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Carlos Romero y Tania Martín

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Lara Prescott

Lara Prescott

MAESTROS DE LA MUDANZA Carlos Romero y Tania Martín La danza es lo que verdaderamente los mueve. Después de estar en el Ballet Nacional, Carlos y Tania crean MuDanza, un show que fusiona lo mejor de ambos mundos: tradición y vanguardia. Por Lauren Izquierdo

MuDanza significa Música + Danza pero, además, representa una mudanza de sentimientos, de proyección artística y también profesional

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El arte es tan diverso y variopinto que, con frecuencia, olvidamos ciertas disciplinas, como la danza; la forma más pura y libre de expresión que existe. Existen muchos géneros: clásica, urbana, latina… Así como fusiones, porque los años 20 del siglo XXI nos han enseñado que, si la música se mezcla, el baile también. Carlos Romero y Tania Martín son el mejor ejemplo para definir que todo es posible. Habiendo “tocado el cielo” en el cuerpo de Ballet Nacional, decidieron abandonar sus puestos para hacer algo diferente, único y especial. Así nace MuDanza Show, un espectáculo de danza contemporánea que fusiona lo mejor entre tradición y vanguardia.

Definís vuestro trabajo como una pareja de danza transgresora. ¿Qué queréis decir con eso exactamente?

En ocasiones, nuestro trabajo es transgresor frente a la danza ortodoxa, pero no es una tónica general. Tenemos un amplio abanico de posibilidades entre tradición y vanguardia e intentamos utilizar todas las herramientas que están a nuestro alcance para afianzar nuestro sello, que es crear espacios escénicos involucrando diferentes artes y artistas. Pueden ser diseñadores de moda, músicos, cantantes, actores y, por supuesto, bailarines. De esta manera, el público también se involucra en el desarrollo de cada pieza y en el conjunto del espectáculo. Estuvisteis en el cuerpo de Ballet Nacional, ¿cuándo y cómo decidisteis marcharos?

El Ballet Nacional Español nos ha aportado muchísimo. Es más, artísticamente hablando, hemos “tocado el cielo” siendo muy jóvenes, y puede que eso fuera lo que nos hizo tomar esta decisión. Un día sentimos la necesidad común de pisar el suelo fuerte y en solitario, en pareja en nuestro caso, así que decidimos lanzarnos al vacío y poder tener nuestro propio nombre, proyectos y reconocimiento.

No obstante, fue una decisión muy muy difícil, aunque ahora que ha pasado el tiempo, sabemos que hemos acertado. ¿Por qué?

Simplemente, porque tanto nuestro crecimiento personal como el profesional está siendo increíble ¿Y cómo nace MuDanza Show?

MuDanza surge de la necesidad de crear nuestro propio lenguaje. Es un concepto muy amplio que, como su nombre indica, puede mudar. De hecho, lo hace constantemente. Elegir un nombre nunca es una tarea fácil… ¿El vuestro de dónde viene?

MuDanza significa Música + Danza pero, además, representa una mudanza de sentimientos, de proyección artística y también profesional, pasando de pertenecer a la plantilla de INAEM a intentar abrirnos paso en el complejo mundo empresarial. Por último, ‘’mudanza’’ también significa el conjunto de pasos de baile, “las mudanzas de los bailarines”. ¿Conclusión? Una descripción perfecta. Si tuvierais que explicarle a alguien que nunca ha visto vuestro espectáculo… ¿Qué le diríais?

“He salido en paz con el mundo. Y es lo primero que había visto de danza”. Es un mensaje literal que recibimos hace poco en nuestras redes sociales. ¿Qué creéis que tenéis de especial?

Es una pregunta difícil. Nosotros conectamos desde el primer momento con el público. Es algo innato porque no lo forzamos ni provocamos, simplemente surge. Tal vez porque, a la hora de crear, lo hacemos desde el corazón y eso traspasa la piel cuando estás sobre un escenario. Nuestra prioridad es llegar al corazón de cada persona y que salgan emocionados del teatro, concierto o cualquier evento que realicemos.

Decidimos lanzarnos al vacío y poder tener nuestro propio nombre, proyectos y reconocimiento

Carlos Romero y Tania Martín fusionan tradición y vanguardia en MuDanza.

Entonces… ¿Diríais que tiene alma lo que hacéis?

