La historia de las flores
y de cómo han cambiado nuestra forma de vida Noel Kingsbury
Ilustraciones de Charlotte Day
Título original The Story of Flowers Ilustraciones Charlotte Day Diseño John Round Design Traducción María Teresa Rodríguez Fischer Revisión de la edición en lengua española Teresa Casasayas Fornell Doctora en Ciencias Biológicas en la especialidad de Botánica. Profesora del Instituto Rubió i Tudurí, Escuela de Jardinería de Barcelona
Coordinación de la edición en lengua española Cristina Rodríguez Fischer Primera edición en lengua española 2022 Reimpresión 2023 © 2022 Naturart, S.A. Editado por BLUME Carrer de les Alberes, 52, 2.°, Vallvidrera 08017 Barcelona Tel. 93 205 40 00 e-mail: info@blume.net © 2022 Laurence King Publishing (The Orion Publishing Group), Londres © 2022 Mark Fletcher © 2022 de las ilustraciones Charlotte Day I.S.B.N.: 978-84-19094-16-2 Depósito legal: B. 5840-2022 Impreso en Dubái Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, sea por medios mecánicos o electrónicos, sin la debida autorización por escrito del editor.
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C104723
La historia de las flores
y de cómo han cambiado nuestra forma de vida
Contenido 6 Introducción
45 Lavanda Lavandula × intermedia
78 Gardenia Gardenia jasminoides
a. C.
46 Margarita Leucanthemum vulgare
81 Hepática Hepatica nobilis
49 Azucena Lilium candidum
82 Hibisco, rosa de China Hibiscus rosa-sinensis
50 Narciso Narcissus ‘Tête-à-Tête’
85 Magnolia Magnolia × soulangeana
53 Loto Nelumbo nucifera
86 Cerezo japonés Prunus × yedoensis ‘Somei-Yoshino’
10 Milenrama Achillea millefolium 13 Malva real Alcea rosea 14 Anémona Anemone coronaria 17 Caléndula Calendula officinalis 18 Aciano
Centaurea cyanus
54 Adelfa Nerium oleander 57 Nenúfar Nymphaea ‘Attraction’
21 Crisantemo Chrysanthemum 58 Peonía ‘Heather James’ Paeonia ‘Sarah Bernhardt’ 22 Azafrán de la nieve Crocus chrysanthus
61 Amapola Papaver rhoeas
25 Clavel Dianthus caryophyllus
62 Francesilla Ranunculus asiaticus ‘Picotee Pink’
26 Digital Digitalis purpurea 29 Corona imperial Fritillaria imperialis 30 Tablero
de damas
Fritillaria meleagris 33 Gladiolo Gladiolus ‘Atom’ 34 Girasol Helianthus annuus 37 Lirio de día Hemerocallis fulva
89 Violeta común Viola odorata 90 Glicina Wisteria sinensis
Edad Media 93 Boca de dragón Antirrhinum majus 94 Aguileña Aquilegia vulgaris
65 Azalea amarilla Rhododendron luteum
97 Campanilla piramidal Campanula pyramidalis
66 Rosa Rosa ‘Rose de Rescht’
98 Caña de Indias Canna ‘Picasso’
69 Saúco Sambucus nigra
101 Ciclamen Cyclamen persicum
70 Trébol Trifolium repens
102 Dalia Dahlia ‘Bishop of Llandaff’
a. C.–Principios de la Edad Media
38 Jacinto Hyacinthus orientalis
73 Camelia Camellia ‘Kuni-No-Hikari’
41 Iris, lirio Iris ‘Dangerous Mood’
74 Lirio del valle Convallaria majalis
42 Jazmín Jasminum sambac
77 Clavel del poeta Dianthus barbatus ‘Vesuvio’
105 Equinácea Echinacea purpurea 106 Genciana Gentiana acaulis 109 Nomeolvides Myosotis arvensis 110 Pasiflora, flor
de la pasión
Passiflora quadrangularis
113 Clavel de moro Tagetes patula ‘Honeycomb’
145 Clemátide Clematis × jackmanii
181 Flor de pascua Euphorbia pulcherrima
114 Hierba doncella
Vinca major
146 Cosmos Cosmos bipinnatus ‘Sensation’
182 Fucsia Fuchsia magellanica
117 Zinia
149 Orquídea
185 Hipeástrum Hippeastrum ‘Royal Velvet’
Zinnia elegans ‘Benary’s Giant’
cimbidium
Cymbidium ‘Rembrandt Masterpiece’
186 Guisante de olor Lathyrus odoratus ‘Cupani’
