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Expresionismo. Los antecedentes
Y ARTESANOS
Expresionismo
LOS ANTECEDENTES
Fernanda Otero Ríos*
Promovida por un grupo de pintores alemanes , a principios del
siglo XX aparece la pintura expresionista, cuyo antecedente era el fauvismo, que acentuaba con sensualidad los colores. La palabra expresión se usa comúnmente en el arte para definir la capacidad de las obras de transmitir sentimientos y emociones, pero es también el nombre que decidió dársele a una de las vanguardias pictóricas del siglo XX.
Expresionismo es el nombre que reciben en el arte del siglo XX pinturas […] que adoptan como tema del cuadro estados mentales, representados con tanta fuerza que la apariencia normal de las cosas queda distorsionada. Sin embargo, la desventaja del expresionismo es que muchos estados mentales extremos son demasiado personales y apenas tienen significado e interés para quien no sea el propio artista. Pero en sus mejores cuadros […] los expresionistas pusieron al descubierto una amplia desesperación humana que nadie había expresado anteriormente en pintura (Lambert, 1985: 19-24).
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aunque no sólo la deformación crea expresión en un cuadro o una escultura, es una de las características principales del movimiento que se aborda en este artículo. Worringer, his-
* Licenciada en Comunicación Visual por la Universidad de la de la imagen visual por el Instituto Cultural Helénico. Posee experiencia en bachillerato del ITESM. toriador de arte alemán, sostiene que el expresionismo no es simplemente un estilo sino una fuerte tendencia que se repite principalmente en el norte de Europa, como si el mundo frío del norte indujera sentimientos de inseguridad y temor (Muñoz, 1997).
En términos generales, los pintores alemanes llevan al máximo la agresividad de los colores por medio de las disarmonías, y exageran las deformaciones formales; a esto se agrega la
anulación de las diferencias entre figura y fondo, de tal manera que muchas veces el fondo es tan agresivo como las figuras. Los pintores expresionistas renuncian a toda clase de perspectivas, sobre todo la lineal, propia del Renacimiento. Sin embargo, aunque estas características son generales, cada uno de los autores tiene elementos distintos y peculiares que los diferencian.
Los artistas expresionistas aspiraban a desarrollar formas pictóricas que expresaran sus sentimientos más íntimos en vez de representar el mundo exterior. La pintura expresionista es intensa, apasionada y sumamente personal, basada en el concepto del lienzo del pintor como vehículo para manifestar emociones. El color violento e irreal y la pincelada dramática hacen que la pintura expresionista típica estremezca de vitalidad (AA. VV., 1999: 510).
El movimiento expresionista se desarrolló principalmente en Alemania; su carácter revolucionario lo diferencia de otras corrientes mucho menos comprometidas. El expresionismo no fue una corriente meramente artística o literaria e incluso musical, sino una manera de sentir el mundo. En realidad, tras las pinturas o esculturas de los artistas expresionistas se esconde un grito. La angustia, el terror, la miseria y la opresión constituyen temas frecuentes en sus obras. Los expresionistas sintieron tan intensamente el sufrimiento humano, la pobreza, la violencia y la pasión, que se inclinaron a creer que la insistencia de la armonía en el arte sólo podía nacer de una renuncia a ser honrado. Ellos querían afrontar los hechos desnudos de nuestra existencia y expresar su compasión por los desheredados y los contrahechos. Se convirtió casi en cuestión de honor rechazar cuanto oliese a distinción, lo que sacaba al burgués de sus casillas. La doctrina del expresionismo como tal propugnaba la experimentación, lo único que importaba en el arte no era la imitación de la naturaleza, sino la expresión de los sentimientos a través de líneas y colores. Este grupo de artistas dio al expresionismo un significado nuevo, con una forma distinta y única de ver el mundo:
Expresión no es para estos pintores sinónimo de intuición o representación […] tampoco es manera común de exteriorizar sentimientos comunes. Es todo eso y además el deseo de totalizar la vida en el estremecimiento de un instante, un instante tan complejo y hundido en la subjetividad como para considerarlo símbolo de la expresión misma (Romero, 1994: 51).
