14 minute read

Metanarrativa, Hernán Casciari y el legado de Unamuno en el siglo XXI

Y ARTESANOS

Metanarrativa, Hernán Casciari

Y EL LEGADO DE UNAMUNO EN EL SIGLO XXI

Etienne Fajardo*

Hernán Casciari es un escritor contemporáneo poco reco-

nocido en el mundo de las editoriales y de los premios. Los medios de comunicación lo llaman blogger, término que él detesta porque, según dice, el medio no puede definir el oficio. “La sensación que da la palabra bloguero, y también blogger, es la de una persona que no ha encontrado todavía qué tiene para decir en Internet. Es una palabra hueca, vacía de oficio. Una palabra desapasionada y triste” (Casciari, 2008). Sin embargo, el novelista argentino hizo un descubrimiento que nadie, al menos en español, había logrado, ver: el blog es un género literario en sí mismo que, al mezclarse con la novela, adquiere dimensiones metanarrativas imposibles de lograr en la ficción impresa.

4.0) Juanjo Conti (commons.wikimedia.org) ( CC BY-SA

a novela Más respeto, que soy tu madre, iniciada en 2003 y publicada por Plaza & Janés en 2009 es, en su origen, un experimento narrativo de Casciari en bitácora web, en el que Mirta Bertotti, un personaje ficticio, una ama de casa clasemediera, escribe un blog y diariamente cuenta las aventuras de su familia (Casciari, 2003-2004). Más tarde, en 2004, Casciari lanzaría Orsai y su primera entrada consistiría en explicar lo sucedido con el fenómeno de los Bertotti.

Desde el principio –y durante los dos primeros meses– hubo una serie de debates en otros espacios virtuales, en donde los lectores se pregunta-

* Maestro en Literatura y Creación Literaria y coordinador de

Cultura e Innovación en la Escuela Tomás Alva Edison. ban sobre la existencia del personaje, sobre la veracidad de sus historias y la posibilidad real del contexto en que interactuaba. Más tarde, cuando la ficción se tornó evidente, fueron necesarios rótulos para definir el género. Si no me equivoco, la palabra ‘blogonovela’ se pronunció por primera vez en Tribuna Libre, en referencia al WDUMG [Weblog de una mujer gorda], y se institucionalizó en un programa de televisión sobre tecnología, meses más tarde. En general, las críticas alrededor del proyecto han sido inmejorables (Casciari, 2004).

Sobre la historia del género “blognovela” y las repercusiones de Más respeto, que soy tu madre en el mundo de la literatura, recomiendo la lectura de la tesis doctoral de Osvaldo Cleger: El arte de narrar en la época de las blogoficciones: una

aproximación interdisciplinaria a la literatura en los blogs (2009), en la que dedica un capítulo al texto que nos ocupa. En el presente artículo, baste con decir que uno de los principales hallazgos de Casciari en la narrativa digital consiste en utilizar, en favor de la trama, los comentarios vertidos por los lectores y las discusiones que, sobre la historia, se abren en otros espacios mediáticos.

Metanarrativa, en términos simples, es el relato que contiene otros relatos y que mira hacia sí mismo para cuestionar sus propios mecanismos narrativos.

Dado que, en la ficción, Mirta Bertotti escribía en primera persona el anecdotario de su vida, y no fue sino hasta muy avanzado el desarrollo de la novela, que todos los lectores tuvieron la certeza del carácter ficcional de los personajes, los

Ramon Casas i Carbó en: commons.wikimedia.org

Miguel de Unamuno fue un escritor y filósofo español múltiples visitantes del blog dejaban comentarios y éstos empezaron a repercutir también en las peripecias de la narración. Dice Unamuno: “Una ficción de mecanismo, mecánica, no es ni puede ser novela. Una novela, para ser viva, para ser vida, tiene que ser como la vida misma, organismo y no mecanismo” (Unamuno, 2009: 43). En el mundo digital, lo que sucede en una dirección web tiene repercusiones en otras. La novela de Casciari levantó discusiones dentro y fuera del blog y, en el sentido más orgánico posible, el autor incorporó lo que sucedía a la ficción y dejó que ésta se alimentara de metatextualidad y de la intertextualidad que, de por sí, es esencial a Internet. Por ejemplo: en el capítulo 69, Mirta se enamora de un cocinero uruguayo. Pide consejo a su hijo, pero éste le dice que no será objetivo, que mejor pida consejo a sus amigos. Entonces Mirta abre en el blog una encuesta y pregunta a sus lectores. Los resultados se publican en el capítulo 70: 2086 lectores votan por “Revolcarme con Douglas y hacer a Zacarías cornudo para toda la vida”. El capítulo 70 y el 71 dependen entonces de la decisión que, aconsejada por la encuesta, toma el ama de casa:

