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Sobre la polémica colaboración de Enrique Olvera en Reforma
El domingo 9 de agosto, el chef Enrique Olvera, quien es creador y cabeza de proyectos gastronómicos como Pujol, ENO, Ticuchi y Molino Pujol se convirtió en tendencia en Twitter con los hashtags #Pujol y #EnriqueOlvera por una polémica columna de opinión como pluma invitada para el diario Reforma. En el enredado texto, Olvera pretendía hacer una crítica a ciertas medidas de la Cuarta Transformación, esto mediante la realización de un paralelismo de su experiencia como cocinero a merced de comensales prepotentes. Su experiencia como escritor y comentarista político se presume nula, situación que se aprecia en la utilización de diversos conceptos que bordea con confusión y superficialidad. No sabes quién soy: el cliente al igual que el pueblo no siempre tiene la razón; es responsabilidad de los líderes salvaguardar los intereses de todos. Pronto fue citado por la controvertida cuenta @loswhitexicans, quienes se han encargado de señalar con humor e ironía comportamientos clasistas y racistas de la sociedad mexicana actual.
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Más de la mitad del texto habla sobre su experiencia en dirigir un establecimiento gastronómico que se distingue por servir <<cocina de autor>> (que consiste en el diseño de una estrategia culinaria singular y renovadora; significa la madurez creativa del chef, que encuentra un estilo propio y modifica el gusto de los públicos) y lo complicado que es lidiar con comensales poco respetuosos del trabajo —intelectual y físico— que significa la elaboración de cada plato. Si bien para algunos pudiera parecer pretencioso e incluso una estafa; existen otros que ahorrarían o se endeudarían para obtener una mesa disponible en este tipo de espacios donde se ofrece una experiencia sensorial de degustación, algo similar a visitar un museo o comprar arte. En el mundo tenemos grandes ejemplos de este tipo de espacios, quizá uno de los pioneros en art-cuisine sea el chef catalán Ferran Adrià, quien introdujo el concepto de cocina molecular en el ya desaparecido El Bulli; también está la Osteria Francescana del italiano Massimo Bottura y en México, además de Pujol, tenemos el Maximo Bistrot de Eduardo García, Kuuk de Pedro Evia y el otrora Biko de Mikel Alonso, quien ahora, junto a Gerard Bellever dirige la cocina de comida vasco-francesa KO MA. Hoy podríamos decir que sí, la cocina es un arte, de ello dan cuenta sensibilidades como el Disembodied Cuisine parte del proyecto estético Tissue, Culture & Art
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