ARQUEOLOGÍA TODA LA HISTORIA
Prólogo de Brian Fagan
Paul Bahn
◀◀Tumba excavada en la roca del rey aqueménida Darío (550-486 a. C.) en Naqsh-i-Rustam, cerca de Persépolis, Irán.
Título original Archaeology: The Whole Story Edición Elspeth Beidas, Rebecca Gee, Carol King, Frank Ritter, Fiona Plowman, Ruth Patrick, Philip Cooper Diseño Josse Pickard Traducción Alfonso Rodríguez Arias, María Teresa Rodríguez Fischer Revisión de la edición en lengua española Núria Castellano Solé
Doctora en Egiptología, Miembro de la Misión Arqueológica de Oxirrinco
Coordinación de la edición en lengua española Cristina Rodríguez Fischer Primera edición en lengua española 2019 © 2019 Naturart, S.A. Editado por BLUME Carrer de les Alberes, 52, 2.o, Vallvidrera, 08017 Barcelona Tel. 93 205 40 00 e-mail: info@blume.net © 2017 Quintessence Editions Ltd, Londres ISBN: 978-84-17492-63-2 Impreso en China Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, sea por medios mecánicos o electrónicos, sin la debida autorización por escrito del editor.
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C104723
CONTENIDO
PRÓLOGO de Brian Fagan 6 INTRODUCCIÓN 8
1 | la prehistoria más antigua 4 millones-10 000 a. C. 14 2 | de cazadores a agricultores 10 000-3000 a. C. 54 3 | el surgimiento de las civilizaciones 3000-1000 a. C. 132 4 | la edad del hierro y el mundo antiguo 1000 a. C.-500 d. C. 216 5 | el mundo medieval 500-1600 d. C. 382 6 | el mundo moderno 1600-actualidad 496 7 | cómo funciona la arqueología 520 GLOSARIO
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COLABORADORES
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ÍNDICE
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CRÉDITOS DE LAS ILUSTRACIONES
574
2 | D e cazadores
D
urante el Mesolítico, los humanos comenzaron la transición hacia un modo de vida sedentario
a agricultores
y, en el Neolítico, empezaron una agricultura seria.
Este cambio en la economía tuvo lugar en tiempos diferentes,
10000-3000 a. C.
según las regiones. Sin embargo, estuvo acompañado de condiciones parecidas: la competencia creciente, la necesidad de delimitar tierras y la aparición de la diferenciación social, lo que creó el escenario para las grandes civilizaciones posteriores.
Núcleo neolítico de las Órcadas pág. 116
Cazadores-recolectores de las islas Británicas pág. 66
Complejidad social en el Arcaico pág. 72
Tumbas de corredor irlandesas pág. 128
Stonehenge pág. 130
Eythra pág. 112
Templos de Malta y Gozo pág. 114
Real Alto
pág. 120
El Chinchorro
pág. 74
Gargantas del Danubio pág. 68
El oro de Varna pág. 124
Çatal Hüyük pág. 96
Göbekli Tepe pág. 90
Tell Abu Hureyra
Banpo
pág. 84
pág. 108
‘Ain Mallaha
Kamikuroiwa
Choga Mami
Hemudu
pág. 62
pág. 98
Eridu
pág. 100
Culto a los antepasados pág. 92
Jericó
pág. 86
pág. 78
pág. 106
ANTIGUO CAMBIO CLIMÁTICO
H
ace aproximadamente 20 000 años, las capas de hielo que cubrían gran parte
1
de Europa y Norteamérica empezaron a contraerse a medida que el clima se
2
hacía más cálido. Las condiciones glaciales que habían desafiado a los neandertales
(véase pág. 30) y los humanos modernos (véase pág. 38) amainaron a lo largo de los
3
10 000 años siguientes. Tras abandonar sus refugios del sur de Europa, las poblaciones siguieron a los rebaños de renos de regreso al norte europeo, y, en Norteamérica, se abrieron nuevos hábitats a los humanos que acababan de llegar. Los avances en la tecnología y en la capacidad cognoscitiva que empezaron en condiciones glaciales pudieron completarse, con lo que se produjo la transformación más importante de la condición humana desde el inicio de la especie: el paso de la caza y la recolección móvil a la agricultura.
