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Antonio Armell, Enrique Bas Espinós
from Javea Fiestas 2019
by editorialmic
Antonio Armell
Enrique Bas Espinós
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A Antonio Armell lo conocí en La Xara, en su Muntanyeta, tal vez a finales de 1970, de la mano de su sobrino Ximo Armell. «Ya verás Enrique, te va a sorprender», me advirtió. Nos acompañaban Luisa —mi novia entonces— y su hermana Vicen, a la sazón novia de Ximo. Antonio Armell nos saludó muy efusivo, lucía una sonrisa amable y persistente y enseguida noté que disfrutaba explicando lo que hacía, quién era o había sido y qué perseguía en la vida. A sus cincuenta años bien cumplidos ya mostraba alguna cana, pero exhibía una vitalidad enorme, siempre inquieto, despierto, atento a todo lo que se hablaba o se movía a su alrededor. Nacido en Denia el 1 de diciembre de 1919 en la casa de los abuelos, su familia ya se había instalado en Xàbia. De pequeño estudió en los Maristas y más tarde, como alumno libre, comenzó el bachillerato en el instituto Luis Vives de Valencia, pero la vida le jugaría una mala pasada: en julio de1936 la rebelión del ejército interrumpía un proceso democrático, sesgaba de golpe la paz y Xàbia despertaba violentamente. Por san Jaime, grupos incontrolados de milicianos y lugareños profanaron y destruyeron el convento de los Franciscanos o de Mínimos, en la Plaçeta; igual trato recibiría el convento de las Agustinas Descalzas, en cuyo lugar se construiría más tarde el actual mercado; la iglesia de San Bartolomé sufría graves daños (se destruyeron un Nazareno de Salzillo y el Altar Mayor). Tres personajes intervinieron para detener la bárbara agresión: don Vicente Clavel Andrés1 , residente eventual en Cala Blanca y promotor en 1926 del Día del Libro; don José Cardona Cerdá1, maestro en Aduanas del Mar, y el propio Armell, estudiante quinceañero. Lo curioso es que ninguno de ellos era cristiano practicante, más bien eclécticos o probablemente agnósticos. Semanas después daría comienzo la descabellada ola de crímenes: Guillermo Catalá Bas (31.8.36; Gabriel Bañuls Martínez (6.10.36); Juan Ramos Morand (6.10.36); Pedro Chorro Bas (6.10.36; Vicente Tena Jovani (7.10.36; Gaspar Salvador Catalá (18.10.36; Jaime Andrada Salvador (26.10; Juan Andrada Salvador (26.10.36; Vicente Ballester Far; y Carlos Benimeli Bañuls, (5.1.37).
En lo referido al asesinato de Vicente Tena, cabe destacar que el certificado de defunción especifica que «la muerte se produjo por arma de fuego, según resulta de señales exteriores y fidedignas, el 7 de octubre a las cuatro de la madrugada, en el puente de la nueva carretera (garganta) de este territorio2». El 29 de abril de 1940, ya en plena dictadura, se añade una diligencia: «D. Vicente Tena Jovaní es Caído por Dios y por España». El certificado desmiente el montaje sobre una posible degollación, en la que el finado murió gritando «viva Cristo Rey». Al amparo de dicho supuesto, finalizada la guerra civil se instruyó una causa de beatificación ante las autoridades eclesiásticas, finalmente desestimada. Estos sucesos y el inquietante desarrollo de la guerra invitaron al jovencísimo Armell a fundar la radio local del Partido Comunista, de la que fue su primer Secretario General en 1937. El partido instaló su sede en la calle San Buenaventura, junto a PSOE y UGT, mientras que CNT ocupó la casa del mayorazgo —años después Falange—, con anterioridad sede del sindicato socialista. El 12 de marzo de 1938, ya con la guerra civil claramente inclinada a favor del bando sublevado, se moviliza a la quinta del 40 y Armell es llamado a filas; pasa por Alicante, Alcoy y Castellón, hasta su bautismo de fuego en Cerro Gordo, para, a continuación, ingresar en la Escuela Superior del Ejército, en Chelva. Integrado en la 92 Brigada Mixta del 22 Cuerpo del Ejército, asciende rápido en la escala de mando hasta alcanzar el grado de comisario de brigada (rango de general de brigada) a las órdenes del poeta Miguel Hernández, a su vez general de división. A primeros de 1939, después de la decisiva batalla del Ebro, el Ejército Republicano dirigido por el general Escobar intenta una última ofensiva en el frente de Andalucía y Extremadura, pese a que sus fuerzas son inferiores en número y equipamiento a las del Ejército Nacional. Las acciones están previstas para el cinco de enero, pero un día antes Miguel Hernández recibe un telegrama de Josefina Manresa, su mujer, que le advierte que va a tener su segundo hijo (el primogénito había fallecido) y Miguel deja el campo de batalla y se traslada a Cox, por lo que Armell tendrá que asumir el mando de la 11ª División con un mandato: la conquista de Fuente Obejuna. Pese a los innegables éxitos iniciales, el rumbo de la guerra se vuelve en su contra y las tropas nacionales recuperan Fuente Obejuna y varios pueblos de Sierra Trapera. Tendrá que retroceder y volver a tierras castellonenses, hasta que el 27 marzo de 1939, en Algimia de Almonacid, decide disolver la brigada. Esa misma noche3, al toque de Generala, la bandera conquistada en Brunete y el banderín de la brigada serán depositados en una caja de munición y enterrados en una gruta. Recuerdo que a Armell se le