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PRIMER CENTENARIO DEL HIMNO A LA RODA

Himno a La RodaPRIMER CENTENARIO DEL

AL CUMPLIRSE 100 AÑOS DEL NACIMIENTO DEL HIMNO, ES IMPRESCINDIBLE VOLVER LA VISTA ATRÁS PARA CONOCER CÓMO FUE SU GÉNESIS EN 1918

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Un himno es algo más que una composición musical, es una fusión de música y poesía, la encarnación de lo más profundo de una esencia. Sus notas y letra, si posee esta última, se encaminan a despertar los sentimientos más escondidos de los hombres hacia aquello que el himno ensalza. Su carga simbólica es elevadísima, pues es la expresión musical de una historia, un presente y un futuro, cuya función principal es la de unir, haciéndose eco de aquella máxima que proclama que “la unión hace la fuerza”.

Hoy en día, cualquier entidad que se precie de una cierta solera y consolidación, o que al menos pretenda adquirirlos, se dota de símbolos que le representen, y entre ellos, en las entidades tradicionales, no puede faltar un himno. Así la Roda, nuestro pueblo, también disfruta de un bonito y solemne himno que hace honor a su vetusta y rica historia. Aquel pedazo de tierra que las tropas del Rey Alfonso VIII reconquistasen allá por el siglo XIII, en el que muy pronto nacería una aldea dependiente de Alarcón, y que en el siglo XIV obtuviese límites jurisdiccionales (año 1310), para en el mismo siglo acabar siendo una villa (en fecha indeterminada entre 1310 y 1367), que a partir de entonces iría creciendo y creciendo para ser siempre referente de su comarca y orgullo de la provincia de Cuenca, y posteriormente de Albacete, bien merecía un himno que cantase sus bondades y llenara de orgullo el pecho de sus hijos al cantarlo. Así debieron pensar aquellos rodenses inmortales que en el año 1918 pusieron una iniciativa en marcha para que tuviésemos una composición que bien pudiéramos califi car de “La Roda hecha música”.

Cien años han sido los que han pasado desde que naciese el “Himno a La Roda”, nuestro himno. Es por ello, por lo que no podemos pasar de puntillas ante una efeméride redonda que merece que volvamos la vista atrás, para que conozcamos el origen de una canción que simboliza a nuestra Muy Noble y Muy Leal Villa.

Para conocer su historia tenemos que volver nuestra vista al periódico rodense “La Patria Chica”, que fue fi el testigo del proceso de creación del himno y gracias a él podemos seguir los pasos que lo alumbraron. Este semanario se editó en nuestro pueblo del 4 de febrero de 1917, hasta el 2 de febrero de 1919, permaneciendo su edición interrumpida hasta

el 4 de septiembre de 1919, en que se reanudó, y manteniéndose ésta hasta el 28 de agosto de 1920, fecha en la que se editó su último número, que fue el 157.

Según cuenta “La Patria Chica”, en su número 55, publicado el 17 de febrero de 1918, la Sociedad recreativa “La Cúspide” nombró una comisión con el objeto de organizar una velada artístico-literaria. Esta consideró que la velada se podría centrar en “el canto a coro por los jóvenes de ambos sexos de la localidad, de un Himno a La Roda, cuya letra y música sean precisamente de autores locales”. Según se detallaba a continuación las bases para el concurso que habría de seleccionar la letra fueron:

“Primera.- El concurso comprende a las personas de ambos sexos, y para tomar parte en él se requiere ser hijo o vecino de La Roda.

Segunda.- Las composiciones han de ser por lo menos de veinte versos, sin pasar de cuarenta, así como su metro habrá de ser precisamente de ocho o diez sílabas”.

Las composiciones se debían identifi car con un lema, acompañadas con un sobre cerrado con el nombre del autor, debiéndose presentar las mismas en la sede de “La Cúspide”, la cual se encontraba ubicada en la calle de la Balsa nº 16, hoy Paseo de Ramón y Cajal. El premio para el ganador sería una “bonita pluma de plata” .

