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PILARES BÁSICOS DE ACTUACIÓN 5.1. Hablar de drogas con nuestros hijos Uno de los pilares claves de la prevención es transmitir a los hijos una información clara y objetiva respecto a los efectos que producen y qué ocurre con el abuso de una sustancia, así como trabajar con ellos algunos mitos o ideas erróneas que confunden a los jóvenes y los predisponen a comportarse de una forma inadecuada, a veces incluso peligrosa, asumiendo riesgos innecesarios. Se ha demostrado que la mayoría de los jóvenes, pasada la adolescencia, mantienen los mismos valores e incluso gustos que sus padres. Ahora bien, si en el momento de la adolescencia vuestras realidades (entre padres e hijos) son diferentes, debemos tratar de acercarlas para poder dialogar en el mismo lenguaje. Con las drogas ocurre lo mismo: difícilmente vais a poder darle lecciones si lo único que sabéis de ellas es que son “malas y enganchan”, porque en este caso vuestros consejos no va a tener la fuerza necesaria para que lo tomen en serio. Vamos al lío… Todas las drogas tienen en común que actúan sobre los centros cerebrales del placer, por ello al consumirlas activan esos centros que nos hacen sentir bien, y por ello repetimos esa conducta. Este es el motivo fundamental por el que las personas que empiezan a consumir una droga, se sienten abocadas a consumir más veces y les cuesta mucho no hacerlo. Nuestra mejor recomendación para los jóvenes: Es mucho más fácil no empezar que tener que dejarlo. Entonces si las drogas nos hacen sentir tan bien… por qué son malas? Para ello es importante que tengamos algunos conceptos claros al hablar de drogas: • TOLERANCIA: A medida que nuestro cuerpo se acostumbra a una cantidad regular de una droga, necesitará más cantidad para conseguir los mismos efectos.
Guía para familias sobre Adicciones y Adolescentes