El móvil de los artistas expresionistas explica mejor que cualquier definición el movimiento en sí mismo; entender la motivación y el sentir de los creadores nos da una mejor visión de esta vanguardia. Para ello, también nos sirve conocer sus antecedentes, de los cuales hablaremos a continuación.
Antecedentes del expresionismo
Como en casi todas las vanguardias pictóricas desarrolladas durante el siglo XX y aun antes de que el movimiento tuviera una identidad propia y se reconociera a sí mismo como tal, en todo el mundo y en todas las épocas hubo artistas cuyas obras se insertaban dentro de los criterios estéticos y las motivaciones del expresionismo. En China y Japón, escuelas enteras trabajaron sobre la exaltación de la esencia y gestualidad de la figura, en lugar de centrarse en su apariencia; el conocimiento de sus obras en occidente influyó a muchos artistas impresionistas y expresionistas que más tarde alcanzarían fama en Europa.
Sin embargo, a manera de ilustración, en esta primera entrega sólo revisaremos como antecedentes directos, la obra de Vincent van Gogh,
Edvard Munch y James Ensor, cuyos trabajos en Europa influirían de manera directa en la visión de los grupos expresionistas que surgirían en la primera mitad del siglo XX y que conformarían una de las vanguardias más importantes y duraderas. X I X y p r i n c i p i o s d e l
E n t re f i n a l e s d e l s i g l o XX, pintores como Vincent van Gogh, Edvard Munch y James Ensor comenzaron a utilizar colores violentos y líneas exageradas para realzar el impacto visual y emocional de sus obras, con lo que alteraron la sensación tradicional del observador ante sus cuadros, y dieron inicio al movimiento expresionista al servir como modelos disparadores de una nueva estética en la que se priorizaba la expresión de los sentimientos por encima de la calidad o configuración de la forma plástica.
… grupos de artistas en Alemania y Austria intentaban introducir el impresionismo y lograr su reconocimiento. Tuvieron lugar varias Secesiones a medida que los artistas se retiraban de las tendencias artísticas establecidas para formar sus propios grupos. En 1903 estuvieron expuestas en Berlín obras de Munch, Cézanne, Van Gogh y Gauguin. No es de extrañar que tuvieran mayor influencia los pintores que mostraban mayor emoción como Munch y Van Gogh (Lambert, 1985: 19-24).
Sin duda esta influencia resultó determinante en los creadores alemanes que buscaban una forma de creación que pudiese representar y exteriorizar sus emociones más profundas:
… los expresionistas querían una vida plena y decidieron buscarla a través del proceso creativo, descubriendo modelos en Van Gogh y en el pintor noruego Edvard Munch. Sus propias inquietudes les llevaron a fijarse en otros movimientos de vanguardia que afloraban en distintos países europeos […] Decisivo también en el grupo fue la influencia del arte primitivo, que conocieron estudiando la escultura africana y oceánica en el Museo Etnológico de Dresde, lo que se tradujo en un estilo de formas endurecidas con contornos esquinados (Fundación J. March, 1993).
De estos tres principales autores, aunque Van Gogh es una gran influencia por la expresividad de sus obras, es siempre ubicado junto con autores como Gauguin en el grupo postimpresionista, por su pincelada corta y su uso del color; mientras que Ensor y Munch son identificados plenamente como expresionistas, a pesar de no haberse adscrito a ninguno de los grupos formados en esta vanguardia. Incluso se afirma que “el Expresionismo se inicia con un periodo preliminar representado por el belga Ensor y el noruego Munch” (Arte España, 2010).
Revisemos enseguida la trayectoria de estos tres pintores, a partir de sus biografías y de los comentarios de algunos autores sobre sus obras.
Vincent van Gogh (1853-1890)
Vincent Willem van Gogh nació el 30 de marzo de 1853 en Groot-Zundert, como hijo de un pastor protestante holandés. Desde la niñez mostró temperamento inquieto y malhumorado, que dificultó su estabilidad laboral y personal. A sus 26 años ya había sido vendedor en una galería de arte, profesor de francés, estudiante de teología, y evangelista entre los mineros de Wasmes, en Bélgica, pero nunca duró mucho en ninguno de sus trabajos. En sus primeras pinturas se reflejan sus experiencias como predicador, ya que retrata a campesinos y cosechadores de papas, protagonistas de los círculos en los que había vivido; sus cuadros no ocultan la necesidad de mostrar la miseria y la pobreza como las vio entre los mineros belgas, reflejadas en tonos oscuros y sombríos, e incluso crudos (Biografías y vidas).