Si bien a esa fecha el autor de la letra todavía era un misterio, no lo era el que debía ser el autor de la música, pues ya en la citada convocatoria, publicada por La Patria Chica, se señalaba que a la composición poética elegida le habría de poner música, de manera incuestionable, el reconocido y apreciado maestro y director D. Arturo Alarcón Santón.

La comisión de la Cúspide de la que hemos hablado, solicitó al subdirector del periódico, D. Enrique de la Hoz, junto a D. Cándido Julián García y D. Francisco García Giménez, que se constituyesen en tribunal para examinar los trabajos presentados, reuniéndose en calidad de jurado califi cador el 8 de marzo de 1918. En el acta del mismo, publicada el 10 de marzo en el nº 58 de La Patria Chica, se daba cuenta de que cinco habían sido los trabajos presentados al concurso, que a juicio del tribunal:

“…quiere y debe hacer constar la grata impresión que le ha producido el mérito que todos ellos encierran, la belleza artística que las inspira y lo bien comprendido que está el asunto que los motiva (…). Más forzosamente la elección no podía recaer más que sobre una de ellas, y el jurado, por unanimidad, ha dado la preferencia a la que lleva por lema: RODA FUERTE.”

Abierto el sobre cerrado que acompañaba el poema se descubrió el nombre de su autor, que no era otro que el insigne abogado y poeta D. Alfredo Atienza Carrasco, y cuya

composición poética se haría imperecedera fusionada con la música de D. Arturo Alarcón Santón, para formar parte desde entonces de nuestra historia.

Las otras cuatro poesías presentadas al concurso, por decisión del jurado en loor a su calidad, fueron publicadas en los Nº 59 y 60, de 17 y 24 de marzo, respectivamente, del periódico La Patria Chica, con lo que vieron fugazmente la gloria, para desaparecer bajo el peso y el polvo de los años. Es por ésto, que para el centenario de aquel concurso que alumbró nuestro himno, me he visto en la obligación moral de recuperarlas para su reedición en nuestro libro de fi estas de 2018. Los trabajos presentados y sus autores fueron grandes de las letras rodenses en el primer tercio del siglo XX, una generación de oro que merece nuestro respeto y recuerdo, que hoy se materializa en la vuelta a la luz de los poemas que presentaron al concurso:

Lema: Vivit et regnat, de de D. Ramón Llistó D. Ramón Llistó

Si en nuestros campos no ha Si en nuestros campos no hay azucenas, y azucenas, en los jardines del corazón en los jardines del corazón h hay siemprevivas de un himno eterno; ay siemprevivas de un himno eterno; el himno eterno de nuestro el himno eterno de nuestro amor. amor. Cantad, zagalas, cantad zagales, eleve el niño su débil voz, que nuestro acento vibre potente, que es para madre nuestra canción. Roda bendita, cuna de encaje, que entre ababoles te mece Dios, duerme el arrullo del himno eterno, del himno eterno de nuestro amor. Virgen dormida en un mar de verdes plácidas olas. Virgen del rojo collar. Virgen de las amapolas. Virgen de frente nevada. Virgen de bello arrebol. Virgen de dulce mirada. Virgen con alma de sol. En las frescas alboradas, al marchar los colorines, con bellas fl ores moradas levantas regios jardines. Siempre propicia al amor, con tu mano bienhechora le das vino al segador, pan, a la vendimiadora. En el altar de tus rejas, para aumentar su fortuna, siempre acudes a sus quejas con un clarito de luna. Eres hermana en los duelos, esposa, en las alegrías, novia, en los castos anhelos, madre, en nuestras agonías. Rocío en las sementeras, rayo de sol en la poda, santo abanico en las eras… ¡Viva!... ¡Qué viva La Roda!

Cantad, zagalas, cantad zagales, eleve el niño su débil voz, que nuestro acento vibre potente, que es para madre nuestra canción.

Roda bendita, cuna de encaje, que entre ababoles te mece Dios, duerme el arrullo del himno eterno, del himno eterno de nuestro amor.

Virgen dormida en un mar de verdes plácidas olas. Virgen del rojo collar. Virgen de las amapolas.

