¿Cómo estudiaba Marx?

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Editorial Aurora

Caracas, 2023

Edición y diseño

Francisco Guacarán V.

Revisión

Cristina Vargas B.

Diagramación

Alejandro Díaz M.

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Calificar el trabajo de Carlos Marx como extraordinario no debe ser un acto irreflexivo de repetición mecánica, sino el producto de conocer su vida, su obra y el desarrollo de su método de estudio; y sólo así uno podrá darse cuenta de que ese calificativo aún se queda a mitad de camino. Como el lector constatará en el presente trabajo, Marx poseía inagotable sed de conocimiento, férrea voluntad, persistente dedicación, descollante ingenio y alma apasionada, características que dieron sus frutos a través de un consecuente método de investigación científica que fue puliendo desde su juventud y que llegó a consolidarse en el método de análisis dialéctico-materialista.

Con ausencia de dogmatismo, cuidado de orfebre, minuciosidad y sistematicidad fue como Marx logró extraer lo mejor del acumulado histórico del conocimiento humano, pero no en busca del conocimiento como un fin último, sino para entender la esencia de los fenómenos en la naturaleza, la sociedad y el pensamiento, y poder aportar estos descubrimientos como herramientas de análisis y transformación revolucionaria de la realidad.

La fortaleza del pensamiento y de los aportes de Marx se sustenta, además, en su permanente esfuerzo por revisar y confirmar, una y otra vez, sus conclusiones, contrastándolas con la expe-

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riencia de las luchas en las que él mismo estaba envuelto, así como con los datos e informaciones del movimiento obrero internacional y de la ciencia de su época.

Entender que una piedra angular de la genialidad de Marx fueron el esfuerzo cotidiano y la disciplina consciente, es fundamental para todo aquel que se entregue a la lucha revolucionaria por la emancipación proletaria y la liberación de la humanidad entera del yugo capitalista.

El texto que ofrecemos a los lectores es del referencial libro Cómo estudiaban Marx, Engels y sus discípulos, traducción al español publicada en 1945 por la Editorial Calomino (La Plata, Argentina).

Finalmente, llamamos la atención sobre algunos detalles formales que se verán a lo largo del texto. En primer lugar, las cursivas y los paréntesis pertenecen al original, mientras que los corchetes denotan adiciones y supresiones hechas por esta Editorial. En segundo lugar, se conservaron las notas del autor al pie de página –indicando con un asterisco (*) a las que se les actualizaron la fuente y/o la cita respectiva–, y las incorporadas especialmente para esta publicación se marcaron como notas de la Editorial (N. de la Edit.). En tercer lugar, agregamos intertítulos para facilitar la lectura y estudio del material.

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Lenin1 , interviniendo en el 3er Congreso de la Unión de Juventudes Comunistas [Komsomol] de Rusia2, el 2 de octubre de 1920, decía, refiriéndose a Marx3:

Y si preguntan por qué ha podido la doctrina de Marx conquistar millones y decenas de millones de corazones en la clase más revolucionaria, se les dará una sola respuesta: porque Marx se apoyaba en la base firme de los conocimientos humanos adquiridos bajo el capitalismo. Al estudiar las leyes que rigen la evolución de la sociedad humana, Marx comprendió la ineluctabilidad4 del desarrollo del capitalismo que conduce al comunismo y, cosa principal, lo demostró sólo tomando como base el estudio más exacto, más detallado y más profundo de esta sociedad capitalista, asimilando plenamente todo lo que la ciencia había dado hasta entonces. Marx analizó de un modo crítico, sin desdeñar un solo punto, todo lo que había creado la sociedad humana. Analizó todo lo que había creado el

1 Vladimir Ilich Uliánov «Lenin» (Simbirsk, Imperio ruso, 22 de abril de 1870Gorki, Unión Soviética, 21 de enero de 1924) (N. de la Edit.)

2 Fundada el 29 de octubre de 1918, en el Primer Congreso de las uniones de juventudes obreras y campesinas de toda Rusia. En 1924, el 6º Congreso acordó incorporar «Leninista» al nombre, tras la muerte del líder de la revolución; y, en 1926, el 7º Congreso aprobó el nombre que tendría hasta su disolución en septiembre de 1991: Komsomol Leninista de la URSS. El 3er Congreso se celebró en Moscú, del 2 al 10 de octubre de 1920, con discurso inaugural de Lenin (N. de la Edit.)

3 Carlos Marx (Tréveris, Prusia, 5 de mayo de 1818 - Londres, Reino Unido, 14 de marzo de 1883) (N. de la Edit.)

4 «f. Cualidad de ineluctable.», ineluctable: «adj. Dicho de una cosa: Contra la cual no puede lucharse.», Real Academia Española, Diccionario de la lengua española, 23ª edición, 2014 (N. de la Edit.)

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pensamiento humano, lo sometió a crítica, lo comprobó en el movimiento obrero y sacó de ello las conclusiones que los hombres encerrados en el marco burgués o atenazados por los prejuicios burgueses no podían sacar.5

Marx estudió durante toda su vida. Después de terminar en la Universidad y recibir el título de doctor6, continúa sus estudios, realizando simultáneamente un intenso trabajo de redacción, de propaganda y agitación revolucionarias.

He aquí cómo el mismo Marx describe en el prólogo a su obra Contribución a la crítica de la Economía Política7, este periodo de sus estudios científicos, cuando contaba con 24 años de edad:

En 1842-43, siendo redactor de la Rheinische Zeitung [«Gaceta Renana»]8, me vi por primera vez en el trance difícil de tener que opinar acerca de los llamados intereses materiales. Los debates de la Dieta renana9 sobre la tala furtiva y la parcelación de la propiedad del suelo, la polémica oficial mantenida entre el señor von Schaper, a la sazón gobernador de la provincia renana, y la Rheinische Zeitung acerca de la situación de los campesinos del Mosela, y, finalmente, los debates sobre el libre cambio y el proteccionismo, fue lo que me movió a ocuparme por vez primera de cuestiones económicas. Por otra parte, en aquellos tiempos en que el

5 *V.I. Lenin, Obras completas, t. 41, Editorial Progreso, Moscú, 1986, pp. 309-310.

6 Luego de culminar el bachillerato en su ciudad natal, Tréveris, Marx se matriculó en la Universidad de Bonn y luego en la de Berlín, estudiando Derecho, con especial inclinación a la historia y la filosofía. En 1841 egresó de la Universidad de Jena, con una tesis sobre la filosofía de Epicuro (N. de la Edit.)

7 Producto de las investigaciones económicas realizadas por Marx durante más de una década, el primer fascículo de esta obra se publicó en junio de 1859, que contiene la primera exposición detallada de la teoría marxista del valor (N. de la Edit.)

8 Diario publicado en Colonia del 1 de enero de 1842 al 31 de marzo de 1843. Marx fue su jefe de redacción desde el 15 de octubre de 1842 hasta el 18 de marzo de 1843 (N. de la Edit.)

9 Se refiere al parlamento estatal de la Provincia de Renania (llamada así por el río Rin que la atravesaba), en el extremo occidental del reino de Prusia (N. de la Edit.)

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buen deseo de «marchar adelante» superaba con mucho el conocimiento de la materia, la Rheinische Zeitung dejaba traslucir un eco del socialismo y del comunismo francés, teñido de un tenue matiz filosófico. Yo me declaré en contra de aquellas chapucerías10, pero confesando al mismo tiempo redondamente, en una controversia con la Allgemeine Zeitung [«Gaceta General»] de Augsburgo11, que mis estudios hasta entonces no me permitían aventurar ningún juicio acerca del contenido propiamente dicho de las tendencias francesas.12

Este relato de Marx habla de cómo sabía darse cuenta a tiempo y con acierto de la insuficiencia de sus conocimientos sin avergonzarse en reconocerlo. Marx no se arriesgaba con un juicio propio cualquiera sobre una cuestión determinada si no se consideraba lo suficientemente preparado; pero inmediatamente se dedicaba a estudiarla en todos sus detalles.

Marx no regateó esfuerzos para perfeccionar sus conocimientos, superando las deficiencias notadas en los años 1842-1843.

En otoño de 1843, escribe Engels13, «Marx se entrega febrilmente al estudio de la Economía política, de los socialistas franceses y de la historia de Francia. Resultado de ello fue su paso al socialismo»14 .

10 «De chapucero. 1. f. Tosquedad, imperfección en cualquier artefacto. 2. f. chapuza (‖ trabajo mal hecho). 3. f. embuste (‖ mentira)», Real Academia Española, idem (N. de la Edit.)