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Vincent van Gogh
Más tarde Van Gogh fue a vivir a París con su hermano Théo, un comerciante de arte, y se familiarizó con los nuevos movimientos artísticos que se desarrollaban de la época. Influenciado por las obras de los impresionistas y de los grabadores japoneses, Van Gogh comenzó a experimentar con las técnicas pictóricas conocidas hasta el momento, y posteriormente adoptó los matices brillantes. Dos años después, dejó París y se mudó al sur de Francia, donde pintó paisajes de los campos, con cipreses y campesinos, y la vida rústica característica de la región. En esa época, mientras vivía en Arles, comenzó a utilizar pinceladas arremolinadas, con amarillos, verdes y azules intensos, que luego se asociarían con algunas de sus obras más conocidas. Para él, todo lo pintado o dibujado parecía dotado de una vitalidad física y espiritual (Biografías y vidas).
A Van Gogh siempre se le ha identificado como un ser extraño, melancólico y mentalmente desequilibrado, no sólo por sus pinturas sino por su vida. Su entusiasmo indujo al pintor Paul Gauguin, a quien había conocido en París, a unírsele. Pero, menos de dos meses más tarde, comenzaron a tener violentas discusiones, que culminaron en una pelea en la que Van Gogh amenazó salvajemente a Gauguin con una navaja; la misma noche, Van Gogh se cortó parte de su propia oreja para mostrar a su amigo el profundo remordimiento que le causaba su violenta actitud. Por un tiempo estuvo en el hospital de Arles, luego pasó un año en un asilo trabajando entre repetidos arranques de locura. El 27 de julio de 1890, justo después de completar su obra Cuervos en los trigales, se disparó, y murió dos días después (Biografías y vidas).
Sin duda, su dolor y angustia, así como su capacidad de expresar estos sentimientos por medio del pincel, en gran cantidad de cuadros y pinturas, hacen a este pintor una de las más fuertes influencias para los pintores expresionistas. Como sostiene Romero, “Hay en su pintura […] una fuerza de expresión tan enérgica del color, a través de la pincelada misma, que se puede olvidar el tema” (1994: 58).
Es asombrosa la huella de este pintor, que conjuga la técnica y temática expresionistas y que, sin anticiparlo, abrió una brecha en la temática artística, que más tarde seguirían otros autores, por lo que se ha convertido en uno de los exponentes más importantes de la pintura de todos los tiempos. Con su frenética técnica pictórica y su extraordinario empleo del color, Van Gogh serviría de inspiración a muchos pintores expresionistas.
Vincent van Gogh, Autorretrato, 1889
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Edvard Munch (1863-1944)
Nacido en Løten, Noruega, el 12 de diciembre de 1863, Munch comenzó a pintar a la edad de 17 años en Christiania (actual Oslo). Una beca estatal, ganada en 1885, le permitió estudiar brevemente en París; durante los siguientes 20 años vivió en Alemania, sobre todo en Berlín, aunque hizo frecuentes viajes a Noruega y París. Este artista es uno de los expresionistas más conocidos mundialmente, a pesar de no serlo del todo, ya que desarrolló sus pinturas tiempo antes de que el expresionismo se desarrollara como tal. Su trabajo gráfico está dotado de gran melancolía y angustia, basadas en sus obsesiones y desgracia personal (Biografías y vidas).
Como casi todos los artistas de la época, su primera influencia provino del impresionismo y postimpresionismo, pero después desarrolló un estilo y contenido altamente personal, centrado principalmente en temáticas de enfermedad y muerte. Munch y sus simpatizantes trabajaron hacia el desarrollo del expresionismo alemán. Quizá la obra más conocida de Munch es El grito, en la que refleja el trauma infantil que le ocasionó la muerte por tuberculosis de su madre y hermana (Biografías y vidas, 2016).
