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Parvovirus Canino

¿Existe una mayor predisposición en base al color de tu mascota?

pMVZ David Cano Delgado

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Introducci N

¿Qué es el parvovirus?

El parvovirus canino es una enfermedad infectocontagiosa que afecta principalmente a los caninos. Es un virus sin envoltura, pequeño, que posee una cápside esférica la cual se compone por tres proteínas: VP1, VP2 Y VP3; además, contiene una única hebra de ADN, es considerada una de las principales causas de muerte en cachorros no mayores a seis meses, esta enfermedad, cuyo origen se presenta desde el año de 1977, en criaderos de perros dentro de los Estados Unidos donde producía principalmente vómitos y diarreas con sangre, dentro de nuestro territorio, los primeros casos registrados surgieron a partir del año 1980, produciendo muertes en gran número de cánidos desde los primeros años en México.

¿Existe más de un tipo de parvovirus?

Así es, existen dos tipos de parvovirus que infectan a los cánidos. El PVC-1 (denominación por siglas que significan Parvo Virus Canine -1) es un virus relativamente apatógeno que provoca diarreas abundantes y constantes en la mayoría de los casos, e inflamación del músculo cardiaco, principalmente en cachorros jóvenes y también provoca neumonitis; por otra parte, el PVC-2 (Parvo Virus Canine -2), es el agente responsable de producir diarreas abundantes con la presencia de sangre en las mismas, debido a que tiene una rápida invasión y destrucción de las células en médula ósea y del epitelio de las criptas intestinales, en donde pueden presentarse casos de septicemia (infecciones generalizadas dentro del organismo, debido a que existe un foco infeccioso al interior del organismo, donde los agentes patógenos pasan a la sangre) y se produce la muerte.

¿Cómo se ve el parvovirus?

El parvovirus tiene una figura isométrica (completamente redonda), no poseen envoltura y contienen una cadena sencilla de ADN, además de esto, son virus resistentes al calor, pH, a cambios bruscos de temperatura, al éter, al cloroformo y a los ácidos, por lo cual, son virus cuya capacidad de supervivencia en el medio ambiente puede ser incluso durante más de 30 días, por lo que su infección se disemina con gran facilidad.

¿Cuáles son las vías de infección de esta enfermedad?

La principal vía de infección es la oral (boca), principalmente por la exposición con materia fecal contaminada, aunque se ha demostrado que el cuadro clínico puede transmitirse a través de la nariz, de forma intramuscular, intravenosa y subcutánea. A pesar de la abundante información respecto a la reproducción experimental de esta enfermedad, se desconoce la dosis mínima infectante. La eliminación del virus a través de las heces se puede producir durante dos semanas aproximadamente.

Posterior a la infección con el virus, el periodo de incubación oscila entre los cuatro y 14 días durante los cuales, aunque el hospedador sea asintomático puede excretar el virus. Los signos clínicos suelen aparecer poco tiempo después de que se ha iniciado la eliminación del virus en las heces dos o tres días siguientes a su aparición. Los signos clínicos tempranos son depresión, anorexia, fiebres y vómito.

¿Cuáles son sus signos clínicos?

1. De manera digestiva

Esta forma de signos clínicos se puede presentar en perros de cualquier edad, aunque sean adultos y ya hayan sido vacunados, ya que, si no se mantiene un calendario de vacunación vigente, los anticuerpos que produjeron en su momento disminuyen en número y, como consecuencia, da origen a un cuadro clínico de esta enfermedad.

Los signos más frecuentes que podemos llegar a observar son vómitos y diarreas, las cuales pueden llegar a ser en un principio de color café, aunque conforme la enfermedad va avanzando, puede llegar a presentar hematoquecias (diarreas con sangre, las cuales producen una deshidratación severa) y depresión por parte del animal. La anorexia (falta de alimentación) y fiebre, son de igual manera signos característicos de parvovirus canino.

De acuerdo con la revista de Ciencia Veterinaria, nos reporta evidencias de aquellos perros que no llegan a presentar hemorragia en las diarreas tienen un mejor pronóstico que aquellos perros que la presentan.

