noviembre
MAURO GÓMEZ Acción en la exhibición “Nido”, Taller de Pintura I, Comisión C. (Escuela de Bellas Artes, Facultad de Humanidades y Artes) en la Galería La Toma
SE PUEDE PENSAR LA CURADURÍA EN ROSARIO?
Roberto Echen
I.
en el que había emergido el
En 2006 visité Londres invitado
deseo).
por el British Council.
Aclaro.
Entre todos los lugares a los
El deseo era mío, la consuma-
que nos llevaron de visita para
ción pertenecía a una universi-
conocer e interactuar con sus
dad inglesa.
directores y/o responsables y
Pero.
curadores, hubo uno que me
La posibilidad surgió no sólo
resultó tremendamente estimu-
de esa coincidencia (utilizo
lante.
coincidencia en el sentido
No fue el espacio más intere-
de encuentro o, incluso, de
sante al que fuimos (de hecho
superposición de dos cosas, en
el encuentro ocurrió en las
este caso disímiles: el deseo y
oficinas del British Council en
su realización), sino del hecho
Londres que, más allá de una
de que para Mark Nash y para
amplia vista de la ciudad, no
los actores del campo del arte
ofrecían un atractivo particular
londinense en general, era un
para el mundo del arte y tampo-
hecho completamente novedo-
co algo sorprendente ni visual
so la apertura de una carrera
ni conceptualmente).
universitaria de curaduría
Es más, fue tan sólo una charla.
(aunque no recuerdo si el título
Nos encontramos a conversar
era de grado o de un nivel que
con Mark Nash, en ese mo-
tendría el paralelo en lo que
mento Director del Curating
denominamos terciario).
Contemporary Art program
Lo que ocurre es que en ese
en el Royal College of Art de
momento mi deseo pasaba por
Londres.
la creación de un espacio de
Lo sorprendente fue la coinci-
formación en curaduría en la
dencia, el cruce, entre un deseo
ciudad de Rosario.1
y una posibilidad. O, mejor, la
Volví.
posibilidad surgió de ese cruce entre el deseo y la consumación (aunque la consumación no estuviera ni en el mismo espacio ni en el mismo universo
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1 Debo anotar que en ese momento tampoco existía tal cosa (por lo menos a nivel de formación sistemática y, tal vez, tampoco de otro tipo) en Buenos Aires. Hoy han aparecido espacios de ese tipo y la UNTREFF ya tiene una carrera en curaduría y gestión.
El entusiasmo y la insistencia me duraron un par
quede desplazada por emprendimientos que,
de años.
siendo valorables y plausibles, estarían supedita-
Comencé a plantear el tema y a charlarlo con
dos a las posibilidades que les brinde el entorno,
gente que pertenecía a la planta docente de
no siempre –o pocas veces– involucrado desde
la Escuela de Bellas Artes de la Universidad
lugares idóneos en el campo de pertinencia.”3
Nacional de Rosario Anabel Solari compartió
La siguiente acción, llevada adelante por Solari4,
inmediatamente mi entusiasmo y nos pusimos a
fue la de cumplimentar los requisitos necesa-
trabajar en el anteproyecto, viendo en qué nivel
rios y hacer la presentación para promover una
académico y en qué plano institucional era más
especialización con vistas a que se creara una
viable.
maestría en esta especialidad.
El trabajo de investigación que veníamos realizan-
Lo intentamos.
do2 nos dio la plataforma y los fundamentos para postular la necesidad de tener en cuenta el cam-
II.
po que se había abierto ante la irrupción de la
Por ese tiempo, Rafael Cippolini me empieza a
noción de curaduría en artes. El informe final de
proponer que nos juntemos para la realización
la investigación alertaba sobre el problema de no
de un taller de curaduría en Rosario, porque le
tener en cuenta desde los espacios de formación
parece un espacio más permeable y posibilitante
esta emergencia: “Esto se plantea como deuda
que el porteño (eran tiempos en que estábamos
académica a saldar en el corto plazo, a riesgo
muy estimulados con el devenir del recién creado
de que la facultad –como institución que debe
macro).