Por supuesto que la tiene. Por eso el público empatiza, ríe, llora… Como cualquiera de los personajes. No es una obra más, es una historia de gente normal para gente normal. Y eso cala. Me han chivado que, además, sois pareja. ¿Eso es una ventaja o una desventaja a la hora de bailar?

¿Sinceramente? Es una ventaja en todos los sentidos. La complicidad es muy evidente y nos permite percibir cualquier gesto, solventar cualquier imprevisto en los directos y, sobre todo, nos facilita muchísimo para transmitir el mensaje y sentimiento de la obra. Ahora hablemos de la parte que no se ve, y sed sinceros: ¿cuántas horas de ensayo le dedicáis a la semana?

Uf… A ver que repasemos… De entre

namiento son seis horas diarias. Además de un par de horas más de creación coreográfica. El resto del día lo dedicamos al trabajo de oficina, producción de proyectos y eventos a los que asistimos como invitados. Es difícil decir “por hoy, vamos a desconectar”, aunque lo intentamos. Para nosotros es muy importante hacerlo. Así, conseguimos que nuestra mente y cuerpo se reactiven. Por eso, los días o temporadas de función intentamos estar más descansados hasta que llegamos al teatro. Pero vuestra historia no acaba aquí, porque también sois coreógrafos y directores artísticos. A la hora de montar un show… ¿Diríais que ser bailarines "360" os ayuda? Por supuesto, es súper necesario porque, al coreografiar, abrimos el campo de visión que, junto a la fusión de estilos, aporta riqueza al montaje. Las posibilidades son muchísimo más amplias y diversas. ¿Qué os aporta la danza en el día a día?

Muchas cosas pero, sobre todo, educación, compromiso y disciplina. ¿Cuál ha sido vuestra mejor experiencia? Van cambiando, así que preferimos ser ambiguos y decirte que lo mejor es levantarnos por las mañanas y hacer lo que de verdad nos mueve (nunca mejor dicho). ¿Y la peor?

Para un bailarín, lo peor que le puede pasar es lesionarse. Y es lógico, porque tienes que dejar de hacer lo que haces con los mismos gastos, pero sin ningún ingreso. En ese momento, rezas para que la lesión se vaya cuanto antes, porque si no, y tal y como están nuestros convenios en España, te quedas a la deriva laboral sin ayudas ni reconocimientos por parte del Estado. Aunque pasa en

toda Europa, y tenemos muchas injusticias. Por ejemplo, la jubilación de un bailarín de élite gira en torno a los 40 años. No por nada, sino porque no podemos estar a ese nivel de exigencia con otra edad. Sin embargo, no lo consideran así y nos jubilan a los 65 años. En la mayoría de los procesos de creación las ideas surgen de manera natural… ¿En la danza también?

Sí, funciona como en todas las artes. De repente, tenemos una idea, da igual cómo haya venido, puede ser una visión que nos inspira a contar una historia sobre ello, y no tardamos mucho en darle forma al conjunto: ambientación, localización en el espacio y tiempo… A partir de ahí, trabajamos la argumentación y el tipo de música que encaja; y con todo ello vamos dejando que la coreografía fluya

desde dentro, atendiendo por supuesto a una depurada y trabajada técnica. Da gusto oíros hablar con tanta pasión… Por eso me gustaría que me hablárais de vuestros maestros, de las personas que os han enseñado a amar lo que hacéis.

Al pertenecer al Ballet Nacional Español, hemos tenido el privilegio de haber aprendido de los mejores maestros y coreógrafos: Antonio Najarro, Aída Gómez, Antonio Márquez y Antonio Canales. No obstante, también nos sentimos muy privilegiados de haber podido bailar en obras de grandes maestros que ya no están entre nosotros, como es el caso de Antonio el Bailarín, Antonio Gades y Mariemma. ¿Dónde os veremos próximamente?

Ahora mismo solo te podemos decir que estamos en medio de un proyecto nuevo que nos hace mucha ilusión. ¿Ni siquiera un adelanto?

¡No, que se gafa! No, en serio; todavía no podemos decir nada, pero si todo sale bien, os prometemos que tendréis noticias muy pronto. Ahora que estamos terminando, no puedo dejar que os vayáis sin preguntaros qué significa el arte para vosotros…

El arte es algo que no se toca. Es una sensación, lo sientes. Es una forma de vida. Hay arte en cada segundo de todas las vidas, solamente hay que saber vivirlo y apreciarlo. Es imprescindible, ya que una sociedad sana depende de una cultura que nos provoca ser creativos y libres. Por desgracia, parece que en España esté en peligro de extinción.