2. De manera cardiaca

Esta se produce únicamente en cachorros menores a las 12 semanas de edad, las afecciones cardiacas producidas por parvovirus canino tienen una alta tasa de mortalidad, aunque puede haber perros que logren sobrevivir a este tipo de afección, suelen tener secuelas más adelante, como miocarditis (inflamación del músculo cardiaco), la muerte de los cachorros que suelen padecer de esta presentación tienen una muerte súbita (repentina), sin presentar mayores signos.

¿Predisposición en base al color?

De acuerdo con un estudio realizado en la Facultad de Veterinaria, en la Universidad de Forestry, Bulgaria; se realizó un experimento del año 2004 al 2014, donde se inoculó el parvovirus en carnívoros, dentro del estudio se infectó a 262 perros, de los cuales se determinó que la cepa con mayor número de contagios fue producida por (PVC-2) en el 79.1 % de los casos, dentro de las razas con mayor predisposición a contraer parvovirus caninos son los perros que poseen un manto negro o color golondrino Pastor Alemán, Rottweiler (como las principales razas)

Doberman Pinscher, Pitbull, San Bernardo, Springer Spaniel y Labrador, esto es debido a que el sistema inmunitario en estos individuos tarda más en desarrollarse, estando completo hasta después de los siete meses de edad, esto puede ser por la ubicación geográfica en la que se encuentren. Además de que, los machos, tienen una probabilidad mayor de contraer el virus (52 %) a comparación de las hembras. (Filipov 2014)

Los signos clínicos asociados al parvovirus canino pueden variar desde una infección inoparente hasta una enfermedad mortal aguda, las razas más predisponentes a esta enfermedad son Rottweiler, Doberman, Labrador Retriver, Doberman Pischer y Pastor Alemán, parecen adquirir la infección con mayor facilidad, se desconoce la razón por la que estas razas son menos resistentes a este virus. (Schaer, 2006).

¿Existe alguna manera de prevenir el parvovirus canino?

La respuesta es sí, acudir al médico Veterinario para llevar a tu animal de compañía y tener una vacunación desde temprana edad (a partir de las ocho semanas), mantener un calendario de medicina preventiva al corriente (vacunas y desparasitación), evitar el contacto de tu mascota con animales que presenten signos de enfermedad, así como comederos y bebederos públicos, además de realizar visitas cada 6 meses como mínimo para asegurarte que tu mascota, además del parvovirus no esté cursando con alguna otra enfermedad, son algunas de las medidas que pueden ayudarte a prevenir que tu perro pueda llegar a contraer enfermedades.

Conclusi N

En conclusión, el parvovirus además de ser una enfermedad de suma importancia clínica que afecta en mayor medida a cachorros, y que representa una de las principales causas de muerte a temprana edad, cuenta con la capacidad de afectar en mayor medida a aquellas razas que poseen un manto negro o palomino. Por lo que es de suma importancia por parte de los propietarios que conozcan la importancia de esta enfermedad, decidan tomar acción al vacunar y mantener un calendario de vacunación vigente contra éste y otros agentes infecciosos.

Bibliograf A

• Mazzaferro, E. M. (2020). Update on Canine Parvoviral Enteritis. Veterinary Clinics of North America: Small Animal Practice.

Sykes, J. E. (2014). Canine Parvovirus Infections and Other Viral Enteritides. Canine and Feline Infectious Diseases, 141–151.

Flores C. R. (1987). Parvovirosis Canina y Aspectos de Inmunización. Revista de Ciencia Veterinaria 131-153.

• Mylonakis, M., Kalli, I., & Rallis, T. (2016). Canine parvoviral enteritis: an update on the clinical diagnosis, treatment, and prevention. Veterinary Medicine: Research and Reports, Volume 7, 91–100.

• Schaer, Michael. (2006). Medicina clínica del perro y el gato. Barcelona: Masson.

• Filipov, C., Desario, C., Patouchas, O., Eftimov, P., Gruichev, G., Manov, V., … Decaro, N. (2014). A Ten-Year Molecular Survey on Parvoviruses Infecting Carnivores in Bulgaria. Transboundary and Emerging Diseases, 63(4), 460–464.

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