1 La cueva Franchthi, en el sur de Grecia, que estuvo en el interior continental durante la Edad de Hielo, ahora se halla en la costa.
La fusión de las capas de hielo de Cordillerano y Lauréntida en Norteamérica y la capa escandinava en Europa liberaron grandes cantidades de agua en los océanos del mundo. Los niveles de los mares ascendieron y remodelaron las costas del planeta (véase imagen 1). Al mismo tiempo, se elevaron las tierras que habían estado sometidas a inmensas
2 Este peine de hueso tallado se encontró en Gotland, la isla más grande de Suecia.
presiones bajo el hielo. En Eurasia y Norteamérica, los cazadores-recolectores posglaciales
3 En un cementerio mesolítico de la cultura Ertebolliense, en Vedvæk, Dinamarca, se dispersó ocre rojo sobre esta mujer y su bebé; posiblemente murió al dar a luz.
se encontraron con nuevos escenarios. La tundra les resultaba relativamente familiar por su experiencia previa, y podían seguir y emboscar rebaños de renos. Sin embargo, con el tiempo, los matorrales y los árboles empezaron a cubrir las regiones que antes habían estado heladas a medida que prevalecían unas condiciones más templadas.
FECHAS CLAVE h. 18000 a. C. Empieza el deshielo en el hemisferio norte.
h. 18000-10000 a.C.
Los cazadores-recolectores, siguiendo a los renos, recolonizan el norte de Europa; los bosques crecen en las antiguas áreas de tundra.
56 de cazadores a agricultores 10000-30000 a. C.
h. 10900-9800a. C. El Dryas Reciente, una repentina fase de enfriamiento climático, invierte la tendencia del calentamiento.
h. 9800 a. C.
h. 7000-3000 a. C.
Empieza el Holoceno.
Se alcanza el máximo térmico posglacial. Las temperaturas medias son 2 °C superiores a las actuales.
h. 6200 a. C. Tiene lugar un enfriamiento temporal en Eurasia debido a la súbita liberación de aguas frías de la bahía de Hudson en Norteamérica.
El resultado fue un panorama más complicado en el que existían numerosos recursos para los humanos que las habitaban. Además de los grandes animales como los alces, se podían cazar o atrapar ejemplares más pequeños. Grandes bandadas de aves acuáticas volaban por todas partes, y los ríos y lagos rebosaban de peces. A lo largo de las costas y algunos ríos interiores, se encontraban moluscos en abundancia. En los bosques, los frutos secos y las bayas podían ser recolectados por las partidas de caza. Los humanos desarrollaron nuevos métodos para aprovechar esos recursos. Como sus predecesores de la Edad de Hielo, todavía se desplazaban mucho, pero algunas localidades se usaban como habitación con mayor frecuencia. Como en la Edad de Hielo, las cuevas y refugios rocosos continuaban siendo lugares de habitación, pero, cada vez más, se establecieron asentamientos al aire libre. En lugares privilegiados, como los rápidos para la pesca, se crearon campamentos que se ocupaban estacionalmente. La gente se congregaba en aquellas localidades, e intercambiaba novedades, obtenía materiales para sus herramientas y buscaba pareja. Se desarrollaron nuevas tecnologías para aprovechar las condiciones cambiantes. Redes, trampas y nasas fueron utilizadas para conseguir caza menor y pesca. En Europa y en América, el arco y las flechas se convirtieron en una importante arma de caza. La madera, el