11 Diario alemán reaccionario fundado en 1798. En 1842 publicó un artículo donde se falsificaban las ideas del comunismo y Marx lo desenmascaró en su artículo «El comunismo y el Allgemeine Zeitung de Augsburgo», publicado en la Gaceta Renana en octubre de 1842 (N. de la Edit.)

12 *C. Marx y F. Engels, Obras escogidas en tres tomos, t. 1, Editorial Progreso, Moscú, 1973, p. 517.

13 Federico Engels (Barmen, Prusia, 28 de noviembre de 1820 - Londres, Reino Unido, 5 de agosto de 1895) (N. de la Edit.)

14 Marx y Engels, Ob. comp., t. 16, parte 2, pág. 256.

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Sus estudios de Economía política, que Marx no interrumpe hasta el momento de su muerte, tuvieron una importancia inmensa para la elaboración de su doctrina sobre el partido del proletariado. La herencia manuscrita dejada por él, sus cuadernos, sus resúmenes, apuntes y notas personales, hechos como resultado del análisis crítico de las cuestiones estudiadas, nos da la posibilidad de extraer preciosas lecciones de este laboratorio de actividad creadora del genial fundador del marxismo revolucionario.

Para comprender tan profundamente como Marx la vida social, era necesaria no solamente una fuerza gigantesca de inteligencia, sino también un conocimiento extraordinario de todas las ramas de la ciencia y de la vida. Y Marx poseía estos conocimientos en grado superlativo.

«El cerebro de Marx –escribe P. Lafargue15 – estaba pertrechado con una multitud increíble de hechos históricos y tomados de las ciencias naturales, así como de las teorías filosóficas, y sabía servirse admirablemente de todos estos conocimientos y observaciones, acumulados a fuerza de un largo trabajo espiritual»16 .

Engels expresó más de una vez su admiración ante la grandiosa capacidad de Marx para orientarse fácilmente en los acontecimientos de la historia corriente. En el prólogo a la obra genial de

15 Paul Lafargue (1842-1911). Médico y revolucionario socialista francés. Dirigente de la Asociación Internacional de los Trabajadores, la Primera Internacional, donde conoció a Carlos Marx y a su hija Laura, con quien se casó en 1868. Participó en la revolución de la Comuna de París (1871). Fue uno de los fundadores del Partido Obrero Francés (1879). Algunas de sus obras son El derecho a la pereza (1880), Idealismo y materialismo en la concepción de la historia (1895), El socialismo y la conquista de los poderes públicos (1899) (N. de la Edit.)

16 P. Lafargue, Recuerdos sobre Marx, pág. 10, Moscú, 1938.

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de Luis Bonaparte

, Engels dice que Marx describió con tal maestría el curso de la historia de Francia, en su conexión interna con las jornadas de febrero de 184818, tan brillantemente descubrió en «el milagro del 2 de diciembre» (golpe de Estado de Bonaparte en 1851) el resultado natural y necesario de esa conexión que «cada nueva revelación hecha pública desde entonces no ha hecho más que suministrar nuevas pruebas de lo fielmente que estaba reflejada allí la realidad. Esta manera eminente de comprender la historia viva del momento, esta penetración profunda en los acontecimientos, al mismo tiempo que se producen, es, en realidad, algo que no tiene igual.»19

En la introducción a otro trabajo de Marx –La guerra civil en Francia20 – Engels de nuevo subraya esta portentosa fuerza del análisis histórico de Marx. Engels habla en esta introducción de «las dotes extraordinarias del autor –manifestadas por primera vez en El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte– para ver claramente el carácter, el alcance y las consecuencias inevitables de los gran-

17 Obra escrita por Marx de diciembre de 1851 a marzo de 1852, en la que narra y analiza a través de su método del materialismo histórico los eventos ocurridos desde la proclamación de la Segunda República Francesa (1848) hasta el autogolpe de Estado dado por Luis Napoleón Bonaparte (sobrino del emperador Napoleón I) el 2 de diciembre de 1851, luego del cual se convirtió en Napoleón III, emperador del Segundo Imperio Francés (N. de la Edit.)

18 Se trata de la revolución francesa de febrero de 1848, cuando sectores pequeñoburgueses, estudiantes y obreros lideraron insurrecciones populares que produjeron la abdicación del monarca Luis Felipe I y la proclamación de la Segunda República Francesa (N. de la Edit.)

19 *«Prólogo de F. Engels a la tercera edición alemana de 1885», en C. Marx y F. Engels, Obras escogidas en tres tomos, t. 1, Editorial Progreso, Moscú, 1973, p. 406.

20 Escrito publicado en junio de 1871 a modo de Manifiesto del Consejo General de la Asociación Internacional de los Trabajadores, sobre la experiencia y enseñanzas de la Comuna de París. La importancia de su contenido radica en que desarrolla las principales tesis de la doctrina marxista en materia política: lucha de clases, carácter del Estado y la revolución proletaria (N. de la Edit.)

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Marx El dieciocho Brumario
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des acontecimientos históricos, cuando éstos se desarrollan todavía ante nuestros ojos o acaban apenas de producirse.»21

En el prólogo a El dieciocho Brumario de Luis Bonaparte que hemos citado, Engels explica la fuerza de orientación de Marx en los acontecimientos de Francia también por su conocimiento tan profundo de la historia de Francia. «Marx –escribe Engels– no sólo estudiaba con especial predilección la historia pasada de Francia, sino que seguía también en todos sus detalles la historia contemporánea, reuniendo los materiales para emplearlos ulteriormente, razón por la cual jamás se veía sorprendido por los acontecimientos.»22

Con esa misma profundidad estudió Marx la historia de Inglaterra, Alemania y de los demás países del mundo y seguía el curso de los acontecimientos en los mismos, paralelamente con el estudio incansable de la Economía política, de la filosofía y de las ciencias naturales.

Marx supo extraer de un modo activo de la antigua ciencia todo lo que ésta podía proporcionar en las más diversas ramas del saber humano. Todos los medios de producción que precisaba para conseguir este objetivo, los forjó él mismo con sus propias manos.

Presenta especial interés estudiar cómo Marx

21 *«Introducción de F. Engels a la tercera edición alemana de 1891», en C. Marx y F. Engels, Obras escogidas en tres tomos, t. 2, Editorial Progreso, Moscú, 1973, p. 188.

22 *«Prólogo de F. Engels a la tercera edición alemana de 1885», en C. Marx y F. Engels, Obras escogidas en tres tomos, t. 1, Editorial Progreso, Moscú, 1973, p. 407.

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comenzó a elaborar desde sus años jóvenes su genial método de trabajo científico.

Infatigablemente y con pasión revolucionaria, Marx, desde el banco universitario, trabajó por asimilar todo «lo aportado hasta entonces por la ciencia».

En una carta dirigida a su padre el 10 de noviembre de 1837, Marx, que contaba entonces con 19 años, estudiante de la facultad de Derecho de la Universidad de Berlín, da un resumen de sus actividades y pensamientos en el año transcurrido, pasado fuera de la casa paterna.

Marx atravesaba entonces por un período transitorio, absorbido enteramente por la Universidad, por el estudio de las ciencias, y, «sobre todo, por el deseo de medir sus fuerzas con la filosofía».

«Los estudios de Derecho y de Filosofía se han entrelazado tanto uno con otro –escribe a su padre–, que, en parte, he estudiado de una manera absolutamente no crítica, como un escolar, a Heinecio23, Thibaut24 y otras fuentes. Así, por ejemplo, he traducido al alemán los dos primeros libros de las Pandectas»25 .

Marx analiza de una manera detallada y somete a una crítica severa su primer trabajo, fruto de su afición a la filosofía, que consistía en «un intento de introducir cierto sistema de derecho filosófico en toda la esfera del Derecho», abarcando

23 Johannes Heineccius (1681-1741). Filósofo y jurista alemán (N. de la Edit.)

24 Anton Friedrich Justus Thibaut (1772-1840). Jurista alemán (N. de la Edit.)

25 Marx y Engels, Ob. comp., t. I, pág. 414. Pandectas: recopilación extraída de las obras de los juristas romanos, que tenían fuerza de leyes. Esta recopilación fue compuesta en los años 530-533 de la nueva era.

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este trabajo inclusive el Derecho público. En la carta a su padre, examina todo el sistema filosófico construido por él, como una etapa ya superada, destacando con fuerza sus deficiencias y sometiéndolas a una crítica severa. Marx se ejercita en asimilar de una manera crítica la herencia intelectual recibida. «Al llegar al final del Derecho material privado me apercibí de lo falso de todo el sistema –escribe–, y, una vez más, resultó claro para mí que sin la filosofía no podría salir adelante».

