Christina Libro 2

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Primera edición: Julio 2020 Autora: Bernadette von Dreien Título original: “CHRISTINA, Band 2: Die Vision des Guten” Copyright © 2018 Govinda-Verlag GmbH, Rheinau (Switzerland) Used with permission Maquetación: Javier Labrador Traducción: Alicia Valero Martín Depósito Legal: M-14927-2020 ISBN: 978-84-945838-7-2 Editorial Faro www.editorialfaro.com info@editorialfaro.com Reservados todos los derechos. Este libro no puede ser reproducido, íntegra o parcialmente, por cualquier medio mecánico, electrónico, o químico, ya existente o de futura introducción, incluidas fotocopias, adaptaciones para otros medios, sin la autorización escrita del editor. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)


C H R I ST I N A LIBRO 2 La visiĂłn del bien Bernadette von Dreien

Traductora: Alicia Valero MartĂ­n


“La visión del bien será la ley futura todos y cada uno de los países. Un fino hilo de luz se convertirá en una luz celestial.” “No es cierto que la luz y la no-luz se potencien mutuamente. El amor incondicional tiene una frecuencia muy alta, y la no-luz no puede resistir esa frecuencia. Podemos desarrollar la madurez necesaria para amar incondicionalmente a lo que, por su parte, no nos ama a nosotros. Es así como damos a la no-luz la oportunidad de transformarse. A la no-luz solo la potenciamos si nos enfrentamos a ella con pensamientos también oscuros.” “En nuestro más íntimo ser todos somos iguales. Nadie está por delante de los demás, ninguna luz es más brillante que otra y ninguna tarea de vida es más importante que la de cualquier otro. Todos somos seres divinos que tenemos aquí una experiencia como seres humanos, y no seres humanos que llegarán a ser divinos.” Christina von Dreien


Índice 1 Una nueva visión del mundo....................................................................................................... 9 2 Nuevas estructuras celulares y hebras de ADN..................................................................31 3 Un salto cuántico de la humanidad........................................................................................35 4 Breve historia de los seres humanos de la era del cambio............................................41 5 Las encarnaciones de Christina.................................................................................................53 6 Clarisapiencia (crónica del Akasha).........................................................................................59 7 Estructuras espacio-temporales...............................................................................................65 8 Aumento de frecuencia individual y colectiva....................................................................69 9 La revolución silenciosa del amor incondicional...............................................................73 10 Consciencia cristal y consciencia de Cristo........................................................................81 11 ¿Por qué yo?..................................................................................................................................85 12 Cómo surgen el espíritu y el alma........................................................................................93 13 Encarnación y reencarnación..................................................................................................99 14 Nuestro sistema energético (chakras).............................................................................. 107 15 Una mirada al universo........................................................................................................... 115 16 La creación y evolución del ser humano......................................................................... 135 17 Vida cósmica............................................................................................................................... 141 18 La Federación Galáctica de la Luz (FGL)........................................................................... 151 19 Encuentros con María y Jesús.............................................................................................. 157 20 Recuerdos de la Atlántida .................................................................................................... 163 21 Thule, Tierra Interior y otros “mitos”................................................................................. 167 22 Aumento de la vibración colectiva..................................................................................... 177 23 La virgen María como acompañante................................................................................ 183 24 Cibernética, tecnología e inteligencia artificial............................................................. 185 25 Edades de oro............................................................................................................................ 197 26 El futuro de quinta dimensión ............................................................................................ 207 27 Presentimientos y la normalidad de la vida cotidiana............................................... 225 28 Una nueva prueba.................................................................................................................... 229 29 Señales de la creciente energía de la paz....................................................................... 233 30 Seres esféricos........................................................................................................................... 235 31 El espejo de nuestro tiempo................................................................................................ 241 32 Independencia del sistema y libertad mental............................................................... 247 33 Las piedras de nuestro muro................................................................................................ 253 34 El salto a la independencia................................................................................................... 263 35 Se publica el libro..................................................................................................................... 267 36 Audiolibro y primeros eventos............................................................................................ 273 37 Se revela el plan de vida de Christina............................................................................... 281 38 Sincronicidad y nuevos proyectos...................................................................................... 285 39 Solución al enigma de las personas arcoíris.................................................................. 293 40 Donación de órganos.............................................................................................................. 297 41 Epílogo de Christina................................................................................................................ 303