hueso y los cuernos se emplearon para toda suerte de nuevos instrumentos y herramientas, e incluso dieron paso a las manifestaciones artísticas, como se hace patente en los grabados en hueso (véase imagen 2). Además, se empezó a prestar más atención al modo de inhumar a los muertos. Se usaron una y otra vez ciertos lugares para los entierros, con elaborados rituales, como rociar ocre rojo sobre los cadáveres (véase imagen 3), cubrir las tumbas con piedras, adornar el cuerpo con ornamentos como cuentas de concha y acompañarlo con elementos como partes de animales y herramientas de piedra. Los cuerpos se colocaban en diversas posiciones: en posición supina, flexionados con las piernas recogidas contra el pecho, e incluso sentados. Los arqueólogos denominan a estas sociedades, en el norte de Europa, mesolíticas (véase pág. 64); en el sur de Europa, Oriente Medio y norte de África, epipaleolíticas; y, en América, arcaicas (véase pág. 70). Todos estos términos definen a cazadores-recolectores posglaciales, por lo general nómadas, pero que regresaban a menudo a lugares específicos, dependiendo de un amplio espectro de recursos naturales que incluían mamíferos, peces, moluscos y plantas. Estas sociedades perduraron hasta la aparición de la agricultura, que tuvo lugar en épocas diferentes y en regiones distintas. Después de haberles concedido escasa importancia durante muchos años, los arqueólogos admiten en la actualidad que estos cazadores-recolectores posglaciales constituyen la transición entre las bandas de cazadores de la Edad de Hielo y asentamientos agrícolas estables de la prehistoria tardía. Hoy en día, los arqueólogos ven estas sociedades como fundamentales para entender la gran transformación que representó el desarrollo de la agricultura. Para que se produjera el cambio de la caza y la recolección a la agricultura debía producirse una serie de transformaciones sociales y tecnológicas. Entre ellas está cierto sentido de la propiedad y de la posesión, la capacidad para almacenar y conservar los alimentos, y un detallado establecimiento de relaciones familiares. PB
h. 6000 a. C. Desaparece Doggerland, en el sur del mar del Norte.
h. 4000 a. C. La transición a la agricultura se extiende por el norte y el occidente europeos: los recolectores se convierten en granjeros.
h. 3900 a. C. El período de aridez conocido como «el evento de los 5,9 kilo-años» desencadena migraciones mundiales hacia los valles de los ríos.
h. 3500 a. C. Se crea, en Luisiana, Watson Brake, el complejo de túmulos más antiguo.
h. 1800 a. C.
h. 200 a. C.
Los recolectores arcaicos en las riberas del sudeste norteamericano propagan plantas silvestres: quinoa, girasol e Iva annua.
Se inicia el cultivo del maíz en el este de Norteamérica.
antiguo cambio climático 57
Las islas Británicas h. 8000-5000 a. C.
Star Carr es un yacimiento con un campamento mesolítico en el condado de York, Inglaterra, que data de 9000 a 8500 a. C. El yacimiento fue excavado inicialmente en la década de 1940. Cuando se reiniciaron las excavaciones en 2006, se abrieron nuevas zanjas. El campo estaba situado a lo largo de la costa cenagosa de un lago que desapareció, y las condiciones de inundación han conservado grandes cantidades de madera y huesos.