situarse en los avatares de la contemporaneidad–
Todo concepto o noción emergente necesita de un tiempo de sedimentación social para que
2 El proyecto de investigación, dirigido por Anabel Solari, se titulaba “Micropolíticas de articulación entre la formación artística universitaria y la inscripción social de las producciones artísticas contemporáneas: la zona emergente” y trabajaba un vínculo tan problemático como insoslayable (y del que sabíamos que había que dar cuenta) entre los dispositivos en juego en el ámbito de la formación artística y las operaciones institucionales sobre las producciones contemporáneas, para lo cual tomamos el caso de la <zona emergente> de la que fui creador y curador en el Museo Castagnino a partir de 2003. Este proyecto fue acreditado y desarrollado (además de su inscripción en el ámbito de la UNR) en el marco del PROINCE, SPU del Ministerio de Educación de la Nación.
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pueda tener lugar.
3 “Micropolíticas de articulación entre la formación artística universitaria y la inscripción social de las producciones artísticas contemporáneas: la zona emergente” informe final. 4 Anabel Solari fue directora de la Escuela de Bellas Artes entre 20032007 y, por eso, debido a su conocimiento de las vías tanto académicas como administrativas a seguir, confiábamos en tener un resultado positivo para nuestra propuesta.
Más aun si no es sólo un concepto sino una
de concreción práctica de las propuestas de los
práctica que requiere colocarse en un espacio
asistentes.
de saber (no hace falta que diga esto, pero lo
Párrafo que articula las instancias antedichas
haré igualmente: es decir, de poder, afirmaría
a través de esa posibilidad de concreción que
Foucault).
menciona el texto: desde el comienzo el pensa-
El problema es que existe un borde borroso entre
miento que atravesó al LDC fue el de vincular la
la sedimentación y la inercia5.
formación (que está en la base de un taller) con la
Al fin (en el interín el furor por el museo había pa-
posibilidad de una resultante conformada durante
sado y yo me había mudado a un nuevo proyecto
el trayecto de experimentación en el taller tenien-
en el Centro de Expresiones Contemporáneas)
do como objetivo el propio espacio del CEC.
en el año 2011 pudimos armar una propuesta
El postulado de un resultado concreto –no como
que terminó teniendo por nombre Laboratorio de
mero ejercicio sino como producto a ser puesto a
Curaduría (o LDC, para acortar) y que pudimos
prueba en el mismo campo que trata de abordar
implementar en 2012 como parte de los espacios
(es decir la producción de una curaduría para
de formación y capacitación que el CEC lleva
una nave del CEC)– deviene factor fundante y
adelante.
elemento de confrontación con el espacio “real”,
El LDC siguió sosteniéndose como espacio de
haciendo que toda la práctica del taller esté
taller y –a la vez– como lugar de experimentación
atravesada por el deseo y la responsabilidad de
de una práctica que –aunque ya remanida– sigue
la inserción de la producción resultante como
provocando cierta incertidumbre y hasta cierta
práctica profesional (y no meramente como
resistencia (por lo menos en algunos ámbitos,
entrenamiento).
incluso de formación artística): la curaduría.
En 2013 llevamos adelante la segunda edición
La idea, el núcleo conceptual del LDC es la no
del taller, que concluirá a principios de 2014 y
escisión entre teoría y práctica, sino –por el
le dará al CEC la oportunidad de incorporar a
contrario– la retroalimentación o, mejor, la prác-
sus Espacios en emergencia algunos proyectos
tica como espacio en el que la teoría no sólo es
curatoriales surgidos como resultado del trabajo
puesta a prueba, sino en el que se construye una
mencionado en el párrafo anterior.6
singularidad que involucra ambas esferas en una misma producción: porque de lo que se trata, en
III.
definitiva, es de generar un espacio de produc-
La hipertextualidad no ocurre en el interior de
ción que se oriente hacia un pensamiento (tanto
una computadora o en el espacio (que con un
teórico como práctico) curatorial.
