Woody Allen

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UNA RETROSPECTIVA

TOM SHONE


Para Kate TS

Título original: Woody Allen. A Retrospective Edición Collin Webb, Joanne Rippin, James Hodgson Dirección artística Bernard Higton Edición de fotografía Emma O’Neill Traducción Remedios Diéguez Diéguez Revisión de la edición en lengua española Llorenç Esteve de Udaeta Historiador de cine

Coordinación de la edición en lengua española Cristina Rodríguez Fischer Primera edición en lengua española 2015 © 2015 Art Blume, S. L. Av. Mare de Déu de Lorda, 20. 08034 Barcelona Tel. 93 205 40 00 Fax 93 205 14 41 E-mail: info@blume.net © 2015 del texto Tom Shone © 2015 Palazzo Editions Ltd., Bath I.S.B.N.: 978-84-9801-836-3 Impreso en China Todos los derechos reservados. Queda prohibida la reproducción total o parcial de esta obra, sea por medios mecánicos o electrónicos, sin la debida autorización por escrito del editor. WWW.BLUME.NET Este libro se ha impreso sobre papel manufacturado con materia prima procedente de bosques de gestión responsable. En la producción de nuestros libros procuramos, con el máximo empeño, cumplir con los requisitos medioambientales que promueven la conservación y el uso responsable de los bosques, en especial de los bosques primarios. Asimismo, en nuestra preocupación por el planeta, intentamos emplear al máximo materiales reciclados y solicitamos a nuestros proveedores que usen materiales de manufactura cuya fabricación esté libre de cloro elemental (ECF) o de metales pesados, entre otros.

Nota del autor Me gustaría dar las gracias a Woody Allen por su amabilidad al responder algunas de mis preguntas para este libro; a Leslee Dart por su ayuda; al Sunday Times por enviarme a entrevistar a Allen a París en 1997; a la revista Elle por volver a ponerme en contacto con el cineasta en 2011; a Rachel McAdams por su aportación sobre el rodaje de Midnight in Paris, y a Eric Lax, cuya biografía y libro de entrevistas con el director ha resultado ser una valiosa fuente de información. Debo mencionar también The Complete Prose of Woody Allen, de Woody Allen; The Reluctant Film Art of Woody Allen, de Peter J. Bailey; Woody Allen on Woody Allen (Woody por Allen), de Stig Björkman; Woody Allen: Interviews, editado por Robert E. Kapsis y Kathie Coblentz; Then Again (Ahora y siempre: memorias), de Diane Keaton; What Falls Away (Hojas vivas - Memorias), de Mia Farrow; Woody: Movies from Manhattan, de Julian Fox; Woody Allen on Location, de Thierry de Navacelle; When the Shooting Stops, de Ralph Rosenblum; Woody Allen, de Richard Schickel; The Films of Woody Allen: Critical Essays, editado por Charles L. P. Silet, y Critical Mass, de James Wolcott.

Páginas 2-3: retrato de Nicholas Moore, 2003. Fuentes de las citas de las cubiertas Solapa anterior: On Being Funny: Woody Allen and Comedy, de Eric Lax (Nueva York, Charterhouse, 1975). Contracubierta: Woody Allen on Woody Allen, de Stig Björkman (Nueva York, Grove Press, 1993).


Contenido 6 Introducción 14 Los primeros años 28 Los años en Hollywood 34 44 50 56

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Take the Money and Run (Toma el dinero y corre) Bananas Play It Again, Sam (Sueños de un seductor) Everything You Always Wanted to Know About Sex... (Todo lo que siempre quiso saber sobre el sexo...) Sleeper (El dormilón) Love and Death (La última noche de Boris Grushenko) Annie Hall Interiors (Interiores) Manhattan Stardust Memories (Recuerdos) A Midsummer Night’s Sex Comedy (La comedia sexual de una noche de verano) Zelig Broadway Danny Rose The Purple Rose of Cairo (La rosa púrpura de El Cairo) Hannah and Her Sisters (Hannah y sus hermanas) Radio Days (Días de radio) September Another Woman (Otra mujer) Crimes and Misdemeanors (Delitos y faltas) Alice Shadows and Fog (Sombras y niebla) Husbands and Wives (Maridos y mujeres) Manhattan Murder Mystery (Misterioso asesinato en Manhattan)