Virgen de frente nevada. Virgen de bello arrebol. Virgen de dulce mirada. Virgen con alma de sol.

En las frescas alboradas, al marchar los colorines, con bellas fl ores moradas levantas regios jardines.

Siempre propicia al amor, con tu mano bienhechora le das vino al segador, pan, a la vendimiadora.

En el altar de tus rejas, para aumentar su fortuna, siempre acudes a sus quejas con un clarito de luna.

Eres hermana en los duelos, esposa, en las alegrías, novia, en los castos anhelos, madre, en nuestras agon

Rocío en las sementeras, rayo de sol en la poda, santo abanico en las ¡Viva!... ¡Qué viva La Lema: Lema: Un rodense, de D. Juan Ramón Ra de D. Juan Ramón Ramírez Grande.

Loor a mi pueblo; loor a La Roda; Loor a mi pueblo; loor a La Roda; loor a la Villa, Noble y Leal; loor a la Villa, Noble y Leal; loor a sus hijos, cuyas virtudes, loor a sus hijos, cuyas virtudes, en toscos versos v en toscos versos voy a oy a cantar. cantar.

Cuando la Aurora r Cuando la Aurora resplandeciente esplandeciente de las tinieblas rasga el ce de las tinieblas rasga el cendal, ndal, tus nobles hijos, llenos de vida, tus nobles hijos, llenos de vida, van anhelantes a van anhelantes a trab trabajar. ajar.

Y en los apriscos, y en los talleres, Y en los apriscos, y en lo y en las aldeas, y en el b y en las aldeas, y en el bancal, y por doquiera se escuchan himnos y por doquiera se escuch que tienen algo de que tienen algo de celestial.

Himnos sonoros, himnos vibrantes, Himnos sonoros, himnos vibrantes, de una armonía particular de una armonía particular que, que, entrelazados y confundidos entrelazados y confundidos al dios Trabajo van a al dios Trab buscar.

Su ponzoñoso virus, el vicio, Su ponzoñoso virus, el vicio, nunc nunca en tu pecho logró infi ltrar; a en tu pecho logró infi ltrar; pues siempre hon pues siempre honrado y laborioso supiste siempre triunfar del supiste siempre triunfar del mal.

Dios te bendiga, pueblo querido, Dios te bendiga, pueblo querido, Dios te conceda felicidad; que a aquel que cumple con sus deberes Dios le concede ventura y paz.

Loor a mi pueblo; loor a La Roda, loor a la Villa, Noble y Leal; loor a sus hijos, cuyas virtudes, en toscos versos voy a cantar.

Lema: Todo por La Roda, de D. Juan Tébar Muñoz.

Roda fuerte, noble villa, tu alma hermosa se refl eja, en la alegría que deja tu clásica seguidilla. Te alzas modesta y sencilla en la manchega llanura, blanca como nieve pura de la elevada montaña, porque sacas de tu entraña tu inmaculada blancura.

Madre buena y generosa, con cariño nos prodigas el oro de tus espigas los estambres de tu rosa y uva rica y deliciosa que da aromático vino, con el que pierden el tino cuando al son de las guitarras, los mozos sangran las jarras, cual sediento peregrino.

No abundan mucho en tu suelo las fl ores bellas y fi nas, pero mujeres divinas sí abundan bajo tu cielo. Calma pues tu desconsuelo, y observa Roda celosa, que es cada rostro una rosa, y cada boca un capullo que te brinda el dulce arrullo, de su caricia amorosa.

Nuestros anhelos cifremo en hacerla bella y rica, que ese anhelo signifi ca el amor que le tenemos. Con fe ardiente trabajemos, porque viva muy dichosa; seamos hormiga afanosa aunque el trabajo sea rudo, para que añada a su escudo el timbre de laboriosa.

guitarras, jarras,

bundan mucho en tu suelo fi nas, pero mujeres divinas cielo. desconsuelo, celosa, s cada rostro una rosa, boca un capullo que te brinda el dulce arrullo, de su caricia amorosa.

