Número 9 BOLETÍN LITERARIO
Septiembre 2013
O J O E D L A Mde la chicha al sol
CONTENIDO - De la chicha al sol - El libertador y yo Fernando Julio - América o geografía de una pena Frank Rozas - Aquel puñal que hiciste tuyo Javier Flores - Reunión de mitos Carlos E. Saldivar - Intruso David Majano - Incilio Andrés Díaz - Constructo Isabel Guerrero - Sobre la mujer del siglo XXI Ana Karina - La mujer del siglo XXI Ana Karina - Algunos apuntes sobre el nuevo pensamiento latinoamericano Eli Neira - El quetzalpapalotl Gabino Fonseca - Cadenas de sol / Un flash Maru Lombardo - Especial Murales - Entrevista a Philippe Carrera - Valparaíso, imágenes que hablan Felipe Muñoz
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Se nos hace difícil poder definir a ciencia cierta qué es este lugar. Latinoamérica, América antes del latín, o simplemente un territorio paradisiaco rodeado de selvas y animales, donde antes de la llegada de los señores invasores, los indígenas caminaban a pata pelá recorriendo los surcos y montañas, sin la necesidad de tener que pagar por ello. Como el pulmón del mundo, este espacio se ha llenado de un aire mágico, distinto al resto del globo. Colores, olores, sabores, ritmos y tanteos destacan con gran fuerza, permitiendo a sus habitantes vivir en la maravilla de lo especial y anecdótico. Pueblo que se identifica también, con la sangre y el sufrimiento; como hijos raptados en dictadura, nuestro padrastro occidental se ha
encargado de inculcar en nuestros corazones la razón, la religión y la ciencia, como únicas técnicas posibles para lograr “ser” personas, ignorando la raíz de lo que ya somos o fuimos. Perdidos hemos andado desde entonces, intentando llenar nuestro vacío con historias extrañas, llenas de misticismo y realidad. Mezcla que nace espontáneamente, y es que con un origen asesinado no nos ha quedado más remedio que inventarlo. Surge de este modo, la incomparable belleza de la literatura latinoamericana, superior en talento y contenido a cualquier intento extranjero. Cierto es, que en este territorio cualquier cosa puede suceder, desde abusos y tragedias hasta lo más increíbles milagros. Cultura bananera, solitaria, de sudacas e indios arrebatados, esta América solidaria, suele teñirse de comunidad y bondad, quizás por esto mismo ha sido tan fácil entrar a ella y explotarla. Y es que estamos rodeados de figuras e imágenes que nos invitan y obligan a no callar
las ansias por gritar al mundo nuestro retrato. Célebres autores y un sin fín de desconocidos artistas bañan estas tierras haciendo un bosquejo fiel de la diversidad que nos compone. García Márquez, Neruda, Rigoberta Menchu, Vallejos, Rulfo, Octavio Paz, Sábato, Benedetti, Mistral, Ángeles Mastretta, Martí, Carpentier, Rokha, Cortázar, Bolaños, Luis Sepúlveda, Serrano, Bombal, Esquivel entre muchos otros visten la historia con letras mágicas y a veces sangrienta, dejando ver que la palabra construye realidades y en esta gran superficie la realidad se vuelve sorprendente y legendaria. Nos corresponde no olvidarlo, como partícipes activos de esta gran patria latinoamericana debemos hacer un llamado de atención. Nuestra misión corresponde a la defensa de esta misma libertad de creación. Somos hijos de la gran Pachamama y a ella debemos vocación. En esta edición Mal de Ojo se abre camino para no aflojar el paso que va desde la chicha al sol.
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el libertador y yo El día que nací, murió el libertador de la patria. O sea, el 24 de octubre. Yo en lo mío, en el año 1972, y él en lo suyo en el 18... y tanto – no retuve los últimos dos número, debe tener relación con las vacaciones, el pensamiento anda más lento –, quizás era 1836, ni idea. Creo que si la duda persiste, buscaré; por ahora no. Realmente hay otra cosa que quiero saber, ni tan urgente, mero ocio intelectual (pá no confundirlo con el mero estar tirado en la hamaca, reflejos y sombras de hojas, etc. de por medio) “Elpore”, encontrada por ahí. “Esperanza” es lo que quiere decir (las comillas por identificación con su antecedente griego, y la mayúscula, mmmmmmmmmmmm, no se, quizás por lo mismo, aunque me late que no – que buena palabra ¡ ¡ ¡ LATE, porque es una corazonada, una sístole y una diástole, y bueno, todo eso). “Elpore”. ¿Será? ¿Será lo mismo que yo entiendo, siento por “esperanza”?. Si es así, será lo mismo que sintió el viejo Bernardo, esperando volver a la tierra, al cielo que quería ver. Si la muerte no se hubiese interpuesto, habría surcado el mar, habría hinchado los pulmones con el aire deseado. Pero entre la esperanza y la tierra estaba la muerte. A esa no se la pasa por el lado. ¿Qué tan cierta será esa frase: “la esperanza es lo último que se pierde”? A ver. Bernardo murió, eso es incuestionable, históricamente lo sabemos, y los que no lo saben, dirán que lo saben, pero que momentáneamente se les ha olvidado. Pero dejémosles, que hay infinidad de cosas que no hay que saber y ya. Al morir, sabemos que el último impulso que abandona al hombre – Bernardo en este caso –, es la esperanza. ¿El muriente la abandonó o él fue el abandonado? Remitamos a la voluntad, al querer, a la parte deseante de Bernardo. El Quiere, Desea volver. Tiene todas sus fichas puestas en la esperanza de volver. Pero eso no sucede. La esperanza está perdida. Otra cita frecuente: “se han perdido todas las esperanzas” y sus variables que se dan para evitar el lugar común y ensayar una mueca – sonrisa irónica. Esa esperanza se queda en la prolongación de la espera, la espera de cierto estado de cosas y la llegada de esta otra Sra. huesuda, guadaña en huesitos, capucha, sonrisa permanente y tú sin un par de chauchas para Caronte, obligao a cruzar a nado. ¿Se ha sabido de algo semejante en la mitología? Un par de trances hipnóticos adormecedores por una lira, flauta o voz encantadora. Pero cruzar a nado, parece que no. ¿Qué hace Bernardo en su vejez, en su cansancio, en su gloria pasada y convaleciente? En ese haz de oscuridad [si, oximorón, OK, es necesario ese flashazo de oscuridad] en el vacío de la cuenca de los ¿ojos? está la desaparición de la espera – la comodidad de personificar la muerte es para facilitar la comprensión más miope y que necesita palpar las cosas, aunque sea con la imaginación, que también puede ser una especie de “espacio” para ser palpado. Por que ¿qué es la muerte? Veámosla, guiémonos por lo que sabemos, por lo elemental. Para empezar, es la ausencia de vida (demos por descontado que solo nos remitimos al ser humano, que es el rasgo que nos une a Bernardo, los griegos, yo, el que lee, o escucha, o palpa). Él, Bernardo, deja de ser el individuo de tal o cual característica, ya no puede poner en práctica sus cualidades, ya no podrá concretar sus anhelos. Otra variante es decir que la muerte es la instalación de un vacío, que allí donde hubo alguien, ahora hay nada. Se concretiza la ausencia (nausea para Sartre que nos pega un combo en la guata y nos provoca arcas que nos vacía el estomago y los pulmones, ahí esta la ausencia física, emocional, mental) La muerte es solo despojos. Recuerdos con fallas de almacenamiento (eso de querer recordar lo que se quiere y como se quiere, por ejemplo) Y la muerte de esos griegos que pronunciaron hace siglos esas sílabas EL PO RE (quizás como sonaba eso, averiguar), más de alguno debió haber tenido su esperanza puesta más allá. En algo, en alguien. Y los que no, deben haber esperado la muerte, ahí iban 100% ganador. ¿Y mi esperanza? Gran cosa, multiforme, abrasadora. Creo que también apostaré a ganador. Sí. Fernando Julio