188 Bullets Over Broadway (Balas sobre Broadway) 196 Mighty Aphrodite (Poderosa Afrodita) 200 Everyone Says I Love You (Todos dicen I Love You) 2 06 Deconstructing Harry (Desmontando a Harry) 208 Celebrity 212 Sweet and Lowdown (Acordes y desacuerdos) 218 Small Time Crooks (Granujas de medio pelo) 220 The Curse of the Jade Scorpion (La maldición del escorpión de jade) 222 Hollywood Ending (Un final Made in Hollywood) 226 Anything Else (Todo lo demás) 228 Melinda and Melinda (Melinda y Melinda) 232 Match Point 238 Scoop 240 Cassandra’s Dream 242 Vicky Cristina Barcelona 250 Whatever Works (Si la cosa funciona) 252 You Will Meet a Tall Dark Stranger (Conocerás al hombre de tus sueños) 254 Midnight in Paris 260 To Rome with Love (A Roma con amor) 264 Blue Jasmine 270 Magic in the Moonlight (Magia a la luz de la luna) 272 Irrational Man 274 276 278 286

Woody Allen: actor Avance Filmografía Créditos de las fotografías y agradecimientos


Izquierda: Virgil intenta deshacerse de un chantajista simulando que unos cartuchos de dinamita son en realidad velas. Página siguiente: «¡Muy bien, ha llegado el momento de separarse!». El grupo de encadenados a la fuga.

Entrevistador: ¿Cómo surgió la idea? [para Take the Money and Run]. W. A.: Yo estaba colocado por fumar copos de maíz polacos. Se me ocurrió de repente. Entrevistador: Entiendo. ¿Qué puntuación le daría a la película? W. A.: Es mejor que la obra maestra de Fellini Qué dulce es mi dedo, pero no tan buena como la tragedia griega de Bergman, Más allá de la caspa. «No quiero que la gente diga que he tomado un poquito de este director y un poquito de este otro [...]». Y Margolin le interrumpió: «Pero Wooood, eso es exactamente lo que has hecho». El 18 de agosto se estrenó la película en el Playhouse, en la 68th Street. Era una pequeña sala de arte y ensayo que se dedicaba sobre todo a películas extranjeras, pero Allen rompió todos los récords y la película se estrenó en más cines. Los críticos estaban encantados. Newsweek describió la cinta como «una sinfonía estúpida capaz de devolver la chispa a la vida». En The New York Times, Vincent Canby la calificó como «algo muy especial, excéntrico y divertido». Solo Pauline Kael se mostró quisquillosa porque en la incapacidad de Allen para mantener a su mujer vió cierto masoquismo que olía al patetismo del corazón solitario de Chaplin. «Queremos que consigas la chica al final», le dijo a Allen después de ver la película. «No queremos que fracases. Tienes un concepto distinto de ti mismo».

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El concepto que Allen tenía de sí mismo estaba viviendo una revolución procedente de otra fuente después de conocer a la colaboradora que daría un nuevo orden a su comedia, a su carrera, a la forma misma de sus películas. Su impacto sería tan grande, de hecho, que podríamos dividir la carrera de Allen en antes de Keaton y después de Keaton. El director conoció a la actriz de veintidós años en una audición para el papel de Linda en la representación de Play It Again, Sam en Broadway. Keaton, que jugueteaba con su pelo y se frotaba la nariz, iba vestida con un jersey de fútbol, una falda, botas militares y medias. «Una auténtica palurda; el tipo de chica que se comería ocho chicles a la vez», la describió Allen. «No me sentí atraído por ella, pero tampoco sentí rechazo». Keaton, en cambio, sí se sintió embelesada al instante por el cómico, que por entonces ya era conocido. «Mi estrategia era obligar a Woody a que yo le gustase»,


Derecha: como espermatozoide preparándose para lo desconocido en el último sketch, «¿Qué sucede durante la eyaculación?».

del travestismo que, en términos de desarrollo dramático, se agota a sí mismo de un plumazo. Se trata de la vertiente más conservadora del humor de Allen, sin su personaje apocado que se ríe de sí mismo para suavizar lo que ahora parece torpemente estrecho de miras. En el quinto sketch, sobre los pervertidos sexuales, se retoma el hilo. Allen presenta una parodia de un concurso de televisión en la que un jurado (Regis Philbin, Toni Holt, Robert Q. Lewis y Pamela Mason) intenta adivinar la perversión de un concursante. El sexto episodio, que se pregunta si son precisos los descubrimientos de los médicos que se dedican a la investigación sexual, llega al clímax cuando Allen es perseguido por un pecho gigante fuera de control (una parodia de The Blob, pasada por el tamiz de Philip Roth).

