Palabra, 5 de julio de 2015

Editor: Rael Salvador l Diseño: Arturo Corpus l raelart@hotmail.com / palabra@elvigia.net

DOMINGO 5 de julio de 2015 / Núm. 222

ENTR E V I S T A C O N E L I S A C UADRA

COMO GE N E R A D O R A

DE LETRISTAS Por Joatam De Basabe

Opinión: |Laura Barrera |Eduardo Cruz Vázquez |Alejandra Ordorica S. |Rael Salvador

Foto: Cortesía

L A L I T E RA T U RA

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DOMINGO 5 de julio de 2015

No podemos tener nada “Ningún hombre puede degradar el alma que llevo dentro”. Frederick Douglass.

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ylan Roof permaneció el 17 de junio de este 2015 sentado y respetuoso del estudio bíblico que los feligreses de la Iglesia Episcopal Metodista Africana Emanuel, llevaban a cabo según su costumbre, dicha iglesia es de las más antiguas de Estados Unidos, ha sido de importancia vital para muchas generaciones de la comunidad negra porque ahí se ha promovido la organización comunitaria para defender sus derechos civiles.

La iglesia conocida como “Madre Emanuel” parece ser un monumento a la voluntad del ser humano de levantarse sobre la desgracia, fue construida en 1816, quemada por sus opositores hasta el punto que tuvo que ser construida de cero, luego destruida por un terremoto y en otro momento clausurada por el estado.

Nadie imaginó que en esta tarde en que se oraba a Dios dentro del templo, Roof de 21 años quien llegó al lugar tenía un propósito y lo cumpliría: “Vine a matar gente negra”, dijo el muchacho cuando disparaba sobre sus víctimas, dejó viva a una mujer con la encomienda de contar todo lo que ahí había sucedido porque él tenía planeado suicidarse después.

Dylan fue apresado horas más tarde, escoltado por la policía a paso tranquilo hasta la patrulla donde manifestaría tener hambre, los policías se detuvieron en un lugar de comida rápida y le compraron una hamburguesa, si, al asesino de nueve personas afroamericanas. A principios del mismo mes de junio un policía de Texas somete con violencia a una adolescente negra que había sido invitada a una fiesta, al policía le pareció que “había muchos adolescentes negros” en el área y tenían que irse.

Respecto al asesinato masivo de Charleston, el poeta Derrick

Derrick Weston Brown.

Weston Brown, profesor adjunto de la Universidad del Distrito de Columbia, expresó: “Soy un poeta negro que no permanecerá en silencio mientras esta nación asesina gente negra. Tengo derecho a estar enojado”.

Y abunda en el sitio Color Lines: “Nací en Carolina del Norte, crecí en Charlotte, a unas pocas horas de Charleston y a un salto de Shelby CN donde __________ (el poeta intencionalmente omite escribir el nombre del asesino) fue capturado. Necesito escribir este texto principalmente para mí, lo publiqué porque deseaba compartir mi enojo.

“Tengo que iniciar con esta afirmación directa y deliberada, porque en estos tiempos tenemos que continuar siendo deliberados y directos en nuestras palabras y acciones a pesar del silencio de aquellos que establecen las políticas y hacen cumplir las leyes. Escribí este texto la mañana de ayer (18 de junio de 2015) en unos pocos minutos, porque me preguntaba sin cesar a mí mismo: ¿Qué podemos tener? Y la respuesta seguía siendo la misma: No podemos tener nada”.

El poema de Derrick Weston es doloroso, arrastra hartazgo de una sociedad que ha colocado un estigma inamovible a las minorías, a los de aspecto diferente, es un canto lastimero, de brazos caídos pero no del vencido, ahí en su entraña espera el salto, el reclamo de su verdadero lugar, la justicia: No podemos tener nada. Ni nuestra piel. Ni nuestra paz. Ni nuestro santuario. No podemos tener nada. No podemos comprar, nadar, caminar a casa. No

podemos rezar ni hacer alabanza. No podemos tener dulces. No podemos sentarnos dentro de un carro con amigos y las ventanas abajo escuchando música. No se puede ser una chica negra libre, un niño negro libre, un muchacho negro en libertad. No podemos tener cortesía. No podemos pedir ayuda. No podemos tener nada. No podemos tener el beneficio de la duda. No podemos ser llamados de la manera que lo deseamos. No podemos sentarnos en la iglesia, rezar en la iglesia, tener una iglesia, mezquita o templo. No podemos tener nada. No podemos tener un día agradable. No podemos tener un regreso a casa sin interrupciones. No podemos tener un día sin que tengamos que estar viendo por encima del hombro. No podemos tener nada. No podemos tener un día donde SEPAS sin una sombra de duda que la gente que amas regresara a casa viva.

No podemos. Tener. Nada. No podemos tener un día cuando nuestro todo no sea cuestionado. Ni siquiera podemos morir sin “ayuda”. No podemos tener un entierro apropiado. No podemos tener un funeral que transcurra en paz.

No podemos dejar de ser perseguidos. En una tienda. Por una cuadra. Por una milla. Por días. Por días. Por días. De por vida.

Ni siquiera podemos tener un incidente aislado.