Estábamos frente a frente en la habitación. Douglas y yo, solos. La decisión estaba tomada porque ustedes así me lo habían aconsejado. Yo me estaba quitando el vestido y él la camisa de seda. El deseo carnal volaba por la pieza como un búho, a la espera del zarpazo. Cuando nos acercamos para fundirnos en el primer beso de la noche larga que nos esperaba, justo allí, oímos la patada en la puerta. —¡¡Mamá, no lo hagas, hubo fraude!! —era el Nacho, alzando en la mano unos papeles llenos de cifras y guarismos (Casciari, 2003-2004: “Una noche de amor y de lágrimas”).

El monólogo utilizado como recurso narrativo por Casciari se ciñe a la tradición del dia-

rio (por ejemplo, Kierkegaard). Mirta Bertotti escribe una bitácora íntima y deja que sus pensamientos fluyan libremente. Para darle verosimilitud a su personaje, el autor ha llenado con lunfardo el lenguaje del ama de casa, y ha logrado equilibrarlo con una prosa bien escrita. El resultado es un sentido del humor extraordinario.

Nos quedamos los tres como secos, inmóviles, mientras las palabras empiezan a rebotar por las paredes: “...tu papá se muere si se entera que sos... si entera que sos... que sos... sos...”. Cuando la frase deja de hacer eco, vemos que mi marido se empieza a poner blanco, y después flamea, y después se pone amarillo, igual que la bandera del Vaticano (Casciari, 2003-2004: “Nunca hay que hablar de más”).

Sin embargo, escribir en un blog no es lo mismo que escribir un cuaderno secreto. El personaje sabe que lo que escribe será leído y sabe que esta lectura puede tener una influencia directa en su historia. Por otro lado, no sólo los visitantes del blog tienen acceso a los pensamientos de Mirta, también los otros personajes de la novela, si éstos optaran por leer el blog.

Atendiendo a la poética de Unamuno, y a su postura de escribir “a lo que salga”, Casciari XXI. se vuelve un referente obligatorio del siglo Me explico: el blog es esencialmente un diario que se escribe como va saliendo. El acierto del argentino está en haber construido un personaje suficientemente vivo como para que el fluir de sus ideas resulte interesante y verosímil. La fuerza de Más respeto, que soy tu madre no está en el argumento de la novela, sino en los personajes mismos. Para Unamuno, la novela no se planifica ni se termina, sino que se alimenta de sí misma y se continúa en los epílogos, comentarios y reediciones. “Dentro de la carne está el hueso y dentro del hueso el tuétano; pero la novela humana no tiene tuétano, carece de arguCuando un texto habla del otro ya sea porque lo menciona expresamente o porque alude a éste, se establece una relación de metatextualidad. La intertextualidad, es el conjunto de relaciones que un texto mantiene con todos los textos a los que se vincula y que forman un contexto determinado.

mento. Todo son cajitas, los ensueños y lo verdaderamente novelesco es cómo se hace la novela” (Unamuno, 2009: 44).

Casciari escribe (Mirta escribe), por ejemplo, en 2009, un epílogo en el que vuelve sobre los pasos de Más respeto... La novela, que había sido concluida en 2004, se reabre, no como una secuela sino como una posibilidad. En ese último post, la señora Bertotti habla de cómo la familia superó la crisis económica y cómo ella dejó atrás la depresión. Gracias al blog, que se convertirá en película, Nacho, el hijo, podrá irse a estudiar su máster a Boston. Los lectores que siguieron a C a s c i a r i p o r O r s a i s a b e n q u e l a re d e n c i ó n del personaje es la redención del propio autor, quien creó a Mirta también en medio de una depresión, una crisis económica y la condición de inmigrante ilegal en Barcelona. El epílogo de 2009 marca, no sólo el éxito de la familia Bertotti, sino la posibilidad económica de fondear Editorial Orsai, quizás uno de los proyectos editoriales más generosos y arriesgados de su década. “Todo autor que supone hablar de otro no habla más que de sí mismo […] Y por otra parte, toda autobiografía no es nada menos que una novela” (Unamuno, 2009: 55).

