Le corbusier | De la observación a la creación

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Entrevista Amarilo

LE CORBUSIER

DE LA

OBSERVACION A LA

CREACION


Detrás de unos lentes redondos de gruesa pasta se encuentra un enamorado del Sol, la naturaleza, los espacios transitables y las estructuras funcionales. Se trata de Le Corbusier, uno de los arquitectos más destacados del siglo XX, quien, tras 49 años de su fallecimiento, nos devela algunas de las claves de su obra y sus pensamientos a través de las letras de sus textos y el cemento de sus edificios.

Abrir los ojos, observar, observarlo todo

según él, para aprender bastaba con observar, preguntar, tomar notas, dibujar, cuestionarse y volver a observar.

En las altas montañas de Suiza, en

Su método era sencillo y provechoso.

La Chaux-de-Fonds, autoproclamada

“Usted irá a ver edificios en construcción

como la única ciudad que ha escogido

para ver cómo se hormigonan los techos

vivir en el campo, nació Charles Édouard

y pisos y cómo se ponen las ventanas.

Jeanneret-Gris en un otoñal día de octu-

Haga dibujos y si ve algo idiota, tome

bre de 1887. Este entorno, sumado a su

nota de ello, y cuando vuelva, pregunte.

destino, que le regaló una madre música

No se imagine que aprenderá construc-

y un padre ferviente admirador de la

ciones por medio de las matemáticas. Es

naturaleza, influyeron para que desde

un engaño empleado por las academias

muy joven reconociera su inclinación

para dominarle”, decía en su discurso Si

por las artes y la estética.

tuviese que enseñarles arquitectura.

Le Corbusier, pseudónimo por el que

Para él, el conocimiento se encontra-

más adelante sería reconocido, desde

ba en la vida, en las casas, en las calles,

sus primeros años de juventud estudió

en los parques, en las letras de las revis-

la naturaleza, y desde allí, observó los

tas, en los instrumentos de las fábricas,

fenómenos de la ciudad. Inquieto en

porque todo es arquitectura, como ad-

esencia, no se sintió conforme con toda

virtió en Le Modulor. Por eso, la clave de

la información que logró obtener de esta

su aprendizaje y su enseñanza radicó en

contemplación, y decidió ir a aprender la

observarlo todo, en estar muy atento, en

arquitectura y el mundo por sí mismo,

cuestionar y cuestionarse, en buscar sali-

de primera mano, viendo de cerca todo

das diferentes en distintos escenarios, en

lo que lo asombraba.

no actuar como “aquel que no juzga por

Así, desde los 19 años empezó a

sí mismo, que admite el efecto sin con-

viajar para abrir los ojos y observarlo

trolar la causa, que cree en unas verda-

todo, para tener un criterio propio, para

des absolutas, que no hace intervenir su

entender realmente cómo funcionaba el

‘yo’ a cada pregunta”, según expresó en

mundo. En esta búsqueda viajó por Italia,

Liberarse de todo espíritu académico.

Alemania y Francia, lugares en los que

De este modo, la mente y el alma se

aprendió al observar construcciones ya

llenan de ideas, de edificios imaginados,

logradas, y ver los procesos de otras que

de soluciones pensadas. El siguiente paso

apenas se estaban gestando.

es dibujar con colores. Organizar, pues,

Se formó así, por fuera de las aulas,

“la arquitectura es organización”, como

a la vista del concreto y del cielo. “Jamás

decía Le Corbusier. Organizar las mejores

he recibido una enseñanza propiamente

opciones para dotar a las personas de la

dicha. Soy autodidacta, en todo, hasta

alegría, la comodidad y la funcionalidad

en el deporte”, afirmaba en su Mensaje

en todos sus días, en todos sus espacios,

a los estudiantes de arquitectura. Pues,

en todas sus actividades.