No podemos acceder al reconocimiento de que

«El poeta Derrick Weston Brown, profesor adjunto de la Universidad del Distrito de Columbia, expresó: “Soy un poeta negro que no permanecerá en silencio mientras esta nación asesina gente negra. Tengo derecho a estar enojado”»

No. 222/ 5 de julio / 2015 Director General Santiago Garín Walther Director Editorial Enhoc Santoyo Cid Gerente Administrativo Mauro Bojórquez Gastélum Editor Rael Salvador Críticos / Colaboradores Héctor García Mejía, Marcela Danemann, Ruth Gámez, Arnulfo Estrada, Federico Campbell (†), Olga Aragón, Jorge L. Osiris Fernández, Gerardo Sánchez, Montserrat Buendía, Sergio Gómez Montero, Elia Cárdenas, Jesús López Gorosave, Paúl Nazar, Renata Sández Oseguera, Lauro Acevedo, Heberto J. Peterson L., Iliana Hernández P., María Eugenia Bonifaz de Novelo, Kepa Murua, Ana M. Mora, Herandy Rojas, Alina I. Gallardo, Ramiro Padilla, Daniel Salinas, Óscar Ángeles Reyes, Gerardo Ortega, Deÿ López, Aldo Calderoni Etcheverri, Elba Jordán S., Gabriel Ríos C., Diana Venegas, Fernando Macillas T., Jaime E. Delfín V., Manuel Quintero, Martín Caparrós, Eduardo Cruz Vázquez, Jorge Valenzuela, Miguel Lozano, Jhonnatan Curiel, Gustavo Dessal, Óscar Villarino Ruiz, Alberto Manguel, Carmen Gaitán, Myriam Moscona, Martín Solares, Daniel Iván Arellano G., Carlos Patiño, Joatam De Basabe, Jorge Calderón, Leobardo Sarabia Quiroz, Magdalena Calderón, Enrique A. Velasco Santana, Guadalupe Beatriz Aldaco, David Castillo, Gerardo Navarro (Nemónico) y Andrea Torres.

Corresponsal en Francia Cony Singüenza

la tarjeta de raza es manufacturada, guardada, comprada y hecha de nuestra piel.

No podemos tener nada.

No se puede ser una chica negra desaparecida que sea encontrada a salvo y a tiempo.

No se puede escuchar al aire el nombre de una chica negra desaparecida.

No podemos tener un proceso legal, sentencia, bla, bla, bla.

No se puede tener un permiso con pago, un permiso no remunerado, Descanso.

Detenerse.

No podemos tener nada.* premoniciones@hotmail.com *Traducción de Iliana Hernández.

Corresponsal en Italia Ferdinando Scianna Corresponsal en Chile Ramón Ángel Acevedo, “Rakar” Corresponsal en Argentina Patrick Liotta Fotografía Enrique Botello

Fotos: Cortesía

Por Iliana Hernández P.

Suplemento Cultural de

Correo electrónico raelart@hotmail.com palabra@elvigia.net Teléfonos para publicidad 120.55.55, ext. 1023 Ensenada, B.C. México.

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DOMINGO NGO 5 de julio de 2015

VOCACIÓN Y LOGROS DE LA TELEVISIÓN CULTURAL

ALEATORIEDADES

MI EXPERIENCIA EN CANAL 22

EL HOMBRE QUE AMABA LOS PERROS

Por Laura Barrera*

Foto: Cortesía

ESTA ES LA HISTORIA de un asesino y su víctima; los caminos de vida paralelos, azarosos e inciertos que siguieron Ramón Mercader y León Trotski hasta el trágico desenlace final, el momento en que un golpe de piolet asestado por el catalán en la cabeza del ruso, acabó con una de las vidas más dramáticas del siglo XX. Trotski nos resulta familiar porque su asesinato fue quizá la primera gran nota roja de alcance mundial ocurrida en territorio mexicano. El piolet enterrado en su cráneo se transformó en leyenda de las páginas policiales del México de los 40.

Trotski es un símbolo de Coyoacán y su figura acabó por inscribirse en las biografías de los célebres muralistas mexicanos. Ahí quedan para el anecdotario su otoñal romance con la enferma Frida, la expulsión de Diego Rivera del Partido Comunista por acceder a darle asilo a un perseguido de Stalin y el atentado perpetrado y dirigido por el mismísimo David Alfaro Siqueiros, stalinista radical que no dudó en disparar su arma contra el exiliado, aunque como era mejor pintor que sicario, acabó por errar el tiro.

El cubano Leonardo Padura, famoso por sus historias detectivescas, se revela como un minucioso orfebre de la novela histórica.

Aunque es en esencia una novela, El hombre que amaba los perros no parece tomarse demasiadas licencias ficcionales a la hora de presentarnos a estos dos personajes y sus tristes vidas.

Padura nos narra el relato de una agonía, de un exilio perpetuo. Pero también la de una condena a matar. Trotski es un sentenciado a muerte que vive horas extras vagando por el mundo, pero Ramón Mercader es también un condenado que no tiene escapatoria posible. Trotski está condenado a morir; Mercader está condenado a matarlo. Sus vidas son la esencia de la tragedia griega, existencias marcadas y usadas por un dios cruel del que es imposible escaparse. Ese dios se llama Stalin y sus tentáculos son infinitos, capaces de llegar hasta el último confín del universo.