L
as tierras situadas a lo largo de la costa atlántica de Europa y los mares vecinos eran ricas en los recursos con los que progresaron los cazadores-recolectores del Mesolítico. Hasta hacia 6500 a. C., Reino Unido estaba unido al continente europeo y formaba parte de las tierras bajas
que se extendían entre el Atlántico y Rusia en las que pululaban las bandas en búsqueda de alimentos. Las zonas costeras resultaban atrayentes para los asentamientos, pero el aumento del nivel de los mares inundó muchos yacimientos costeros. Bouldnor Cliff es un yacimiento sumergido en la costa del sur de Inglaterra, donde se descubrieron trazas de ocupación mesolítica en 1999, cuando unos submarinistas observaron a una langosta sacar algunas piezas de sílex trabajadas de su madriguera a 11 m bajo la superficie del agua. Los yacimientos del Mesolítico de las islas Británicas adoptan diversas formas. El más famoso es el de las tierras pantanosas de Star Carr, en el condado de York, que se excavó por primera vez de 1948 a 1951. Lo más característico del yacimiento es una gran plataforma de madera, trabajada y no trabajada, en un ángulo de un antiguo lago, único para este período. Otros yacimientos incluyen campamentos de corta duración, ocupaciones más prolongadas con casas significativas y conchales costeros con los restos de moluscos y otros alimentos marinos. En la cueva de Aveline’s Hole, en Somerset, se habían dispuesto los cuerpos sin enterrar de varias docenas de individuos justo antes de 8000 a. C. También
se han encontrado enterramientos humanos que datan del Mesolítico en otras cuevas británicas. En todo el noroeste europeo, las características herramientas de piedra talladas a golpes de los cazadores-recolectores posglaciales se conocen como microlitos y consisten en piezas de sílex muy pequeñas. Estos microlitos se montaban en herramientas complejas: una punta de lanza puede constar de un pequeño microlito en punta en el extremo de un mango de madera o hueso, con otros microlitos insertados lateralmente a lo largo de este para dentarlos. Irlanda quedó separada de Reino Unido por el ascendente nivel del mar poco después de la regresión glacial. Algunos animales no pudieron cruzar antes de que desapareciera la conexión. Sin embargo, los ríos y las costas de Irlanda acogieron a grupos nómadas de cazadores-recolectores. Un importante componente de su dieta eran los peces como el salmón. Se han encontrado trampas para peces construidas con avellano en el río Liffey en Dublín, así como en lagos y estuarios de Irlanda. PB
66 de cazadores a agricultores 10000-30000 a. C.
PUNTOS DESTACADOS ASENTAMIENTOS DEL MESOLÍTICO Muchos yacimientos del Mesolítico en las islas Británicas consisten en poco más que restos de sílex, pero se han encontrado algunos más consistentes. Dos yacimientos con trazas bien definidas de casas son Mount Sandel, en un acantilado sobre el río Bann en Irlanda del Norte, y Howick, en la costa del mar del Norte de Northumberland. En ambos lugares se construyeron casas circulares con estructura de postes o árboles jóvenes recubiertas con pieles o juncos. Los hogares en su interior contenían avellanas carbonizadas y huesos.
HUELLAS DE PIES En varios lugares de la costa británica se han encontrado huellas de pies que datan del Mesolítico en el cieno de los espacios libres entre mareas. En Goldcliff East, en el estuario del Severn, en el condado de Monmouth, se han conservado huellas de pies de adultos y niños datadas entre 6000 y 4700 a. C. Los arqueólogos creen que las huellas son de personas que recolectaban moluscos y crustáceos en las pozas de marea y en la superficie de las playas. Las huellas de niños prueban que eran miembros activos en la comunidad buscadora de alimentos.
DOGGERLAND En 1931, la tripulación del arrastrero Colinda, al sacar sus redes del fondo del mar del Norte, advirtió que había cogido una masa de turba, algo que ocurría con frecuencia. Dado que la turba solo se desarrolla al aire libre, aquella zona debió de estar en el pasado en tierra firme. Cuando se disponían a tirarla por la borda, la masa se rompió y salió de ella un arpón de cuerno dentado. Dicho artefacto, fabricado claramente por manos humanas, fue exhibido en un museo en el este de Inglaterra, donde llamó la atención de un doctorando de Cambridge, Grahame Clark (1907-1995). Se dio cuenta de que era parecido a otros arpones hallados en Dinamarca. Aquel hallazgo proporcionó una prueba adicional de que hacia 8000 a. C. era posible caminar de Dinamarca a Inglaterra con solo vadear unos pocos ríos de poca profundidad. Los bajos niveles posglaciales del mar indican que el extremo del océano Atlántico estaba lejos en el norte, y que el canal de la Mancha era un río que discurría en dirección oeste.