CANCIONES PARA VOLAR ALTO Malva El grupo de moda que promete que “Todo lo que me juraste no estaba muerto” se enfrenta a sus principales miedos. ¿Cómo? En 30 preguntas que muestran su lado (hasta ahora) desconocido. Por Lauren Izquierdo. Fotografía Mamen BG

Malva es un alma de tres – y también el nuevo grupo del momento. Porque Carlos, Alejandro y Gabri son tres chicos con mucho rollo y muchos proyectos para este 2020. Tras salir del talent show “Factor X”, regresan a los escenarios (y a nuestras playlists) con más fuerza que nunca.

Ahora bien, si les preguntas quién es Malva, ellos te responderán que “Malva es el resultado de tres amigos que llevan haciendo música desde los 14 años. Hacemos canciones como terapia natural”. Su buena vibra es contagiosa y combinan su pasión con sus carreras. Alejandro estudia sonido, Gabri derecho y Carlos periodismo. Sin embargo, han encontrado en la música algo que les emociona. Y hoy se enfrentan a nuestras 30 preguntas. ¿Preparados?

Si fuerais un producto, ¿cuál sería vuestro eslogan? Carlos: “A buen precio”. Gabri: “Perdón por lo que dijo Gabri el día X a la hora X”. Alejandro: “Perdón”. Os doy dos opciones: volver al pasado o volver al futuro. ¿Por cuál os decantáis? Carlos: Ir al futuro. Gabri: Volver al pasado. Alejandro: Volver al pasado. Si dirigierais una peli, ¿cuál sería vuestro género? Carlos: Un drama musical, de los que muere alguien por el camino. Gabri: Ahora es cuando digo: “Disney, déjame dirigir la nueva trilogía de Star Wars”. Alejandro: Fantasía, seguro. Una canción de culto. Carlos: “Relojes en la oscuridad”, de Nacha Pop. Gabri: “November Rain”, de Guns N’ Roses. Alejandro: “El deseo”, de Pedro Guerra. Un postre. Carlos: Paparajote. Gabri: Tarta red velvet. Alejandro: Arroz con leche. Si pudierais cambiar algo en el mundo, sería… Carlos: La hipocresía Gabri:La desigualdad social. Alejandro: Que la gente se meta en su vida. Tenéis la oportunidad de cenar con un artista vivo o muerto, ¿quién es? Carlos: John Lennon. Gabri: John Lennon. Alejandro: Ravel. Imaginad que sois inmortales y que vuestros actos no serán castigados… ¿Qué es lo primero que haríais? Carlos: Entrar a sitios sin que hubiera fronteras. Gabri: Yo me tiraría desde un rascacielos sin cuerda. Alejandro: Me dedicaría a ajusticiar a la gente. Una peli. Carlos: El club de los poetas muertos. Gabri: La venganza de los Sith. Alejandro: Tarzán. ¿Y qué súper poder escogeríais? Carlos: Volar. Gabri: Manipular el tiempo. Alejandro: Poder parar el tiempo y retomarlo.

¿Con qué famoso os confundirían por la calle? Carlos: A Alex y a mí nos han confundido varias veces con los Javis y una vez íbamos los tres y en vez de llamarnos Malva, nos llamaron Leiva. También me han confundido con Jorge Fernández, de Élite. Gabri: Siempre me acaban confundiendo con el cocinero Jordi Cruz. Alejandro: Con Javier Calvo y Alfred García. Si tuvierais que prescindir de un sentido, sería… Carlos: El gusto. Gabri: El gusto. Alejandro: El gusto. ¿En qué comida os reencarnaríais? Carlos: En un pollo de estos que giran. Gabri: En un plato de huevos con patatas fritas. Alejandro: Yo quiero ser un flan. ¿Qué es lo más vergonzoso que os han pillado haciendo? Carlos: Una vez me pillaron cantando en el ascensor. Gabri: Yo me caí por las escaleras delante de niños pequeños. Alejandro: Y yo hace unos meses, en un tren, apoyé en una mesa el zumo de naranja y cuando frenó se me cayó encima. ¿Qué mood os define? Carlos: Negación. Gabri: Ajetreo. Alejandro: Aceptación. ¿Y qué haríais si alguien os besara en medio de la calle? Carlos: Seguirle el rollo. Gabri: Me quedaría muy cortado, me daría muchísima vergüenza.

