LA PINTURA ROMANA
-
Los romanos admiraban la pintura griega tanto como la escultura. Aquellos que se lo podían permitir adquirieron paneles originales de los «viejos maestros», mientras que los demás contrataban a pintores para que les hicieran copias de obras especialmente famosas o de moda. Se pueden ver dos ejemplos de este tipo de pinturas murales en la parte inferior de esta página y en la siguiente. Se reprodujeron, adaptaron, estropearon o embellecieron, según la pericia de los pintores y los deseos de los clientes, figuras individuales, grupos y paneles completos. Sin embargo, este legado griego, aunque estimulante, constituyó solo una parte de la rica complejidad de la decoración romana de las paredes. Mientras que la mayoría de las pinturas griegas se han perdido, muchas de las romanas sobreviven. La mayor parte de ellas proceden de las paredes de residencias privadas y de los edificios públicos de Pompeya y Herculano, dos ciudades de provincia, pero de moda, que quedaron sepultadas por la erupción del Vesubio en 79 d. C. Se han encontrado otras pinturas en casas de Roma y, en algunas ocasiones, en otros lugares. Parece ser que los romanos utilizaban las pinturas murales en sus casas mucho más profusamente que los griegos, aunque ello puede ser debido a las circunstancias de la conservación.
ARTE GRIEGO Y ROMANO
Perseo y Andrómeda De Pompeya, probablemente una copia de una pintura de Nicias, h. 340 a. C. Pintura mural romana, 110,5 x 103 cm Museo Archeologico Nazionale, Nápoles
El pintor romano ha modificado el prototipo griego ejecutando la pintura con un estilo más impresionista y añadiendo dos figuras en el extremo izquierdo. Los pintores de murales romanos, que cabe suponer que trabajaban a partir de libros de muestras, se sentían libres para adecuar sus modelos a la moda del momento y al esquema total de la estancia que estaban decorando.
SUSAN WOODFORD 131