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Escucha, protege, atiende Maltrato y abuso sexual infantil
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Escucha, protege, atiende
MALTRATO Y ABUSO SEXUAL INFANTIL
Martha Castro Rivera*
Esta es la historia de mi experiencia como cuentacuentos en la asociación civil Afectividad y Sexualidad. A continuación narro mi proceso de ingreso como voluntaria, la capacitación recibida y la práctica realizada en diferentes espacios en los que niñas y niños escuchan el relato sobre un personaje llamado Filipón, quien recibe un regalo que lo ayudará a protegerse del maltrato y del abuso sexual infantil. A través del cuento, las y los niños aprenden a identificar sus sentimientos y emociones, así como diversas situaciones de riesgo, lo que conlleva el fortalecimiento de su autoestima y autocuidado.
Introducción
www.facebook.com/GuardianesMx
Pocos cuentos son narrados a niñas y niños por personas adultas con la intención de protegerlos del maltrato y del abuso sexual infantil. “La playera de Filipón” fue escrito por especialistas en la promoción del buen trato, de Afectividad y Sexualidad, A. C., en su programa Guardianes. El trabajo de esta organización se inició en 2001, con el propósito de prevenir el maltrato y el abuso sexual desde los primeros años de vida, así como de influir en el crecimiento, desarrollo y salud de las personas, a través del conocimiento de sus derechos, el respeto a los derechos de los demás, y el deseo de tener la oportunidad de disfrutar una vida adulta sana y libre de violencia.
Ingreso a Guardianes y proceso de capacitación
En junio de 2019 me integré al equipo de cuentacuentos de Guardianes. En un inicio el nombre de Guardianes no lo comprendía porque no sabía con precisión qué tenía que vigilar para ser una guardiana. Había hecho mi solicitud
* Maestra en Sociología por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, UNAM. Profesora de nivel medio superior y superior. Fue jefa de departamento en la Dirección General de Materiales y Métodos Educativos de la Secretaría de Educación Pública, la Dirección de Capacitación del Instituto Nacional de las Mujeres, y la Dirección de Investigación e Innovación del Instituto Nacional para la Evaluación de la
Educación.
como voluntaria sólo con la intención de adquirir nuevas habilidades que me permitieran contar historias y convertirme así en una cuentacuentos.
Después del proceso de selección, donde me solicitaron cartas de recomendación, y efectué pruebas psicológicas y entrevistas, fui aceptada y luego capacitada como cuentacuentos.
La capacitación consistió, en un primer momento, en el conocimiento del enfoque de la asociación Guardianes: sus objetivos, misión, visión y valores, así como su forma de trabajo. También fui instruida en temas de familia por psicólogos, pedagogos y especialistas, los cuales han construido un modelo educativo que permite la intervención en niñas y niños por medio de la atención psicoeducativa, cuyo objetivo es desarrollar habilidades para la vida tendientes a prevenir el maltrato y el abuso sexual infantil desde la persona misma, tomando en cuenta el contexto y las relaciones entre los diferentes actores de la vida colectiva.
Modelo de atención de Guardianes
El modelo educativo de Guardianes también cuenta con procesos de sistematización, una metodología de evaluación, y un protocolo de atención a casos identificados de maltrato y abuso sexual en niñas y niños. Dicho modelo se basa en tres fases, que enseguida detallo: • De información. Se sensibiliza e informa a la población sobre la importancia de indesol.gob.mx prevenir el maltrato y el abuso sexual infantil en el contexto escolar y dentro del hogar. Esta fase se desarrolla a través de la narración del cuento “La playera de Filipón” y la impartición de pláticas en los diferentes espacios donde concurren niñas y niños: planteles de preescolar, primaria y secundaria, principalmente, así como museos, centros comunitarios, jardines públicos, entre otros lugares. • De educación. Se brindan competencias en temas de buen trato y maltrato, sexualidad integral y habilidades para la vida, así como detección de abuso sexual infantil, por medio de talleres dirigidos a docentes, madres y padres de familia, y personal directivo de escuelas, con el fin de sensibilizar sobre la importancia de la prevención del maltrato y del abuso sexual en menores.
