de Castill a y león 2024
Ávila
Burgos
Segovia
Soria
Valladolid
Palencia
Zamora
Salamanca
Recorrido monumental
En lo alto del mirador de Los Cuatro Postes, se despliega ante nuestros ojos el asombroso recinto amurallado y las iglesias románicas que adornan la ciudad de Ávila, reconocida como Patrimonio de la Humanidad desde 1985. Al recorrer sus calles es inevitable percibir el misticismo impregnado por figras como San Juan de la Cruz y Santa Teresa de Jesús. Las huellas de estos ilustres personajes se manifiesan en el convento y museo de Santa Teresa, así como en el monasterio de la Encarnación, con el adicional atractivo del Centro de Interpretación del Misticismo.
Otro itinerario fascinante que ofrece Ávila es el recorrido por su judería, una de las más hermosas de España. Para recobrar energías, la elección entre las judías cocinadas con tocino, rabo, patata y oreja de cerdo, o el suculento chuletón de ternera de Ávila, se presenta como una deliciosa pero desafiate decisión.
La Ciudad Vieja de Ávila y sus iglesias intramuros, cuyos orígenes datan del siglo XI, resplandecen con las murallas medievales más completas de
España, destacando por sus 82 torres semicirculares y nueve imponentes puertas. Este conjunto histórico llevó a Ávila a ser inscrita en la Lista de Patrimonio de la Humanidad en 1985.
La muralla de Ávila, símbolo inconfundible de la ciudad, se erige como uno de los recintos amurallados mejor preservados de Europa, visible desde la distancia. Al adentrarse en su interior, se descubre una Ciudad Patrimonio de la Humanidad con calles empedradas, una atmósfera medieval, iglesias de gran interés, una gastronomía sabrosa y un ambiente sereno que invita a desconectar.
La muralla, con un recorrido visitable de 1.700 metros, ofrece panorámicas impresionantes de la Catedral, la plaza del Mercado Grande y los alrededores de la ciudad. La Catedral, considerada la primera catedral gótica de España, se encuentra adosada a la muralla, concebida también como fortaleza.
Otro símbolo de Ávila es Santa Teresa de Jesús, cuya presencia se manifieta en toda la ciudad, desde estatuas honorífias hasta el dulce más emblemático, las yemas de Santa Teresa. El Convento de Santa Teresa, ubicado en su casa natal, y el Museo de Santa
Teresa ofrecen una experiencia única. Además, el Real Monasterio de Santo Tomás, la basílica de San Vicente y la basílica de San Pedro destacan como espacios religiosos de gran interés. Para profundizar en el conocimiento de la mística y sus protagonistas en Ávila, se recomienda visitar el Centro de Interpretación de la Mística.
Productos
Chuletón de Ávila. Es uno de los platos más emblemáticos. El chuletón puede ser de ternera, buey o vaca, pero lo más especial es que proviene de la raza autóctona conocida como avileña-negra. La carne es tierna y llena de sabor. Se cocina a la parrilla hasta alcanzar el punto deseado y se sirve acompañada de patatas y lechuga. ¡Un verdadero manjar!
Judiones del Barco de Ávila. Este plato se basa en judiones (alubias grandes) guisados con chorizo y otros ingredientes. Un plato reconfortante y lleno de sabor.
Platos
Patatas revolconas. También llamadas “patatas meneás”, este plato solía ser humilde y popular entre los campesinos. Consiste en un puré de patatas condimentado con pimentón. Encima se añaden torreznos fritos crujientes que contrastan con la textura suave del puré.
Sopa castellana. Originaria de los pastores de Castilla, esta sencilla sopa de ajo se elabora con ajos, pan, jamón y un toque de pimentón. Se completa con huevos escalfados y se sirve bien caliente.
Cochinillo asado. Aunque también se encuentra en otras regiones, el cochinillo asado es una delicia en Ávila. La piel crujiente y la carne tierna hacen que sea irresistible.
Yemas de Santa Teresa. Las Yemas de Santa Teresa son un clásico que harán la boca agua a los amantes de los postres. Estas dulces yemas de huevo son suaves y están deliciosas.
Otros platos y productos típicos de Ávila son: el hornazo, el bollo de pan relleno de chorizo, el tocino, lomo y huevo, mollejas de ternera y el cochinillo (denominado tostón asado).
Patatas revolconas
Ingredientes
✓ 400 gr de patatas
✓ 120 gr de panceta
✓ 100 ml del agua de cocción de las patatas
✓ 1 cucharada de pimentón
✓ 2 o 3 dientes de ajo
✓ 1,5 cucharadas de aceite de oliva
✓ Sal y pimienta
1. Pela las patatas y trocéalas.
2. Pon las patatas troceadas en una cazuela con la suficiente agua como para cubrirlas, echa un poco de sal gorda.
3. Ponlas a cocer a fuego medio-alto hasta que estén tiernas.
4. Calienta el aceite de oliva en una sartén para dorar los ajos picados. Retíralos antes de que se quemen.
5. En ese mismo aceite añade la panceta picada y sofríela hasta que esté dorada. Después quítala y reserva el aceite de la sartén.
6. Una vez que las patatas estén bien cocidas, escúrrelas, pero reserva 200 ml del agua de la cocción (que tendrá almidón para espesar el puré). Machaca las patatas con el agua reservado hasta que estén hechas puré.
7. Vuelca en la sartén el puré, los ajos dorados, la panceta frita y el aceite reservado, y cocínalo todo a fuego lento sin parar de mover. Vierte el pimentón y mézclalo.
8. Después de unos minutos sazona con sal finaly pimienta negra al gusto.
Yemas de Santa Teresa
Ingredientes
✓ 6 yemas de huevo
✓ 100 gramos de azúcar
✓ 50 mililitros de agua
✓ 100 gramos de azúcar glas
1. Separa las yemas de las claras y reserva las yemas de huevo. Bate las yemas con unas varillas.
2. Añade en un cazo al fuego el azúcar y el agua.
3. Cuando el almíbar quede a punto de hebra, retira del fuego y añádelo en el bol de las yemas, suavemente, con un hilo, sin dejar de remover. Remueve y devuelve la mezcla al mismo cazo. Cocina a fuego bajo sin dejar de remover con las varillas, hasta obtener una masa espesa que se despegue de las paredes del cazo.
4. Pasa las yemas a un bol. Tapa con papel filmy deja reposar en el frigorífio unas 3 horas.
5. Humedece dos cucharas con agua y coge pequeñas pociones de masa. Rebózalas en azúcar glas y dales forma redondeada con las manos.
6. Coloca las bolas en cápsulas de papel.
7. Sirve las yemas de Santa Teresa, un dulce tradicional perfecto para compartir.
Recorrido monumental
Burgos, situada en Castilla y León, es conocida por su rica historia medieval y su ubicación en el Camino de Santiago. Fue la capital del reino unifiado de Castilla y León durante cinco siglos, lo que contribuyó a su desarrollo económico. La ciudad es famosa por su Catedral gótica, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Además, Burgos alberga varios edificos históricos y museos, como el Museo de Burgos y la Casa Del Cordón, donde los Reyes Católicos recibieron a Cristóbal Colón. Cerca de la ciudad se encuentra el yacimiento prehistórico de Atapuerca, también Patrimonio de la Humanidad. La ciudad está flaqueada por el Monasterio de Santa María Real de las Huelgas al oeste y la Cartuja de Miraflores al este, ambos con importantes obras de arte.
La provincia de Burgos, con su capital en una ubicación privilegiada, ofrece rutas interesantes que revelan el corazón de Castilla y León. Destaca la ruta que recorre la ribera del río Arlanza, con su arquitectura medieval y renacentista en Lerma, Santo Domingo de Silos y Quintanilla de las Viñas, y el Camino de Santiago, Patrimonio de la Humanidad, con su rica herencia artística y cultural.
La Ribera del Duero, famosa por su vino, alberga poblaciones históricas como Aranda, Peñaranda y Roa, con su arquitectura gótica y renacentista y sus bodegas. La arquitectura popular se extiende por valles, altiplanos y páramos, con localidades como Miranda del Ebro, Treviño o Villasana de Mena, que ofrecen deportes de bajo impacto medioambiental.
La gastronomía es un elemento común en todos estos lugares, con una variedad de productos locales que incluyen legumbres, embutidos curados, caza, cordero lechal al horno de leña, truchas escabechadas, bacalao guisado, yemas, queso fresco con nueces y miel, y almendras garrapiñadas, todo ello acompañado de los vinos de la Denominación de Ribera del Duero.
Productos
Morcilla de Burgos. Es uno de los productos más destacados de la gastronomía burgalesa. Se elabora con sangre de cerdo, arroz, manteca, cebolla, pimentón y especias como el orégano. Su sabor es único y se puede disfrutar tanto en tapas como en platos principales. Dada su tradición y calidad, ste producto cuenta además con la distinción Indicación Geográfica Protegida.
Su sabor es único y se puede disfrutar tanto en tapas como en platos principales.
Platos
Cojonudos y cojonudas. Con nombres originales, estos son dos tipos de tapas muy típicas en Burgos. Ambas consisten en dos rodajas de pan: el “cojonudo” lleva chorizo picante, huevo de codorniz frito y pimiento picante, mientras que el “cojonuda” sustituye el chorizo por morcilla.
Olla podrida. Se trata de un guiso contundente que combina alubias rojas con ingredientes cárnicos como morcilla de arroz, costilla, chorizo, panceta, oreja y morro de cerdo. Ideal para combatir el frío invernal.
Lechazo y cochinillo asado. Aunque no exclusivos de Burgos, estos asados son deliciosos. El lechazo y el cochinillo se cocinan lentamente hasta obtener una piel crujiente y una carne tierna.
Yemas de Burgos. Para los amantes de los dulces, las Yemas de Burgos son irresistibles. Estas delicadas yemas de huevo son suaves y dulces.
Morcilla de Burgos salteada
Ingredientes
✓ 1 morcilla de arroz
✓ Aceite de girasol
Preparación
1. Si hemos comprado la morcilla al vacío es importante abrir el envase 15 minutos antes de cocinarla, para que se airee. Si además la guardábamos en la nevera, es recomendable que se temple durante algo más de tiempo.
2. Para comenzar con su preparación, quitaremos el cordón y las grapas de la morcilla, desechamos. Después, cortamos la morcilla en rodajas no muy gruesas, aproximadamente de un centímetro y medio. Acto seguido, en un sartén, calentamos abundante aceite de girasol, mucho mejor que el aceite de oliva, pues necesitamos que alcance una mayor temperatura y no de sabor al embutido.