El séptimo, «¿Qué sucede durante la eyaculación?», es ya un clásico por derecho propio. Un centro de control con aspecto de oficina de la NASA observa una cita entre una pareja; el centro se encuentra en el interior del cuerpo del hombre («Que el estómago proceda a la digestión de los fetucchini»). Finalmente, la pareja se dispone a tener sexo en el coche («Erección a 45 grados y subiendo») mientras una fila de espermatozoides se prepara para lo que viene. Uno de ellos es un nervioso Allen que se pregunta: «¿Y si se estuviera masturbando? ¡Saldría disparado al techo!». Los decorados y el vestuario blancos, el juego con la escala, la polaridad entre mente y cuerpo, lo gracioso que resulta Allen con cualquier tipo de casquete o tocado... Todo apunta hacia Sleeper.

EVERYTHING YOU ALWAYS WANTED TO KNOW ABOUT SEX (TODO LO QUE SIEMPRE QUISO SABER SOBRE EL SEXO)

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Sleeper El dormilón 1973

«No sé qué diablos hago aquí. Tengo 237 años, debería estar cobrando de la seguridad social». Tras ser conservado criogénicamente después de una operación quirúrgica chapucera, Miles Monroe despierta de nuevo doscientos años más tarde.

El estreno de Sleeper pilló a Allen en un estado de ánimo optimista. «Sleeper es una película que todo niño americano debería ver y encontrar divertida», afirmó. «Es el tipo de película que yo veía de pequeño, y me encantaban. No quiero limitarme al humor intelectual, sobre todo porque mis credenciales intelectuales son inexistentes. Chaplin tenía algunos chistes muy hip. Estoy cansado de que esa gente de la Third Avenue me considere especial». La idea inicial era todavía más ambiciosa: una película de tres horas dividida en dos partes. En la primera mitad conoceríamos a Miles Monroe, propietario del establecimiento de comida sana Happy Carrot, en Bleecker Street (Nueva York). Monroe debe someterse a una operación rutinaria de úlcera péptica, pero acaba cayéndose en una cuba de nitrógeno criogénico. A continuación vendría un entreacto, y la segunda parte ocurriría en el futuro, doscientos años más tarde. Allen dedicó a ello cuarenta páginas y se detuvo. «¿Realmente quiero escribir una película solo para poder caerme en una cuba de congelante?», se preguntó. «Pensé: vamos a hacer la segunda mitad, vamos a hacer solo el futuro, cuando el tipo se despierta». Allen comentó su idea a Marshall Brickman, un guionista de televisión a quien había visto tocando el banjo en el Bitter End durante su etapa de monologuista. El punto fuerte de Brickman era la narrativa; sabía cómo llegar desde A a B y C. Se sentaban en el salón de Allen y charlaban durante una hora o una hora y media. Después, uno de ellos decía: «Venga, vamos a dar una vuelta», y salían a tomar el aire sin dejar de plantear nuevas ideas. Allen quería que los ciudadanos del futuro tuviesen prohibido hablar, lo que convertiría a la cinta en una especie de película muda frustrada. También quería rodar gran parte del metraje en Brasilia, la futurista capital de Brasil. Finalmente, tuvo que conformarse con Denver, el desierto de Mojave y el viejo solar de Pathé Selznick en Culver City, donde Allen se refugió en el que fuese el camerino de Clark Gable, una bonita cabaña de tres

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Stardust Memories Recuerdos 1980

«Nos encanta su trabajo. Mi mujer ha visto todas sus películas». «Me gustan sobre todo las primeras, las más divertidas». El atosigado director Sandy Bates se abre paso entre la multitud de fans que acuden a saludarle durante un evento cinematográfico.