Finales de la Edad Media–siglo xvii
150 Fresia Freesia × kewensis
189 Edelweiss Leontopodium nivale
118 Galanto
153 Gazania Gazania ‘Kiss Bronze’
121 Eléboro
154 Hortensia Hydrangea macrophylla ‘Bodensee’
190 Geranio Pelargonium ‘Balcon Red’
Galanthus nivalis Helleborus × hybridus
193 Petunia Petunia ‘Swiss Dancer’
122 Jacinto de los bosques
Hyacinthoides non-scripta
157 Campanilla Ipomoea tricolor ‘Heavenly Blue’
125 Lupino
Lupinus ‘Avalune’
158 Madreselva
Lonicera periclymenum
197 Rododendro Rhododendron ‘Cynthia’
126 Alhelí Matthiola incana
161 Rudbeckia Rudbeckia fulgida
Siglo xx
129 Orquídea falenopsis Phalaenopsis ‘Dubrovnik’
162 Vara de oro Solidago rugosa
198 Ajo Allium ‘Globemaster’
130 Prímula
165 Capuchina Tropaeolum majus
133 Aurícula
166 Cala Zantedeschia aethiopica
201 Astilbe Astilbe × arendsii ‘Bressingham Beauty’
Primula Grupo ‘Gold-Laced’ Primula × pubescens
134 Lila Syringa vulgaris ‘Madame Lemoine’ 137 Tulipán
Tulipa ‘Queen of Night’
138 Pensamiento Viola × wittrockiana
Siglo xix 169 A ster Aster ‘Little Carlow’ 170 Banksia escarlata Banksia coccinea 173 Begonia Begonia ‘Kimjongilhwa’
Siglo xviii
174 Buganvilla Bougainvillea glabra
141 Agapanto Agapanthus campanulatus
177 Orquídea catleya Cattleya purpurata
142 Anémona del Japón Anemone × hybrida ‘Honorine Jobert’
178 Espuela de caballero
Delphinium ‘Jubelruf ’
194 Protea gigante Protea cynaroides
202 Brezo Calluna vulgaris 205 Cardo de la melancolía
Cirsium heterophyllum 206 Geranio de Oxford Geranium × oxonianum ‘Claridge Druce’ 209 Gerbera Gerbera ‘Sweet Glow’
210 Índice 216 Autor y agradecimientos
Anemone coronaria (ranunculáceas)
Anémona
Milagro de Tierra Santa
Este antiguo género en términos evolutivos, ampliamente extendido por todo el planeta, incluye plantas muy distintas, lo que ha dado lugar a grandes debates entre los botánicos. Las últimas líneas de pensamiento sugieren que pronto tendremos más anémonas, en cuanto se reclasifiquen otros géneros. Hepatica y Pulsatilla es posible que pierdan su propia identidad, pero al tratarse de unas pequeñas y más bien exquisitas flores de primavera, este hecho parece más bien acertado. Nuestro ejemplo, en este caso, es la flor silvestre mediterránea de primavera, con un intenso color rojo, que habría sido conocida por las antiguas civilizaciones de la región. Resultó ser una gran sorpresa en algunas ciudades comerciales italianas de la Edad Media, cuando de la tierra traída de Tierra Santa como lastre en los barcos brotaron unas flores espectaculares, que se calificaron como milagrosas y animaron a los peregrinos a llevar sus semillas a toda Europa. Mientras tanto, los otomanos las habían estado cultivando en sus jardines, realizando selecciones y, tal vez, nuevos híbridos. A finales del siglo xvi, habían llegado al sur de Europa a través de las mismas ciudades comerciales italianas. De allí se extendieron hacia el norte, aunque no se desarrollaban bien en el frío del norte de Europa, y los jardines debían reorganizarse cada pocos años, lo que conllevaba un gran coste. Conocemos los híbridos de A. coronaria como flores de corte, o como plantas vivaces caducas de jardín. Los holandeses comenzaron a cultivarlas comercialmente en el siglo xvii, pero fueron los cultivadores en Normandía, en el siglo xviii, quienes produjeron las variedades que conocemos en la actualidad: ‘St. Brigid’ y ‘de Caen’. Las anémonas de los bosques europeos y americanos es probable que estuvieran presentes en los jardines de los