3. Cuando el aceite de girasol esté bien caliente, introducimos las rodajas de morcilla, que debemos freír en torno a un minuto y medio por cada lado. Sabremos el punto óptimo de fritura cuando los granos de arroz estén bien tostados, y adquieran una tonalidad marrón. Como en cualquier fritura, es importante no añadir demasiadas rodajas al mismo tiempo. Para una sartén y una morcilla de tamaño normales, lo ideal es freírla en dos tandas. Según se vayan haciendo las rodajas de morcilla, las colocamos sobre papel de cocina para retirar el exceso de grasa. Servimos inmediatamente.
Olla podrida
Ingredientes
✓ 300 g de alubias de Ibeas
✓ 1 morcilla de Burgos
✓ 300 g de costilla adobada
✓ 1 chorizo
✓ 1 panceta
✓ 1 cebolla
✓ 1 puerro
✓ 1 pata adobada de cerdo
✓ 1 oreja adobada de cerdo
✓ 1 zanahoria
✓ 1 pimiento verde
Para el relleno:
✓ 2 huevos
✓ Pan rallado
✓ Ajo en polvo
✓ Sal
✓ Perejil
✓ Tocino
1. Poner en una cazuela de barro una cabeza de ajos, una cebolla entera, las alubias rojas (remojadas durante 14 horas), la costilla, la panceta, la pata, la oreja y el chorizo.
2. Se llevan a ebullición los ingredientes y se cocinan a fuego lento durante 2 horas.
3. Después se añade la morcilla y se cocina da fuego lento durante una hora más.
4. Mientras se haya estado cocinando se hace el relleno. Para ello, se trituran los huevos con la miga de pan, los ajos picados, el perejil picado, el pimentón y la sal. Luego se pone toda la mezcla en una sartén y se cocina como una tortilla.
5. Cuando falta media hora de cocción se añade el relleno al guiso y se cogen unas alubias con un poco de caldo y se trituran, incorporando esa pasta también a la receta.
León
Recorrido monumental
La Pulchra Leonina de León, así como la Basílica de San Isidoro, conocida como la “Capilla Sixtina” del románico español, y el antiguo Hospital de San Marcos, son los monumentos más destacados de esta capital de provincia cuyo origen se remonta a un antiguo campamento romano. En el pasado, León llegó a convertirse en la capital del reino durante la Edad Media, además de convertirse en un enclave histórico en el Camino de Santiago. Su paisaje natural es impresionante, con destinos turísticos tan sobrecogedores como el Parque Nacional de Picos de Europa, el entorno natural de Las Médulas (Patrimonio de la Humanidad) y la estación invernal de San Isidro. Así mismo, la oferta cultural y
de ocio en León es excepcional, y su variada gastronomía es de alta calidad. La ciudad, asentada por la Legio VI Victrix romana, conserva un interesante legado arquitectónico de los periodos románico, gótico y renacentista. La Plaza Mayor es el corazón de la ciudad y alberga el Ayuntamiento, conocido como el “Balcón de la Ciudad”, desde donde los nobles observaban las actividades ciudadanas. El municipio es atravesado por el río Bernesga, el cual siempre invita a los foráneos a un agradable paseo por sus alrededores zonas verdes.
Junto al consistorio nace el barrio de San Martín, en torno a la plaza y la iglesia de este mismo nombre. En esta zona se dan citan palacetes y casonas
como la Casa de las Carnicerías y el Palacio del Conde Luna. La institución que distribuía la carne a la ciudad es un edifico del siglo XVII, que hoy alberga una sala de exposiciones. El palacio conserva una portada del siglo XIV, gótica con influencias árabes, y un torreón almohadillado. También merece una visita la iglesia de San Salvador de Palat del Rey, datada en el siglo X es la más antigua de la ciudad. Por estas calles se encuentran diseminados bares y restaurante donde podemos degustar lo mejor de la gastronomía de la región, y que le ha hecho merecedor del sobrenombre de El Húmedo. El recorrido puede continuar en el Palacio de los Guzmanes y la Casa de los Botines. La fachada principal del palacio, sede de la Diputación Provincial, data del siglo
XVI, y destacan en su construcción los balcones enrejados y la portada lateral. Por su parte, la Casa Botines es obra del arquitecto Antonio Gaudí, que inauguró el estilo modernista en la ciudad. León cuenta con más ejemplos de esta corriente artística en la plaza de Santo Domingo. Desde aquí, nos podemos adentrar en el área rodeada por las murallas de origen romano, en cuyos extremos se ubican otras dos joyas de la ciudad: la Catedral y la Basílica de San Isidoro. La “Pulcra Leonina”, uno de los templos góticos más impresionantes de España, se levanta sobre unas antiguas termas romanas y una iglesia románica. Su visión frontal nos ofrece, en su portada, uno de los más importantes conjuntos escultóricos góticos.
Productos
Cecina de León. Este producto es posiblemente el más característico de León. La cecina se elabora con carne de vacuno y se corta en lonchas de color granate con una fina veta de grasa. Su sabor es ligeramente salado, y es un verdadero deleite. Como la vecina ciudad de Astorga fue tradicionalmente fabricante de chocolate, en algunos establecimientos podrás encontrar esta curiosa combinación que marida extraordinariamente bien.
Botillo de El Bierzo.
El botillo es un plato tradicional que se elabora con carne de cerdo, especialmente en la comarca de El Bierzo. Se utiliza una variedad de partes del cerdo, como costillas, huesos y rabo. Generalmente se consume cocido y es un manjar muy apreciado que posee la denominación IGP.
Morcilla de León: la morcilla leonesa es única debido a su poca consistencia. Se elabora únicamente con sangre de cerdo y cebolla, lo que le da un sabor distintivo. A veces, se añaden ingredientes como miga de pan, piñones o ajo.
Otros de los platos y productos típicos de León son: el chorizo de León, la trucha frita, platos de legumbres y hortalizas.
Platos
Cocido maragato. Este plato es típico de la comarca de La Maragatería. Es un cocido fuerte y consistente, originalmente destinado a los trabajadores del campo. Incluye ingredientes como carne de cerdo, chorizo, verdura, tomate, garbanzos y sopa.
Sopa de truchas. Una delicia para los amantes de los sabores auténticos. Esta sopa se prepara con truchas frescas, ajo, pan y pimentón. Resulta perfecta para los fríos inviernos leoneses.
Mantecadas de Astorga. Para los golosos, las mantecadas son imprescindibles. Estos dulces tradicionales de Astorga son suaves y deliciosos. En la actualidad son diferentes fabricantes quienes las producen, pero las más famosas son las de la fábrica La Mallorquina, que estampa en su envoltorio los tradicionales maragatos.
Otros de los platos y productos típicos de León son: el chorizo de León, la trucha frita, platos de legumbres y hortalizas, como las alubias de La Bañeza, pimientos de El Bierzo o puerros de Sahagún; vino de El Bierzo DO y DO de León, limonada, lazos de San Guillermo de Cistierna, imperiales de La Bañeza, nicanores de Boñar y rosquillas de San Froilán. También son muy tradicionales los postres arroz con leche y leche frita. Este último muy consumido, junto con la limonada, durante la Semana Santa.
Sopa de truchas
Ingredientes
✓ 2 truchas medianas
✓ Pan de hogaza preferiblemente del día anterior
✓ 4 ó 5 cucharadas soperas de aceite de oliva virgen
✓ 1/2 cebolla
✓ Sal, ajo, pimentón y vinagre
Elaboración
1. Se pone a cocer una cazuela con un litro de agua, a la que se le añade la cebolla troceada y un poco de aceite de oliva. Cuando comience a hervir se le añaden las truchas cortadas en dos o tres rajas.
2. Mientras la trucha se cuece (tarda muy poco) en el mortero se machaca un diente de ajo con sal y media cucharada de pimentón, ligándose todo bien con un chorrito de aceite y un poco del caldo de cocer las truchas. Esta mezcla se añade a la cocción del resto del caldo.
3. En una cazuelita de barro, se coloca el pan cortado en rebanadas finas(unos 400 gramos aproximadamente).
4. Cuando la trucha este ya cocida y comprobado el punto de sal, hay que sacar los trozos, para ponerlos sobre el pan y seguidamente verter el caldo por encima. Para potenciar el sabor de la trucha, se puede preparar una salsa también en el mortero, con aceite, un poco de vinagre y pimentón, para ponérselo por encima de las porciones de la trucha.
Limonada
Ingredientes
✓ 1,5 l vino tinto de León, a ser posible de uva mencía DO Bierzo o prieto picudo DO de León
✓ 150 ml de agua
✓ 150 gr de azúcar
✓ 2 ramas de canela
✓ 3 limones
✓ 1 naranja
✓ Opcional: 100 gr de higos y pasas secos
1. Para preparar la mezcla y dejarla macerando unos días hazte con recipiente grande de cristal o una olla de acero inoxidable.
2. En primer lugar añade el vino tinto. La limonada de León se puede hacer con cualquier vino, pero recomendamos utilizar un vino joven de la provincia de León que son de muy buena calidad y tienen un precio asequible.
3. Lava los limones y la naranja, y exprime su zumo. Córtalos en trozos y añádelos junto con el zumo al vino.
4. Mezcla el azúcar con el agua en una cazuela y calienta durante unos diez minutos para que se disuelva todo el azúcar. Retira del fuego antes de que caramelice. Añade este almíbar (conocido también en coctelería como sirope simple) al vino junto con los dos palos de canela.
Se recomienda añadir unos higos secos y/o pasas. La versión más tradicional no las incluye, pero le aportan un sabor muy agradable.
5. Mezcla bien los ingredientes y déjalo reposar entre 3 y 4 días para que la limonada se impregne de todos los sabores. Remueve la mezcla todos los días un par de veces para que se mezcle bien y el azúcar no se deposite en el fondo. Pruébala para ver cómo va cambiando su sabor según el vino absorba los sabores.
6. Finalmente, filtra con ayuda de un colador, embotella y sírvela siempre muy fría.
Empanada de morcilla con manzana reineta de El Bierzo
Ingredientes
✓ 1 lámina de hojaldre o masa de empanada
✓ 200 gramos de manzana reineta del Bierzo
✓ 2 palitos de canela en rama
✓ 300 gramos de morcilla de León
✓ 1 huevo
✓ 1 puñado de piñones
1. Pela las manzanas, y parte en trozos no muy grandes. Ponlas en un cuenco y añade dos o tres dedos de agua y canela en rama (dos o tres palos). Introduce en el microondas y cocina a máxima potencia durante 10 minutos. Saca las manzanas y destapa con cuidado, escurre y tritura un poco con la batidora (el puré no debe quedar muy líquido). Reserva mientras se enfría.