La Villa Saboya, construida en 1929 a las afueras de París, es una muestra clara de los cinco puntos de la nueva arquitectura expuestos por Le Corbusier: construcción que descansa sobre pilotes, cubierta-jardín, espacio interior libre, fachadas libres y grandes ventanales.

La circulación, el Sol y la naturaleza: los cimientos de la máquina de habitar

Sus condiciones debían garantizar

para hacer pasar los autos, las personas,

la entrada del Sol, el señor de la vida,

los juegos infantiles, el aire y el follaje,

aquel que preside todo proceso de cre-

como explicaba en Liberarse de todo es-

Grandes conglomerados de personas

cimiento y sin el cual la vida se marchi-

píritu académico.

viviendo en condiciones de insalubridad,

ta, según explicaba también en la Carta

Arriba, en los pisos habitacionales, la

hogares destruidos por las guerras e

de Atenas. Debían, además, asegurar el

vista podía recorrer el gran espacio al no

intereses que beneficiaban a unos pocos

tránsito adecuado del aire para evitar

existir paredes que truncaran la circula-

son algunas de las condiciones que para

enfermedades y hacer que la vida cre-

ción, el aire o la luz. Allí donde se requi-

Le Corbusier hacían que el hombre

ciera y se reprodujera. Según expresaba,

rieran divisiones, se hacían con tabiques

olvidara su derecho fundamental a una

“el Sol, la vegetación y el espacio son

de diversos materiales y alturas, según

vida decente.

las tres materias primas del urbanismo”,

las necesidades de quienes iban a habitar

Pero dado que desde que nacemos

pero, ¿cómo hacer que estos tres ele-

en aquella máquina perfecta. Y allí donde

hasta que morimos, de la mañana a la

mentos se integraran armónica y funcio-

en otras construcciones se ponían pin-

noche, desde el primer minuto de una

nalmente en una construcción?

turas para adornar, existían grandísimos

hora hasta el último, pasamos nuestras

Gracias a la experiencia que lo enri-

vidas en algún espacio diseñado por la

queció en sus primeros años de labores

ventanales que dejaban divisar la mejor

arquitectura, es necesario que esta ge-

al trabajar en París con Auguste Perret,

Entre el último piso y el cielo, en el

nere las condiciones para estructurar

considerado el padre de la construcción

lugar que antes era visitado solo por

una civilización y brindar a las personas

en hormigón armado, Le Corbusier vio

gatos nocturnos y algunos pájaros, se

una vida más que decente.

en este material la oportunidad de crear

reponía a la naturaleza el pedacito de

“El primer deber del urbanismo es

espacios realmente espaciosos, que no

terreno que se le había robado en el

el de adecuarse a las necesidades fun-

estuvieran atados a las disposiciones de

primer piso de la estructura. El jardín

damentales de los hombres”, expresa-

los muros estructurales, y que hicieran

de techo se convertía entonces en un

ba en su Carta de Atenas. Así, libres de

de su arquitectura un verdadero lugar

espacio antes desaprovechado, que

intereses económicos, de caprichos es-

de circulación.

además de convertirse en un pulmón

obra de arte: el paisaje.

téticos y de todo ornamento inoficioso,

Así, pilotes redondos o cuadrados de

verde y un lugar perfecto para el ocio,

las construcciones debían estar hechas,

20 a 25 cm de diámetro servían como

servía como “aislante del frío y aislante

según sus pensamientos, para habitar,

soporte para las losas del primer piso

del calor. Es decir, un producto isotér-

para trabajar, para divertirse o para es-

construido de la casa que se hallaba ele-

mico gratuito, que no requiere ningún

tudiar, según fueran los usos a los que

vado sobre el terreno. Se tenía entonces

mantenimiento”, como afirmaba en Una

estuvieran destinadas.

el suelo libre debajo de la estructura

pequeña casa.