Marx describe también a su padre el método de sus estudios:

Me he acostumbrado a hacer extractos de todos los libros que leo, por ejemplo, del Laocoonte de Lessing26, del Erwin de Solger27, de la Historia del Arte, de Winkelmann28, de la Historia alemana de Luden29, haciendo las correspondientes notas. Al mismo tiempo he traducido Germania de Tácito30 y los Cantos fúnebres de Ovidio31 y he comenzado a estudiar por mi cuenta, es decir, sirviéndome únicamente de las gramáticas, el italiano y el inglés, en lo cual hasta ahora he adelantado muy poco; he leído el Derecho criminal de Klein32 y sus Anales, y todas las novedades literarias, pero esto de pasada.

Marx escribe un nuevo trabajo, un diálogo, bajo el título: «Cleanto, o el punto de partida y el

26 Gotthold E. Lessing (1729-1781). Escritor y dramaturgo alemán (N. de la Edit.)

27 Karl W. F. Solger (1780-1819). Filósofo alemán (N. de la Edit.)

28 Johann J. Winkelmann (1717-1768). Arqueólogo e historiador del arte alemán, es considerado como el fundador de la Historia del Arte y de la Arqueología como disciplina moderna (N. de la Edit.)

29 Heinrich Luden (1778-1847). Historiador alemán (N. de la Edit.)

30 Cayo Cornelio Tácito (ca.55-ca.117). Historiador y político de la Antigua Roma (N. de la Edit.)

31 Publio Ovidio Nasón (43 a.n.e.-17 n.e.). Poeta de la Antigua Roma (N. de la Edit.)

32 Ernst Ferdinand Klein (1744-1810). Jurista alemán (N. de la Edit.)

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desarrollo necesario de la Filosofía»33, en el cual

«unifica en cierto modo el arte y la ciencia». Para escribir ese trabajo, Marx estudió las ciencias naturales, las obras de Schelling34 y la Historia. Todavía está en el campo del idealismo, pero pasa ya, según propia declaración, de Kant35 y Fichte36

«a buscar la idea en la realidad misma». La salvaje melodía montaraz de la filosofía de Hegel37, que acababa de conocer, al principio no le hizo ninguna gracia, habiendo sido para él una grave contrariedad notar en su trabajo la influencia de Hegel.

«Mi última tesis ha resultado ser uno de los principios del sistema de Hegel, y este trabajo… mi acariciado fruto, cultivado a la luz de la luna, me ha arrastrado como pérfida sirena a las redes del enemigo», escribe Marx. «De disgusto no he podido siquiera pensar durante algunos días y corría como loco por el jardín cerca de las turbias aguas del Spree, que “purifican las almas y aclaran el té”; llegué incluso a marcharme de caza con mi patrón… Después me impuse dedicarme sólo a trabajos positivos»38. Enumerando una larga lista de libros jurídicos, estudiados y, en parte, traducidos por él, Marx menciona también el libro de Reima-

33 El escrito señalado no ha sido preservado en los documentos de Marx, la referencia que se tiene es a través de la ya mencionada carta a su padre (N. de la Edit.)

34 Friedrich W. J. Schelling (1775-1854). Filósofo idealista alemán, exponente de la tendencia romántica alemana (N. de la Edit.)

35 Immanuel Kant (1724-1804). Ilustre filósofo alemán, fundador del idealismo alemán de fines del siglo XVIII y comienzos del XIX (N. de la Edit.)

36 Johann Gottlieb Fichte (1762-1814). Filósofo alemán, considerado uno de los padres del idealismo alemán (N. de la Edit.)

37 Georg Wilhelm Friedrich Hegel (1770-1831). Destacado filósofo alemán, idealista objetivo, representante de la filosofía clásica alemana (N. de la Edit.)

38 Marx y Engels, Ob. comp., t 1, págs. 418-419.

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rus39 El instinto artístico en los animales, sobre el cual «he meditado con placer».

Nosotros podemos aprender mucho del Marx de 19 años: su colosal capacidad de trabajo y ansia de saber, su interés por las más variadas ramas de las ciencias, su inclinación a analizar de un modo crítico los conocimientos adquiridos, el saber aplicar la autocrítica a sus propios trabajos. Marx no lee simplemente, sino que analiza lo que lee y lo sintetiza en un determinado sistema. No sólo reflexiona sobre lo leído, sino que, además, traslada al papel sus opiniones propias. Extrayendo de los libros las nociones sobre los diferentes temas que constituyen el centro de su interés, Marx escribe toda una obra, una monografía, para comprobar de este modo el resultado de sus estudios. Marx lo hace para profundizar más aún en los temas estudiados. Este es uno de los métodos de su trabajo científico. A continuación, Marx analiza cuidadosamente lo escrito por él y precisa lo que todavía le falta para lograr un dominio más completo de la cuestión.

Una vez creada esta costumbre en el trabajo científico, Marx la sigue, en todo el transcurso de su vida, perfeccionándola en todos los sentidos. Poseemos el testimonio del mismo Marx de que más tarde mantuvo la costumbre de sintetizar desde un punto de vista crítico los materiales estudiados por él en forma de trabajos aislados, monografías hechas para sí y no para darlos a pu-

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39 Hermann S. Reimarus (1694-1768). Catedrático alemán, representante del deísmo y de la crítica bíblica (N. de la Edit.)

blicidad. En el célebre prólogo a su obra Contribución a la crítica de la Economía Política (enero de 1859), informando a los lectores de su trabajo preliminar y trazando el plan que ha seguido, Marx escribe: «Tengo ante mí todos los materiales de la obra en forma de monografías, redactadas con grandes intervalos de tiempo para el esclarecimiento de mis propias ideas y no para su publicación»40. En el mismo prólogo, hablando de uno de sus magníficos trabajos, La ideología alemana41 , escrito conjuntamente con Engels en la primavera de 1845 (publicado íntegramente por vez primera en la URSS a los 87 años de ser escrito)42 , Marx dice: «El manuscrito –dos gruesos volúmenes en octavo– llevaba ya la mar de tiempo en Westfalia43, en el sitio en que había de editarse, cuando nos enteramos de que nuevas circunstancias imprevistas impedían su publicación. En vista de esto, entregamos el manuscrito a la crítica roedora de los ratones, muy de buen grado, pues nuestro objeto principal: esclarecer nuestras propias ideas, estaba ya conseguido.»44

Para la comprensión de los métodos de trabajo científico del joven Marx es importante su tesis

40 *C. Marx y F. Engels, Obras escogidas en tres tomos, t. 1, Editorial Progreso, Moscú, 1973, p. 516.

41 Obra filosófica inacabada de Marx y Engels, escrita entre 1845 y 1846, en la que desarrollan las ideas plasmadas en La Sagrada Familia y exponen las claves de la concepción materialista de la historia: las formaciones socioeconómicas, las fuerzas productivas, la relación entre el ser social y conciencia social, entre otras (N. de la Edit.)

42 Véase la nota preliminar de Engels para su Ludwig Feuerbach y el fin de la filosofía clásica alemana, en el apéndice de C. Marx, Tesis sobre Feuerbach, Editorial Aurora, Caracas, 2023, pp. 10-11 (N. de la Edit.)

43 Región histórica de Alemania ubicada hoy en día entre los estados federados de Renania del Norte-Westfalia y Baja Sajonia (N. de la Edit.)

44 *C. Marx y F. Engels, Obras escogidas en tres tomos, t. 1, Editorial Progreso, Moscú, 1973, p. 519.

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doctoral, escrita en 1841. Ya en la Universidad, Marx estudia principalmente por cuenta propia, «en un año obtuvo una riqueza de conocimientos que no le habrían proporcionado diez años de las lentas cucharadas de las conferencias académicas»45. Según sus propias palabras, el Derecho como especialidad figuraba para él en un segundo plano; se había propuesto estudiar en primer término la Filosofía y la Historia.

Marx escribió su tesis doctoral sobre el tema filosófico: Diferencia entre la filosofía de la naturaleza en Demócrito y en Epicuro. «Sus ideas –escribe Lenin refiriéndose al Marx de aquel tiempo–, eran todavía por entonces las de un idealista hegeliano. En Berlín se adhirió al círculo de los “hegelianos de izquierda”46 (Bruno Bauer47 y otros), que intentaban sacar de la filosofía de Hegel conclusiones ateas y revolucionarias.»48

Marx abordó el análisis de la filosofía de Epicuro49 como ateísta y revolucionario de la ciencia, que no teme destruir los viejos conceptos so-

45 *Franz Mehring, Karl Marx: The Story of His Life, Covici-Friede Publishers, New York, 1935, p. 38. [Traducción de la Editorial]

Franz Mehring (1846-1919). Historiador y activista revolucionario alemán. Biógrafo de Marx. Del ala izquierda de la socialdemocracia, tuvo gran papel en la creación del Partido Comunista de Alemania - KPD (N. de la Edit.)