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América o geografía de una pena Grande, Inmensa, Profunda latente en cada llanura, valle, estero hay un grito es la congoja de mi patria que grita la muerte de Miguel, de Ernesto América única, unida, viuda acurrucada en un manto rojo. América triste, venas que cursan tu cuerpo delicado son mares, lagos, ríos y esteros que llevan las penas de tus hijos que perdieron la vida como cambiarla quisieron las lagrimas de tus pueblos avasallados en una guerra sin final. América, susurrarle a los vientos que de cada planicie, hasta los glaciares eternos, australes tus hijos se levanten, que miren en tus ojos profundos y vean que nuestros colores son iguales, el rojo abisal, casi tétrico de los sueños de Rodrigo, Matías y Jaime y el negro, no de luto, ni de pena un negro de resistencia, de fuerza, valentía de tus pueblos, de la ternura armada de tus hijos que se levantan con furia ante cada insulto hacia ti. América, por tus hijos, por Pedro, Juan y Diego por nuestros compañeros ¡adelante!. Frank Rozas
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Aquel puñal que hiciste tuyo Lo busco, busco su cadáver desde las diásporas de los barrios que sobrevivieron a la sospechosa solemnidad del enrolamiento, yo le di de comer alguna vez cuando no podía darse cuenta de las manchas rojas en mi camisa blanca, sedienta y terrosa como las banderas de los países al borde de desintegrarse en la suerte tangible del caos. Busco el cuerpo, aquel que tiene una estrella deformada en el pecho rompiendo la voz de la voluntad que pide que la razón mantenga la profundidad de los secretos por los que no confía en el destino exhibido en la antorcha de las leyes, alguien, niño y rapaz grita -no esperen a perder la potestad de sus hogares levantados sobre el alimento puro de la tierra ilícita, la verdad y el derecho sobre los callejones en los que se forja el capital de las naciones, no esperen las lágrimas en las mejillas del santo de la cumbre para decidir tomar las armas, no releguen a las instituciones la ritual labor de construirlasTe he traído tu manto, general esta vez para que permanezcas frente a los grabados de los pilares y escuches los ruidos del arte que siendo creado para los templos en su destrucción formula su mensaje auténtico: escribe el libro de la ira y la salvación imitando la belleza lóbrega del ciclo de los elementos.
Te he traído tu manto, general y la daga que explica en la figura de su éxtasis la causa única. No me des aquel puñal que hiciste tuyo, la fábula tergiversada incitando una nueva conjura contra los puños del continente primigenio renacidos en nuestra intuitiva negación a bailar sin pesar ni furia, revividos en el instinto de buscar el engaño del diagrama de los nuevos continentes: el depredador no ataca en nombre de la moral que redime la culpa por la pobreza, lo hace desde el frío de la fe. Soy tan traidor como tú al aceptar las leyes de la naturaleza, por no tener el valor para escuchar y crear la ciencia de los pueblos.
Javier Flores Letelier (Chile, 1982). Es uno de los fundadores del Colectivo artístico cultural Río Negro, editor de la revista homónima, y de la Revista La Ira de Morfeo.
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reunion de mitos
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La llorona salió de noche en busca de víctimas. Comenzó a gemir de modo lastimero entre unas calles vacías y lúgubres. De un momento a otro, se le apareció un hombre de unos cincuenta años, quien muy serio le dijo: —¿Usted también ha venido aquí para asustar? —La llorona no supo qué responder. El personaje agregó: —Soy el hombre de la bolsa y no he encontrado a nadie para llevarme. —Yo tampoco —dijo una voz. Era el cuco—. No hay ningún infante en esas casas. Miren qué coincidencia: tres criaturas de las sombras nos hemos topado en el mismo sitio — dijo La llorona. —No somos los únicos —dijo el hombre de la bolsa. Surgían de varios rincones: el Mohán, la bruja, el lobizón, la viuda, el duende, la patasola, el sombrerero, la sayona, el Sisimite, etc. Seres del imaginario urbano, rural y selvático, y todos eran de Latinoamérica. Se pusieron a platicar entre ellos, intentando encontrar una respuesta a tan extraña situación. El chivato, que se jactaba de ser el mismísimo diablo, comentó: —Hermanos, la explicación es sencilla: las leyendas vivimos en una época distinta. Fuimos muy poderosos antaño y habíamos hecho una labor excelente hasta ahora, no obstante, las nuevas tecnologías y otras distracciones han copado las mentes y la imaginación de las personas, hasta el punto de que hoy desconocen el mundo sobrenatural. Ahora estamos en una especie de limbo, donde no hay seres humanos. —¿Qué haremos entonces? —se oyeron varias voces, que pronto empezaron extinguirse. —No podemos hacer nada. Solo perecer. Este misterioso lugar, ubicado en el continente que nos engendró, es nuestro cementerio. Así fue cómo los mitos latinoamericanos murieron. Solo yo los recuerdo, pero cuando intento narrarle estas leyendas a la gente, soy tomado por loco. Tal vez lo niños sí me presten atención. Carlos Enrique Saldivar (Lima, 1982). Es director de la revista impresa Argonautas y del fanzine físico El Horla, además es miembro del comité editorial del fanzine virtual Agujero Negro; publicaciones dedicadas a la Literatura Fantástica. Ha sido finalista de los Premios Andrómeda de Ficción Especulativa 2011 en la categoría: relato. Ha publicado los libros de cuentos Historias de ciencia ficción (2008), Horizontes de fantasía (2010) y el relato El otro engendro (2012). Compiló la selección Nido de cuervos: cuentos peruanos de terror y suspenso (2011). www.fanzineelhorla.blogspot.com y www.agujeronegro2012.wordpress.com
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intruso ¿Estás seguro de saber quién eres? ¿Sabes exactamente qué estás haciendo en este mundo? ¿Crees que este mundo es real? No, me parece que no sabes nada, y creo que estás pensando, en este preciso momento, que sí sabes y que soy yo el que no sabe nada de nada. Me catalogas de loco y quisieras echarme a puntapies de este resinto. No soportas que alguién ose a poner en duda tu juicio. ¿Alguna vez te has preguntado por qué te tienes que levantar todas las mañanas para ir al trabajo y tener que lidiar con ese viejo gordo que con su sonrisa de imbécil te va diciendo cómo mover el culo? ¿Por qué tienes que soportar el mal aliento y el olor amargo del sudor de esa zorra a la que tanto odias? No, me parece que no sabes nada. Pero más creo que por la calle todos te ven como el débil que eres, te atropellan al paso y no te seden siquiera la mirada. ¿Estás seguro de saber qué carajo haces en este mundo viceral? ¿O bien te conformas con el asiento del fondo del bar, aquel que está cerca del baño y tienes que beber esa cerveza barata mientras tragas a bocanadas