Las obras de este artista noruego se caracterizan por sus figuras sin gestos o con las caras ocultas, sobre las que asoman amenazantes formas de árboles pesados y cosas opresivas. Reflejos de sus ansias sexuales se observan en sus retratos
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Edvard Munch
de mujeres, alternativamente representadas co- mo frágiles, inocentes, sufridoras, o como vampiras chillonas y devoradoras. En 1908 la ansiedad de Munch se agudizó y fue hospitalizado. Regresó a Noruega un año después y murió en Oslo el 23 de enero de 1944. Su colección personal es albergada en el Munch Museet, de la capital noruega (Biografías y vidas).
Durante sus últimos años, gozó de una relativa tranquilidad, reflejada en sus obras de ese tiempo y en sus vigorosos y brillantemente coloridos paisajes. Aunque su obra de los últimos años no es tan torturadora como la inicial, tiene un regreso a la introspección durante sus autorretratos finales (Biografías y vidas).
Su vida atormentada permite entender mej o r l a t e m á t i c a d e s u p i n t u r a . N o m b r a d o p o r muchos como un gran maestro, la pintura de Munch ha llegado a convertirse en el estandarte del expresionismo, y su influencia y fuerza se extienden hasta nuestros días en el diseño gráfico moderno. Pero, en su momento, las reacciones del público hacia la obra del Munch no eran del todo positivas:
Que el caricaturista subrayara la fealdad de un hombre se daba por admitido: era una diversión. Pero que hombres que decían ser artistas serios olvidaran que, si tenían que alterar la apariencia de las cosas, tendrían que idealizarlas más que afearlas, fue tenido por grave ofensa [...] Pero Munch podría replicar que [...] sería insincero no mirar más que el lado agradable de la vida (Gombrich, 1995: 469).
Este pintor rompió barreras entre la caricatura y el gran arte; sin ello, no habría podido llegar nunca a sus fisonomías deformes e intensamente trágicas. Munch presentó una versión nórdica del arte basada sólo en el aspecto dinámico, este dinamismo se refleja en su cuadro El grito, donde expresó una desesperación total. Todos los elementos refuerzan esa desesperación, la figura humana carece de sustancia, se dobla y se agita bajo la presión de sus emociones, las sinuosas formas del cielo y del agua y la marcada diagonal del puente atrae la mirada hacia la boca abierta en un grito.
En el puente hay otras personas, sin embargo, el ambiente es de un terrorífico aislamiento. El grito expresa que no hay escapatoria para la existencia, que sólo cuenta el insoportable dolor. No hay en el cuadro descanso para la mirada, el fondo entero está agitado, la fuerza de las líneas y ritmos marcados y la agitación en el tratamiento de los colores ponen de manifiesto la emoción del artista.
Munch estaba obsesionado con la muerte, y nos presenta un estado aparentemente peor que la muerte. Este dinamismo es resultado de la técnica usada:
Edvard Munch, El grito, 1893
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Los contornos distorsionados y el uso simbólico del color […] son típicos de Munch y se ilustran en su obra más famosa, El grito. Es opinión general que el estilo de Munch dio origen al expresionismo en Europa […] Grabador de talento además de pintor, Munch fue uno de los pioneros del arte moderno (AA.VV., 1999: 327).
El expresionismo intenta trasladar a la pintura y escultura experiencias emocionales directas en la forma más impactante posible, tratando de afectar directamente los sentimientos del observador, forzando una situación empática, no por lo que la obra muestra, sino por lo que implica, por su fuerza interior que clama por ayuda. Es esta sensación de desesperación generalizada en el movimiento lo que convierte a El grito de Munch, en el icono indiscutible del expresionismo. Es este desprecio por la realidad como tal, lo que lleva generalmente a imágenes caricaturescas, deformadas, de gestos forzados y escenarios que parecen asfixiar a las figuras.
Edvard Munch marcó la pauta para muchos de los autores expresionistas posteriores y, aunque no era alemán, ni creó sus obras en la misma época que el resto de los expresionistas, su estilo lo convierte en uno de los exponentes más importantes y famosos de esta vanguardia.