Nuestros anhelos cifremo en hacerla bella y rica, que ese anhelo signifi ca el amor que le tenemos. Con fe ardiente trabajemos, porque viva muy dichosa; seamos hormiga afanosa aunque el trabajo sea rudo, para que añada a su escudo el timbre de laboriosa. Lema: Benedicta, de S. de la Hoz.

¡Salve, salve patria mía! mía! destello augusto de amor y destello augusto de amor y paz. paz. Salve, salve, canten hoy Salve, salve, canten hoy día, día, Todos tus hijos Todos tus hijos con noble con noble afán. afán.

¡Musa hechicera de ¡Musa hechicera de mis mis canciones! canciones! Cuando a la sombra de tus trig Cuando a la sombra de tus trigales ales rima el jilguero sus madrigales rima el jilguero sus madrigales bajo el impulso de sus ajo el impulso de sus pasiones, pasiones, y cuando eleva sus oraciones y cuando eleva sus oraciones en la espesura de tu en la espesura de tu ramaje, ramaje, diciendo en trinos, como diciendo en trinos, como mensaje mensaje de eternas cuitas, el ruiseñor, de eternas cuitas, el ruiseñor, cantan tu vida, dicen tu amor cantan tu vida, dicen tu amor en los acentos de tu en los acentos de tu lenguaje. lenguaje.

En el silencio, junto a las En el silencio, junto a las fl ores, fl ores, junto a los rezos que a Dios envía junto a los rezos que a Dios envía el campesino, siempre confía el campesino, siempre confía a ti el secreto de sus a ti el secreto de sus amores. amores.

A ti consagra como arca A ti consagra como arca santa santa la triste queja de su dolor la triste queja de su dolor que tú mitigas, si con fer que tú mitigas, si con fervor vor bebe las aguas de tu bebe las aguas de tu Fuensanta. Fuensanta. En tu regazo, de linda rosa En tu regazo, de linda rosa donde se juntan la fe donde se juntan la fe y y amor, amor, bebió su aliento la tierr bebió su aliento la tierra esposa a esposa conque se adorna en su conque se adorna en su pudor. pudor.

Todo tu ambiente t Todo tu ambiente tiene el aroma iene el aroma de honra y trabajo, paz y de honra y trabajo, paz y contento, contento, así es la vida, así el sustento así es la vida, así el sustento de los del llano y de la de los del llano y de la loma. loma.

De tus viñedos la rica es De tus viñedos la rica escancia cancia corre cual ríos de vida llenos corre cual ríos de vida llenos y y los perfumes de mejorana los perfumes de mejorana tu frente besan con los tu frente besan con los rom romeros. eros.

Y en fi n ¡oh, madre! Todos a una Y en fi n ¡oh, madre! Todos a una cantan cantan en aras de su fervor en aras de su fervor ¡Salve, tierra de mi anhelo! ¡Salve, tierra de mi anhelo! ¡Salve, patria de mi ¡Salve, patria de mi honor! honor!

Llegados a este punto no me queda más remedio que continuar con el hilo principal de nuestra historia, la de nuestro himno.

Tras la elección del poema “Roda Fuerte” se entregó éste al Maestro don Arturo Alarcón Santón, quien tal y como estaba previsto compuso la partitura del himno.

El día 7 de mayo de 1.918 en el Teatro Liceo (antiguo Convento de las monjas Trinitarias y más tarde el solar donde hoy se levanta el Colegio Público José Antonio) se celebraba la velada artístico-literaria organizada por “La Cúspide” –según figura en los número 66 y 67 de “La Patria Chica”– en la que se combinó el recitado de poesía, con la interpretación de obras de música, asistiendo a la misma la flor y nata de la élite cultural rodense. Como cierre del acto se procedió a la interpretación de la gran obra maestra cuyo estreno había de producirse esa noche, y ante sus creadores “el eximo poeta don Alfredo Atienza Carrasco y el inspirado compositor don Arturo Alarcón Santón” sonó por primera vez, ante un auditorio entusiasmado que obligó a que se volviera a repetir, “El Himno a La Roda”, cuya interpretación corrió a cargo de un nutrido grupo de jóvenes rodenses y una maravillosa orquesta, todos ellos a cargo de la batuta del maestro A. Alarcón.