la fastidiosa ocredad de la orina que te acaricia? Yo te he visto muchas veces limpiar las botas de quien te pisotea y besar el anillo de quién te viola; has, incluso, pedido perdón sin saber por qué. No, mi hermano, me parece que no sabes nada. ¿Has pensado, en la remota posibilidad, de que todo esto sea un complot en contra tuya? Sería lo más probable, porque no hay una respuesta lógica a todo eso que te pasa, a todo eso que eres. ¿No crees que deberíamos preguntarnos, quién está detrás de todo esto? Yo digo que deberíamos romper unas cuantas cabezas para obtener información, llegar hasta la alcoba de ese canalla y hacerle pagar por todo el engaño. Desde hace mucho tiempo te lo has preguntado pero no te atreviste solo, quisiste pasar desapersivido, ocultarte entre las ratas para salvar el pellejo, has estado comiendo de esas migajas y bebiendo agua podrída toda tu vida, en silencio, siempre en silencio, de bajo perfíl, como un fantasma. Por eso, te vuelvo a preguntar:¿Sabes, realmente, quién eres? Mi querido amigo, estás en sus manos, lo amas. ¿Sabes quién es ese infeliz? Él es el más grande tirano de la historia. Guerras, hecatombes, hambre, desgracia, catastrofes y muerte, son su especialidad; este es su mundo, tú sólo te limitas a obedecer, mientras él se esconde en los infiernos, en los más oscuros infiernos, donde no lo alcanzas a ver. Y aún así, lo protejes. No sabes vivir sin él, dependes de él totalmente, te apoyas en sus pezuñas, así de pequeño eres, así de insignificante y cobarde. Sabes que estando a su lado comerás parte del festín. Eres patético y obtuso, debería darte verguenza. Las paredes se encógen y el limbo desaparece, la caída es inminente. ¿Estás preparado para el impacto? ¿Estás preparado para sentir el mayor dolor que jamás has imaginado? ¿Sí? Pues, arrancate la cabeza, tus ideas son tu infierno es ahí donde radíca ese desgraciado, tienes que acabar con él. Él es tú mas tú no eres él. David Majano
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incilio Yo nací en un pueblo que ya no existe ¡Vengo del país que ya no existe! Del pedregal de espinos de flor amarilla, de pirca y de pies entierrados, un camino inagotable de cosas roñosas. Nací en un pueblo que ya no existe Donde alguna vez hubo un río Nací en un país ensangrentado Donde tiraban los cuerpos por montones Todo de gentes, de gentes fúnebres Desciendo de pobres ancestros De padres humildes de ropas viejas Crecí en la ciudad que ya no existe Viviendo en ciudades sin colores Donde pasé noches infinitas estrujando malayas negras Un vaivén de días aburridos Leyendo en bibliotecas con olor azumagado Un pueblo con pequeñas esperanzas Donde nos relegaban a las periferias, nos esclavizaban lentamente. Andrés Díaz
constructo De a poco fueron robándole espacios, atándolo a la deuda, a la creencia, a la verdad indiscutible del progreso, el deseo del pobre. De a poco fueron quitándole la tierra, escupiendo su agua con toxinas de espanto, cortando su mirada, devolviéndolo al desamparo. De a poco fueron vendando sus ojos, crucificando su razón, vendiéndolo al pecado, inventándole mundos imaginarios, con dioses y musas, con vírgenes y santos. De a poco lo fueron condenando bajo las imágenes irreales de caballos muertos, de esclavos idóneos, de partículas remotas y senderos ya trazados. Fueron robándole su nombre, quitando poco a poco su piel, manchando con dinero sus manos, entregándole la espada y la carne, la bomba y el diluvio, reduciendo su mente al consumo. Poco a poco van caminando por su tierra, con un cigarrillo en la boca, con la libreta digital y el auto, las llamadas telefónicas para hacer tratos, las corbatas amarradas, los zapatos bien lustrados, el doble idioma, la firma y el contrato. Ahora vas tú caminando descalzo, detrás del monstruo, como un esclavo, llorando por tu tierra, gritando en silencio, bajando el puño, hundiendo tu espalda, fumando un cigarrillo, poniéndote corbata, lustrando tus zapatos, comprando libretas, firmando contratos, pisando la tierra de tu hermano masacrado. Isabel Guerrero
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sobre La mujer del siglo xxi En la actualidad, la mujer del siglo XXI ha tenido que renunciar a la historia de los llamados “roles femeninos”, ya que, las labores domésticas y el cuidado de los otros han sido determinados por las sociedades contemporáneas como innecesarias, mal vistas y básicas. Con los ánimos de orientar a las mujeres a desempeñar un rol concreto en la sociedad, ya que se ha considerado que desempeñar el rol histórico de cuidadoras es dejar a las mujeres sin proyecciones vitales, como si esto significara la no existencia femenina. Es así que, tras la necesidad contemporánea de renunciar a la herencia histórica de lo doméstico y las labores cotidianas vinculadas al cuidado, la mujer ha tenido que enterrar las consecuencias de su linaje cultural, con los ánimos de una reiniciación sociocultural en el ejercicio de las propias libertades. De esta manera, las mujeres hemos tenido que enfrentarnos a una lucha constante y de doble jornada y hacer un esfuerzo macabro, deshumanizado y de explotación para participar en igualdad en nuestra sociedad. Ésta realidad nos resulta poco elocuente en el proyecto de integración y reivindicación de nuestra participación social, ya que, culturalmente se nos ha “permitido”, en un acto de dominación, participar de las elecciones administrativas, trabajar, ganar dinero, ir a la universidad, “ilustrarnos” y elegir, siempre con la condición de seguir cuidando al marido, a los hijos y ejercer las labores domésticas a tiempo y con prontitud y además participar activamente en lo social. Entonces, vale cuestionarnos de qué se trata ser mujeres del siglo XXI. Me resulta bastante absurdo pensar que las mujeres y los hombres responden sólo a una “naturaleza”, que se basa en lo biológico y que además se estipule cierto separatismo lingüístico al determinar a la humanidad con las categorías de mujeres y hombres con características específicas, es más, si estas designaciones fuesen realmente diferenciadas, a pesar de la integración femenina, por qué razón aún los cargos o títulos sociales utilizan un genérico masculino para asignar o mencionarse. Me resulta aún más engorroso escuchar a muchos escritores (as) y pensadores (as) mencionar que las características femeninas son emocionales y las masculinas racionales; así como, ¿Venus/ Marte? Como si el racionamiento no perteneciera a los procedimientos de la razón. El siglo XXI, ha designado ejercicio de la consideración de mujer, en lo que hay que hacer o no hacer para determinarnos como mujeres. Entonces, ¿de qué se trata esta reivindicación?¿ de qué hablamos cuando hablamos de mujeres, ¿de qué hablamos cuando decimos roles históricos? absurdo es, mirarnos al espejo y decir esta soy yo, la que hace esto o aquello. Dicho enunciado, es la misma miseria que expresan toda la sociedad, incluso las mismas feministas. Definitivamente, esta reivindicación no se trata de lo que hagamos o dejemos de hacer. De lavar la loza y los pañales, despertar al marido, tener un hombre que nos salve, nos cuide y nos proteja. No parte de los otros. “La miseria está en los otros”, no en nuestros seres, condición, emociones o pensamientos. Es que somos parte del todo y el todo de nosotras. Ana Karina