Uno de los problemas que desató esta novela fue precisamente el de los límites entre ficción y realidad. Cuando el personaje se asomó por primera vez a la blogosfera, en septiembre de 2003,

Hypervínculos e hypertextos

En internet, las conexiones entre diversas manifestaciones ocurren de forma natural. Un hipervínculo lleva a otro de tal suerte que es imposible “leer” la red de manera lineal. Este fenómeno tiene un gran potencial narrativo y es pertinente preguntarse qué puede aportar al arte de contar historias.

Shutterstock

nadie sabía que Mirta Bertotti era una creación de Hernán Casciari. En ese entonces los blogs empezaban a ser cosa cotidiana y, aunque era raro que una señora rural le diera a la computadora, era posible. La ficción se estableció bien desde el principio. La crisis en Argentina tenía a la familia desempleada, y había llegado una computadora a la casa. Nacho, “el único culto de los Bertotti”, ayudaba a su madre a salir de la depresión abriéndole una cuenta en Blogger para que ahí se entretuviera. Hasta el capítulo 56, los comentarios no se habían habilitado, por lo tanto, la posibilidad de interacción con el lector tampoco había ocurrido. Al aumentar el número de lectores, evidentemente aumentaron también las suspicacias sobre “lo real” de la familia Bertotti. En noviembre de 2003, un crítico web con nick Borjamari publicó sobre el Weblog de una mujer gorda (nombre original de Más respeto, que soy tu madre):

Menos mal que el “aguante” de la ya infumable protagonista, tiene los días contados. En diciembre dejará de existir, o al menos eso nos confesó uno de sus autores (que por cierto tiene de argentino lo que yo de crítico serio), en una dulzona y babosa conversación hace unos pocos días cuando, de una forma patética, intentaba por todos los medios darle un empujoncito a su alicaída página que ya tienen fecha de caducidad, mientras le echaba la culpa de todo al “informático”.

Mal se le pone la cosa a la agencia de publicidad que está detrás del asunto y que preparó todo con vistas a sacar una novela basada en los personajes del blog. Ni la habitual publicidad con calzador metida en “yonkis” o en “el rellano” parece que le están sirviendo esta vez. (Borjamari, 2003).

Casciari aprovecha el asunto para crear una rivalidad ficticia con el periodista. Incorpora a Borjamari como un personaje de la novela, un empleado de la funeraria, empeñado en molestar a los demás. Es decir, de alguna manera el autor revela que el blog es una pieza de ficción; sin embargo, los lectores siguen dirigiéndose a 1 Los dimes y diretes entre Mirta y no a Hernán. ambas webs sirven para que Casciari organice

1 En mujergorda.bitacoras.com los comentarios ya no están a la vista del público. La reseña que hago en esta sección depende exclusivamente de mi memoria y de los comentarios que recuerdo haber leído en 2009 cuando conocí en línea Más respeto, que soy tu madre.

en diciembre una “broma del día de los inocentes”. El capítulo 112, titulado “Fin del juego”, está narrado por una compañía publicitaria y confiesa que los capítulos publicados hasta ahora son una excusa para el lanzamiento de una novela el 4 de enero:

La idea era sencilla y al mismo tiempo un enorme desafío. Debíamos dar publicidad a un producto desconocido, “Los Bertotti”, la última novela de Dalmiro Sáenz, con un coste cero, durante tres meses consecutivos, desde el 27 de septiembre hasta el 27 de diciembre de 2003, para hacer el lanzamiento 2004 con una gran capacidad empática y lectores cautivos, en Buenos Aires y Barcelona (Casciari, 2003-2004: “Fin del juego”).

Los comentarios que vertieron ese día los lectores del blog fueron de enojo y desilusión. El público se sintió engañado y se volcaron en agresiones contra la agencia de publicidad. Al día siguiente, justo el 28 de diciembre, Mirta Bertotti desmintió todo en un post dedicado al mismo Borjamari. Sin embargo, en este capítulo, el crítico es también el personaje. Mirta se refiere a él como “El Funebrero” e inmediatamente después habla del blog de Borjamari. Es decir, une su yo ficticio de personaje rural con su yo real, de hecho, un ser del mundo virtual. Casciari ya había hecho experimentos como éste en capítulos anteriores (por ejemplo, hablando de la bloguera Betty como si se tratara de una periodista vecina o disfrazando una sala de chat como pizzería, incluso literalizando la mudanza del blog del servidor de Blogger al de Bitácoras, como si narrara un cambio de domicilio físico de l a f a m i l i a B e r t o t t i ) , p e ro e n é s t e , l a d i f e re n c i a de espacio entre el mundo ficticio y el real-virtual es mínima.

