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AQUELLOS VERANOS INOLVIDABLES Foros: Isla Cristina Fotos Antiguas e Isla Cristina Ayer y Hoy

Aquellos veranos inolvidables

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Con la llegada de la temporada estival, la actividad de las fábricas de conservas y salazones se volvía frenética. El Consorcio Nacional Almadrabero creado en 1928, tenía en Isla Cristina una de sus factorías. En su interior podemos contemplar un grupo de operarios durante el procedimiento del ronqueo (despiece del atún).

En esta otra instantánea vemos a un equipo de trabajadores de la Fábrica de Cabot en la sección de enlatado.

Aspecto de la desaparecida lonja del pescado cariñosamente conocida como: “La Lota”. Disponía de una campana que convocaba a vendedores y compradores cuando el pescado estaba dispuesto, hoy, su espacio los ocupa el aparcamiento del puerto.

En los muelles próximos la flota artesanal se esmeraba en la faena diaria. Nótese las tres generaciones de la marinería pertrechando la embarcación.

Las mujeres isleñas disponen las sardinas en los tabales: una ocupación que todavía proporciona numerosos puestos de trabajo en la localidad, que aquí son conocidas como “estibadoras”. Las conservas y salazones se exportaban desde Isla Cristina en ferrocarril y en camiones. Las mercancías que llegaban a nuestra ciudad eran distribuidas por esta cuadrilla del Despacho Central.

En la década de los 60 todavía se podían ver embarcaciones de vela como esta.

Remendando redes. Uno de los oficios ligados a la actividad pesquera ejercido por varias generaciones, cuya destreza era trasmitida de padres a hijos. Al fondo puede observarse una de las calderas donde se alquitranaban las artes.

La milenaria técnica de la almadraba se practicaba en nuestras costas. La captura del atún trajo a nuestra ciudad riqueza y prosperidad y la calidad de sus conservas fue muy apreciada en los mercados internacionales. Estas dos escenas recogen diferentes instantes de la “levantá”.

Este peculiar personaje era conocido como Luciano “el aguaó”. Era uno de los encargados de distribuir el agua por las calles de la población, cuando aún no existía el agua corriente en el interior de los domicilios. Los vecinos acudían a la voz de su pregón para llenar las tinajas y lebrillos.

Durante todo el verano, podíamos disfrutar de las películas que se proyectaban en el desaparecido Central Cinema, inaugurado en 1948 por su propietario Félix Pichardo Salgado. En la fotografía de los años 40, vemos la antigua Caseta Municipal junto a la Iglesia de Los Dolores durante el adoquinado de la Gran Vía. Este recinto estaba reservado para los bailes y la diversión durante la Festividad del Carmen, y en ella actuaron artistas de renombre como: Antonio Machín y la Orquesta Molero.

No podía faltar durante los días de fiesta “El Caballo del Retratista”. Hoy nos puede parecer surrealista, pero, entonces era un acontecimiento esperado. Todos los niños de aquella generación tenemos una foto similar a esta.

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