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La mujer del siglo xxi Mujer de roles, de historia, mujer de labores y quehaceres ¡Ya es suficiente! Nuestras manos ya se han cansadas de la sensación mezquina y opresiva del padre Nuestras manos tejedoras de sueños y tradiciones, de hábitos, de caricias y consuelos, nuestras manos, nuestras manos que han cubierto el rostro doloroso de la mentira, del engaño, del fracaso, de la desilusión y la melancolía ¡Ya es suficiente! Nuestras manos ya se han cansado de amasar el pan, de usar ungüentos para tapar la angustia y el dolor, nuestras manos están ya cansadas de cobijar al padre, al hijo, al marido de hacerse cargo de los otros, de llevar la carga, de hacer favores, de dar la mano y llevar la ronda ¡Ya es suficiente! Nuestras manos están cansadas del desdén, la indiferencia, la postergación, la ingratitud, la abnegación ¡Ya es suficiente! Algo hay que hacer, hay que reinventar experiencias, salir de la cama, de la casa, salir de nosotras mismas ¡Porque ya fue suficiente! Nuestras manos deben volar en todos los actos sin opresión y lamentaciones Nuestras manos deben formar espíritus que hagan crecer el amor, formar hijos e hijas en la libertad ¡Porque ya es suficiente! Nuestras manos, nuestras manos deben realizar una reivindicación eterna y perpetua una reivindicación que forme voluntades en el amor y en la libertad ¡Porque ya es suficiente! Nuestras manos deben creer en estos espíritus capaces de crecer, de vivir, de ser, ideando un mundo para nosotras, un mundo nuevo donde se nos permita sentir el deseo latente, sin privación, sin moralinas que nos supere, sin espantos, sentir la pasión prohibida, que nos permita saber amar con h, para liberarnos de nuestra herencia histórica y cultural, para liberarnos del pecado incestuoso del paternalismo y nos permita declararnos unidas y por fin perder la soledad ¡Nuestras manos ya están cansadas y se unen para poder volar! Ana Karina
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Algunos apuntes sobre nuevo pensamiento latinoamericano Conferencia para las Primeras Jornadas del Nuevo Pensamiento Latinoamericano Universidad de Santiago de Chile Abril 2012 (Texto aumentado y corregido por la autora) Por Eli Neira He anunciado mi participación en este seminario como “apuntes” sobre nuevo pensamiento latinoamericano y la he propuesto como un conversatorio más que como una conferencia ya que el tema obliga a replantearse no sólo los discursos sino también las formas en que legitimamos estos discursos, por ej una correctamente bien escrita conferencia en un bonito auditórium universitario como éste. Razón por la cual propongo un conversatorio digamos “especial”, elíptico si se quiere, donde podamos volver una y otra vez al mismo tema, con digresiones, olvidos, arbitrariedades, interrupciones, chistes fomes y otros que puedan ocurrir en el devenir del diálogo. Porque lo primero es que si vamos a hablar de América Latina tenemos que hacerlo desde la oralidad y sus leyes, ¿De qué otra manera podríamos hacerlo en un país donde la educación es un bien de consumo reservado para una élite y en un continente donde históricamente se ha excluido a las grandes mayorías de los discursos “cultos” y “de la academia”? Un continente además donde la herencia prehispánica que es la cuna y raíz todo pensamiento latinoamericano, ha persistido, resistido y trascendido en el tiempo solapada justamente al interior del habla popular, en la oralidad, muy lejos de la academia. Ya que sepámoslo, es en el mundo popular donde nuestro ser latinoamericano reside por antonomasia, ya sea amalgamado, transformado, travestido, politraumatizado si se quiere, pero ahí hay que ir a buscarlo y no en los libros y mucho menos en una universidad europea o norteamericana por muy buena voluntad e interés en el tema que éstas tengan. Esa es al menos mi humilde opinión, sin intensión de ofender a nadie por supuesto. De la misma manera, si vamos a hablar de América Latina tenemos que hacernos cargo de toda su historia, venas abiertas y anemia incluida, lo que bien sabemos es una tarea descomunal. Ahora bien, como tenemos que empezar por alguna parte mi propuesta es empezar desde el único lugar desde el cual puedo hablar con propiedad y ese lugar es el cuerpo, mi cuerpo y su historia y como éste deviene finalmente (al menos en la opinión de los organizadores que son los responsables de que yo esté aquí ) en la construcción de una obra que busca, un poco a ciegas, un poco a tontas y a locas, las pistas de este nuevo pensamiento latinoamericano, del cual poco sabemos pero mucho intuimos y que por cierto no tiene nada que ver con los Vargas Llosa y toda la manga de intelectuales de derecha que se han adjudicado el tema. Básicamente, creo yo, el nuevo pensamiento latinoamericano es una pregunta por la identidad y como ésta, es una pregunta sin una respuesta definitiva, sino que se refiere a un proceso, del cual intentaré dar algunas señas. ¿Cómo llega uno a preguntarse por el “nuevo pensamiento latinoamericano”? Sencillo, por una insufrible incomodidad vital. El ser latinoamericano, también llamado sujeto descentrado (en alguna parte leí que se nos llamaba así y me gustó), nace, justamente descentrado, en el sentido de que nace desplazado de los centros de poder (económicos y culturales); mestizo, en una tierra que aún conserva los valores y las prácticas de una sociedad colonial esclavista con claras divisiones entre dominador y dominado. Nace y crece en una sociedad colonial
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esclavista que sin embargo está obligada por protocolo a parecer que no lo es. Una sociedad que en virtud de la “democracia, la modernidad y los negocios” ha naturalizado el abuso y las formas de la dominación en el extenso ámbito de la realidad concreta y simbólica. De esta manera el sujeto latinoamericano se busca inútilmente en un espejo roto que no le devuelve más que una orden imposible de cumplir: “Deber ser como no eres ni serás nunca, como nosotros los dominadores”. Basta mirar la publicidad en nuestras calles para percatarse del abismo que existe entre la realidad y el modelo aspiracional que de manera totalitaria nos es impuesto desde todos los frentes y desde que nacemos hasta el final de nuestros días. Este monopolio de la representación es celosamente salvaguardado por la totalidad de los agentes culturales y sociales, familia, escuela, universidad, medios de comunicación, iglesia y por supuesto el estado, sus instituciones y sus fuerzas coercitivas, policías y militares, los que llegado el momento, lo sabemos, no dudarán en declarar la guerra y criminalizar de todas las maneras posibles a quien ose romper este orden. Estas características del sujeto latinoamericano, tienen diferentes matices según las zonas geopolíticas dentro del extenso territorio al que llamamos Latinoamérica, pero en general se conserva lo elemental, un profundo malestar producto de la imposición de una vida, una identidad, una economía, una fe y un pensamiento que no nos pertenece y que es completamente ajeno a nuestra realidad, nuestra historia, nuestra