Hay algo más que une a estos dos trágicos personajes: su amor a los perros. Tanto Trotski como Mercader tuvieron siempre como compañero al “mejor amigo del hombre” a lo largo de sus vidas. La de León Trotski es la tristísima historia de lo que pudo haber sido y no fue. La historia del hombre que de-

bió ser el sucesor de Lenin en el Kremlin y no lo fue. La historia del líder que debió consolidar y exportar la Revolución de Octubre y acabó expulsado como demonio innombrable del “paraíso” socialista. El caudillo del Ejército Rojo que término borrado hasta de las fotografías. El anciano que acabó sus días en Coyoacán entre sus conejos y sus papeles inacabados.

La agonía de Trotski es una tortura lenta e inclemente. Stalin no quiso matarlo inmediatamente. Prefirió convertirlo primero en un proscrito, en un apestado antes de bendecirlo con la muerte. Su instrumento fue Mercader, como pudo haber sido Siqueiros. A Trotski ya no lo salvaba nadie. Pero en este caso la historia del victimario llega a ser, por momentos, más triste que la de la víctima.

Padura narra la historia desde el futuro, desde la Cuba de los primeros años del siglo XXI, azotada por el huracán Iván, donde un taciturno veterinario yace frente al lecho de muerte de su mujer a la que, antes de fallecer, cuenta una anécdota de juventud sobre un extraño viejo que paseaba en la playa con dos galgos rusos.

Detrás del anciano de los galgos, se esconde el drama desgarrador de dos existencias marcadas por los ismos del siglo XX, inmoladas en el abstracto altar de la religión comunista. danibasave@hotmail.com

Foto: Cortesía

H

Por Daniel Salinas Basave

e trabajado en Canal 22 cerca de 14 años, durante las administraciones de Enrique Strauss, Jorge Volpi, Irma Pía González-Luna, Magdalena Acosta y Raúl Cremoux. Como antecedente, comento que fui integrante del comité de redacción del Código de Ética de esta emisora, creado durante la administración de Jorge Volpi. En particular, me responsabilicé de la redacción del apartado correspondiente a Noticias y Programas Informativos. Desde mi llegada a Canal 22, entre mis funciones ha estado formar parte de la Mesa editorial de la Dirección de Noticias. Actividades y responsabilidades que han avalado mi interés e iniciativa. Traigo esto a colación para subrayar que la ética profesional en el Canal y las condiciones en que informamos no es un tema menor ni accesorio para mí, sino un asunto que tomo muy en serio.

La búsqueda de mayores espacios de libertad es un camino en el que hemos coincidido muchos trabajadores de Canal 22, en especial la Dirección de Noticias, por lo que me sería imposible aceptar una situación que hiciera retroceder los logros de esta televisora y que traicionara su vocación.

Con total claridad, afirmo que mi experiencia con todos los titulares de la Dirección General de Canal 22, desde Enrique Strauss hasta Raúl Cremoux, han sido de absoluta libertad, sin que ello signifique que no haya habido diferencias y disensos. Sin estos elementos, creo, no habría pleno ejercicio de la independencia de criterios. Sin ello –sin la libertad que requiere el trabajo informativo– no querría ni podría laborar en Canal 22.

Cuando en esta administración se redujo el tiempo de Noticias 22 a media hora, fue el diálogo lo que condujo a reponer el tiempo original, demanda de nuestra audiencia y de nosotros mismos. El diálogo, rinde y ha rendido frutos.

Puedo decir, por tanto, que he goza-

do de libertad pese a que en diferentes programas he tratado temas que me han resultado controvertidos, y por los que he respondido ante televidentes de Canal 22, y ante el propio Defensor del Televidente, abordando recientemente asuntos tan disímiles como el maltrato animal y la diversidad sexual.

Me interesa el punto de vista de todos mis compañeros de Canal 22, particularmente de quienes tienen una experiencia y visión distinta a la mía. No sólo respeto y admiro su trabajo, sino que me une a la mayoría de ellos un profundo afecto y una historia en común.

Así, me declaro totalmente en contra de la censura, y quiero agregar que tampoco apruebo los linchamientos mediáticos ni los juicios públicos y sumarios ad hominem. Creo en el diálogo como creo en el disenso. Sé que en este momento el camino fácil es el de la descalificación y la polarización, el sumarse al “trending topic”. No voy a hacerlo, sino que insistiré en una invitación al diálogo. Invito también al público, a la comunidad cultural y a todo aquel que esté interesado en este tema, a realizar un escrutinio riguroso, serio y objetivo de la pantalla de Canal 22, creo que ahí se encontrarán muchas claves para evaluar nuestro trabajo, en conjunto y en lo individual.

Como medio de servicio público, no sólo estamos sujetos a dicho escrutinio, sino que la crítica y la rendición de cuentas es una condición sine que non del trabajo informativo, más aún en un medio del Estado y, por ello, de la sociedad. @laurabarrera99 *Conductora de Noticias 22, en la emisión de lunes a viernes que transmite Canal 22 a nivel nacional.

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ENTREVISTA CON ELISA CUADRA

¿Por qué cantar? ¿Por qué el gusto de transmitir mensajes a través de las canciones? Además de la importancia de ser también un gran lector

Por Joatam De Basabe

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n escritor es aquella persona que se dedica a crear literatura en sus diferentes formas: novela, cuento, poesía, ensayo y dramaturgia, generalmente con el fin de comunicar ideas, generar sentimientos o, simplemente, estimular la imaginación. Transmitir información, ya sea para la recreación o la reflexión.

Partiendo de esta premisa, surge la duda de... ¿qué tanto se asemeja la tarea de un escritor a la de aquella persona que hace letras de para canciones?