coleccionistas de plantas a principios del siglo xvii, pero siempre eran demasiado imperceptibles, o de crecimiento demasiado lento para atraer la atención, aunque durante el siglo xx fueron muy apreciadas por los auténticos conocedores. Algunas especies de los bosques del sur de Europa pueden tratarse como bulbos, y en algunas circunstancias pueden llegar a extenderse formando espectaculares colonias en los jardines más antiguos, por lo general alrededor de los árboles plantados en prados, en los que la sombra debilita la hierba en la base del tronco. 14 • a. C.
Origen Climas templados fríos y clima mediterráneo en el hemisferio norte, y algunas en el sur Longevidad Vivaces longevas Tamaño La mayoría inferiores a 30 cm; en los bosques del Lejano Oriente, hasta 1,2 m Hábitat Diversos hábitats, desde los bosques hasta los espacios abiertos Colores Rojo, rosa, blanco, violeta azulado; no hay amarillo, naranja o azul
Los capullos de las anémonas están rodeados por unas brácteas con grandes incisiones.
Canna ‘Picasso’ (cannáceas)
Caña de Indias
Sustento de los nativos americanos
Las cañas de Indias, plantas del trópico del continente americano, son conocidas por haber sido una importante fuente de alimento durante miles de años, y es posible que se trate de una de las plantas domesticadas más antiguas del Nuevo Mundo. Sin embargo, con el tiempo, fueron sustituidas por otras fuentes más productivas de carbohidratos. Las cañas aparecieron en Europa a mediados del siglo xvi, tal vez a través del contacto con el Imperio español. A finales del siglo xviii, los escritores alemanes las promocionaron como una planta exótica para parterres de verano que podían conservarse con facilidad durante el invierno como rizomas latentes en un almacén al resguardo de las heladas. El primer cruce lo realizó el cónsul francés en Chile, quien trabajó con ellas durante su jubilación en la década de 1850. Estas plantas eran en un principio muy altas (3 m) y se cultivaban por su follaje, pero una generación posterior de viveristas franceses las desarrolló por sus flores y, quizá de manera crucial, para producir plantas más pequeñas. Los viveros cerca de Porte de la Muette, en París, eran famosos por dar lugar a decenas de miles de especímenes que se plantaban en los parques de toda la ciudad. La moda se extendió, y a finales de siglo, eran cultivadas en los jardines de los más acaudalados y los parques de toda Europa, y, cada vez más, en las colonias europeas. Un hecho clave en su popularización pudo haber sido la Exposición Internacional Colombina de Chicago en 1893, en la que se plantó un parterre de 300 m de longitud; después de este evento, los cultivadores estadounidenses comenzaron a producir sus propias variedades en gran número. Las cañas se han convertido en una de las plantas tropicales decorativas más importantes, además de ser muy populares en cualquier lugar que disfrute de un verano cálido. Nuestro ejemplo tal vez tenga su origen en la Francia de mediados del siglo xx, y destaca por sus impresionantes flores moteadas, una característica gracias a la cual esta caña ha mantenido su popularidad mientras que otras han sido sustituidas por otras variedades más recientes.
98 • Edad Media
Origen Zonas tropicales de América del Sur Longevidad Vivaz longeva Tamaño Hasta 3 m; las formas de jardín son más pequeñas Hábitats Humedales, orillas de los ríos Colores Rojo a amarillo; algunas especies rosas; no existe el azul
Rizoma de una caña con un brote.
