San Lucas
LA FERIA Y FIESTAS DE SAN LUCAS La Feria de San Lucas es una festividad con cierto tinte otoñal, la más tardía, entre las importantes, de Andalucía y de España, así como la última feria de la temporada taurina.
cerámica, esparto, arreos para las caballerías, ropajes, calderería, etc. El Cabildo, con gran poder económico hasta mediados del siglo XIX, impulsó estas celebraciones y siempre puso empeño en dotarlas de brillantez, toda vez que el propio templo catedralicio estaba bajo la advocación de la Asunción de la Virgen.
A partir de la década de 1980 se viene repitiendo erróneamente que la Feria de San Lucas fue instaurada en el siglo XV por el Condestable de Castilla D. Miguel Lucas de Iranzo, coincidiendo con la celebración de su onomástica. Esta creencia, ha pasado a formar parte de la idiosincrasia de la feria de Jaén, estando fuertemente arraigada entre los jiennenses aunque, como se verá a continuación, el origen de la Feria de San Lucas es bien diferente:
La feria se situaba en la plaza de San Francisco y en las calles Campanas, Turronería y Álamos. Después pasó a la Carrera y las plazas del Mercado y San Agustín y, por último, al Ejido y Eras de Belén.
El precedente: las fiestas de la Virgen de Agosto. La primitiva feria de Jaén se celebraba en torno al 15 de agosto, día de la Asunción de Nuestra Señora. Fue instituida mediante un privilegio otorgado por el príncipe don Enrique de Trastámara, hijo del rey Juan II de Castilla y futuro rey Enrique IV, e incrementada en 5 días más en 1453 a petición del Concejo de la ciudad, ante el gran número de personas que acudían a adorar al Santo Rostro que se mostraba al pueblo desde la balconada de la Catedral.
Bendición del coso de “La Alameda”. Año 1960.
Un elemento fundamental en estas fiestas eran los eventos taurinos. Entre los siglos XV y XVIII las corridas de toros se celebraban en la Plaza de Santa María, sirviendo de toril la calle del Obispo, y en la plaza del Mercado, hasta que en 1842 el Ayuntamiento autorizó la construcción de una plaza de toros a las afueras de la Puerta del Ángel, reutilizándose para ello piedras del demolido Convento de Capuchinos. El coso de la Alameda, quedaría inaugurado en la feria de agosto de 1847 y se
Al margen de las ceremonias religiosas, el principal componente de la festividad de agosto era de carácter económico, ya que el privilegio instauró una importante feria de ganado al concentrar la multitud de ferias y mercados que se venían celebrando en distintos puntos del Reino de Jaén. También se llevaban a cabo otras actividades como la compraventa de cereales, fruta, artesanía de 27