Letrista es la definición que le da el Diccionario de la Lengua Española, a la persona que hace letras para canciones.

Cabe mencionar que para la creación de una canción, también participan los compositores, que son los encargados de ponerle la música, y en caso de que una persona sea letrista y compositor a la vez, se le llama cantautor.

Nacho Vegas, cantautor español, con estudios parciales en filología (estudio de los textos escritos) y lingüística (que estudia el lenguaje humano y las lenguas), hace unos años refirió: “La gente que se dedica a la literatura parece que maneja muy bien las palabras, parece que es el arte de trascender el significado referencial que pueden tener solamente éstas, y sin embargo los que hacemos canciones, escribimos letras, que es algo más pequeñito que las palabras, solamente juntamos letras –y añadía–, pero hay una influencia innegable en la literatura y en la música popular”.

Ahora bien, aclarado el punto, también sería prudente señalar que no todos los letristas contemporáneos tienen la misma tarea, ya que en el camino de esta bella arte, se han producido tantos subgéneros que ya sería complicado enumerarlos.

Tomando en cuenta lo que se define como canción según el mismo diccionario antes mencionado, donde se afirma que es una “composición en verso, que se canta, o hecha a propósito para que se pueda poner en música” (2012), podría decirse que hay dos grandes grupos: el de las canciones que ponen énfasis a la música y el de las canciones que ponen énfasis a la letra.

En el primer grupo se podrían contar géneros como el reggaeton, del cual se puede decir que la

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letra no es la más elocuente, o el motivo principal por la que se escucha.

En el segundo grupo, podría considerarse, por ejemplo, a las canciones de trova o las de la música folclórica moderna, las cuales se caracteriza por sus letras cargadas de sentido social y político; aunque no excluyen tópicos como el amor, desamor, por mencionar un par.

Un letrista o cantautor de canciones, que ponen énfasis a la letra, también busca, así como los escritores, transmitir ideas, situaciones o simple información ya sea para generar sentimientos o estimular a la reflexión.

Ahora bien, un escritor, para publicar su obra, antes necesitaba de una editorial; ahora lo puede hacer en un blog, por medio de internet.

Aunque claro, esto generalmente no tiene el mismo alcance, por extraño que parezca, las editoriales siguen siendo indispensables para un posicionamiento nacional o internacional de un autor.

En cambio, con las disqueras no pasa igual. Éstas sí van a la baja, y es que ahora con herramientas como el iTunes o el Spotify, la música llega a sus receptores de una manera bastante efectiva.

Para los músicos funcionan bastante, también, las redes sociales, donde incluso muchos cantantes suben los covers (sus versiones) de canciones de otros.

“Existe algo aún más extraordinario (más que coreen las canciones en los conciertos) con lo que yo por lo menos nunca soñé: que te versionen. Que alguien dedique unas horas de su vida a aprenderse los acordes y la letra de una canción tuya, tal y como yo hacía con lo que me gustaba, es algo indefinible”, comentaba hace poco Jero Romero, cantautor español.

En este punto es que la atención se dirige a Elisa Cuadra (también conocida como Idiot Eliott), una joven originaria de Gijón, España, a quien sólo una guitarra, un ukelele y su voz, le han bastado para interpretar las letras de cantautores como los citados en los párrafos anteriores, entre muchos otros, y con ésto ha conseguido casi medio millón de visualizaciones en su canal de YouTube.

A continuación se presenta una entrevista concedida al suplemento cultural Palabra, donde Elisa habla acerca de por qué canta, de por qué le gusta transmitir mensajes a través de las canciones, y la importancia de ser también lectora.

J.D.B.: Muchas de las canciones que has escogido para hacer covers, contienen letras de conciencia social, ¿Qué opinas de ello?

Usar la música como medio de concientización social.

Fotos: Cortesía

“Nuestros geniales políticos nos roban, engañan y manipulan como quieren, y ya que la mayoría de los medios de comunicación no reflejan la situación real, habrá que llegar a la gente de otra forma para que sepan lo que realmente pasa”

Joatam De Basabe: Cuéntame primero por qué te gusta cantar. ¿Cómo fue este primer acercamiento con la música?

Elisa Cuadra: Pues me gusta cantar porque es la forma que tengo de expresarme, no soy una persona que exteriorice mucho sus sentimientos; prefiero decir las cosas cantando que hablando, y porque siempre que estoy ya sea enfadada, feliz, desilusionada ... Cantar y tocar produce en mí una sensación increíble, que realmente no sabría explicar, sólo sé que me siento mejor al hacerlo.

Y el primer acercamiento... Desde pequeña siempre hubo mucha música en casa, mis padres, ambos, tocan instrumentos y les encanta la música, supongo que lo llevo en la sangre.

J.D.B.: Bien. Ahora, ¿cuál es tu género favorito?

E.C.: Me gusta de todo, pero si tengo que elegir uno sería lo que llaman el Indie. Y digo “lo que llaman”, porque como ya sabes Indie viene de discográfica independiente y la mayoría de grupos que entran en este género no lo son.

J.D.B.: ¿Qué opinas de los nuevos géneros musicales, como el reggaeton?

E.C.: Bueno, no es muy de mi gusto, más que nada porque la mayoría tienen letras muy machistas y usan a la mujer como un objeto, pero también tengo que decir que, a pesar de que mucha gente aquí en España reniega de ello, todos lo hemos bailado alguna vez estando de fiesta (risas).