“Arquitectura es todo: su silla y su mesa, sus muros y sus habitaciones, su

que sirviera para la creación de todos estos productos?

escalera o su ascensor, su calle, su ciu-

2,20: la medida de un hombre pro-

dad”, decía LeCorbusier en Mensaje a

medio con el brazo levantado. Este nú-

los estudiantes de arquitectura. Y como

mero, que tanto le llamó la atención por

la arquitectura lo es todo, este maestro

ser la medida estándar de los techos

trabajó en diferentes campos del dise-

de muchas de las construcciones que

ño y la construcción para poder proveer

conoció en sus viajes, se convirtió en

a las personas de aquella dignidad que

el Modulor, un sistema de medida que

tanto proclamaba.

sirvió para proyectos de todas las na-

En esta búsqueda, observó que mi-

turalezas, como la unidad de habitación

les de productos se fabricaban y ven-

de Marsella, tipografías, mobiliario para

dían en todos los rincones del planeta.

el hogar, una fábrica en Saint-Dié, el ur-

El mobiliario, las casas prefabricadas,

banismo del Plan de París de 1937, entre

los adornos y complementos viajaban

otros. Se convirtió en unidad de medida

de un extremo del mundo al otro, en-

capaz de crear diseños a la medida de

tonces, ¿por qué no crear una medida

los hombres, de sus necesidades y de

universal basada en el cuerpo humano

sus proporciones.

Gracias a las medidas basadas en el cuerpo humano del Modulor, Le Corbusier creó una gran cantidad de muebles, como la silla LC4, presentada en 1929 y hoy ampliamente difundida en todo el mundo.

Es un sistema de medidas basado en un hombre con el brazo levantado, con una medida de 2,20m, inscrito en dos cuadros superpuestos de 1,10m, con un tercer cuadro montado sobre estos.

EL MODULOR

La medida universal


La casa del hombre, última estructura diseñada por Le Corbusier y terminada en 1967, hoy sirve como museo para albergar y difundir su obra. Ubicada a orillas del lago Zúrich, en Suiza, esta estructura deja de lado el constante hormigón usado por el arquitecto, para fortalecerse sobre el metal y el vidrio.

La sede de la Organización de las Naciones Unidas, en Manhattan, fue conjuntamente diseñada por un grupo de especialistas de diversas nacionalidades, siguiendo la propuesta hecha por Le Corbusier. Este edificio, que se caracteriza por sus vidrios que atrapan la luz y el calor del Sol, fue inaugurado en 1952 y tiene 39 pisos y 155 metros de altura.

La capilla de Notre Dame du Haut, en Ronchamp, Francia, fue construida en 1955 principalmente con hormigón, material insignia de la obra de Le Corbusier.

La Unidad Habitacional de Marsella, construida entre 1946 y 1952, es una de las obras en las que Le Corbusier usó su Modulor como sistema de medida. Esta unidad, con capacidad para 1 600 personas, también usa su techo como espacio de ocio, al brindar allí una pista de atletismo, un gimnasio, entre otros.


Con el ánimo de llevarla a ser una

completamente a gusto; pudo también

ciudad moderna, a pesar de carecer de

plasmar sus ideas y sus sueños en her-

Ya co n l a m á q u i n a d e h a b i ta r

industria y de tener una localización que

mosos trazos que lo inmortalizaron con

funcionando perfectamente hasta en el

dificultaba el comercio, fue contratado

colores; fue capaz de transmitir sus co-

más mínimo detalle, era necesario que

para desarrollar un plan director que se

nocimientos y pensamientos a través de

todo un barrio, que toda una ciudad

debía llevar a cabo en dos etapas. En

las palabras que nos sirvieron para es-

funcionara de la misma manera para

la primera, dirigida por él, se trazarían

cribir este perfil; conoció, además, cómo

llegar a construir grandes civilizaciones

todas las obras y cambios que debía

organizar una ciudad para que todo

prósperas y con un objetivo claro hacia

tener la ciudad. En la segunda, encabe-

aquello que la conformaba funcionara

el futuro.

zada por José Luis Sert y Paul Wiener,

de manera correcta, como los relojes fa-

se materializarían aquellas propuestas

bricados en su natal Suiza.

