferencia de inversión no necesariamente debe interpretarse como la causa, suele conside- rarse como la base de los diferentes comportamientos de elección y competencia y los diferentes intereses de machos y hembras. Cada sexo busca maximizar su éxito reproductivo, aunque no siempre se llegue a un acuerdo, lo que puede generar conflictos.