2. Retira la piel a las morcillas, echa la carne en un cuenco y cocina a máxima potencia durante 5 mi -
nutos. Saca, destapa con cuidado y mezcla con el tenedor. Reserva mientras se enfría.
3. Espera a que el puré de manzana y las morcillas estén bien fríos. Pon una hoja de papel vegetal en una bandeja de horno. Con ayuda de un rodillo estira una lámina de hojaldre. Coloca la lámina en la bandeja de horno sobre el papel.
4. Coloca el puré de manzana dejando libre la mitad de la masa y unos tres centímetros alrededor. Pon la morcilla sobre el puré bien repartida.
5. Cuando esté el relleno extendido dobla la masa sobrante, compacta bien los bordes, pincha la masa y cierra todo el perímetro con la ayuda de un tenedor.
Finalmente, con ayuda de una brocha de cocina, pinta toda la empanada con el huevo batido.
6. Mete en el horno durante 20 minutos precalentado a 200 grados hasta que el hojaldre esté dorado. No te descuides para que no se queme. Pasado este tiempo, saca la empanada y deja que temple. Puede servirse templada o fría.
Recorrido monumental
Palencia, una joya histórica en el corazón de Castilla y León, ofrece un fascinante viaje a través de su rica herencia cultural y arquitectónica. La imponente Catedral de San Antolín, que comenzó a construirse en el siglo XIV, es la tercera más grande de España. La concentración de arte e historias por metro cuadrado es abrumadora, desde el tríptico flaenco en el trascoro hasta el retablo mayor del Renacimiento español. Dentro de la grandiosidad de la catedral, existen también elementos impregnados de cultura popular como los tres pequeños autómatas conocidos como el "papamoscas" palentino, o "la coleta a doña Inés", estatua de la criada de doña Inés de Osorio, de donde los niños tiran para tener suerte en sus exámenes.
Encontramos también la Plaza Mayor, rodeada de edificos históricos y animada por el monumento a Alonso Berruguete. La calle Mayor, columna vertebral de la ciudad, dirige hacia el mercado de Abastos y los Cuatro Cantones, centro geográfio y cruce de caminos de la capital palentina. El Casino, el modernista Colegio de Villandrando o el Parque del Salón de Isabel II, se encuentran también en esta zona.
Palencia
En la colina que domina la ciudad se erige el símbolo distintivo de Palencia, el Cristo del Otero, Monumento al Sagrado Redentor de Jesús. Sus más de 20 metros sobrecogen y fascinan al visitante y lo convierten en el Cristo más alto de España. En la base del monumento hay una pequeña ermita y un museo con los proyectos de su autor, el palentino Victorio Macho, enterrado a los pies del Cristo, con su ciudad natal en el horizonte.
Otros monumentos son la iglesia de San Miguel, donde, asegura la leyenda, contrajo matrimonio el Cid Campeador y doña Jimena; el Convento de las Claras, en cuyo interior puede admirarse el Santísimo Cristo de las Claras al que se atribuyen varios
milagros; o la Cripta de San Antolín, consagrada al mártir y patrón de la ciudad. La iglesia de San Lázaro, templo gótico fundado por el Cid Campeador como hospital de peregrinos y leprosos; la iglesia de San Francisco, que funcionó como residencia real de la corte itinerante a su paso por Palencia y fue sede de las Cortes de Castilla durante la Baja Edad Media; o el Convento de San Pablo, también usado para reunir a las Cortes de Castilla.
Cerca de la ciudad merecen visita el Monasterio de San Zoilo, fundado antes del año 948 y que ofrece un remanso de paz con su impresionante fachada y claustro, y el Canal de Castilla, obra maestra de ingeniería hidráulica del siglo XVIII con
207 kilómetros navegables entre las provincias castellanas de Palencia, Burgos y Valladolid. Este sistema de canales, esclusas y acueductos se concibió para facilitar el transporte de mercancías, y hoy en día sus orillas ofrecen senderos encantadores para pasear, proporcionando una perspectiva única de la relación entre la ingeniería y la belleza natural. Alberga también el visitable Museo del Agua.
La cantidad de espacios verdes a disposición de los ciudadanos y el conjunto histórico y artístico, contribuyen también a la rica historia de esta ciudad a la ribera del río Carrión, un destino que deleita a los amantes de la cultura, la arquitectura y la tranquilidad.
Productos
Lechazo entreasado. Clásica receta palentina, se combina perfectamente con ensaladas verdes o guarniciones de patatas a la importancia.
Morcillas. En concreto la Morcilla de Villada destaca como un producto gourmet tradicional que satisface todos los paladares. Este producto se consume en sopas, como entrante, o elaborado junto a más productos autóctonos como plato principal en una gran mesa.
Pichones
de Tierra de Campos. Tradicionalmente han sido un producto apreciado en esta comarca. Allí se criaban para el consumo propio y se conservaban en escabeche para engrosar las despensas ante las inclemencias invernales.
La Fabiola. Es una barra de pan con un aspecto alargado muy característico. Tiene una corteza fina,de color caramelizado brillante y unos cortes profundos y limpios en forma recta o en forma de rombos. La miga es de color blanco cremoso y una textura suave.
Guisantes de Palencia. Muy valorados en la gastronomía local, destacan por su lento crecimiento en primaveras frías y recolección manual en pleno desarrollo, antes de volverse duros y ligeramente amargos.
Algunos productos populares de Palencia son: la codorniz palentina, el lechazo entreasado, las morcillas, las sopas de ajo, el pan de Nogales y los guisantes.
Platos
Tortas de chicharrones. Acompañadas de chicharrones de cerdo, obtenidos de la grasa derretida, estas tortas se preparan con harina, azúcar y ralladura de limón.
Migas de perdiz escabechadas. Deshuesadas y desmigadas, las perdices se conservan en escabeche, realzando su sabor para ensaladas o como acompañamiento en tapas.
Sopa de chichurro. Plato típico de la matanza del cerdo en los campos de Palencia y León, esta sopa aprovecha el caldo sobrante de las morcillas cocidas.
Menestra de verdura. Con productos de kilómetro cero, esta receta ofrece uno de los sabores más auténticos de la región.
Sopa castellana. Una deliciosa sopa tradicional española hecha con ajo, pan, huevo y pimentón, ofreciendo un reconfortante sabor y una consistencia sustanciosa. Es común en toda la zona de Castilla y León, aunque varía la receta según la provincia.
Cazuela de San Antolín. En honor al patrón de Palencia, San Antolín. Esta tarta, elaborada en cazuela de barro, se compone de una doble capa de bizcocho rellena de crema, nata y trufa, y va coronada con yema tostada.
Orejuelas. Se trata de un dulce típico, muy habitual de los Carnavales, consistente en un una masa frita, endulzada con azúcar o miel.
Lentejas pardinas con chorizo
Ingredientes
✓ ½ kg de lenteja pardina
✓ 1 chorizo pequeño
✓ 100g de tocino
✓ 1 cebolla pequeña
✓ 1 puerro pequeño
✓ 1 zanahoria
✓ 2 dientes de ajo
✓ ½ pimiento verde
✓ 1 tomate pequeño
✓ 1 hoja de laurel
✓ 4 clavos
✓ 1 cucharadita de pimentón
✓ ½ litro de aceite
✓ Agua
✓ Sal
1. El día anterior, dejar en remojo las lentejas.
2. En una olla grand e, colocar las lentejas y cubrirlas con agua.
3. Añadir a las lentejas el chorizo, el tocino, el tomate, la zanahoria, el pimiento verde, el puerro, el laurel y media cebolla con clavos de especia insertados en ella.
4. Agregar sal al gusto.
5. Cocinar las lentejas a fuego lento, añadiendo agua fría cuando sea necesario para mantener el nivel de líquido.
6. Cuando las lentejas estén casi tiernas, en una sartén aparte, sofreír finamente la cebolla picada y el ajo picado.
7. Agregar el pimentón al sofrito y luego añadirlo a las lentejas, sin dejar que se fría demasiado.
8. Opcionalmente, se puede añadir un puré de algunas lentejas junto con el tomate y el puerro para espesar un poco el caldo del guiso.
9. Antes de servir, retirar el laurel y la cebolla claveteada. Cortar el chorizo y la zanahoria en rodajas y el tocino en tacos.
10. Servir en una sopera y disfrutar.
Codornices guisadas
Ingredientes
✓ 4 o 5 codornices de 180 g cada una aproximadamente
✓ Un poco de harina para sellar las codornices antes de sellarlas
✓ 3 dientes de ajo
✓ 3 zanahorias
✓ 1 cebolla grande
✓ 1 tomate maduro
✓ 1 vaso de vino blanco (unos 220 ml)
✓ 1 vaso de agua (unos 220 ml)
✓ 2 hojas de laurel
✓ Aceite de oliva virgen extra
✓ Sal y pimienta negra recién molida (al gusto de cada casa)
1. Comenzamos salpimentando las codornices. En una cazuela con un buen chorro de aceite las ponemos a dorar. Una vez doradas las reservamos.
2. Ponemos a fuego fuerte una cazuela con agua y dejamos hervir, cuando empiece a rebullir echamos el tomate, marcando con un cuchillo una cruz, así se nos escaldará y será más fácil pelarlo. Reservar.
3. En el mismo aceite de freír las codornices sofreímos la cebolla cortada en juliana y los ajos enteros, cuando esté dorada, vertemos en el vaso de la batidora y licuamos.
4. Incorporamos en la cazuela la salsa de cebolla, la zanahoria
en rodajas y el tomate pelado y cortado a trozos, dejamos que se haga unos 5 minutos a fuego medio. Agregar el vino blanco dejar evaporar el alcohol e incorporar los vasos de agua o caldo.
5. Cuando empiece a hervir, agregamos las codornices y las patatas tapamos y dejamos cocer 45 minutos.
6. Dejar reposar 5 minutos.
Recorrido monumental
Salamanca, ciudad monumental y universitaria, cautiva con su rica historia y arquitectura excepcional. La Plaza Mayor, joya de la arquitectura barroca, ha sido testigo de eventos históricos y culturales a lo largo de los siglos. Sus soportales, balcones y detalles ornamentales crean un escenario impresionante. La Plaza del Corrillo, en el corazón de Salamanca, es también un punto neurálgico que respira historia y encanto. Rodeada de edificos con soportales y balcones de estilo plateresco, la plaza ha sido testigo de eventos culturales y sociales a lo largo de los siglos. Su atmósfera animada, con terrazas y comercios, la convierte en un lugar emblemático para disfrutar de la vida local y sumergirse en la esencia única de la ciudad.