nombre completamente inapropiado se suele
Desde ese lugar en que la producción es la que
llamar “virtual”) entre computadoras conectadas
va configurando y reconfigurando la modalidad
entre sí, tampoco si esas computadoras son
de la misma práctica de la que emerge (espacio
millones o cientos de millones vinculadas por una
de taller) se hace evidente la imposibilidad de
red como Internet que ha devenido global.
una relación de primacía o prioridad (mucho me-
La hipertextualidad es el mundo en que vivimos.
nos de hegemonía) de uno de los términos de la
Es lo que nos acaece.
fórmula que atraviesa históricamente la constitu-
En 2012 ocurre otra coincidencia (en este senti-
ción de saberes: teoría y práctica.
do, el de una hipertextualidad que nos atraviesa
En la propuesta con la que invitamos a participar
y nos conecta): Gabriela Gabelich7 invita al Taller
del LDC se puede leer:
de Pintura I Comisión C 8 de la Escuela de Bellas
(…)
Artes a curar el espacio de la vitrina en que antes
Desde el reconocimiento de esta situación se intentará trabajar proyectualmente, en un espacio de creación en que la discusión conceptual e institucional del lugar curatorial se vincule constantemente a prácticas concretas o a posibilidades
5 Llamo inercia a un modo de pensar que se opone, justamente, a emergencia, en tanto esta última no puede aparecer sino como anomalía.
6 En 2012 se seleccionaron tres producciones curatoriales del Laboratorio de Curaduría para que formaran parte del ciclo Espacios en emergencia, en el cual nos interesa incluir no solamente producción artística (en sentido específico) emergente sino todas las prácticas vinculadas a esa producción. Los curadores emergentes seleccionados en el Laboratorio para participar de este ciclo fueron Sol Dorigo, Luciana Ponte (lalulula.tv) y Jorge Pascucci. 7 No quiero dejar pasar la oportunidad de destacar el muy buen trabajo de gestión y curaduría que desarrolló Gabelich (acompañada por Román Rivoire y Flor Laorden) durante el tiempo que coordinó Cultura Pasajera en el Pasaje Pam. 8 Los integrantes de la cátedra en ese momento eran: Roberto Echen, Profesor Titula; Georgina Ricci, Auxiliar de Primera; Mariana De Matteis, Adscripta; Nadia Drubich, Yuyo Gardiol, Ariel Torti, Auxiliares alumnos.
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había funcionado el proyecto de Georgina Ieraci,
El relato de una serie de coincidencias devenidas
“Monoambiente”.
proceso productivo y de una serie de limitaciones
A partir de esa invitación y del proceso que he
que se hacen cada vez más evidentes como defi-
tratado de relatar más arriba aparece en el equi-
cit en cuanto a formación en el campo del arte.
po la idea de incluir a los estudiantes en el pro-
El arte padece (y disfruta) el lugar anómalo que
yecto curatorial que se nos ofrecía. Así comenza-
le ha tocado en una epistemología que hereda
mos a trabajar algunas prácticas en vistas a llevar
las jerarquías de una metafísica occidental que
a cabo una producción de los alumnos como
nos sigue atravesando aunque (como sostiene
cierre del período académico y del ciclo 2012 de
Derrida) está en los bordes de su clausura y que
Cultura Pasajera. El resultado fue una convocato-
tiene como bastión una herencia positivista que
ria a todos los estudiantes de la cátedra a formar
pretende que la objetividad es algo más que
grupos para realizar esa curaduría. Todos los gru-
un modo de intentar relacionarse con el (los)
pos presentaron sus propuestas, las que fueron
objeto(s) desde un lugar que trata de no ver que
discutidas por el conjunto hasta arribar a una se-
esa relación es justamente eso: relación.
lección final mediante una votación de todos los
Si esto es cierto para el arte (figura institucio-
que componemos el taller (por supuesto, sin voto
nalizada desde hace alrededor de 500 años), el
calificado). El proyecto seleccionado y expuesto
concepto de curaduría y su figura, el curador,
en la vitrina fue “Pavas”, que hacía énfasis en lo
padecen además la desconfianza, la resistencia y
colectivo (influenciado por las redes sociales)
el temor a perder el espacio de poder que osten-
como modalidad de producción artística.
taba (poco o mucho, supuesto o no) el artista.