En esta etapa del modelo, se hace énfasis en cuatro herramientas para la prevención efectiva: el cuidado del cuerpo, el cuidado de las emociones,
la identificación de las personas adultas protectoras en el entorno de las y los niños, y la capacidad de pedir ayuda. • De atención psicoeducativa. Mediante la atención, niñas y niños aprenden a identificar situaciones de riesgo, así como a actuar asertivamente cuando se han identificado abusos, fortaleciendo cinco habilidades para la vida: el autoconocimiento, el reconocimiento de emociones, el buen trato, el género y la autoestima. La atención psicoeducativa se brinda a niñas y niños dentro de una unidad móvil de la asociación civil.
Fue interesante aprender a explicar a un público infantil, por medio del cuento, los elementos de la sexualidad humana: la reproductividad, el género, la vinculación afectiva y el erotismo, y que la comprensión de estos conceptos los protege del maltrato y del abuso sexual.
También me percaté de la importancia de referirse a las partes del cuerpo por su nombre: nariz, boca, vagina, vulva, pene, testículos, sin diminutivos o eufemismos que distorsionan o encubren el maltrato y el abuso sexual. Mencionar las partes del cuerpo por su nombre permite que niñas y niños conozcan su cuerpo, aprendan a cuidarlo, comprendan que nadie puede tocarlo con la intención de hacerles daño, y que tampoco deben exhibirlo o querer tocar el cuerpo de los otros con la intención de perjudicarlos.
Algunos datos de maltrato y abuso sexual infantil
En esta parte de la capacitación, me alarmaron los cifras sobre maltrato y abuso sexual de menores, tanto en el ámbito nacional como mundial. A continuación reproduzco sólo algunos datos:
De acuerdo con la Organización Panamericana de la Salud, en 2016, en el nivel mundial, 23 por ciento de las y los infantes sufrieron maltrato físico (golpes, palizas o empujones); 36 por ciento, maltrato emocional o psicológico (amenazas, insultos, burlas, confinamiento); 18 por ciento de las niñas y 8 por ciento de los niños, abuso sexual (contacto sexual, exposición a actos sexuales o a material con contenido sexual); y 16 por ciento, negligencia (sus padres o tutores no les proporcionaron atención para su desarrollo sano, a pesar de disponer de los medios para hacerlo) (OPS-OMS, 2017: 2-3).
En cuanto a México, según la Encuesta Nacional sobre la Dinámica de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2016, 26.1 por ciento de las y los adolescentes de 15 a 18 años declararon haber sufrido violencia durante la niñez; 20.4, violencia física; 10.5, violencia emocional; y 5.5 por ciento, violencia sexual. Respecto al abuso sexual ocurrido durante la infancia de las mujeres de 15 años y más encuestadas: 3.4 por ciento declararon que les tocaron sus partes privadas o las obligaron a tocar las partes privadas de otra persona sin su consentimiento; a
1.9 por ciento intentaron forzarlas a tener relaciones sexuales; y 1.8 por ciento de ellas fueron obligadas a tenerlas (Inmujeres, 2020).
Más que los datos, me sorprendió conocer las dificultades que se tienen para conseguir la información sobre este tema, y cómo, una vez que se han detectado los casos de maltrato y de abuso, no se sigue el protocolo de intervención, y en muchos de los casos no reciben la atención debida por parte de las autoridades correspondientes. Por ello pensé en la necesidad de contribuir con lo que estuviese a mi alcance para disminuir el número de casos lo más posible brindando herramientas a la niñez para la protección y prevención de la niñez ante estos actos.