Salamanca
La Universidad de Salamanca es el corazón académico de la ciudad. Fundada en 1218, es la universidad más antigua de España y una de las más antiguas de Europa. La fachada plateresca de su edificio principal, adornada con calaveras y una rana entre la ornamentación, se destaca como un símbolo de la búsqueda de conocimiento.
Ya hacia las Catedrales de Salamanca, conjunto arquitectónico único que fusiona estilos románicos, góticos y
barrocos, se encuentra la Catedral Vieja, con sus impresionantes frescos y el retablo mayor, un testimonio de la maestría artística de la época. A su lado, la majestuosa Catedral Nueva, que ofrece vistas panorámicas desde sus torres.
El Puente Romano lleva a contemplar el río Tormes y sus alrededores. Desde ah í, la Torre del Clavero y la Clerecía se elevan en el horizonte. La Clerecía, una obra maestra del barroco, alberga la iglesia y la Casa de los Jesuitas, y su torre ofrece vistas panorámicas de la ciudad.
La Iglesia de San Martín, construida en el siglo XII, es un tesoro arquitec-
tónico que combina elementos románicos y mudéjares. Su impresionante portada principal exhibe una rica ornamentación con esculturas que representan escenas bíblicas y de la vida cotidiana. En su interior, destaca un retablo plateresco y un ambiente que evoca la espiritualidad de siglos pasados.
Otro de los monumentos destacados por la sobriedad de su fachada y esplendoroso interior, es el Convento de San Esteban. En él, los retablos y capillas muestran la riqueza artística de este lugar sagrado.
La Casa de las Conchas ofrece otro estilo de fachada ornamentada, con-
cretamente de conchas y símbolos heráldicos. Este edifico alberga una biblioteca pública y es un ejemplo del gótico flamígeo.
No hay mejor forma de finalizar el recorrido monumental por la ciudad que en la Plaza de Anaya, donde la Universidad Pontificiay la iglesia de San Juan de Sahagún reflejan la i nfluencia religiosa y académica en Salamanca.
Historia, cultura y arte defien a esta ciudad, que cautiva a quienes buscan sumergirse en la riqueza de su pasado y la belleza de su presente.
Productos
Chichas ibéricas. Es la carne picada del chorizo utilizada para verificar el adobo antes de embutirlo en la tripa. Conocidas también como “jijas” o “zorza” en diferentes regiones de España, se adoban con especias y se preparan como si fueran a embucharse, pero finalente se sirven sin embutir. Un clásico en muchos bares, sirviéndose comúnmente como tapa durante el aperitivo o cualquier al muerzo o cena.
Jeta. Se refiere comúnmente a un embutido tradicional elaborado con carne magra y grasa de cerdo, condi mentado con ajo, pimentón y otras especias. Este embutido se introdu ce en el intestino delgado del cerdo y luego se cura y ahúma. La jeta es apreciada por su sabor característico, similar a los callos, por lo que es co mún utilizarlo en la preparación de guisos y otros platos locales.
Conocidas también como “jijas” o “zorza” en diferentes regiones de España (las chichas ibéricas), se adoban con especias y se preparan como si fueran a embucharse.
Platos
Chanfaina. La chanfaina salmantina es un plato tradicional contundente que recoge lo mejor de una tierra especialista en tratar con las mejores carnes. Esa solidez parte de sus ingredientes, ya que este guiso se elabora a base de callos, manitas y sangre de cordero, arroz y huevo cocido.
Cochinillo al fuego. Conocido como tostón en Salamanca, consiste en asar un lechón entero a la brasa, logrando una piel crujiente y una carne tierna y jugosa.
Hornazo. Se trata de una masa, similar a una empanada, elaborada a partir de harina y manteca, rellenada con productos del cerdo ibérico: chorizo, lomo y jamón. Este producto horneado cuenta con una distintiva malla romboidal. Imprescindible el "Lunes de Aguas".
Chochos charros. Aunque tenga un aspecto parecido a las peladillas, no lleva frutos secos. Esta receta elaborada con azúcar y canela nunca falta en el repertorio dulce de la ciudad.
Perrunillas. Junto con el mantecado son las pastas típicas por excelencia de Salamanca. Aunque comparte con otras similares ingredientes como la manteca de cerdo, huevos, harina y azúcar, se distingue por distinguen por llevar una almendra en el centro.
Bollo maimón. Llamado también rosca de bodas, era habitual en estas celebraciones Se elabora con almidón en lugar de harina y no se emplea levadura sino que sube por el efecto de las claras a punto de nieve. El resultado es un producto muy esponjoso. Es ideal para consumirse mojado en leche o en chocolate.
Farinato. Es un producto de primera, a base de grasa de cerdo, pan cortado en lonchas muy fins, harina, cebolla, ajo, pimentón, anises y aguardiente. Después de cocinados, estos ingredientes se cocinan, se embuchan y se curan.
Limón serrano. Originario de la Sierra de Francia, es una ensalada fría en la que se mezclan limones, naranjas, embutidos, pescados en conserva y huevos. Se dice que tiene raíces judías y cuenta con variantes en los pueblos de esta comarca salmantina.
Amarguillos. Un tipo de dulce tradicional en Salamanca y en otras regiones de España, que se caracteriza por su sabor almendrado y su textura crujiente. La receta básica incluye almendras, azúcar y claras de huevo.
Hornazo
Ingredientes
Para la masa:
✓ 500 g de harina de trigo
✓ 1 sobre de levadura seca (unos 7 g)
✓ 1 taza de agua tibia
✓ 1/2 taza de aceite de oliva
✓ Sal al gusto
Para el relleno:
✓ 200 g de lomo adobado, en lonchas fina
✓ 200 g de chorizo, en rodajas
✓ 200 g de jamón serrano, en lonchas fina
✓ 4 huevos duros, pelados y cortados en rodajas
1. Prepara la masa: en un bol, mezcla la harina con la levadura y la sal. Agrega el agua tibia y el aceite de oliva. Amasa hasta obtener una masa suave y homogénea. Deja reposar la masa en un lugar cálido durante aproximadamente 1 hora, o hasta que haya duplicado su tamaño.
2. Precalienta el horno a 180°C.
3. Divide la masa en dos partes iguales. Estira una de las mitades en una superfice enharinada hasta obtener una lámina grande y delgada. Coloca esta lámina en un molde para horno engrasado, presionando bien en los bordes.
4. Coloca una capa de lomo adobado sobre la masa extendida en el molde.
5. Añade una capa de chorizo, seguida de una capa de jamón serrano.
6. Distribuye las rodajas de huevo duro y las aceitunas sobre el relleno.
7. Estira la otra mitad de la masa y colócala sobre el relleno, sellando bien los bordes.
8. Puedes hacer un agujero en el centro de la masa para que salga el vapor durante la cocción.
9. Hornea durante aproximadamente 40-45 minutos, o hasta que la masa esté dorada.
10. Deja enfriar antes de cortar en porciones y servir.
Chanfaina
Ingredientes
✓ 200 g de arroz bomba
✓ 1/2 kg de menudillos de cordero (callos, manitas)
✓ 150 g de sangrecilla de cordero
✓ 1 cebolla
✓ 2 dientes de ajo
✓ 2 huevos
✓ Aceite de oliva virgen extra
✓ Sal
✓ 1 hoja de laurel
✓ Comino
✓ Pimienta
✓ 1 cucharada de pimentón picante
✓ Perejil
1. Cocer durante 20 minutos los callos y las manitas (bien lavadas) con una hoja de laurel y sal. Retirar manitas y los callos, déjalos templar y picar todo bien. Reservarlo junto con el caldo de la cocción.
2. Cocer los huevos en una cazuela con agua hirviendo durante 10 minutos. Refresca, pela y pícalos en daditos.
3. Tostar el comino en una sartén y machacar en el mortero, para reservarlo.
4. Picar los dientes de ajo y la cebolla en daditos y pochar en una cazuela. Añadir los menudillos picados y la sangrecilla picada. Añadir el comino tostado y el pimentón.
5. Agregar el arroz y rehogar. Vierte 1 litro de caldo (el plato debe quedar ligeramente caldoso), salpimentar y cocinar el conjunto durante 18-20 minutos.
6. Servir con el huevo cocido picado.
Recorrido monumental
Situada a escasos kilómetros de la capital, esta ciudad encantadora despliega su magia a lo largo de sus estrechas calles empedradas y plazas llenas de encanto.
El imponente Alcázar de Segovia, una fortaleza que parece haber salido de un cuento de hadas, se sitúa sobre una colina, y ofrece vistas panorámicas de la ciudad y la campiña circundante. Su silueta distintiva, con torres puntiagudas típicas de la época medieval, sirvió como inspiración para el castillo de Disney. Descendiendo por la colina en dirección al centro de la ciudad, podemos seguir el rumbo de la muralla y encontrar la Catedral de Santa María, una obra maestra gótica que deja boquiabierto a quien la contempla. Sus agujas y detalles esculturales son testigos del esplendor artístico de la ciudad y junto a la oferta pictórica de su interior, constituyen sin duda uno de los mayores atractivos de este monumento.
A la salida de la catedral se encuentra el corazón de Segovia, la Plaza Mayor, de arquitectura renacentista. Aquí, podrás disfrutar de la animada atmósfera mientras te sumerges en la esencia local de sus cafés, restaurantes y bares de tapas que bordean la plaza. No muy lejos, el Acueducto de Segovia se erige majestuoso, un
Segovia
testimonio de la habilidad técnica de los romanos. Sus arcos de piedra caliza, que se elevan sobre la Plaza del Azoguejo, son una maravilla de la ingeniería antigua. A escasos metros se encuentra la estatuilla de un diablillo, protagonista de una leyenda popular que decía que fue un diablo el verdadero artífice de la construcción del acueducto.
A medida que te aventuras por las callejuelas empedradas, encuentras la Iglesia de San Esteban, un ejemplo destacado del románico segoviano. Sus impresionantes detalles escultó-
ricos y su atmósfera serena transportan a tiempos pasados. No muy lejos, el Monasterio de San Antonio el Real cautiva con su arquitectura gótica y su encantador claustro.