1 Una nueva visión del mundo

Invierno de 2007/2008. Hace solo unos pocos meses que ha salido publicado nuestro primer libro con el título Christina. Gemelas nacidas de la luz, y desde entonces han cambiado unas cuantas cosas en nuestra vida. Como desde hace ya muchos años, mi hija Christina, ahora de dieciséis años y medio, mi hijo Mario, de catorce, y yo misma, vivimos junto con nuestros animales, plantas y piedras en nuestra casa de Toggenburg. Y sin embargo nada es para mí como en el pasado lo había imaginado y previsto. En enero de 2015 mi mundo comenzó a ampliar sus dimensiones, literalmente, y cada vez me hago más consciente de las profundas repercusiones que ya ha tenido y seguirá teniendo esta inesperada ampliación de horizontes. Recuerdo que al principio, hace ya casi tres años, me resultaba difícil acostumbrarme a las numerosas facultades paranormales y a la consciencia ampliada de Christina. Aunque en la actualidad todo esto sigue siendo para mí enigmático en la mayoría de sus aspectos, con el paso del tiempo el asombro inicial y la confusión han cedido lugar a una profunda fascinación asociada a incontables procesos de aprendizaje, con nuevos obstáculos y nuevos conocimientos. Se trata, en definitiva, de un gran viaje hacia mí misma. Cada vez soy más consciente de las maravillosas perspectivas que pueden abrirse tanto para mí como para cada persona en este planeta gracias a esta nueva cualidad de la consciencia. Gracias a todo lo que he aprendido de Christina durante estos pasados años he conseguido someter a una exhaustiva revisión mis antiguos patrones de pensamiento y mi antigua visión del mundo. Recuerdo también que en la primavera de 2015 Christina me dijo: “los seres humanos de hoy en día se comportan en la Tierra como si jugaran a un juego cuyas instrucciones perdieron hace ya mucho tiempo.” El aserto describe posiblemente con bastante acierto el actual estado de la población de la Tierra. Entonces me preguntaba: ¿cuáles 9


son exactamente esas “reglas de juego” que regularían armónicamente la convivencia humana y que sin embargo parecemos haber perdido? ¿Cómo lograremos recuperar la paz interior y exterior que tan intensamente deseamos todos los seres humanos? ¿Qué cambios concretos deberíamos introducir en muestro modo de pensar y actuar para que la humanidad pueda dar el siguiente paso en su evolución? Cuando luego comparaba la visión multidimensional del mundo de Christina con las que por entonces eran mis ideas, constataba fácilmente que nunca en mi vida, sencillamente, me habían enseñado las reglas de juego superiores y universales, que se rigen por lo bueno y armónico; no las había aprendido en la casa de mis padres, ni en la escuela, ni en la iglesia. Y lo mismo les ocurría probablemente a la mayoría de mis coetáneos. Me habían enseñado a configurar mi vida de modo que, en la medida de lo posible, estuviera en paz conmigo misma y con mi entorno, a no arrastrar conflictos irresueltos conmigo misma y a poder abandonar en cualquier momento este mundo con buena conciencia. Todas estas enseñanzas me proporcionaron una base positiva y constructiva para la vida, y me siento muy agradecida por ellas. Con todo, semejante fundamento me parece hoy, desde mi actual punto de vista, extraordinariamente defectuoso e incompleto. Mi pensamiento y conducta se han plegado durante toda mi vida a la moral social vigente, es decir, a leyes y constructos artificialmente creados por los seres humanos y basados en una imagen bastante estrecha del mundo y de las personas. Y es posible que justo esta estrechez de miras y este carácter incompleto sean los causantes de que en la actualidad tantas personas se sientan desorientadas, aisladas, atrapadas e impotentes pese a los avances tecnológicos y el bienestar exterior. El presente demanda con urgencia una imagen del mundo lo suficientemente amplia como para comprender y describir cabalmente todos los aspectos relativos al cuerpo, el espíritu y el alma. Demanda con urgencia una ética con el calado suficiente para hacer comprensibles para la gente las leyes y reglas de juego cósmicas superiores con arreglo a las cuales se estructura la creación. Demanda con urgencia una vía transitable que permita a las personas reconectarse con el todo mayor, con su origen divino. En realidad esta tarea debería asumirla la religión (del latín religio = “religación con Dios”). Sin embargo, como Christina ya ha explicado en muchas ocasiones, los sistemas religiosos actuales ya no son capaces de 10