46 Hegelianos de izquierda o jóvenes hegelianos, denominados ala radical, «izquierda» de la escuela filosófica hegeliana. Desarrollaron una interpretación no conservadora de la filosofía de Hegel y junto a su crítica del cristianismo ayudaron a formar la base del pensamiento democrático-burgués alemán de su época (N. de la Edit.)

47 Bruno Bauer (1809-1882). Filósofo idealista alemán, uno de los «jóvenes hegelianos» más destacados. Sus concepciones idealistas fueron combatidas por Marx y Engels en sus obras La sagrada familia (1844) y La ideología alemana (1845-1846) (N. de la Edit.)

48 *V.I. Lenin, Obras completas, t. 26, Editorial Progreso, Moscú, 1984, p. 46.

49 Epicuro de Samos (ca.342 a.n.e.-ca.270 a.n.e.). Filósofo materialista y ateísta de la Antigua Grecia, de la época helenística. Negaba la injerencia de los dioses en la dinámica del mundo. Reconocía la eternidad de la materia y desarrolló la concepción atomista de los filósofos Leucipo de Mileto y Demócrito de Abdera, la cual indica que el universo está compuesto de átomos (N. de la Edit.)

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bre las materias estudiadas. Y aunque Hegel era para él en aquel tiempo todavía una gran autoridad, sin embargo, rechazó decididamente su punto de vista sobre Epicuro, valorando en mucho a éste en contraposición a Hegel, precisamente como materialista y ateo liberado de toda traba religiosa.

Marx realizó un gran trabajo de preparación para su tesis que él consideraba como parte de una investigación más detallada en la que se proponía hacer una «exposición de la filosofía epicúrea, escéptica y estoica en su conjunto y en todas sus relaciones con los sistemas filosóficos griegos precedentes y sucesivos»50 .

Las obras de Epicuro no han llegado hasta nosotros, con excepción de algunos fragmentos. Por estos fragmentos, pero principalmente a base de estudio crítico y de la confrontación de todas las fuentes en las que se puede encontrar la exposición o alguna que otra interpretación de las concepciones de Epicuro, Marx restablece todo su sistema filosófico.

Cuidadosamente, en una detallada investigación, Marx esclarece la actitud de Epicuro ante los diversos problemas filosóficos. Marx estima que su tarea consiste no en estudiar la personalidad del filósofo y representarlo «como foco e imagen de su sistema», sino en hallar la esencia de dicho sistema, «separar en cada sistema las definiciones, los principios generales cristalizados y auténticos de las argumentaciones polémicas y de la exposi-

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50 Marx y Engels, Ob. comp., t. 1, pág. 17.

ción de esas definiciones y esos principios hecha por los filósofos»51. En relación con esto Marx subraya especialmente la necesidad de la interpretación crítica.

«En la exposición de la filosofía histórica, el método crítico es absolutamente indispensable para poder explicar científicamente cualquier sistema en conexión con su época histórica correspondiente»52. Todo historiador de la filosofía que no separase lo sustancial de lo no sustancial, la exposición del contenido –dice más adelante Marx–no sería más que un simple copista. El manuscrito de materiales para su tesis consta de diez cuadernos, de los cuales cuatro están llenos de notas. En cada capítulo Marx da un resumen detallado de todas las citas que vienen en el texto, indicando escrupulosamente las fuentes de información; además, en todos aquellos casos en que expone el contenido de la cita con palabras propias, inserta ésta textualmente en las notas.

En la biografía de Marx, escrita en el año 1869, Engels dice que Marx durante veinticinco años estudió y analizó su doctrina «con una probidad sin precedentes, que no le permitía publicar sus conclusiones en forma sistematizada antes de que él mismo no estuviera convencido de que no había

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51 Marx y Engels, Ob. comp., t. 1, pág. 481. 52 Loc. cit.

dejado sin leer ningún libro, de que no había quedado sin sopesar la menor objeción, de que cada cuestión había sido tratada desde el principio hasta el fin»53 .

He aquí un pequeño ejemplo del método de trabajo de Marx.

Viviendo en condiciones materiales muy difíciles, en cierta ocasión no pudo ni siquiera comprar el libro de Maclaren54 sobre la historia de la circulación monetaria y tuvo que dirigirse a Engels con una carta, pidiéndole que le enviase por giro postal la suma necesaria.

«Es muy probable –escribe Marx en esta carta [31 de mayo de 1858]– que el libro no contenga nada nuevo para mí, pero por la importancia que le atribuye el Economist y por los extractos que yo mismo he leído, mi conciencia de teórico no me permite seguir escribiendo sin conocerlo»55 .

Siguiendo su regla y la de Engels de estudiar las cuestiones en sus fuentes originales, de primera mano, Marx se dedicó de una manera especial a aprender las lenguas extranjeras necesarias para su trabajo, a fin de estudiar los diversos materiales en los idiomas originales.

Marx leía en todos los idiomas europeos, y en alemán, francés e inglés escribía perfectamente.

Estudió, además, el antiguo eslavo, el ruso, y el serbio. Marx concedía una gran importancia al

53 Marx y Engels, Ob. comp., t. 13, parte 1, págs. 320-321.

54 James Maclaren. Economista inglés del siglo XIX (N. de la Edit.)

55 Marx y Engels, Ob. comp., t 22. pág. 340.

Finalmente Marx pudo adquirir el libro A Sketch of the History of the Currency [«Un bosquejo de la historia de la circulación monetaria»] (Londres, 1858), y su análisis lo incluyó en Contribución a la crítica de la Economía Política (N. de la Edit.)

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aprendizaje de los idiomas extranjeros.

Lafargue que a Marx le gustaba repetir la frase: Un idioma extranjero es un arma de lucha en la vida diaria. Como puede verse en la carta escrita a su padre el 10 de noviembre de 1837, a los 19 años, no solamente estudiaba individualmente con ayuda de la gramática dos idiomas, el inglés y el italiano, sino que traducía mucho de otros al idioma materno. El procedimiento de traducir de un idioma extranjero como uno de los mejores medios de aprenderlo era practicado también por V.I. Lenin.

Marx tenía más de 50 años cuando se puso a estudiar intensamente el ruso.

A fines de 1877, en una carta enviada a Rusia a la redacción de la revista Otechestvennye Sapiski («Anales Patrios»)56 escribía a este propósito: «Para poder estar autorizado a juzgar el desarrollo económico actual de Rusia, estudié el idioma ruso y luego estudié durante muchos años las publicaciones oficiales y otras vinculadas a este asunto.»57

En los cuadernos de Marx se conservan muchos apuntes que demuestran con qué interés y asiduidad estudiaba el idioma ruso. Anotaba el significado de determinadas palabras, las tablas de las declinaciones y conjugaciones, y se dedicó con mucho empeño a la asimilación de las formas perfectivas e imperfectivas de los verbos, de los diversos casos etc. El primer libro que Marx co-

56 Revista literaria rusa, de ideología pequeñoburguesa, publicada en San Petersburgo, desde 1818 hasta 1884 (N. de la Edit.)

57 *C. Marx y F. Engels, Correspondencia, Editorial Cartago, Buenos Aires, 1973, p. 289.

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Cuenta

menzó a leer para practicar fue el de Herzen

En las cárceles y en el destierro. Al cabo de seis meses de estudiar el idioma, Marx podía leer ya en el original la literatura rusa, leía a Pushkin59, Gógol60 , Saltikov-Schedrín61, y, pasados otros seis meses, el 21 de enero de 1871, en la carta dirigida a S. Meyer62 dice:

No sé si le comuniqué que desde comienzos del año 1870 estudio el idioma ruso, en el cual actualmente leo ya con bastante rapidez. A esto me ha impulsado el haber recibido de Petersburgo la obra de Flerovski63, de un extraordinario interés, sobre «la cuestión de la clase obrera (y en particular de los campesinos) de Rusia»; y el hecho de querer conocer las obras sobre economía, magníficas, de Chernishevski64 (enviado, en agradecimiento, a trabajos forzados a Siberia por 7 años). El resultado merece los esfuerzos que tiene que realizar una persona de mis años para llegar al dominio de un idioma que tanto se diferencia de los idiomas clásicos, germanos y latinos. El movimiento ideológico que discurre actualmente en Rusia demuestra que en el seno profundo de las masas hay una fermentación. Las

58 Aleksandr Herzen (1812-1870). Revolucionario demócrata ruso, escritor, pensador materialista, fundador del populismo (N. de la Edit.)