Delphinium ‘Jubelruf ’ (ranunculáceas)
Espuela de caballero
Azules fríos
Los azules auténticos, a diferencia de los azules púrpura o violeta, son raros entre las flores. Sin embargo, muchas espuelas de caballero son de color azul auténtico, y a una escala muy generosa. Su tamaño y la intensidad y pureza de su color fascinan a los cultivadores. Las plantas de las regiones boreales con veranos fríos crecen rápidamente durante los largos días de verano y, de hecho, se dice que el mejor lugar para cultivarlas es al norte del círculo polar ártico. Las espuelas de caballero han disfrutado de algunos períodos de popularidad. Nuestro ejemplo es un cultivo de Karl Foerster, una de las personalidades más importantes en la historia de la jardinería de finales del siglo xx. La Alemania de entreguerras estaba fascinada por el color azul; los artistas y diseñadores consideraban que era portador de cualidades místicas, y las espuelas de caballero constituían la perfecta expresión del color en el jardín. Carolus Clusius describió D. elatum en 1601, pero no se cultivó de manera formal hasta finales del siglo xix, cuando los cultivadores sistemáticos, como Victor Lemoine de Nancy, en el este de Francia, se interesaron por las plantas y crearon cruces entre distintas especies para seleccionar progresivamente las plantas más grandes con flores más plenas. Los grandes macizos herbáceos que tanto amaban los jardineros británicos y alemanes a partir de principios del siglo xx fueron un territorio ideal para las espuelas de caballero, unas plantas que requieren mucho mantenimiento y que podían ser atendidas con constancia por el gran número de jardineros que las economías con mano de obra barata de esa época se podían permitir. Gran parte de los cultivares europeos no resistían los veranos cálidos en Estados Unidos. Frank Reinelt, un inmigrante checo en California, que había sido jardinero jefe de la reina María de Rumanía, desarrolló una serie de cepas de semilla en la década de 1930, con lo que consiguió producir plantas para una gran diversidad de climas. A continuación, pasó a intentar cultivar variedades rosas y rojas, ya que estos colores están disponibles en el generoso acervo genético de Delphinium. Aunque lo consiguió, nunca han disfrutado de la popularidad de las variedades azules, y el interés por ellas se reduce en gran medida a la industria de la flor cortada. 178 • Siglo xix
Origen Rusia (acervo genético original); especies de América del Norte añadidas con el tiempo Longevidad Vivaz de vida media Tamaño Hasta 2 m Hábitat Bosques poco densos, orillas de los bosques, zonas húmedas de la estepa Colores El clásico azul, aunque existen de color rosa, rojo y amarillo
El fruto de una espuela de caballero contiene brillantes semillas de color negro azabache.
Hermosas, cautivadoras, aunque a veces mortales, las flores han inspirado a nuestros artistas más queridos para captar su maravilla; nos han protegido contra enfermedades, y, gracias a sus frutos, nos han proporcionado alimento en épocas difíciles.
La historia de las flores reúne 100 historias fascinantes de las flores más destacadas del mundo, incluida la adelfa, representada en las paredes de Pompeya; el crisantemo, símbolo nacional de los emperadores japoneses; y el jacinto de los bosques, con los que se endurecía la tela de las lechuguillas en la Inglaterra isabelina. Escrito por Noel Kingsbury, destacado autor botánico, y con hermosas ilustraciones de Charlotte Day, este libro demuestra cuán entrelazada está la historia de las flores con la de la humanidad.
«Hechos fascinantes entrelazados con inspiradoras historias sobre su importancia para las civilizaciones antiguas, el comercio, las creencias religiosas y paganas, el bienestar y los usos medicinales a lo largo de los tiempos, este agradable libro bien fundamentado despierta la curiosidad en cada página». Doctora Alexandra Wagstaffe Eden Project Learning
C104723
ISBN 978-84-19094-16-2
9 788419 094162