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«Trata sobre el malestar de un hombre sin un centro espiritual, sin conexión espiritual», explicaría Allen acerca de Stardust Memories. «Toda la película transcurre de manera subjetiva en la mente de un personaje al límite del colapso, atormentado, con dudas, y que al final se desmaya debido a sus imaginaciones sobre todas esas cosas oscuras. Tiene una terrible conciencia de su propia mortalidad. Ha logrado cosas, pero no significan nada para él». Allen renunciaría a las lecturas autobiográficas de Sandy Bates para siempre, pero en 1979 ya había experimentado (como Sandy) suficiente riqueza y fama para saber que no servían para sobornar a sus demonios. El personaje de Allen adquiere dos apartamentos en la 5th Avenue y los llena de cuadros de Picasso y de expresionistas alemanes. También adquiere un Rolls-Royce y abonos para los Knicks. Deja de llevar dinero encima (recurre a sus amigos si necesitaba algo suelto) y comienza a mostrarse molesto con la gente que le persigue para pedirle autógrafos. Stardust Memories surgió principalmente de un fin de semana de abril de 1973 en el que Allen viajó a Tarrytown, Nueva York (aproximadamente a una hora al norte de Manhattan) para dar una charla en unas jornadas cinematográficas organizadas por Judith Crist, crítica de cine de la revista New York. Durante el evento, Allen fue asediado por los fans que le pedían autógrafos o que leyese un texto. Un estudiante de Derecho de Yale le pidió que fuese a New Haven y actuase como experto en kárate en un simulacro de juicio. «Estoy aquí haciendo lo que puedo como favor a Judith Crist, que me cae muy bien, y pensé que de esto podría salir una película divertida», afirmó. Aquella noche, al otro lado de la pared de su habitación escuchó a una pareja discutiendo sobre sus películas. La mujer leía en voz alta, con un acento judío exagerado, su obra breve titulada Death Knocks. A Allen se le ofreció cambiar de habitación, pero rechazó la oferta ante la curiosidad de escuchar qué decía la pareja. Parte de esta escena acabaría siendo material para la película, Judith Crist incluida (aparece en una de las


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Derecha: las dos tramas principales se entrelazan en la última escena, cuando Judah y Cliff finalmente se encuentran. Página siguiente: «—Pondrá un poco de distancia. —Unas 3.000 millas para ser exacto». Cliff se queda de piedra cuando Halley le comunica que se marcha a Londres.

de su carrera. Ensalzado en su país y fuera, ganador de todos los premios que un director de cine podría desear, Allen tenía más en común con los Lester de ese mundo que con el apesadumbrado Cliff. Lester es Allen reflejado en un espejo distorsionador: liberado de la inseguridad, aceptando con entusiasmo los aplausos, disfrutando de su éxito como Allen nunca supo hacer. «Cuando monto una película que disfruta de alguna aceptación, inmediatamente sospecho de ella», afirmó Allen. «Una cierta respuesta positiva me hace sentir cómodo y orgulloso. Más allá de eso, empiezo a sentirme seguro de que una obra realmente delicada, sutil y con cierta profundidad no debería ser tan popular». Como si pretendiese demostrar que tenía razón, Crimes and Misdemeanors recibió grandes elogios a raíz de su estreno, en parte porque los críticos sintieron un gran alivio al ver a Allen de regreso,

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lamentándose como si fuese 1977. John Simon definió la cinta como «el primer éxito de Allen que une drama y comedia, trama y subtrama» en el New York Times (un sinsentido obvio). De hecho, las dos mitades de la película son casi independientes; están unidas únicamente por el tema hasta la escena final en la que Cliff y Judah por fin se encuentran: el pecador, azotado por la culpa, y el perdedor bondadoso que se autoflagela, sentados en un taburete de piano, reflexionando sobre las maldades del mundo. En el guion, la escena estaba protagonizada por Judah y Ben, el rabino, pero Waterston no estaba disponible para rodar y Allen ocupó su lugar. Ahora es imposible imaginar la escena de otro modo. Resulta tan amable, el rostro de Allen grabado en las delicadas sombras de Nykvist, que casi podría estar hablándose a sí mismo, como en realidad hace en cierto modo, con un superego en plena forma.


visto nada tan bonito en mi vida». Cualquier novelista estaría familiarizado con las libertades que se toma Allen respecto a su propia historia, así como con la diversión que provoca con las distorsiones de los recuerdos en Radio Days. No basta con describir la película como «nostálgica», si es que se utiliza como un halago eufemístico. Junto con otras joyas de su trabajo como guionista en los ochenta (Zelig, The Purple Rose of Cairo y Broadway Danny Rose, con la que comparte el ambiente de historia oral, de las historias que se van exagerando a medida que se cuentan una y otra vez), las marcas provocadas por esas exageraciones

en Radio Days son la historia. De ahí los tres finales distintos para la historia de Sally atrapada en el tejado del St. Regis con el lascivo Roger (David Warrilow), cada versión más abarrotada que la anterior, hasta que finalmente parece una fiesta de los «All Star Woody Allen»: a Farrow se le unen Jeff Daniels, Wallace Shawn y Tony Roberts, a quienes también vemos en la fiesta de Año Nuevo de 1944 con champán mientras un sombrero gigante iluminado con bombillas se alza sobre Broadway. No podríamos tener una recreación mejor del interior de la cabeza de Woody Allen en un momento cualquiera de un día cualquiera.

