Tu gran salto

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Título original: The Big Leap, © HarperOne Primera edición: Noviembre de 2019 Copyright © 2009 by Gay Hendricks First Published by Harper One © Editorial Faro 2019, de esta edición Translation rights arranged by Taryn Fagerness Agency and Sandra Bruna Agencia Literaria, SL Todos los derechos reservados. Edición: Gabriel Jiménez Traducción: Constanza Cervino Corrección: María-Fernanda Poblet Composición de cubierta: Marta Díez, marta@mimbrestudio.com Maquetación: Javier Labrador Impreso en España por: Reprográficas Malpe Depósito Legal: M-29386-2019 ISBN: 978-84-945838-6-5 Editorial Faro www.editorialfaro.com info@editorialfaro.com Reservados todos los derechos. Este libro no puede ser reproducido, íntegra o parcialmente, por cualquier medio mecánico, electrónico o químico, ya existente o de futura introducción, incluidas fotocopias, adaptaciones para otros medios, sin la autorización previa y por escrito del editor.


TU GRAN SALTO Gay Hendricks

Traductora: Constanza Cervino


Índice Introducción Elimina lo que te impide triunfar de una vez por todas en el dinero, el trabajo y el amor El único problema que te frena El momento del descubrimiento UNO - Prepárate para tu gran salto Cómo resolver el verdadero problema El gran salto de Maynard Céntrate en ti Abrirse camino Superar la parte más difícil Cómo funciona el síndrome del límite máximo Una idea radical Los termostatos del límite máximo de las personas famosas y exitosas Resuelve el problema y libérate La zona de incompetencia La zona de competencia La zona de excelencia La zona de genialidad

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DOS - Dar el salto Desmontemos las bases del problema 35 Cómo se activa el síndrome del límite máximo 39 Barrera oculta n.º 1: Creer que tienes defectos de base 40 Barrera oculta n.º 2: Traición y abandono 42 Barrera oculta n.º 3: Creer que tener más éxito equivale a ser una carga mayor 45 Barrera oculta n.º 4: el crimen de eclipsar 46 ¡Adelante! 50


TRES - Concretemos Cómo detectar el síndrome del límite máximo en nuestra vida diaria 51 Formas típicas en que nos máximo-limitamos 51 Preocupación 52 Preocúpate por lo que puedas hacer ahora mismo 56 La crítica y el reproche 59 Desvalorización 62 Peleas 65 Ponerse enfermo o estar herido 68 Las Tres P 69 Vulneración de la integridad 74 Primer paso hacia la integridad: descubre tu historia 81 La actitud 82 Pasos para tomar acción 83 CUATRO - Construye un nuevo hogar en la zona de genialidad Cómo lograr que tu genialidad se manifieste en cada instante Comprométete con tu genialidad Las preguntas de la genialidad Pregunta de la genialidad n.º 1 Pregunta de la genialidad n.º 2 Pregunta de la genialidad n.º 3 Pregunta de la genialidad n.º 4 Expresa tu habilidad única

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CINCO - Vive en tu zona de genialidad Utiliza el mantra del éxito completo para prosperar en el amor, la abundancia y la creatividad 105 Sal de la jaula y alza el vuelo 105 El mantra del éxito completo: una intención como guía rectora 106 Tu mantra del éxito definitivo 107 Cómo poner en práctica el mantra del éxito completo 108 La contestación de tu programación 109 Un atajo clave: el «no» iluminado 110 Otro atajo: renovar y depurar el compromiso 112 SEIS - Vivir en el tiempo de Einstein Generar tiempo para manifestar plenamente tu genialidad

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El problema La solución El antiguo paradigma La trampa del tiempo newtoniano al detalle El problema del tiempo, un problema de espacio La verdad acerca del tiempo y de todas las cosas que en realidad no quieres hacer Disculpe, ¿me presta un momento su personaje? Lo que tienes que saber de tu personaje El tiempo de Einstein Por dónde empezar Sentir la presión del tiempo Una invitación SIETE - Resolver el problema de las relaciones de pareja Trasciende el límite máximo del amor y de la valoración Tu invitación divina

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Conclusiones 143 Apéndice Mis primeras aventuras como emprendedor Pequeños pasos empresariales Crear: la alegría del emprendedor Mi efímera trayectoria en el negocio del huevo Cuando la vida te dé limones, ¡no hagas limonada! ¡A innovar! Lo que aprendí

