«Siempre he tratado de ocultar mis esfuerzos, deseando que mis obras tuvieran la ligereza y la alegría de la primavera, que no permiten imaginar a nadie el trabajo que ha costado...».
así es…
Matisse
CATHERINE INGRAM
Ilustraciones de AGNÈS DECOURCHELLE
Título original: This is Matisse Edición Catherine Ingram Diseño de cubierta Pentagram Design, basado en el concepto original de Melanie Mues. Ilustración de Agnès Decourchelle. Traducción Cristóbal Barber Casasnovas Revisión de la edición en lengua española Llorenç Esteve de Udaeta Historiador de Arte
Coordinación de la edición en lengua española Cristina Rodríguez Fischer Primera edición en lengua española 2015 © 2015 Art Blume, S. L. Av. Mare de Déu de Lorda, 20 08034 Barcelona Tel. 93 205 40 00 Fax 93 205 14 41 E-mail: info@blume.net © 2015 del texto Catherine Ingram © 2015 de las ilustraciones Agnès Decourchelle I.S.B.N.: 978-84-9801-820-2 Impreso en China Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, sea por medios mecánicos o electrónicos, sin la debida autorización por escrito del editor. WWW.BLUME.NET Este libro se ha impreso sobre papel manufacturado con materia prima procedente de bosques de gestión responsable. En la producción de nuestros libros procuramos, con el máximo empeño, cumplir con los requisitos medioambientales que promueven la conservación y el uso responsable de los bosques, en especial de los bosques primarios. Asimismo, en nuestra preocupación por el planeta, intentamos emplear al máximo materiales reciclados y solicitamos a nuestros proveedores que usen materiales de manufactura cuya fabricación esté libre de cloro elemental (ECF) o de metales pesados, entre otros.
así es…
Matisse
CATHERINE INGRAM
Ilustraciones de AGNÈS DECOURCHELLE
El padre de Matisse, Émile Hippolyte, abrió su tienda de semillas en 1870, y, aprovechando la expansión de la ganadería comercial, su pequeño establecimiento se convirtió en un floreciente negocio de comercio al por mayor. La familia vivía encima de la tienda, y los niños tenían que colaborar; había que cargar sacos y pesar semillas, y el establecimiento tenía que estar limpio y barrido.
Matiss Mat is e soñ o ba con escaparse. Más adelante, en su obra, oña lo pá los p jar aros y los peces evocarán un sentimiento de alivio.
La carga de pesados
Matisse nunca olvidó
sacos fue lo que con toda
la furia de su padre.
probabilidad causó la grave hernia por la que Matisse fue hospitalizado en 1889.
Aunque el negocio familiar protegió a Henri y a su hermano menor de la desalentadora realidad de las fábricas del pueblo, Émile podía ser muy violento; trataba a sus hijos a gritos para que trabajaran más duro y más rápido. Matisse se encerró en su mundo imaginario. En la tienda se vendían animales que probablemente también lo cautivaron, como los peces de colores y los exóticos pájaros, que más adelante aparecerían en su obra.
Matisse decía que su vocación artística En 1874, el
provenía de su madre,
hermano menor
que tenía un negocio
de Matisse,
paralelo de tazas
Émile, murió.
de té pintadas a mano.
Matisse convirtió un viejo cajón en un teatrillo y, encendiendo azufre de la tienda de su padre, recreó la erupción del Vesubio.
«Solo So o hay yq que e atreverse»: e e se e el arte ec callejero eje o de e Bohain o La trayectoria artística de Matisse se enraíza sólidamente en la cultura artesana de Bohain. Como no había galerías de arte ni museos, las telas constituían su principal referencia visual. En la familia de Matisse había una tradición de tejedores de muchas generaciones y, en palabras de la biógrafa de Matisse Hilary Spurling, «llevaba las telas en la sangre». Combinación de artesanía tradicional y de diseño innovador, las telas de Bohain eran famosas en toda Europa y se utilizaron en casas de alta costura de París, como Chanel, durante buena parte del siglo XX. La perspectiva artística de Matisse era esencialmente «decorativa». Muchos consideran la decoración como una forma menor de arte, pero la actitud de Matisse era muy parecida a la de los artistas pop de finales fi del siglo XX: apropiarse de objetos cotidianos y convertirlos en arte, o encontrar arte en su interior. En Bohain, la industria textil formaba parte de una animada cultura callejera. Durante los meses de verano, las tejedoras manuales trabajaban en los portales; los artesanos intercambiaban ideas, y los telares inundaban las calles con exquisitos tapices de color. Para Matisse –un niño muy sensible–, todo eso debía de ser más vital y auténtico que el resto de las cosas que lo rodeaban, y sin duda, más vivo que los apagados colores del paisaje de Bohain.
