Zen del corazón. El camino para sanar tu vida.

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INTRODUCCIÓN La sanación, sea del individuo, la tribu, la nación o el mundo, siempre fue vista como responsabilidad de una autoridad externa —espíritus, chamanes, Dios, el gobierno, médicos, ministros o terapeutas—. Muchos seres humanos están intentando por sí mismos encontrar la fuente para sanar sus dolencias e insatisfacciones, aunque muchos recurren a ayudantes para asistirles. A estos ayudantes no se les considera gurús, salvadores o médicos, sino guías, maestros y compañeros de búsqueda. —John Pierrakos En estos tiempos inciertos y turbulentos el gran desafío para todos es encontrar una alegría profunda que persista pese a los altibajos de la vida. Estamos inmersos en una realidad de cambios sociales profundos en nuestros valores tradicionales, de preocupación por la supervivencia del planeta, la amenaza del terrorismo, las guerras y los desastres medioambientales, por lo que muchos de nuestros temores y esperanzas quedan sin respuesta. Todos queremos vivir de forma saludable y plena, pero los valores tradicionales no nos proporcionan la guía, ni la seguridad que necesitamos. Hay un dicho popular que dice: “Si no cambiamos la dirección en la que caminamos, acabaremos allí a donde nos dirigimos”. Muchos de nosotros nos sentimos responsables de encontrar nuevas formas de ayudarnos a nosotros mismos, nuestras relaciones y nuestro medioambiente. La ayuda espiritual y emocional que precisamos en medio de estos dilemas, no puede ser proporcionada por un agente externo, ni puede ser adquirida en los centros comerciales o en Ebay. Nuestra cultura materialista trata de convencernos, a través de la publicidad, internet, la televisión o los periódicos, de que la fuente de nuestro bienestar está en algún lugar externo a nosotros mismos. Si tenemos más, entonces nos sentiremos bien. También se nos ha dicho que con el medicamento adecuado tendremos la vida perfecta que buscamos. Se nos ha vendido una ilusión y hemos pagado un alto precio por ello. Sin embargo, pode7


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mos encontrar la felicidad en el lugar más improbable, en nuestra mente inconsciente. Allí podemos encontrar las semillas para una expansión ilimitada de la conciencia y de evolución espiritual. La historia que sigue sintetiza lo que nos sucede, a nosotros, a nuestra cultura y a nuestro planeta: El Agua de la Vida surgía a borbotones de una fuente y fluía libremente hacia la gente del planeta. Todo el que bebía de esa agua se sentía nutrido por ella. Pero algunas personas egoístas querían el agua para sí mismas. Comenzaron por cercar la fuente y reclamaron la propiedad de los terrenos aledaños. A medida que las personas menos agresivas renunciaron a sus derechos, los poderosos comenzaron a cobrar el acceso y a vender los poderes de aquellas aguas. De repente el agua de aquel lugar dejó de tener aquellas propiedades y comenzó a brotar en otro lugar diferente. Sin embargo los poderosos continuaron vendiendo el agua, y mucha gente nunca se dio cuenta de que las cualidades portadoras de vida habían desaparecido. Algunos buscadores sinceros y valientes, sin embargo, encontraron una fuente de agua de vida en otro lugar. Y esa es la magia de la historia: el agua de vida siempre está fluyendo en algún lugar, esperando a ser encontrada por alguna persona lo suficientemente sincera y valiente como para buscarla. El agua es un símbolo de nuestro alimento espiritual más profundo. En esta antigua alegoría, el Agua de Vida también puede simbolizar nuestra mente inconsciente. Fluye incluso ahora, en este mismo momento. Cuando ya no podemos encontrarla en los viejos sitios de siempre, volverá a aparecer en lugares nuevos y sorprendentes, tan libre y nutritiva como siempre. De manera segura, práctica y al mismo tiempo revolucionaria, utilizando la meditación y la consciencia como vehículos principales, el Camino Zen del Corazón, accede al rico material que reside en nuestro inconsciente y desvela los obstáculos que nos impiden alcanzar la paz interior, la libertad, la felicidad y la claridad de nuestra mente. Es tiempo de asumir la responsabilidad de nuestras vidas y de disolver los obstáculos que crean nuestras barreras internas. William James, uno de los fundadores de la moderna investigación psicológica, escribió: “La mayoría de la gente vive en un círculo muy 8


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restringido de su verdadero potencial. Hacen uso de una pequeña parte de su consciencia y de los recursos de su alma, como un hombre que en lugar de usar su cuerpo entero, se acostumbra a usar y mover solamente el dedo meñique”2. ¿No te gustaría levantar el velo de tus ojos, usar tu potencial completo y regresar al hogar que perdiste hace tanto tiempo, y que se halla ahora mismo en tu interior?