A lo largo del recorrido, es difícil no notar los patios tradicionales y las fachadas bien conservadas que dan a la ciudad un encanto único. Cada rincón de Segovia cuenta una historia, desde la Judería, con sus estrechas callejuelas, hasta el Puente de San Martín, que cruza el río Eresma y ofrece vistas impresionantes de la ciudad.
En este recorrido monumental por Segovia, no puedes olvidar hacer una visita a La Granja de San Ildefonso, pueblo colindante que cautiva con su esplendor barroco y sus impresionantes jardines pertenecientes al Palacio Real de la Granja de San Ildefonso. Una mezcla de arquitectura palaciega y naturaleza exuberante donde los majestuosos juegos de agua en sus fuentes y la elegancia de sus salones transportan a los visitantes a la opulencia de la monarquía española. Este enclave es un tesoro histórico que invita a explorar sus magnífios rincones.
Productos
Cochinillo. Lechón joven asado en horno de leña hasta obtener una piel crujiente y una carne tierna y jugosa. Algo característico del cochinillo segoviano es que en la región es común cortarlo con un plato y después arrojar el mismo a suelo y romperlo.
Judiones de la Granja. Uno de los emblemas de esta provincia, se cultivan en un área cercana a Real Sitio de San Ildefonso. Se distinguen por su tamaño grande, muy característico. Tras una cocción prolongada en agua mantienen su textura intacta hasta ser introducidas bajo el paladar.
Truchas. Un producto muy popular en la provincia por la abundancia de frías aguas, tanto de ríos como embalses. Los ejemplares más grandes tienen la carne rosada y más sabrosa, similar al salmón.
Cordero lechal. Un clásico de la gastronomía local. Procede de la cría de la oveja de raza churra. Su crecimiento se realiza de forma lenta, con un engrasamiento precoz, ya que todavía consume leche materna. Su carne es más tierna que la del cordero normal con una textura suave y jugosa.
Algunos productos populares de Segovia son el cochinillo, los judiones de la Granja y las truchas.
Platos
Florones. Postre típico de Castilla y León, especialmente sobre las fechas de carnaval. En Segovia se elaboran a base de huevos, harina, leche, sal, aceite para freír y azúcar, y deben su nombre a la forma de flor que adquieren.
Ponche segoviano. Se trata de un pastel elaborado con una mezcla de bizcocho, mazapán y crema. Suelen cubrirse con una capa de mazapán y azúcar glas.
Lechazo asado. Es un icono de la cocina regional y destaca por una preparación natural que respeta sus cualidades. El resultado es una carne jugosa con una piel crujiente y un sabor delicioso.
Perdices a la segoviana. Perdices elaboradas en cazuela de barro con zanahorias, pimientos pequeños, puerro, tomate, cebolla, ajo y cebollitas de guarnición. Puede incluir otros ingredientes que le otorgan un sabor muy peculiar como el chocolate, jerez y vino blanco.
Conejo segoviano. Conejo troceado con cebolla, ajo, pan, aceite de oliva virgen, sal y pimienta molida. Lo curioso de este plato es que también se le añade canela.
Setas a la segoviana. Las setas son muy abundantes en la provincia, siendo la base de muchos platos. Podemos encontrar una gran variedad de recetas, pero siempre se cocinará en cazuela. Lo más común es un sofrito de cebolla y ajo, añadiendo las setas con el resto de ingredientes como caldo, vino blanco, jamón picado, ajos, cebolla, laurel, guindilla, aceite de oliva y sal.
Ponche Segoviano
Ingredientes
Para la base de mazapán:
✓ 200 g de almendras molidas
✓ 200 g de azúcar glas
✓ 2 yemas de huevo
✓ Ralladura de 1 limón
Para la crema:
✓ 500 ml de leche
✓ 150 g de azúcar
✓ 5 yemas de huevo
✓ 50 g de harina de maíz (maicena)
✓ Canela en rama (opcional, para aromatizar)
Otros:
✓ Azúcar glas para espolvorear
1. Preparación del mazapán. Mezcla las almendras molidas con el azúcar glas en un tazón. Agrega las yemas de huevo y la ralladura de limón. Amasa bien hasta obtener una masa homogénea.
2. Extiende el mazapán. Estira el mazapán con un rodillo hasta obtener una capa finay forra el fondo y los lados de un molde para pastel previamente engrasado.
3. Hornea el mazapán. Precalienta el horno a 180°C y hornea el mazapán durante unos 10-12 minutos o hasta que esté ligeramente dorado. Retira del horno y deja enfriar.
4. Preparación de la crema. En una cacerola, calienta la leche (puedes agregar una rama de canela para aromatizarla). En un tazón aparte, bate las yemas de huevo con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa. Agrega la harina de maíz y mezcla bien.
5. Cocina la crema. Vierte la leche caliente sobre la mezcla de yemas y remueve constantemente. Lleva la mezcla de nuevo a la cacerola y cocina a fuego medio-bajo hasta que espese, sin dejar de remover. Retira la canela si la has utilizado. Deja enfriar.
6. Montaje. Vierte la crema sobre la base de mazapán en el molde. Alisa la superfice con una espátula.
7. Refrigeración. Refrigera el Ponche Segoviano durante al menos 4 horas o toda la noche para que cuaje y tome consistencia.
8. Presentación. Desmolda el Ponche Segoviano y espolvorea con azúcar glas antes de servir.
Cochinillo asado
Ingredientes
✓ Un cochinillo (o tostón) entre 4,500 y 5,000 kg
✓ 3 dientes de ajo
✓ Laurel (unas hojitas)
✓ Sal gorda
✓ Agua
1. Precalienta el horno a 180º c on calor superior e inferior con ventilador.
2. Coloca una bandeja con agua (bastante) y el laurel en la parte inferior del horno. Tendrás que ir añadiendo agua durante el horneado, tienes que ser generoso, cuanta más agua más salsita tendrás después. Además, es importante porque el tostón tiene que estar bien hidratado durante todo el horneado.
3. Échale sal gorda al cochinillo (especialmente en la parte trasera) y añade el ajo bien picadito por todo el tostón.
4. Coloca el tostón con la parte de la costilla hacia arriba en la rejilla del horno y mételo en el horno situándolo en la parte inmediatamente superior a la bandeja del agua. Esto es muy importante para que el tostón nunca toque el agua y la corteza quede bien crujiente. Hornéalo durante dos horas.
5. Dale la vuelta al tostón con mucho cuidado al despegar la piel de la rejilla (MUY IMPORTANTE). Hornéalo durante una hora y media por la parte de la piel.
Setas a la segoviana
Ingredientes
✓ 500 gr de setas y champiñones (puede ser cualquier tipo de setas)
✓ 3-4 dientes de ajo
✓ 1 cebolla grande
✓ 1 chalota (opcional)
✓ Unos taquitos de jamón
✓ 1 cucharada de harina
✓ 2 hojas de laurel
✓ Una ramita de tomillo
✓ Un vasito pequeño de vino blanco
✓ 1 vaso de caldo de ave
✓ Sal
✓ Aceite de oliva virgen
1. Ponemos un buen chorro de aceite en una sartén. Añadimos el ajo laminado. Cuando comience a chisporrotear, añadimos la cebolla cortada no muy pequeñita. Añadimos un poco de sal, el laurel y la ramita de tomillo.
2. Dejamos pochar a fuego moderado, removiendo de vez en cuando, hasta que esté blandita. Añadimos el jamón picado, salteamos unos segundos.
3. Añadimos la cucharada de harina y rehogamos un minuto para que no sepa a cruda. Vertemos el vino y dejamos evaporar, removiendo sin parar para que ligue. Es importante que se evapore todo el líquido para que no sepa al ácido del vino blanco.
4. Añadimos el caldo. Dejamos que comience a hervir, ligamos y reservamos con el fuego apagado.
5. Ponemos en otra sartén un chorrito de aceite y vamos salteando las setas por tandas, a fuego muy fuerte. De este modo daremos una caramelización rápida al exterior de las setas sin dejar que suelten líquido. El líquido lo deben soltar después, en la salsa.
6. Añadimos las setas a la salsa y dejamos hervir 5 minutos todo para que las setas suelten el agua y se mezclen los sabores.
Recorrido monumental
La capital soriana se encuentra delimitada geográficamente por su ubicación a orillas del río Duero, en un paisaje enmarcado por el cerro del Castillo y el cerro del Mirón. Sentimentalmente también se haya delimitada por su condición de Ciudad de los Poetas. A lo largo de los siglos, Soria ha sido fuente de inspiración para renombrados escritores como Antonio Machado, Gerardo Diego y Gustavo Adolfo Bécquer, quienes tejieron a su alrededor un universo de versos y leyendas.
Cada rincón de Soria tiene ese aire de ciudad eminentemente castellana, con un ritmo tranquilo, una bendición en estos tiempos, que sólo se ve interrumpido en los días de celebración de sus ancestrales fiesas de San Juan y en el fervor de la Semana Santa, ambas reconocidas como fiesas de interés turístico regional.
Con tanta belleza discreta, Soria muestra su generosidad invitando a recorrer su historia desde sus orígenes hasta la actualidad, ofreciendo atractivos para todos los gustos: monumentos, paisajes, tradiciones, historia, gastronomía y una amplia gama de eventos culturales y deportivos.
El legado histórico de Soria se remonta a la Edad del Hierro y la época cel-
tibérica, como atestiguan los vestigios que se exhiben en el Museo Numantino. El esplendor medieval de la ciudad queda plasmado en el trazado de sus calles, su muralla, su imponente castillo y sus iglesias románicas, entre las que destacan la de Santo Domingo y la de San Juan de Rabanera.
Tampoco deberíamos perdernos la iglesia de la Virgen del Espino, la iglesia de Ntra. Sra. La Mayor, así como la belleza de la concatedral de San Pedro y tantos conventos y monasterios, destacando el de San Juan de Duero, en las afueras de la ciudad, con su espléndido claustro.
La arquitectura renacentista se hace presente en edifiios como el palacio de los Condes de Gómara y el Palacio de los Ríos y Salcado, mientras que el periodo barroco se refleja en joyas arquitectónicas como el Instituto Antonio Machado y diversas ermitas
Sori
como la de San Saturio, la Virgen del Mirón y la Virgen de la Soledad.
La calle peatonal de “El Collado” es el corazón comercial de la ciudad, flaqueada por edificios con soportales del siglo XIX, entre los que destaca el
histórico Círculo Amistad Numancia. Desde aquí parten numerosas calles que conducen a los edificos más antiguos e históricos de Soria.