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Agradecimientos 155


Introducción Elimina lo que te impide triunfar de una vez por todas en el dinero, el trabajo y el amor

El único problema que te frena Yo lo llamo el síndrome del límite máximo. Y todavía no conozco a nadie que no lo haya padecido de algún modo; aunque ya goces de un éxito abrumador, lo más seguro es que tu propia versión de este fenómeno te esté impidiendo desarrollar tu pleno potencial. De hecho, cuanto más éxito tengas, más importante se tornará que identifiques y superes esta barrera para quitártela de encima y evitar que se convierta en un lastre perpetuo. Sé que suena tajante, pero si yo estuviera en tu lugar, agradecería que fueran sinceros conmigo. Hablar con franqueza es delicado, pero nunca he dudado en hacerlo, incluso con gente de éxito —y no porque me pagaran como asesor—, porque parte de mi misión en esta vida consiste en ayudar a los demás a que logren sacar lo mejor de sí mismos. Michael Dell, fundador de Dell Computer y uno de los emprendedores multimillonarios más jóvenes de la historia, es una de las personas más brillantes que he conocido. Tuve el placer de asesorarle tanto a él como a otros miembros de su equipo en la década de los noventa, en una época en la que la empresa empezaba a crecer a pasos agigantados. La cualidad que más me gustó de Michael fue su apertura a la hora de aprender. He conocido a numerosos ejecutivos de máximo nivel y, con frecuencia, comparten un rasgo en común: están muy a la defensiva y siempre sienten la imperiosa necesidad de tener razón. Pero este no es el caso de Michael. Cuando tiene que aprender algo, no se cierra en banda; a diferencia de muchos directivos, no tiende a resistirse al cambio y a seguir haciendo cosas que es muy evidente que no están funcionando. Michael aprovecha cualquier oportunidad para crecer, prueba de ello es el éxito que ha alcanzado. Esta apertura al aprendizaje es algo que me gustaría que analizásemos en este libro. 9


Michael Dell no nació con este don —ni ninguno de nosotros—. Alcanzar ese nivel de apertura sin barreras requiere de práctica y de aplicar la misma diligencia de un esquiador o de un violonchelista profesionales. Para dar saltos cualitativos como los de Michael Dell, tenemos que practicar una cualidad en concreto: ser capaces de identificar y superar la creencia del límite máximo en cuanto se nos presente. A lo largo de este libro, puliremos sin descanso esta capacidad. Hay mucha gente que ahora sabe, como Michael, que lo que de verdad debemos resolver es el síndrome del límite máximo. Y, en cuanto lo solucionaron, pudieron dar ese gran salto. Los resultados hablan por sí solos. En el camino hacia su zona de genialidad, todos ellos aprendieron el mismo secreto que les cambió la vida y que tú aprenderás en este libro: el techo de cristal bajo el que se movían se apoya sobre un único problema, una limitación que no sabían que tenían. Una vez identificado dicho problema, entendieron cómo superarlo y pudieron traspasar las fronteras del éxito convencional para alcanzar un nuevo escalafón extraordinario de riqueza, amor y creatividad en sus vidas. Cuando comprendas cuál es el problema y cómo ponerle solución, podrás hacer mucho más para aumentar tu rentabilidad financiera, y experimentarás cambios significativos en la cantidad de amor que te rodea y el torrente de creatividad que logras expresar. Menciono esto porque me he dado cuenta de que a medida que se asciende hacia niveles de mayor éxito material es esencial mantener en equilibrio los aspectos emocionales y espirituales de la vida, como el amor y la creatividad. No tiene ningún sentido dar el gran salto hacia un mayor éxito financiero si esto destroza tus relaciones con los demás, contigo mismo y tu conexión con tu fuente interna de creatividad. Muchas personas cometieron este error, y el resultado no fue nada agradable. La vida se disfruta más si el amor, el dinero y la creatividad crecen por igual. En este libro quiero hablarte con franqueza, como si estuvieras sentado frente a mí, cara a cara. Es probable que, aunque no te conozca personalmente, mi bagaje como asesor me permita saber mucho de ti. Creo que sientes que posees un enorme potencial sin manifestar, que sabes que puedes conseguir un éxito extraordinario; también creo que te preocupa no conseguir ese gran éxito que puedes ver, oler y saborear. Si te sientes así, te encuentras en el umbral de la que tal vez sea la mayor oportunidad de tu vida. Estás a punto de hacer 10


un descubrimiento que eliminará la barrera que se interpone entre tú y el éxito decisivo. Es una promesa que te puedo hacer porque mucho antes de ayudar a otras personas a crecer en riqueza, amor y creatividad, yo mismo fui mi mejor cliente. Desde que lo descubrí hasta ahora, he empleado el método que describo en este libro para que mis propios sueños y deseos se hagan realidad.