El maltrato y el abuso sexual son temas difíciles de abordar para las niñas y los niños que los han sufrido. Durante la capacitación, conocí algunas técnicas, como el análisis de los dibujos de niñas y niños abusados, que sirven a los profesionales del tema para identificar estos actos de violencia. Un ejemplo de estos dibujos se presenta en un artículo del periódico La Jornada, en donde se establece que, de acuerdo con la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), México ocupa el primer lugar de abuso sexual infantil (Martínez, 2019).
Aunque ya contaba con información estadística sobre la violencia contra las mujeres y las niñas (por mi trabajo en el Instituto Nacional de las Mujeres), durante mi capacitación me percaté de la importancia de la prevención también en los niños, quienes, aun siendo víctimas de abuso sexual en menor medida que las niñas, son una población significativa, a la cual se debe poner mayor atención y brindar la información pertinente con la intención de que también aprenda a cuidarse. Además, esto contribuirá a formar hombres sensibles hacia las mujeres y las niñas, que sean defensores de sus derechos y de los derechos de las demás personas, lo que abona a la construcción de una vida libre de violencia.
La Jornada , 6/1/2019
Dibujo de una víctima infantil en el que se manifiesta el abuso sexual
Muchas fueron mis sorpresas al entender la relevancia de difundir una historia que ayuda a proteger a la niñez del maltrato y del abuso sexual por parte de personas adultas, actos que lastiman a menores de edad y destruyen su autoestima. Llegué entonces a la conclusión de que es mucho más efectivo prevenir estos hechos, que intentar sanar a personas adultas dañadas, con cicatrices de abuso generadas en los primeros años de vida, y que mi labor como narradora contribuiría a que las y los niños pudieran protegerse de este tipo de agresiones.
Sobre “La playera de Filipón”
Así, el cuento “La playera de Filipón”, una historia amigable en forma de caricatura, se convirtió para mí, en el medio perfecto de comunicación con niñas y niños, que les ayuda a protegerse del maltrato (y diferenciarlo del buen trato) y del abuso sexual.
La historia se desarrolla a partir de una playera que Filipón recibe como regalo de parte de su mamá y su papá. La playera tiene la cualidad de permanecer limpia, siempre y cuando Filipón se encuentre feliz, reconocido y con una autoestima sana, y se mancha cuando él recibe malos tratos, golpes o intento de abuso sexual por parte de los adultos cercanos (una vecina, su abuelo y su primo mayor).
Al darse cuenta de que su playera tiene unas manchas que lo avergüenzan, lo hacen sentir triste y enojado, el niño se aísla de las personas que lo quieren y que son adultos protectores, quienes lo ayudan a sentirse mejor y poder así quitar las manchas de su playera a través de tres jabones que contienen poderes para resguardarlo de quienes lo han maltratado. El primer jabón consiste en buscar un lugar seguro para protegerse; el segundo jabón le indica pedir ayuda a las personas adultas que pueden brindarle protección: madres, padres, la maestra, el maestro, la abuela y el abuelo (muchos niños señalan que también puede ser el policía, el doctor, la vecina, el director o directora de la escuela); y el tercer jabón le enseña a decir no. (Este último recursos era conocido por mí desde que era pequeña, gracias a una campaña televisiva nacional, en los años setenta, que sostenía: “Di no y cuéntaselo a quien más confianza le tengas”.)
La narración del cuento se hace de manera interactiva: niñas y niños participan en la historia, dan sus puntos de vista y expresan sus emociones de acuerdo con su edad. Mediante el cuento se les enseña a reconocer sus emociones, es decir, a identificar cuándo se encuentran en situaciones agradables y cuándo viven situaciones desagradables que pueden ponerlos en riesgo. Asimismo, el relato les permite construir su autoestima reconociéndose como personas valiosas, merecedoras de respeto –lo que hace que se sientan más seguras y menos vulnerables–, así como desarrollar el autocuidado.