En los últimos años, la antigua tierra superficial que ahora está cubierta por el mar del Norte ha recibido el nombre de Doggerland, del Banco Dogger, un importante accidente batimétrico. Esa tierra debió de haber sido poblada por comunidades mesolíticas como las encontradas en Star Carr y otros yacimientos británicos. Las grandes cantidades de huesos humanos y animales que se han dragado del fondo del mar constituyen pruebas adicionales. Modelos informáticos basados en los datos proporcionados por las prospecciones petroleras y el dragado de grava han hecho posible reconstruir un amplio paisaje de tierras bajas, con ríos y ciénagas repletos de hábitats favorables para los cazadores-recolectores. El aumento de los niveles de los mares entre 7000 y 6000 a. C. inundó finalmente Doggerland. Su desaparición pudo haber sido acelerada por un tsunami causado por un derrumbe de tierras submarino frente a Noruega hacia 6200 a. C.
el mesolítico europeo 67
Culto a los antepasados
A algunos de los cráneos de Jericó, escogidos probablemente para representar a los antepasados, se les daba un tratamiento especial. Se desenterraban una vez se habían descompuesto los tejidos blandos y se recubrían con mortero de cal para remodelar y enlucir la cabeza y las facciones. Se les pintaba el cabello y el vello facial, y se les insertaban cauris o conchas de bivalvos a modo de ojos. Los cráneos enlucidos se exhibían en los suelos de las casas o en los edificios comunales, o se volvían a enterrar en hoyos.
8800-6500 a. C.
J
ericó, en Palestina (véase pág. 86), la notable población del Neolítico Precerámico (PPN, h. 9000-7000 a. C.), fue excavada entre 1952 y 1958 por Kathleen Kenyon (1906-1978). Entre los sorprendentes hallazgos de su fase tardía, PNNB, se encontró un conjunto de extraordinarios
cráneos. Después de la muerte y tras la descomposición de los cuerpos, se desenterraban los cráneos de ciertos individuos, se remodelaban sus facciones con mortero de cal y se aplicaban cauris para representar los ojos. Después, los cráneos se exhibían. Cráneos semejantes se han encontrado más tarde en otros yacimientos, lo que confirmó que esta práctica era común en el período PPNB. Siguió a una práctica más simple de ocasionales separaciones de los cráneos que empezó antes de 10000 a. C. En 1974, durante la construcción de una carretera en ‘Ain Ghazal, en Amán, la capital de Jordania, se descubrieron restos de un importante asentamiento PPN, excavado a partir de 1982. Un pozo, descubierto en 1983, albergaba estatuillas de mortero de cal, de escala 1:2, con ojos de conchas de cauri, que habían sido creadas claramente como parte de la misma tradición de los cráneos enlucidos del PPN. Las figuras se habían dispuesto en un pozo excavado a propósito, que más tarde se había rellenado. El estado de las figuras, algunas de las cuales tenían los pies rotos, sugiere que habían sido utilizadas con frecuencia, tal vez en rituales. Cuando ya no eran necesarias no se descartaban, sino que se enterraban como parte de una ceremonia. Un segundo pozo elevó a veintiocho el total de estatuillas halladas en ‘Ain Gahzal, algunas de ellas figuras completas y otras que representaban solo la cabeza y el torso; fueron datadas entre 7200 y 6500 a. C. Las prácticas funerarias en el asentamiento variaban. Algunos cuerpos eran depositados en pozos de desechos, mientras que otros eran enterrados bajo el pavimento; a menudo, sus cráneos eran desenterrados y algunos de ellos eran enlucidos y se exponían, mientras que otros eran enterrados en pozos aparte, separados de los cuerpos. Todo ello sugiere que los pueblos del PPN practicaban un culto a los antepasados para reafirmar sus vínculos y derechos sobre su tierra ancestral. JM
92 de cazadores a agricultores 10000-30000 a. C.
PUNTOS DESTACADOS
ESTATUILLA A ESCALA 1:2
CRÁNEO DECORADO
Las estatuillas de ‘Ain Gahzal están constituidas por una estructura de cañas emparejadas recubiertas con mortero de cal. Algunas son lisas; otras tienen bandas pintadas en sus caras y cuerpos, que quizá representan ropas. Algunas muestran todo el cuerpo, de unos 90 cm, mientras que otras son torsos sin brazos. Muchas son de género indefinido; otras son claramente femeninas.
