ROLLDANCE

ROLLDANCE! Unas clases de baile impartidas por dos profesores a la vez, uno de pie y otro en la silla de ruedas.

Definitivamente me decidí. Hacía tiempo que le daba vueltas al tema: clases de baile para personas en silla de ruedas.

Me preguntaba: ¿porqué ellos no pueden disfrutar de una actividad tan maravillosa como es el baile? El hecho de estar en una silla te impide movilizar brazos, manos, cabeza, hombros?

NO. Así fue como empecé a proyectar la idea de una clase adaptada a ellos. Y así surgió ROLLDANCE! Unas clases de baile impartidas por dos profesores a la vez, uno de pie y otro en la silla de ruedas. El primero enseña los pasos de baile de cintura para arriba, la coreografía en sí.El segundo, profesor en silla, enseña a los alumnos los diferentes desplazamientos y movimientos de la silla adaptados a la coreografía. Un tándem estupendo! El objetivo de estas clases tiene dos aspectos importantes: Que la persona disfrute haciendo una actividad física, que exprese a través del ritmo sus sentimientos, emociones… En definitiva, se lo pase bien bailando. Que los movimientos con la silla a ritmo de la música le proporcionen mas seguridad con la silla en su vida cotidiana (calles, aceras, transporte, etc.). Está claro que en nuestras ciudades hemos avanzado mucho en materia de integración en cuanto a discapacitados físicos, pero creo que sigue existiendo el tabú de que estas personas no pueden hacer toda una serie de actividades que hacemos las personas sin dicha discapacidad. Es importante que la sociedad normalice este aspecto más lúdico, ya sea en clases de baile, de tenis o de cualquier actividad física. Este proyecto de ROLLDANCE no solo va destinado a personas que sufren paraplejía, sino que también está pensado para las que padecen enfermedades como la esclerosis múltiple u otras patologías que dificultan la movilidad del tronco inferior. Tanto adultos como niños. Mi experiencia en la docencia con enfermos me ha enseñado que las personas con dificultades son las que disfrutan y se entregan mas a fondo en la actividad.

Su voluntad y constancia son envidiables. Y sobretodo siempre con alegría! Son un ejemplo

para todos. ■

El Caviar… Un lujo

GIULIO TOSCANI

Nunca olvidaré la sensación de comodidad la primera vez que fui a Irán, porque la familia de mi esposa estaba en una misión diplomática allí. Era invierno y el termómetro marcaba por debajo cero. Teherán no es un lugar cálido en invierno: está situado en una pendiente, que va de los 1100 hasta los1600 metros de altitud, sobre una montaña que alcanza hasta los 5600 mt de altitud. En realidad, puedes tomar un teleférico en la parte alta de la ciudad e ir a esquiar. Imagínese si en Barcelona se pudiera ir al “Peu del funicular” y tomar un teleférico que lo eleve hasta los 4000 mt en media hora! Teherán es, en realidad, un resort de esquí, pero muy pocos lo saben.

Y este ambiente invernal que vivimos en esa ocasión, estuvo amenizado con increíbles sabores y aromas de azafrán, arroz, carne condimentada con granada y la más selecta variedad de alimentos. Pero el caviar es el rey. El caviar es un gusto adquirido por los iraníes, porque aunque Irán es el principal exportador, este manjar nunca despegó del todo en su país de origen. De hecho, casi nunca se usa en la cocina persa y es difícil de encontrarlo en los restaurantes. Para aquellos que les guste, se puede comprar fácilmente como artículo libre de impuestos en el Aeropuerto Internacional Imam Khomeini de Teherán, en hoteles de cinco estrellas, en algunos mercados de pescado o en Barcelona cuando viene mi amigo Amirreza del cual hablaremos luego.

De todos modos, cuando más tarde comencé a viajar a Irán por trabajo con regularidad, descubrí este manjar consumido discretamente durante muchos siglos por los pescadores persas, que fueron los primeros en consumir huevas de esturión con regularidad. Creían que el caviar aumentaba la fuerza y la resistencia física. Pero yo que nací en Roma, también debo agregar que los romanos ya le atribuían propiedades medicinales y curativas al caviar. La palabra “caviar” proviene de la palabra persa khâviyâr, que se refiere a las huevas del esturión salvaje, y los registros más antiguos se remontan al siglo IV a. C. Se dice que la gente del Imperio Persa fue la primera en probar el caviar, creyendo que tenía propiedades medicinales y era una fuente de energía (una creencia muy extendida todavía hoy). Y también en el Imperio Romano, pero los mayores consumidores de caviar no fueron ni los persas ni los romanos, sino posiblemente los zares de la antigua Rusia. Quizás sea por eso que aunque a los persas se les atribuye el mérito de preparar el caviar salando las huevas, fueron los rusos quienes lo definieron como un lujo. En el siglo XVII se reconocía el consumo de huevas de esturión como algo lujoso y opulento, y hoy aparece el Caviar Beluga. Este caviar tiene un estatus de delicatessen: uno de los caviar más famosos y exclusivos. Esta variedad proviene del esturión beluga o Huso Huso, que vive en el Mar Caspio, principalmente en las aguas poco contaminadas de Irán. Hoy en día, el caviar iraní proviene de las provincias del norte de Gilan, Mazandaran y Golestán que bordean el mar Caspio. Junto con otras especies de esturión, el esturión beluga que habita en el fondo prospera