J.D.B.: Igual pasa acá, pero, ¿es importante el contenido literario en la letra de una canción?

E.C.: Depende. Si ponemos el ejemplo de las canciones en inglés, hay personas que no entienden lo que se está diciendo, pero igualmente la melodía les transmite algo. A mí me pasa con muchas canciones con contenido pobre en sus letras, pero con melodías preciosas que ya por eso me encantan, y a la inversa también, canciones con letras increíbles, pero que su melodía no me llega a gustar y no me transmite nada.

E.C.: Creo que es muy importante, sobre todo con la situación que estamos viviendo ahora mismo en este país, donde nuestros geniales políticos –nótese la ironía– nos roban, engañan y manipulan como quieren, y ya que la mayoría de los medios de comunicación no reflejan la situación real, habrá que llegar a la gente de otra forma para que sepan lo que realmente pasa.

J.D.B.: ¿Qué importancia tiene para ti la lectura?

E.C.: Leyendo viajas, aprendes, creces, abres tu mente a cosas nuevas... igual que escuchando música, te evades de la realidad (mientras que, paradójicamente, te enteras de la realidad), que a veces viene muy bien.

J.D.B.: Leí por ahí que estabas preparando letras para grabar tus propias canciones, ¿cómo vas?

E.C.: Ya tengo alguna que otra, pero realmente me siento estancada... Estoy en un momento en el que necesito un cambio, llevo demasiado tiempo en el mismo sitio y mi inspiración se ha ido de vacaciones. Pero en cuanto encarrile mi vida estoy segura de que mi mente se relajará y llegará todo solo.

J.D.B.: A propósito, ¿qué relación hay entre escritor y compositor? Se dice que no es lo mismo, pero los dos escriben...

E.C.: Ambos escriben y ambos te cuentan una historia, cada uno a su manera; yo si que creo que tienen muchas similitudes.

J.D.B.: ¿De qué irán tus letras?

E.C.: Pues de personas, situaciones, vivencias propias o de otras personas. A veces una situación de lo más normal puede llegar a ser una canción, lo importante es que la gente se sienta identificada y la sienta como suya.

J.D.B.: ¿Qué autores/compositores han tenido influencia en ti?

E.C.: Sobre todo, sobre todo diría que Jero Romero y Nacho Vegas. Si pienso en cómo me gustaría que fuese mi grupo, sería una mezcla de ambos: las letras de Nacho Vegas y las melodías de Jero Romero.

J.D.B.: ¿Qué le puedes recomendar a los que inician en el camino de la música?

E.C.: Paciencia y constancia, es un camino

duro y difícil, muchas veces a los músicos no se les tiene la consideración que merecen, igual que en el resto de ámbito artístico. Hay una concepción muy generalizada de que el resto de profesiones tienen más importancia que la de un músico, sin embargo todo el mundo escucha música, todo el mundo se ha puesto alguna vez música triste cuando está melancólico, porque extrañamente se siente mejor... etcétera. Ha aportado muchas cosas a este mundo y lo hace un poquito mejor.

J.D.B.: ¿Cómo te sientes al respecto de tu éxito en YouTube?

E.C.: Yo tampoco lo llamaría éxito, tengo un número bastante normal de seguidores, comparado con otras personas en YouTube; claro, porque si juntamos a las casi 3 mil personas que me siguen me daría un poco de miedo.

J.D.B.: ¿Qué ventajas y desventajas que tiene ésto?

E.C.: Ventajas hay muchas, conoces a un montón de personas geniales, la cantidad de gente que te escribe diciéndote cosas bonitas, que nunca está de más, te anima a seguir haciéndolo y con muchas ganas de seguir mejorando, llegas a conocer a músicos a los que admiras... Desventajas no encuentro, la verdad.

De momento es todo maravilloso.

J.D.B.: Muchas gracias por tu tiempo y buena disposición para la entrevista.

E.C.: Muchas gracias a ti. Un placer y un abrazo grande. joatam24@gmail.com

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FOTO DE LA SEMANA:

CUENTO

NUBES

LAS INTERMINABLES HORAS Por Heberto J. Peterson L.

RICARDO ROBLES Es originario de Santa María de los Ángeles, Jalisco.

La Foto de la Semana es un reconocimiento que se otorga por el mayor número de votos, avalando el dominio del tema, en el sitio de Facebook Fotografía Diaria.

Foto: Cortesía

Foto: Ricardo Robles

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a noche tendió su manto y la Luna oculta por las nubes la transformó aún más obscura y lúgubre. Las aves dormían, el tránsito de vehículos se volvió casi nulo y el abrazador silencio se hizo presente.

Envuelto en sábanas y cobijas, recargado sobre el respaldo de la cama leí, hasta que cierto cansancio hizo que colocara el libro sobre el buró, apagué la luz con la intensión de dormirme, cerré los ojos, pero mi mente destapó el cúmulo de pendientes, preocupaciones, angustias y ansiedades que, traducidas en pensamientos, se agolpaban en mi cabeza. Procuraba relajarme y aflojar mi cuerpo pensando o tratando de visualizarme durmiendo, mas no podía, me sentía inquieto.

Boca arriba, de un costado y de otro buscaba una posición cómoda hasta que por fin sobre mi costado derecho encontré la mejor postura.

El cansancio comenzó a ganar terreno, poco a poco el sueño me invadió apagando mi consciencia hasta quedar totalmente dormido.