genética, nuestro paisaje y nuestras circunstancias. Es como tratar de caminar con esos jeans hechos a la medida de las gringas, (o peor aun de las chinas) caderas angostas y piernas largas, cuando uno mide 1.53 cm de estatura y tiene lo que un gringo llamaría “Un tremendo culo”, producto de múltiples cruces de razas y de otros factores genético - ambientales. Incomodidad similar a tener el peak de actividades en pleno invierno cuando el ciclo natural vuelve a su punto 0, y todo en el ambiente, luz, temperatura, estado de ánimo, etc, llama a descansar y quedarse en la casa. Desface que sucede en estas tierras gracias a que vivimos según la calendarización del hemisferio norte, el hemisferio dominante. Ahora bien y en honor a la verdad hay que decir que lo más natural y conveniente para el sujeto latinoamericano por muy descentrado que se sienta, dado el estado de cosas, es aprender a vivir con este malestar y con el tiempo convertirse en una especie de Frankenstein cultural, esquizofrénico pero adaptado y funcional, que es como vive la mayoría de la gente decente. La otra opción es ir en busca de la epopeya identitaria, lo que sabemos no será fácil ni “barato”. La historia nos enseña lo que les sucede en esta tierra a los “disidentes” de cualquier tipo. Pero veamos por un momento el proceso de este “sujeto descentrado” desde el principio. Como no se puede caminar por la vida con zapatos prestados, en algún momento, el sujeto latinoamericano o sujeto descentrado comienza a detectar el motivo de su malestar, por perfectos y sofisticados que sean los sistemas de dominación, la incomodidad, como las señas de las razas que nos componen, no se borra con cloro. Lo primero que tiende a hacer este sujeto, desde ahora llamado “sujeto latinoamericano descentrado” luego de identificar lo que no le pertenece, es proceder a deshacerse de ello y es allí donde comienzan los primeros problemas. Bien porque sabemos que eso puede tomarnos toda una vida y también porque es algo que no le gustará a muchos. Por otro lado, ¿Cómo deshacernos de lo que nos ha sido incrustado a la fuerza desde hace siglos en nuestra cabeza y en nuestro árbol genealógico sin sentir que perdemos una parte de nosotros mismos, de nuestra historia? Por último, ¿Para qué hacerlo si eso nos acarreará un castigo social imposible de medir en sus alcances? Sin embargo el proceso ya se ha iniciado. Se ha iniciado una transformación. Una vez que el sujeto latinoamericano descentrado ha logrado identificar (valga de la redundancia) su verdadera identidad, su Sat Nat como se diría en kundalini, (por lo tanto puede ahora reconocer y reaccionar ante el abuso), se enfrenta a su entorno transformado en una suerte de monstruo. Es el cuco, el enemigo interno, el hippie de mierda de la casa, el punki culiao, el borracho con caca en el poto, la peste, el terrorista y el subversivo. En definitiva, la viva encarnación de todo lo que debemos eliminar para ser un país desarrollado, una familia feliz, un barrio tranquilo,
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una empresa eficiente y cae uno sin querer en un problema político de magnitud. Porque la identidad, créame, es un asunto sumamente político. Luego está la violencia. Cuando la identidad se manifiesta en el sujeto latinoamericano descentrado, por su puesto revolucionando el pensamiento y las acciones; Cuando eso sucede, cuando el verdadero ser largamente silenciado se manifiesta, no lo hace pidiendo permiso, sino con furia e impertinencia antisistémica. Y he aquí un nuevo y más profundo problema. Porque la identidad latinoamericana tiene poderosos componentes antisistémicos (sin que uno jamás haya pretendido semejante etiqueta). Sólo para acotar el tema me referiré en adelante al caso chileno donde la identidad está marcada por la fuerte presencia mapuche en nuestra historia genética y política. Porque aunque a muchos les desagrade, aquí en Chile, es un hecho que todos tenemos con mayor o menor fuerza, sangre mapuche en nuestras venas. Recordemos que este territorio, alejado y sin oro, se pobló a fuerza de patadas y violaciones. Entonces tenemos hasta aquí, que nuestros dioses siguen vivos, los guerreros, los weichafes regresan cada cierto tiempo y nos recuerdan que somos hijos del sol y de la tierra. Aunque tamaña guarrada pasada a hipismo sea difícil de escuchar en tan respetable espacio. Pero el hipismo, estimados oyentes, ha existido en América Latina desde hace muuuucho tiempo, por lo que si vamos a hablar de Americalatina, vamos a tener que hablar sin cuco de dioses, weichafes, chamanes, Fidel Castro y la revolución cubana, Allende, el Che Guevara, drogas, marihuana, hongos, ayahuasca, peyote, narcos, guerrillas, paramilitares, masacres, selva, devoción y virgencitas entre otras delicias típicas de la zona. Y vamos a tener que hablar no banalizando sino midiendo la verdadera fuerza de esta parte de la historia que no queremos (muchas veces no podemos) ver. Entonces y volviendo al tema que hoy nos convoca, les decía que el nuevo pensamiento latinoamericano, como el regreso de los guerreros, no le simpatiza nada al poderoso mundo de las corporaciones y de los estados vasallos de esas corporaciones, por la sencilla razón de que revive valores y formas de vida, formas de estar en el mundo, completamente opuestas a los valores que el capitalismo ha intentado inyectar con desenfreno en estas tierras. Estos valores que definen al sujeto latinoamericano ya no descentrado sino en proceso de centrado, se refieren a sus orígenes y están asociados a la vida comunitaria de sus más negados ancestros. En Chile será determinante la configuración de comunidades autónomas sin unidad política más que en tiempos de guerra, que se dieron los pueblos mapuches. La inexistencia del concepto de una autoridad central y jerárquica (el estado), la ausencia del concepto de propiedad privada, la concepción del hombre como parte inseparable de su comunidad y de la tierra, y una cosmovisión basada en la mantención de los equilibrios, dificultan la posibilidad de instalar en el disco duro de los chilenos “en proceso de centrado” los valores esenciales del capitalismo. La intuición de ese pasado comunitario y mítico es como una roca, un tumor difícil de remover. Ejemplo; Si mi existencia en este mundo tiene valor solo en función de la comunidad a la cual pertenezco, en la cual puedo confiar al menos en lo esencial, pertenencia y sobrevivencia, ¿Para qué trabajar en acumular bienes? Por otro lado, si soy un sujeto cuya existencia está fuertemente arraigada a un sentimiento religioso, es decir si tengo fe en algo, en lo que sea y esa fe le da sentido a mi vida, al dolor, a la escasez, etc. ¿Para qué necesito comprar antidepresivos y convertirme en un farmacodependiente cliente de los laboratorios? Un punto que merece una conferencia aparte es el fenómeno de la religiosidad latinoamericana. ¿Qué es la devoción latinoamericana? Algo muy difícil de explicar para quien mira de afuera. Lo mismo sucede con la concepción de la muerte, tan negada en la cultura occidental, tan cercana en nuestra hermosa y sangrienta Latinoamericana. Porque la relación con la muerte es también un asunto político y económico (créanme). Sucede que nuestros pueblos prehispánicos, todos, tenían una muy estrecha relación con la muerte, y una aguda consciencia de ella. La muerte estaba representada e integrada a la experiencia de la cotidianidad de diversas