hacerlo, porque todas las religiones han sido pervertidas y falsificadas, y ello desde hace ya muchos siglos. El cristianismo, por ejemplo, disponía también en sus orígenes de una sólida concepción de la multidimensionalidad del cosmos, de las numerosas realidades que trascienden lo terrenal-material y de las reglas de juego universales. Pero los poderes oscuros han conseguido convertir a las iglesias y a otras instituciones religiosas organizadas en sistemas de poder manipuladores, que descansan sobre el miedo y la explotación, y que están lejos de desear que la gente disfrute de una consciencia ampliada. Para alcanzar sus objetivos, ni siquiera han tenido reparos en cambiar y adulterar sus propios textos sagrados. Aunque en lo esencial los seres humanos puedan siempre acceder directamente a las realidades superiores, y aunque estas realidades estén ampliamente documentadas en los escritos védicos de la avanzada civilización de la Antigua India, poderes oscuros autocráticos y manipuladores han logrado obligar a la gente, en todas partes, a vibrar con las frecuencias bajas del miedo y la frustración, y mantenerlos así apartados del conocimiento de lo obvio. Hoy sin embargo ha llegado el momento de que los seres humanos se liberen de ese sistema oscuro, amplíen su horizonte y vuelvan a recordar lo que en realidad son: seres creadores divinos, y con ello también siempre creadores de su propia realidad. Para ello ya no son necesarias –explica Christina sobre este temainstituciones religiosas en el sentido habitual de la palabra. No hace falta ninguna forma de espiritualidad impuesta y sometida a la autoridad para alinearse con el plan divino, ni para encontrar y cumplir el propósito de nuestra vida. Con una consciencia ampliada, uno puede percibir directamente las leyes cósmicas y dejarse orientar por ellas en su conducta personal. Christina dice que hay cada vez más personas conscientes cuya imagen del mundo y ética se alinean directamente con las leyes cósmicas, al igual que ellos mismos. Y que en los próximos años muchísimas personas más se sumarán a estos. Junto a esta nueva visión del mundo y esta nueva ética, los seres humanos del futuro también traerán al mundo una nueva forma de amor que hará superfluas las reglas y leyes morales elaboradas por el ser humano, así como otras trabas artificiales como, por ejemplo, las fronteras nacionales. Este proceso evolutivo ya se ha decidido y está plenamente marcha; su duración, en cambio, depende de la consciencia colectiva y las decisiones colectivas de la humanidad. De ahí que cada individuo 11


particular esté en situación de hacer una importante contribución a este proceso, integrando cuanto antes las reglas de juego universales en su imagen del mundo y en su conducta moral. Preparando nuestros seminarios conjuntos para el otoño de 2017 Christina, nuestro editor Ronald y yo misma confeccionamos una lista con las más importantes leyes y reglas de juego universales, cuya integración en nuestra vida fomentaría eficazmente y aceleraría el proceso de toma de consciencia colectiva. En lo que sigue les presentamos un breve esbozo de ese listado.