Un fuerte ruido en el marco de la ventana me despertó. Me levanté a ver que sucedía y me percaté de que la rama de un árbol, debido a la fuerte ventisca que soplaba, golpeaba intermitentemente el marco, con peligro de quebrar la ventana.

Con un serrucho me vi obligado, a esas horas de la noche, a salir y cortar aquella rama…

Volví a la cama con la intención de recuperar el sueño. Inicié nuevamente la batalla en contra de los fantasmas de mi mente que desfilaban, uno tras otro, para volverme a inquietar y alejar el sueño.

La imaginación comenzó a presentarme un sinnúmero de escenarios lúgubres, dando lugar al pesimismo y a hacer trágico lo que no es trágico, imaginando lo que no iba a suceder.

La ventisca terminó, el silencio ocupó

los espacios, pero al poco tiempo comencé a escuchar extraños ruidos sin saber de dónde provenían: paraba las orejas, prestaba atención y… desaparecían.

Me preguntaba: ¿Por qué dentro de las 24 horas las de la noche son las más difíciles para mí? Sé que dormir es necesario para que el cuerpo recupere energías y el cerebro oxigene las neuronas para poder seguir viviendo, pero ¿por qué la noche se presta para que mi alma esté inquieta y mi fecunda imaginación me presente un panorama de sentimientos y pensamientos negativos?

Cuando niño, me hablaban mucho de fantasmas que le jalaban a uno los pies y que los ruidos eran producidos por ellos. Entonces me dormía con el temor de tener a uno parado a los pies de la cama o a un lado; mi corazón, recuerdo, latía más rápido y a veces un sudor frío recorría mi frente hasta que… el sueño me ganaba.

Cuando la luz del amanecer entraba por la ventana mi espíritu descansaba, me paraba frente a ella para otear el horizonte, el optimismo renacía con el día, y mi visión de las cosas y los hechos se tornaban positivos, esperanzadores. ¡Qué interminables son las horas de la noche!

“Escenarios lúgubres, dando lugar al pesimismo y a hacer trágico lo que no es trágico, imaginando lo que no iba a suceder”

petersonheberto@live.com

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CANAL 22: LA UTOPÍA Y LA FRAGILIDAD Eduardo Cruz Vázquez RECUERDO EL entusiasmo que me causó la iniciativa y la forma en que se operó. El Presidente Carlos Salinas de Gortari, en el proceso de privatización de numerosas empresas del Estado, incluyó al Canal 22 como parte del paquete a comprar por Ricardo Salinas Pliego, es decir, de Imevisión.

Después de 24 años, pocos dudan de que como parte de su estrategia de vinculación con la comunidad cultural, Salinas acordó con Héctor Aguilar Camín y Carlos Monsiváis, reunir a intelectuales y artistas para solicitar al Gobierno Federal no vender la frecuencia. Y entregarla al Conaculta para su manejo. No en vano el primer director fue alguien ligado al grupo editor de la revista Nexos, José María Pérez Gay. En un proceso impecable, el desplegado se armó, se reunieron alrededor de mil adherentes y Salinas concedió. No me arrepiento de haber participado, de creer que en el salinato todo era prometedor y que mi labor como servidor público tenía un profundo sentido, al ser parte del Programa Cultural de las Fronteras, al lado de Alejandro Ordorica Saavedra.

Después de 22 años, como bien lo señala Ordorica en el texto que acompaña esta entrega, son muchas las deudas de Canal 22. En efecto, de la utopía por una televisión cultural de excelencia, se pasó a la confrontación laboral den-

tro de la emisora, a los señalamientos de censura y a la dramática falta de recursos que afecta todos los procesos de la emisora.

Sin duda la existencia y aporte del 22 es incuestionable, aunque muy frecuentemente me pregunte si no hubiera sido mejor meter toda la energía de esos y posteriores años al Canal 11 y a los sistemas estatales de radiodifusión. Ante un Estado que da todas las señales de sostener los medios públicos porque no le queda de otra, quizá sería mejor tener pocos pero consistentes. La aparente abundancia de emisoras públicas se topa con una precariedad que se antoja irreversible.

A 22 años del Canal 22, su hoy y mañana enfrenta numerosos desafíos.

Por ahora me quedo con que su frágil modelo económico es generador de la actual disputa. Y no es sólo por la insuficiencia presupuestal; también por la imposibilidad de aplicar en plenitud las ventajas de su régimen legal, es decir, de su título de concesión, algo muy distinto al permisionario. Como empresa paraestatal, se ha perdido. Se le trata como una dependencia de la SEP y del Conaculta. Mientras eso no se revierta, en tanto no haya apertura para su funcionalidad empresarial, será más difícil generar armonía entre viabilidad financiera, generación de contenidos, creatividad e independencia editorial. asesoresencultura@yahoo.com.mx

Las fronteras y el Canal 22 Alejandro Ordorica Saavedra*

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as comunidades culturales de las entidades fronterizas, del norte y sur de nuestro país, tuvieron una eminente participación para que se dispusiera que Canal 22 orientara sus contenidos a la promoción y difusión educativa y cultural.

Lo recuerdo bien. Eran mediados de los años ochenta y ocupaba yo el cargo de Director General del Programa Cultural de las Fronteras de la SEP (PCF).

Un buen día, recibí la llamada del periodista y escritor Hector Aguilar Camín, para pedirme que apoyáramos la propuesta y el desplegado donde un grupo de intelectuales y artistas formularíamos justo esa solicitud al Gobierno Federal.

