Tradición e historia de generaciones en Elche

LA NIT DE L´ALBÀ

TRADICIÓN E HISTORIA DE GENERACIONES EN ELCHE

Año tras año, el 13 de agosto es una fecha en el calendario marcada en el sentir de todas las personas amantes del fuego, de la pólvora y de Elche. Cada 13 de agosto, la noche ilicitana se convierte en día, iluminando un cielo en el que las palmeras llenas de color y el sonido de los cohetes llevan nuestra fiesta más allá de nuestras fronteras. Cada 13 de agosto, el cielo se ilumina recordando a aquellos seres queridos que ya no están entre nosotros y demostrando la devoción que sentimos por nuestra patrona, la Mare de Déu de l´Assumpció. Vivir la Alborada es vivir el sentimiento ilicitano. Nuestra Nit de l´Albà es especial, porque no es un espectáculo pirotécnico, es la grandeza de un pueblo. Elche es fiel a sus costumbres, a sus tradiciones y a sus fiestas. Ni los cohetes, ni los petardos, ni la sandía pueden faltar en esta noche en la que un pueblo unido vive una fiesta única. La Alborada.

Un 13 de agosto que culmina con la Palmera de la Virgen, que con sus lágrimas, convertidas en pólvora y “oropel” se extienden por todos los rincones de la ciudad, llegando al corazón de los ilicitanos e ilicitanas y provocando admiración en aquellas personas que por primera vez viven ese momento tan especial. No existe espacio en Elche donde no se huela a pólvora en el 13 de agosto y después de las doce de la noche, la tradición continúa con la Gran Carretillá. Quien vive la Nit de l ´Albà, vive el sentimiento ilicitano. Quien vive la Alborada se enamora de Elche, de sus palmeras, de su idiosincrasia, de su Misteri y como no, de sus Fiestas.