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DiálogosEducativos
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Leer sin discutir es como comer sin digerir ❙ Lectura a “vuelo de pájaro” sirve para detectar datos de interés
MARTHA RODRÍGUEZ
Abonar el terreno. Sin duda, la labor del docente debe estar orientada a la formación de un lector consciente, reflexivo, autónomo. En el tema de la lectura en clase, es preciso enseñar al alumno a buscar el sentido de cualquier texto a trabajar. La profesora Padrón considera que todo docente antes de evaluar la comprensión lectora debe enseñar a comprender, a interpretar y a elaborar resúmenes. “Es necesario expresar claramente a los estu-
Lisbeth Canga García
Crear ambientes lectores a, me, me mi, mo, mu… Mi mamá me ama, yo amo a mi mamá… Papá fuma la pipa… Quizás estos fonemas y frases te suenen familiares, te recuerden los comienzos de tu vida escolar…o cuando enseñaste a tu hij@ a reconocer las letras y apropiarse de la palabra escrita. Los padres y los maestros siempre hemos tenido un papel importante en el aprendizaje y enseñanza de la lectura y escritura de nuestros hijos y alumnos. Hoy en Diálogos Educativos insistimos en el tema de la lectura que nos tiene a muchos padres y maestros de cabeza. Pues para nadie es un secreto las alarmantes cifras de deserción y repitencia que se registran en muchas escuelas del país, cuya causa principal son las deficiencias en las habilidades y competencias lectoras en los alumn@s de los diferentes niveles de educación, desde inicial hasta universitaria. El aprendizaje inicial de la lectura viene de la mano del aprendizaje de la escritura. Y todos sabemos lo complejo que es este aprendizaje en los primeros años de escolaridad. Maestros y padres tienen que enfrentar este reto, ya que no se trata simplemente de decodificar un texto, o encontrar secuencias de acciones, ni siquiera de identificar la idea principal e ideas secundarias. Leer es mucho más que eso, es interrogar activamente un texto, construir su significado basado en las experiencias previas, esquemas cognitivos y propósitos del lector. Leer es en definitiva una práctica cultural. Un proceso interactivo donde intervienen tres elementos: texto, lector y contexto. Pero sobre todo el contexto social, comunitario, escolar y familiar juega un papel protagónico para garantizar el éxito. De allí la importancia de crear espacios y ambientes lectores y escritores que favorezcan el juego, la creación, el aprendizaje, la imaginación y el disfrute de experiencias para la vida. El desarrollo de estrategias que despierten actitudes positivas hacia el placer de leer, que presenten la lectura como una actividad emancipadora y vital que incentiva la inteligencia. El centro educativo, la comunidad y la familia han de convertirse en escenarios para el desarrollo de planes lectores, donde el niñ@ tenga contacto con libros que sean de su interés. Es importante que los más pequeños tengan mediadores entre ellos y los textos que aún no comprenden. Que se disponga de lugares propicios, frescos, iluminados, que garanticen un clima lector óptimo. Que se disponga de tiempos lectivos y no lectivos, que se incorpore lo fantasioso, lo real, lo imaginario, porque leer debe ser en definitiva un acto lúdico. Es necesario que se asuma el fomento de la lectura desde la corresponsabilidad: padres, madres, hermanos mayores, maestr@, bibliotecarios, libreros… todos debemos ser mediadores entusiastas entre el libro y el niñ@ que está aprendiendo a descubrir la lectura como acto fascinante de aprendizaje. ■
M
❙ Saber inferir es fundamental para estimular la comprensión Caracas. Al leer cualquier texto, llámese libro, periódico, cuento, revista… Enfrentamos nuestros conocimientos previos a un contenido dado por el autor que podemos o no reconocer. También adquirimos conceptos, compartimos ideas o visiones que no teníamos por entendido. Con esta descripción de lo que representa leer, se debe aclarar que la comprensión de la lectura es un proceso que requiere de un método y de un propósito claro del por qué y para qué leer, de lo contrario estaremos grabando en nuestra mente un tren de oraciones sin sentido. Para tener más claro este proceso, la profesora Olga Padrón Amaré señala que “la lectura supone una transacción en el sentido de que el lector actúa sobre el texto para darle significado y, a su vez, el texto actúa sobre el lector activando sus conocimientos acerca del mundo en general y del tema en particular, sus experiencias, recuerdos, emociones; dependiendo, claro está, de lo que el lector busca y espera encontrar en su lectura”. Esta relación lector-texto explica que cada vez que leemos un mismo texto lo leamos distinto, que un mismo texto pueda ser comprendido e interpretado de diversas maneras dependiendo de sus lectores.
✒ Visión Compartida
Compartir escritos con amigos motiva a la lectura voluntaria. JOSÉ
DÍAZ/ARCHIVO
REVISEMOS LO QUE MANDAMOS A LEER “No siempre es posible leer en un texto escolar. En las cartillas, por ejemplo, no se puede leer porque no hay una pieza de discurso significativa que leer. Como me decía Génesis, una niña de cinco años que conocí hace tiempo en Carayaca y que aprendió a leer en una colección de libros de la biblioteca pública, “ma, me, mi, mo, mu ¿qué dice? ¡Allí no dice nada!”. Por supuesto, donde no dice nada no podemos leer. Esto puede parecer obvio, pero no lo es. Aprender las letras no es primero, sino que hay que leer y escribir con ellos para que ellos puedan aprender las letras y aprender a escribir. “Si me preguntan un método para enseñar a comprender la lectura voy en línea con Lerner, se debe convertir las aulas en una microsociedad de lectores, donde se use la lectura con diversos propósitos: para investigar sobre un tema, para debatir ideas, para reír y disfrutar, para recabar y sistematizar información de interés, para reflexionar sobre un tópico, para entendernos… Ello implica que en el aula haya lectores y lectoras y muchos libros, revistas, periódicos, etc, y que exista una buena biblioteca escolar, que se ponga en uso”. Olga Padrón Amaré. diantes el propósito de la lectura, conversar sobre el título y sobre el tema de que se trata”. Para ello, es fundamental leer con los estudiantes en clase y crear un ambiente en el que se favorezca el intercambio y la confrontación de las ideas a partir de la lectura, la participación para exponer un juicio personal, punto de vista o para profundizar la lectura. “Como me decía acertadamente un estudiante de cuarto año del liceo -recuerda Olga Padrón- el buen docente debe saber cuándo es necesa-
rio intervenir para rectificar una interpretación. Por ejemplo, debe intervenir de último para no callar las voces de sus alumnas y de sus alumnos, debe intervenir para propiciar el debate respetuoso de las ideas, para recomendar otros textos, debe enseñarle a los alumnos y alumnas a hacerle preguntas a un texto y a hacerse preguntas frente a un texto”. Asimismo, para enseñar a leer los textos, la profesora indica lo fundamental que resulta enseñar a inferir, ya que permite construir el sentido para quien lo lee. ■
Gerente General de la Editorial Cadena Capriles