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DIGNIDAD Y JUSTICIA

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UNIÓN HISTÓRICA DE LAS VÍCTIMAS

El pasado 13 de septiembre, 23 asociaciones y fundaciones de víctimas del terrorismo se unieron para firmar un manifiesto que pedía a todos los partidos del Congreso de los Diputados implantar un cordón sanitario alrededor de Bildu hasta que sus miembros y los jefes de ETA colaborasen con la justicia. Todas estas agrupaciones propusieron que ninguna formación parlamentaria negociara iniciativa alguna con el partido dirigido por el exetarra Arnaldo Otegi por la negativa de este último a cooperar en la resolución de los 379 asesinatos de la banda terrorista que aún siguen sin resolver.

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Las 23 asociaciones y fundaciones recordaron en su manifiesto que el Parlamento Europeo pidió a todas las instituciones que hicieran todo lo que estuviera en sus manos por acabar con esa impunidad, para que las familias de todas esas víctimas pudieran ver reducido su dolor. “Los derechos humanos representan un bien jurídico superior y más aún cuando se está ante asesinatos terroristas contrarios por definición a los artículos 2 y 3 del Convenio Europeo de Derechos Humanos, que representan el corazón más inviolable del tratado, como el propio Tribunal Europeo de Derechos Humanos ha reconocido”, subrayó el escrito.

El dolor, ahondaron, es constante para todas estas personas, que ven cómo los partidos democráticos llegan a acuerdos de colaboración con quienes tienen en sus manos la posibilidad de desbloquear las investigaciones judiciales que aclararían el atentado que acabó con la vida de su padre, de su hermano o de su hija. “Cada día que pasa representa un nuevo sufrimiento para los familiares de las 379 personas asesinadas por la banda en atentados selectivos o masacres aún sin autor conocido”, reflejó el manifiesto, que achacó la situación “única y exclusivamente” a que “medio centenar

de exjefes de ETA que siguen vivos y los miembros de la izquierda abertzale que apoyaron sus atentados guardan silencio y se niegan a colaborar”.

El manifiesto contó con una adhesión histórica, pues, salvo alguna minoritaria excepción, la práctica totalidad de las asociaciones y fundaciones de víctimas de España suscribieron el texto, que ponía en evidencia cómo en los últimos cinco años no ha habido ni un solo etarra, jefe de la organización o miembro de Bildu que haya colaborado con la justicia para resolver alguno de estos 379 asesinatos.

“Mientras los partidos democráticos continúen tratando a Bildu como una formación sin mochila, esa cifra no se reducirá. Todos los diputados tienen la obligación moral de exigir a la izquierda abertzale y a los jefes de ETA una cooperación con la justicia que hasta el momento no han demostrado, así como de negar a ambos cualquier rédito o prebenda a cambio de contar con sus votos. No basta con dejar de matar para ser demócrata”, señalaba el mencionado manifiesto, que tras ser publicado incluso comportó la adhesión de otros colectivos, como sindicatos policiales y organizaciones civiles, que decidieron mostrar públicamente su apoyo.

“Los sufragios de Bildu, como los diamantes del tráfico ilegal, están manchados de sangre, por lo que sus representantes deben ser aislados en el Parlamento por la unión en conciencia del resto de partidos”, justificó el manifiesto, que puso a las formaciones políticas ante una dicotomía sobre la que no cabe escoger una posición neutral. “Solicitamos a todos los grupos que entienden que las víctimas del terrorismo han sido el sustento de nuestra democracia que no voten ningún tipo de iniciativa con una organización heredera de ETA hasta que esta no ayude a resolver los crímenes sin esclarecer. No son un interlocutor válido para negociar ningún asunto relacionado con nuestro estado de derecho mientras no cooperen en la resolución de estos crímenes”, subrayó el texto.

El manifiesto, en concreto, fue firmado por la Asociación Víctimas del Terrorismo, Dignidad y Justicia, la Asociación Plataforma de Apoyo a las Víctimas del Terrorismo, la Fundación Miguel Ángel Blanco, la Federación de Asociaciones Autonómicas de Víctimas del Terrorismo, la Asociación Catalana de Víctimas de Organizaciones Terroristas, la Asociación Riojana de Víctimas del Terrorismo, la Asociación Cuerpos y Fuerzas de Seguridad del Estado Víctimas del Terrorismo, la Fundación Muñoz Cariñanos, la Fundación Profesor Manuel Broseta, la Fundación Luis Portero García, la Fundación Alberto Jiménez-Becerril, la Asociación Andaluza Víctimas del Terrorismo, la Asociación Internacional de Víctimas del Terrorismo, la Asociación Canaria de Víctimas del Terrorismo, la Asociación de Víctimas del Terrorismo de Castilla y León, la Asociación Extremeña de Víctimas del Terrorismo, la Asociación de Apoyo a las Víctimas del 11-M, la Asociación Navarra de Víctimas del Terrorismo de ETA, la Asociación Murciana de Víctimas del Terrorismo, la Asociación de Víctimas del Terrorismo de la Comunidad Valenciana, la Asociación de Amigos de la Fundación Profesor Manuel Broseta y la Asociación de Ertzainas y Familiares de Víctimas del Terrorismo. •

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