59 Aleksandr S. Pushkin, (1799-1837). Prolífico escritor, poeta, dramaturgo y novelista ruso. Considerado fundador de la literatura rusa moderna (N. de la Edit.)

60 Nikolái V. Gógol (1809-1852). Destacado dramaturgo, novelista y cuentista ruso de origen ucraniano (N. de la Edit.)

61 Mijaíl Saltikov-Schedrín (1826-1889). Periodista y escritor satírico ruso (N. de la Edit.)

62 Siegfried Meyer (1840-1872). Figura destacada del movimiento obrero alemán y estadounidense. Miembro de la Primera Internacional. En 1866 se radicó en EEUU, donde participó en la organización de los obreros alemanes en Nueva York (N. de la Edit.)

63 Vasily V. Bervi «Flerovski» (1829-1918). Economista, sociólogo y teórico ruso. Socialista utópico y populista (N. de la Edit.)

64 Nikolái G. Chernishevski (1828-1889). Demócrata revolucionario, filósofo materialista y socialista utópico ruso, escritor y crítico literario. La revista Sovremiénnik («Contemporáneo»), que redactaba, era un vocero de las fuerzas revolucionarias. Llamaba a los campesinos a la insurrección. En 1862 fue preso por el Gobierno del zar, luego condenado a siete años de trabajos forzados y a la deportación en Siberia –que sufrió hasta 1883–. Su novela ¿Qué hacer? (1863) inspiró a muchos revolucionarios rusos (N. de la Edit.)

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58

fuerzas intelectuales se hallan siempre unidas por lazos invisibles al cuerpo del pueblo…65 Marx no solamente estudió de un modo detallado, remitiéndose en ocasiones repetidas veces a los mismos libros, toda la Filosofía, la Economía política y la vastísima literatura histórica anterior a su época; estudió también la teoría de la técnica, la economía concreta, el estado de la industria y la agricultura en diferentes países, inclusive la estadística y el sistema italiano de contabilidad. Su memoria era excepcionalmente portentosa. Desde su juventud se cuidó de cultivarla y fortalecerla, practicando por consejo de Hegel, por ejemplo, el aprenderse de memoria versos en idiomas para él desconocidos. Pero, sin embargo, nunca se confió de su memoria, anotando siempre cuidadosamente en su cuaderno todo el cúmulo de hechos con los cuales quería enriquecerla. Tenía por costumbre repasar de tiempo en tiempo y sistematizar el material acumulado.

En una de las cartas dirigidas a Engels en 1855 [13 de febrero], cuando más intensos eran sus estudios de la Economía política, Marx escribe:

Durante 4 ó 5 días no he podido escribir nada, ni siquiera a ti, por una fuerte irritación de la vista… Esta irritación me ha sobrevenido por haber estado releyendo mis cuadernos de apuntes sobre economía, si no para utilizarlos inmediatamente, en todo caso para dominar el material y tenerlo dispuesto para su elaboración.66

Por los cuadernos y apuntes de Marx vemos

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65 Marx y Engels, Ob. comp., t. 26, págs. 87-88. 66 Marx y Engels, Ob. comp., t. 22, págs. 85-86.

también la importancia tan enorme que concedía al conocimiento de las ciencias exactas. Estudiaba especialmente las materias superiores, la física, la química y las ciencias naturales, incluso anatomía y fisiología.

En el prólogo a la segunda edición del AntiDühring67, Engels indica la finalidad que Marx y él perseguían con el estudio de estas ciencias:

Marx y yo fuimos los únicos que salvamos de la filosofía idealista alemana la dialéctica consciente, aplicándola a la concepción materialista de la Naturaleza y de la Historia. Mas para comprender de un modo dialéctico y además materialista la naturaleza, se requiere el conocimiento de las matemáticas y de las ciencias naturales. Marx conocía a fondo las primeras, pero en cuanto a las ciencias naturales, nosotros podíamos seguirlas únicamente a salto de mata, esporádicamente.68

Después de su traslado de Manchester a Londres, en 1870, Engels se dedicó especialmente al estudio de las ciencias naturales, empleando en esto, como él mismo dice, la mayor parte de su estancia de ocho años en dicha ciudad.

Marx concedía una importancia particularmente grande a los resúmenes, como proceso del trabajo para la asimilación de los materiales leídos. Lo demuestra el hecho de que resumiera hasta los libros que tenía en su biblioteca particu-

67 Obra de Engels escrita durante 1876-1878, difundida inicialmente por entregas y publicada en forma de libro, en agosto de 1878, con el título La subversión de la ciencia por el señor Eugen Dühring, en la que critica los postulados oportunistas y pequeñoburgueses del filósofo alemán. Engels analiza los asuntos claves de la filosofía y las ciencias naturales, y sistematiza las tesis fundamentales del marxismo: el materialismo dialéctico e histórico, la crítica a la economía política capitalista y la teoría del comunismo científico. Esta obra ha sido clave para el desarrollo del movimiento comunista internacional (N. de la Edit.)

68 Marx y Engels, Ob. comp., tomo 14, pág. 8.

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lar. Al hacerlo, recogía el contenido de los mismos de un modo crítico, comprobando estrictamente cada hecho y sometiéndolo a un análisis riguroso, estudiando con este objeto, a veces, verdaderas montañas de materiales estadísticos. Marx nunca se sirvió de fuentes poco seguras y materiales de segunda mano, como decía Engels, sino que recurría siempre a las primeras fuentes; incluso los datos de segundo orden los revisaba por las fuentes de origen, no vacilando en acudir las veces precisas con este fin expresamente a la biblioteca del Museo Británico.

En la investigación de cada tema, Marx estudiaba, conforme a las exigencias del método dialéctico, su origen histórico y sus premisas. Así, por ejemplo, para escribir la parte referente a la renta territorial, que figura en el tercer tomo de El Capital69, estudió especialmente la historia del mundo antiguo, la agronomía, las relaciones en el campo en Rusia y América, la geología y una serie de otras materias.

Marx trabajaba con enorme pasión, «trabajaba a todas horas y aprovechando todas las ocasiones. Hasta cuando salía de paseo, llevaba consigo su cuaderno de notas, en el que hacía apuntes a cada momento»70 .

He aquí cómo Lafargue describe en sus memo-

69 La obra más referencial de Marx, cuyo primer tomo vio la luz en septiembre de 1867, aunque continuó modificándolo para nuevas ediciones en alemán y en traducciones. Después de la muerte de Marx, Engels preparó para la imprenta y publicó el segundo y el tercer tomo, en 1885 y 1894, respectivamente (N. de la Edit.)

70 G. Liebknecht, Recuerdos de Marx, pág. 16, Moscú, 1938.

Wilhelm Liebknecht (1826-1900). Destacado dirigente del movimiento obrero alemán e internacional. Amigo y compañero de luchas de Marx y Engels (N. de la Edit.)

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rias la jornada de trabajo de Marx:

A pesar de que solía acostarse muy tarde, ya entre las ocho y las nueve de la mañana se hallaba siempre en pie; después de beber su taza de café negro, repasaba los periódicos y a continuación se dirigía a su habitación de trabajo donde se pasaba hasta las dos y las tres de la madrugada… En su juventud era frecuente en Marx quedar trabajando toda la noche. El trabajo se convirtió en una verdadera pasión para Marx y tanto lo absorbía que muy a menudo se olvidaba de comer. Con frecuencia había que llamarlo varias veces hasta que, al fin, bajaba al comedor; y apenas acababa el último bocado volvía de nuevo a su habitación.

Así trabajaba Marx. El pensador genial que, según la gráfica expresión de Henri Barbusse72 , «poseía suficiente talla de gigante como para disipar las nubes del cielo del pensamiento», consagraba todas sus fuerzas al trabajo incansable. Sus exigencias para consigo mismo y para con todos los que aspiraban a conquistar las cimas del saber humano las expresó en las siguientes hermosas palabras:

En la ciencia no hay caminos reales73, y sólo tendrán esperanzas de acceder a sus cumbres luminosas aquellos que no teman de fatigarse al escalar por senderos escarpados.74

No temer al trabajo, por muchas fuerzas que exija y por duro que sea de momento, aprender a vencer todos los obstáculos del camino; he aquí

71 P. Lafargue, Recuerdos sobre Marx, págs. 8-9, Moscú, 1938.

72 Henri Barbusse (1873-1935). Novelista y poeta francés. Militante del Partido Comunista Francés desde 1923 (N. de la Edit.)