La individualidad del alma En cada cuerpo humano habita un alma no material, única y consciente, una parte del gran todo, una criatura divina individual que solo existe una vez. Esto no solo se aplica a los seres humanos, sino a todos los seres del universo: a los terrenales y a los supraterrenales, a los tridimensionales y a los de más dimensiones, a los luminosos y a los no luminosos. Porque todo lo que hay en el cosmos tiene vida y alma, y hallamos seres vivos conscientes por doquier en la creación. Christina es capaz de percibir numerosos seres en diversos mundos paralelos y en diversas dimensiones, y también de comunicarse con ellos. A sus ojos está fuera de duda que la totalidad del universo está habitado, y que cada alma es un individuo único. No me resulta difícil, incluso sin percepción multidimensional, incorporar esto como verdad a mi imagen del mundo. Ya estoy familiarizada a causa de mi educación con la idea de que en todo ser humano encontramos un alma individual, una criatura divina. En cambio es nuevo para mí que lo mismo ocurra en el caso de otros innumerables seres vivos en todas partes del universo, y que por ejemplo también nuestro planeta Tierra sea un ser vivo dotado de un alma.

El ciclo de la reencarnación (transmigración de las almas) Estas innumerables almas están continuamente en camino, y en un inmenso ciclo de peregrinación recorren múltiples rincones del universo. Viajan de una dimensión a otra, de un nivel de densidad a otro, de 12


un planeta a otro y de un cuerpo a otro, para vivir aventuras, reunir experiencias y cumplir tareas, para aprender y madurar. Conozco la tesis de la transmigración de las almas, desde luego, desde hace mucho tiempo, solo que antes opinaba que se trataba de una creencia ajena, oriunda de ciertas religiones orientales, que para mí como cristiana carecía de importancia. En la actualidad, sin embargo, he comprendido que no se trata en absoluto de una cuestión de fe, porque si el ciclo de las reencarnaciones se corresponde de hecho con la verdad, no es válido, lógicamente, solo para los asiáticos, ni para aquellos que creen en él, sino para todos los seres humanos. En ese caso se trataría una ley de la naturaleza, que al igual que cualquier otra ley de la naturaleza sería válida con independencia de si los seres humanos individuales creen en ella o no. Gracias a las explicaciones de Christina he llegado al convencimiento de que, en efecto, la transmigración de las almas representa una ley de la naturaleza, pues me parece considerablemente más plausible que los demás modelos explicativos que me han salido al paso a lo largo de mi vida. De esta comprensión resulta para mí un modo enteramente nuevo, más profundo, de entender la vida, la muerte y el sentido de mi existencia. También resulta beneficioso y amplía nuestro horizonte comprender lo pequeña que es nuestra presente encarnación a la vista de la grandeza de la existencia real de nuestra alma. Esta encarnación como humanos en la Tierra es, sin embargo, muy importante y decisiva, pese a no constituir, vista desde el conjunto, más que un diminuto episodio.

El plan del alma, el camino del alma y el propósito (dharma) Para cada vida humana, esto es, para cada encarnación como ser humano en el planeta Tierra, existe un plan del alma establecido desde arriba, que comprende las principales tareas de vida que debemos cumplir, y al que uno mismo ha dado su consentimiento antes de la presente encarnación. Este plan del alma fue forjado en el mundo espiritual atendiendo a las experiencias reunidas hasta ese momento por el alma en cuestión, y sirve para hacer progresar al alma en los pasos que le convienen para su evolución. 13


