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Pregón taurino 2016
from Blanca Fiestas 2017
by editorialmic
Por Manolo Guillén Frutos
Buenas noches.
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Cuando me propusisteis que diera este pregón, no lo dudé un instante, acepté encantado. Siempre he estado muy a gusto en Blanca y tengo la gran suerte de tener muchos y buenos amigos aquí.
Son muchos años viniendo, he tenido la oportunidad de sentarme con muchos de vosotros en los tendidos de ese marco singular que ofrece la plaza portátil instalada en la del Ayuntamiento, de compartir el ratico emocionante del encierro, de la corrida... hemos compartido charlas, coloquios,... Mi primera conferencia la di aquí mismo,... y ¡mira por dónde! mi primer pregón también aquí en Blanca.
Pero esto es un pregón taurino y por lo tanto habrá que hablar de toros...
Desde aquellos tiempos en los que comencé a venir a vuestro pueblo -va para 20 años-, ha habido cambios en torno a la Fiesta de los Toros. Muchos cambios. No en lo que respecta a la entraña propia de la Tauromaquia, ni de su esencia que perdura intacta: un toro y un torero que entregan su vida en un acto efímero de gran belleza y riesgo. El riesgo que sigue vigente: lo hemos visto hace justamente un mes con el fatídico percance de Víctor Barrio en Teruel. Aquí se mata y se muere de verdad.
Pero cuando hablo de cambios, no me estoy refiriendo a los propios de la evolución de la Tauromaquia, que siempre surgen nuevos caminos por los que profundizar. Cuando hablo de cambios sobre todo me quiero referir a esta última moda de atacar a la Fiesta, -que se ha puesto de moda- y que, el tiempo nos dará la razón, es una moda y será como todas las modas ¡pasajera! Aunque no conviene despistarnos. Los 15 o los 20 o los 30... o en el mejor de los casos: los 50 que se reúnen en las puertas de algunas plazas de toros. Estos 15 o 20 o 50 señores (o señoras) pueden estar capacitados para coger la pancarta que les dan, pero por suerte o por desgracia no están capacitados para atacar la Fiesta porque desconocen sus razones, desconocen lo que pasa dentro de una plaza de toros,... tienen nociones tan alejadas de la realidad como erróneas (basta con preguntarles -como hicieron no hace mucho en un documental emitido en Canal Plus Toros-, donde esgrimían que a los toros se les echaban sacos de arena en el lomo para restarles fuerza, que se les ponía no sé qué sustancia en los ojos y en las pezuñas con no sé con qué extraña intencionalidad, para que caminaran con dificultad o no vieran al torero ¿?¿?!!
En ningún sitio mejor que aquí, que en Blanca -porque tenéis los corrales en lugar abierto y bien visible- para ver lo que se les hace a los toros ¡antes del encierro! ¡y antes de la corrida! No se les hace absolutamente nada, tan sólo separarlos a cada uno en un chiquero independiente para facilitar la suelta en el turno correspondiente, para que salgan de uno en uno (no en manada).
Se ha puesto de una moda una extraña compasión hacia los animales, o mejor dicho hacia ciertos animales. ¡No hacia todos claro! Nos preocupa mucho la vida de un delfín moribundo que aparece varado en una bahía de Cádiz. Y eso sale en los informativos
de todas las cadenas de televisión. ¡Pero no nos interesa para nada cómo es la muerte del bogavante, ni de los mejillones, ni tampoco del jamón de york ni de la ternera que acaba hecha hamburguesa! ¡Son miles los animales que mueren en los mataderos cada año no, cada mes no, cada DÍA!
¿Han pensado alguna vez en cuál es la vida de ese cerdito o de esa ternerita a los que, después de una muy corta vida, apenas un año, en el que prácticamente viven todo el tiempo encarcelados en un habitáculo de reducidísimas dimensiones ¡en régimen de engorde! ¿Alguien ha pensado en cuánto tiempo pasaron esos cerditos y esos terneritos con sus madres después del parto? En el mejor de los casos ¡horas!
El toro de lidia nace como un rey, vive como un rey, se relaciona con su madre durante casi un año, después disfruta de una amplia extensión de terreno donde desarrollarse conviviendo con sus hermanos de camada hasta que cumple los cuatro años y acaba sus días dignamente en la plaza, en un combate a muerte en el que tiene la opción de herir, de matar, e incluso -lo que no le sucede a ningún otro animal destinado a consumo humano-, tiene la opción de ganarse el derecho de vivir hasta morir de viejo gracias a la posibilidad que le brinda la figura del indulto como premio a su capacidad de lucha hasta la muerte, o sea ¡lo que es la bravura verdadera! Esa bravura, que es el misterio que diferencia al toro de lidia de cualquier otro bovino. ¿Habrá algo más gratificante que el indulto de un toro bravo? ¡Aquí en Blanca lo hemos vivido!
Bueno, lo que os iba diciendo, que disfrutéis las Fiestas, que las aprovechéis, que lo paséis lo mejor posible con vuestra familia y amigos, que exprimáis como a un limón éstos momentos que nos depara la vida,... ¡Id también a los toros a demostrar vuestra afición y disfrutad del toro en la calle!
Ese encuentro ancestral de la manada que entra en la urbe es el origen de la tauromaquia. A través de los siglos los juegos del pueblo con el toro han ido derivando hacia lo que hoy conocemos como la corrida, con sus tres tercios de varas, banderillas y muerte... pero todo tiene su origen ahí en la relación del toro en la calle con el mocerío. A quienes no les gustan las corridas, pero sí les apasiona sentir de cerca al toro corriendo por vuestras calles, deben saber que sin la corrida no habría encierros, ni toros; y sin toros, no habría encierros.
A los que os guste correrlos, ¡llevad precaución! No hace falta que yo os recuerde que el toro puede matar, y de hecho mata. Aquí lo tenéis muy presente después de la tragedia del año pasado.
De eso se trata, de que el toro mata. Si el toro perdiera esa naturaleza, si todas las mentiras que dicen los anti-taurinos fueran verdad sobre la manipulación del toro en seguridad del torero, si eso fuera realmente así, la Fiesta de los Toros desaparecería de inmediato.
No permitamos que eso suceda. La Fiesta necesita de pueblos como esta Villa de Blanca, que ya es conocida por sus encierros y por su excelente feria taurina. No dejéis de mostrar vuestra afición y amor hacia el toro, y hacedlo sin complejos. ¡Los taurinos no somos más que nadie, pero tampoco menos que ninguno!
¡Cuidad de vuestras Fiestas! ¡Cuidad de vuestros encierros! ¡Mantened esta excelente Feria de Novilladas!
En definitiva ¡Cuidad de vuestro pueblo que tiene un encanto especial!
¡FELICES FIESTAS DE SAN ROQUE! ¡VIVA BLANCA!