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YUKI ONNA
ONNA
YUKI ONNA
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En la prefectura de Niigata, un hombre viejo operaba un hotel en un camino en la montaña con su esposa. Una noche nevada, el hotel fue visitado por una joven dama viajando sola. Se calentó junto al fuego y comió con el dueño del hotel y su esposa. Era dulce, encantadora y extremadamente hermosa. Así que fue increíblemente sorpresivo cuando, a mitad de la noche durante una feroz tormenta de nieve, se levantó para irse del hotel. El dueño le rogó que no fuera afuera y tomó su mano para detenerla. Estaba tan fría como el hielo. Tan solo tocarla le succionó todo el calor al cuerpo del dueño del hotel. Mientras trataba de mantener a la chica en la casa, su cuerpo emtero de convirtió en una niebla fina y helada, y se lanzó por la chimenea hacia el cielo nocturno.
Un hombre de la prefectura de Yamagata afirmó haber estado casado a una yuki onna. Su esposa era hermosa, con ojos penetrantes y una piel blanca como una estatua de mármol. Mientras él amaba tomar largos baños calientes cada noche, su esposa siempre se rehusaba a bañarse. Esto lo confundía enormemente. Una noche particularmente fría y nevada, él insistió en que su esposa tomara un baño. De otra manera se congelaría a muerte en el frío, dijo él. Ella protestó, pero no había forma de razonar con el hombre. Finalmente ella accedió. Cuando él fue a revisar cómo estaba unos minutos después, todo lo que encontró en la bañera fueron carámbanos a medio derretir.