Partiendo de este plan superior del alma, se deriva para cada vida humana un camino del alma concreto. Este camino del alma, esta senda de vida previamente planificada, se compone de determinados procesos experienciales que en última instancia no es posible eludir. Con ello la vida como ser humano terreno se asemeja a un viaje en tren desde un punto A un punto B en el que las paradas intermedias –esto es, las grandes y pequeñas tareas de vida que uno se ha propuesto cumplir- ya están prefijadas. Cuando el tren de nuestra vida se detiene en una de esas estaciones se debe, bien a que tenemos ahí una lección personal que aprender (esto es, una tarea de aprendizaje), bien a que debemos cumplir una determinada tarea al servicio de la colectividad (esto es, una tarea de servicio). Podemos negarnos, desde luego, a superar el reto que en cada caso se plantee, pero esta negativa al camino acordado solo servirá para que nos desencaminemos y tengamos que dar rodeos. La tarea de la que hemos intentado zafarnos saldrá a nuestro encuentro en una estación posterior, con toda seguridad, ya sea en esta vida o en la siguiente. Así visto, ocurre que aunque no quepa en última instancia escapar al “destino” que nosotros mismos hemos elegido, sí podemos decidir en todo momento cómo y a qué ritmo cumplir las tareas de vida pendientes. De la suma de nuestras tareas de aprendizaje y de servicio individuales resulta lo que llamamos nuestro propósito personal, nuestro cometido en la vida. En relación a esto, Christina aseguraba ya en la primavera de 2015: “Es importante saber que el plan del alma jamás alberga aspectos que resulten inviables para la persona que lo ha de seguir. Las capacidades, los talentos y las virtudes te ayudan a cumplir tus tareas fundamentales. De ahí que sea importante conocer y emplear nuestras capacidades y talentos.” No hace mucho añadió a lo anterior: “El propósito de muchas personas está formado por diversas misiones particulares que discurren, o bien sucesiva, o bien paralelamente. Puede ocurrir, por ejemplo, que alguien tenga desde su nacimiento la tarea de aprender a amarse a sí mismo. Si es así, esta tarea lo acompañará durante toda su vida. Más adelante pueden sumarse puntualmente a estas otras misiones o tareas de vida. En el caso de que estén asociadas a otras personas, todo se ajusta convenientemente desde arriba. Cuando una persona vive en el río de la vida y cumple su propósito, todo se urde y coordina luminosamente desde arriba para que el afectado pueda resolver sus tareas de 14


aprendizaje. En el mundo espiritual se lleva a cabo pues un inmenso y magistral trabajo logístico con el fin de que todas las personas puedan cumplir sus tareas.” Es decir: las tareas de aprendizaje que nos hemos fijado antes de nuestra encarnación suelen estar ahí desde el principio, y nos acompañan a lo largo de toda nuestra vida –mejor dicho, hasta que las hayamos resuelto completamente. Si por ejemplo nos hemos propuesto adquirir más conocimientos en un determinado campo del saber, o desarrollar más una determinada virtud, el camino de nuestra vida nos conducirá una y otra vez a situaciones en las que podamos ampliar los conocimientos en cuestión o seguir profundizando en la virtud correspondiente. A diferencia de ellas, las tareas de servicio que nos hemos propuesto para esta vida no se presentan hasta un determinado momento del trascurso del camino de nuestra vida, y lo hacen en el preciso momento en el que estamos preparados y hemos alcanzado la madurez necesaria para resolver la tarea –o, dicho de otra forma, seguir nuestra vocación. ¡Coordinar y entrelazar todo esto exige en efecto un inmenso y magistral trabajo logístico por parte de nuestros acompañantes espirituales! En el mejor de los casos logramos que nuestra vocación y, con ello, nuestro servicio a la colectividad se convierta a la par en nuestra profesión, es decir: conseguimos ganarnos el necesario sustento realizando esa tarea. Esta situación nos permite disfrutar de una existencia tanto asegurada en lo exterior como plena y feliz en lo interior. En los meses pasados he tenido la experiencia de que esto en efecto es así. Gracias a que he integrado en mi visión del mundo el conocimiento del plan del alma, el camino del alma y el propósito de vida, y a que me esfuerzo por reconocer y cumplir mis tareas, me siento siempre amorosamente acompañada y protegida. Mi vida ha ganado inequívocamente en claridad y plenitud, y de alguna manera siento en lo más profundo de mi ser que nunca me ocurrirá nada realmente malo, y que nunca estaré perdida. Y es que en nuestra vida todo está entrelazado con todo en una increíble sincronicidad, y todo coopera con todo de un modo impresionantemente armónico, lo que se revela con especial claridad cuando logramos que nuestro intelecto deje de inmiscuirse continuamente. Para los seminarios de otoño que antes mencionábamos confeccionamos entre todos, sobre este tema, dos listas con señales e indicios concretos por los que se puede reconocer si uno está avanzando por el camino de su alma o no: 15