Alejandro Carlos Gabri

Nosotros cuando hacemos canciones no hacemos un producto, hacemos música; y ponemos todo lo necesario para hacer que esa música sea buena

Alejandro: Devolverle el beso. Eso no pasa todos los días. Confesad: ¿cuál es la canción que odiáis, pero os sabéis de memoria? Carlos: Cualquiera que hayan trillado muchísimo. Gabri: “Despacito”, de Luis Fonsi. Alejandro: La intro de la serie de dibujos “Martín, Martín”. Sois un fantasma en una casa encantada. ¿Cómo atraeríais a la gente? Carlos: Manipularía todos los objetos para llamar la atención. Gabri: Pondría reggaetón a toda leche, como si aquello fuera una megafiesta. Alejandro: Yo me metería en los cuerpos de la gente y haría travesuras. ¿Os preocupa crecer? Carlos: Sí. Muchísimo. Gabri: Sí. Alejandro: No. ¿Qué fue antes, el huevo o la gallina? Carlos: El huevo. Gabri: El dinosaurio. Alejandro: La gallina. ¿Qué tipo de cerveza os define? Carlos: La rubia. Gabri: La rubia. Alejandro: La clara. Y… ¿cómo intentaríais seducirme? Carlos: Con una canción. Gabri: Creo que no sabría hacerlo. Alejandro: Siendo yo mismo, con mil tonterías. Os dicen que os tenéis que cambiar de nombre. ¿Cuál escogeríais? Carlos: Alejandro. Gabri: Simón. Alejandro: Javier. Ahora ya sí que sí… Es el momento de confesar: ¿pulsáis el botón del ascensor más de una vez? Carlos: Siempre. Está demostrado que bajo más rápido. Gabri: Claro. Cuarenta millones de veces. Alejandro: Sí, y además apretando fuertemente. ¿Y sobre qué tema os sentís avergonzados porque no sabéis lo suficiente? Carlos: La verdad es que estaría bien saber más de derecho. Gabri: A mí la geografía siempre me ha parecido interesante, pero después de selectividad… Alejandro: Sobre bricolaje. ¿Cuál ha sido vuestra caída más tonta? Carlos: Me caí de un escenario cuando era pequeño. Gabri: Por culpa de las escaleras. Son mis archienemigas. Alejandro: Marcando el único gol de mi vida. ¿Quebrantaríais la ley por algo o alguien que amáis? Carlos: Sí. Gabri: Sí. Alejandro: Supongo. Un plan.

Carlos: Cerveceo en Malasaña o en las tascas en Murcia. Gabri: Mi primera opción siempre sería irme a la playa. Alejandro: Merendar en casa de Gabri. ¿Qué edad tendríais si no supierais que edad tenéis? Carlos: 18. Gabri: 16. Alejandro: 17. Y ya la última… ¿Es posible conocer la verdad sin desafiarla primero? Carlos: Creo que es cuestión de contrastar. Gabri: Hay que cuestionar la verdad. Siempre. Alejandro: Yo creo que no, pero habría que irse al otro extremo.

UN ALMA INQUIETA Arte, tango y dulce de leche. Buenos Aires es la ciudad donde la tranquilidad de la naturaleza se fusiona con el caos de la ciudad. Por Lauren Izquierdo Fotografía: Gentileza Ente de Turismo de la Ciudad de Buenos Aires Buenos Aires

Rosedal Parque Tres de Febrero.

Dicen que nunca es mal momento para conocer una ciudad. Y Buenos Aires, a pesar de la mala fama que tiene por su situación política actual, tiene ese no sé qué que a todo el mundo le gusta. Es un destino sin trampa ni cartón.

Está considerada una de las ciudades más europeas del mundo, puede que sea porque siempre fue pensada para las clases medias. Eso la hacía mucho más europea que las mansiones parisinas, los chalés italianos o los rascacielos de Nueva York y, por supuesto, mucho más europea que las iglesias góticas, barrocas y rusas.