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formas, incluido el sacrificio humano, que tanto espanto causó a los conquistadores. Mi teoría es que esta intensa relación vincular con la muerte le da otro sentido a la vida, otra intensidad, donde la “acumulación capitalista” pierde sentido, pierde prioridad. Y ya para ir acotando el tema y pasar pronto a las preguntas porque me parece que mi tiempo se acaba, veamos el asunto de los equilibrios. El mundo indígena funciona a partir una compleja y delicada red de equilibrios, donde a acción humana está íntimamente ligada con los elementos del resto del universo. Es decir que la acción humana no es concebida como una situación autónoma, aislada, acotada al sujeto de la acción, sino como parte de una cadena de causas y consecuencias extendidas en el tiempo cuyo desorden puede causar graves daños a la totalidad del entorno. Tengo la convicción de que la consciencia de estos equilibrios pulsa de manera inconsciente en todo nuestro ser latinoamericano en proceso de centrado, condenado por el látigo a romperlos. Es como si el sujeto latinoamericano, nosotros, guardáramos una oscura y secreta memoria de las consecuencias de romper los equilibrios y por eso nos cuesta tanto el “progreso capitalista”. Ya que ¿Existe algo que atente de manera más brutal contra todo equilibrio que la acumulación capitalista? Lo dudo mucho. Bien podríamos decir que el capitalismo es una suerte de paradigma del desequilibrio. Asi que tenemos entonces, hoy en día, en la era de la globalización a este nuevo sujeto latinoamericano teniendo un nuevo pensamiento latinoamericano, en pleno proceso de centrado, entre la espada y la pared, con una pulsión interna imposible de reprimir, acosado por los poderes y por una economía que lo estrangula. Incomprendido, probablemente cesante, endeudado, abandonado, criminalizado, perseguido. Es un lugar complica – dí – si - mo, !!! Sólo entendiendo esta angustiante situación de encrucijada entre dos tiempos históricos, dos civilizaciones y dos concepciones del hombre y del mundo, que nunca se reconciliaron, creo yo, que recién podemos comenzar a conocer y a construir un nuevo pensamiento latinoamericano y una nueva identidad latinoamericana. Lo cierto y lo bueno es que el nuevo pensamiento latinoamericano y la construcción de una nueva identidad latinoamericana, se está convirtiendo en un tema que cada vez suena más alto y que estamos llamados a atender si queremos madurar como cultura y como pueblo. (Incluso creo yo que hasta es un buen negocio!!!) Creo honestamente que el desarrollo del nuevo pensamiento latinoamericano puede ser un aporte, una oportunidad, un escape, una salida al callejón sin salida y la inevitable crisis de la civilización occidental y sus valores, que nos han llevado a una economía monstruosa y una existencia de mierda en un mundo lleno de sicópatas. Creo que mirar con atención nuestros orígenes nos haría muy bien y que encontraríamos ahí el remedio a muchos de nuestros males actuales como sociedad y como individuos. Creo también que la terrible persecución y criminalización que han venido sufriendo nuestros pueblos originarios en toda América latina pero muy especialmente en nuestro país, recrudecida en los últimos años, obedece no sólo a una cuestión de antipatía racial sino que tiene raíces políticas profundas. Al poder no le conviene que conozcamos esos orígenes, esos valores comunitarios y que nos reconozcamos en ellos. Al poder vasallo del capital internacional no le interesa ni le conviene reflexionar acerca de estos temas. Pero a nosotros si. Por eso estamos aquí. Esperando haber hecho una humilde contribución a la reflexión sobre el nuevo pensamiento latinoamericano les dejo entonces aquí algunas de mis reflexiones que espero poder ir profundizando en futuros encuentros. Me parece que ya podemos dar paso a las preguntas, observaciones, insultos y otras manifestaciones. Elizabeth Neira
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El Quetzalpapalotl Apenas mi paso adolorido logra aproximarse a los pozos, caigo en la ceiba. Respiro profundo y en el aroma de la selva siento el sudor de bestia, sudor de demonio, al verlo lo reconozco. Es el mismo que destrozó mi cuerpo, el que con su mitad ciervo aplastó mis costillas y el hombro izquierdo. Ahí está el caibil que me hirió, en los pozos sagrados, lavando de sus manos la sangre de mis hermanos. Está separado de su animal y debo atacar. Tomo aliento y silencioso me acerco, tal como nos enseñaron los ancianos. Quizás ninguno de ellos está vivo ya, los invoco para que cuiden mis pasos y pueda matar al demonio blanco. Agazapado me filtro y al estar ya casi encima, mi garrote parte su cráneo, esparciendo su contenido por el pasto cercano. El último esfuerzo me deja exhausto, cae el garrote de mis manos y junto a él cae mi cuerpo, a rastras me acerco al agua logrando beber solo un poco. En ese mismo instante aparece volando un quetzalpapalotl; la reencarnación de algún guerrero muerto en batalla, que vuelve colorido y hermoso para alegrar a los que combaten al invasor. Es la última imagen y me entrego a los dioses. Ya no puedo más. Oro a Ixbalenque y Unapu, gemelos sagrados combatientes en el inframundo, infierno que ahora se desata sobre nosotros y que ya no se puede derrotar. El quetzalpapalotl se transforma en mujer y me tiende su mano. No puedo moverme, ella se dirige a la ceiba y extrae de su tronco un líquido con el que lava mis heridas. La mujer es una guerrera ancestral, lo sé por sus armas. Me habla en nuestra lengua diciendo que no es tiempo de morir, que me levante, que debo viajar al sur y llamar a los hermanos de más allá de los montes. Ya no puedo más, no puedo levantarme, mis piernas no responden y mis brazos ya no se mueven. Sus sagrados ojos me miran y caen mis lágrimas al sentir la rabia de la derrota. Con un sutil gesto baja mis párpados y escucho a las aves con su incesante cantar, me pierdo en el universo cuando la diosa besa mis labios, entonces entiendo el lenguaje de la selva, los árboles toman nuevos colores y veo como estos demonios los lastiman con sus hachas, siento su dolor, grito eternamente en el tiempo perdido. Veo a las aguas llenarse con la sangre de mis hermanos. Veo como las hileras de niños raptados van a los montes a sacar las esmeraldas y el oro, mordiendo el alma de mi pueblo. Siento el dolor de los animales e insectos, veo mi propia muerte y mis brazos desgarrados por los caibiles, y grito, grito mi rabia, mi rencor al tiempo que abro los ojos. Estoy solo en los pozos, el quetzalpapalotl se aleja entre las flores, ya solo tengo cicatrices. Tendido está el animal del hombre blanco, el que me había roto el cuerpo. Me acerco y le hablo, siento su propio dolor y me deja subir en él. Monto entonces rumbo al sur, siempre al sur, a levantar, a contarles a nuestros hermanos de más allá de los montes lo que pasa, mis armas están afiladas y el quetzalpapalotl vuela conmigo junto a mis hermanos muertos por la espada del demonio.
