Santiago Izquierdo, Cronista oficial RINCÓN DE LA HISTORIA
INVENCIONES DE FUEGO – 1ª Parte
E
n diversas ocasiones he comentado en coloquios y en diversos artículos que en San Sebastián de los Reyes hay tres tradiciones centenarias, la primera es la devoción al Cristo de los Remedios, la segunda es la de correr los toros, es decir, los encierros y la tercera es la quema de la pólvora. Ya desde tiempo inmemorial nuestros antepasados tenían dedicados cuatro días a la “función”, que con esta palabra designaban las fiestas populares del mes de agosto en honor al Santísimo Cristo de los Remedios, cuatro días con sus respectivos nombres: el día 27 era el Día de la Pólvora, el 28 el Día del Cristo, el día 29 el Día de los Toros y el 30 el Día de las Higueras. A ese primer día de las fiestas, el Día de la Pólvora, le voy a dedicar unas líneas. En los carteles y programas de las fiestas actualmente podemos apreciar que el mencionado día 27 es el de los Fuegos Artificiales, que es el equivalente actual a la “quema de la pólvora o invenciones de fuego” de nuestros mayores, y como todos los demás festejos ha ido evolucionando en su desarrollo con los años. Se ha pasado de aquellos árboles que se quemaban en la Plaza del Ayuntamiento, en la fachada del Caserón, y que se prendían entre “pieza y pieza” bailable, hasta que llegaba la quema del árbol central, el cual era mucho más vistoso y de mayor colorido que el resto, y que en un momento de la quema se desenrollaba un pequeño tapiz con la imagen del Cristo y la banda de música hacía sonar el himno nacional, hasta el emplazamiento actual que son disparados desde el Parque de la Marina. No es de extrañar que un grupo de vecinos de Sanse se haya decidido a crear una asociación, “Pirosanse”, que tiene como fin principal el conservar esta tradición centenaria de nuestra localidad. Los primeros datos de quemar pólvora Como muestra de la antigüedad de esa costumbre de disfrutar con las “invenciones de fuego” ya la tenemos recogida en un documento de 1645 que se conserva en el Archivo Histórico Nacional, en la Sección de Consejos, y que es el siguiente: Juan Pérez en nombre de los mayordomos y priostes de la Degollación de San Juan Bautista, del lugar de San Sebastián de los Reyes, digo que el dicho lugar celebra todos los años fiesta por ser advocación suya y devoción como es en tener algunas invenciones de fuego, y correr toros para que lo puedan hacer sin incurrir en pena alguna. A VS. pido y suplico mande darles licencia para que puedan correr toros y hacer la fiesta. En este mismo documento consta la siguiente autorización: En la villa de Madrid a veinticinco del mes de agosto de mil seiscientos cuarenta y cinco, ante mí el escribano y testigos pa-
Imagen de archivo de los Fuegos Artificiales en la Plaza del Ayuntamiento.
recieron presentes Sebastián Vázquez, mayordomo de la cofradía de San Juan de la villa de San Sebastián de los Reyes como principal y Juan del Campo, vecino de la dicha villa como su fiador, y ambos y cada uno por si insolidum y por el todo renunciando como renunciaron las leyes de duobus rex devendi, en cada una de ellas se contiene, dijeron que por cuanto por los señores alcaldes de la Casa y Corte de Su Magestad y por su auto de veintitrés de este presente mes se ha dado licencia a los mayordomos y priostes de la dicha villa de San Sebastián de los Reyes para hacer el día de la dicha festividad fuegos de invención y correr toros dando fianza de que así por los incendios como por los toros no resultara daño alguno, en conformidad en el dicho auto se obligaban y obligan que en caso que así por el incendio y fiesta de toros resultare algún daño de incendio que suceda o desgracia de muerte en los toros y en cualquiera otra manera pagarán lo que fuere juzgado y sentenciado para lo cual obligaron cada uno de por si insolidum y por el todo sus personas y bienes habidos y por haber, dieron poder a las justicias de Su Magestad y en especial a los dichos señores alcaldes a cuyo fuero y jurisdicción se sometieron, recibiéndolo por sentencia pasada en cosa juzgada, renunciaron a las leyes de su favor y a cualquier ley, derechos de ella en forma que lo otorgaron así, siendo testigos Francisco de Alfaro, Antonio Beltrán y Francisco García. En este mismo documento aparece un párrafo un tanto significativo como es que el día 28 de agosto se hace fiesta a su Divina Majestad, quedando implícito que es en
honor del Cristo de los Remedios, aunque no quede reflejado literalmente. De la lectura de la respuesta de autorización que dan las autoridades para celebrar la fiesta queda meridianamente claro que los solicitantes quedan obligados a pagar, incluso con sus bienes, los daños que pudieran ocurrir si se producían incendios a consecuencia de las invenciones de fuego o algunas desgracias de muerte en el correr de los toros. En el Archivo Municipal no ha quedado constancia documental de la existencia de dicha cofradía de la Degollación de San Juan Bautista, lo que sí es revelador es que esta advocación se conmemora por la Iglesia católica el día 29 de agosto, fecha que coincide con el día que tradicionalmente se conoce por el de los toros. Y que el día anterior se celebraba una fiesta religiosa en honor del Cristo que se veneraba de antiguo y que en la primera mitad del siglo XVII se le empieza a denominar como de los Remedios. El 28 de agosto de 1703 tuvo lugar la bendición de la capilla del Cristo que fue costeada por Don Andrés de Navacerrada y su mujer Ángela Gadea. Expedientes de festejos De los expedientes de festejos que han “sobrevivido” y que se conservan en el Archivo Municipal podemos encontrar en todos ellos el importe de la pólvora, por ello sabemos que en el año 1731 los gastos ascendieron a 200 reales. En un próximo número de la Revista La Plaza seguiré reflejando diversos expedientes de diferentes años, así como las curiosidades que encierran las propuestas que ofertan los polvoristas. 16 de enero de 2019
LA PLAZA
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