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James Ensor
James Ensor (1860-1949)
Nacido en Ostende, Bélgica, el 13 de abril de 1860, Ensor fue uno de los primeros representantes de la pintura expresionista. Si bien sus obras iniciales se caracterizan por los paisajes brumosos de inspiración flamenca, a partir de 1880 Ensor alternó los bodegones con los interiores, en los que predominaban los colores pardos, rojizos y azules de tono melancólico. Pronto abandonó este primer estilo oscuro y se interesó por las escenas de carácter fantástico y grotesco, donde impera una cierta expresión burlesca y esperpéntica en todos sus personajes, cuyas máscaras, esqueletos y demonios son el fiel reflejo de la tragicomedia humana (Biografías y vidas).
Este importante pintor belga es considerado como uno de los más importantes e impactantes del expresionismo, a pesar de que, al igual que Edvard Munch, trabajó antes de que esa corriente se conformara como tal y nunca perteneció a ninguna.
Su expresionismo es de corte peculiar, ya que mezcla elementos de este movimiento con otros que no lo son. Ensor busca la exaltación dinámica de las cosas, aprovecha el color y saca partido de la pincelada libre, pero no compone jamás en estado de exaltación ni reduce la tela a un conjunto de formas que actúan en torno de un foco irradiante. La explosión de la fantasía, la erupción erótica, la austeridad al mismo tiempo que la compulsión emotiva son neutralizadas por los sentimientos que se fundan en la experiencia, pudiendo llegar hasta lo absurdo (Biografías y vidas).
En las telas en que se alternan las máscaras con las brujas, los esqueletos con los personajes de circo, la vinculación con el expresionismo es más bien temática, e incluso técnica, que espiritual. Ensor derribó barreras; su lenguaje de máscaras terroríficas apasionó a los expresionistas alemanes: “El maestro belga veía las drôleries en formas plásticas y por eso se cargaban de una expresión que no oscilaba a tenor de las exigencias de la moda” (Romero, 1994: 72).
Era una artista que no se dejaba guiar ni por la moda ni por lo que dictaba la corriente artística y estilística; mostraba una mayor libertad en sus trabajos, mezclando elementos que le resultaban útiles para la expresión. El tema de las máscaras, al que recurrió con frecuencia para expresar su sombría visión del mundo, tiene su origen en los disfraces de carnaval que sus padres vendían en su tienda de Ostende.
Como reacción contra la insistencia en los paisajes y escenas cotidianas, propia del impresionismo, Ensor desarrolló su personalísima visión, llena de referencias crípticas y simbólicas. Su obra, idiosincrática y algo perturbadora, fue rechazada al principio, pero por fin logró expo-
James Ensor, Entrada de Cristo en Bruselas, 1888
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ner junto con el grupo de vanguardia Les Vingt. No obstante, hasta éstos se negaron a exponer su obra maestra, Entrada de Cristo en Bruselas, en la que él mismo se identificaba con Jesús (Biografías y vidas).
Hacia el final de su vida, su originalísima obra, que ejerció gran influencia en los artistas
Referencias
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GOMBRICH, E. H. (1995). Historia del arte. Tomo 3. Barcelona:
Ediciones Garriga. expresionistas posteriores, fue por fin reconocida y premiada con una baronía.
Por sus formas características y su fuerte impacto en el uso del color y la forma, James Ensor constituye otro de los importantes antecedentes para el posterior surgimiento y desarrollo de los grupos expresionistas.
JAMES ENSOR . En: Biografías y vidas [en línea]: www.biografiasyvidas.com/biografia/e/ensor.htm [consultado: 24 de abril de 2016].
LAMBERT, R. (1985). El Siglo XX. Barcelona: Gustavo Gili.
MUÑOZ, M. T. (1997). Wilhem Worringer. Fin del expres i o n i s m o [ e n l í n e a ] : w w w. a r r a n z . n e t / w e b . a rc h - m a g . com/6/vestigio/06.html [consultado: 24 de abril de 2016].
ROMERO, J. (1994). La pintura del siglo XX (1900-1974). México: Fondo de Cultura Económica.
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