El momento del descubrimiento Descubrí el método al principio de mi carrera profesional, cuando trabajaba como psicólogo investigador en la Universidad de Stanford. Hubo un momento en que atisbé la idea que cambiaría mi vida de raíz. Ocurrió así: acababa de volver a mi despacho después de comer con un amigo; habíamos pasado una hora muy agradable hablando de los proyectos que teníamos entre manos. En el trabajo me iba bien, y estaba satisfecho con mis relaciones. Me recliné en la silla y me estiré a gusto, dejando escapar un suspiro de alivio y satisfacción. Me sentía genial. Sin embargo, unos segundos más tarde empecé a preocuparme por mi hija, Amanda, que estaba de vacaciones en un campamento al que quería ir. Por mi mente pasaron una serie de imágenes dolorosas: Amanda sola en la residencia, sintiéndose triste y desamparada lejos de casa, y otros niños riéndose de ella. La alegría interior desapareció de mi cuerpo a medida que estas y otras imágenes continuaban rondando por mi cabeza. Pensé que algo iba mal, así que cogí el teléfono y llamé a la residencia donde se alojaba. La encargada me dijo que Amanda se encontraba bien; de hecho, la estaba viendo por la ventana mientras jugaba al fútbol con otras niñas. Me dijo que era normal que los padres se preocuparan cuando sus hijos estaban fuera de casa; es más, yo era el tercer padre que llamaba preocupado. «¿De verdad?», dije sorprendido. «¿Y por qué cree que pasa?». Ella se rio y muy sabiamente dijo: «Como usted no se da cuenta de lo mucho que echa de menos a su hija, cree que debe de estar pasándole algo malo. Es más, si usted en algún momento se ha sentido triste estando lejos de casa, puede que piense que a ella le va a pasar lo mismo». Le di las gracias y colgué. Me sentí un poco tonto, pero también fui consciente de que acababa de ocurrir algo importante, así que me 11


pregunté: «¿Cómo he logrado pasar, de un momento a otro, de una sensación de verdadero bienestar a visualizar todas esas imágenes dolorosas?». De repente, tomé consciencia de que yo mismo me había inventado ese melodrama ¡porque me estaba sintiendo demasiado bien! Una parte de mí tenía miedo de disfrutar demasiado de esa energía positiva, de modo que, en cuanto alcancé mi límite máximo, generé una serie de pensamientos desagradables para venirme abajo. Los pensamientos que creé me harían volver a un estado que me resultaba más familiar: no sentirme tan bien. Preocuparse por un hijo que no está en casa es un recurso muy práctico para sentirse mal, pero sabía que si no hubiera pensado eso habría encontrado otra razón para amargarme el momento. Recuerdo que casi me pongo a dar saltos de alegría cuando apliqué esta lógica a otros aspectos de mi vida como las relaciones personales o la salud. Cuando descubrí el patrón, me di cuenta de cómo funcionaba: tras disfrutar de un periodo de tranquilidad con los demás, todo se torcía en cuanto empezaba a criticar y discutir. El síndrome del límite máximo aparecía incluso en mis hábitos alimentarios, ya que cuando comía sano y practicaba mucho deporte, me sentía genial durante varios días seguidos, pero luego entraba en el frenesí del fin de semana comiendo en restaurantes, tomando vino y saliendo por la noche, lo que hacía que me sintiese cansado e hinchado. El patrón era sencillo: durante un tiempo te sientes realmente bien y luego haces algo que echa todo por tierra. También me di cuenta de que el mismo patrón se podía aplicar al mundo en general. Los seres humanos disfrutamos de un periodo de paz y luego nos enzarzamos en una guerra; creamos un periodo de expansión económica para luego entrar en recesión o depresión. Allá donde mirase no veía más que manifestaciones de este patrón. Por fin tomé las riendas de mi imaginación y me centré en el aspecto clave por el que todo investigador comienza, es decir, en formular el problema por resolver y las preguntas por responder. El problema: No me acostumbro a sentirme bien. En cuanto alcanzo mi límite máximo, genero pensamientos para sentirme mal. Pero este síndrome no se reduce a mis propios sentimientos, ya que parece que tampoco me acostumbro a que la vida me vaya bien en general. Cada vez que alcanzo mi límite 12