Procedí entonces a llamarle personalmente a cada uno de los Directores de los institutos de cultura o a los responsables de esa área en los 7 estados del norte y los 5 del sur que integraban el propio PCF, para convocarlos a mi vez respetuosamente a que lo suscribieran, bajo la idea, conviene decirlo, de la absoluta independencia que siempre rigió en nuestro modelo de descentralización y cogestión cultural.

Sin excepción, se sumaron y firmaron el documento que apareció publicado en diversos diarios nacionales, además de un numeroso contingente de artistas, intelectuales y grupos culturales de ambas franjas fronterizas.

Un hecho, por cierto, que se ha olvidado ni ha sido registrado ni valorado en su tan significativa dimensión.

Aludo a los anhelos de la tan vasta e invaluable cultura que se genera en esos pueblos y ciudades del norte y del sur de México, y que no era suficientemente conocida –o en otra medida soslayada– y hasta atendida con desaire en la capital misma del país, junto a las intentonas de dirigismo cultural.

Con el tiempo, el talento y la creatividad de muchos creadores de esas latitudes se fueron abriendo paso, a la vez que fueron alentadas por las siempre trabajosa y usualmente poco comprendida tarea de la descentralización cultural.

Sin embargo, debo decir con un sentido crítico, y seguramente no exento de un toque nostálgico, que nuestras fronteras no han sido ni vistas ni escuchadas como merecían y merecen, en ese espacio televisivo del Canal 22 y en la totalidad de los demás medios, sean públicos o privados.

Desde aquella época, nos preguntábamos, por ejemplo, qué sabe un niño o joven tarahumara de los mayas y viceversa; o de niños y jóvenes mexicanos respecto a la historia, geografía y situación socioeconómicas de las fronteras, e incluso en el plano interfronterizo, entre norteños y sureños, por lo que toca de unos respecto a los

Foto: Cortesía

ECONOMÍA CULTURAL: DOMINIOS

otros. Y por igual, la ignorancia de nuestros nexos con la comunidad de mexiconorteamericanos en EUA, así como con los distintos pueblos caribeños, a los que definimos en aquel tiempo como la Tercera Frontera.

Hubo asimismo, un gran número de encuentros y acciones relevantes del propio Programa Cultural de las Fronteras, que en general no recogieron debidamente los medios públicos de comunicación social, como podrían ser entre muchas otras: los Foros de Cultura Contemporánea, Norte y Sur, respectivamente; los Festivales de La Raza y el Internacional de Cultura del Caribe, o los Colegios de Escritores en varias entidades.

Por su parte, el Programa Cultural de las Fronteras, tuvo conciencia de ese vacío e instrumentó estrategias esenciales que derivaron en: la creación de las revistas Cultura Norte y Cultura Sur, las Series de Televisión “Fronteras” y “Chicanos” o la fundación de Asociaciones de Productores de Radio y TV Cultural (Norte y Sur), actividades todas sin precedentes.

Pero dejemos el hubiera y vayamos al presente, a nuestros días, donde independientemente de los logros del Canal 22, muchos de ellos importantes, debiéramos evaluar qué otros de sus propósitos iniciales están parcialmente cumplidos o preocupantemente incumplidos.

En esa valoración, sin duda, una gran asignatura pendiente son las fronteras de la nación, a lo largo y a lo ancho, que dicho sea de paso fueron solidarios sustentos de esa televisora.

A 22 años de los inicios de Canal 22, sigo pensando que sin duda fue un acierto ante la necesidad de ese tipo de programación y contenidos, que tanta faltan hacían y hacen en la televisión mexicana, además de Canal 11 y algunos sistemas de radio y televisión a nivel estatal que ya existían en esa época.

En todo caso, si bien hay motivos de celebración por ya más de dos décadas cumplidas, los hay aún de mayor urgencia, que deben abordarse mediante el análisis, la reflexión y los cambios que procedan. vaos23@hotmail.com *Comunicador, escritor y político. Fue Director del Programa Cultural de las Fronteras en la SEP entre 1986 y 1991. Fue diputado federal independiente, delegado y coordinador metropolitano en el GDF.

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DOMINGO 5 de julio de 2015

A 22 años de Canal 22

LA DICHOSA PALABRA “La cultura no es un penoso deber; es un gozoso privilegio”. Juan A. Vallejo Nágera.

I Escrivivir e debo a las palabras, soy dichoso en ellas.

Me alimentan las ganas de nombrar el mundo y de colorear con la música de los alfabetos todas las sombras del misterio. Me debo a lo ya dicho y a la dicha del libro, al palabrar ocioso, al paladar infiel, al delirio que se amontona en el placer de los múltiples significados. Loco, canto la embriagada alegría de leer y me consuelo al amanecer con esta sed de escrivivir.

M

II La palabra dichera El sábado es la cita. A la 1 voy por la machaca de “mantarraya”, a las 2 la estoy cocinando con camarones y a las 3 me dejo ir en el surf de la cerveza helada y espero la “palabra dichera”, La dichosa palabra... Como la Bubulina, de Zorba el Griego, antes de acomodarme en la recamara, frente al televisor encendido, me acicalo la melena y, jugándola de galán, recorro con la vista los miles de libros y desenhebro el humo grácil de los inciensos. La cita es a las 7, los muchachos, con la inteligencia vestida de guapa, no tardarán en aparecer.