73 Camino real: «[…] Medio más fácil y seguro para la consecución de algún fin.», Real Academia Española, idem (N. de la Edit.)

74 *Carta de Marx a Maurice La Châtre (1872), en K. Marx, El Capital, t. 1/vol. 1, Siglo XXI Editores, México DF, 1975, p.21.

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una de las lecciones más importantes que nosotros debemos extraer del estudio de los métodos de trabajo de los clásicos del marxismo-leninismo.

La labor científica de Marx y Engels estuvo siempre determinada por las exigencias de la lucha revolucionaria.

Engels escribió75: Marx consideraba la ciencia como una poderosa palanca de la Historia, como una fuerza revolucionaria en el más alto sentido de la palabra. Y él la utilizaba precisamente como tal fuerza, y a este objetivo iban dirigidos los inmensos conocimientos que poseía, particularmente en todas las ramas de la Historia.

Porque él era, efectivamente, como a sí mismo se llamaba, un revolucionario. La lucha por emancipar a la clase obrera, a los asalariados, de las cadenas del moderno sistema económico de producción capitalista, fue su verdadera pasión y no hubo nunca combatiente más activo que él.76 Marx y Engels distaban mucho de ser tan sólo hombres de ciencia que en gruesos volúmenes exponen los resultados de sus estudios científicos para el mundo científico exclusivamente.

Lafargue, recordando sus conversaciones con Marx, escribió:

…creía que un científico sólo se rebajaría si renunciara a la participación en la vida pública o se encerrara en su estudio o en su laboratorio como un

75 En el «Borrador del discurso ante la tumba de Marx», publicado en el periódico francés La Justice, Nº 27, el 20 de marzo de 1883 (N. de la Edit.)

76 Marx y Engels, Ob. comp., t 15, pág. 648-651.

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gusano en el queso, permaneciendo alejado de la vida y de la lucha política de sus contemporáneos.

«La ciencia no debe ser un placer egoísta –solía decir–. Los que tienen la suerte de poder dedicarse a las tareas científicas deben ser los primeros en poner sus conocimientos al servicio de la humanidad.»

Uno de sus lemas favoritos era: «Trabajar en favor de la humanidad.»77

Cada una de sus conquistas teóricas, todos sus grandiosos descubrimientos, los llevaba Marx, ante todo, a las masas, al proletariado; Marx concedía a la propaganda, tanto oral como escrita, una importancia de primer orden.

Los contemporáneos de Marx y Engels cuentan que una vez, en el año 1846, en una reunión especial convocada en Bruselas por ellos con el fin de discutir el trabajo de propaganda para la lucha revolucionaria, Marx, polemizando con el utopista Weitling78 , declaró llenó de cólera que «la ignorancia jamás ha ayudado a nadie». La clase obrera –decía Marx–, conseguirá la victoria únicamente si sabe organizar su lucha, apoyándose en el conocimiento exacto de las leyes del desarrollo social. Sólo la fusión del movimiento obrero con la ciencia, con la teoría revolucionaria, puede asegurar el éxito de la gran causa de emancipar a los trabajadores de la opresión y explotación.

77 *Paul Lafargue, «Recuerdos de Marx», en ¿Cómo era Karl Marx, según quienes lo conocieron?, Biblioteca Virtual Omegalfa, 2010, p. 5.

78 Wilhelm Weitling (1808-1871). Uno de los primeros líderes del movimiento obrero alemán, fue considerado por Engels como socialista utópico, si bien propugnaba abiertamente por la construcción del comunismo encabezado por la clase obrera, la base de su proyecto era igualitarista, comunalista y cristiano (N. de la Edit.)

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Marx fue desde su juventud un excelente propagandista y organizador de las masas en el más profundo sentido de esta palabra. Recuerdan sus contemporáneos que sus intervenciones como propagandista, sus informes y conferencias abundaban siempre en ejemplos, eran claros y comprensibles para los más sencillos obreros de filas. Marx no toleraba la vulgarización y el simplicismo; él transmitía a las masas sus conocimientos, su teoría revolucionaria, que constituye la más alta adquisición de la ciencia social. A la altura de dicha ciencia estuvieron siempre todas sus intervenciones, en cuya preparación se exigía siempre a sí mismo un profundo trabajo. Y otro tanto reclamaba él de los demás.

En una carta dirigida a Schmidt79 en 1890 [5 de agosto], Engels indignándose de la fatuidad del periodista, reinante entre «los jóvenes literatos metidos en el partido», pero que no se toman el trabajo de estudiar seriamente la teoría (Economía, Historia, etc.), escribía:

Parecería a menudo que esos señores piensan que cualquier cosa es suficientemente buena para los obreros. ¡Si esos caballeros supieran tan sólo que Marx consideraba que sus mejores cosas no eran todavía bastante buenas para los obreros, y que consideraba criminal ofrecer a los obreros algo inferior a lo mejor de lo mejor!80

«Marx escribía –dice Lafargue–, únicamente

79 Conrad Schmidt (1863-1932). Filósofo y economista alemán. Socialdemócrata. Inicialmente fue cercano a Marx y Engels, pero luego se convirtió en neo-kantiano y revisionista, tratando de unir las posturas de Kant y el comunismo (N. de la Edit.)

80 *C. Marx y F. Engels, Correspondencia, Editorial Cartago, Buenos Aires, 1973, p. 378.

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con la intención fija de difundir los resultados de sus investigaciones y con la decisión firme y precisa de dotar de fundamento científico el movimiento socialista, el cual hasta él se perdía en la niebla de la utopía. Marx intervenía públicamente con un objetivo único: contribuir al triunfo de la causa de la clase obrera, clase cuya misión histórica es instaurar el comunismo una vez tomada en sus manos la dirección económica y política de la sociedad…»81

La historia del trabajo de Marx sobre El Capital es particularmente instructiva. Según su propio sistema, adoptado como método de trabajo de investigación científica, Marx, antes de publicar su obra escribía una serie de grandes trabajos preliminares a modo de monografías, no para su publicación, sino para esclarecerse las cuestiones a sí mismo.

Las monografías escritas por Marx al comenzar su trabajo sobre El Capital llenan siete cuadernos, que suman cerca de 50 pliegos de imprenta. Este es el primer esbozo de crítica de la Economía política, hecho únicamente como comienzo de una investigación de mayor envergadura. Para este trabajo, que comenzó a escribir en 1857, Marx realizó, a partir del año 1843, un gigantesco trabajo preparatorio de investigación científica. Acumulando un material colosal previo, para cada uno de sus trabajos: notas, resúmenes, esta-

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81 P. Lafargue, Recuerdos sobre Marx, pág. 4, Moscú, 1938.

dísticas y toda clase de cálculos, esbozos en borrador, bibliografías, etc., Marx ordena cuidadosamente todo este material para poder utilizarlo fácilmente en el trabajo sucesivo, haciendo un índice detallado. Con este mismo objeto traza, además, el índice del manuscrito original.

En cinco años de trabajo, desde 1843 hasta 1847, Marx estudió y analizó críticamente toda la literatura económica fundamental. No debemos olvidar que, al mismo tiempo, Marx, se ocupaba seriamente del estudio de los materiales y documentos de la Revolución Francesa sin interrumpir su labor en el terreno de la filosofía. A esta época corresponde precisamente el trabajo conjunto de Marx y Engels que da por resultado dos libros: La Sagrada Familia o crítica de la crítica crítica82 y La ideología alemana83 .

En esta misma época Marx escribió numerosos artículos para una serie de periódicos y para la revista Anales franco-alemanes84 .

En 1847 Marx escribe Miseria de la filosofía, dirigida contra las concepciones pequeñoburguesas reaccionarias de Proudhon85, exponiendo ya en esta obra el análisis materialista de la econo-

82 Obra filosófica escrita en 1844 por Marx y Engels, en la que someten a una crítica implacable el idealismo de Hegel y las concepciones de los «jóvenes hegelianos», al mismo tiempo que desarrollan las bases del materialismo dialéctico e histórico. (N. de la Edit.)

83 Véase la nota 41 (N. de la Edit.)

84 Deutsch-Französische Jahrbücher: se publicaba en alemán en París, bajo la redacción de Marx y Arnold Ruge. Su primer y único fascículo (doble) apareció en febrero de 1844. En él se publicaron las obras de Marx: Contribución al problema hebreo y Contribución a la crítica de la filosofía del Derecho de Hegel. Introducción, así como las de Engels: Esbozos para la crítica de la Economía Política y Situación de Inglaterra (N. de la Edit.)