El árido yacimiento de la cueva de Nahal Hemar, en Israel, albergaba cráneos no enlucidos, pero con motivos dibujados con bitumen en la parte posterior. También se encontraron estatuillas de madera; tejidos confeccionados trenzando o tejiendo cordeles de lino; cestas, esteras; y máscaras con la forma de caras humanas alargadas, a base de piedra pintada.
RESTAURACIÓN DE LAS ESTATUILLAS Cuando fueron descubiertas en 1983, las estatuillas de ‘Ain Ghazal habían perdido desde hacía mucho tiempo su estructura orgánica de caña, de manera que tan solo quedaban caparazones vacíos, rígidos pero frágiles. Con el tiempo, la tierra acumulada sobre ellas las había comprimido y resquebrajado, desplazando o destruyendo algunas piezas pequeñas, mientras que los cambios químicos habían cementado la masa que las rodeaba. Su descubrimiento creó un problema de difícil solución: rotas en miles de fragmentos, solo conservaban su forma por el hecho de yacer en el suelo; si se desordenaban, se convertirían en partículas sin sentido. Se le pidió a la restauradora británica Kathryn Walker Tubb que se ocupara del problema: enseguida se dio cuenta de que se trataba de una tarea de décadas. Las estatuillas no se podían tratar in situ, por lo que cortó todo el bloque que las contenía y se envió a los laboratorios del Instituto de Arqueología de Londres. Se hicieron registros fotográficos exhaustivos antes de comenzar el meticuloso trabajo de deconstrucción y restauración de los restos.
El trabajo comenzó con la limpieza de las delicadas superficies de mortero y del desmenuzable pigmento utilizado para decorarlas. Con el microscopio, se eliminó la tierra, milímetro a milímetro, usando escalpelos, agujas, sondas dentales, cepillos suaves y otras herramientas de precisión, así como dispositivos láser de limpieza. Se insertaron varillas de metacrilato envueltas en algodón para proporcionar una estructura rígida que reemplazara a las cañas descompuestas originales. Las piezas de mortero desplazadas se movieron con delicadeza a su posición original. La tarea fue como reconstruir un inmenso rompecabezas complejo y tridimensional. Las piezas perdidas fueron reemplazadas por un material moderno claramente distinguible pero discreto. Una vez terminada la restauración de una estatuilla, debía levantarse con cuidado para su estudio y exhibición. Un trabajo de este tipo es extremadamente lento, difícil y meticuloso, pero los resultados son magníficos y tienen un alto potencial informativo.
agricultura y cultura 93
Arqueología. Toda la historia es una guía completa que abarca el pasado humano. Se inicia hace más de cuatro millones de años, en la prehistoria profunda, y concluye en la era actual; conduce al lector por un viaje a través del tiempo y por todo el planeta que recorre los lugares de importancia arqueológica. En él se encuentra la totalidad de los sitios y descubrimientos más representativos, desde las pinturas rupestres de Lascaux a la tumba de Tutankhamón y la ciudad enterrada de Pompeya, pasando por los guerreros de terracota de China. Asimismo, presenta los descubrimientos menos conocidos pero igualmente fundamentales, como el hallazgo de los restos de nuestros antepasados más antiguos, o el de Göbekli Tepe en Turquía, el templo conocido más antiguo del mundo. • Abarca en detalle los sitios arqueológicos más importantes del mundo, con colaboraciones de los mejores eruditos, que los sitúan en el contexto de los desarrollos sociales y culturales claves. • Imágenes impresionantes de los descubrimientos arqueológicos más importantes, desde complejos de templos desenterrados en desiertos y junglas hasta fascinantes artefactos y obras de arte. • Cronologías históricas que muestran la historia completa de la civilización humana.
C104723
ISBN 978-84-17492-63-2 978-84-9801-943-8
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