El escenario de la vida

Para que esto sucediera, la ciudad debía proveer a sus habitantes de

generadas en la primera etapa.

Tras soñar, diseñar, trabajar y obser-

proyectos habitacionales con condiciones

Algunos de los cambios con los que

var incansablemente, un 27 de agosto

técnicas y de diseño capaces de brindarles

Le Corbusier soñó para esta ciudad fue-

de 1965, junto a la naturaleza, en el

salubridad y comodidad; debía disponer

ron recuperar el centro en las zonas en

mar Mediterráneo que roza la población

los lugares de trabajo para que los

las que los inquilinatos y las viviendas

francesa de Roquebrune-Cap-Martin, Le-

empleados pudieran realizar sus tareas

desorganizadas poco a poco se hacían

Corbusier dejó el mundo y se unió con

digna y provechosamente; debía dotarlos

protagonistas del paisaje. Pensar en

el Sol y el aire que tanto lo encantaron,

de lugares para que disfrutaran su tiempo

grande y cambiar la escala de diversos

dejando tras de sí el trabajo prolífico de

libre; y, finalmente, debía estructurar vías

lugares centrales de la ciudadanía, como

un autodidacta que hoy es considerado

y modos de conectar eficazmente todos

la Plaza de Bolívar, a la que planeaba

como uno de los arquitectos más influ-

estos espacios en los que se escenifica la

hacer hasta 4 veces más grande. Crear

yentes del siglo XX.

vida de las personas.

una infraestructura de calles y aveni-

En vista de que Le Corbusier sabía

das conectadas entre sí, de diferentes

esto y tenía muchas otras experiencias

dimensiones según el volumen de trán-

y pensamientos por compartir, fue

sito que iban a albergar. Aprovechar el

invitado por muchos países a dictar

paisaje para embellecer la ciudad, al

conferencias y a asesorarlos en el

integrar ríos y crear parques lineales

desarrollo de las ciudades que poco a

como El Virrey. Entre otros.

poco se modernizaban y se reconstruían

Y aunque todas estas propuestas no

después de eventos desafortunados.

tenían otro fin que llevar a Bogotá a ser

Uno de estos países fue Colombia, lugar

un mejor lugar para vivir, un cambio po-

al que el arquitecto llegó en 1949,

lítico dificultó la materialización de este

contratado por el Gobierno nacional en

sueño. Gustavo Rojas Pinilla, al asumir

cabeza del presidente Mariano Ospina

la presidencia de Colombia, rechazó este

Pérez, para desarrollar el Plan Director

plan, y lo dejó confinado al papel y a la

que marcaría el desarrollo de la Bogotá

iniciativa de quienes, aún hoy, ven en

del futuro.

las ideas de Le Corbusier grandes obras por fortuna ya culminadas o posibles

El Plan Director de Bogotá

soluciones por implementar.

Una ciudad de unos 600 000 mil habitantes que poco a poco se expandían

Le Corbusier, como buen autodidac-

y crecían tratando de superar el recién

ta, no solo cultivó el arte de proyectar y

ocurrido Bogotazo al enfocar sus pen-

construir edificios, supo también cómo

samientos y energías en el futuro, fue

diseñar muebles para dotar a la máqui-

la capital colombiana que Le Corbusier

na de habitar de los elementos necesa-

encontró al llegar a Bogotá.

rios para que sus dueños se sintieran

El urbanismo es una cuestión de equipamiento, de utillaje. Quien dice utillaje, dice buen funcionamiento, rendimiento y eficiencia. El urbanismo no es cuestión de estética más que sincrónicamente a una cuestión de orgranización biológica, de organización social, de organización financiera.


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