9
En 2013, ante el fin de ese ciclo de Cultura
Sin embargo.
Pasajera y no queriendo dejar de trabajar esta
Hoy se hace evidente la inevitabilidad de esa
vía en el Taller de Pintura I10, aparece una nueva
figura y ese concepto, en el campo del arte.
coincidencia: La Toma , cuyo objetivo (aunque
Pero.
no el único) de ser un espacio posibilitante para
Justamente por eso, el nuevo riesgo que aparece
profundizar el vínculo entre formación en la
es otro: ante la inevitabilidad, el intento de llevar
Escuela de Bellas Artes y producción artística,
ese espacio borroso e incierto de la curaduría,
deviene en una nueva posibilidad de dar continui-
una vez más, a alguna de las figuras tranquiliza-
dad a lo que se venía realizando, al ofrecernos su
doras que, con la excusa del rigor académico,
espacio. Esto nos permitió continuar y profundi-
desarticulen todo lo que ese pensamiento puede
zar la propuesta iniciada el año anterior y así fue
tener de anómalo.
que el 20 de noviembre se inauguró “Nido”, la
Para que la figura del curador y el concepto que
nueva selección del taller que proponía pensar
la atraviesa pueda ser incorporada en un ámbito
(desde una gran apertura) a los invitados ese con-
de formación académica es necesaria una aper-
cepto, en toda la amplitud que esa noción puede
tura epistemológica en el mismo ámbito en cues-
desplegar.
tión. Empezar a pensar desde el propio campo en
11
12
el que se está inscripto académicamente es algo IV.
necesario y a la vez a construir.
Hasta aquí.
La práctica curatorial, con lo que conceptualmente puede aportar de anomalía y complejidad
9 El eje del proyecto fue pedir fotografías de pavas que por alguna razón resultaran interesantes para los invitados a participar. La respuesta fue sumamente numerosa, incluidos artistas como Benito Laren que se sumaron sin dudarlo. El grupo curatorial que resultó seleccionado en esa instancia estaba integrado por las alumnas Daniela Calamante, Natalia Doyen, Malena Geary y María Eva Zamora. 10 Ahora integrado por Roberto Echen, Georgina Ricci, Mariana De Matteis, y Rocío Blati y Florencia Pissinis como Auxiliares alumnas. 11 “La Toma Galería de arte + Espacio multidisciplinar” surge de un convenio entre la Facultad de Humanidades y Artes, UNR y la Cooperativa de trabajadores en lucha “La toma”, situado en Tucumán 1349 (subsuelo) y coordinado por Pablo Silvestri y Manuel Cuello, ambos estudiantes de la Escuela de Bellas Artes de la Facultad de Humanidades y Artes de la UNR. 12 El proyecto “Nido” proponía a todos los integrantes del Taller de Pintura I, Comisión C (alumnos y docentes) participar en calidad de artistas pero, además, que cada uno invitara (si lo deseaba) a un artista (lo que trabajaba en cierto sentido desplazado el propio concepto curatorial y lo vinculaba a un pensamiento de red como nido extendido). Las integrantes del grupo seleccionado son Luciana Ardissone y Silvina Frutos.
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a un pensamiento que se sostiene no aceptándose epistemológicamente más que como una especie de afuera en relación a lo que se puede postular como saber, puede devenir en el espacio propicio para una deconstrucción de nociones que –aunque muy arraigadas– se sostienen en el borde de su propia caida y, desde allí, una especie de atractor anómalo que arrastre a los espacios de formación en arte hacia zonas más lejos del equilibrio, zonas donde no todo esté regido por el aumento –supuesta y tranquilizadoramente inevitable– de entropía.