Es la ciudad perfecta para aquellos a quienes no les apetece pasar los días en una ciudad normal y corriente. Baires –llamada así los porteños–, no quiere ser ni recorrida,

ni reconocida. Quiere que la conozcas, quiere que la descubras, quiere enseñarte sus barrios y sus rincones sin la necesidad de utilizar ningún mapa, móvil o guía. ¿Y cómo encontrar sus tesoros? En esquinas anónimas y en las recomendaciones de los comerciantes.

Los antiguos cronistas decían que para que una sorpresa sea efectiva, primero has de aprender a sorprenderte – y Buenos Aires lo hará. Si te gusta el café, el cine antiguo y la cultura, has de saber que el interior de sus cafeterías es como te lo imaginas: lleno de los ecos de los intelectuales del momento, representando a sus sucesores. Se parece a Madrid, incluso comparte alguno de sus nombres. Eso sí, si escuchas El Retiro no vayas a pensar que es un parque, porque para ellos, es una estación de tren. Es una ciudad caótica que se llena de manifestaciones que reclaman esto, o aquello, o lo de más allá. No pierden la esperanza, por eso muchas de sus calles son de colores vivos. Su gente sabe lo que quiere y lucha por ello hasta el final.

Buenos Aires es un lugar para deambular tranquilamente, por parques como El Botánico o el Tres de Febrero. Es ideal para pasear, detenerse, mirar y cambiar de barrio, sin orden ni concierto. Hay espacio para todo el mundo, desde amantes de los caballos hasta amantes de los astros.

Si te gusta el arte, fíjate en su arquitectura, en el Palacio de Aguas Corrientes, el Palacio de San Martín o la cúpula del Edificio de la Prensa. Son maravillosas. Visita también las galerías, talleres y murales de los artistas más emergentes.

Palacio de las Aguas Corrientes.

Baires no quiere ser recorrida ni reconocida

Cúpula Edificio de la Prensa.

Calle La Florida.

118 | LA MODA EN LAS CALLES Calle La Bocca.

Así como San Telmo, uno de los barrios más antiguos y tradicionales de Buenos Aires, el cual cuenta con ese toque bohemio tan característico de los años 20 de París. Es el barrio favorito de los jóvenes: sus calles están empedradas, las casas son bajas, y hay muchos lugares donde poder tomar algo. ¿Una de las calles más transitadas? La Calle Florida y La Bocca. Además, el corazón de San Telmo está formado por la Plaza Dorrego, que cada domingo se convierte en el escenario de una peculiar e interesante feria de antigüedades. Por lo que, si eres un friki de la decoración, este es tu momento. Para aquellos amantes apasionados, uno de los imprescindibles de la ciudad es bailar tango. Aunque antiguamente muy pocos lo hacían. Los jóvenes creían que era cosa de viejos, no se componían canciones, y la verdad es que ningún tango clásico fue escrito hasta después de 1950. Sin embargo, en los años 90, el tango volvió. Los jóvenes europeos lo descubrieron, tomaron clases y revivieron los viejos salones. Era la única forma en la que una ale

El tango es la forma de abrazarse más controlada que existe, porque te conviertes en el guía de los movimientos

Club Grincel.

Mercadillo San Telmo.

mana o una neoyorquina feminista podía acercarse a un hombre sin faltar a sus ideas y sin faltarse a sí misma.

El tango es la forma de abrazarse más controlada que existe, porque te conviertes en el guía de los movimientos. Desgraciadamente, en plena era del reggaeton, Buenos Aires, a pesar de que alguna vez fue tango, ya no lo es. Aun así, hay lugares como el Club Grincel donde todavía puedes hacerlo. Y para aquellos que van a las ciudades de otros países para empaparse de su tradición gastronómica y de su propuesta culinaria, ha de saber que Buenos Aires es mucho más que parrillas, pero como las de La Cabrera, ninguna. No obstante, prepara tu estómago para las mejores empanadas y pastas. Aun- que no te irás sin probar clásicos como el té mate, el dulce de leche o sus helados caseros. Y si todavía tienes tiempo (y un buen estó- mago) atrévete con sus asados, malbec, alfajores y nuestro favorito, el choripán.

En definitiva, una ciudad en la que querrás perderte, desconectar y dejarte lle- var por todo lo que tiene que mostrar.

La Cabrera.

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