El sott del pueblo p Matisse, al que le gustaba el bullicio de la vida callejera, divertía a sus amigos con su brillante mímica, imitando a los transeúntes. Cuando se convirtió en artista, la gente de Bohain opinó que carecía de talento y que sus pinturas eran torpes imágenes que no conseguían plasmar la realidad. Lo llamaban el sot («tonto») del pueblo. En muchos aspectos, Matisse parecía el típico loco: sensible, sabio y marginado. Sus bufonerías adquirieron una relevancia especial en su obra: siguiendo los métodos de un mimo, el pintor se identificaba fi tan intensamente con su tema que acababa por habitarlo. En sus propias palabras: «Cuando dibujas un árbol, tienes que sentir que de forma gradual vas creciendo con él». Las sombras del norte impulsaron a Matisse; al igual que una semilla enterrada, el artista estaba a punto de emerger y buscar la luz. El ferrocarril llegó a Bohain en 1855, y le ofreció una vía de escape para empezar una vida más allá del pueblo.
CHA CH CHA H AP PEL PE E LE LE DU DU R RO ROS OSAIR AI IR R E EN V E ENCE ENC «E «El El l El lo og gro ro ro má m ás i mp mpo m po p orta rt rtante ta n ta nte nt te te de de t to oda da m mi i vi vid vid id a a» a». ». ». A los os 77 77 añ año a ño ñ os, s, M Mat at a ti tiss is iss ss s se e mpe mp pe p ezó z ó el el p pr pro ro roy ye yec ect e to o m más má ás á s a am mb mbic bic bi ic i cios io io os so d e su de su v vi vid ida. id d a. a. E En n col co ol o lab abo a bo b ora rac rac ación ió i ón ón co on u n arqu a rqu rq rq qu u ite it i te t ecto, cto c to t o, d ir iri i ri r ig gió gi ió ió el e l di di dis is señ eño e ño ñ o d de e la la c ca ap pi pil il i ll la a y creó re r eó ó el el co co m mp mpl pl p le ejo ej jo j e es sq que qu uem ue ma a de dec de decora ec cora or o ra rati tiv t iv ivo, o, qu qu que ue e c co o mbi mb bi n bi na a vi vi vid id dr rie ri ie i e ra ra ras as s po p oli lic l ic icr rom om a om ad ada da d a s, s, bal b al ba a ldo dos d os osas as pin pi p in i nt ta tad ad d as, a s, t as ta ap pic pi i ic ce es s y e xq xq xqu qu u isi uisi is i si sitos to t os os t tr raba ab a ba b aj jo jos os s e en n m me eta t al tal a l. l.
Mat Ma Mat atiss tis iss ss s se creí r ía a que ue Dio Di os lo g uia i ba. b a. a Re R efle ej jo jo d las de las s ca cated ted te ted d ral al ales les es del de d el e Kre Kr K re r e mli i n, n, la a cap ca c a il apil ill i l ll la ofr of fr frece re ece ce e un en encue cu uen nt ntr tr t o í nt ínt timo m . L os s t to ton on no os s cálido cál ál lid ido i dos d res r e esu esuen ue uen en a an, n mient m ient mi nt ra nt ra s q ras qu ue otr o tr t os os recuer rec e uer rdos dos o ta t a mb mbi bi b ién én en ent ntra ran en n ju u ego e . De eg las l as exces ex xces cesiva a s vidr vidrier idr dr rier ieras, a s, as as, M isse Mat i sse d ij iss ijo jo o: «Es E c co com om o mo un u n á árb rb o r ol l del de de el l pa pan». n ». n».
El a El art rt tis ist ista st a b usc us s c ó si sc in n d de des escans es ca can a n so an so un cri c ri r i sta sta t a l colo colo ol l r re rea ea do do q que ue e ar a r roj rojar a ra ara r re refl flejos ej e jos os iri idis di d i sce is cen entes es ro es r jo jos s y azu zul zu le les es e es en n el l su su elo suelo lo o. Y el azul tenía í que ser el que «se puede ver ve v er en el brillo de las s alas de las maripo mar iposas o en la llama del azufre». ipo
Matisse soñaba con «un arte de equilibrio, de pureza, de serenidad…». Su trayectoria constituyó un meticuloso intento de encontrar el orden en medio del caos y la miseria, así como de afirmar la riqueza y la belleza de la vida. Vivió con intensidad y percibió cosas que normalmente no vemos… Una sobrecarga de sensaciones: los vivos colores nos refrescan mientras se desata una energía poderosa y ceremonial.
ISBN 978-84-9801-820-2
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