85 Pierre-Joseph Proudhon (1809-1865). Economista, sociólogo y propagandista francés, ideólogo de la pequeña burguesía; uno de los fundadores del anarquismo (N. de la Edit.)

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mía burguesa. En el otoño de este mismo año, Marx dicta su histórico curso sobre el tema: «Trabajo asalariado y capital»86; y, por último, en este mismo año de 1847, Marx y Engels, por encargo de la Liga de los Comunistas fundada por ellos, escriben el célebre Manifiesto del Partido Comunista87, el «cantar de los cantares del marxismo», como lo llamó Stalin.

Tal fue, a grandes rasgos, la actividad de Marx en los años en que comenzó el trabajo preparatorio para su obra fundamental, El Capital.

El método de trabajo científico-histórico elaborado por Marx exige, antes de proceder a la exposición de las conclusiones y de las síntesis, el perfecto dominio de todos los materiales que se refieren al problema.

Escribe Marx:

La investigación debe apropiarse pormenorizadamente de su objeto, analizar sus distintas formas de desarrollo y rastrear su nexo interno. Tan sólo después de consumada esa labor, puede exponerse adecuadamente el movimiento real.88

Marx consideró posible publicar su trabajo

Contribución a la crítica de la Economía Política89 ,

86 Las conferencias en la Asociación Obrera Alemana de Bruselas le sirvieron de base a Marx para una serie de artículos que publicó en abril de 1849, en Neue Rheinische Zeitung, y que luego Engels actualizaría para publicarlos en 1891 como folleto aparte (N. de la Edit.)

87 Escrito por Marx y Engels como programa de la Liga de los Comunistas. Se publicó por primera vez en Londres, en febrero de 1848 (N. de la Edit.)

88 *«Epílogo a la segunda edición» (1873), en K. Marx, El Capital, t. 1/vol. 1, Siglo XXI Editores, México DF, 1975, p.19.

89 En agosto-septiembre de 1857 Marx comenzó a sistematizar los datos reunidos por más de una década e hizo el primer borrador de plan de la obra, luego pasó unos meses empezando la redacción y decidió publicarla por partes. El primer →

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que constituye una exposición de los dos primeros capítulos del primer tomo de El Capital, únicamente después de 15 años de estudio y elaboración crítica de la literatura económica. Para la preparación de estos dos primeros capítulos, Marx reunió no menos de 200 pliegos de imprenta, de notas, de la enorme cantidad de literatura estudiada.

Únicamente después de asimilar completamente, y en todos sus aspectos, toda la literatura sobre economía y escribir sumariamente los tres tomos de El Capital, publicó Marx, al cabo de 24 años de comenzado su trabajo, el primer tomo de El Capital90 .

La angustiosa situación material de la familia de Marx exigía de él un gran consumo de energías para ganarse el sustento. Si se tiene en cuenta, además, el inmenso trabajo que realizaba como jefe y organizador del partido revolucionario, y su lucha constante y tenaz contra las diferentes corrientes pequeñoburguesas hostiles al partido, lo cual le sustraía gran cantidad de tiempo y energías, parece imposible que toda esta enorme labor preparatoria de El Capital haya sido hecha por una sola persona. Pero, no obstante, Marx la hizo. Basta decir que (según datos incompletos), estudió y resumió más de 1.500 libros para su obra El Capital.

Marx se pasaba trabajando 10 horas diarias en la biblioteca del Museo Británico. En la carta a

→ fascículo vio la luz en junio de 1859. En la preparación del segundo, las investigaciones le llevaron a modificar el plan y a dedicarse a lo que sería El Capital (N. de la Edit.)

33
90 Véase la nota 69 (N. de la Edit.)

Weydemeyer91 del 27 de junio de 1851, Marx describe así su trabajo:

Desde las 9 de la mañana hasta las 7 de la tarde me paso generalmente en el Museo Británico. El material que estoy estudiando es tan endiabladamente amplio, que, no obstante todos mis esfuerzos, no conseguiré terminar el trabajo antes de 6 u 8 semanas; además, constantemente se suman diversos obstáculos de orden práctico, inevitables en las condiciones londinenses, en las que uno se ve obligado a vegetar.

Pero, a pesar de todo, la cosa se acerca rápidamente al fin. Es preciso acabar de una vez, cueste lo que cueste. Para los demócratas simplones poseídos de la divina inspiración, naturalmente, este esfuerzo no es necesario. ¿Por qué estos afortunados se han de atormentar con el estudio del material sobre economía e historia? Todo esto es tan simple, como solía decir el honorable Willich92. ¡Todo tan simple! Sí, ¡en estas cabezas vacías! ¡Son verdaderamente unos simplotes!93

En estas observaciones mordaces de Marx dirigidas a los simplotes a los cuales todo les parece fácil y sencillo, porque no sienten el menor deseo de atormentarse con un trabajo serio, podemos ver el elevado sentido de responsabilidad por el trabajo y de intransigencia consigo mismo que

91 Joseph Weydemeyer (1818-1866). Oficial prusiano de artillería y escritor. Fue miembro de la Liga de los Comunistas, combatió en la revolución de 1848-1849 en Alemania y colaboró en varios periódicos socialistas. Amigo personal y compañero de luchas de Marx y Engels. Emigró a EEUU en 1851, donde ejerció el periodismo y participó en la guerra civil (1861-1865) como coronel de un regimiento del ejército del Norte (N. de la Edit.)

92 August Willich (1810-1878). Oficial prusiano, dimitió del ejército en 1846 por sus convicciones republicanas. Tomó parte activa en la revolución de 1848-1849 en Alemania. Junto con Karl Schapper fue líder de la fracción de «izquierda» de la Liga Comunista. Emigró a EEUU en 1853, donde fue carpintero, periodista y peleó del lado del Norte en la guerra civil (1861-1865), llegando a ser general (N. de la Edit.)

93 Marx y Engels, Ob comp., t. 25, pág. 102.

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Marx poseía en alto grado, y que consideraba indispensable para cada trabajador científico. De la misma forma mordaz, Marx, en una de sus cartas a Engels se reía de Lassalle94, el cual le comunicó una vez que «estaba preparando una gran obra de Economía Política, en la cual había decidido emplear dos años». Escribía Marx:

De mi exposición sobre el dinero él debe convencerse, de que, o bien yo no comprendo nada de la cuestión, y, en ese caso, conmigo falla toda la historia de las teorías del dinero, o bien él es un asno que, teniendo en reserva un par de frases abstractas, como la unidad abstracta o algo parecido, se pone a juzgar de cosas empíricas, que hay que estudiar largamente para tener derecho a hablar de ellas.95

Con no menos claridad se pronunció más de una vez Engels sobre la misma cuestión. Por ejemplo, en una de sus cartas a Bebel96, escritas después de haber muerto Marx, Engels [el 24 de julio de 1885] señalaba:

Usted ha acertado en la debilidad decisiva de Kautsky97. Su juvenil inclinación al juicio apresurado ha sido intensificada aún más por el defectuoso método de la enseñanza de la historia en las universidades, y especialmente en las austríacas. Allí se les enseña sistemáticamente a los estudian-

94 Ferdinand Lassalle (1825-1864). Periodista, escritor y abogado alemán. Fue fundador y primer presidente de la Asociación General de Trabajadores Alemanes (1863-64). Iniciador de la corriente lassalleana dentro del movimiento obrero alemán, de carácter oportunista (N. de la Edit.)

95 Marx y Engels, Ob. comp., t. 22 pág. 388.

96 August Bebel (1840-1913). Figura destacada del movimiento obrero alemán e internacional. Miembro de la Primera Internacional. Desde 1867 diputado del Parlamento. Uno de los fundadores del Partido Socialdemócrata de Alemania (SPD) en 1869. Amigo y compañero de luchas de Marx y Engels. Dirigente de la Segunda Internacional (N. de la Edit.)

97 Karl Kautsky (1854-1938). Historiador, periodista y economista alemán. Uno de los líderes y teóricos de la socialdemocracia alemana y de la Segunda Internacional. Luego de renegar de las ideas marxistas se convirtió en ideólogo del centrismo (N. de la Edit.)