RADIO DAYS (DÍAS DE RADIO) 151


Manhattan Murder Mystery Misterioso asesinato en Manhattan 1993

Allen y Diane Keaton como Carol y Larry Lipton, el matrimonio que hace las veces de detectives en esta película rodada con «restos reciclados» de Annie Hall.

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Allen llevaba mucho tiempo acariciando la idea de reunir a los personajes de Annie Hall para ver en qué se habían convertido («Había guardado algo de metraje del original, así que podía mostrar el antes y el ahora», pensó Allen en una ocasión), pero Manhattan Murder Mystery fue lo más cerca que estuvo de esa idea. La película fue una adaptación de una de las partes desechadas de la historia que no utilizó en 1977: la parte en la que Annie y Alvy se ponen los sombreros de detectives para resolver un asesinato en el edificio donde ella vive. Por entonces, Allen le dijo a su compañero Marshall Brickman que podía quedarse la historia y hacer con ella lo que quisiera, pero no salió nada. Quince años más tarde, mientras recuperaba ideas, Allen llamó a Brickman y le preguntó: «¿Por qué no intentamos darle forma a esto?». Que Allen regresara a la escena de su mayor éxito de taquilla y de crítica tras su ruptura con Mia Farrow no sorprende a nadie, aunque la película fue escrita en un principio con Farrow en mente para el papel de Carol. Con el caso judicial por la custodia de sus hijos empezando en agosto de 1992, Allen llamó a Diane Keaton en otoño del mismo año y le pidió que participase en la película. Keaton aceptó de inmediato y voló a Nueva York. «Recibió un millón de llamadas mías y me prestó su hombro», recordaba Allen. «Fue divertido trabajar con ella. Fue una gran terapia para mí, un gran paliativo». Con Keaton en el papel, el tono y la dirección de la película cambiaron. «Es una gran cómica tan grande, tan brillante, que el énfasis cambió por completo. Se convirtió en la protagonista cómica. Mia era capaz de hacer comedia y tenía un maravilloso sentido cómico. Pero yo soy más cómico que ella. Y Keaton es más cómica que yo; tiene una personalidad más magnética y divertida en la pantalla. Yo podría pasarme el año trabajando y asignarme miles de frases divertidas, pero cuando la cámara la enfoca a ella, eso es lo que quieres ver. Creo que está muy cerca de Judy Holliday, es la mayor cómica de cine que hemos tenido».


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Deconstructing Harry Desmontando a Harry 1997

Originalmente titulada The Worst Man in the World (El peor hombre del mundo) hasta que Allen descubrió que ese título ya estaba cogido, Desconstructing Harry volvió a abordar el tema de la inmoralidad del artista que exploró por primera vez en Bullets Over Broadway. «En tanto que el protagonista evoluciona dentro de su propia realidad, la que él manipula, todo está bien», afirmó. «Cuando la abandona, cuando tiene que enfrentarse al mundo real, donde la gente no canta ni baila por la calle, vemos que su vida es un completo desastre: es autodestructivo, hace sufrir a todo el que

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tiene cerca, vive en un estado de exceso permanente, es adicto a los barbitúricos, es adicto al sexo. Eso es lo que le ocurre al personaje cuando deja de transformar la realidad en función de sus deseos». Allen realizó la correspondiente prueba a varios actores (Elliott Gould, Dennis Hopper, Robert De Niro, Dustin Hoffman, Albert Brooks) y acabó probando él mismo a interpretar a Harry Block: un misántropo, mujeriego, desgraciado y celebrado novelista que reparte sus miserias entre tres esposas, seis psiquiatras y numerosas novias cuyas vidas utiliza para su ficción. «Contigo todo es nihilismo, cinismo, sarcasmo y orgasmo», le dice su hermana Doris (Caroline Aaron). «¡En Francia podría presentarme a las elecciones con ese eslogan y ganar!», responde Harry. La trama, que incluye una ceremonia de entrega de premios a su alma máter para la que Harry no encuentra a nadie que quiera acompañarle, excepto una prostituta (Hazelle Goodman), es en realidad un gancho para presentar una serie de sketches sacados del cajón de los descartados de Allen. En la película, las ficciones de Harry cobran vida. Una de las mejores es la que trata sobre un actor (Robin Williams) que está desenfocado. En otra, la muerte acude a buscar al hombre equivocado, y otra de las ficciones presenta la llegada al infierno en un ascensor («Séptima planta: medios de comunicación. Lo sentimos, esta planta está llena»). Este último episodio se descartó de Annie Hall. Existe una sensación de liberación en la construcción «a trozos» y en el guion plagado de lenguaje vulgar, como si Allen,