La Plaza Mayor, con su estructura castellana y la imponente fuente de Leones en su centro, es otro de los puntos de interés de la ciudad, rodeada por emblemáticos edificos como la Casa del Común, el palacio de los Beteta, el palacio de Los Doce Linajes, el palacio de la Audiencia y la iglesia de Santa María la Mayor.
Para los amantes de la naturaleza, Soria ofrece espacios como las márgenes del Duero y el monte Valonsadero, con rutas señalizadas, áreas de recreo, restaurantes y centros de interpretación. Además, a 8 kilómetros de la ciudad, Valonsadero alberga un conjunto de pinturas rupestres al aire libre.
Productos
Mantequilla de Soria. Tiene una tradición centenaria y forma parte del patrimonio de esta provincia. Su identidad se basa en la utilización exclusiva de la leche de las ganaderías sorianas, el peculiar clima de la zona y el empeño en seguir la tradición de este producto. Aunque se mantiene el espiíritu tradicional de este producto, se han aplicado mejoras sanitarias en pro de su calidad. Los rollos realizados a mano dieron paso a los envueltos en papel encerado y latas para la mantequilla natural y salada pero se mantiene intacta la presentación de la Mantequilla dulce, envasada y decorada a mano con su adorno de color rosado.
Torreznos o “torrenillos”. Se trata de unas tiras de panceta adobada y frita, preparadas de manera especial con el finde lograr una corteza crujiente y apetitosa. Son un excelente tentempié que sienta bien a cualquier hora y se ha convertido en un icono de Soria en toda España.
Trufas. El suelo, la altitud y el clima de la provincia soriana crean un entorno excepcionalmente propicio para la producción de trufas. A lo largo de los siglos, estas han sido un emblema de refinamento culinario y han gozado de popularidad en la alta gastronomía. Sin embargo, solo en los últimos años se ha apreciado plenamente su aroma y la manera de
combinarlas con otros ingredientes para realzar su incomparable sabor.
Boletus. El boletus soriano, altamente apreciado por su excelente calidad como, ha experimentado un amplio incremento en su demanda y consumo. Esta variedad de hongos surge entre septiembre y noviembre en los bosques de pinos. Su versatilidad en la cocina es prácticamente ilimitada, permitiendo una amplia gama de preparaciones culinarias.
Níscalo. Se caracteriza por su color rojo-anaranjado con círculos concéntricos más oscuros, a veces con una depresión en el centro y un borde enrollado hacia abajo. onocido por
su fácil identifiación y su frecuente aparición. Por lo general, se encuentra en bosques jóvenes de coníferas.
Los vinos. En total, 19 municipios de la provincia forman parte de la Denominación de Origen Protegida “Ribera del Duero”, y en ellos se encuentran bodegas con viñedos propios que producen vinos rosados, blancos y tintos de excelente calidad. Son acompañantes perfectos para cualquier plato o producto soriano. Son vinos robustos, refinaos y con una reputación consolidada
Las condiciones climáticas especiales de la Ribera del Duero, como el clima extremadamente seco y ventoso, así como los inviernos duros con frecuentes heladas, desempeñan un papel crucial en el desarrollo, crecimiento y maduración de las vides.
Platos
Migas de pastor. Fruto de una herencia pastoril, este plato tradicional ha arraigado profundamente en la gastronomía soriana. Su preparación comienza con una materia prima tan humilde como el pan, que se trocea y se saltea en la sartén con pimentón, manteca y ajo. En algunas ocasiones se agregan torreznos o chorizos, pero las verdaderas migas sorianas se acompañan de uvas.
La caldereta. Esta es la receta más emblemática de la provincia, especialmente en Pinares de Urbión, aunque debido al histórico pastoreo en la ciudad, también se considera un plato capitalino. La carne, la cebolla, el ajo y, a veces, tomate, se hacen a fuego lento, preferiblemente en una caldera de bronce sobre fuego de leña, resultando en un plato abundante y sabroso.
Embutidos. Los embutidos sorianos son reconocidos más allá de los límites provinciales, favorecidos por el clima frío y seco que facilita su curación. Chorizos, salchichones, jamones, lomos adobados, entre otros, componen una amplia variedad de productos derivados del cerdo.
Cordero asado. Este plato, arraigado en el valle del Duero, tiene sus raíces en el pasado pastoril. La carne de cordero lechal, de color blanco rosado, es
menos grasa y más tierna que la de un cordero adulto, con un sabor suave y agradable al paladar.
Repostería. La ciudad cuenta con una amplia variedad de productos de repostería de alta calidad, elaborados por diversos establecimientos especializados. Desde las pastas elaboradas por las monjas clarisas de Santo Domingo, hasta los dulces tradicionales asociados a diferentes festividades, como los huesos de santo, las torrijas y los roscones de Reyes. Además, la tarta costrada ocupa siempre un lugar destacado en las pastelerías locales.
Lechazo asado al estilo castellano
Ingredientes
✓ Piezas de cuarto de lechazo castellano, IGP. Lechazo de Castilla
✓ Vaso y medio de agua
✓ Manteca de cerdo, aunque como nosotros, puedes aligerarlo con aceite de oliva virgen
✓ 4 dientes de ajo simplemente aplastados
✓ 3 hojas de laurel
✓ Sal marina fin
1. Precalentar el horno para asar a 170 ºC.
2. Lavar las piezas de carne de lechazo que se venden por cuartos, y una vez secas, las colocaremos en esa bandeja de barro para hornos. Hay que colocar un soporte para que la carne no entre en contacto con el caldo de asar.
3. Aplastar 4 dientes de ajo, que ni hará falta pelar.
4. En la bandeja de barro cocido para horno, colocar las piezas de carne y añadir los dientes de ajo, las tres hojas de laurel; añadimos vaso y medio de agua y una pizca de sal.
5. Extender aceite de oliva por la superfice de las piezas de carne con la mano con un ligero masaje.
6. Asaremos quince minutos por cada lado, dos veces. Es decir, un total de una hora, o poco más, en cuatro turnos, con calor arriba y abajo y con ventilador (a ser posible).
7. Cada vez que lo sacamos para girar las piezas de carne, vamos a “mojar” con la salsa la superficie de la carne. Hay que ajustar los tiempos, aumentándolos o reduciéndolos ligeramente.
8. El toque final lo conseguimos dorando la parte superficial,por lo que cuando tengamos la carne asada, calentaremos el horno a 240ºC y tendremos las piezas de carne 3 o 4 minutos como máximo por cada lado para logar ese toque crujiente de la carne.
Migas de pastor
Ingredientes
✓ 300 gr de pan desmigado
✓ 2 dientes de ajo picado
✓ 4 cucharadas de aceite de oliva
✓ 1/2 cucharada de pimentón dulce
✓ 1/2 cucharada de perejil picado
✓ 60 gr de chorizo picado en dados
✓ 50 gr de panceta picada en dados
✓ 1/2 vaso de agua
✓ Sal
1. Calentar el aceite y freír el ajo junto con la panceta y el chorizo durante unos cinco minutos.
2. Añadir el pimentón y rehogarlo.
3. Seguidamente añadir el pan desmigado, el perejil y el agua removiéndolo bien para que se mezclen todos los sabores y se impregne y a la vez se evapore el agua.
También se pueden remojar las migas con el agua antes de incorporarlas a la sartén
Torreznos
Ingredientes
✓ Torrezno de Soria
✓ Aceite de girasol
1. Sacamos la panceta curada del envase de plástico o de la nevera 24 horas antes. La ponemos en un sitio fresco y seco para que se oree bien.
2. Echar aceite en una sartén hasta cubrir el fondo (unos 2 mm)
3. Poner el fuego en posición “fuego lento”
4. Cortar la panceta en lonchas de 2 cms. aproximadamente y se colocan con la piel hacia abajo.
5. Freír alrededor de 20 minutos, vigilando que los torreznos no se caigan y comprobando cómo van apareciendo las “burbujas” características en toda la piel.
6. Después los ponemos a fuego vivo y tumbamos los torreznos para freírlos bien, unos 10 minutos por cada lado o a su gusto.
Recorrido monumental
AValladolid, que reina a orillas del río Pisuerga, hay que empezar a conocerla por su encantador casco antiguo, donde ante el viajero se despliega un conjunto arquitectónico renacentista sencillamente cautivador. Entre sus joyas más preciadas se encuentran la majestuosa Catedral, el imponente Colegio de San Gregorio, actualmente albergando el prestigioso Museo Nacional de Escultura, y la icónica iglesia de San Pablo. Este conjunto arquitectónico no solo constituye un testimonio vivo de la riqueza histórica y cultural de la ciudad, sino que también es un reflejo de su esplendoroso pasado.
La vida cultural de Valladolid es vibrante y diversa, en parte gracias a su condición de sede universitaria, que aporta frescura a la escena cultural. Eventos de renombre internacional, como la Semana Internacional de Cine (Seminci) y el Festival Internacional de Teatro y Artes de Calle, enriquecen el calendario cultural de la ciudad, atrayendo a artistas y espectadores de todas partes del mundo. Sin embargo, uno de los eventos más emblemáticos y arraigados en la vida de Valladolid es la Semana Santa, declarada de Interés Turístico Internacional. Sus procesiones, verdaderas manifestaciones de arte sacro, despiertan el fervor de los habitantes y
Valladoli
visitantes por igual, convirtiéndose en una experiencia inolvidable.
La historia de Valladolid está marcada por episodios clave que la han convertido en un punto de referencia en la historia de España. Desde su ascenso en el siglo XI, cuando el conde Ansúrez asumió el gobierno de la villa en nombre de Alfonso VI, hasta su época dorada durante el reinado de los Reyes Católicos en el siglo XV, Valladolid ha sido testigo de importantes acontecimientos históricos que han dejado una huella imborrable en su paisaje y su identidad.
El casco antiguo de Valladolid es un tesoro arquitectónico que alberga un importante patrimonio monumental. La imponente Catedral, cuya construcción se inició en el siglo XVI bajo el reinado de Felipe II, es un símbolo de la grandeza y la belleza de la ciudad. El Colegio de San Gregorio, con su exquisita fachada hispano flaen-
ca, atribuida a Gil de Siloé, es ahora el Museo Nacional de Escultura que alberga una impresionante colección de esculturas renacentistas. La iglesia de San Pablo, con su elegante fachada, es otro ejemplo destacado de la arquitectura religiosa de la época.
La Plaza Mayor, epicentro de la ciudad, es un lugar lleno de historia y vida. Rodeada de majestuosos edificios, la plaza es un espacio emblemático que ha sido testigo de innumerables eventos a lo largo de los siglos. Es aquí donde se celebran las principales festividades y eventos culturales de la ciudad, y donde los habitantes y visitantes se reúnen para disfrutar de la vida social y cultural de Valladolid.