Según relata el periódico, al himno se encargaron de ponerle voz las señoritas: Carmen García, Sabina Ripollés, María Escribano, Lola Escudero, Petra Pérez, Ángeles Moratalla, Andrea López, Carmen Alarcón, Carmen Cross, Amparo Moreno, Isabel Escribano, Matilde Belmonte, Maravillas y América Martínez, Carmen Soro, Carmen Cócera, Mercedes y Suceso Graells, Cristina Céspedes y Emiliana Espinosa. En el nº 68 del periódico publicado el 19 de mayo, en una nota rectifi cativa se dejaba constancia de la omisión por descuido de la participación por un lado de Dña. Paz Alar-

cón de Faura, quien al parecer prestó una valiosa ayuda al piano en la interpretación del himno, y por otro de las señoritas: Demetria Martínez, Encarnación García y Conchita Escudero. Sin miedo a equivocarme puedo asegurar que hoy ya ninguna de ellas está entre nosotros y por desgracia en muchos casos se habrá borrado hasta su recuerdo, pero creo que es de justicia nombrarlas, pues ellas fueron las que pusieron voz a la primera ocasión en la que sonó el Himno a La Roda, y por ello forman parte indeleble de nuestra historia junto a sus laureados autores, D. Alfredo Atienza Carrasco y D. Arturo Alarcón Santón.

Si al insigne abogado y poeta y al reconocido músico los recuerdan sendas calles en La Roda, a ellas las recuerda la fotografía que acompaña este artículo, dónde se dejó constancia gráfi ca de la composición del escenario del teatro Liceo el día que se estrenó el himno, fotografía que cuelga de las paredes de nuestro Museo Municipal “Antonio Martínez”, otro insigne rodense que no debemos olvidar.

Así, de esta manera, hace ya 100 años nacía el himno de nuestro pueblo, la música hecha Roda, o La Roda hecha música, pues lo mismo es. Dos de las mentes más prodigiosas de nuestro pueblo se unieron y alumbraron lo que año tras año sorprende a extraños y enorgullece a propios durante nuestras Fiestas Patronales, pues año tras año he podido escuchar con los literatos que nutren el cargo de Mantenedor de la Gala Literaria se sorprenden y deleitan al escuchar tan sublime composición. Sean sus notas, cada vez que suenen, que tal vez deberían estar presentes en más actos, un homenaje a La Roda pretérita, presente y futura, y por supuesto, a don Alfredo Atienza Carrasco y don Arturo Alarcón Santón.

Himno a La Roda:

¡Salve, Roda hermosa! Hermosa Villa, donde, en época lejana, venció la horda musulmana a las huestes de Castilla.

Tu dilatada llanura bordan tus casas risueñas, cual un bando de cigüeñas de inmaculada blancura.

En medio emerge del suelo tu torre altiva, arrogante, que imita guardia gigante queriendo besar el cielo.

Tu tierra igual, sin relieve, encierra en su avara entraña fi lones de “Blanco España” más nítido que la nieve.

Tierra que sembró el labriego, campo ahora mustio y sombrío, que transformará el estío con sus caricias de fuego. Cuando la cigarra canta pulsando el plectro sonoro en un inquieto mar de oro que viene a lamer tu planta.

Jamás tu solar hollaron los que rendirte quisieron, que, derrotados, huyeron o muertos, aquí quedaron.

No precisaste muralla, pues tus hijos, con fi ereza, trocaban en fortaleza la más deleznable valla.

No desmayes, refl exiona que tú diste a la nación soldados, como Perona, marinos, como Alarcón.

Y piensa, si envite rudo te reserva aciaga suerte, que eres Noble y eres Fuerte según proclama tu Escudo.

¡Felices Fiestas Patronales en honor a El Salvador a todos!

Juan Ruiz Carrasco.

La Roda a 16 de julio de 2018, festividad de la Virgen del Carmen.

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