El arte de contar un cuento
Y por fin llegó el momento de aprender lo que es ser un cuentacuentos. Debo reconocer el grado de dificultad que conlleva enfrentarse a un escenario; aunque ya había dado clases en preparatoria y licenciatura, poco sabía de actuación y de las implicaciones de encarnar al narrador de un cuento. Experimenté diversas emociones al identificar lo importante que es la postura, la ubicación, la respiración, el volumen de la voz, la entonación, la pronunciación, y todos aquellos elementos que hacen que el personaje tome nuestro cuerpo y sirva para transmitir el mensaje que se quiere hacer llegar al público asistente a la representación. Asimismo, se me instruyó sobre las bases teóricas e histriónicas del cuento, las diversas técnicas de lectura en voz alta y el discurso narrativo de “La playera de Filipón”.
Al estar dirigido a niñas y niños, este cuento es considerado parte de la literatura infantil, pero también está pensado, como muchos cuentos, para las personas adultas que le dan lectura o que interpretan para otros a los personajes del relato.
Durante la narración se reproducen emociones, afectos, sentimientos y fantasías, tanto para quienes lo escuchan, como para quien lo narra. Por ello se me instruyó sobre cómo modular el tono de la voz en cada uno de los personajes que se interpretan en la lectura; y aprendí a detectar en qué momento se debe dar la palabra a quienes escuchan, a decidir qué pregunta hacer para detonar las emociones que permiten el diálogo con las y los menores, así como a anticipar las posibles respuestas que, de acuerdo con su edad y experiencias, podrían formular.
También se me enseñó a hablar con el cuerpo, a moverme en el espacio, a producir con las manos, objetos que no se encuentran presentes en el escenario: una caja, tres jabones, un corazón, una playera, varias lágrimas, y otros elementos no tangibles, como el enojo, la tristeza y la alegría.
Para la escenificación del cuento, se me habló sobre la necesidad de perder el miedo a equivocarme o a hacer el ridículo. De este último, siempre se me dijo que, como todo arte, la práctica me daría herramientas para enfrentar el miedo que se tiene siempre al presentarse como cuentacuentos ante el público.
La práctica de cuentacuentos
Han pasado los meses y he participado como cuentacuentos en diversas escuelas de preescolar y primaria, así como en el Museo Memoria y Tolerancia, de Ciudad de México, y en la Fiscalía Central de Investigación para la Atención de Niños, Niñas y Adolescentes de Ciudad de México.
La experiencia ha sido de las más enriquecedoras en mi vida profesional. La primera vez que observé que las y los niños me ponían atención, sentí miedo y ganas de correr, pero pude vencer ese miedo y enfocar mi atención en el mensaje del cuento. Al terminar, hubo quienes me mostraron agradecimiento con una sonrisa o regalándome sus dibujos y hasta un corazón que había sido recuperado de alguna envoltura. También yo experimenté emoción al haber logrado el objetivo de ser cuentacuentos y de transmitir información útil para protegerse, conocerse e identificar las diferencias entre el buen trato y el maltrato.
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Cuentacuentos de la asociación Guardianes
Conclusión y recomendaciones
La experiencia como cuentacuentos ha sido muy grata. Pienso que ha servido para contribuir a la prevención del maltrato y del abuso sexual infantil, así como a la satisfacción personal de tener nuevas habilidades para narrar historias.
El cuento “La playera de Filipón” también es una herramienta que sirve para hablar con niñas y niños sobre temas de sexualidad desde que son muy pequeños. En el relato se explica que la sexualidad es un elemento esencial en la vida de los seres humanos, que es una condición presente desde el nacimiento hasta la edad adulta, y que a través de ella construimos vínculos afectivos con las personas cercanas. El cuento muestra la importancia de cuidar y respetar el cuerpo propio y el de los demás; enseña a reconocer, nombrar y compartir emociones; y fomenta la autoestima.