Señales de “por el camino del alma” 1) entusiasmo, alegría de vivir, verdadero humor 2) sentimiento de plenitud interior, satisfacción con uno mismo y su entorno 3) sano amor propio, sana asertividad 4) armonía y equilibrio interiores 5) acusado sentido de responsabilidad por uno mismo 6) claridad sobre el propio potencial 7) creatividad, riqueza de ideas 8) seguir a la voz interior, a la brújula interior 9) capacidad para dedicarse de todo corazón y con perseverancia a la propia misión 10) darse cuenta de cuándo se ha cumplido una misión, y acometer con valentía las nuevas tareas (vivir en el ahora) 11) sincronicidad y déjà vus*

Señales de “apartado del camino del alma” 1) escaso entusiasmo y escasa alegría de vivir, dudas, pesadillas 2) sentimiento de vacío interior, de insatisfacción con uno mismo y el entorno 3) falta de amor por uno mismo; sacrificarse por los demás o, también, ser explotado por los demás 4) síntomas de estrés y de falta de armonía interior 5) escasa responsabilidad por uno mismo, proyección de la culpa 6) infravaloración o sobrevaloración del propio potencial 7) falta de ideas y resignación o, también, extravagancia 8) someterse a influencias y circunstancias vitales exteriores (heteronormatividad) 9) indolencia y búsqueda del camino que ofrece la menor resistencia, o también gran motivación para lo incorrecto 10) sentimiento de estancamiento, quedarse atrapado en el pasado (vivir en el pasado) 11) confusión, pérdida de orientación, depresión o burnout.

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Sobre las entradas “sincronicidad” y “déjà vus”, Christina explica que ambos son un indicador fiable de que nos encontramos en el camino de nuestra alma y seguimos el plan. Esto es así porque, cuando recorremos el camino previsto para nuestra alma, nuestros asistentes espirituales entretejen incesantemente los hilos de nuestras vidas para que nos enfrentemos a situaciones vitales con el objeto de que podamos resolver nuestras tareas de aprendizaje y cumplir nuestra vocación. A eso se refiere el concepto de sincronicidad: a que en nuestra vida se dan coincidencias y presuntas “casualidades” que sin embargo no ocurren accidentalmente sino que han sido expresamente organizadas para nosotros. Si por el contrario nuestro movimiento se aparta del camino de nuestra alma nos sentiremos confusos y desorientados, lo que en los casos más persistentes puede desembocar en depresiones o burnout. Pero aún en esos casos nuestro equipo espiritual se esfuerza incesantemente para que retomemos el camino de nuestra alma. Precisamente en esos momentos se requiere de nosotros que estemos especialmente atentos a las señales que la vida nos envía. Según Christina, los denominados déjà-vus también pueden siempre interpretarse como indicadores de nuestro plan del alma. Pues en el plan del alma se hallan ya registradas a nivel sutil las principales estaciones de nuestro camino de vida, las cuales hemos escogido nosotros mismos antes de la encarnación. Cuando el tren de nuestra vida se detiene en una de esas estaciones predeterminadas para que resolvamos en ella una determinada tarea, tenemos a veces la clara impresión de que esas situaciones vitales presuntamente nuevas nos resultan familiares y largamente conocidas. En esos momentos recordamos inconscientemente que en su momento dimos nuestro consentimiento a esa precisa situación, y de que ya estaba preprogramada en todos sus detalles. Christina aconseja por ello agudizar la atención cuando tengamos un déjà-vu y reflexionar sobre cómo podría estar esa situación relacionada con nuestro plan del alma y nuestro propósito. La filosofía oriental resume todas estas relaciones entre el plan del alma, el camino del alma y el propósito en el concepto de dharma, que podríamos traducir por “lo que está fijado”, “el fundamento de la vida” o “la inmodificable ley de la vida”. *

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