máximo, me las ingenio para truncar ese avance positivo: me peleo con mi exmujer, me meto en líos financieros o hago algo que evita que rebase mi capacidad para soportar dicho bienestar. Mi experiencia personal es nimia comparada con la envergadura real de este problema. Tras milenios de dificultades, nuestra especie, en general, se ha acostumbrado al dolor y a la adversidad. Sabemos cómo sentirnos mal. Tenemos millones de conexiones nerviosas dedicadas a sentir dolor y una gran parte en el centro del cuerpo dedicada al miedo. Bien es cierto que también contamos con puntos de placer en diferentes partes, ¿pero dónde se encuentran los mecanismos para sentir un bienestar natural y continuo? Me di cuenta de que el ser humano lleva muy poco tiempo aprendiendo a concederse el permiso de sentirse bien y de que las cosas vayan a su favor durante un tiempo prolongado. La primera pregunta que debía responder era esta: ¿Cómo puedo prolongar los periodos de satisfacción en mi vida? Incluso se me ocurrieron otras mejores: Si puedo eliminar el comportamiento que impide que la energía positiva fluya, ¿puedo aprender a sentirme genial siempre? ¿Puedo dejar que las cosas me vayan bien siempre en la vida? En mis relaciones, ¿puedo vivir en armonía y confianza todo el tiempo? ¿Será capaz nuestra especie de incrementar los periodos de paz y prosperidad y de erradicar la costumbre que tiene de estropear las cosas cuando están yendo bien? Estas preguntas me salvaron la vida. Al buscarles respuesta, pude crear el tipo de vida que solo me había permitido soñar, así como ayudar a muchos otros a hacer sus sueños realidad. El descubrimiento me catapultó de una vida excelente a un lugar extraordinario que solo había vislumbrado en mi imaginación. Mis hijos son felices, vivo en 13


una casa que me encanta y hace tanto tiempo que no he tenido que hacer algo que no querĂ­a, que ni siquiera recuerdo lo que se siente. Si algunas de estas cosas, o todas ellas, te gustan, estĂĄ en tus manos que se hagan realidad.

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UNO

Prepárate para tu gran salto Cómo resolver el verdadero problema Para que tu viaje hacia la zona de genialidad sea ágil y fluido, conviene que le dediques unos minutos a estas cuatro preguntas, especialmente a la que aparece a continuación, que es fundamental: ¿Quiero sentirme bien durante más tiempo cada día? Cuando hablo de sentirse bien me refiero a esa sensación de bienestar natural que emana de nuestro interior, que no depende de factores externos como lo que puedas haber comido antes o lo que estés haciendo en este momento. El primer paso es muy importante, y es que tomes la decisión de que quieres sentirte bien por dentro. Potenciar otros aspectos de tu vida en detrimento de tu bienestar interior no tiene ningún sentido. Quiero que disfrutes más de esa sensación natural y profunda de bienestar físico y mental, pero para ello necesito que tú también lo quieras. Si de verdad quieres empezar a sentirte bien más a menudo, extrapolemos esta pregunta a otros aspectos de tu vida: ¿De verdad quiero que todo lo que me va bien en la vida dure más tiempo? Cuando digo todo en la vida, me refiero al trabajo, a las relaciones, a las actividades creativas y a cualquier otro aspecto que sea importante para ti. Lo que busco es que fluyas de manera más positiva en la vida, sin contratiempos y durante más tiempo, siempre y cuando tú también busques lo mismo. Si has respondido que sí a estas dos preguntas, demos un paso más: ¿Deseo sentirme pleno y que me vaya bien en la vida siempre? Lo lógico, pensarás, es que todo el mundo conteste que sí. Pues bien, resulta que muchos de nosotros no sabemos por dónde coger 15


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