¿QUÉ ES EL CAMINO ZEN DEL CORAZÓN? El Camino Zen del Corazón es un método no sectario para alcanzar una transformación espiritual y emocional auténtica, que unifica la mente, el cuerpo y las emociones. Los maestros de este camino somos guías espirituales; somos maestros reconocidos dentro de la tradición Zen. No somos psicoterapeutas ni impartimos terapia. Practicando el Camino Zen del Corazón aprenderás cómo ser el sanador de tu propia vida y de esta forma trascender los roles de paciente y terapeuta. El psicoterapeuta Eugene Gendlin escribió: “La naturaleza de los problemas humanos es tal, que hace que cada uno de nosotros sea inherentemente responsable de sí mismo. Ninguna autoridad externa puede resolver nuestros problemas ni decirnos cómo vivir nuestra vida”3. El Camino Zen del Corazón es una vía de empoderamiento personal, un enfoque positivo hacia la autorrealización que ayuda a los individuos a redescubrir su potencial completo. Puede practicarlo todo aquel que quiera asumir responsabilidad de su vida. Solo necesitas ejercer la voluntad de ir más allá de tu zona de confort y explorar territorios nuevos. Estamos tan condicionados por la forma en que creamos nuestras vidas, que creemos que no tenemos ningún control sobre ellas. Hemos sido condicionados a creer que el mundo exterior es más real que el mundo interior. Pero a través de una cuidadosa introspección, podemos descubrir lo que muchos estudios científicos han constatado: lo que sucede dentro de nosotros crea lo que está sucediendo afuera. Observar y resolver nues9


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tros asuntos internos transformará nuestro mundo exterior. Cuántas más personas trabajen en la resolución de sus asuntos internos, más contribuiremos a crear un planeta saludable. Este método es efectivo para personas que llevan vidas normales y quieren mejorar sus patrones emocionales y de comportamiento. Sin embargo, alertamos a quienes padecen problemas mentales o físicos graves, y les recomendamos que soliciten una ayuda médica y psicológica adecuada.

ORĺGENES DEL CAMINO ZEN DEL CORAZÓN El Camino Zen del Corazón nació como consecuencia de muchos años de exploración en las profundidades de nuestras mentes y nuestros corazones. Cuando empezamos a practicar meditación Zen en diferentes centros durante varias décadas, se nos indicó que en la entrevista privada con el maestro (denominada en japonés “dokusan”) nunca se debían mencionar problemas personales o emocionales, sino que solo se debían expresar aspectos relacionados con la práctica de la meditación. Esta instrucción también fue enfatizada en el primer libro escrito en Norteamérica acerca de la práctica Zen, “Los tres pilares del Zen”, publicado en 1965, en el cual el editor, Philip Kapleau, cita a Yasutani Roshi: “Todas las preguntas deberán ser relativas a problemas derivados directamente de la práctica. Esto, naturalmente, excluye los problemas personales”4. Imagina mi sorpresa (Shishin) cuando comencé a mantener entrevistas privadas en 1980, a petición de mi maestro, Maezumi Roshi; me encontré con que la mayoría de los practicantes querían hablar casi exclusivamente de sus problemas emocionales. Recuerdo que compartí esta observación con mi hermano mayor en el Darma, Bernie Glassman, y él me dijo: “Eso es lo que tienen en su mente, y es de lo único que quieren hablar”. Esta regla en contra de trabajar con los sentimientos personales ha cercenado el acceso a un profundo camino de autoconocimiento y transformación. Basándonos en nuestra experiencia y en los estudios de otros autores5 acerca de la relación entre el incons10