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tes a hacer investigaciones históricas con materiales que saben son inadecuados, pero que suponen considerar adecuados; es decir, se les enseña a escribir cosas que ellos mismos deben saber que son falsas, pero que se supone son consideradas correctas. Esto ha hecho, naturalmente, que Kautsky sea un vanidoso. […] De modo que no tiene absolutamente ninguna idea de lo que significa, en realidad, el trabajo científico. Varias veces se ha equivocado con su historia de la población, y más tarde con sus artículos sobre el matrimonio en los tiempos primitivos. Se lo he hecho notar, amistosamente, sin ocultarle nada al respecto: en este aspecto le critico despiadadamente todas sus cosas. Pero, afortunadamente, puedo consolarlo diciéndole que en mi imprudente juventud yo hice exactamente lo mismo, aprendiendo recién de Marx la forma de trabajar.98 Marx ponía una voluntad de hierro, que decuplicaba sus energías. Ni el mal estado de su salud, quebrantada por un trabajo agobiador y sobrehumano, ni su difícil situación económica pudieron socavar su voluntad y obligarlo a suspender el trabajo. Tenía que recortar literalmente las horas y los minutos para el verdadero trabajo, como Marx llamaba a El Capital.

En la correspondencia de Marx y en las memorias de sus contemporáneos puede verse con cuántas dificultades hubo de tropezar el trabajo de Marx sobre El Capital.

En 1867 [el 30 de abril], después de la terminación del primer tomo de El Capital, respondiendo a S. Meyer99 a su pregunta de por qué no le había

36
98
99 Véase la nota 62 (N. de la Edit.)
*C. Marx y F. Engels, Correspondencia, Editorial Cartago, Buenos Aires, 1973, p. 354.

contestado a sus cartas, Marx escribe:

¿Que por qué nunca le contesté? Porque estuve durante todo este tiempo con un pie en la tumba. Por eso tenía que emplear todo momento en que podía trabajar para poder terminar el trabajo al cual he sacrificado mi salud, mi felicidad en la vida y mi familia. Espero que esta explicación no requiera más detalles. Me río de los llamados hombres «prácticos» y de su sabiduría. Si uno resolviera ser un buey, podría, desde luego, dar las espaldas a las agonías de la humanidad y mirar por su propio pellejo. Pero yo me habría considerado realmente no práctico si no hubiese terminado por completo mi libro, por lo menos en borrador.100

Toda la actividad de Marx estaba impregnada de un amor inmenso a la humanidad oprimida, no deteniéndose ante ningún sacrificio personal en la lucha por su emancipación. A nosotros, hoy, en la Unión Soviética, nos es muy difícil imaginarnos las duras condiciones en que vivía Marx al escribir El Capital.

En 1858 [el 22 de febrero], Marx decía en una carta [a Lassalle] que su trabajo sobre economía avanzaba muy despacio, «porque tan pronto como uno trata de llegar a un ajuste final en cuestiones que durante años han sido el tema principal de estudio, aquéllas revelan constantemente nuevos aspectos y exigen nueva consideración.»

«A esto se agrega –complementaba Marx–, que no soy dueño de mi tiempo, sino más bien su sirviente. Sólo la noche me queda para mí, y este trabajo nocturno es a su vez perturbado por muy fre-

37
100 *C. Marx y F. Engels, Correspondencia, Editorial Cartago, Buenos Aires, 1973, p. 184.

cuentes ataques y recaídas de la enfermedad del hígado»101

La historia del trabajo de Marx sobre El Capital es la historia del trabajo heroico y revolucionario de un hombre que lleva a cabo toda obra comenzada y supera todos los obstáculos. Durante largos años Marx trabajaba noches enteras. En la correspondencia de Marx leemos:

«Trabajo febrilmente, noches enteras, en la sistematización de mis investigaciones económicas». (Carta [a Engels] del 8 de diciembre de 1857).

«Ahora trabajo muchísimo, la mayor parte de las veces hasta las 4 de la mañana». (Carta [a Engels] del 18 de diciembre de 1857).

«He abusado extraordinariamente del trabajo nocturno –escribe Marx a Engels el 14 de enero de 1858– habiendo enfermado seriamente a causa del excesivo trabajo. Pero, en cambio, he conseguido los mejores resultados. Por ejemplo, toda la teoría de la renta, tal como era concebida hasta aquí, la he lanzado por la borda. Para el método de elaboración del material me ha servido grandemente el haber hojeado de nuevo, por pura casualidad, la Lógica de Hegel…»102

Como puede verse, Marx, a pesar de su enfermedad e increíble cansancio por el trabajo nocturno, repasa, sin embargo, una vez más, la Lógica de Hegel, relee con un criterio nuevo sus libros viejos, desde hace mucho tiempo leídos y resumidos, extrayendo de ellos nuevo provecho

38
101
102
,
22,
*C. Marx y F. Engels, Correspondencia, Editorial Cartago, Buenos Aires, 1973, p. 188.
Marx y Engels, Ob. comp
t.
pág. 290.

para su obra.

En cada trabajo que Marx preparaba para su publicación, se esforzaba por que fuera perfecto, tanto desde el punto de vista de su contenido, de la exactitud intachable de los hechos citados y de la rigurosa argumentación de todas las conclusiones, como desde el punto de vista de la forma, del estilo, en lo cual siempre trabajaba mucho, corrigiendo sus manuscritos muchas veces, hasta conseguir la claridad, la sencillez y la accesibilidad en la exposición.

Engels preguntaba frecuentemente a Marx en sus cartas respecto al trabajo sobre El Capital y a veces lo apremiaba a terminar cuanto antes la obra, aconsejándolo no detenerse demasiado en detalles de retoque. A una de estas preguntas de Engels, Marx contestaba así cierta vez en 1865 [31 de julio]:

No puedo decidirme a publicar nada mientras no lo tenga todo preparado. Cualesquiera que sean sus defectos, tienen un mérito mis obras: representan un todo armónico. Y esto puede conseguirse únicamente con mi método: no dar la obra a la imprenta mientras no esté sobre la mesa toda preparada.103

103 Marx y Engels, Ob. comp, t. 23, pág. 294.

Luego de la publicación del primer tomo en 1867, Engels, sabiendo la importancia que tenía publicar el segundo tomo de El Capital, lo esperaba con ansias, como se evidencia en la reseña biográfica que hiciese en 1877, aún vivo Marx (véase: F. Engels, Carlos Marx, Editorial Aurora, Caracas, 2023, pp. 16, 19, 26-27 (N. de la Edit.)

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En sus célebres «Apuntes Cronológicos», nos da Marx un ejemplo instructivo de cómo se debe

estudiar la Historia. En los últimos años de su vida, poseyendo un enorme caudal de conocimientos como el que poseía él, Marx consideró necesario hacer para sí mismo y no para su publicación un resumen cronológico detallado de los acontecimientos históricos, una crónica de la Historia Universal. Marx no terminó este trabajo, llegando sus notas sólo hasta la mitad del siglo XVII (la primera fecha se remonta al año 91 antes de nuestra era, la última al año 1648).

El manuscrito de Marx, intitulado por Engels «Apuntes Cronológicos», se compone de cuatro cuadernos de 130 a 140 páginas cada uno, con un total de cerca de 80 pliegos de imprenta. A nosotros este trabajo de Marx nos sirve, ante todo, como ejemplo de la extraordinaria concreción con que Marx procedía en cada una de sus investigaciones. Los hechos, la realidad histórica concreta constituían la base de todo su trabajo y solamente sobre esta base trazaba sus geniales síntesis y conclusiones.

Para recoger y estudiar los hechos, Marx no rehuía, como es sabido, el trabajo pesado, práctico, por minucioso que fuese. Ya antes de la composición de sus Apuntes Cronológicos, Marx había tomado una enorme cantidad de notas y hecho resúmenes de los libros de historia leídos por él. Habiendo proyectado este enorme trabajo en el ramo de la Historia, Marx, no obstante, se pone a resumir de nuevo detalladamente una serie de obras históricas, toma numerosas notas de ellas y las dispone en un riguroso orden cronológico.

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Marx se sirve principalmente de la Historia Universal de Schlosser, compuesta de 18 tomos y de la obra del historiador italiano Carlos Botta, Historia de los pueblos de Italia, publicada en 1825. Al resumir estos libros y hacer sus notas, Marx comprueba cuidadosamente los hechos y las fechas, contrastándolos con los de otras fuentes, corrigiendo en sus apuntes los errores y las deficiencias, añadiendo nuevos hechos y acontecimientos. Todo este cúmulo de hechos Marx lo agrupa siguiendo su sistema, destacando los hechos históricos que considera más esenciales, los que marcan el rumbo de los acontecimientos históricos y dándoles su interpretación materialista revolucionaria.

Todo el que quiera aprender de Marx cómo trabajar sobre los materiales históricos debe estudiar atentamente sus «Apuntes Cronológicos». * * *

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42 La Editorial Aurora valora altamente su opinión acerca del contenido, diseño y diagramación de la presente publicación. Igualmente, agradece cualquier otra sugerencia. editorialaurora1917@gmail.com

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