Además de su patrimonio monumental, Valladolid también cuenta con una rica herencia cultural. La ciudad conserva las residencias en las que vivieron grandes personajes históricos, como la Casa de Cervantes y la
Casa-Museo de Cristóbal Colón, que ofrecen una fascinante visión de la vida en épocas pasadas. Valladolid también es el hogar de importantes instituciones culturales, como la Universidad, cuya fachada barroca es una joya arquitectónica, y el colegio de Santa Cruz, uno de los primeros ejemplos del Renacimiento español.
Como ciudad en constante crecimiento y desarrollo, Valladolid ofrece una amplia gama de actividades culturales y de ocio. Desde cines y teatros hasta museos y galerías de arte, la ciudad es un hervidero durante todo el año.
Productos
Pan candeal. El pan típico de Castilla, conocido como pan candeal, sobao o bregado, se caracteriza por su corteza fina,miga compacta y sabor distintivo, elaborado principalmente con trigo candeal. Es ideal para acompañar platos como carnes, guisos y legumbres, junto con vinos locales. Se elabora artesanalmente, con fermentación lenta y cocción en horno de leña. Varias variedades incluyen el pan lechuguino, reconocible por su diseño distintivo, y otras como el pan de cuatro canteros, pan de cuadros, pan de polea, barra blanca y fabiola.
Espárragos de Tudela de Duero. Los espárragos de Tudela de Duero destacan como uno de los productos más emblemáticos de la gastronomía de
la provincia de Valladolid. Este municipio, ubicado a 16 km de la capital provincial, en la comarca de la Ribera del Duero, es reconocido por la calidad de sus espárragos. Su prestigio se remonta a tiempos antiguos, incluso en la época de los Reyes Católicos. Es un tipo de espárrago blanco, aunque también los hay de punta morada, y destacan por su tamaño y grosor. Su escasa fibosidad es lo que le distingue de los espárragos de Extremadura o Navarra.
Productos cárnicos. La provincia de Valladolid es conocida por sus carnes y embutidos, especialmente por los asados al estilo castellano. Entre los platos más destacados se encuentran el cordero asado, lechón asado, pincho de lechazo asado al sarmiento (especialidad de Santibáñez de Valcorba), chuletones de buey, carne de
lechazo al ajillo (típica en Peñafiel)y el cochinillo asado. También se producen embutidos como la morcilla de Valladolid (que lleva piñones), las salchichas de Zaratán y el chorizo, que se usa en platos como la tortilla de chorizo. Se preparan platos de caza menor como el conejo a la cazadora.
Mantecado de Portillo. Los mantecados de Portillo son un dulce típico de este municipio de Valladolid, en la comarca de Tierra de Pinares, que se elabora desde al menos el siglo XV. Su forma suele ser elíptica y se distingue por amasarse con manteca de cerdo, diferenciándose así de otros productos de bollería. Se recubren con una gruesa capa de azúcar que les otorga su característico color blanco. Los ingredientes incluyen manteca de cerdo, harina, azúcar y aguardiente,
aunque este último puede ser reemplazado por vino blanco.
Queso Pata de Mulo. Este producto se caracteriza por su prensado intenso y coagulación enzimática. Elaborado con leche pasteurizada de oveja, se sumerge en salmuera y madura de 3 a 6 meses. Presenta una pasta compacta, sin ojos visibles, y una corteza de color amarillo ocre. Su color interno va de blanco hueso a marfilen quesos más maduros. En boca, recuerda al queso de oveja curado, pero con un toque más salado y aceitoso. Su forma es tubular y combina bien con vinos de la Ribera del Duero y blancos secos.
Queso de Villalón. El queso de Villalón, elaborado principalmente con leche de oveja recién ordeñada, a veces también se mezcla con leche de vaca, aunque en menor medida. Su forma es cilíndrica (carece de corteza) y tie -
ne una pasta blanda y compacta. Se caracteriza por su sabor dulzón con un ligero toque amargo. Su textura y proceso de elaboración lo asemejan al queso de Burgos.
Los vinos. Los vinos más destacados de Valladolid incluyen Ribera del Duero en tintos, Rueda en blancos y Cigales en rosados, con una mención menor para los vinos de Toro. La Ribera del Duero, con más de 280 bodegas, es la denominación más prominente desde su inicio en 1982. La ruta atraviesa Valladolid hasta Peñafiel, donde se encuentra el Museo Provincial del Vino en el famoso castillo.
Rueda, la primera denominación de origen establecida en 1980, cuenta con más de cincuenta bodegas en Valladolid, destacando lugares como Rueda, Tordesillas y Medina del Campo en cualquier recorrido enotu-
rístico. Cigales, la tercera en tamaño, es conocida por sus vinos claretes, ampliamente apreciados en el norte de España y Madrid, y hoy en día se pueden encontrar en todo el país. La Denominación de Origen de Toro, aunque solo abarca a tres pueblos de la provincia, alberga bodegas importantes.
Salchichas de Zaratán. Se trata de una variedad de salchicha elaborada con carne magra de cerdo, la cual ha sido adobada y embutida en tripa. Las salchichas se presentan en ristras paralelas torsionadas entre sí, exhibiendo un color rojo brillante. Su sabor se caracteriza por un ligero picor agradable. Actualmente, estas salchichas se comercializan en dos variedades: tradicional y blanca.
Platos
Lechazo asado. El lechazo asado es un plato ampliamente conocido y apreciado, con una receta fundamentalmente consistente en carne de cordero lechal, que es obtenida de animales con aproximadamente 30 días de vida. Esta carne, notablemente tierna y de sabor exquisito debido a su juventud, requiere pocos ingredientes para lograr un plato excelente.
Tortilla de chorizo. La tortilla de chorizo es un plato sencillo que consiste en huevos batidos con trozos de chorizo, como su nombre indica. Es especialmente popular en la provincia de Valladolid, especialmente en localidades como Tudela de Duero. En algunas variaciones, se parte de una tortilla de patatas a la que se le añade el chorizo picado.
Sopa de ajo. La sopa de ajo es un plato tradicional en la provincia de Valladolid y otras áreas de Castilla y León durante el invierno. Fácil de preparar y económico, combate las bajas temperaturas regionales.
Sopa castellana
Ingredientes
✓ 0.5 barra de Pan del día anterior
✓ 300 g de Jamón serrano en taquitos
✓ 3 cc de Pimentón dulce
✓ 1.5 l de Caldo de verduras (o agua)
✓ 60 ml de Aceite de oliva virgen extra
✓ 2 ud de Huevos
✓ 5 dientes de Ajo
✓ Sal
1. Ponemos a calentar el caldo.
2. Cortamos el pan en rebanadas finasy las tostamos sin aceite en una sartén antiadherente.
3. Aparte, en una olla honda, freímos los ajos pelados y cortados en láminas con el aceite de oliva.
4. A continuación, añadimos los tacos de jamón.
5. Agregamos el pimentón (con cuidado de que no se queme) e, inmediatamente después, el caldo caliente.
6. Hervimos todo unos 5 minutos y añadimos el pan tostado.
8. Cocinamos a fuego bajo hasta que el pan se ablande.
9. Incorporamos, ya fuera del fuego los huevos, dejándolos caer en la sopa en forma de hilillo, sin parar de mover con una cuchara de madera para que se distribuya bien por toda la sopa.
10. Servimos muy caliente en cuencos o en platos hondos.
Perdices en escabeche
Ingredientes
✓ 2 perdices
✓ 1 cebolla grande
✓ 2 zanahorias
✓ 8 dientes de ajo
✓ Tomillo
✓ Romero
✓ 2 hojas de laurel
✓ Sal
✓ 8-10 granos de pimienta negra
✓ 150 ml. de aceite de oliva virgen extra
Antes de cocinar
Preparación de las perdices:
1. Limpiamos las perdices revisando si tienen algún resto de plumas o vísceras. Aunque seguramente compraremos las perdices ya limpias, es conveniente revisarlas.
2. Con cordón de cocina, atamos las perdices de tal manera que mantengan su posición durante el proceso de cocción. Juntamos las patas y las alas al cuerpo y las atamos.
3. En una cazuela calentamos un chorrito de aceite de oliva y doramos las perdices por todas sus caras. Retiramos de la cazuela y reservamos.
Escabechado y presentación finalde las perdices:
4. En la misma cazuela añadimos el resto del aceite. Agregamos a la cazuela, una vez que el aceite esté caliente, las verduras troceadas. Los ajos pelados y enteros, las zanahorias y la cebolla pelada y cortada en dados.
5. Incorporamos las hojas de laurel, la ramita de tomillo y de romero a la cazuela. Sofreímos las verduras hasta que estén blanditas, unos 15 minutos.
6. Añadimos las perdices a la cazuela con las verduras. Agregamos sal y los granos de pimienta y cubrimos con todos los líquidos. Desde el momento en que comienza a hervir, dejamos que se evapore el alcohol durante unos minutos.
Tapamos la cazuela y cocinamos durante 90 minutos. En la mitad del proceso, si las perdices no han quedado cubiertas por el líquido, les damos la vuelta.
Zamor
Recorrido monumental
Zamora, con su estratégica ubicación a lo largo de la Vía de la Plata y su rico patrimonio cultural, es un tesoro por descubrir en el corazón de España. Esta ciudad se enorgullece de ser pequeña en tamaño pero grande en historia, cultura y oferta turística.
Un buen paseo por Zamora podría empezar, seguro, en la emblemática Plaza Mayor, un lugar que sirve como punto de encuentro entre la zona comercial y la monumental de Zamora. Aquí, su arquitectura nos relata la historia de la ciudad, desde el anti -
guo Ayuntamiento de la época de los Reyes Católicos hasta el consistorio actual. Uno de los tesoros más preciados de esta plaza es la iglesia de San Juan de Puerta Nueva, con su elegante rosetón románico y la icónica veleta conocida como el Peromato.
Continuando por las encantadoras calles de Zamora, nos encontramos con la plaza de Santa María la Nueva, donde la majestuosa iglesia del mismo nombre nos sorprende con su imponente cabecera y el Yacente barroco que alberga en su interior. Justo al lado, el Museo de Semana Santa nos sumerge
en la rica tradición religiosa de la ciudad durante la Semana de Pasión.