Superior: el trabajo de Allen penetró en un nuevo territorio con esta tórrida escena bajo la lluvia. Derecha: Match Point fue la primera película de Allen con Scarlett Johansson, pero no sería la última.

Weekly, Owen Gleiberman definió la película como «el regreso más importante a la forma de un director desde que Robert Altman rodase The Player (El juego de Hollywood)». La película no fue tan bien acogida por la crítica británica, ávida de enfrascarse en una lucha territorial sobre aspectos como la localización y el idioma. Peter Bradshaw comentó en el Guardian que «los diálogos están escritos en una especie de inglés pijo que Allen parece haber aprendido de un manual de Berlitz». Por su parte, Jason Solomons se lamentó en el Observer de que la película «transcurre en un Londres reconocible, pero que en realidad no existe». Y uno solo puede decir una cosa al respecto: bienvenidos al club. Hace muchos años que se dice eso sobre la Nueva York de Allen. A él, en cualquier caso, no pareció importarle mucho.

«Hay sexualidad sin mostrar nada de sexo. Te haces una idea. Así es más divertido. El sexo real, puedes ver todo el que quieras. Parece como unos pistones o un taladro neumático, pero rara vez resulta sexy». MATCH POINT 237


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Vicky Cristina Barcelona 2008

En el rodaje con Javier Bardem (Juan Antonio), Penélope Cruz (María Elena) y Scarlett Johansson (Cristina).

«Empecé con Barcelona, con Penélope, y ya acariciaba la idea de recurrir a Scarlett», afirmó Allen acerca de Vicky Cristina Barcelona, un proyecto iniciado a raíz de que unos inversores preguntaron a Allen si le gustaría rodar una película en Barcelona con financiación del gobierno autonómico. «No tenía ninguna idea. Una o dos semanas más tarde me llamó Penélope Cruz. No la conocía; quería que nos encontrásemos y estaba en Nueva York. Solo la había visto en Volver, nada más. Pensé que estaba estupenda en aquella película, y ella me dijo que se había enterado de que iba a rodar en Barcelona y que le gustaría participar... Después supe que Javier también estaba interesado, así que la historia fue tomando forma. Y casi fue por los actores que se fueron incorporando». En un principio, Allen se mostró reacio a contratar a Johansson de nuevo, tan poco tiempo después de Match Point y Scoop. «Aunque estaba como loco con ella, y creo que realmente quería tenerla en la película, nos los pensamos dos veces», explicó Juliet Taylor. «Pensábamos que teníamos que hacer algo distinto, que no debíamos seguir tan rápido la estela de las otras películas. Así que buscamos muy, muy bien para intentar dar con otra actriz. Y en un momento dado nos dimos cuenta de que estábamos dando vueltas porque nos estábamos fijando en personas mucho menos interesantes, que no podían aportar tanto como ella». El rodaje en España atrajo a muchísima gente. Allen, muy animado con su joven reparto y con los placeres de trabajar en Barcelona, escribió un diario paródico para The Guardian. Era la primera vez que escribía ese tipo de texto desde que lo hizo durante el rodaje de Love and Death para Esquire: 5 de junio El rodaje no ha empezado con buen pie. Rebecca Hall, a pesar de ser joven y enfrentarse a su primer papel importante, es un poco más temperamental de lo que imaginaba y me ha prohibido que esté en el set. Le he explicado que el director tiene que estar

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Algunos directores terminan una película y se acabó. Es un éxito. Leen las críticas. Celebran una fiesta. Se produce una cierta sensación de alivio. Para mí es como moldear galletas. Acabo una película y paso a la siguiente .

WOODY ALLEN

ISBN 978-84-9801-836-3

Preservamos el medio ambiente • Reciclamos y reutilizamos. • Usamos papel de bosques gestionados de manera responsable.

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788498 018363


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