Todo empezó hace un mes, cuando Borjamari, el Funebrero (1), comenzó a decir que nuestra familia no era una familia, sino una agencia catalana

Shutterstock

El límite entre el mundo real y el virtual se confunde

de comunicación. Y que esto era la publicidad de una novela. Y que yo, Mirta, dejaría de existir a finales de diciembre (Casciari, 2003-2004: “Que la inocencia te valga”).

Inmediatamente después: ¡Que la inocencia te valga, Borjita! No hay agencia, ni publicidad, ni novela, ni Dalmiro, ni nada. Solamente un pequeño homenaje a tu blog, sin duda uno de los mejores y más originales de la blogosfera, aunque falla un poco en la calidad de las fuentes de información.

Un besote, Borja, de parte de todos los que compartimos esta broma inocente (Casciari, 20032004: “Que la inocencia te valga”).

En esta ocasión, los comentarios fueron los opuestos. El público se alegró de no perder a Mirta, y los lectores volvieron inmediatamente a asumir la ficción. Dice Dorrith Cohn, refiriéndose a Cómo se hace una novela que “[n]o se puede considerar un texto como más o menos ficticio, o como más o menos factual, sino que se lee en un registro u otro, que la ficción no es una cuestión de grado, sino de género” (1999: 35).

pbs.twimg.com/media/ DG as K 5b XYAE 08 LU .jpg

Hernán Casciari en la FIL de Lima

El género blog le permitió a Casciari establecer con el lector acuerdos de verdad tan complejos que, en el mundo real, no fueron pocas las veces que la novela se presentó como una pieza de no ficción. Incluso, Joseph María Sarriegui publicó en El País que Mirta Bertotti le había concedido una entrevista. El problema del registro en el que se lee una pieza literaria fue probado en sus límites por Casciari y consiguió interesantes hallazgos: • El público disfrutaba la historia no por la trama misma, sino porque le ocurría a un personaje entrañable. • Si el personaje existía o no, no era relevante. • La única vez que el público se opuso a ser

“engañado” fue cuando el engaño ocurrió por parte de una agencia que pretendía vender algo. • El pacto de verdad se establece con mayor facilidad porque el público sentía que su participación era relevante para la historia.

Podemos concluir diciendo que la principal aportación de Hernán Casciari a la literatura está en haber descubierto, por medio de un avance tecnológico, nuevas formas de hipertextualidad y metatextualidad. El blog no sólo fue una herramienta, sino que se convirtió en un género en el que los límites entre ficción y realidad son aún muy tenues. El monólogo como recurso literario adquiere nuevas variantes cuando el personaje sabe que lo que escribe puede ser leído simultáneamente por personas no ficticias y que esa lectura puede tener consecuencias en el mundo del personaje. XXI y las tecnologías de

Finalmente, el siglo la información trajeron el concepto de lo virtual, que no es sino un punto fronterizo entre lo ficticio y lo real. Si en la narrativa moderna y postmoderna se juega de modo constante con el problema ficción-realidad, la literatura actual tiene en lo virtual un nuevo campo de experimentación muy vasto.

Referencias

BORJAMARI (2003). Borjamari, 1 de noviembre [en línea]: < b o r j a m a r i . b l o g s p o t . m x / 2 0 0 3 _ 11 _ 0 1 _ b o r j a m a r i _ a rc h i ve.html>.

CASCIARI, H. (2008). Una charla sobre la muerte de los blogs.

En: Orsai, 17 de noviembre [en línea]: <editorialorsai.com/ blog/post/una_charla_sobre_la_muerte_de_los_blogs>. (2004). El viejo folletín y las nuevas tecnologías. En

Orsai, 27 de febrero [en línea]: <editorialorsai.com/blog/ post/el_viejo_folletin_y_las_nuevas_tecnologias>.

(2003-2004). Más respeto, que soy tu madre [en línea]: <mujergorda.bitacoras.com>. CLEGER, O. (2009). El arte de narrar en la época de las blogoficciones: una aproximación interdisciplinaria a la literatura en los blogs, University of Arizona. COHN, D. (1999). The distinction of fiction. Baltimore / Londres: The John Hopkins University Press. UNAMUNO, M. de (2009). Cómo se hace una novela. Madrid:

Cátedra.

This article is from: