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Salud Canina
Tumores testiculares
más comunes en pacientes caninos domésticos
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pMVZ José Ricardo Arvizu Rodríguez Cabo
Foto: Pixabay
Introducción El testículo es una glándula sexual presente en los animales que pertenecen al sexo masculino, la cual tiene la función de producir espermatozoides con el fin de llevar a cabo la reproducción.
Tumor o neoplasia, se refiere al crecimiento anormal de un tejido, esto ocurre cuando las células se multiplican más de lo normal. Los tumores testiculares se refieren al crecimiento anormal de las células presentes en los testículos.
La incidencia de tumor testicular en caninos es más común que en otros animales. Este tipo de tumores son la segunda neoplasia más frecuente en esta especie. El hallazgo suele ser incidental en la exploración física al acudir a consulta con el médico Veterinario Zootecnista.
Los tres tipos de tumores testiculares más comunes son: tumor de células de Sertoli, seminomas y tumor de células de Leydig.
Dependiendo del tumor es la actividad hormonal que produce; es decir, si el tumor produce estrógenos, observaremos una signología de feminización en los pacientes.
Existen razas con mayor riesgo a presentar tumores testiculares, por ejemplo: Bóxer, Chihuahueño, Pastor Alemán, Pomeranian, Caniche enano y mediano, Schnauzer miniatura, Pastor de Shetland, Husky Siberiano y Yorkshire Terrier. Mientras que razas como: Beagle, Labrador Retriever y mestizos, tienen menos probabilidades de presentar este tipo de tumores.
Desarrollo Tumor de células de Sertoli Suele ser más común en caninos domésticos machos de edad avanzada (entre los 9 y 12 años de edad), tanto en animales con testículos descendidos como con criptorquidia (es decir, con testículos sin descender), resultando en estos últimos ser más común este tipo de tumores, incluso a edad temprana, debido a las malformaciones que el testículo sufre al no descender.
Con este tipo de tumores podemos observar signología de feminización (adquisición de rasgos femeninos), pérdida del pelo, pelaje seco, aumento de tamaño en las glándulas mamarias, prepucio penduloso, atracción de machos, esto debido a la secreción de estrógenos que producen los tumores y los testículos pueden percibirse duros.
Figura 1. Puede observarse pérdida de pelaje en la zona del abdomen y signos de feminización.
Seminomas Los testículos pueden sentirse duros o blandos, de tamaño variable (2-10 cm). Puede haber incidencia de enfermedad prostática y/o neoplasia perineal, así como puede inducir síndrome de feminización, pero en menor frecuencia que los de Sertoli. Esto debido a la producción preferencial de andrógenos, aunque en ocasiones suele haber secreción de estrógenos.
Figura 2. Puede apreciarse en la imagen la zona del tumor bien delimitada de un color rojizo, así como el tejido sano del testículo.
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Tumor de células de Leydig Estos tumores no suelen modificar la apariencia de los testículos, pasan desapercibidos. Pueden provocar una alteración hormonal caracterizada por hiperandrogenismo, que provoca alteraciones dermatológicas como: seborrea, hiperpigmentación y alopecia. También llegan a provocar hiperplasia de las glándulas perianales, hiperplasia de próstata, hiperexcitación sexual y aumento de la agresividad.
Diagnóstico Debe basarse principalmente en el examen físico general, así como en los signos clínicos que el perro presente. El MVZ puede valerse de estudios radiográficos y/o ecográficos para confirmar su diagnóstico y buscar posibles metástasis en órganos como ganglios linfáticos sublumbares, hígado y bazo.
El diagnóstico definitivo debe realizarse mediante histopatología.
Figura 3. Esta imagen es de un estudio ultrasonográfico realizado en la FCM por el área de Reproducción, en el que podemos observar un tumor testicular en un paciente canino de raza Pastor Alemán, en la parte inferior de la imagen pueden observarse las medidas del tumor. Figura 4. Esta imagen es de un estudio ultrasonográfico realizado en la FCM por el área de Reproducción, en el que podemos observar un tumor testicular en un paciente canino de raza Dogo de Burdeos. Puede apreciare en la parte inferior izquierda las medidas del tumor.
Imagen cortesía: MC MVZ Arturo Amaro.
Fotografía Cortesía: MVZ Roberto Bibiano Tenorio. Tratamiento Para este tipo de patologías se recomienda realizar la castración en el paciente y que se retiren ambos testículos. Esto ayudará a eliminar las alteraciones hormonales inducidas por los tumores.
Figura 5. En la imagen puede observarse claramente en la parte izquierda el testículo que presenta el tumor y a la derecha, el testículo atrofiado.
Fotografía: Cortesía M. en C. M.V.Z. Arturo Amaro Romero. Figura 6. En la imagen se puede observar un paciente de raza Dogo de Burdeos al cual se le realizó orquiectomía por presencia de tumor testicular.
Fotografía: Cortesía M. en C. MVZ Arturo Amaro Romero.
Conclusión Por lo general, una vez realizada la orquiectomía (cirugía para retirar testículos) el perro tiene un buen pronóstico, a menos que exista metástasis. Por esto es importante que los perros asistan a revisión con el médico Veterinario Zootecnista por lo menos dos veces al año, para realizar un diagnóstico oportuno y preciso en caso de presentar alguno de estos padecimientos, ya que esto es la base del éxito del tratamiento.
Se sugiere que la castración se realice después de los seis meses de edad, ya que de esta manera ayudará a prevenir no solamente las enfermedades antes mencionadas, sino también a controlar la población de animales en situación de calle, como beneficio extra para la salud pública.
Es altamente recomendable que animales con criptorquidismo sean esterilizados y no se utilicen con fines reproductivos, ya que esta condición puede ser heredable debido a un gen autosómico recesivo y favorecer la presencia de tumores en los testículos retenidos.
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Foto: Pixabay