III La dichosa palabra La televisión se me hace menos estúpida si en ella hay algo de cine mexicano y europeo, música clásica, blues o jazz. Si Fellini, Sabina, Saramago, Nijinski, Monsiváis, Cecilia Toussaint, Michael Nyman, Galeano o Soriano – así como Noticias 22, con Laura Barrera; La oveja eléctrica, con Pepe Gordon; Triángulo de letras, con Eduardo Limón, y un

largo y provecho“La televisión se ducción de su eleso etcétera–, cada al idioma me hace menos gancia cual en su onda, de la desnudez. estúpida si en asumen la poesía Su ternura, de ány le dan canto y gel colegial, se ubiella hay algo de fuego a la pantaca en el brillo articine mexicano lla; entonces, la culado de la miraTV es otra cosa. da. Ojos grandes, y europeo, El programa de emociones música clásica, sus La dichosa palano son pequeñas. bra, en el Canal Su belleza es deblues o jazz. Si 22 (en Ensenada, incitante, Fellini, Sabina, cidida, por cable, en el como un aforismo Saramago, canal 122), llede Porchia o un na el enorme vacarnoso apunte de Nijinski, cío que las otras Balthus. En la noMonsiváis, televisoras –con che, fuera del aire, la rara excepción Cecilia Toussaint, la viste el perfume del Canal 11– deun soneto troMichael Nyman, de jan en el corazón pical. Desdeñosa de la cultura del y desvaída como Galeano o país. Su peculiala ilusión, imagiSoriano, cada ridad se inscrino a un séquito cual en su onda, de amantes sofisbe en el desenfado inteligente, en asumen la poesía ticados, rondanla amenidad prodo y amurallando, y le dan canto vechosa y la miscon frágiles corcelánea erudita, batas amarillas, y fuego a la donde el intersu paso de gacela pantalla” cambio de ideas sensual... amplía el conocimiento universal y le ofrece el diV fícil rango de gozoso privilegio.

Pablo Boullosa Emparentado ánimos con el barIV do Ricardo Castillo, sus 20 poemas Laura y las gacelas a unas nalgas me hermanan con él.

Madrileña, ajustada al ideal, Antes que en la “Dichosa”, pasó por Laura García glorifica la seduc- Texto, sudor y páginas y Barra de ción de la inteligencia femenina. letras. Su afición por el espectáculo Briosa, como un adjetivo que no del mundo, lo ha llevado de mesesobra; ardorosa, como la íntima ro a juez de belleza, de vendedor fiebre de su expectante silencio. de libros a empresario de la palaSus formas son extremas, lo de- bra. Tiene un no sé qué de Buster nuncia la fresca gramática de su Keaton, quizá la frente amplia y el sonrisa La tierna voz le sabe a dic- humor gelatinoso. Sus apropiadas cionarios y, gustoso, haría la tra- elocuciones son inconfundibles,

Foto: Cortesía

Por Rael Salvador

Debate a cuesta, Germán Ortega, Laura García, Pablo Boullosa y Eduardo Casar.

NUMERALIA 15 discos para una breve e inicial colección clásica:

1.Mozart: Sinfonías nº 35 a 41.

2.Bach: Conciertos de Brandenburgo.

3.Beethoven: Sonatas para

pues aún llevan el sello de la aventura y la ignominia. Su lícita visceralidad es terciopelo puro, iridiscencia amable, como la erótica visión de las perlas.

VI Germán Ortega Este celoso teórico de la estética, es un historiador que guarda con amor la docencia de la universalidad. Su voz ofrece confianza, su gesto arrulla contra las estridencias. Su vigor es atmósfera: el pueblo romano (no el Imperium) se hubiera hipnotizado con su cátedra. Los atributos de Maestro quedan manifiestos cuando su discurso alcanza el silencio de la sonrisa fija. Su disciplina gestual contrasta con su peinado y su verticalidad predica desde la rebelión arquitectónica de su osamenta. Con imagen propia, Germán Ortega ha logrado el lugar exacto.

VII Eduardo Casar No sé por qué, pero los lagartos le harían una fiesta. Socarrón cultivado, sus intervenciones son de Rector sonriente. Su armonía léxica, aunada a su irreducible bondad de bibliófilo, siempre tiene un excelente libro de poesía que ofrecer. Expresivo, sin esforzarse, es generoso en desamordazar sonambulismos. Su mansedumbre a veces queda desfallecida ante el acierto y eso lo hace juvenil, generoso, espléndido. Su porte es convencional, comulgante; si alguien lo ve caminando a solas por la calle, dirá “ahí va un escritor”. Su saco, a veces, es una casa primaveral para los canarios. raelart@hotmail.com

piano “Patética” y “Claro de Luna”.

4.Mozart: Conciertos para piano nº 20 y 21.

5.Brahms: Trío para piano nº 1.

6.Stravinsky: La consagración de la primavera.

7.Schubert: Cuarteto para cuerda “La muerte y la doncella”.

8.Tchaikovsky: Sinfonía nº 6, “Patética”.

9.Vivaldi: Las cuatro estaciones.

10.Bizet: Ópera Carmen.

11.Beethoven: Sinfonía nº 9, “Coral”.

13.Schubert: Sinfonía nº 8, “Incompleta”.

14.Beethoven: Cuarteto para cuerda nº 1 a 3 “Razumovski”.

15.Bach: Variaciones Goldberg.