Gabino Fonseca
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cadenas de sol Suena una cadena de libertadores, entre los que solía incluirme como ideal (encima del encierro maternal, por más cadena floja que rechine). Cientos de brazos profieren un cantico, en mística resurrección, y recitamos: “A todos aquellos infieles del interior, digámosle que no hay fidelidad más fina que el autoperdón” (por más que subsista un cerrojo de Freud). Un patio minado de bombitas naturalistas o de tuercas maquinando el estallido, y un par de cabezas rodando por sí solas ¡de tanto aullarle a cierta luna al redimirse! (y por licántropo hay condena, y por bestia: degollación). Todavía hay hombros derretidos encima de sus propias columnas. (Porque no por mirada se sustenta el viento, no por disfraz se oculta el cielo deformado, no por invierno es glacial la cerradura). Y si cientos de brazos profieren el canto, en mística resurrección y gritamos: “A todos aquellos infieles del interior, digámosle que no hay fidelidad más fina que la del autoperdón”, si hay tanta violencia con la llegada del sol, ¿por dónde viaja el emancipador? ¿Quién funde la luz, sino soy yo? Hay más que un papel sanguinario en las letras de una letrilla inútil. Hay un encabezado y una voz y la voz es neutra, mientras el perro ya se ha arrastrado en la vereda y el flash ha terminado. Más de dos pupilas en los ojos de todos, más que una sola mancha derramada desde la sien. Mucho más que edificios consumidos en panteras roedoras y flashes de terminación. Y una vida, y un auxilio que caduca. Hay más que un papel sanguinario Maru E. Lombardo detrás de la premisa. Hay cenizas, hay derrames, una sábana en glaciares, un flash de oscuridad bajo las flores.
un flash
m l a i c e p es
a r u
s e l
Popayรกn, Cauca. Colombia
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del arte callejero El arte callejero, arte urbano o en su expresión inglesa street art, se gesta como una manifestación propia de la calle, frecuentemente realizada en forma ilegal, debido a su impacto social y el mensaje que se puede ocultar tras ésta. Utilizado como forma de denuncia social el muralismo adopta variadas formas y técnicas, dentro de las cuales podemos destacar el uso de plantillas (stencil), spray, pegatinas, cerámicas y cualquier forma inimaginable que pueda servir para embellecer el mensaje. Su principal función es la transmisión de mensajes con trasfondos ideológicos, políticos y sociales, permitiendo al transeúnte y a la comunidad que lo observa, generar un sentimiento de identificación con la imagen. Frecuentemente son los artistas que atacan el muro e intervienen en su naturaleza estoica para darle una forma más integradora y pasiva al entorno. Se propicia en este espacio un encuentro entre diversos agentes culturales y la interpretación queda sujeta al espectador, quien acostumbrado a deambular en el cotidiano del cemento, se queda pasmado y expectante al dibujo. La voz de un pueblo, se alza en cada frase que cubre las murallas, como una especie de catarsis colectiva colgada de frente, mostrando todo su esplendor a quien desee observarla. En esta ocasión, Mal de Ojo, nos muestra un recorrido por diversos lugares y espacios, donde cada uno de nosotros puede sumar su pensamiento y sentirse retratado. Por las cerros de Valparaíso, las calles de Santiago y en las capitales de Américalatina, una sola imagen se sumerge en el andamio indestructible de esta nueva era del arte.
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expresión de vida Philippe Carrera, artista visual, muralista y diseñador. Nace en el año 1983 en la ciudad de Rancagua, Chile. Su inquietud por la creación visual comienza a manifestarla desde pequeño. Sus primeras creaciones, a principios de los 90`s, se influenciaron por la arquitectura de las grandes ciudades, creando maquetas e ilustraciones de ciudades en perspectiva realizadas a lápiz tinta. A finales del año 1998 comienza a realizar creaciones basadas en el grafitti, pasando de bosquejos e ilustraciones a expresiones llenas de color en las superficies de espacios públicos. Con el pasar de los años va desarrollando su técnica y estilo para ir ejecutando proyectos y pedidos a lo largo de todo el país. Philippe amablemente, nos responde algunas preguntas en relación al arte callejero.
¿Cómo ves en el futuro del desarrollo del muralismo en Chile? - Las nuevas generaciones traen nuevas influencias y formas de trabajo mas rápidas, pero siempre se aprende de las antiguas generaciones y sus técnicas, su desarrollo lo veo positivo hay muchos exponentes buenos. En cuanto a tus proyectos personales ¿Qué mensaje intentas transmitir a la comunidad? - Yo estoy enfocado en recuperar los espacios en los que trabajo, embellecerlos y hacerlos a gusto para quienes transiten y convivan en él, la temática y mensaje se adapta al lugar y así de esta forma mantener y recuperar la identidad de los sectores.