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ciente y el cuerpo físico, hemos concluido que los sentimientos y las emociones son el lenguaje del cuerpo y el lenguaje de nuestra mente inconsciente. En otras palabras, aprender a trabajar de forma efectiva con los sentimientos es aprender el lenguaje de la mente inconsciente. Descubrimos que la meditación, enseñada adecuadamente, es una vía directa a la revelación de los sentimientos más profundos y de los poderes ocultos en nuestra mente inconsciente. Durante los últimos siete años, hemos enseñado a nuestros estudiantes cómo trabajar con sus sentimientos y cómo descubrir todo su potencial accediendo a su mente inconsciente. El Camino Zen del Corazón puede ser practicado tanto de forma independiente como conjuntamente con la práctica tradicional Zen. Históricamente, ha habido dos maneras en las que la gente ha hecho mal uso de la meditación en relación a los sentimientos y emociones: La primera, cuando se usa para pasar por alto cualquier sentimiento desagradable que surge; la segunda, cuando se usa para desplegar emociones de complacencia en uno mismo. Las personas que usan la meditación en la forma primeramente indicada tienden a convertirse en arrogantes y rígidas en sus creencias, y si por casualidad se convierten en maestros, se pueden convertir en personas frías, sin corazón, y que no saben cómo abordar adecuadamente los problemas personales de sus estudiantes. Las personas que usan las emociones del segundo modo, pasan su tiempo dando vueltas en círculos, y regresando una y otra vez a los mismos pensamientos neuróticos. Normalmente no pueden perseverar en su práctica espiritual y si se les sugiere observar su neurosis, con frecuencia abandonan la práctica. A través de nuestra experiencia hemos descubierto que en la práctica Zen tiene que haber un equilibrio entre lo personal y lo tradicional. La práctica del Zen tal y como ha sido importada de Oriente habla con frecuencia de sostener la mente como una gran muralla de hierro para parar los pensamientos y sentimientos que afloran. Pero esto es solo la mitad de la historia. Se dice que la vía de la iluminación es un camino del corazón. Cuando tu corazón está cerrado a las emociones y los sentimientos y los ignoras totalmente, éstos continuarán atormentándote y aparecerán cuando menos lo de11


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sees. Controlarán tu vida y te sentirás víctima de las circunstancias. Hemos descubierto que hay un trabajo muy importante que podemos realizar con los sentimientos y emociones que brotan durante la meditación. Llamamos a esta práctica el Camino Zen del Corazón, dado que el corazón juega un papel principal en la transformación de las creencias, las emociones y los sentimientos inconscientes, abriéndonos a la compasión y sabiduría verdaderas. La práctica de la meditación puede ser utilizada para pasar por alto nuestros problemas personales o para trabajar con ellos. Comenzamos a usar nuestras mentes como laboratorios experimentales, motivados por la desconexión entre nuestra capacidad para vivir experiencias espirituales profundas y nuestra incapacidad para manifestar esas vivencias en nuestra vida cotidiana y nuestras relaciones personales. A lo largo del tiempo, hemos desarrollado esta guía sencilla y no sectaria sobre cómo usar la meditación para acceder a la mente inconsciente, para poder entender nuestro karma personal, para desatar nuestra fuerza vital y para aprender a abrir el corazón de forma que la luz de la sabiduría compasiva pueda brillar a través de él. Durante el desarrollo del Camino Zen del Corazón, confirmamos nuestra experiencia y nuestro trabajo con la sabiduría ancestral de los maestros Zen y otros maestros espirituales, así como con los escritos de eminentes psicólogos y psiquiatras. El método que aquí presentamos es útil para personas de cualquier creencia religiosa y cualquier nivel de experiencia, tanto principiantes como veteranos, incluyendo aquellos meditadores que todavía se encuentran cautivos de un dolor emocional no sanado. Puesto que el Camino Zen del Corazón ha sido tan valioso para nosotros y para aquellos con quienes hemos trabajado, queremos compartir con nuestros lectores algunas de nuestras experiencias personales y las de nuestros alumnos. Para proteger sus identidades hemos modificado los nombres, edades y profesiones de aquellos estudiantes que han colaborado con sus testimonios y narraciones. El tratamiento y las prácticas incluidas en este libro no son teóricas, sino que descansan sobre el firme fundamento de la experiencia personal de aquellos que han puesto en práctica el Camino Zen del Corazón durante más de una década. 12


