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Las piedras y los difuntos
Por: Marvin Adrián Albarrán Araujo
n Trujillo – Venezuela,
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Ees costumbre desde tiempos remotos, colocar una cruz en las orillas de los caminos o vías de comunicación, para señal el lugar donde falleció una persona, en muchos de los casos se realizan pequeñas capillas con imágenes de la(as) persona(as) que ha partido al otro mundo, como una especie de ritual para rendir culto a ese ser querido.
Se preserva la tradición que la persona que se encuentre con uno de estos símbolos, se haga la señal de la cruz y rece un “Padre Nuestro” para el descanso del alma del difunto; además debe lanzar una piedrita en la cruz de las que encuentre en el camino como forma de respeto. La tradición oral, enfatiza que el hecho de lanzar las piedras y rezar donde están estas cruces y construcciones trae suerte, a la persona que realiza este ritual y que el alma del difunto en agradecimiento le acompañara siempre para donde quiera que vaya “para que no le pase nada malo”.
Por último, existe otra tradición relacionada con la cruz en los caminos y las piedras que se arrojan en agradecimiento, la cual nace en los tiempos previo a la construcción de las carreteras para el tránsito de vehículos automotores, siendo la única forma de trasladarse los caminos de arreos de mulas, en ellos se llevaban a hombro los ataúdes de los difuntos y siempre había un sitio donde se colocaba la urna para descansar del largo peregrinar, en ese lugar de descanso se plantaba una cruz de madera grande como señal de consideración, que es un lugar donde transitan las almas rumbo a su última morada.
En la actualidad todavía, las personas que recorren estos caminos en zonas rurales colocan piedras a las cruces en búsqueda de la buena ventura y en señal de respeto a los difuntos.