Siguiendo nuestro recorrido por la ciudad, nos topamos con el Museo Etnográfico de Castilla y León en la calle Barandales, que nos ofrece una visión fascinante del pasado de la región. La plaza de Viriato, con su escultura del héroe lusitano, y el antiguo Hospital de la Encarnación, hoy sede de la Diputación Provincial, son paradas obligatorias en nuestro camino.
A medida que avanzamos por las calles adoquinadas de Zamora, nos maravillamos con la belleza de la iglesia de la Magdalena y el Convento del Tránsito, siendo el primero una muestra destacada del románico en esta ciudad. La plaza de Fray Diego de Deza, conocida como la plaza de los tilos, nos ofrece unas vistas impresionantes desde el Mirador del Troncoso. Por su parte, el Palacio de los Condes de Alna (siglo XV) es un magnifio palacio renacentista en el que destaca el patio y la escalera. Hoy es un Parador Nacional.
Junto a la catedral, la Casa del Cid nos recuerda la presencia legendaria del héroe castellano en la ciudad. La majestuosa Catedral de Zamora, con su cimborrio de influencias bizanti-
nas, es sin duda el punto culminante de nuestro viaje. Conocida como “la perla del Duero”, esta obra maestra del románico nos transporta a través de los siglos con su imponente arquitectura y su rica historia.
Continuando nuestro recorrido, nos encontramos con la iglesia románica de San Isidoro y el Portillo de la Traición, lugares que nos transportan a tiempos antiguos de luchas y traiciones. Finalmente, exploramos las Aceñas de Olivares, unos molinos harineros del siglo X que representan la primera industria de la ciudad, y las iglesias románicas de San Claudio de Olivares y Santiago de los Caballeros, que nos revelan la riqueza cultural y religiosa de Zamora a lo largo de los siglos.
Productos
Ternera de Aliste. La ternera de Aliste es una carne con indicación geográfica protegida de la comarca de Aliste, en la región oeste de la provincia, que también puede incluir a Sayago y Sanabria. Obtuvo esta certifiación en 1999 y generalmente proviene de la producción casi artesanal de pequeños ganaderos. Un plato típico que se elabora con esta carne es el “chuletón alistano”, similar al chuletón de Ávila.
Queso zamorano. El queso zamorano» es de tipo graso, elaborado con leche de ovejas de las razas churra y castellana y con una curación de 180 días. Tiene un aroma y sabor característicos a la leche fresca de oveja, siempre limpio, con toques de mantequilla cocida, sabores mas intensos y desarrollados, con una persistencia larga en el paladar.
Garbanzo de Fuentesaúco.
banzo de Fuentesaúco (Indicación Geográfica Protegida) se caracteriza por un tamaño de medio a grande, con un color cremoso, su pico es cur vo y pronunciado y su piel tiene una rugosidad intermedia. Tras la cocción, los garbanzos se mantienen íntegros, la piel se manifiesa blanda y suave, el albumen muy mantecoso y unifor me, siendo muy agradable el sabor que proporciona en el paladar.
El chorizo zamorano. Desde enero de 2005, la Marca de Garantía Chorizo Zamorano promueve este embutido típico de Zamora, elaborado con métodos tradicionales. Equilibrado, no predominando ninguno de los sabores básicos ni las notas de especias. En los chorizos picantes se aprecian sensaciones picantes con una intensidad media-alta.
Habón sanabrés. El habón sanabrés es una variedad de judía blanca reconocida por su tamaño grande y su forma de riñón ancha y aplastada. Destaca por su delicada textura en boca, suavidad y consistencia cremosa. Tradicionalmente recolectada a mano desde finaes de verano hasta diciembre, esta legumbre es apreciada por su calidad y versatilidad culi-
Panes de Zamora. La provincia de Zamora cuenta con una rica tradición harinera, marcada por la existencia de más de mil molinos de agua. En 1996, un grupo de industriales se unió para recuperar la calidad de la harina y crear el “pan de pueblo”. Así nació la Marca de Garantía Harina Tradicional Zamorana, que ofrece una harina elaborada con trigos Triticum aestivum y Triticum durum, con al menos un 10% procedente de molinos de piedra. Garantiza calidad y proceso de elaboración, otorgando al panadero una textura más consistente y sabrosa, manteniendo el aroma y sabor tradicionales, y prolongando la durabilidad del producto.
Pimientos de Fresno-Benavente. La Indicación Geográfia Protegida Pimiento de Fresno-Benavente respalda un tipo de pimiento adaptado a la zona de producción, que incluye 55 municipios del norte de Zamora. Este pimiento es grande, rectangular, con tres, cuatro o cinco lóbulos y un peso superior a 300 gramos. Es jugoso, con piel suave, y tiene un sabor medio dulce, poco amargo y no picante.
Vinos. La Denominación de Origen Arribes, ubicada en el paraje natural del mismo nombre en Zamora y Salamanca, se caracteriza por su clima favorable y sus suelos minerales, lo que da lugar a vinos únicos.
En la Denominación de Origen Tierra del Vino, a lo largo del Río Duero en Zamora, se elaboran vinos aromáticos, estructurados y con gran recuerdo, gracias a la presencia de viñedos centenarios y una tradición vitivinícola arraigada.
La Denominación de Origen Protegida Valles de Benavente, en el norte de Zamora, es el hogar de 62 municipios y 155 viticultores que cultivan uvas en suelos arcillosos. Esto, junto con un clima duro, da lugar a vinos de calidad.
En el sureste de la provincia, en las tierras de la Denominación de Origen Toro, se producen tintos con una fuerte personalidad y una reputación destacada tanto a nivel nacional como internacional.
Platos
Arroz a la zamorana. El arroz de cerdo, originario de Alcañices en la comarca de Aliste, es un plato tradicional español muy popular fuera de la región levantina. Este plato, diseñado para combatir el frío, es una mezcla de arroz, panceta, jamón y mano de cerdo, sazonado con cebolla, ajo y pimentón para obtener su característico color rojizo. Con una larga historia, se encuentra documentado en recetarios zamoranos desde hace siglos y en obras como “El Practicón” del siglo XIX.
Bacalao a la tranca. El bacalao a la zamorana, plato típico local, destaca por su sabor excepcional y su sencilla preparación. Con ingredientes humildes como el bacalao, pimientos asados y ajada de pimentón, ofrece una alternativa sabrosa al clásico bacalao con tomate o al más refinao bacalao al pil pil. Con numerosas variantes según el cocinero, es una receta versátil y llena de aromas y sabores regionales.
Aceitadas. Las aceitadas son unas pastas tradicionales de la Semana Santa de Zamora Fiesta española de Interés Turístico Internacional. Son unas pastas de textura un poco dura, aromatizadas con anís y que no solo están deliciosas, sino que huelen a gloria, especialmente durante su horneado.
Algunos platos populares de Zamora son: el arroz a la zamorana, el bacalao a la tranca y las aceitadas.
Arroz a la zamorana
Ingredientes
✓ 200 g de arroz
✓ 1 oreja de cerdo (cocida)
✓ 1 mano de cerdo (cocida)
✓ 100 g de jamón serrano (2 lonchas)
✓ 1 chorizo fresco (100 g)
✓ 150 g de panceta fresca (2 lonchas)
✓ 3 dientes de ajo
✓ 1 cebolla
✓ 1 pimiento rojo
✓ 2 cucharadas de manteca de cerdo
✓ Sal
✓ 1 cucharada de pimentón
✓ 1 hoja de laurel
✓ Perejil
1. Preparar el sofrito. Rehogar el pimiento, los ajos, la cebolla a fuego suave e incorporar lasw hojas de laurel.
2. Añadir el jamón y chorizo fresco. Cortar el jamón y el chorizo en dados, agrégalos y rehógalos brevemente. Agregar el pimentón y 1 cucharada de perejil picado.
3. Incorpora la manita de cerdo deshuesada y la oreja, previamente cocidas.
4. Vierte el agua (1/2 litro), sazona y cuando empiece a hervir, agrega el arroz. Mezcla bien y cocínalo durante 14-15 minutos.
5. Freír la panceta y sirve.
6. Sirve el arroz en 4 platos y decóralos con las tiras de panceta y unas hojas de perejil.
El lechazo asado en horno de leña: tesoro culinario y patrimonio cultural de Castilla y León que merece ser protegido
Desde tiempos inmemoriales, el lechazo asado al estilo tradicional en horno de leña ha sido una piedra angular en la rica tradición gastronómica de Castilla y León. Más que un plato típico, el lechazo asado representa un vínculo profundo con la historia, la cultura y la identidad de esta región emblemática de España.
En la vasta extensión de Castilla y León, donde los campos dorados se extienden hasta donde alcanza la vista, el lechazo asado se erige como una manifestación culinaria que encarna la esencia misma de la vida ru-
ral. La preparación del lechazo asado en hornos de leña, utilizando técnicas transmitidas de generación en generación, no es solo un acto de cocina, es un acto de amor, de conexión con la tierra y de respeto por las tradiciones ancestrales.
El proceso de preparación del lechazo asado es todo un ritual. Desde la selección del cordero lechal de la mejor calidad hasta el lento asado en un horno de leña, cada paso está impregnado de sabiduría y conocimiento transmitido de padres a hijos, de cocineros a aprendices. Es en la cuidadosa elección de la leña, en el control
preciso del fuego y en el respeto al tiempo necesario para lograr la textura y el sabor perfectos donde reside el secreto de esta delicia culinaria.
Pero el lechazo asado es mucho más que un plato para satisfacer el paladar; es un símbolo de convivencia, de celebración y de arraigo a la tierra. En las festividades familiares, en las reuniones entre amigos y en las celebraciones comunitarias, el lechazo asado ocupa un lugar central, trayendo consigo no solo la promesa de un festín delicioso, sino también la sensación de pertenencia y camaradería
que solo la comida compartida puede brindar.
Además de su importancia gastronómica, el lechazo asado representa un valioso patrimonio cultural inmaterial de Castilla y León. Cada aspecto de su preparación, desde las razas autóctonas, el pastoreo tradicional, los utensilios utilizados hasta los rituales asociados, refleja la historia, la geografía y las tradiciones arraigadas en esta tierra milenaria. Es un testimonio vivo de la identidad y la memoria colectiva de un pueblo que encuentra en la cocina una expresión auténtica de su esencia.
En un mundo en constante cambio, donde las tradiciones se desvanecen y las culturas se diluyen, el lechazo asado al estilo tradicional de Castilla y León nos recuerda la importancia de preservar y honrar nuestras raíces. Es un legado precioso que merece ser protegido, celebrado y transmitido a las generaciones venideras, como un tesoro culinario y un símbolo perdurable del alma de Castilla y León.