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INFLUENCIA DE LA MENTE INCONSCIENTE Probablemente a estas alturas seas consciente de que la salud, la buena fortuna y las posesiones materiales no garantizan la alegría ni la felicidad; ni siquiera convertirse en un experto en algún campo como medicina, arte, informática, ingeniería, psicología, meditación, etc. De acuerdo a la mayoría de los estándares, por ejemplo, yo (Shishin), era una persona de éxito. Obtuve el título de Doctor en Física, practiqué meditación Zen durante más de cuarenta años, y también enseñé y publiqué en ambas disciplinas. Pero cualquiera que fuera el logro, nunca me sentía lo suficientemente bueno. Aunque me producía satisfacción haber triunfado en muchas cosas de las que hice, era doloroso descubrir que había hecho todo porque necesitaba demostrar mi valía ante el mundo. En lo profundo de mí mismo llevaba algo que me decía que yo no era adecuado, y actuaba como si mi vida dependiera de demostrar que sí lo era. Esta lucha interna enturbiaba mi paz interior. No importaba que hubiera obtenido las mejores calificaciones con mención especial y ganado un campeonato de natación en la escuela superior. No importaba que hubiera ganado premios jugando al fútbol americano, o que tuviera éxito en la universidad. Tampoco importaba que me hubiese convertido en sucesor del maestro Zen Taizan Maezumi, ni haber sido nombrado como maestro independiente. El pensamiento de no ser suficientemente bueno no desaparecía. Esta creencia me acompañaba también en mis relaciones, e intentaba ser el compañero y marido perfectos. Pero este comportamiento en realidad no era siempre el más apropiado para cada situación. Me volví agradable exteriormente, pero resentido interiormente. Y así creé confusión y dolor, y no siempre fui honesto acerca de mis sentimientos y mis necesidades. Este comportamiento insano debido a mis conflictos internos fue una de las causas parciales de dos divorcios. Utilizando mis destrezas de meditación y dirigiendo mi observación a mis sentimientos de baja autoestima, descubrí que eran solo la superficie de algo estancado dentro de mí y que necesitaba atención inmediata. Aquellos sentimientos de ser inadecuado provenían 13


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de mi mente inconsciente y entendí que este material inconsciente estaba gobernando mi vida. (En el capítulo 5, describiré como accedí a este material y lo que descubrí). En una viñeta de periódico aparecía un hombre de las cavernas fabricando las primeras ruedas para su carro, que eran cuadradas, y en la leyenda decía: “¡Maldita sea, esto no funciona!” Es evidente que las cosas con esquinas o bordes afilados no se mueven libremente. Lo mismo nos sucede a nosotros. Tener “bordes afilados” no significa necesariamente ser agresivo; ser pasivo puede conllevar también bordes afilados. Las creencias y las emociones inconscientes crean bordes afilados en nuestras personalidades. Mientras acarreemos creencias y sentimientos inconscientes, como en el caso de Shishin, nuestros bordes afilados nos impedirán llevar una vida sana y plena. Por ejemplo, cuando trabajamos con el miedo, en lugar de suprimirlo, necesitamos ser conscientes de qué se siente. ¿Qué sensaciones corporales produce el miedo? ¿Podemos diferenciar entre las sensaciones viscerales y las historias que nos contamos a nosotros mismos acerca de nuestro miedo? Utilizando este manual, comenzarás a ver la diferencia. Podemos descubrir que la experiencia básica del miedo —las sensaciones corporales sin la historia asociada— no nos hacen sentir tan mal. Y esta revelación es fundamental para relacionarnos con nuestra mente inconsciente y nuestros bordes afilados. Desde una perspectiva espiritual más amplia, la represión, la negación e incluso el juicio sobre nuestros pensamientos y sentimientos nos privarán de la luz de su guía. Tener una percepción clara de nuestros estados emocionales y mentales nos puede llevar a iluminar nuestras realidades inconscientes más profundas, lo cual, ya de por sí, es un camino hacia la paz interior, la alegría y la libertad. Si nuestra vida carece de alegría, debemos descubrir de qué maneras estamos bloqueando el flujo natural de energía en nuestro cuerpo y nuestra mente. Con una consciencia acrecentada por la práctica meditativa cotidiana, podemos materializar nuestra capacidad de experimentar la alegría y la creatividad —la expresión natural de nuestra energía vital—. Este libro explica pasos simples hacia la 14


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autorealización y la sanación y contiene muchas historias personales acerca de este revelador proceso, incluidas algunas de los propios autores.