¿Tienen tus murales alguna influencia artística importante? ¿De qué manera los murales logran represen- - Mis murales tienen una influencia permanente de la tar la expresión de una sociedad? escuela del graffiti como también del diseño actual, lo - Yo pienso que insertándose en ella misma, el nexo importante es ir desarrollando tu propia línea artísentre el mural y la sociedad está cuando tú intervienes tica. y trabajas en el sector en que ésta se mueve, luego viene la temática o mensaje que le entregues para ésta ¿En qué lugar del mundo te gustaría pintar y su entorno, así se genera una relación entre el artista un mural? y su obra para con las personas que logran recibir el - No tengo un lugar en particular, para mí son todos mensaje. validos, una vez estando ahí conoces nuevas realidades, personas y formas de vida, eso lo hace ser úni ¿Crees que este tipo de arte es realmente valo- co. rado en nuestro país? - Hay sectores sociales que valoran el graffiti mura- ¿Dónde están tus murales favoritos? lismo y lo ven como una recuperación de sus espacios, - Están en todas partes, valoro toda clase de mensajes pero como política de país falta bastante para que éste y manifestaciones en murallas. sea valorado como corresponde en beneficio de la comunidad. ¿Es para ti el muralismo y graffiti un acto de revolución? ¿Qué te gusta del muralismo chileno?, ¿qué - No sé si llamarle revolución, pero si el graffiti nace criticarías? como manifestación, territorio, y descontento, el mu- El muralismo chileno está en pleno desarrollo, no ralismo tiene un trasfondo mas social y político y muasí como lo es el colectivo brp que desde sus inicios se chas veces es participativo con la sociedad. ha mantenido en pie y fiel a su estilo, pero son pocos los de esa época, sí los escritores de graffiti han tenido Para conocer más sobre el trabajo de Philippe Cauna evolución y están pasando al muralismo, es ahí brera visita: donde digo que está en desarrollo y formándose una nueva generación de muralistas http://www.philcarrera.jimdo.com/ http://mazsestudio.jimdo.com/
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valparaiso, imágenes que hablan Que cada ciudad tiene su historia y sus historias es un hecho que permite construir tanto la realidad como el imaginario colectivo de una urbe. Ahora que los muros hablen y den vida a una ciudad, es privilegio de pocas. Valparaíso, aquella ciudad imaginaria a la cual cuánto poeta, artista, ebrio y tantos locos han declarado su amor nos habla hoy también a través de sus muros. Recorrer los murales de Valpo nos lleva a caminar entre seres fantásticos, como sacados de recónditos sueños de mentes creadoras tanto locales como foráneas. El muralismo y graffiti callejero –Street Art en buen gringo- se alza en Valparaíso como parte del paisaje urbano, que agrega a esta ya mágica ciudad un encanto adicional para quienes logran conectar con un arte que sale del perímetro de un museo mostrándose ante la masa popular, sin distinción de nada más que del ojo y la mente que busca adentrarse a ese imaginario privado del artista. Inti, Jekse, Cines, Charquipunk, Desie, Mario…son sólo algunos nombres de quienes han plasmado un trozo de su imaginación en los muros porteños. Ellos como tantos otros –locales y foráneos- se han unido a este festival de colores, gatos gigantes, indígenas dolientes, aves multicolores y un sinfín de imaginarios inspirados en…sepa cada cuál donde encontró su inspiración. Lo que sí es seguro es que esta ciudad, loca ciudad, aporta una buena cuota de creatividad. Se dice que una imagen vale más que mil palabras, por eso el arte urbano viene aportar a Valparaíso en muchos casos, mensajes antisistema, pero también posee un perfil social buscando decorar o armonizar los numerosos espacios públicos como plazas, escaleras o escuelas que arman el paisaje de los diversos cerros de la ciudad. Un ejemplo de esto es el Cerro Polanco, dónde el año 2012 y por iniciativa de un grupo
de muralistas y graffiteros locales, más el apoyo de los vecinos, se organiza el primer festival Latinoamericano de murales y graffitis, teniendo como resultado más de 40 murales, dando vida a decenas de casas porteñas, siendo hoy uno de los atractivos más importantes de la ciudad Puerto. También destaca la Quebrada Elías en los cerros Cárcel y Alegre, aunque venga también la recomendación, cada uno de los cerros de esta ciudad tiene más de una sorpresa, tal como un laberinto surrealista. Y si la imagen vale más que mil palabras, verlo en directo vale más que cualquier cosa. Por esta razón, hemos organizado una visita que se adentra en el mundo del arte urbano de Valparaíso recorriendo los murales del cerro Polanco, no sin antes adentrarse en las fauces del cerro para llegar hasta lo alto y contemplar la ciudad desde arriba. Al ir bajando, el arte urbano demuestra otra de sus constantes vitales, la del cambio constante, dando lugar a la superposición de nuevos trabajos por encima de nuevos cada día, a cada minuto. La aventura concluye viviendo el arte en manos propias, junto a Mario Saavedra, artista y muralista porteño, quien guiará a cada viajero en la organización de su propio imaginario para plasmarlo en una obra propia. La invitación a vivir el mundo artístico surrealista de Valpo está hecha…¿quién se anota? TOUR SER O NO SER ARTISTA Este recorrido es ofrecido por Ecomapu Tour Operador www.ecomapu.com www.fb.com/streetartenvalparaiso Felipe Muñoz
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MAL DE OJ O Lente de lector Derechos exclusivos de © Editorial E-Lit. Santiago de Chile http://editorialelit.blog.com Correo electrónico: elit.correo@gmail.com Teléfonos: 9-97844084 9-78247700 Agradecemos a todas las personas que colaboraron en este número: Fernando Julio, Frank Rozas, Javier Flores, Carlos Saldivar, David Majano, Andrés Díaz, Ana Karina, Eli Neira, Gabino Fonseca, Maru Lombardo, Philippe Carrera, Felipe Muñoz y Rodrigo Adasme. Registro fotográfico de Editorial ELit. Colaboraciones de Juan Aguila Pia Espinoza, Claudio Ñonque, David Majano y Streetart. Próximo número: La naturaleza Envíanos tus colaboraciones a elit.correo@gmail.com Edición general: Editorial E-Lit. Diagramación: Isabel Guerrero Fotografías de este número: Juan Aguila http://www.flickr.com/photos/jaguilap
En el ojo del huracán Difusión cultural * Revista La Ira de Morfeo abre permanentemente su convocatoria para recibir contenidos literarios, o de cualquier otra faceta del arte. Se aceptan desde textos -con toda la versatilidad que el término implica-, hasta material audiovisual. Estamos interesados en la exhibición de cualquier tipo de contenido, que sin importar el formato, presente una coherencia que supere la sorpresa del mismo, aportando desde su poética una propuesta sólida.(http://revistalairademorfeo.net/index/) * Colectivo Río Negro es una agrupación dedicada a la difusión artística y cultural que trabaja en la divulgación de la obra de autores tanto nóveles como consagrados, nacionales e internacionales. Realizamos nuestro trabajo a través de diversas plataformas como la Revista Río Negro; la Editorial electrónica Río Negro, la cual publica y difunde en formato digital a autores de obras de diferentes disciplinas. (http://colectivorionegro.cl/) * Los amigos de la Editorial Popular la Pajarilla, se hacen presentes como plataforma para unirnos a fin de acabar con la dictadura y el monopolio capitalista que está consumiendo firmemente a nuestro pueblo. Es por esto que hace un llamado a participar activamente de una iniciativa que con distintas organizaciones se está levantando en torno a una mirada con respecto a los 40 años del Golpe. La idea concreta, es tomarnos un espacio abierto en la zona sur de Santiago, con música en vivo, lienzos, murales, arte callejero, feria libre, y con toda la diversidad propia de nuestro Gigante Popular. Es una actividad pensada para niños, jóvenes, adultos, abuelitos y niñitos, en donde la memoria y el patrimonio rebelde y la identidad popular serian elementos centrales. Para conocer más: (http://www.lapajarilla.blogspot.com/)