asomaba el llanto y se le velaba la voz cada vez que rememoraba ese momento. Con la paz llegaron a Xàbia el ajuste de cuentas y las ejecuciones7: los republicanos Francisco Santamaría Ferrer (17.01.40), Bartolomé Bañuls Morell (7.03.40, Juan Bautista Fornés Llidó (7.03.40) Francisco Torres Moragues (7.03.40), José Espasa Cholbi (22.08.40) y Antonio Buigues Segarra (5.03.41) eran fusilados, inaccesibles e ilocalizables sus cadáveres. Otros tres javienses7 perdieron la vida entre el abandono y la enfermedad: Tomás Albert Sart (26.04.40, en el Sanatorio Penitenciario de Porta Coeli; Jaime Cardona Juan, (19.03.45) y Valentín Segarra Bisquert (24.08.48), ambos en la Prisión Provincial de Alicante. En el extranjero se han podido contabilizar dos víctimas más: Bartolomé Cardona Espasa y Juan Bautista Bas Soler, primero confinados en Mathausen y ejecutados después en los Campos de Gausen el 9 y 11 de noviembre de 1941, respectivamente. Para Armell, como tantos otros, la zozobra, la cárcel y el sufrimiento: Denia, Alicante (aquí se reencuentra con Miguel Her-
nández), hasta acabar en el Campo de Concentración de Toledo, donde después de un tiempo de trabajos forzados entablaría amistad con el coronel Joan Font Maimó, mallorquín, para acabar convirtiéndose en el hombre de confianza del general Juan Petrirena Aurrecoechea, que lo nombra Jefe técnico y administrativo de las obras de la Academia de Infantería de Colonias. Su condena a prisión está cumplida y en febrero de 19464 Armell sale a la calle, pero aún habrá de esperar un par de años más, cierto que en libertad condicional5, hasta acabar la construcción de la Nueva Academia de Infantería Este acuerdo se selló en el Pardo3, entre Franco, el general Petrirena y el propio Armell, quien, al recobrar la libertad absoluta en 1948, conoce y entabla amistad con Juan Antonio Suanzes, que lo introduce en algunas de las empresa del INI, en especial consta su integración en Enher, posteriormente absorbida por Endesa, y quizá en alguna otra de las sociedades creadas al amparo del Instituto Nacional de Industria. Cuando Volvo se instaló en España, Armell figuraba como secretario del Consejo de Administración de una empresa6 concesionaria del nuevo gigante sueco. En 1949 contrajo matrimonio con Rosa Femenía Arbona, con quien tuvo dos hijas, Rosa María y Monserrat. Esta es una época de gloria y felicidad, tanto en el aspecto profesional como en el familiar y público. En la Muntanyeta, crea un espacio lúdico y cultural de un enorme peso específico en el que colaboran Josep Segrelles, Joan Valls, Pedro Barral, Benjamín Palencia, Teodoro Miciano y algunos otros artistas y mecenas de la época. Pero la década de los setenta comenzó con malos auspicios. El crédito financiero prometido es finalmente denegado y se produce la quiebra de su ambicioso proyecto. En febrero de 1972 Armell se verá obligado a refugiarse en París ayudado por Pablo Neruda, en esos momentos Embajador chileno y reciente Premio Nobel de Literatura (1971) y por Fernando Valera, en papeles de Embajador de la extinta República de España. En diciembre del mismo año, Armell huye a México y acabará recalando en varios países latinoamericanos, El Salvador, Guatemala… Con la democracia, Armell regresa a España en 1981, encabeza como presidente la Federación de Excombatientes de la República y consigue recuperar su grado militar, compartir alternadamente la residencia entre Barcelona y Vergel y visitar Xàbia de vez en cuando. Ya es mayor, cuida de su esposa casi ciega, pero sigue hablando por los codos y destilando ternura, quizá por culpa de una guerra cruel y absurda que le impidió ver a Vivien Leigh en Callejón sin salida y no le permitió crecer en paz y jugar al parchís con los amigos. Antonio Armell pronunció una conferencia en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Xàbia el jueves 2 de enero de 1986, sobre Miguel Hernández, haciendo entrega a título gratuito de una escritura pergamino datada en Orihuela el 29 de julio de 1577. Dicho documento puede consultarse en el Archivo Histórico Municipal. En 1988 Radio Nacional de España organizó el I Certamen «El cuento del abuelo», en el que Antonio Armell obtuvo el segundo premio con su Historia de un viejo reloj. El infatigable luchador aún viviría varios años más (superaría con éxito una operación de próstata en marzo de 1997), hasta que cerraba los ojos para siempre el 30 de enero de 2005 a la edad de ochenta y cinco años. Su mujer, Rosa, pese a sus dolencias, seguiría viviendo hasta 2010.
Nota: Basado en la correspondencia entre Antonio
Armell y el autor del presente recordatorio. (1) Represaliado y encarcelado al término de la guerra. (2) Se refiere al término municipal de Teulada. (3) Según audio del propio Armell en entrevista efectuada por Pepa Roig. (4) “En febrero de 1946”, según carta remitida por
Antonio Armell el 18 de febrero de 1998., según el audio referido en el punto anterior. “En
Marzo de 1946”, según carta de Antonio Armell, fechada el 25 de marzo de 1998. (5) BOE 108 de 18 de abril (Orden de 8 de marzo de 1946) (6) ABC de 12 de marzo de 1966, edición de la mañana, pag. 91. (7) Universidad de Alicante: base de datos de represaliados por el franquismo en Alicante.