No sabe lo que tiene que hacer.
Y si lo sabe, no se esfuerza.
Una noche insistió en no dormir, a pesar de
que los párpados se le caían del sueño que tenía. «¡No pienso dormir! ¡No voy a hacerlo!». Los demás le dijeron:
«Basta, Paula, no insistas más.
¿Qué va a pasar por que duermas un poco?». «Os digo que no. Hoy no voy a dormir. No me insistáis, dejadme tranquila.
¿Qué va a pasar por estar una noche sin dormir?»
«No puede ser
—dijo el ratón Alfredo—. Dormir te hace crecer.
Y cuando crezcas, podrás hacer lo que quieras».
Agarraron a Paula
de las manos y los pies,
¡y la echaron sobre su cama!
Durante la fiesta, cuando nos estábamos sacando fotos,
a nuestra eriza le dio por no querer sonreír. Los demás le dijeron: «Basta, Paula, no insistas más.
¿Qué va a pasar por que sonrías un poco a la cámara?».
«No me da la gana. No pienso hacerlo. No insistáis, dejadme tranquila. ¿Qué va a pasar por no salir sonriente en una foto?».
«No puede ser —dijo la rana Laura—.
Tienes que sonreír para salir bien en la foto de familia».
Petra tomรณ una pluma y comenzรณ a hacerle cosquillas a Paula.
Y entonces Paula
se puso a correr de un lado a otro.
ยกY mirad cรณmo quedaron los globos!