QUÉ PODEMOS ESPERAR DE ESTE LIBRO El Camino Zen del Corazón consta de siete capítulos. En el capítulo 1, “Recobrando la creatividad y la consciencia”, enfatizamos las contribuciones mutuas de la psicología occidental y la práctica espiritual oriental. Desde la perspectiva occidental miramos a nuestra “sombra” y el poder sanador oculto en ella. Explicamos la relación entre la mente consciente, inconsciente y subconsciente. También consideramos los peligros del “escaqueo espiritual” (evitar el afrontamiento de los conflictos psicológicos en la práctica espiritual). Relatamos por qué creamos el Camino de autotransformación Zen del Corazón y por qué tiene tanta importancia en la meditación. En el capítulo 2, “El camino real hacia el inconsciente”, comenzamos con una breve presentación acerca de cómo meditar, incluyendo información sobre la posición del cuerpo, la mente y la respiración. Mostramos cómo no evitar, sino trabajar, con los pensamientos, sentimientos y emociones en la meditación. Finalizamos el capítulo con una reflexión acerca de la naturaleza del ser, contraponiendo el apego al yo (ego) con la realización del verdadero ser. En el capítulo 3, “La conexión mente-corazón”, presentamos ejercicios diseñados para aportar claridad ante actitudes y patrones de comportamiento negativos, tales como la práctica de la consciencia presente amorosa y el mantenimiento de la conexión mente-corazón. Exploramos a su vez el estrecho vínculo entre la salud física y psicológica, reconociendo el beneficio de experimentar nuestras emociones y sentimientos de una manera real y profunda. También tratamos la relación entre las emociones inexploradas y el karma negativo. En los capítulos 4, 5 y 6 aprendemos cómo, desde una edad muy temprana, nuestra mente se divide en ideas conflictivas de lo 15


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bueno y lo malo, el amor y el odio, el yo y los otros, etcétera. Ello conlleva sentimientos de culpabilidad, vergüenza y separación, y lo que denominamos imágenes fijas o mentales de quienes somos. Estas imágenes están sostenidas por las falsas creencias y actitudes engañosas de huída, sumisión y agresión. Con estas actitudes tratamos de ajustarnos a un mundo que no entendemos. Los ejercicios de estos capítulos nos ayudan a reconocer los condicionamientos tempranos y a descubrir las imágenes fijas de nuestro ser. En el capítulo 7, “Liberar las imágenes fijas”, exponemos cómo tras descubrir nuestras imágenes fijas, podemos empezar a liberar nuestra mente inconsciente de su control. Para ello necesitamos trabajar directamente con nuestros pensamientos y sentimientos. Los ejercicios de este capítulo nos ayudan a exponer, desprogramar y sanar las heridas de nuestras imágenes fijas. En el capítulo 8, “Transformar el karma negativo”, observamos la manera en que las imágenes inconscientes generan karma negativo en nuestras vidas y en las de otros. Trataremos sobre cómo podemos usar este poder negativo y destructivo de manera creativa y positiva, desarrollando una conciencia presente y sin juicios. En el capítulo 9, “La práctica Zen del Corazón”, introducimos la práctica de la respiración a través del corazón y cómo mantener la conexión mente-corazón en medio de la actividad cotidiana. El Dalai Lama ha señalado repetidas veces que las emociones que nos perturban son la fuente de la conducta sin ética, del sufrimiento y de la guerra. En este capítulo explicamos que trabajando con estas emociones, experimentaremos la paz interior, la cual a su vez generará la paz exterior. Está claro que la guerra es un síntoma externo de la guerra interna que cada individuo lleva consigo mismo. También presentamos aquí el poder de la oración desde el corazón.

CÓMO USAR ESTE MANUAL Recomendamos utilizar este manual de esta manera: En primer lugar, leer el libro completo, al menos una vez, sin necesidad de realizar los ejercicios. Esto aportará una visión global 16


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del trabajo que vas a realizar. Tras lo cual, recomendamos comenzar una práctica regular de meditación. En segundo lugar, te invitamos a leer de nuevo este libro, pero en esta ocasión realizando los ejercicios y comenzando a escribir un diario que recoja tus respuestas escritas. En tercer lugar, repite la serie de ejercicios cuantas veces te sea útil. Con cada interacción desarrollarás más consciencia y profundizarás más y más en tu mente. Descubrirás materiales nuevos y más profundos. Y verás cómo se desarrolla tu propio proceso de transformación ante tus propios ojos. Cuando nosotros dos comenzamos a practicar este método, nos dimos cuenta de que acceder a la mente inconsciente era como abrir la caja de Pandora: cuánto más abres, más condicionamientos antiguos se liberan. Desde nuestra propia experiencia, podemos decir honestamente que éste ha sido el viaje más fascinante que hemos realizado. De algún modo, nos recuerda el misterio y la excitación del Viaje al Centro de la Tierra de Julio Verne. La gran diferencia es que viajamos al centro de nuestro ser, al centro de nuestro propio corazón. Y el único equipamiento que precisamos es la luz de nuestra propia consciencia. Te invitamos a emprender con nosotros este fascinante viaje y te deseamos una buena travesía de autodescubrimiento.

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