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Entrevista Juan Ignacio Rodríguez Ruiz
Juan Ignacio Rodríguez Ruiz / Dentista del año 2017
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Juan Ignacio Rodríguez Ruiz no ha dejado de enriquecer su curriculum desde que se licenció en Medicina y Cirugía en la Universidad de Santander en 1983. Es, además, Diplomado Superior en Estomatología y Cirugía Bucomaxilar por la Université Pierre et Marie Curie París VI. Entre los cargos que ocupa o ha ocupado figuran el de vicepresidente del Grupo de Estudios de Oclusión Biológica, GEOBE, desde 2004; presidente de la Comisión Deontológica y Tesorero del Ilustre Colegio Oficial de Odontólogos y Estomatólogos de Cantabria 2009-2017; vocal de la Sociedad Española de Prótesis Etomatológica y Estética, SEPES y coordinador de la formación continuada de dicha sociedad de 2007 a 2009; vicepresidente de SEPES de 2009 a 2012; presidente de la 40 Reunión Anual SEPES SANTANDER 2010; presidente de SEPES; presidente de la 47 Reunión Anual SEPES (conjunta con EAO) Madrid 2017.
¿Qué supone para usted el reconocimiento de dentista del año? Ha supuesto una grata sorpresa y sobre todo mucha emoción y agradecimiento a mis compañeros y amigos que han creído que era merecedor de este premio y que por ello me propusieron como candidato. Quiero hacer partícipe también a mis compañeros de la Junta Directiva del Colegio de Cantabria y de SEPES durante estos años.
¿Qué le llevó a dedicarse a la odontología? La propia vida, después de terminar la carrera tuve que hacer el servicio militar y al acabar mi amigo de promoción, Juan Carlos Hernández de la Hera, estaba realizando la especialidad de Estomatología y de cirugía bucomaxilar y siguiendo sus consejos me animé y decidí irme a Paris y cursar así la especialidad.
Desde que usted empezó ¿cuáles han sido los cambios más significativos de la profesión? Sin duda, la aplicación de la tecnología digital a los procesos y protocolos clínicos. Los dentistas de mi generación tenemos la gran suerte de que estamos viviendo en plena época de desarrollo tecnológico en el plano digital y que gracias al camino que los jóvenes dentistas, los que podemos llamar nativos digitales, están recorriendo en la aplicación de las últimas tecnologías que la industria va desarrollando, nosotros podemos implementar, en la medida de nuestras posibilidades, esta nueva forma de trabajar en nuestra clínica con el objetivo de conseguir los mejores resultados para nuestros pacientes.
El intrusismo profesional es uno de los lastres de la profesión ¿se están poniendo los medios necesarios para atajar este problema? El Consejo General y los diferentes colegios de dentistas de España están trabajando activamente en este tema y creo que de forma muy eficaz, aunque ahora con-
sidero que el problema actual está más en cadenas marquistas y franquicias dentales que en el intrusismo. También considero estrictamente necesario agilizar la puesta en marcha de una normativa estatal reguladora en materia de publicidad sanitaria y así evitar la publicidad engañosa.
El éxodo de profesionales para ejercer en el extranjero ¿puede llegar a ser un problema? ¿El número de nuevos licenciados se está adecuando a la demanda existente? Son muchos los jóvenes que salen cada año licenciados en odontología, la sociedad española no tiene capacidad para absorber esta plétora. Como ocurre en muchas otras profesiones y especialmente en las sanitarias, España es un emisor solvente de profesionales a países de nuestro entorno, los jóvenes buscan allí el hueco que hoy por hoy la saturación aquí les impide. España ocupa en la actualidad un lugar destacado a nivel mundial en la calidad de sus odontólogos mejorando día a día y por ello debemos sentirnos muy orgullosos, aunque en cierto modo apenados porque en muchos casos el éxodo es inevitable y cada vez más, sin retorno cercano.
¿Qué consejo le daría a los jóvenes que empiezan en esta profesión? Que no dejen nunca de formarse, la formación continuada es indispensable para crecer profesionalmente; que viajen, que conozcan a colegas de otros países y áreas de la odontología; que asistan a cursos y congresos, en ellos tan importantes son los programas científicos como las relaciones humanas y sinergias que se entablan con colegas de distintas procedencias, es muy enriquecedor. Pero, sobre todo, que tengan ilusión por su profesión, por aprender y por evolucionar. Las profesiones relacionadas con la salud, son quizás las que más satisfacciones pueden dar a quién las realiza.
Usted es presidente de la Sepes ¿qué balance hace de su gestión al frente? Un balance muy positivo, en términos de números de socios, cuando la junta directiva que presido entramos en octubre de 2012, SEPES contaba con algo más de 2.200 socios. Actualmente superamos los 4.500 asociados. En cuanto a la consecución de los objetivos que nos propusimos (internacionalización de la sociedad, acercamiento de la sociedad a los jóvenes, formación continuada online, espacios para publicación de artículos e impulso del programa de becas solidarias y becas y premios de investigación) me satisface decir que hemos alcanzado estos objetivos y hemos emprendido y consolidado otros, destacando el simposio anual VALORES SEPES como máxima expresión de la importancia que tiene para esta junta el apoyo y aval a los jóvenes que tienen potencial para hacer que la odontología española evolucione y se posiciones entre las mejores del mundo.
¿Cómo ve el futuro de la profesión? Como decía anteriormente, el futuro de la odontología es sin duda digital y en constante evolución. Asistiremos al nacimiento de nuevas tecnologías que harán más certeros nuestros diagnósticos y más predecibles y seguros nuestros tratamientos. Veremos cómo la Universidad abre nuevas líneas de investigación en cuanto a materiales y técnicas y seremos usuarios de la más puntera tecnología digital que la industria desarrollará. Todo esto, sin olvidar que el fin Lo último que nos tiene que guiar es la salud y bienestar de nuestros pacientes. Lo que aconsejaría a todos mis compañeros es tolerancia cero con todos los profesionales que no cumplan con la ética y la deontología en el ejercicio de su trabajo. Eso nos ayudará a dignificar cada vez más nuestra maravillosa profesión.