Puesto que los temas de maltrato y abuso sexual son difíciles de tratar, pero es muy probable que en el desarrollo de nuestro trabajo como docentes tengamos contacto con un caso, es preciso tener presentes algunas recomendaciones sobre cómo actuar:
• Mantener la calma. Cuando una niña o un niño revela que ha estado involucrado en estos actos en su vida, lo hace con mucho miedo, vergüenza, ira o tristeza. Por eso es necesario mostrarle empatía y construir confianza a través de un diálogo amable. • Escuchar sin presionar. Resulta vital poner mucha atención y hacer preguntas que no le incomoden, sino que le hagan sentir que estás escuchándole. • Hacerle saber que le apoyarás. Es importante hacer todo lo posible por alejar a la niña o el niño, de la persona agresora, ello le hará sentir más seguridad y saber que cuenta contigo.
• Hacerle saber que no es responsable de lo sucedido. Muchas veces el agresor hace creer a la víctima que es culpable o responsable de los hechos. En esa dinámica de abuso es necesario hacerle saber a la víctima que ha sido muy valiente en pedir ayuda, y que la culpa o la responsabilidad de lo sucedido no es suya. • Buscar ayuda profesional. Una vez que nos hemos enterado de estos casos, es importante acudir a las instancias médicas y legales correspondientes para la atención de maltrato y abuso sexual.
Si eres maestra o maestro de educación básica en México, puedes consultar el documento “Orientaciones para la detección, prevención y actuación en casos de abuso sexual infantil, acoso escolar y maltrato en las escuelas de educación básica” de la Secretaría de Educación Pública (SEP, 2016), así como el Protocolo de Atención específico de tu entidad federativa1 y la infografía “¿Qué debo hacer si detecto o me avisan que algún niño o niña sufre abuso, acoso y/o maltrato?”.2
Recordemos que Guardianes ofrece talleres, pláticas y cursos a docentes y directivos de planteles escolares para la prevención del maltrato y el abuso sexual infantil.3
En lo personal, me uno a la voz de la asociación: “Todos somos Guardianes. Juntos, prevenimos el maltrato y abuso sexual infantil”, y a su lema: “Escucha, protege y atiende”.
Referencias
GUARDIANES (2019). Guardianes: escucha, protege y atiende [en línea]: <guardianes.org.mx/>. INEGI, Instituto Nacional de Estadística y Geografía (2017). Encuesta Nacional sobre la Dinámi ca de las Relaciones en los Hogares (Endireh) 2016 [en línea]: <www.inegi.org.mx/conteni dos/programas/endireh/2016/doc/endireh2016_presentacion_ejecutiva.pdf>. INMUJERES, Instituto Nacional de las Mujeres (2020). Maltrato infantil [en línea]: <estadistica. inmujeres.gob.mx/formas/tarjetas/Maltrato_infantil.pdf>. MARTÍNEZ, S. (2019). México, primer lugar en abuso sexual infantil, según la OCDE. En: La Jornada, 6 de enero [en línea]: <www.jornada.com.mx/2019/01/06/politica/008n1pol>. OPS-OMS, Organización Panamericana de la Salud - Organización Mundial de la Salud (2017).
Maltrato infantil. El sector de la salud responde [en línea]: <www.paho.org/hq/dmdocuments/ 2017/maltrato-infantil-infografia-2017.pdf>. SEP, Secretaría de Educación Pública (2016). Orientaciones para la detección, prevención y actuación en casos de abuso sexual infantil, acoso escolar y maltrato en las escuelas de educación básica [en línea]: <www.gob.mx/cms/uploads/docs/Orientaciones_211216.pdf>.
1 www.gob.mx/escuelalibredeacoso/es/articulos/protocolos-153143?idiom=es 2 www.gob.mx/cms/uploads/attachment/file/533397/INFOGRAFIA_PNCE_OK.pdf 3 Para mayor información, visitar: <guardianes.org.mx/>.